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SEDE MOYOBAMBA
FACULTAD DE ECOLOGÍA
CICLO : IV
MOYOBAMBA – PERÚ
2018
INTRODUCCION I
La tierra es muy rica en nitrógeno, con más de 60000 billones de toneladas de las que
el 94% se encuentra en la corteza terrestre. Del 6% restante, el 99,86% se haya en la
atmósfera como nitrógeno molecular y el 0,04% aparece en los organismos vivos, suelos
y aguas en forma de compuestos orgánicos e inorgánicos.
Las plantas utilizan solamente entre un 30-60% del nitrógeno mineral asequible en el
suelo. Por tanto, para una eficacia del 40%, es aproximadamente el 3% del nitrógeno
total contenido en el suelo.
La fijación simbiótica del nitrógeno representa el 8,5% del consumo total de nitrógeno
de la planta, debido a la eficacia de la transferencia de este nitrógeno fijado a la misma.
Los fertilizantes aportan una cantidad de nitrógeno equivalente al 50% del nitrógeno
asimilado por la fijación biológica.
Los efectos beneficiosos del nitrógeno para las plantas ya se conocían por los romanos
desde hace unos 2000 años. Autores Chinos en la misma época descubrieron el efecto
beneficioso del uso de Azolla en el cultivo del arroz.
La capacidad para fijar el nitrógeno por los organismos procariotas ha sido muy
estudiada por grupos de investigadores, si bien parece estar relacionada con las
características y composición de la atmósfera de nuestro planeta en tiempos pasados.
De los 175 millones de toneladas de nitrógeno fijado anualmente por vía biológica, 140
millones de toneladas corresponden a ecosistemas terrestres y 35 millones de toneladas
a ecosistemas marinos.
Dentro de los ecosistemas terrestres, 45 millones de toneladas son fijadas por tierras
de cultivo, 45 millones de toneladas por prados y pastos y 50 millones de toneladas por
áreas forestales y otras.
Los microorganismos fijadores de vida libre tienen escaso rendimiento fijador debido a
que consumen mucha energía en el proceso y los substratos necesarios para obtenerla
son poco abundantes en la biosfera. Los microorganismos libres de mayor importancia
ecológica en este sentido son las algas azul verdosas fijadoras, ya que son capaces de
utilizar la energía solar para conducir la fijación biológica del nitrógeno.
Entre las bacterias fijadoras de vida libre las más numerosas y eficaces son formas
aeróbicas pertenecientes al género Azotobacter: A. Chroococcum es la especie más
abundante en los suelos neutros y alcalinos, mientras que otros como A. Beijerinckia
domina en suelos ácidos. Entre las bacterias anaeróbicas destacan los géneros
Clostridium y Desulfovibrio y entre las facultativas Bacillus y Klebsiella.
Entre las características más destacables de las leguminosas está su capacidad para
fijar nitrógeno atmosférico formando simbiosis con bacterias de la familia Rhizobiaceae.
Este aspecto tan particular de las leguminosas se trata en los siguientes puntos:
Entre los seres vivos, los únicos capaces de llevar a cabo la fijación de N son organismos
procariotas. Estos organismos fijadores de N o diazotrofos llevan a cabo este proceso
gracias al complejo enzimático nitrogenasa que se encuentra exclusivamente en
organismos procariotas y cataliza la siguiente reacción:
Este complejo enzimático es muy sensible al oxígeno. Sin embargo muchos de estos
organismos presentan adaptaciones que les permiten fijar N en condiciones muy
diversas. En primer lugar se debe distinguir entre organismos capaces de llevar a cabo
la fijación de N en vida libre y aquellos que establecen asociaciones simbióticas para
llevar a cabo este proceso.
Dentro de los organismos fijadores en vida librepodemos encontrar bacterias
anaerobias estrictas, como Clostridium, y facultativas, como Klebsiela, pero también
aerobias como Azotobacter, Beijerinckia y Azospirilum. Se encuentran también en
este grupo, arqueobacterias como Methanosarcina y Methanococcus, bacterias
fotosintéticas como Rhodospirillum y Chromatium) y cianobacterias con
(Oscillatoria y Gloeothece) y sin heterocistos (Nostoc y Anabaena).
Entre los organismos fijadores en simbiosis debemos destacar por su importancia
agronómica, los organismos que forman simbiosis con plantas leguminosas. Estos
organismos pertenecen al subgrupo de las proteobacterias en el que se incluyen los
géneros Allorhizobium, Azorhizobium, Bradyrhizobium, Mesorhizobium,
Rhizobium y Sinorhizobium(recientemente incluído en Ensifer) y se denominan
genéricamente rizobios. También existen algunas simbiosis fijadoras de nitrógeno
entre algunos géneros de plantas no leguminosas y otros organismos procariotas
como el actinomiceto Frankia y las cianobacterias Nostocy Anabaena.
Dentro de los géneros que forman simbiosis con las leguminosas, el
género Rhizobium forma nódulos con leguminosas de origen templado, presenta un
crecimiento rápido en vida libre y los genes relacionados con la fijación se encuentran
en plásmidos. Por el contrario, el género Bradyrhizobium forma simbiosis con
leguminosas de origen tropical, presenta un crecimiento lento en vida libre y los genes
relacionados con la fijación son cromosómicos. El resto de los géneros presenta
características intermedias y una similitud entre el 93-96% respecto a los dos primeros
géneros.
En los últimos años se han descrito nuevos géneros capaces de establecer simbiosis
y formar nódulos con leguminosas, algunos pertenecientes al grupo de las α-
proteobacterias pero también algunos que se engloban en el grupo de las β-
proteobacterias como Burkholderia y Ralstonia.
Establecimiento de la Simbiosis
El establecimiento de una simbiosis efectiva entre las leguminosas y los rizobios es un
proceso complejo que implica mecanismos de señalización y reconocimiento por parte
de ambos simbiontes. Las raíces de las leguminosas liberan flavonoides e
isoflavonoides, compuestos fenólicos que inducen la expresión de los genes de
nodulación en el microsimbionte. Como resultado, los rizobios producen los factores
de nodulación, denominados factores nod. Estos factores nod inducen una serie de
respuestas en la planta, que incluyen la deformación de los pelos radicales, la división
de las células corticales y la formación del nódulo. La unión de los rizobios a los pelos
radicales, la penetración a través de la epidermis y la invasión del tejido cortical a
través del cordón de infección son sucesos que están acompañados del comienzo de
actividad meristemática en las células del córtex y el periciclo radicales y la supresión
de las respuestas de defensa de la planta.
4. Fijación Industrial