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2) APROPIACIÓN CARACTERIZACIÓN. REQUISITOS. - Cuando se toma
la posesión de una cosa mueble sin dueño o abandonada por su dueño,
siendo la persona capaz y teniendo la intención de adueñarse de ella, se
produce la adquisición del dominio por apropiación. Los requisitos, pues, son
cuatro: a) idoneidad del objeto; b) capacidad del sujeto; c) acto de
aprehensión, y d) ánimo de adquirir el dominio5. a) IDONEIDAD DEL
OBJETO. Debe tratarse de cosa mueble sin dueño o abandonada por su
dueño. Los inmuebles no pueden ser adquiridos por apropiación, pues nunca
carecen de dueño aunque la posesión se encuentre vacua. Si los inmuebles
no han tenido con anterioridad dueño, pertenecen al Estado6. Si son
abandonados por su dueño, el dominio revierte también al Estado (arts. 2342,
incs. Io y 3o, y 2528). El Código en el art. 2343 hace una enumeración de las
cosas susceptibles de apropiación, que reproduce con algunas diferencias en
el art. 2527. Por ejemplo, no enumera en este último los enjambres de abejas
que están expresamente citados en el inc. 2o del art. 2343 b) CAPACIDAD
DEL SUJETO. El Código se refiere a la capacidad para adquirir. La doctrina
predominante se inclina por considerar que sólo es necesaria la capacidad
exigida para adquirir la posesión por modo originario, o sea aquella a que se
refiere el art. 2392, y que se obtiene a los diez años, capacidad de voluntad,
según algunos o de discernimiento, según otros. c) APREHENSIÓN. ES la
toma de posesión efectiva de la cosa que constituye el acto exterior u objetivo
por el cual se emplaza la cosa en el patrimonio y en virtud del que, dándose
los demás requisitos, fija el momento en que se adquieren -a la vez- la
posesión y la propiedad. d) ÁNIMO DE ADQUIRIR. Sin este requisito no
puede interpretarse que exista adquisición de la posesión, y tampoco de la
propiedad, ya que es necesario en ese momento la presencia de ambos
elementos (p.ej., si alguien toma un animal silvestre para curarle una herida,
sólo por piedad, no adquiere la propiedad en razón de que falta el ánimo de
tomar la cosa para sí).
3) ESPECIFICACIÓN O TRANSFORMACIÓN El hombre, mediante su trabajo
o su industria, transforma constantemente las cosas y las que antes
pertenecían a una especie determinada pasan, merced a esa transformación,
a pertenecer a otra. La mayoría de las cosas con las que tenemos contacto en
la vida cotidiana, aparte de tener una forma determinada, prestan una
utilidad, tienen un destino, una designación que conceptualiza su género,
etcétera. Si el propietario opera la transformación, ya sea que degrade la cosa
(p.ej., funde una joya de oro), tanto que la valorice (haga del trigo harina, o de
la harina pan), dicha transformación carece de relevancia para nuestro tema,
pues el propietario, que lo era de la materia originaria, seguirá siéndolo de la
nueva especie.
4) ACCESIÓN
§ 227. NOCIÓN Y GENERALIDADES. - La accesión, como modo de adquirir
el dominio, está enumerada en el inc. 3º del art. 2524, y distinguida
correctamente por el codificador de los casos en que la persona es dueña de
la cosa a título de accesión, en sendas notas al Cap. III y al art. 2571, que lo
encabeza, y cuya lectura no deja margen a dudas acerca del criterio distintivo
adoptado. El propietario de la cosa principal es dueño de las cosas accesorias
por extensión (art. 2520), pero éste es su título y no un modo de adquirir el
dominio. En cambio se adquiere el dominio por accesión cuando la cosa va a
unirse, natural o artificialmente, a otra (principal) aumentándola o
acrecentándola. En este caso, la persona viene a ser propietaria por efecto de
la accesión. La accesión puede adoptar diversas formas, según que una cosa
mueble se una o se adhiera a un inmueble, o la unión se produzca entre dos
cosas muebles, y aun el Código parece admitir la accesión entre dos cosas
inmuebles. La adherencia puede ser natural o artificial y, aunque no encaja en
la definición legal, puede haber casos de accesión que no impliquen una
verdadera adherencia, tal como la de animales domesticados que recobran su
libertad y adquieren la costumbre de vivir en otro inmueble. El Código se
ocupa por separado y en forma casuística de estos distintos modos: a)
aluvión; b) avulsión; c) edificación y plantación, y d) adjunción, mezcla y
confusión. Al tratar de la edificación y plantación se refiere también a la
emigración de animales, a que nos referimos en el parágrafo precedente, por
lo que el contenido no coincide con el subtítulo.
5) TRADICIÓN TRASLATIVA DEL DOMINIO
§ 233. NATURALEZA. - Objetivamente la tradición consiste en la entrega de la
cosa que hace una persona a otra persona y que ésta acepta. La tradición,
como modo de adquirir el dominio, nos ofrece una perspectiva distinta de la
que expusimos al tratar de la transmisión posesoria, pues aquí
-necesariamente- tendremos que destacar si existe o no alguna vinculación
con el título y, en su caso, determinar cuál es esa vinculación. Ello está
relacionado con el carácter que se le asigne y tiene consecuencias, según la
tesis que se adopte, en los efectos y validez de la tradición. REQUISITOS. -
Los arts. 2601 a 2603 fijan los requisitos que debe reunir la tradición traslativa
del dominio para tener eficacia como tal: a) que sea hecha por el propietario (o
su representante); 5) que éste tenga capacidad para enajenar y el que reciba
sea capaz para adquirir, y c) que la transmisión se haga por título suficiente
para transferir el dominio.
6) PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA
§ 241. DISTINCIÓN. -La prescripción adquisitiva, también llamada
"usucapión", es otro de los modos de adquirir el dominio aplicándose también
como modo de adquirir otros derechos reales; tales como: el usufructo, uso,
habitación y cierta clase de servidumbres. Llamamos prescripción adquisitiva
o usucapión a la adquisición del dominio (u otro derecho real) por la posesión
(stricto sensu) continua e ininterrumpida, pública y pacífica, por el plazo que
fija la ley. El plazo variará según que, además de los elementos mencionados,
se agreguen los de justo título y buena fe (diez años) o que falten ambos o
alguno de ellos (veinte años).
RESTRICCIONES AL DOMINIO Y SERVIDUMBRE. DIFERENCIAS.
En el párr. 3o de la nota al art. 2611, refiere el codificador que "en casi todos
los códigos y libros de derecho, esas restricciones se cuentan en el número
de las servidumbres, lo que es equivocar los antecedentes indispensables y
todas las condiciones de las servidumbres". La distinción efectuada es
encomiable y nos exige esquematizar brevemente las diferencias, algunas de
las cuales ya aparecen esbozadas en la nota mentada. a) En primer lugar, la
servidumbre es un derecho real y la restricción no lo es. Entonces, la primera
supone la existencia de un sujeto titular, la segunda no, aunque en las
relaciones tenga legitimación para exigir el cumplimiento el vecino que resulte
afectado por la violación de la norma. En el primer caso se es titular de un
derecho, en el segundo de una pretensión que nace del dominio u otro
derecho real sobre el fundo vecino. b) En las servidumbres hay siempre dos
fundos pertenecientes a distintas personas en una relación de subordinación
(predio dominante y sirviente). En la restricción ésta recae sobre el inmueble
con independencia de que exista otro fundo beneficiado por ella. Cuando son
en interés de los vecinos están considerados en plano de igualdad y
reciprocidad. c) Las restricciones configuran el estatuto normal del dominio
(nota al 2611), las servidumbres son cargas excepcionales. Las restricciones
atañen a la naturaleza del dominio, nacen en él y son comunes a todo predio
que se encuentre en las condiciones establecidas por la norma restrictiva. No
todo predio reconoce servidumbres y -por el contrario- el dominio se presume
libre de ellas. Quien alegue tenerlas sobre otro fundo debe probarlas (arts.
2805 y nota, 3011 y, más genéricamente, el 2523). d) Las servidumbres
reconocen diversas fuentes de constitución (contrato, disposición de última
voluntad, destino de padre de familia, prescripción). Las restricciones sólo
tienen su fuente en la ley (lato sensu). Cuando las servidumbres tienen origen
en la ley, deben imponerse o exigirse por vía judicial. é) Las servidumbres,
como todo derecho real, necesitan del título y el modo para su constitución;
las restricciones se incorporan directamente, sin necesidad de acto jurídico o
material alguno. f) Las servidumbres no están exentas del régimen de la
prescripción, sea adquisitiva (en las continuas y aparentes) o extintiva, por el
no uso (art. 3059 y siguientes). Las restricciones, siendo inherentes al
dominio, subsisten con éste. gf) Las servidumbres pueden consistir en un no
hacer o en un dejar hacer {non faciendo o in patiendo). Las restricciones
pueden tener tales contenidos, pero también pueden consistir en un hacer (in
faciendo). Las servidumbres nunca pueden consistir en un hacer (servitus in
faciendo consistere nequit)
§ 272. CAMINO DE SIRGA. - Llámase así a la franja de terreno que deben
dejar libres de construcción los propietarios de los inmuebles linderos con los
ríos que sirven para "la comunicación por agua" (art. 2639). La norma alude
con esta expresión a la navegación fluvial, ya que en la época del Código no
podía referirse, por ejemplo, a los cables subacuáticos. Por otra parte, el
origen de la restricción tiene su fundamento en las necesidades de la
navegación a vela que, cuando se debía remontar un río o navegar contra el
viento o la corriente, utilizaba el espacio para ejercer tracción, desde la orilla,
utilizando la fuerza humana o de bestias de tiro (sirgar). La sirga es una
cuerda gruesa o maroma que se utiliza con el fin de tirar de las redes o de las
embarcaciones.
CONDOMINIO
A) EL CONDOMINIO EN GENERAL
§ 284. INTRODUCCIÓN. - El art. 2503 enumera el condominio en el inc. 1°,
junto al dominio, y el art. 2673 lo define: "El derecho real de propiedad que
pertenece a varias personas, por una parte indivisa sobre una cosa mueble o
inmueble". Precisar si el condominio es un derecho real autónomo o si -por el
contrario- no es nada más que una forma de dominio con la característica de
pertenecer a dos o más personas; determinar la naturaleza del condominio y
diferenciarlo de otras instituciones con las que pueden existir similitud o
puntos de contacto; tal será nuestro primer cometido.
§ 286. COMUNIDAD O CONDOMINIO. - La comunidad se da cuando varias
personas tienen derechos de la misma naturaleza y en forma conjunta sobre
uno o más bienes. La comunidad, por tanto, puede estar referida a derechos
reales o creditorios, a patrimonios o a partes alícuotas de ellos. Cuando está
referida a un derecho real sobre cosa propia, estamos ante un condominio. La
relación entre comunidad y condominio es -por ende- de género a especie,
respectivamente. En los derechos reales sobre cosa ajena puede hablarse de
comunidad cuando hay cotitularidad, o sea cuando sobre un objeto recaen
dos o más derechos de la misma naturaleza y de ejercicio simultáneo. No hay
comunidad, en cambio, cuando esos derechos son independientes, como por
ejemplo cuando sobre un mismo inmueble recaen dos hipotecas, cada una de
las cuales puede tener, y normalmente tiene, diversa fuente, garantiza créditos
distintos y ambas tienen, por lo tanto, grados y formas de extinción diferentes.
Estos derechos no sólo no confluyen sino que pueden llegar a ser
contrapuestos. Puede existir -eso síuna hipoteca con varios titulares,
destinada a garantizar una misma acreencia, activamente mancomunada, o
un conjunto de acreencias, también mancomunadas, caso en que habrá
también cotitularidad. El condominio es derecho real y recae sobre cosas. "No
es condominio la comunión de bienes que no sean cosas" (art. 2674)
§ 287. UNIDAD O PLURALIDAD DE DERECHOS. - Se puede concebir el
condominio como un derecho único con un sujeto plural, o bien considerar que
hay tantos derechos como titulares, cuestión que se vincula directamente con
el problema de su autonomía. Cuando el grupo de condóminos opera por
unanimidad, esta unificación de voluntad equipara en la práctica el condominio
al dominio, pues el conjunto de copropietarios tiene todas las facultades que
corresponden al dueño de la cosa, sin que por ello se pueda interpretar que se
genere un sujeto independiente o que el grupo adquiera carácter de persona
jurídica. Si se sostiene la unidad del derecho, el condominio sólo podría
responder o bien a una concepción que tenga por base la unanimidad
antedicha, o bien que le reconozca personería jurídica al conjunto de los
condóminos. Sostener que lo que se divide no es el derecho sino el valor, es
privar al condominio de su faz dinámica ya que su definición estaría orientada
hacia la solución partitiva antes que al ejercicio -con cierta permanencia- del
derecho, lo que resulta contrario a la realidad.
289. DEFINICIÓN LEGAL. - E l art. 2673 define el condominio como "el
derecho real de propiedad que pertenece a varias personas, por una parte
indivisa, sobre una cosa mueble o inmueble". Al hacer referencia a la parte
indivisa, en armonía con lo dispuesto en el art. 2508, y de las facultades que
otorga a los condóminos, se desprende que la ley ha adoptado el sistema
románico. Se entiende por parte indivisa una parte idealmente determinada, o
sea que no está referida a porción concreta de la cosa, la que normalmente se
determina aritméticamente en una fracción o porcentaje (1/2, 1/4, o el 50%,
25%, etcétera). Esta determinación se hace en abstracto y, por tal razón, se
suele hablar de porciones ideales o abstractas para referirse a las cuotas que
corresponden a cada partícipe.
§ 290. ELEMENTOS. - De la definición antedicha surgen los elementos
caracterizantes de la figura. a) SUJETOS. Necesariamente tiene que existir
pluralidad de sujetos titulares de derechos para que se dé el condominio. Si
esa pluralidad de personas constituye a su vez un ente que, como persona o
sujeto de derecho es titular de la propiedad de una cosa, no hay condominio
sino dominio por parte del ente, por ejemplo cuando una asociación o
sociedad es propietaria. Nada obsta a que esa sociedad sea condómina, con
otra u otras personas, de una cosa. b) OBJETO. El objeto es siempre la cosa.
Si los objetos son varios, habrá varios condominios aunque las personas lo
hayan tratado como uno solo, pues si ello es así para el dominio, por ejemplo
en las universalidades de hecho, con mayor razón lo será para el condominio.
Pero varias personas pueden ser condóminas de objetos plurales, todos ellos
en condominio, pudiendo llegar a practicarse la división adjudicando unidades
a cada uno de ellos. Por ejemplo, se adquieren por dos o más personas diez
lotes de terreno, en condominio, sin especificar cuál unidad o unidades
pertenece a cada uno. Todos son condóminos de todos, hasta que se
practique la partición. c) PARTE INDIVISA. Ya hemos caracterizado, al dar la
definición legal, en qué consiste la parte indivisa o ideal. Sobre esta parte
-como veremos- el condómino tiene las más amplias facultades, puede
gravarla, enajenarla, etc., sin la intervención de los otros condóminos que ni
siquiera tienen un derecho preferencial para adquirirla (no es así en la
copropiedad naval, ley 20.094).
292. CONSTITUCIÓN DEL CONDOMINIO. FUENTES. – El art. 2675 enumera
como fuentes del condominio el contrato, la disposición de última voluntad y la
ley. Dice así: "El condominio se constituye por contrato, por actos de última
voluntad, o en los casos que la ley designa".
a) CONTRATO. Puede ser oneroso o gratuito, sea que dos o más personas
adquieran de otra una cosa mueble o inmueble, sea que el propietario enajene
una cuota parte de su propiedad íntegra y exclusiva. A estos casos se asimila
el acto de adjudicación en la sucesión, cuando se otorga la cosa a dos o más
personas. Si uno de los condóminos enajena su parte indivisa, no hay - e n
realidad- una constitución de condominio sino que subsiste el ya constituido,
aunque uno de los titulares sea distinto.
PROPIEDAD HORIZONTAL
A) LA INSTITUCIÓN
1) CONSIDERACIONES GENERALES
§ 338. INTRODUCCIÓN. - Consideraba una exigencia de los tiempos
modernos, paralela a la tendencia a la concentración urbana creciente, la
regulación legal sobre la división de la propiedad por planos horizontales, se
impone al legislador con la fuerza imperativa de la necesidad, dejándole sólo
opción respecto del sistema que juzgue más conveniente.
340. CONCEPTO, - Decíamos, al tratar de los derechos reales establecidos
fuera del Código Civil, que la propiedad horizontal es el derecho real que
consiste en el dominio de una unidad de un inmueble con facultades
exclusivas, pero moderadas en función del conjunto, y un condominio forzoso
sobre las partes comunes con características especiales. Agregamos
-precisando el concepto- que esas partes comunes, sobre las cuales cada
propietario de unidad tiene una porción indivisa o un derecho proporcional al
valor de su unidad, tienen la finalidad de hacer posible -o facilitar- el ejercicio
funcional de su derecho exclusivo y hacer más confortable el uso y goce de la
cosa. Es un derecho sobre cosa propia que, a pesar de ser único, se proyecta
en forma privativa sobre un sector del inmueble, sobre el cual el propietario
tiene un señorío exclusivo, con connotaciones semejantes al dominio común,
con las limitaciones impuestas por su naturaleza, por la ley y por el
reglamento de copropiedad y administración; y –al mismo tiempo- se proyecta
también en una relación comunitaria respecto de otros sectores, considerados
comunes por la ley o la reglamentación, o declarados tales por el acuerdo de
los componentes del consorcio, en una relación semejante a la del condominio
de indivisión forzosa.
346. SERVIDUMBRE. - No ha dejado de tener influencia, especialmente para
los autores franceses, en la adopción de esta teoría, la ubicación que el
Código de esa nación dio a la institución, cuyo art. 664 tuvo cabida en la
sección correspondiente a la servidumbre. La servidumbre, de cualquier
modo, sólo podría considerarse existente respecto de los pasillos, ascensores
y otros accesorios, pero no frente a la unidad de uso exclusivo. La posición es
poco satisfactoria, aun más en nuestro Código, que considera los derechos
emergentes de la medianería como un condominio y no como una
servidumbre. Se señalan como diferencias: a) Las servidumbres presuponen
la existencia de dos predios, de los cuales uno asume la posición de
dominante y el otro de sirviente. En la propiedad horizontal, los propietarios
están en igualdad de condiciones entre sí y respecto de las cosas comunes
sobre las cuales ejercen derechos como copropietarios. b) Las servidumbres
se extinguen por el no uso, en cambio el derecho de usar de las cosas
comunes en el derecho que estudiamos se mantiene, independientemente del
uso que se haga. c) En las servidumbres, el titular del predio dominante debe
pagar los gastos destinados a su uso y conservación; en la propiedad
horizontal, estos gastos se afrontan por los órganos del consorcio que tienen
el derecho de reclamarlos, a título de expensas, a los propietarios. d) La
servidumbre puede ser renunciada, expresa o tácitamente, en cambio, no se
puede renunciar al uso de las cosas comunes imprescindibles, sin hacerlo
juntamente con la propiedad, por medio del abandono. e) La servidumbre
importa una desmembración del derecho de propiedad. El uso de las cosas
comunes -por el contrario- es una consecuencia necesaria de la naturaleza
del derecho y hace a su plenitud.
§ 347. USUFRUCTO. - Se puede idear un sistema de división horizontal en el
cual los titulares de los pisos o departamentos tengan el derecho de uso y
goce sobre la unidad, mientras la propiedad pertenezca a una persona
distinta, o al conjunto de los titulares asociados. Un sistema semejante fue
proyectado por Spota, según expresamos, pero no podría llamarse
técnicamente "propiedad horizontal". Tal como está estructurada en nuestro
derecho no se puede sostener que la institución responda a las características
del usufructo. a) El propietario horizontal tiene un derecho sobre cosa propia,
mientras que el usufructuario lo tiene sobre cosa ajena. b) En caso de
abandono de la propiedad horizontal, el dominio refluye al Estado, lo que no
ocurriría si fuera un usufructo, pues se beneficiaría -con la renuncia- el nudo
propietario. c) El usufructo no es transmisible, es temporario, se extingue
siempre con la vida del usufructuario y a los veinte años si su titular es una
persona jurídica, siempre que no tuviere un plazo menor. La propiedad
horizontal se constituye a perpetuidad, y puede ser transmitida por actos entre
vivos o mortis causa. d) En el usufructo sólo se puede ceder el ejercicio, la
unidad funcional puede venderse. Lo primero constituye un contrato de
cesión, lo segundo de compraventa. é) El usufructuario no puede constituir
hipoteca sobre el bien sujeto a usufructo, el propietario horizontal puede
gravarlo con éste y otros derechos reales.
2) EL REGLAMENTO DE COPROPIEDAD Y ADMINISTRACIÓN
§ 358. FUNCIÓN. - Redactado el reglamento de copropiedad y administración,
instrumentado en la respectiva escritura pública e inscripto en el registro de la
propiedad inmueble, se produce, a partir de este último momento, la
conversión de la propiedad normal en propiedad horizontal, constituyéndose
tantos derechos de esta naturaleza como unidades funcionales tenga el
edificio, según la subdivisión presentada. Disintiendo con parte de la doctrina,
pensamos que no es indispensable que se enajene -por lo menos- una unidad
para que nazca la propiedad horizontal y, aunque el dominio de todas las
unidades pueda parecer una situación anómala o de transición, sostenemos
que exigir la existencia de al menos una enajenación, importa una petición de
principio, ya que esa enajenación no se podría realizar si la cosa no está
sometida al sistema (argumento del art. 18, ley 13.512, y art. 2617, Cód. Civil).
A conciencia de que ello involucra admitir el consorcio de un solo propietario,
lo que revela una diferencia más con la sociedad (al menos en nuestro
derecho) y que la asamblea -en la práctica- no pueda funcionar como tal, lo
que no atenta contra los principios en la medida en que se admite que el
reglamento pueda ser dictado por el dueño único y así sucede a menudo,
pues -de lo contrario- se recorrería un círculo vicioso cuando el derecho tiene
origen en la división por el único propietario. Ello no implica que cuando se
construye con afectación prehorizontal no tenga relevancia la función del
preconsorcio, al que es aconsejable se le reconozca también una
personalidad con capacidad limitada. En lo referente a la redacción e
instrumentación del reglamento, la ley y el decreto reglamentario contienen
disposiciones de fondo y de forma, a las cuales nos referiremos
seguidamente.
FORMALIDADES CONSTITUTIVAS. - El art. 9o de la ley 13.512 comienza
diciendo: "Al constituirse el consorcio de propietarios, deberá acordar y
redactar un reglamento de copropiedad y administración por acto de escritura
pública que se inscribirá en el registro de la propiedad ...".
NATURALEZA JURÍDICA DEL REGLAMENTO. - Es sin duda el acto
fundacional en la propiedad horizontal y constituye el estatuto por el cual se
han de reglar los derechos de los copropietarios. La mayoría de la doctrina
sostiene que la naturaleza jurídica del reglamento es la de un contrato29,
pues representa un acuerdo de voluntades destinado a reglar los derechos de
las partes, por lo que no se puede poner en duda su naturaleza
originariamente contractual, aunque, como en el de sociedad, sus efectos
trasciendan esa esfera proyectándose a un ámbito institucional de mayor
densidad
REQUISITOS QUE DEBE REUNIR. - Son requisitos esenciales sin los cuales
las unidades del edificio no pueden ser sometidas al régimen de la propiedad
horizontal y están expresados en el art. Io de la ley 13.512: a) que sean
independientes, y b) que tengan salida a la vía pública directamente o por un
pasaje común. La cualidad de independiente está signada por la circunstancia
de que la unidad, según su destino, pueda ser utilizada por el propietario de
un modo que se baste a sí misma. Si es destinada a vivienda debe contar con
baño, cocina y demás accesorios indispensables. Si son locales u oficinas, la
cocina puede no ser indispensable y estas comodidades no serán exigibles
cuando se trate de depósitos o cocheras. La salida a la vía pública, si bien se
correlaciona con la independencia no se confunde con ella. La ley es
suficientemente clara en el sentido de que ésta puede ser directa o por un
pasaje común, pero en ningún caso la unidad podrá tener salida pasando por
una parte que corresponde a otro propietario en forma exclusiva, así se trate
de un pasillo. La salida debe ser suficiente y puede estar combinada por
pasillos, ascensores, escaleras, etc., pero debe permitir el acceso de
personas y cosas, según el destino. No sería suficiente un montacargas.
7) EXTINCIÓN DE LA PROPIEDAD HORIZONTAL
§ 377. MODOS EN GENERAL. - Se distinguen entre modos de extinción que
son comunes al dominio en general y aplicables al régimen de propiedad
horizontal, y los que son típicos, o exclusivos de este sistema. Hemos visto
que los primeros podían clasificarse en absolutos y relativos, resultando
compatibles con el sistema algunos de los previstos en el art. 2604, tales
como la colocación de la cosa fuera del comercio, lo que por otra parte no es
frecuente que ocurra salvo que medie expropiación, pero en tal caso sería
éste el medio de extinción y su carácter relativo (art. 2610, Cód. Civil)76. De
los medios relativos son aplicables la enajenación, la transmisión judicial y el
abandono. La prescripción adquisitiva operada a favor de otra persona
extingue también el dominio horizontal del anterior titular (art. 2606), no siendo
-desde luego- aplicables las normas que se refieren a los muebles, dada la
naturaleza de la cosa.
PREHORIZONTALIDAD
1) GENERALIDADES
§ 379. INTRODUCCIÓN. - La ley 13.512 reguló la propiedad horizontal
contemplándola en su aspecto estático, dando por sentada la existencia del
edificio. Así, por ejemplo, el art. Io habla de "los distintos pisos de un edificio o
distintos departamentos de un edificio de una sola planta ..."; el art. 14 dice:
"No podrá hipotecarse el terreno sobre el que se asienta el edificio ..."; por su
parte, el art. 16 estatuye: "En caso de vetustez del edificio ...", etcétera. Las
normas que se refieren a los pasos previos al sometimiento al régimen, como
el art. 9o, no se ocupan tampoco de la posibilidad de constituirlo antes de que
el edificio esté terminado (en proyecto o en construcción) ni prevén la
posibilidad de que las unidades se libren al comercio inmobiliario antes de ser
habilitadas. Los problemas financieros que deben afrontar quienes destinan
sus terrenos a la construcción de edificios, o quienes promueven la
construcción de éstos y el tiempo que insume, induce a comprometer en venta
las unidades futuras, lo que da lugar a una problemática que tiene ribetes
económicos, sociales y jurídicos. El concepto de prehorizontalidad, palabra
que aparece como un apócope de los términos "pre-propiedad horizontal",
refleja el estado o situación en que se encuentra un inmueble en el que se
proyecta construir o se está construyendo un edificio con el propósito de
someterlo al régimen de propiedad horizontal, con el fin de enajenar las
unidades a título oneroso. El estado de prehorizontalidad nace a partir de la
inscripción, en el registro de la propiedad inmueble, de la escritura pública en
la cual el titular del dominio manifiesta su voluntad de afectarlo a la
construcción de un edificio que se someterá a subdivisión y enajenación –
recalcamosa título oneroso, de las unidades por el régimen de propiedad
horizontal. Concluye una vez que, inscripto el reglamento de copropiedad y
administración, las unidades pueden escriturarse e inscribirse con plena
vigencia del régimen de propiedad horizontal.
2) LA AFECTACIÓN
§ 382. NATURALEZA. - Para responder al tema, es necesario que lo
examinemos decidiendo previamente si nos ubicaremos desde el punto de
vista del titular del dominio cuya afectación se resuelve, o si -por el contrario-
lo consideraremos teniendo en cuenta exclusivamente el interés de los futuros
adquirentes de unidades a construir.Las conclusiones a que se llegue tendrán
incidencia para determinar el carácter de la prehorizontalidad, en el sentido de
si perfecciona un vínculo real o meramente obligacional, y sobre la naturaleza
del contrato que liga a las partes (constructor o promotor y adquirente). ¿Se
trata de una compraventa o de una locación de obra. El tema fue arduamente
debatido en las VI Jornadas de Derecho Civil celebradas en Santa Fe en
1977, evidenciándose ya en las distintas ponencias presentadas las
diferencias de criterio. Para Molinario, por ejemplo, la afectación prehorizontal
es un derecho real de garantía a favor de futuros titulares. Es decir que no
sólo se coloca desde el punto de mira de los adquirentes, sino que pretende la
creación o existencia de un derecho real de garantía, sin sujeto (cuando
recién se inscribe la afectación) o eventualmente con sujetos flotantes (futuros
adquirentes).
REQUISITOS. -Dice el art. Io de la ley 19.724 que "todo propietario de edificio
construido o en construcción o de terreno destinado a construir en él un
edificio, que se proponga adjudicarlo o enajenarlo a título oneroso por el
régimen de propiedad horizontal, debe hacer constar, en escritura pública, su
declaración de voluntad de afectar el inmueble a la subdivisión y transferencia
del dominio de unidades por tal régimen". La exigencia de la afectación no
existe, pues, para cualquier construcción de edificio, sino para aquellas que se
promueven con el fin de enajenar las unidades, a título oneroso85, y bajo el
régimen de la propiedad horizontal. La ley 20.276 estableció diversas
excepciones que permiten, en cierto modo, eludir la aplicación de la ley
19.724, recurriendo al sistema de condominio inicial o, cuando el edificio se
realiza con la financiación de organismos oficiales y de las condiciones del
mutuo con garantía hipotecaria, resulte que la celebración de los contratos
con los futuros adquirentes quede a cargo del ente financiador. También se
exceptúa la adjudicación o enajenación de unidades particulares en inmuebles
del dominio privado del Estado nacional, las provincias y municipalidades. Por
otra parte, el inc. d del art. Io de la ley 20.276 contiene la posibilidad de
exceptuarse si el edificio se construye y se afecta directamente al régimen de
la ley 13.512, sin haberse comercializado con anterioridad ninguna de las
unidades. La excepción se justifica si se tiene en cuenta que, en tal caso, el
adquirente puede obtener de inmediato la escritura traslativa del
departamento o piso y, los certificados o informes del registro que le alertarán
debidamente sobre la existencia de gravámenes. La ley 19.724 se refiere a
edificios construidos, pero -en tal caso- carecerá de sentido para el propietario
transitar la etapa de afectación prehorizontal con los consiguientes gastos y
pérdida detiempo.
4) RETRACCIÓN Y DESAFECTACIÓN
§ 391. CASOS. -Al afectarse el inmueble, el propietario puede condicionar la
transferencia de las unidades a la venta de un cierto número en un plazo
determinado. El plazo no puede exceder de un año y el número del 50%. Si
esa condición no se cumple, el propietario puede retractar la afectación,
dentro de los diez días de expirado el plazo, lo que debe hacer igualmente por
escritura pública labrada ante el mismo registro notarial, la que se deberá
anotar en el registro. Para ello, el escribano deberá requerir un certificado al
registro en el que conste el número de unidades vendidas con contratos
registrados para acreditar el cumplimiento del extremo antedicho, o sea que
no existen unidades vendidas o que el número de las comprometidas en venta
es inferior al establecido en la escritura de afectación. En caso de haber
unidades registradas se debe acreditar la rescisión de los contratos y la
restitución de las sumas entregadas por los adquirentes como señas o
anticipos con más el interés establecido por la ley, la que se remite al que fija
el Banco de la Nación Argentina en sus operaciones normales.
USUFRUCTO
§ 407. CONCEPTO LEGAL. - El art. 2807 del Cód. Civil define el usufructo
como "... el derecho real de usar y gozar de una cosa, cuya propiedad
pertenece a otro, con tal que no se altere su sustancia".
§ 408. CARACTERES. - De esta definición emergen algunos de los
principales caracteres del usufructo. a) DERECHO REAL. La naturaleza de tal
surge de la propia definición y de su inserción en la enumeración del art. 2503
y se manifiesta en la clara relación que existe entre el titular y la cosa, que
permite el aprovechamiento económico directo e inmediato mediante la
posesión. b) SOBRE COSA AJENA. Característica que ya hemos señalado al
estudiar el principio nemini res sua servil. Confluyen así dos derechos reales
de contenido distinto sobre la misma cosa, puesto que mientras el propietario
conserva las facultades que constituyen el núcleo del derecho (poder de
disposición) y se beneficia con la cualidad expansiva del dominio, su derecho
queda desmembrado al transferirse al usufructuario las facultades que
comprenden el ius utendi y el ius fruendi, por ello se ha dado en llamar el
derecho del propietario nuda propiedad. No olvidemos empero que la
elasticidad o cualidad expansiva a que hemos hecho referencia permite al
nudo propietario beneficiarse con la extinción de las servidumbres, hipotecas y
de cualquier otro gravamen, incluso del usufructo. c) PRINCIPAL Y
AUTÓNOMO. El usufructo, dado que no depende para su existencia o
permanencia de otro derecho, como, por ejemplo, la hipoteca, no es un
derecho accesorio. Reviste, por lo tanto, el carácter de principal y autónomo.
d) RECAE SOBRE LA UTILIDAD, NO SOBRE LA SUSTANCIA. Las facultades
son de usar y gozar la cosa, como veremos al tratar de su contenido y
extensión, pero sin alterar la sustancia (principio: salva rerum substantia). La
palabra "sustancia" no está usada aquí en un sentido ontológico, tampoco
designa la materia con la que la cosa está hecha o construida, sino que la
norma alude al conjunto de cualidades que determinan la entidad de una
cosa, que la diferencian de las demás al darle una utilidad o destino definido.
Así dice la nota al art. 2807, en el ap. 2o, citando a Demolombe: "... la
sustancia es el conjunto de las cualidades esencialmente constitutivas de los
cuerpos, de esas cualidades que hacen que las cosas tengan una cierta forma
y un cierto nombre: que adquieran bajo esa forma y bajo ese nombre una
especie de personificación: que pertenezcan bajo ese nombre y bajo esa
forma, a un género determinado que se designa por un sustantivo
característico, como una casa, un reloj; y que sean, en fin, bajo esa forma y
bajo ese nombre, especialmente propias a llenar tal o cual destino, a hacer tal
o cual servicio en el orden de las necesidades del hombre". Con tal criterio, si
se da en usufructo una mesa, el usufructuario debe conservarla de tal modo
que siga sirviendo a ese destino y no cumpliría con el deber de salvaguardar
la sustancia, si devolviera sólo la madera. En el mismo sentido, si se da en
usufructo un viñedo, el usufructuario no cumplirá si altera ese destino y lo
convierte en un campo para la ganadería o en un trigal, o viceversa, y aun
cuando el nuevo destino represente una mayor ventaja para el propietario.
Ello surge también del art. 2878 que consagra el deber del usufructuario de "...
usar de la cosa como lo haría el dueño de ella, y usarla en el destino al cual
se encontraba afectada antes del usufructo'". El ejemplo puesto en la nota al
art. 2878 también es ilustrativo. Corroborando lo dicho anteriormente, y
aunque el artículo se refiere a un objeto determinado (cosa), el principio es
aplicable a otros ya que la solución de la norma armoniza con el resto del
articulado; así, en su parte final el art. 2892 dice: "... tampoco puede cambiar
el destino de la cosa, aun cuando aumentase mucho la utilidad que ella
pudiere producir". e) TEMPORALIDAD. Aunque la definición no lo diga, el
usufructo es esencialmente temporal. Puede tener una limitación determinada
cierta o incierta. Si tiene un plazo determinado no se puede extender más allá
del término del mismo, pero puede concluir antes si el usufructuario fallece
pues es también intransmisible y vitalicio. Puede cederse su ejercicio pero no
puede cederse el derecho en sí, de modo que, aun cuando se ceda su
ejercicio, se extingue con la muerte del titular del derecho y no con la del
cesionario. f) INTRANSMISIBILIDAD. Con lo dicho anteriormente hemos
dejado enunciado otro principio que es el de la intransmisibilidad o
incomunicabilidad del derecho de usufructo. Este derecho, desde el punto de
vista de su titular, es esencialmente personal y de allí su carácter de
intransmisible, armonizando este carácter con el rasgo que señalamos en los
prenotados de este capítulo, al expresar la relación que existe entre el
carácter amplio del gravamen, con la limitación subjetiva y -por ende-
temporal. g) DIVISIBILIDAD. En principio, el usufructo es divisible, aunque no
esencialmente, porque ello depende de la naturaleza de la cosa y de la
utilidad o rédito que genere. En ello se diferencia también -como expresamos-
de las servidumbres en general que son, por principio y esencialmente,
indivisibles .
B) CLASES
§ 411. PERFECTO. -Después de definir correctamente el usufructo en el art.
2807, el Código dice en el art. 2808 que "hay dos especies de usufructo:
usufructo perfecto, y usufructo imperfecto o cuasiusufructo. El usufructo
perfecto es el de las cosas que el usufructuario puede gozar sin cambiar la
sustancia de ellas, aunque puedan deteriorarse por el tiempo o por el uso que
se haga", y agrega: "El cuasiusufructo es el de las cosas que serian inútiles al
usufructuario si no las consumiese, o cambiase su sustancia, como los
granos, el dinero, etcétera'". Apenas se analiza esta parte segunda, se
advierte que no encaja de manera alguna en la definición de usufructo en
cuanto a lo que hemos catalogado como rasgo esencial. Sólo razones
históricas pueden explicar la existencia del cuasiusufructo como una especie
de usufructo imperfecto o anómalo, a lo que nos referiremos seguidamente.
§ 412. CUASIUSUFRUCTO. - Como resulta de la propia definición romana del
usufructo, éste no podría recaer, por su propia naturaleza, sobre cosas
consumibles o fungibles, tales como el trigo, el dinero, etc., porque ellas no se
pueden disfrutar sin que se altere la sustancia o pierdan su individualidad,
cumpliendo quien tiene obligación de devolverlas, entregándolas de igual
género y en la misma cantidad y calidad. a) CARACTERIZACIÓN.
Sintetizando: el cuasiusufructo se diferencia del usufructo en que: 1) su objeto
puede ser cosa fungible o consumible; 2) no rige -por ende- el rasgo esencial
del usufructo de conservar la sustancia; 3) transfiere al cuasiusufructuario la
propiedad de la cosa; 4) al concluir, el cuasiusufructuario cumple devolviendo
cosas de la misma especie, en igual cantidad y de la misma calidad, y 5) el
derecho real, en puridad, se convierte y resuelve en un derecho de contenido
obligacional, tal como lo expresa la nota al art. 2871: "El propietario no
conserva ningún derecho real sobre el objeto del cuasiusufructo. No tiene sino
un derecho de obligación para obtener una cosa igual acabado el usufructo,
cuya eficacia le está asegurada por una fianza"
C) CONSTITUCIÓN DEL USUFRUCTO
§ 415. FUENTES. - El art. 2812 enumera los medios a través de los cuales se
puede llegar a la constitución del usufructo: 1) por contrato oneroso o gratuito;
2) por actos de última voluntad; 3) en los casos en que la ley designa; 4) por
prescripción. el art. 2818, después de expresar: "El usufructo no puede ser
separado de la propiedad sino por una disposición de la ley, o por la voluntad
del propietario", agrega: "Los jueces, son pena de nulidad, no pueden
constituir usufructo por ningún motivo en división y partición de bienes".
CONSTRUCCION:
a) EL CONTRATO. Dice el Código que el contrato puede ser oneroso o
gratuito y que es oneroso "cuando es el objeto directo de una venta, de un
cambio, de una par tición, de una transacción, etc., etc., o cuando el vendedor
enajena solamente la nuda propiedad de un fundo, reservándose su goce". El
contrato de constitución de usufructo no está legislado como contrato
autónomo en el libro correspondiente del Código, ni se le ha dado un nombre
específico, que puede ser el resultado de distintas clases de convenciones.
b) DISPOSICIÓN DE ÚLTIMA VOLUNTAD. La disposición de última voluntad
que confiera un usufructo no puede exteriorizarse por otro medio que por
testamento. El testador puede legar a una persona solamente el usufructo de
una cosa, quedando la nuda propiedad en el patrimonio del heredero, o bien
puede legar solamente la nuda propiedad de una cosa, quedando en favor del
heredero el derecho de uso y goce de la cosa, o bien efectuar dos legados,
uno de nuda propiedad y otro de usufructo de la misma cosa. Así lo establece
el art. 2815.
c) DISPOSICIÓN DE LA LEY. El art. 2816 establece: "El usufructo legal es
establecido por la ley en los bienes de los hijos menores a favor de sus
padres, en los términos dispuestos en el Titulo 'De la patria potestad'; y
también en los bienes sujetos a reserva por el cónyuge bínubo, según los
términos dispuestos en el Título 'Del matrimonio'".
d) PRESCRIPCIÓN. El usufructo también es susceptible de adquirirse por
usucapión según lo dispone el art. 2817, remitiéndose a las disposiciones del
Libro IV, referente a la adquisición de la propiedad de los bienes por esta vía.
Tal remisión alcanza a los dos tipos de prescripción adquisitiva (ordinaria y
larga) como a las normas referidas a las cosas muebles. O sea que, mediando
justo título y buena fe, el adquirente puede invocar la prescripción ordinaria o
breve; si faltan estos elementos no podrá sino alegar la prescripción larga,
conforme a las explicaciones que hemos dado al tratar el tema. Son aplicables
las normas de la ley 14.159 y decr. ley 5756/58, en cuanto a los requisitos que
debe llevar el proceso de usucapión.
DURACIÓN.
El usufructo puede ser constituido por un plazo determinado, o por un término
que puede ser incierto (p.ej., muerte de una tercera persona). En tal caso, el
usufructo se extingue al expirar el término por el cual fue constituido,
respetándose así el principio de la autonomía de la voluntad (art. 1197), pero
corresponde aciarar que, cualquiera que sea el término que se hubiera fijado a
la duración del usufructo, se extingue igualmente a la muerte del titular de este
derecho si acaece antes de ese término. Ejemplifiquemos con un usufructo
que se hubiere constituido por el término de diez años: si el usufructuario
muere al mes siguiente de comenzado, el usufructo se extingue en ese
momento. Por ello hemos dicho que este derecho es esencialmente
incomunicable o intransferible (art. 2921). Es lo que el art. 2828 expresa: "El
usufructo no puede ser establecido a favor de personas jurídicas por más de
veinte años".
D) ELEMENTOS DEL USUFRUCTO
§ 420. SUJETOS. - Los sujetos del usufructo pueden ser personas tanto de
existencia visible como jurídicas, con la salvedad respecto a estas últimas que
el usufructo tiene un término máximo de duración. Pero para ellas es también,
en un sentido figurado vitalicio, dado que, cualquiera sea la duración pactada,
o aunque no se hubiera estipulado término (aplicándose el máximo), se
extingue igualmente el usufructo cuando la persona jurídica deja de tener
existencia (art. 2920).
USO Y HABITACIÓN
A) CARACTERIZACIÓN
§ 475. CONCEPTO. - En la división romana de los conjuntos de facultades
que integran el dominio (ius utendi, fruendi et abutendi), el primero es el más
restringido y, cuando se halla desmembrado, configura clásicamente el uso,
caracterizado así como un derecho real sobre cosa ajena que otorga la
facultad de utilizarla, pero sin poder aprovechar los frutos. Poco a poco, la
costumbre y la jurisprudencia superaron la rigidez de esta concepción para
dar mayor elasticidad (especialmente cuando tenía origen en un legado)
concediéndose -al titular- una facultad de aprovechar determinados frutos,
perfilándose así como un usufructo limitado a las necesidades del usuario y su
familia, pauta que otorga al derecho connotaciones propias acentuando su
carácter personal (ver § 476 y 481), indivisible e incesible (aun en su
ejercicio).
§ 476. DEFINICIÓN LEGAL. - El art. 2948 dice: "El derecho de uso es un
derecho real que consiste en la facultad de servirse de la cosa de otro,
independiente de la posesión de heredad alguna, con el cargo de conservar la
sustancia de ella; o de tomar sobre los frutos de un fundo ajeno, lo que sea
preciso para las necesidades del usuario y de su familia". El párr. 2° se refiere
al derecho real de habitación, expresando: "Si se refiere a una casa, y a la
utilidad de morar en ella, se llama en este Código, derecho de habitación". La
definición destaca la diferencia con las servidumbres que requieren
necesariamente que el titular tenga un derecho sobre un fundo (el dominante).
El uso se concibe como un derecho "puramente personal, en el sentido de
que no es debido sino a la persona, sin ser accesorio a la posesión de alguna
heredad, para utilidad de aquel a cuyo beneficio se ha establecido, y que no
pasa a los herederos del usuario". Pero el codificador, en la nota al art. 2948,
se ocupa de aclarar más aun el término "personal" que ha usado no en el
sentido -claro está- de derecho creditorio, agregando: "Pero considerado el
objeto a que se aplica, el uso es un derecho real en la cosa que le está
sometida, derecho que lo asocia en el dominio de esa cosa, puesto que no
queda íntegro en poder del dueño ...".
§ 477. CARACTERES. - Por su semejanza con el usufructo podemos decir
que la mayoría de sus caracteres son predicables al uso, por lo que sólo nos
detendremos en los aspectos diferenciales. En efecto, el uso es: a) un
derecho real; b) sobre cosa ajena; c) principal; d) sobre utilidad, y e) temporal,
vitalicio e intransmisible. A diferencia del usufructo -en cambio- es indivisible y
no se puede ceder su ejercicio.
a) INDIVISIBILIDAD. La pauta que el Código establece como limitativa del
derecho de aprovechamiento está dada por las necesidades personales del
usuario y su familia, según su condición social. La medida de la necesidad
tiene un punto determinante y de allí se desprende ese carácter indivisible1.
b) INCESIBILIDAD. Como el usufructo, el uso no puede ser cedido y -en
principio y a diferencia de aquél- tampoco puede ser cedido su ejercicio (art.
1449). Decimos en principio porque el art. 2959 autoriza a ceder el uso de los
frutos cuando el derecho comprende sólo a éstos y ha sido obtenido a título
oneroso. Dice así: "El que tiene el uso de los frutos de una cosa por un título
gratuito no puede dar a otro por cesión o locación, el derecho de percibirlos;
pero puede ceder el uso si fue obtenido a título oneroso'", y agrega: aEn uno y
otro caso, el uso de los frutos no puede ser embargado por los acreedores del
usuario cuando tienen la calidad de alimenticios". La habitación tampoco
puede cederse, o alquilarse la vivienda (arts. 1449 y 2963).
FORMA. –
El contrato por el cual se constituye el derecho de uso o el de habitación, es
-como el de usufructo- un contrato innominado. Si su constitución es a título
gratuito, configura una liberalidad. No requiere una forma específica si recae
sobre cosas muebles; debe ser hecho por escritura pública si recae sobre
inmuebles e inscripto en los respectivos registros si recae sobre éstos u otros
bienes registrables. La habitación, por recaer siempre sobre un inmueble,
debe formalizarse por escritura pública y, para su oponibilidad a terceros,
debe inscribirse en el Registro de la Propiedad Inmueble (art. 2505).
OBJETO. –
Hemos adelantado que el objeto del uso sólo pueden constituirlo las cosas
infungibles. En tal sentido, el art. 2951 dice; "El derecho de uso puede ser
establecido sobre toda especie de cosas no fungibles, cuyo goce puede ser
de alguna utilidad para el usuario" y la nota añade que "si se estableciese en
cosas fungibles, degeneraría en usufructo", mejor diríamos, en cuasiusufructo.
Las cosas pueden ser (con la condición antedicha) muebles o inmuebles,
aunque el Código hace una referencia al fundo ajeno en el art. 2948 para
establecer como contenido la facultad de tomar los frutos. Esta facultad puede
ejercerse conjunta o separadamente con el uso propiamente dicho, a pesar de
que la frase parece formular una alternativa2.
EXTENSIÓN. –
La ley distingue según se trate de un fundo, de sus frutos, del uso de cosas
muebles y del uso de animales. a) FUNDO. Cuando lo dado en uso es un
fundo, el derecho comprende no sólo el terreno sino también los accesorios.
La norma dice que "si el derecho de uso se ha establecido sobre un fundo, se
extiende tanto a lo que es inmueble por su naturaleza, cuanto a todos los
accesorios que están en él para su explotación". Agregando: "Si hay edificios
construidos para el servicio y explotación del fundo, el usuario tiene el goce de
ellos, sea para habitar mientras lo explote, o sea para guardar las cosechas"
(art. 2956). b) FRUTOS. Puede ser que se dé el uso de los frutos del fundo,
con exclusión del fundo mismo, que en tal caso quedará en posesión del
constituyente del derecho, sea propietario o usufructuario. Ello explica la
disposición del art. 2958 que otorga al usuario la facultad de usar todos los
frutos naturales que produzca pero aclara que "... si los frutos provienen del
trabajo del propietario o usufructuario, sólo tiene derecho a usar de los frutos,
pagados Que sean todos los costos para producirlos".
SERVIDUMBRES
CONCEPTO LEGAL. - Está expresado en el art. 2970 que dice: "Servidumbre
es el derecho real, perpetuo o temporario sobre un inmueble ajeno, en virtud
del cual se puede usar de él, o ejercer ciertos derechos de disposición, o bien
impedir que el propietario ejerza algunos de sus derechos de propiedad'"'.
§ 501. CARACTERES. –
Éstos serán analizados según lo reglado por el Código Civil.
a) DERECHO REAL. En el art. 2503, que contiene la enumeración de los
derechos reales, las servidumbres activas ocupan el inc. 4o. La palabra
"activa" caracteriza correctamente el aspecto desde el cual se puede decir
que es un derecho real, pues, desde el punto de vista pasivo, no es un
derecho real, sino una carga. En otros términos, la servidumbre es derecho
real para el titular del fundo dominante, porque él y sólo él, es titular -a su vez-
del derecho real de servidumbre. El propietario del fundo sirviente no tiene un
derecho real sino que su predio soporta una carga real.
b) SOBRE COSA AJENA. ES condición inexcusable que el predio sobre el
cual recae la servidumbre sea ajeno. Cuando una persona tiene dos predios
vecinos o contiguos, aunque sean fincas individualizadas, mensuradas y
registradas en forma independiente, no puede haber entre ellos servidumbre.
Si, por ejemplo, en una de ellas existe un pozo o un manantial que nutre al
otro predio con un canal o cañería, habrá una relación de servicio, pero no
una servidumbre. Si una persona titular de una servidumbre adquiere el fundo
sirviente, el derecho se extingue por confusión (art. 3055). Lo mismo ocurre si
el propietario del fundo sirviente adquiere el predio dominante. Es la aplicación
del proloquio nemini res sua servit.
c) INDIVISIBILIDAD. Este carácter surge -como principiodel art. 3007 que
dice: "Las servidumbres reales son indivisibles como cargas y como derechos,
y no pueden adquirirse o perderse por partes alícuotas ideales, y los
propietarios de las diferentes partes pueden ejercerlas, pero sin agravar la
condición de la heredad sirviente"
HIPOTECA
DEFINICIÓN LEGAL. - La definición legal está dada por el art. 3108, pero no
puede considerarse que allí se agote el concepto legal, que se integra con
otros textos. El art. 3108 dice: "La hipoteca es el derecho real constituido en
seguridad de un crédito en dinero, sobre los bienes inmuebles, que continúan
en poder del deudor". Se ha criticado esta definición por: a) su imprecisión al
no determinar en qué forma opera la seguridad; b) referirse a bienes
inmuebles, cuando la calidad de inmueble sólo puede predicarse respecto de
las cosas, y c) que no sólo el deudor puede hipotecar un inmueble, en
garantía de un crédito, sino que ésta puede ser constituida por un tercero y en
tal caso el inmueble queda en poder del propietario (hipotecante no deudor)
CONVENCIONAL. –
Al dar un concepto de hipoteca dijimos que es un derecho real
convencionalmente constituido. El carácter de convencional surge sin
hesitación de la disposición expresa de nuestro Código que, a despecho de
los precedentes hispanos y patrios, lo consagró en la norma del art. 3115 que
dice: "No hay otra hipoteca que la convencional constituida por el deudor de
una obligación en la forma prescripta en este título", para reafirmar en la nota:
"Quedan pues concluidas todas las hipotecas tácitas o legales y derogadas
las leyes 14, 23, 24, 26, 28 y 33, título 13, parte 5a". La única fuente de la
hipoteca es -por lo tanto- el contrato y la constitución debe ser expresa,
puesto que, a diferencia de la prenda y de la anticresis, no se admite su
constitución en forma tácita, tal como surge de la nota antes transcripta y fluye
además de los arts. 3128, 3130 y 3131 del Cód. Civil.
ACCESORIO. –
Como los demás derechos reales de garantía, la hipoteca tiene carácter
accesorio de un crédito. Tanto en el art. 524 infine, como en la nota al art. 497,
Vélez Sársfield, utilizando palabras del Esbogo, destaca que la hipoteca y la
prenda son accesorios de la obligación pero no son obligaciones accesorias
{Esbogo, nota al art. 874)15. No siendo un derecho independiente, no es
concebible que la hipoteca tenga como titular a una persona distinta del
acreedor, pero su accesoriedad no impide que, dada la función de garantía, la
hipoteca pueda ser constituida por un tercero para asegurar el resultado de la
obligación, incluso puede ser dada por un tercero para garantizar una
obligación natural (art. 518). Del carácter accesorio de la hipoteca se
desprenden importantes consecuencias prácticas: a) la nulidad de la
obligación acarrea la nulidad de la hipoteca, pero la nulidad de la hipoteca no
perjudica la validez de la obligación; b) no es posible ceder la hipoteca sin
hacer cesión expresa del crédito a que accede, y c) la hipoteca está
subordinada a la existencia de la obligación y se extingue con ésta, por vía de
consecuencia: la doctrina interpretativa es uniforme.
PRINCIPIO DE ESPECIALIDAD. –
Tradicionalmente se asignaban dos proyecciones al principio de la
especialidad: una referida al objeto y la otra al crédito. Esta doble proyección
fluía de la primera parte del art. 3109: "No puede constituirse hipoteca sino
sobre cosas inmuebles, especial y expresamente determinadas, por una suma
de dinero también cierta y determinada ...
1) COSAS COMPRENDIDAS
§ 575. INMUEBLES. - A partir de la definición de hipoteca que da el Código en
su art. 3108, se advierte que es un derecho real que sólo puede tener por
objeto cosas inmuebles. En otras ramas del derecho se admite la existencia
de hipotecas sobre cosas que no son inmuebles, tales como las naves y las
aeronaves, y los motores de estas últimas. Conforme al art. 2313 existen tres
clases de inmuebles: a) por su naturaleza; b) por accesión, y c) por su
carácter representativo. La ley, al hablar de bienes o cosas inmuebles (como
dice en los arts. 3108 y 3109, respectivamente) ha querido referirse al suelo y
los edificios, que son las cosas inmuebles por excelencia, en contraposición a
las cosas muebles22. Los inmuebles por accesión no pueden ser objeto del
derecho real de hipoteca independientemente del suelo al que acceden, sin
perjuicio de que sean abarcados en la extensión del objeto como accesorios
del inmueble hipotecado. Respecto de los inmuebles por su carácter
representativo, ya formulamos la crítica de la inclusión de esta categoría en la
clasificación de los inmuebles y ahora resalta su inutilidad práctica, pues: a)
los instrumentos que sirven de títulos al dominio y condominio, no podrían ser
hipotecados con independencia de la cosa sobre la cual recaen estos
derechos; b) si los títulos se refieren a derechos de usufructo, uso, habitación
o servidumbre; tales derechos, de acuerdo al art. 3120, no pueden ser objeto
de hipoteca, y c) si el título es de una hipoteca, aparte de ser de naturaleza
mueble según el propio Código (a contrario sensu del art. 2317); no se admite
en nuestro Código la hipoteca sobre la hipoteca (ver § 570 a 574). 2 )
REQUISITOS DE FORMA
§ 595. ESCRITURA PÚBLICA. - El principio es que la hipoteca sólo puede
constituirse por escritura pública. Así el art. 3128 expresa: "La hipoteca sólo
puede ser constituida por escritura pública ...". Hasta aquí la norma no ofrece
dificultad, pero lo que ha dado lugar a discrepancias es el párrafo siguiente
que dice: "... o por documentos, que sirviendo de títulos al dominio o derecho
real, están expedidos por autoridad competente para darlos, y deban
hacer fe por sí mismos ..."
EXTINCIÓN DE LA HIPOTECA
MODOS INDIRECTOS O POR VÍA DE CONSECUENCIA
El art. 3187 sienta el principio según el cual: "La hipoteca se acaba por la
extinción total de la obligación principal sucedida por alguno de los modos
designados para la extinción de las obligaciones". Como lo expresa la norma,
la extinción debe ser total; una extinción parcial de la obligación no la provoca
–en principio- teniendo en cuenta el carácter indivisible de la hipoteca (art.
3188). Los modos de extinguir las obligaciones se encuentran enumerados en
el art. 724 del Cód. Civil y son: pago, novación, compensación, transacción,
confusión, renuncia de los derechos del acreedor, remisión de la deuda e
imposibilidad del pago.
EXCEPCIONES. –
Señalamos las diversas excepcionesque prevé el Código Civil.
a) PAGO POR SUBROGACIÓN. Hay casos en que, por tratarse de modos
relativos de extinción, la hipoteca subsiste. Tal el caso del pago de la deuda
hecho por un tercero (arts. 727 y 728) que se subroga en los derechos del
acreedor. Así, el art. 3189 dispone: "El pago de la deuda hecho por un tercero
subrogado a los derechos del acreedor, no extingue la hipoteca". Los efectos
del pago por subrogación están legislados en los arts. 767 a 772 y la solución
dada por la norma transcripta es acorde con el art. 771 en el que se expresa
que la subrogación legal o convencional traspasa al nuevo acreedor todos los
derechos, acciones y garantías del antiguo acreedor, con las limitaciones
establecidas en los tres incisos.
b) NOVACIÓN. La novación extingue la obligación, pero el acreedor puede
hacer reserva de los privilegios e hipotecas del antiguo crédito, que entonces
pasan a la nueva. Es lo que surge del art. 3190 en correlación con la norma
del art. 803. Esta reserva no exige la conformidad de la persona respecto de
la cual es hecha (art. 803), pero se debe aclarar que el Código dispone
expresamente que, cuando los bienes hipotecados o empeñados pertenecen
a un tercero, que no hubiese tenido parte en la novación, el acreedor no
puede reservarse el derecho de prenda o hipoteca (art. 804). Entiende la
doctrina que para que la reserva tenga eficacia, la conformidad del tercero
debe ser expresa.
c) FIANZA. El art. 3191 dispone: "La hipoteca dada por el fiador subsiste, aun
cuando la fianza se extinga por la confusión". Si se reúnen en una misma
persona las calidades de acreedor y de deudor, la confusión extingue la
obligación accesoria del fiador. Si -en cambióse reúnen en una misma
persona las calidades de deudor y fiador, quedan subsistentes las hipotecas y
todas las seguridades especiales dadas al acreedor por el fiador (arts. 865 y
2048).
d) CONSIGNACIÓN. "La consignación de la cantidad debida, hecha por el
deudor a la orden del acreedor, no extingue la hipoteca antes que el acreedor
la hubiese aceptado, o que una sentencia pasada en cosa juzgada le hubiese
dado fuerza de pago" (art. 3192
PRENDA
CONCEPTO LEGAL. - El art. 3204 dice: "Habrá constitución de prenda
cuando el deudor, por una obligación cierta o condicional, presente o futura,
entregue al acreedor una cosa mueble o un crédito en seguridad de la
deuda". No existe óbice para que la prenda se dé por un tercero, propietario
de la cosa, o se entregue a un tercero de común acuerdo entre las partes,
pero si queda en poder del deudor, el contrato no se perfecciona y el derecho
real no nace como tal, y si la cosa vuelve a poder del deudor, la prenda se
extingue. CARACTERES. - Es un contrato real. Recordemos que el art. 1140
del Código contiene la clasificación de los contratos en consensúales y reales.
Los primeros se perfeccionan en el momento en que las partes hubiesen
manifestado recíprocamente su consentimiento. Los según dos, para producir
sus efectos propios, quedan concluidos desde que una de las partes ha hecho
a la otra tradición de la cosa sobre que versa el contrato (art. 1141). En este
segundo tipo se encuentra el contrato de prenda, conforme a la enumeración
que contiene el art. 114 En principio es unilateral pues una sola de las partes
se obliga: el acreedor a restituir la cosa una vez pagada la deuda (art. 1138).
Eventualmente pueden nacer obligaciones a cargo del propietario de la cosa
por gastos hechos en su conservación, pero ello, a nuestro juicio, no tiene
incidencia en la calificación del contrato. En base a esto Salvat afirma que es
bilateral imperfecto.
FORMA. - Entre las partes, el único requisito es la tradición de la cosa,
pudiendo acreditarse la constitución de la prenda por cualquier medio de
prueba. Respecto de terceros, para su oponibilidad, debe constar en
instrumento público o en instrumento privado que tenga fecha cierta. Así lo
expresa el art. 3217 al agregar: "El instrumento debe mencionar el importe del
crédito y contener una designación detallada de la especie y naturaleza de los
objetos dados en prenda, su calidad, su peso y medida, si estas indicaciones
fuesen necesarias para determinar la individualidad de la cosa". Ello hace
-como veremos- al principio de especialidad en la prenda.
CARACTERES. - Son los que seguidamente enumeramos.
a) DERECHO REAL. El Código, al definir la prenda, no sienta -como lo hace
en los demás derechos reales- el carácter de tal, pero ello surge no sólo de la
enumeración del art. 2503, sino también de la ubicación del título. La doctrina
en general acepta este criterio.
b) ACCESORIO. Este carácter está enunciado en el art. 3204, reafirmado en
el art. 3224 y por el art. 3236 al expresar que se extingue por vía de
consecuencia cuando se extingue la obligación principal a que acceda. Estas
características son decisivas.
c) CONVENCIONAL. La prenda sólo puede tener origen convencional,
aunque se admite la prenda tácita con efectos distintos de la prenda expresa.
La especialidad prevista en el art. 3217, que hemos citado y transcripto
parcialmente, señala la exigencia de este carácter, en cuanto al crédito y a la
cosa.
d) INDIVISIBLE. Es un carácter natural en el sentido de que puede dejarse sin
efecto por acuerdo de partes. Ello surge de los arts. 3233 a 3235. No existe
norma que autorice a determinar un orden en la venta de las cosas dadas en
prenda, pero nada impide que el juez determine ese orden, cuando la
ejecución conjunta pudiere acarrear perjuicios innecesarios o cuando
representara un verdadero ejercicio antifuncional del derecho del acreedor5.
No se debe olvidar, sin embargo, la clara disposición del art. 3235 que
expresa: ''Cuando muchas cosas han sido dadas en prenda, no se puede
retirar una sin pagar el total de la obligación"'.
OBJETO. - Pueden ser objeto del derecho de prenda las cosas muebles y los
créditos (art. 3211). Tanto las cosas como los créditos deben estar en el
comercio. No pueden ser dados en prenda, en consecuencia, las cosas
del dominio público ni los créditos que por su naturaleza no sean cesibles.
ANTICRESIS
CONCEPTO LEGAL. - El art. 3239 expresa: "El anticresis es el derecho real
concedido al acreedor por el deudor, o un tercero por él, poniéndole en
posesión de un inmueble, y autorizándolo a percibir los frutos para imputarlos
anualmente sobre los intereses del crédito, si son debidos; y en caso de
exceder, sobre el capital, o sobre el capital solamente si no se deben
intereses".
CARACTERES Y REQUISITOS. –
En el orden propuesto deben ser citados los siguientes.
a) DERECHO REAL. En nuestro ordenamiento positivo no se puede discutir
esta calidad, ante la enumeración del art. 2503.
b) CONVENCIONAL. Como los demás derechos reales de garantía, la
anticresis sólo puede tener origen convencional, pero el carácter real del
contrato exige que, para que se perfeccione, se haga entrega de la cosa. Así
lo expresa el art. 3240 que agrega que "no está sujeto a ninguna otra
formalidad".
c) ACCESORIO. Surge claramente de la definición que este derecho se
constituye en seguridad de un crédito, siendo aplicable en tal sentido lo que
hemos dicho sobre la hipoteca.
d) INDIVISIBLE. Carácter natural que está establecido explícitamente en el
art. 3245, siendo aplicable en este aspecto lo que hemos dicho sobre la
prenda. Son requisitos para la constitución del derecho: 1) La existencia de un
crédito especialmente determinado. 2) Que el derecho recaiga sobre cosa
inmueble.3) Que el acreedor anticresista sea puesto en posesión del bien.
4)Que el acreedor sea autorizado a percibir los frutos para imputarlos a los
intereses, si estuvieran pactados, y al capital si excedieren aquéllos o sólo al
capital si no se hubieren pactado intereses.
PRESUPUESTOS DE FONDO. - Son condiciones de fondo que el
constituyente de la anticresis sea propietario del inmueble o pueda disponer
de los frutos. En este sentido cabe señalar que la calidad de usufructuario
basta para la constitución del derecho (art. 3242). La capacidad para disponer
del inmueble o del derecho sobre los frutos es otra de las condiciones exigidas
por el art. 3241. No es suficiente el poder de administrar (art.
3244).
§ 688. FORMA. - Ya hemos expresado que a los efectos de la validez entre
las partes no es necesaria otra formalidad que la entrega de la cosa, siendo
susceptible de acreditarse, cualquiera que sea la importancia del crédito, por
la confesión del deudor o del acreedor (nota al art. 3240). La escritura y su
inscripción en el registro son imprescindibles para la oponibilidad a terceros
(art. 2505).
DEBERES DEL ANTICRESISTA
§ 696. DE CONSERVACIÓN Y ADMINISTRACIÓN. - Destacamos ya que
entre los derechos, el de percibir los frutos, entraña también un deber, el de
conservar y administrar la cosa fructuaria. Este deber ha de ser cumplido con
diligencia de modo que el deudor no sufra menoscabo por ello, de otro modo
el acreedor podría, abusando de su derecho, retener mayor tiempo la cosa si
disminuye la producción por ende las imputaciones parciales del crédito. El
art. 3258 consagra la obligación del acreedor de cuidar el inmueble y proveer
a su conservación, estableciendo que "si por su culpa o negligencia el
inmueble sufriere algún detrimento, debe él repararlo, y si abusare de sus
facultades, puede ser condenado a restituirlo aun antes de ser pagado del
crédito'''. La sanción es grave si se tiene en cuenta que no tiene privilegio
sobre el precio de venta en caso de ejecución pedida por él y al perder la
posesión también pierde el derecho de retención. La administración
comprende el deber de hacer los gastos necesarios para la obtención de los
frutos, los que puede descontar del valor de éstos. Tiene la obligación también
de hacer las contribuciones y afrontar las cargas del inmueble,
descontándolos de los frutos o repitiéndolos del deudor, cuando fueren
insuficientes para tales erogaciones. Debe rendir cuentas anualmente de su
administración (arts. 3246 y 3247). El deber de conservación no sólo se refiere
al objeto sino que incluye la conservación de los derechos sobre el inmueble
(art. 3260). Cabe agregar que estos deberes se alteran cuando se ha
convenido que los frutos en su totalidad se compensen con los intereses, caso
en el que sólo podrá repetir del deudor aquellas expensas que el usufructuario
está autorizado a repetir del nudo propietario (art. 3258).
§ 697. DE RESTITUCIÓN. - Tratándose de un derecho real accesorio sobre
cosa ajena, únicamente se conserva la posesión mientras subsista la
obligación principal, lo que surge del art. 3257, tanto como del art. 3261
cuando expresa: "Desde que el acreedor está íntegramente pagado de su
crédito, debe restituir el inmueble al deudor", pero de inmediato el legislador
consagra una excepción para el caso que se hubiere contraído una nueva
deuda, lo que estudiaremos en el acápite sobre anticresis tácita.
INSTITUTOS CONCURRENTES
§ 701. ANTICRESIS TÁCITA. REMISIÓN. - A semejanza de la prenda, puede
existir la anticresis tácita. Así, el art. 3261, cuya parte primera ya hemos
transcripto, en la segunda dice: "Pero si el deudor, después de haber
constituido el inmueble en anticresis, contrajere nueva deuda con el mismo
acreedor, se observará en tal caso lo dispuesto respecto de la cosa dada en
prenda". Aquí, con mayor razón, se explica la inexistencia del privilegio del
acreedor. Remitimos a lo dicho al tratar de la prenda tácita (ver § 681).
§ 702. HIPOTECA Y ANTICRESIS. CONCURRENCIA. – Existen diferencias y
semejanzas entre estos derechos reales: las semejanzas están dadas porque
ambas recaen sobre inmuebles, son derechos de garantía y, por lo tanto,
accesorios de un crédito. Las diferencias se advierten en tanto la hipoteca no
se ejerce por la posesión que no se desplaza a favor del acreedor, mientras
que en la anticresis pasa a éste. El hipotecario no tiene derecho a percibir los
frutos, atribución que es de la esencia de la anticresis, mientras que el
acreedor hipotecario tiene privilegio sobre el precio, lo que no conserva el
anticresista cuando provoca la ejecución, quedándole a salvo -en caso
contrario- el derecho de retención. No existe obstáculo para que el acreedor
que tiene gravado el inmueble a su favor con hipoteca, constituya a su vez un
derecho de anticresis, o viceversa, pues no son incompatibles, caso en que
tendría las ventajas que brindan ambas garantías. El art. 3256 lo expresa: "El
acreedor que tiene hipoteca establecida sobre el inmueble recibido en
anticresis, puede usar de su derecho corno si no fuera acreedor anticresista'".
§ 703. PRENDA Y ANTICRESIS. PACTO ANTICRÉTICO. – Se advierten
diferencias, al margen de que son derechos de garantía y accesorios; la
primera sólo puede recaer sobre cosas muebles o créditos, mientras que la
segunda tiene como objeto sólo inmuebles. El acreedor prendario no puede
retirar los frutos de la cosa dada en prenda y tiene privilegio sobre el precio de
la venta. El anticresista posee la primera facultad pero carece de la segunda.
A pesar de que la anticresis sólo recae sobre inmuebles, es admitido el pacto
anticrético en la prenda, o sea el derecho de percibir los frutos, debiendo
imputarlos a los intereses de la deuda, si se debieren, o al capital, si no se
debieren (art. 3231).
§ 704. EXTINCIÓN DE LA ANTICRESIS. - Al igual que la prenda o la
hipoteca, la anticresis puede extinguirse por vía principal o por vía de
consecuencia. La devolución de la cosa (art. 3257) implica la renuncia a la
garantía que reposa sobre la retención. La extinción de la obligación provoca
la extinción de la anticresis, el derecho del deudor a pedir la restitución de la
cosa y el deber correlativo del acreedor de entregarla (arts. 3257 y 3261).
Queda a salvo el caso de la anticresis tácita.
ACCIONES REALES.