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PRIMERA PARTE
La conducta del lactante de este período está regida por los reflejos
arcaicos, es una de sus características fundamentales que, si bien vale para
todos los campos de la actividad, se hace muy evidente en sus actitudes
posturales. Tienden a favorecer la adecuación del individuo al ambiente.
Están íntimamente relacionados. “Sus respuestas dependen de las
necesidades fisiológicas, del estado emocional del niño y por cierto
también, de las características del contexto ambiental.”1
El niño al nacer dispone de una cantidad de sistemas sensoriomotrices
capaces de recibir sensaciones procedentes del interior de su cuerpo y del
ambiente próximo inmediato, a las cuales pueden ofrecer ciertas respuestas
limitadas: succiona cualquier objeto que entra en contacto con sus labios,
presiona un objeto situado de frente a su mano...Durante estos momentos,
el trabajo de Estimular el Desarrollo consistirá en poner al niño en contacto
con distintos estímulos. De esta forma irá notando diferentes sensaciones
asociadas a la succión de un pezón, de un patito de goma (mordillo), de un
pulgar o de la punta de su almohada, modificándose su tendencia general a
la succión de acuerdo con el tipo de objetos de que dispone. Es
fundamental durante estos meses ir despertando su interés por el medio en
general, personas y cosas, ya que de esta manera gradualmente irá
coordinando la vista, la prensión y la succión para resolver problemas más
elaborados. Por ejemplo, tras descubrir que el patito se puede succionar,
adquirirá la habilidad necesaria para tomarlo y luego llevárselo a la boca.
Myrtha Chockler plantea que el niño desde su nacimiento genera
diversos comportamientos que influyen en otros sujetos con el fin de lograr
la satisfacción de sus necesidades.
Estos comportamientos objetivos -expresa- …van a poder concretarse en la
medida en que encuentre otros sujetos en el mundo externo que generen
1
CORIAT, Lydia. Maduración psicomotriz en el primer año de vida. Buenos Aires. Ed. Emisur.
1974. Cap. I.
también ciertas conductas complementarias… construyendo entre el niño y
el adulto sistemas que operan recíprocamente…2
2
CHOCKLER, Mirtha. Los organizadores del Desarrollo Psicomotor: del mecanismo a la
psicomotricidad operativa. Buenos Aires. Ed. Cinco. 1988. Pág. 79.
3
Ibíd.
El desarrollo del niño de 8 a 12 meses
4
Concepto propuesto por Henri Wallon y retomado por Julián de Ajuriaguerra
5
CHOKLER MYRTHA, artículo inédito
sugiere que esta empezando a disociar los objetos de las acciones llevadas a
cabo con ellos, y que el mundo que le rodea ha comenzado a adquirir cierta
permanencia, cierta estabilidad. Realizar juegos de este tipo con el niño es
fundamental.
Es el momento también de hacer más hincapié en la conducta
imitativa. Que imite gestos que ya domina (fruncir los labios, sacar o meter
la lengua,...) con partes de su cuerpo invisibles para él; que imite
movimientos más complejos con las manos (dar palmas, tocarse la cabeza,
hacer ojitos...). Todos estos ejercicios imitativos, no son sólo importantes
para el desarrollo del pensamiento, sino que son fundamentales para la
preparación de la palabra, el entrenamiento de su atención, el
entrenamiento de las praxis (acciones) bucales...,etc.
A punto de cumplir un año, observamos que sus acciones se han
convertido en claramente intencionales y experimentales; aplica cuantos
procedimientos conoce para lograr lo que desea. Por ejemplo, es capaz de
tirar de un pañuelo para conseguir el sonajero que tiene encima. Estas
conductas intencionales tienen estrecha relación con el comienzo del
lenguaje. Muñecos de arrastre, palos para conseguir algo que está alejado,
pañuelos, almohadones, etc., todos estos objetos nos pueden servir para
presentar al niño situaciones en las que tiene que poner en funcionamiento
su inteligencia para lograr el éxito y conseguir el patito que tiene atado al
cuello una cuerda, el sonajero que está encima de un mantel... Así, poco a
poco, el niño irá descubriendo los medios de resolver mentalmente el
problema que le planteamos.
En estos momentos el niño también ha descubierto que el hecho de
que algunas cosas se muevan no depende de él, de sus movimientos, de sus
gritos.
6
CHOCKLER, op. cit.
plantea su autora, Myrtha Chokler: “El conjunto de valores, creencias,
saberes sociales y culturales del entorno, se expresan y operan desde
representaciones mentales de un orden simbólico que incluye a cada sujeto
en la familia y en la cultura. Las estructuras de filiación, de pertenencia, de
raigambre o el desarraigo, los mitos, las leyendas, los relatos que hacen a la
historia familiar y comunitaria, la ley, la norma, el lugar, el
posicionamiento como objeto o como sujeto, los mandatos explícitos e
implícitos, forman parte de esas representaciones sociales que se
interiorizan desde el inicio con una fuerte carga afectiva y simbólica en la
subjetividad.”7
7
CHOKLER Myrtha: artículo inédito