Professional Documents
Culture Documents
La relación jurídica que estamos describiendo, entre dos personas, y en lo cual una de
éstas se presenta como (parcialmente) no libre, es señalada con el término romano
obligatio. Esta palabra indica, entonces, dos estados distintos, y más aún, contrapuestos.
Es lógico, en consecuencia, aplicarla a la ampliada libertad del acreedor, al igual que la
disminuida libertad del deudor, para denotar aquello que en épocas pretéritas se definía
con la expresión especial oported. También se la encuentra usada para indicar a la vez dos
estados, de acreedor y deudor. Además de las relaciones de obligación, existen muchos
otros casos en los cuales se aprecia un estado de necesidad jurídica, pero el término
obligatio, como máxima, no es aplicado a ello. Así, por ejemplo, la necesidad u obbligo de
respetar la propiedad ajena se contrapone a la obligatio. Los mismo cabe decir de todo
obbligo que se funde al poder de una magistratura, o creado por la libre apreciación del
juez en el trascurso de la controversia judicial, sin que la otra parte tenga, respecto de él,
un derecho de acción.
Entre los significados a la palabra obligatio podemos recordar otros, como los siguientes:
con ella se indica, a veces, la causa del surgimiento de la relación, es decir, el acto
obligatorio; también la prenda de una cosa en llamado oblgatio, porque da lugar, respecto
de la cosa dada en prenda, a una relación similar a la del deudor en una obligación
propiamente dicha.
El estado especial de las dos personas que se encuentran frente a frente en la relación
obligatoria es indicado con palabras creditor y debitor, creditum y debitum. Lo cierto es,
sin embargo, que a las demás veces no se tienen en cuenta el diverso modo en que la
obligación pude surgir. Conviene observar, pues, que el uso de estas expresiones, en
sentido general, aparece sólo en la época del pleno desarrollo del derecho romano. En su
origen, ellas se referían exclusivamente al mutuo. Reus es un término genérico con el que
se indica ambas personas, la del acreedor y la del deudor.
HEINRICH DERNBURG
La prestación, con todo, debe tener un valor patrimonial. Ello da al ámbito de las
obligaciones una delimitación cierta.