Meditaciones metafísicas

Rene Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en La Haye una población

ubicada en Francia. Su primera educación la realizó en el colegio jesuita de La
Fleche. Descartes fue un matemático, físico y un gran exponente de la
filosofía, llegando así a ser considerando como el padre de la filosofía
moderna, de igual manera contribuyo con su ciencia a lo que recibió el nombre
de revolución científica. “Descartes es creador del cogito ergo sum, elemento
sustancial del racionalismo. En la física es considerado como el creador del
mecanicismo, y en matemáticas de la geometría analítica.”

Entre las obras mas importantes de Descartes están el Tratado del mundo o
de la luz (1629-1633); Dióptrica, Meteoros y Geometría (1637), Discurso del
método (1637), Meditaciones metafísicas (1641); Los principios de la filosofía
(1644); Las pasiones del alma (1649).

En el momento siguiente pretendemos aproximarnos a las “Meditaciones

metafísicas”, tratando de realizar un comentario de las dos primeras
meditaciones, a modo de conocer introductoriamente lo referente a lo que
plantea en sus meditaciones. Cabe mencionar que las meditaciones
metafísicas se componen de seis meditaciones.

De manera general lo que se plantea en a lo largo de sus meditaciones

específicamente en la primera y la segunda, es el tema de certeza. La primera
meditación lleva por titulo “De las cosas que pueden ponerse en duda”. Ya en
el titulo se sugiere un inventario portentoso de la tarea a seguir. Hay un
problema evidente y es que las ciencias y los conocimientos que tenemos
como verdaderos, no son del todo verdadero, pues siempre que nos remitimos
a ellos, queda siempre espacio y la posibilidad de dudar, por ellos si aparece
tajantemente la duda con respecto a una supuesta verdad, esta certeza
evidentemente no es verdadera. Es necesario entonces iniciar un proceso de
vaciamiento de costumbres y tradiciones que se han obtenido a lo largo de la
vida, desde la niñez. Esta condición y decisión de deshacerse de cualquier
tipo de creencias, opiniones y conocimientos es obligatoria si se pretende
establecer algo realmente firme y así de esa manera establecer fundamentos
claros, objetivos y certeros en las ciencias. Es sumamente necesario tener un
fundamento que posea la absoluta certeza si se presente la construcción del
cocimiento certero. Hay una constante en la obtención de las certezas que
hemos recibido y es que estas en gran medida han sido arrojada desde los
sentidos, y es claro que no siempre los sentidos han tenido la razón ultima de
las cosas, por ellos no se puede confiar en aquello de la cual su tendencia no
es la verdad o nos han engañado en alguna ocasión. En definitiva los sentidos
nos han engañado y nos engañan, entonces no pueden ser estos referentes
de verdad o certeza. Hay momentos donde dormidos o despiertos la duda de
los supuesto real nos abarca, es necesario despojarnos de lo perceptible,
puesto que es posible que siempre estemos engañados, puesto que se nos
hace a veces difícil la tarea de distinguir la vigilia del sueño. Hay un detalle
que estando dormido o despierto hay ciertos principios indudables como la
matemática o la geometría, pero en el mayor de los casos, aún estos pueden
llegar a ser no verdaderos.
Descartes pone en duda la existencia de un Dios que sea capaz de llevarme a
la duda y al error, por ello si se piensa en Dios, Dios es verdadero y todo
poderoso, por lo tanto lo que atañe a la duda y al error no es más que la obra
de un genio maligno que me engaña y se encarga de llevar al error.
La segunda meditación Descarte le nombra “De la naturaleza del espíritu
humano; y que es más fácil de conocer que el cuerpo”. Donde mediante la
duda metódica se intenta descubrir el fundamento verdadero del conocimiento,
donde busca encontrar la certeza. Es entonces que se plantea la primera
certeza y es que aunque el genio maligno me engañe, y me propicie la
equivocación de lo que no dudo es de que yo soy, y existo. Luego Descartes
se plantea la pregunta, acerca de su existencia, ¿qué soy?, a la cual responde
soy una cosa que piensa. La persona se define entonces como pensante.
Este primer descubrimiento se convierte en la primera certeza de la duda
metódica. Ahora bien luego que Descartes encuentra su primer fundamento
certero, plantea que dentro del pensar existe un sinnumero de ideas, estas
existen en cuanto a pensamiento, más no en cuanto a la realidad, fuera del yo
que piensa no exite.