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Salvar es liberar
o proteger. La palabra contiene la idea de victoria, salud, o preservación.
Algunas veces, la Biblia usa las palabras “salvo” o “salvación” para referirse
a algo temporal, liberación física, como la liberación de Pablo de la prisión
(Filipenses 1:19)
“La eterna liberación espiritual que Dios concede a aquellos que aceptan Sus
condiciones de arrepentimiento y fe en el Señor Jesús.” La salvación
únicamente se obtiene a través de Jesucristo (Juan 14:6; Hechos 4:12), y
depende sólo de Dios para su provisión, garantía y seguridad.
2. La salvación es de Jehová;
Sobre tu pueblo sea tu bendición
Salmo 3:8
5. No.
El Espíritu vuelve a Dios
Alma es con que luchamos para que nuestras emociones y voluntad se
sujeten a Dios y se salve.
Cuerpo queda aquí.
6. La salvación es futura porque no sabemos el día de nuestra muerte, y si,
nosotros sabemos y debemos saber que somos salvos debido a que tenemos
conocimiento si estamos haciendo las cosas bien ante los ojos de Dios.
JUSTIFICACIÓN: puede ser definida como el acto judicial de Dios por medio
del cual, basado en la obra meritoria de Cristo imputada al pecador y recibida
por fe, Dios declara al pecador absuelto de pecado, liberado de su pena y
restaurado como justo. Significa estar establecido por Dios en una relación
recta con él. Esta doctrina se encuentra en las epístolas de Pablo,
especialmente las de Gálatas y Romanos.
ELECCIÓN: Escoger
10. Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta
es la palabra de fe que predicamos: que, si confesares con tu boca que Jesús
es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere,
no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el
mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan;
porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo,
pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel
de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo
predicarán si no fueren enviados? ¡Como está escrito! ¡Cuán hermosos son
los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
Romanos 10:8-15
HIJO DE DIOS
Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Juan 1:12,13
Todos los que aceptan a Cristo como Señor de sus vidas renacen
espiritualmente y reciben nueva vida de Dios. A través de la fe en Cristo, este
nuevo nacimiento nos cambia desde adentro, reacondicionando nuestras
actitudes, deseos y motivos. El nacimiento hace que uno esté vivo
físicamente y permite ser parte de la familia. Al nacer de Dios, formamos
parte de su familia.
RENACIDO
Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la
palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 1 Pedro 1:23
ESPIRITU DE ADOPCIÓN
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor,
sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos:
!!Abba, Padre! Romanos 8:15
Ya no somos esclavos temerosos y viles. Ahora somos hijos del Amo. Debido
a que somos hijos de Dios, disfrutamos de grandes riquezas como
coherederos. Dios ya nos has dado sus mejores regalos: su Hijo, perdón,
vida eterna, etc.
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley,
a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Gálatas 4:4,5
Jesús nació de una mujer, fue un ser humano. Nació como un judío, estaba
sujeto a la ley, y la cumplió en plenitud. De esta manera Jesús el sacrificio
perfecto, porque a pesar de que fue totalmente humano, nunca pecó. Su
muerte compró libertad para lo que éramos esclavos del pecado y que
pudiéramos ser adoptados como miembros de la familia de Dios.
PAZ PARA CON DIOS
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro
Señor Jesucristo Romanos 5:1
Ahora tenemos paz con Dios, que no necesariamente equivale a sentimiento
de paz como la calma y la tranquilidad. Paz con Dios significa que nos hemos
reconciliado con El. No hay mas hostilidad entre nosotros, ningún pecado
bloquea la relación con El. La paz con Dios es posible solo porque Jesús con
su muerte en la cruz pago el precio de nuestros pecados.
16. Si ya que una parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y las aves del
cielo se la comieron.
Otra parte cayó sobre la roca, y tan pronto como creció, se secó, porque no
tenía humedad.
Otra parte cayó en medio de los espinos; y los espinos, al crecer con ella,
la ahogaron.
Y otra parte cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento
por uno.
17. Si porque hay dos naturalezas la vieja forma de vivir y la nueva que Dios nos
da que es en el Espíritu y no sembrar para la carne. Ya que, si estamos en
la nueva naturaleza, pero como no somos perfectos podemos estar
repitiendo nuestra vieja manera de vivir estaríamos volviendo a nuestra vieja
naturaleza.
18. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria
que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino
el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 1 Juan 5:4,5
Jesús nunca prometió que obedecerle sería fácil. Pero el arduo trabajo y la
disciplina de servir a Cristo no es una carga pesada para quienes aman a
Dios. Y si nuestra carga empieza hacer pesada, siempre debemos confiar en
que Cristo nos ayudara a llevarla.
Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues
Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le
toca. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el
maligno. Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado
entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero,
en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
1 Juan 5:18-20
Nosotros común mente cometemos pecados, pero pedimos a Dios que nos
perdone y luego continuamos sirviéndole. Dios nos liberto de la esclavitud de
satanás y nos mantiene protegidos de los ataques continuos de satanás. El
resto del mundo no tiene la libertad que los cristianos tenemos para obedecer
a Dios. A menos que acudan a Cristo con fe, no tienen otra opción que la que
obedecer a satanás. No hay lugar intermedio; se es de Dios y se le obedece,
o se vive bajo el dominio de Satanás.
Si, puede llegar hacer incrédulo cuando vemos falsos profetas, mal
testimonio, entre otras.
Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del
don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo
gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y
recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de
nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.
Hebreos 6:4-6
20. La Biblia indica claramente que Judas no era salvo. Jesús mismo dijo de
Judas, "A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay
de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera
a ese hombre no haber nacido" (Mateo 26.24). Aquí vemos una imagen clara
de la soberanía de Dios y la voluntad del hombre trabajando juntos. Dios
había decidido, del tiempo pasado, que Cristo sería traicionado por Judas,
moriría en la Cruz por nuestros pecados y sería resucitado. Esto es lo que
Jesús quiso decir cuando dijo que iría “según está escrito de él." Nada podría
detener el plan de Dios para proveer la salvación para la humanidad.
Juan 17:12 dice respecto a Judas, "Cuando estaba con ellos en el mundo, yo
los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de
ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese".
Por un tiempo, sin embargo, Judas creía que Jesús era un profeta, o
posiblemente incluso creyó que Él era el Mesías. Jesús envió a los discípulos
a proclamar el Evangelio y hacer milagros (Lucas 9:1-6). Judas fue incluido
en este grupo. Judas tuvo fe, pero no fue una verdadera fe salvadora. Judas
no fue "salvado", pero durante un tiempo fue un seguidor de Cristo