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LA LUCHA DE CLASES

La lucha de clases es un fenómeno que se refiere al eterno conflicto entre las dos clases sociales existentes,
entre los que producen y los que no producen, entre los que sin trabajar se adueñan de la producción y excluyen
a los que trabajan, entre explotadores y explotados; históricamente entre amos y esclavos, patricios y plebeyos,
terratenientes y campesinos, burgueses y proletarios, ricos y pobres, entre depredadores y presa, entre el 1%
y el 99%.

Unos luchan por la liberación y otros por la opresión. En el esclavismo los amos se apropiaron de la producción,
lo tenían todo y dominaban a los esclavos o productores. En el feudalismo, la minoría que se adueñó de la
tierra y la producción dominaba a la mayoría que fue expropiada, es decir, a los que no tenían nada.

En el capitalismo dominan los se han enriquecido con la tierra que es propiedad de todos y con la acumulación
originaria, (saqueo de riquezas a otros pueblos) se adueñaron además de todos los medios de producción, de
la materia prima, del trabajo y del trabajador o esclavo de nuevo tipo a través de la esclavitud asalariada.

En la naturaleza las manadas o presas desorganizadas, nunca dominarán a sus depredadores. En el gobierno
de los amos, un esclavo nunca será rey y así mismo en el gobierno de la burguesía, un obrero o proletario,
jamás llegará a gobernar a los burgueses.

Si dado un caso especial, ocurriera un fenómeno de este tipo, es porque ha sido producto de una Revolución
que no es otra cosa sino poner derecho lo que viene funcionando al revés, es decir, una clase social se organiza
y se rebela contra los poderes opresores de la otra clase y toma el poder político o ejecutivo pero la Revolución
tendrá éxito si puede controlar el Estado.

El Estado no es más que el Instrumento perfecto para la opresión de una clase social sobre la otra. Es una
maquinaria de dominación que los explotadores han construido para imponerse sobre los que producen o
trabajadores.

Regularmente el Estado se presenta con 3 poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), pero en realidad es un
abanico de poderes ocultos con que los explotadores se adueñan de la producción y de las riquezas de la
sociedad.

Los poderes del Estado explotador son represivos Ej: los griegos, los egipcios, los romanos etc, utilizaban el
poder militar para reprimir al pueblo esclavo.

Jesús, Galileo, Tupac-Amaru, el indio Atuey, Espartaco, etc, y todos los que murieron acusados, torturados,
crucificados o quemados vivos en las hogueras, fueron victimas del poder religioso. (y el poder judicial no
funciona para los pobres sino que defiende a los ricos)

¿Cuáles son los verdaderos Poderes del Estado opresor en la lucha de clases?

Son siete y son los poderes esenciales que los explotadores necesitan para robarle la producción a la clase
trabajadora.
Ellos son:
1 Poder político. (Ejecutivo-gobierno)
2 Poder económico. (Capitalistas-explotadores-especuladores-Banqueros)
3 Poder social. (Pueblo organizado) (los explotadores luchan para que el pueblo no se organice)
4 Poder de medios de comunicación. (Funcionan a favor de la burguesía)
5 Poder judicial. (tribunales, jueces etc. La justicia responde a la clase alta)
6 Poder militar. (Cuerpos represivos. Defienden los intereses de los explotadores)
7 Poder religioso (ideológico) (Alto clero. Salvaguarda los sagrados intereses de los explotadores.
Controlando la mente o las ideas, se controla la producción)
Así que en la lucha de clases están involucradas las fuerzas productivas, proletariado y burguesía, eternas
clases antagónicas

¿Qué son las Fuerzas Productivas?

Fuerzas productivas se refiere a los trabajadores, a los que producen, a los que ponen en marcha los medios
de producción (maquinarias, herramientas, equipos etc). Sin las fuerzas productivas, (trabajadores), las
máquinas no se mueven. Las herramientas solas no producen.

¿Qué produce el Proletariado?

El proletariado o trabajadores asalariados, son los que producen todos los bienes materiales que necesita la
sociedad. Son bienes reales, concretos, palpables, tangibles, constantes y sonantes. El proletariado produce
todo lo necesario para la vida, la existencia y el desarrollo humano. La burguesía produce lo contrario.

¿Qué produce la Burguesía?

La burguesía produce ilusiones, sueños, lo abstracto, lo fatuo, lo irreal, lo que no existe, promesas que nunca
se cumplen, es decir, una clase social proletarios, produce toda la riqueza que necesita la sociedad y la otra
clase social (burgueses) produce lo ilusorio, lo ficticio, eso quiere decir que no producen nada, pero con eso le
roban la producción y los bienes materiales a los trabajadores. Ambas clases son antagónicas, es decir,
enemigas por excelencia.

¿Qué son Clases Antagónicas?

Se refiere a los explotadores y explotados. En nuestros tiempos a la burguesía y al proletariado. Estas dos
clases sociales son irreconciliables, son contrarias, no se unen. Es como el amo y el esclavo. El esclavo jamás
puede amar al amo que lo maltrata, pero el amo para sobrevivir, necesita maltratar al esclavo hasta matarlo,
luego en la sociedad llena de miserias y necesidades, encuentra otro esclavo (esclavo asalariado) al que
succiona su energía, su trabajo y su sangre hasta el exterminio en una cadena interminable de explotación del
hombre por el hombre.

Esta lucha por la liberación, por un lado y el proceso de sometimiento a la ignorancia, la esclavitud y la
explotación por el otro, es la esencia de un fenómeno denominado lucha de clases.

Lucha de clases

La historia de todas las sociedades, con excepción de la del comunismo primitivo, es la historia de la lucha
de clases. La lucha de clases es la fuerza motriz de la evolución histórica en la sociedad de clases. La revolución
burguesa destruyó el régimen feudal: la revolución proletaria destruirá el régimen capitalista en el mundo entero.
Hasta la fecha, el régimen capitalista ya ha sido destruido por la revolución proletaria en una sexta parte del
mundo, en la Unión Soviética. La lucha de clases impregna la economía, la política y la ideología de la sociedad
de clases. Las formas de la lucha de clases son diversas. Las formas fundamentales de la lucha de clases del
proletariado son las luchas económicas, políticas y teóricas.

De entre ellas tiene una importancia de primer orden la lucha política del proletariado, o sea, la lucha por el
Poder político y por la instauración de la dictadura del proletariado.
La lucha política y la implantación de la dictadura del proletariado, son las condiciones decisivas para emancipar
de la explotación a la clase obrera y a toda la sociedad.

Las formas económica y teórica de la lucha están subordinadas al objetivo de la lucha política. Con la
instauración de la dictadura del proletariado, la lucha de clases aún no cesa, sino que adopta nuevas formas.
Las clases explotadoras son eliminadas en una enconada lucha de clases que libra el proletariado. En la
U.R.S.S., fueron suprimidas las clases explotadoras, pero aún no están ultimados sus restos. Existe el cerco
capitalista. Por eso, “los restos de las clases derrotadas en la U.R.S.S., no están solos. Cuentan con el apoyo
directo de los enemigos de clase fuera de las fronteras de la U.R.S.S. Por esto es erróneo pensar que la esfera
de la lucha de clases se limita solamente dentro de las fronteras de la U.R.S.S. Si una punta de la lucha de
clases se encuentra dentro de las fronteras de la U.R.S.S., su otra punta está plantada en las fronteras de los
Estados burgueses que rodean a la U.R.S.S.” (Stalin). Ello plantea la tarea de consolidar por todos los medios
el Estado socialista de los obreros y campesinos, su poder económico, político y militar.
Lucha entre explotadores y explotados, manifestación de la inconciliabilidad de intereses entre las clases.
La historia de todas las sociedades, con exclusión de la comunidad primitiva, fue una historia de la lucha de
clases. La lucha de clases es la fuerza que mueve el desarrollo histórico en la sociedad de clases. La revolución
burguesa destruyó el régimen feudal; la revolución proletaria destruyó sobre la sexta parte del globo terrestre,
y destruirá en el mundo entero, el régimen capitalista. La lucha de clases penetra la economía, la política y la
ideología. Las formas de la lucha de clases son diversas. Las formas fundamentales de la lucha de clases del
proletariado, son la economía, la política y la teórica. De ellas tiene importancia primordial la lucha por el poder
político y la instauración de la dictadura del proletariado. La lucha política y la instauración de la dictadura del
proletariado son la condición decisiva para liberar de la explotación a la clase obrera y a toda la sociedad. Las
formas de lucha económica y teórica, están subordinadas a los problemas de la lucha política. Con la
instauración de la dictadura del proletariado, la lucha de clases no termina, sino que adopta nuevas formas. Las
clases explotadoras son destruidas en la implacable lucha de clases que contra ellas libra el proletariado.
Lucha entre las clases enemigas de los explotados y los explotadores, que constituye la principal fuerza
motriz de todas las formaciones económico-sociales antagónicas. Las clases y la lucha de clases fueron
descubiertos por los historiadores y economistas avanzados aun antes de la aparición del marxismo. Pero sólo
Carlos Marx y Federico Engels crearon la consecuente teoría científica de la lucha de clases, llevándola hasta
el reconocimiento de la necesidad y la inevitabilidad de la dictadura del proletariado.
Los intereses de las clases dominantes y oprimidas son irreconciliables. Las clases dominantes siempre
aspiran a conservar y consolidar el régimen económico existente, a fortalecer la explotación de los trabajadores.
Las clases oprimidas luchan por el mejoramiento radical de su situación, por liberarse de la opresión y de la
esclavitud. La lucha de clases se agudiza particularmente en las condiciones de la última formación explotadora,
el capitalismo. La lucha de las masas explotadas contra la burguesía es encabezada por la clase más avanzada
y consciente de la sociedad contemporánea, el proletariado. La lucha entre la burguesía y el proletariado se
manifiesta en tres formas principales: la económica, la política y la ideológica. La lucha política tiene una
importancia decisiva para la victoria de la clase obrera. La forma superior de la organización de clase, que dirige
la lucha de clase del proletariado es el Partido, que se basa en las posiciones del marxismo-leninismo. En la
época del imperialismo el desarrollo de las luchas de clases lleva inevitablemente al proletariado a la revolución
socialista, que él realiza en unión con las masas trabajadoras del campesinado. Al conquistar el poder político
y establecer su dictadura, la clase obrera entrega los medios de producción en propiedad a toda la sociedad,
liquida las clases explotadoras y dirige la construcción del socialismo.
Como resultado de las transformaciones socialistas quedan las clases amigas, los obreros y campesinos, así
como la intelectualidad trabajadora socialista. Este proceso ya se realizó en la URSS y se realiza en la actualidad
en otros estados socialistas.
Para la URSS, después de la liquidación de las clases explotadoras, la lucha de clases se ha trasladado a la
arena internacional, donde tiene lugar la lucha entre los dos sistemas, el socialista y el capitalista. Mientras
exista el sistema capitalista, será inevitable la lucha de clases de los trabajadores de los países socialistas
contra las maquinaciones de la burguesía imperialista. La experiencia demuestra que al mismo tiempo que
llevan a cabo la construcción comunista pacífica, los países socialistas tienen que fortalecer incansablemente
su capacidad defensiva, para estar prontos a repeler cualquier agresión.
En la sociedad socialista, que representa la primera fase del comunismo, todavía subsisten los “lunares” del
capitalismo en la conciencia de los hombres. En la lucha ideológica del socialismo con el capitalismo, el último
trata por todos los medios de avivar, acrecentar y utilizar para sus fines las supervivencias del capitalismo (los
vestigios de la psicología de propietarios, la moral burguesa, las manifestaciones del nacionalismo, &c.). La
extirpación de los vestigios del capitalismo de la conciencia de los hombres es una de las condiciones
importantes de la construcción de la sociedad comunista.

Lucha entre clases cuyos intereses son incompatibles o se contradicen entre sí. La historia de todas las
sociedades, a partir de la esclavista, ha sido la historia de la lucha de clases. El marxismo-leninismo ha dado
una explicación científica a esta lucha como fuerza motriz del desarrollo de toda sociedad dividida en clases
antagónicas, ha demostrado que en la sociedad burguesa, la lucha de clases conduce necesariamente a
la dictadura del proletariado, cuyo fin consiste en aniquilar las clases como tales y establecer una sociedad
comunista sin ellas. Las formas principales de la lucha de clases del proletariado son la económica, la política
y la ideológica. La lucha política, que en la sociedad burguesa conduce a la revolución socialista y al
establecimiento de la dictadura del proletariado, es condición decisiva para liberar de la explotación a la clase
obrera y a la sociedad toda. Las formas económica e ideológica de lucha están subordinadas a los objetivos de
la lucha política. En la sociedad capitalista actual, el filo de la lucha de clases del proletariado está dirigido contra
el poder omnímodo de los monopolios. En la lucha contra los monopolios capitalistas, se agrupan en torno al
proletariado todas las capas fundamentales de la nación interesadas en que se conserve la paz, en que se
satisfagan amplias reivindicaciones democráticas. Cuando se establece la dictadura del proletariado, la lucha
de clases adquiere nuevas formas. Teniendo en cuenta la experiencia de la joven República Soviética,
Soviética, Lenin señaló cinco formas nuevas de ellas: 1) aplastamiento de la resistencia de los explotadores, 2)
guerra civil como forma extrema de la agudización de la lucha de clases entre el proletariado y la burguesía, 3)
lucha por la dirección del campesinado y de las otras masas trabajadoras no proletarias, 4) lucha por la
utilización de los especialistas burgueses y 5) lucha por la formación de una nueva disciplina –socialista– del
trabajo. En dependencia de las condiciones históricas concretas, la lucha de clases puede tomar formas más o
menos agudas. “La tendencia general del desarrollo de la lucha de clases en los países socialistas, cuando se
edifica con éxito el socialismo, lleva al reforzamiento de las posiciones de las fuerzas socialistas, al
debilitamiento de la resistencia que ofrecen los restos de las clases enemigas. Pero este desarrollo no sigue
una línea recta. En relación con tales o cuales modificaciones de la situación interior y exterior, la lucha de
clases en algunos periodos puede agudizarse” (“Documentos del XXII Congreso del P.C.U.S.”, pág. 336). Con
la victoria plena y definitiva del socialismo se elimina la base para la lucha de clases, se establece la unidad
político-social e ideológica de la sociedad. El P.C.U.S. ha sometido a crítica la errónea tesis de Stalin de que la
lucha de clases se agudiza después de la victoria del socialismo, tesis que sirvió de motivo para gravísimas
infracciones de la democracia y de la legalidad socialistas en las condiciones del culto a la personalidad. El paso
del socialismo al comunismo se produce cuando todos los grupos sociales —obreros, campesinos e
intelectuales— están interesados en la victoria del comunismo y, conscientemente, se esfuerzan por alcanzarla.
De ahí que no exista base alguna para la lucha de clases en el interior del país. No obstante, la lucha de clases
se conserva respecto al mundo capitalista. La coexistencia pacífica es una forma de la lucha de clases entre el
socialismo y el capitalismo.
Lucha entre las clases con intereses incompatibles o contradictorios. La historia de todas las sociedades, a
partir de la esclavista, es la historia de la lucha de clases. El marxismo-leninismo dio una explicación científica
a la lucha de clases como fuerza propulsora del desarrollo de la sociedad dividida en clases antagónicas e hizo
ver que la lucha de la clase obrera conduce necesariamente a la revolución socialista y al establecimiento de
la dictadura del proletariado, que persigue el objetivo de suprimir todas las clases y edificar la sociedad
comunista sin clases. Las principales formas de la lucha de clase del proletariado son la económica, la política
y la ideológica. La lucha política es la forma superior de la lucha de clase del proletariado y condición necesaria
de su liberación de la explotación. En la sociedad capitalista contemporánea, la lucha de clase del proletariado
está enfilada contra la prepotencia de los monopolios. En esta lucha se agrupan en torno al proletariado todos
los principales sectores de la nación, interesados en el mantenimiento de la paz y en la realización de las amplias
demandas democráticas. Contrariamente a las afirmaciones de los reformistas y los revisionistas, la revolución
científico-técnica no conduce, ni mucho menos, a la extinción de la lucha de clases en la sociedad capitalista.
Por el contrario, agrava aún más todas las viejas contradicciones antagónicas y da vida a las nuevas en el
sistema del capitalismo. Lo testimonia, por ejemplo, el hecho de que crece el movimiento huelguístico del
proletariado. Al instaurarse la dictadura del proletariado, la lucha de clases continúa bajo nuevas formas.
Partiendo de la experiencia de la joven República de los Soviets, Lenin, mencionó cinco formas de esta índole:
1) aplastamiento de la resistencia de los explotadores, 2) guerra civil como forma extrema de agudización de la
lucha de clases entre el proletariado y la burguesía, 3) lucha por dirigir el campesinado y otras masas
trabajadoras no proletarias, 4) lucha por utilizar a los especialistas burgueses y 5) lucha por inculcar una
disciplina nueva, socialista, de trabajo. En dependencia de las condiciones históricas concretas, la lucha de
clases puede desarrollarse con mayor o menor agudeza. Al triunfar el socialismo, se elimina el terreno para las
colisiones entre las clases dentro del país y se establece la unidad socio-política e ideológica de la sociedad.
La transformación del socialismo en comunismo se realiza en las condiciones en que todos los grupos sociales
–obreros, campesinos e intelectualidad– están interesados en la victoria del comunismo y aspiran
conscientemente a ella. Sin embargo, queda la necesidad de luchar contra las supervivencias del pasado,
contra la resistencia ideológica del viejo mundo. Se conserva la lucha de clases en las relaciones con el mundo
capitalista. Fortaleciendo el socialismo, defendiendo la paz y apoyando el movimiento liberador mundial, los
pueblos de los países socialistas, con la clase obrera a la cabeza, sostienen la lucha de clase contra las fuerzas
del imperialismo.
División del trabajo
Proceso de separación en el que existen, recíprocamente condicionadas, distintas especies de trabajo en un
sistema único de producción social. El carácter y las formas de la división del trabajo están determinados por el
desarrollo de las fuerzas productivas. A su vez, la propia división del trabajo, al caracterizar el grado de dicho
desarrollo, provoca un ulterior incremento de la productividad del trabajo, con lo cual facilita el perfeccionamiento
y el cambio de los tipos de relaciones de producción. En la comunidad primitiva, la división del trabajo presenta
la forma más sencilla de división, por sexo y edad; en el régimen de esclavitud, se separa la ganadería, el
trabajo de artesanía se aparta de la agricultura, se independiza el comercio; nacen y se desarrollan divisiones
de trabajo de tipo territorial, profesional e internacional, se separan el trabajo intelectual y el físico; en el período
de la manufactura capitalista, la división del trabajo penetra en el interior de la empresa y presenta la forma de
división del trabajo por partes, por piezas. Este último proceso se acentúa y se hace más profundo al aparecer
la técnica basada en la maquinaria. En las formaciones sociales basadas en la explotación, el proceso de la
división del trabajo presenta un carácter contradictorio, se entrelaza con los antagonismos de clase, lo cual
resulta sobre todo patente en el ejemplo de la división capitalista del trabajo, que transforma al productor en un
obrero parcial, constreñido toda la vida a ejecutar una determinada operación en su labor. El socialismo utiliza
de una manera consciente y planificada las formas que hereda de la división del trabajo, pero en seguida
empieza a crear premisas para liquidar la vieja división del trabajo y establecer una división de nuevo tipo,
comunista. Acabar con la vieja división del trabajo se convierte en condición necesaria para que siga
aumentando la producción social, para el desarrollo multilateral y armónico del individuo, para la victoria del
comunismo. El establecimiento de una división comunista del trabajo se basa en el desarrollo acelerado de las
fuerzas productivas, en el logro de una abundancia de bienes colectivos que libere al hombre del interés material
personal en un determinado tipo de actividad o género de ocupaciones; se halla indisolublemente vinculado a
la desaparición de la clases y de toda desigualdad social. La esencia de la división comunista del trabajo estriba
en que se combine la rigurosa especialización con amplios horizontes, con la posesión de conocimientos y
habilidades polifacéticos, con la posibilidad de elegir libremente el trabajo y poderlo cambiar periódicamente

División del trabajo

1. En sentido amplio, sistema de tipos interrelacionados de trabajo, funciones productivas y oficios en general,
distintos por sus características, así como el sistema de sus conexiones sociales. La diversidad de ocupaciones
se estudia por la estadística económica, la economía del trabajo, las ciencias económicas sectoriales, la
demografía, &c. La geografía económica describe la división del trabajo territorial, comprendida la internacional.
Para determinar la correlación entre las distintas funciones productivas desde el punto de vista de su resultado
material, Marx prefería usar el término “distribución del trabajo”.
2. La división social del trabajo como actividad humana es, a diferencia de la especialización, una relación
social históricamente pasajera. La especialización del trabajo es la división de los tipos de trabajo con arreglo a
su objeto, la cual expresa directamente el progreso de las fuerzas productivas y contribuye a él. La diversidad
de tales tipos corresponde al grado de asimilación de la naturaleza por el hombre y crece conjuntamente con
su desarrollo. Pero en las formaciones clasistas, la especialización desarticula la actividad humana en funciones
y operaciones parciales, cada una de las cuales no posee ya de por sí el carácter de actividad y no constituye
el modo de reproducción por el hombre de sus relaciones sociales, de su cultura y riqueza espiritual y de sí
mismo como personalidad. Estas funciones parciales carecen de sentido y lógica propios; su necesidad se
expresa sólo en forma de exigencias que le presenta desde fuera el sistema de la división del trabajo. Tal es la
división del trabajo en material y espiritual (manual e intelectual), en ejecutivo y administrativo, en funciones
prácticas e ideológicas, &c. Una expresión de la división social del trabajo es la segregación como esferas
aisladas de la producción de bienes materiales, la ciencia, el arte, &c., así el desmembramiento de ellas mismas.
La división del trabajo crece con inevitabilidad histórica hasta convertirse en división en clases. No se trata tanto
de que la división del trabajo haga deformadamente estrecha la especialización; no se trata incluso de que se
adscriba al hombre una profesión concreta, sino de que el individuo no se incorpora a la concatenación social
como personalidad, sino como agente de una función concreta, como fuerza de trabajo de determinada calidad.
Actúa como personaje que ejecuta un papel dictado desde fuera. El capitalismo lleva a la agudización extrema
de todas las contradicciones de la división del trabajo y de sus efectos (Enajenación). Estas contradicciones se
superan gradualmente en el curso de edificación del socialismo y el comunismo. Este último está llamado a
acabar definitivamente con la división del trabajo (que desarticula al hombre mismo) sobre la base de la
profundización sucesiva de la especialización y el desarrollo de las capacidades múltiples, es decir, mediante
el desarrollo integral del individuo.
Se ha acusado siempre a los comunistas de ser enemigos de la propiedad privada. Y siendo que, una de las
grandes ironías de la historia es la ilimitada capacidad que tienen algunos para tergiversar y manipular las
teorías; no ha de extrañarnos los innumerables intentos que se han hecho a lo largo de la historia por mostrar
como verdadero, lo que de hecho, no es más que un sofisma. Nos referimos, a los intentos de quienes, sin
haber echado jamás una sola mirada a una línea escrita por Marx, manipulan y tergiversan tratando de
convencer a la gente de que la práctica del Socialismo y el Comunismo (tal como la concibió Marx) es
incompatible con la propiedad privada.

¿Cuál puede ser la causa de tales tergiversaciones? Una razón, sin duda, es la ignorancia. Pues, cómo podría
entenderse que tienda a asociarse al Socialismo y al Comunismo (propuesto por Marx) con la abolición de la
propiedad privada individual. Esto, a nuestro modo de ver, no puede entenderse más que como un claro signo
de ignorancia, pues, ya el propio Marx, en el “Manifiesto del partido comunista” (1848), afirmaba, con respecto
a la propiedad privada, lo siguiente: “Se nos ha reprochado a nosotros los comunistas el querer abolir la
propiedad privada personalmente adquirida, fruto del trabajo propio, esa propiedad que forma la base de toda
libertad, de toda actividad, de toda independencia individual. ¡La propiedad bien adquirida, fruto del trabajo, del
esfuerzo personal! ¿Os referís acaso a la propiedad del pequeño burgués, esa forma de propiedad que precede
a la propiedad burguesa? No tenemos que abolirla. El rasgo distintivo del Comunismo no es la abolición de la
propiedad en general, sino la abolición de la propiedad burguesa” (págs, 42-43).

No cabe duda, que el error de confundir “propiedad privada personal” con “propiedad privada de los medios
sociales de producción” (propiedad burguesa); es la raíz de tales tergiversaciones. Pues, queda claro, por lo
antes planteado, que Marx no cuestiona la propiedad privada “bien adquirida, fruto del trabajo, del esfuerzo
personal”, es decir, “la propiedad del pequeño burgués”, sino, toda aquella forma de propiedad que implique la
apropiación de plusvalía (propiedad burguesa), que es donde se origina la injusticia y la explotación del hombre
por el hombre.

Es cierto, que Marx afirmaba que el Comunismo “es la abolición positiva de la propiedad privada”. Pero, afirmaba
también, cosa que ninguno de sus críticos y exégetas recalca, “de la autoenajenación humana y por tanto, la
apropiación real del hombre de la naturaleza humana a través del hombre y para el hombre”. No explican, que
cuando Marx se refería al término “propiedad privada”, no se refería nunca a la propiedad de los “objetos de
uso” (una casa, una carnicería, un carro, etc.); sino a la propiedad de las clases propietarias de los grandes
medios de producción social (burguesía).

De hecho, en una de sus obras más emblemáticas “El Capital”, Marx intenta hacer comprender la radical
oposición que existe entre estas dos formas de propiedad: “la propiedad privada capitalista” (a la que dirige
todos sus ataques) y la “propiedad privada que se funda en el trabajo personal”, afirmando, que: “La economía
política procura, por principio, mantener en pie la más agradable de las confusiones entre la propiedad privada
que se funda en el trabajo personal y la propiedad privada capitalista –diametralmente contrapuesta- que se
funda en el aniquilamiento de la primera” ( Tomo I ).

Esto ya lo había explicado claramente Marx, en sus “Manuscritos económicos-filosóficos” (1844), obra poco
reseñada por sus exégetas, y cuya tardía publicación (fue publicada, por primera vez, en 1932, y su versión
inglesa data de 1959) contribuyó enormemente a la grave tergiversación que muchos “comunistas”, así como,
sus detractores han hecho de su pensamiento.

Tal es la importancia de esta obra, que ya en ella Marx dejaba claro, incluso –sin que nadie lo resalte-, la
definición de lo que él denominó: “comunismo vulgar”. Que entendía como un conjunto de prácticas e ideas
“comunistas”, que se expresan bajo una doble forma: “El dominio de la propiedad material es tan grande que
tiende a destruir todo lo que no es susceptible de ser poseído por todos como propiedad privada. Quiere eliminar
el talento, etc, por la fuerza. La posesión física inmediata le parece la única meta de la vida y la existencia. El
papel del trabajador no es abolido, sino que se extiende a todos los hombres. La relación de la propiedad privada
sigue siendo la relación de la comunidad con el mundo de las cosas. (…) La envidia universal, implantándose
como fuerza, es sólo una forma disfrazada de codicia y que se establece y se sostiene de otra manera. Los
pensamientos de toda propiedad privada individual se dirigen, al menos, contra toda propiedad privada más
rica, en forma de envidia y deseo de reducir todo a un nivel común; de tal modo que esta envidia y nivelación
constituyen, de hecho, la esencia de la competencia. El comunismo vulgar es sólo la culminación de esta envidia
y nivelación sobe la base de un mínimo preconcebido (…) La comunidad es sólo una comunidad de trabajo y
de igualdad de salarios, pagados por el capital comunal, por la comunidad como capitalista universal” (págs,
133-134).

¿No fue acaso, este “comunismo vulgar” –que el propio Marx cuestiona en la cita anterior- el modelo que terminó
imponiéndose en los regímenes “comunistas” conocidos hasta ahora? ¿No dan por sentado los exégetas y
críticos de Marx, que el Comunismo por él planteado se corresponde a las prácticas propias de estos
regímenes? ¿No contribuyó acaso a todos estos malentendidos sobre el Comunismo, el hecho de que una obra
tan importante como los “Manuscritos económicos –filosóficos” -y otras obras de Marx-, fueran publicadas
después de 1932 y que sean aún desconocidas por muchos?

Marx entendía el Socialismo como la emancipación del hombre y esta emancipación implicaba la
autorrealización del hombre en el proceso de relación y unidad productiva de éste con la naturaleza, consigo
mismo y otros hombres. Por eso, para entender la concepción de la autorrealización del hombre planteada por
Marx, es necesario primero tener claro lo que Marx entendía por TRABAJO.

Marx concebía el trabajo como la expresión plena en el hombre de sus facultades físicas y mentales. Es decir,
un proceso de autoexpresión genuina, donde el hombre se desarrolla, se vuelve él mismo, en la necesaria
relación con la naturaleza y otros hombres. Por lo tanto, el trabajo no puede ser entendido como un medio para
alcanzar un fin –el producto- sino como un fin en sí mismo –la expresión significativa de la energía humana-.
En este sentido, la enajenación de esta actividad humana se convierte, para Marx, en una tendencia inevitable
dentro del modo de producción capitalista, impidiendo el libre despliegue de las actividades físicas y espirituales
de los trabajadores, quienes ajenos al producto de su trabajo, terminan martirizando su cuerpo y arruinando su
espíritu, pensando sólo en satisfacer sus necesidades y la de su familia.

De esta manera, -y a diferencia de lo que plantean sus exégetas- la crítica de Marx al capitalismo no está dirigida
a la injusticia en la distribución de la riqueza producto del trabajo personal (propiedad privada); sino a la
perversión (alienación) del trabajo en trabajo forzado, enajenado, que termina transformando al hombre en un
“monstruo tullido” y que, para Marx, es la raíz de las diversas formas de alienación humana.

No hay, por tanto, mayor manipulación o tergiversación del pensamiento de Marx, que aquel que intenta hacer
ver su concepción del Socialismo como el simple intento de mejorar las condiciones económicas de los
trabajadores, aboliendo la propiedad privada, para que el obrero pueda poseer lo que ahora tiene el capitalista.

Visto desde esta perspectiva, la condición de trabajo de un obrero en una fábrica cubana, venezolana, o china,
equivaldría esencialmente hoy, a lo mismo que le ocurriría en una fábrica norteamericana. Y, esto queda
perfectamente claro, cuando Marx afirma, por ejemplo, que: “Un aumento de salarios obligado
(independientemente de otras dificultades y, especialmente, de que esa anomalía sólo podría mantenerse por
la fuerza) no sería más que una mejor renumeración de los esclavos y no devolvería, ni al trabajador ni a su
trabajo, su significado y su valor humano”. (…) “Aún la igualdad de ingresos que quiere Proudhon sólo
modificaría la relación del trabajador de hoy con su trabajo en una relación de todos los hombres con el trabajo.
La sociedad sería concebida entonces como un capitalismo en abstracto”.

Como puede apreciarse, el problema central de Marx es la transformación del trabajo sin sentido, enajenado,
en un trabajo productivo, libre, no el mejor pago de un trabajo enajenado por un capitalismo privado o un
“capitalismo abstracto” de Estado. Esto implica, que el hombre activo, productivo, que capta y abarca al mundo
con sus propias facultades supere las diversas formas de enajenación (políticas, económicas, sociales,
culturales, religiosas, etc.) que impiden su real crecimiento y desarrollo. En otras palabras, el concepto de
Socialismo de Marx, sólo puede ser entendido asociado con la emancipación de las diversas formas de
enajenación humana. Es decir, la vuelta del hombre a sí mismo, a su autorrealización con la naturaleza, los
demás hombres y él mismo.

La importancia de la propiedad privada radica en su simbología como uno de los primeros derechos humanos.
De este modo, una definición amplia del concepto de propiedad privada involucra, en efecto, al derecho
indiscutido de las personas físicas o jurídicas de comprar por medios lícitos, conservar, controlar, disponer y
dejar como herencia a otros individuos un bien real (objetos muebles, capital financiero, tierras, inmuebles u
otros).

A lo largo de la historia se ha diferenciado a la propiedad privada de la denominada como contrapartida


“propiedad pública”, en referencia a los bienes administrados en forma directa por el Estado (federal, regional o
municipal), la comunidad o el gobierno, sin acción concreta por parte de individuos o empresas.

La repercusión del concepto de la propiedad privada ha motivado la creación de distintos modelos económicos,
en los cuales se pondera o bien se elimina esta idea para dar lugar a la construcción de un sistema. Por un
lado, el capitalismo constituye un modelo en el cual la propiedad privada representa la piedra angular, dado que
las inversiones de esos bienes motivarían la creación de fuentes de trabajo, al tiempo que se obtiene rédito a
partir de la puesta en actividad de los mencionados bienes. El sistema surgió como oposición a los despotismos
de las antiguas monarquías y se ha visto acompañado de la aparición de numerosos derechos acompañantes,
consagrados en la Constitución de distintas naciones y en muchas de las leyes fundamentales de la mayoría
de las naciones de Occidente.

Como antítesis, se describe el modelo marxista, en el cual se considera a la propiedad privada como un
obstáculo para el crecimiento material de la sociedad, por lo cual se pugna por su eliminación con transferencia
de la totalidad de los bienes al ámbito de la administración del Estado. Si bien se ha caracterizado por distintos
matices, este sistema no ha sido eficaz en diferentes naciones donde fue aplicado.

Por otra parte, la propiedad privada ha sido asociada con otras libertades individuales, como la posibilidad de
comerciar, aprender, enseñar, desplazarse por el territorio nacional y ejercer la libertad de cultos. Por lo tanto,
es difícil desprender el concepto de propiedad privada de la definición de democracia o de una estructura
republicana de gobierno.

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