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PLATÓN

ESQUEMA DE SU PENSAMIENTO JURÍDICO Y POLÍTICO.

El pensamiento de Platón se articula en torno a tres temas fundamentales:

1.- La concepción de la justicia.

2.- La función y valor de las leyes

3.- Las formas de gobierno.

Se recoge en la República. La justicia ejerce su función en la polis. Pero


para comprender dicha función establece Platón un parangón entre el hombre
individual y la ciudad, ya que la polis ideal que describe debe constituirse
siguiendo el model natural del hombre concreto.

Se manifiesta impulsando tres tipos de operaciones.

PRIMERO: La ACTIVIDAD RACIONAL, que permite al hombre el conocimiento


intelectual de las Ideas; esta parte del alma reside en la cabeza y su
actividad está presidida por la virtud de la prohrónesis o prudencia.

SEGUNDO: La ACTIVIDAD IRASCIBLE, que gobierna el mundo de los impulsos y de


los afectos; la parte del alma que los dirige reside en el pecho, siendo su
virtud la andreía o fortaleza.

TERCERO: La ACTIVIDAD CONCUPISCIBLE que atañe a la actividades vitales (lo


que llamaríamos funciones biológicas) asentada en el vientre la parte del
alma correspondiente a ellas siendo la virtud de la sophorýnes o templanza.

Estas virtudes se completa con la Dikaiosýnes o justicia. La función de la


justicia estriba en procurar el equilibrio del sujeto; no rige una actividad
específica, sino que su objeto es dichas virtudes. La ciudad tiene la misma
estructura trial que hemos visto en el hombre, distinguiéndose tres clases.

1.- La clase de los gobernadores o magistrados, que rige la vida de la polis,


es la "raza de oro" y se corresponde con la vida racional, siendo su virtud
la prudencia.

2.- La "raza de plata" está integrada por los guerreros o defensores, cuya
misión es proteger a la ciudad: su paralelo es la vida irascible y la virtud
que en ellos impera en la fortaleza.

3.- La "raza de bronce y hierro" lo constituyen los artesanos, labradores,


comerciantes y cuantos satisfacen las necesidades elementales de la ciudad.

Tanto este estamento como el de los guerreros estan sometidos a la clase de


los gobernantes, lográndose ello por la virtud de la templanza.

También se hace presente la dikaiosýnes o justicia, que tiene por objeto


impulsar el desarrollo armónico de la polis, de modo que cada estamento se
atenga a su misión, sin predominio de alguno de ellos, que acabaría con el
equilibrio social.

Esta descripción de la "ciudad ideal" ha planteado el controvertido tema del


"comunismo" de Platón. Para éste, los dos primeros estamentos resultan ser
los más importantes, por eso, preconiza la supresión de la familia y de la
propiedad privada, de modo que liberados de las preocupaciones que una y otra
entrañan, puedan dedicarse al cumplimiento de sus responsabilidades. Ello,
junto con el control por la polis de la educación de los niños y la
complicada regulación de las uniones sexuales, dirigidas a la obtención de
una progenie selecta, ha hecho que surja la versión de un Platón comunista.

1.4.- LA FUNCIÓN Y EL VALOR DE LAS LEYES. NO

Para Platón, junto al mundo de las realidades existe otro, el mundo de las
Ideas; el primero lo conocemos por los sentidos, mientras que el segundo lo
aprehendemos mediante la razón.

De lo cual extrae Platón un corolario: quienes gobiernan la ciudad habrán de


ser filósofos, pues son éstos los habituados a contemplar la realidad de las
Ideas y podrán conocer el Bien, la Verdad y la Justicia para aplicarlas a la
gobernación de la polis.

Pero, así las cosas, en la ciudad regida por los sabios no harán falta leyes,
pues los casos concretos serán resueltos por aquéllos por simple aplicación
de la Idea de Justicia que conocen, como sostiene Platón en la República,
adoptando por consiguiente una actitud favorable al arbitrio judicial llevado
al máximo. Sin embargo, le lleva en la ancianidad a rectificar aquella tesis,
costeniendo en el Político la necesidad de que existan leyes positivas, qe
los gobernandores deberán formular inspirándose en las Ideas. E igual postura
mantiene en las Leyes donde no sólo afirma la exigencia de leyes positivas,
sino que expresa la necesidad de que los propios gobernantes se sometan a
ellas.

5.- LAS FORMAS DE GOBIERNO.

En el libro VIII de la República describe Plato las siguientes formas.

La forma más justa, la ARISTOCRACIA, es el gobierno de los sabios, es un


sistema paternalista en que el poder se ejerce por un grupo selecto o minoría
intelectual, una especie de aristrocaria del espíritu. El sistema
aristocrático, por ser el más perfecto, es el más estable "pero como todo lo
que nace está sujeto a corrupción, tampoco este sistema perdurará sino que se
destruira". La destrucción vendrá por el error de los gobernantes en cuanto a
las uniones sexuales programadas para asegurar una procreación correcta.

A él sucede el gobierno de los guerreros, la TIMOCRACIA O TIMARQUÍA


caracterizada por el hombre en quien sobresale un "rasgo distintivo y debido
a la preponderacia del elemento irascible: la ambición y el ansia dehonores",
así como el afán de atesorar riquezas.

El tercer sistema es la OLIGARQUÍA, que es "el gobierno basado en el censo en


el cual manda los ricos, sin que el pobre tenga acceso al gobierno. Este tipo
está marcado por la avaricia, que le lleva a poseer cada vez más a costa del
empobrecimiento de los demás, el resultado es la división de la ciudad en
dos: un pequeño grupo enriquecido y una masa desposeída de casi todo.

Un cuarto sistema es la DEMOCRACIA que nace cuando habiendo vencidos los


pobres, matan a algunos de sus adversarios, desierran a otros y a los demás
les hace partícipes del gobierno y de los cargos, que, por lo regular, suelen
cubrir por sorteo. Esta forma tiene como característica la libertad, que
Platón mira con recelo, fijándose sólo en sus aspectos negativos: con la
democracia hay "licencia para hacer lo que a cada uno se le antoje", de modo
que la ciudad lleva a una existencia caótica, donde "no es obligatrio el
mandar, ni aun para quien sea capaz de hacerlo ni tampoco obeceder".

Este régimen se corrompe, cae, provoca el desorden y da paso a la TIRANÍA.


Aparece por exceso de democría, pues "todo exceso en el obrar suele producir
un gran cambio hacia su contrario". La tiranía representa el grado máximo de
injusticia pero Platón no explica como termina el tirano.

No ofrece una visión dinámica de cómo se generan y cómo se transita de una a


otras, sino que ofrece un esquema estático que pretende explicar cómo son las
diferentes "constituciones políticas". Para esta descripción, maneja el
filosofo dos criterios combinados: el número de los que gobiernan y el de la
sumisión o no a las leyes en el ejercicio del gobierno. Este segundo criterio
es valorativo, lo que permite distinguir las formas "perfectas" -en las que
gobierna conforme a las leyes- y las "inperfectas" -en las que gobiernan
violando las leyes-. Conjugando ambos puntos de vista resulta seis formas de
gobierno:

PERFECTAS:

- La Monarquía cuando gobierna uno sólo.

- La Aristocracia, sie el gobierno es de unos cuantos.

- La Democracia, que es el gobierno de la multitud.

Pero en los tres casos cabe que el poder se ejerza con desprecio de las
leyes, apareciendo las formas IMPERFECTAS:

- La Tiranía.

- La oligarquía.

- La demagogia.

Tras esto Platón se inclina por un gobierno de uno que el de la multitud, por
lo que, entre las formas perfectas, es la mejor la monarquía, después la
aristocrácia y por último la democrácia; en las formas corruptas se produce
una inverso del orden, la forma menos mala es la demagogia, después la
oligarquía y, por último la tinaria.

La predilección platónica por la monarquía no es absoluta, pues reconoce que


la aristocracia y la democracia tiene sus valores propios, por lo que opta
por una séptima forma ella es la forma mixta de gobierno.
ARISTOTELES

ESQUEMA DE SU PENSAMIENTO JURÍDICO Y POLÍTICO.

Cuatro son los temas de la filosofía jurídica y política de Aristóteles:

II.3.- LA JUSTICIA Y SUS CLASES. (FEB-93)

Para Aristóteles la justicia es una virtud, la consecución de la felicidad se


alcanza por las virtudes, que son los hábitos que nos inclinan a obrar para
el logro de aquella. Las virtudes son de dos clases.

- Intelectuales o dianoéticas: se dan en la esfera de la razón y son


susceptibles, por tanto, de adquirirse por el aprendizaje

- Morales o éticas: pertenecen al área de la voluntad y se adquieren por la


práctica

Toda virtud la configura Aristóteles como el término medio entre dos excesos
contrapuestos, como el valor es intermedio entre la cobardía y la temeridad o
la liberalidad entre la avaricia y el despilfarro.. Tenemos, pues, un primer
conceptos aristotélicos de la justicia: como la más acabada expresión de la
virtud.

Pero justo a esta Justicia general hay también una justicia particular, una
virtud concreta, se trata de una virtud que se da y ejercita entre hombres:
"el que la posee, puede manifestar su virtud igualmente respecto de otros y
no sólo en relación consigo mismo".

El objetivo último de la justicia es la igualdad; la justicia aconseja tratar


desigualmente los casos desiguales. Ello da pie a Aristóteles para distinguir
dos clases de justicia.

- JUSTICIA DISTRIBUTIVA: con arreglo a ella se reparten o distribuyen los


honores, los bienes y cualquier otro elemento del bien común del que hayan de
participar los ciudadanos, dando más a quien más méritos ostente y menos a
quienes menos méritos tenga, con lo que impera el criterio de la
proporcionalidad.

- JUSTICIA CORRECTIVA: está presidida por la razón de la igualdad


(proporcionalidad aritmética). Esta a la vez se subdivide en:

* Conmutativa: se da cuando la igualdad viene establecida por la voluntad de


las partes

* judicial: se da la igualdad cuando viene determinada por el juez., ésta a


la vez se subdivide en:

+ Justo natural, que es aquello que en todas partes es reputado por tal con
independencia de la voluntad humana.

+ Justo legal, que resulta de justicia porque así lo establece la ley humana.
2.4.- LA EQUIDAD.

La designa con el término epiéikeia. Las leyes se dictan con carácter


general, el caso concreto la aplicación al mismo de la ley general, sin
modulación ni adecuación a esas circunstancias podría producir un resultado
injusto. Para evitarlo, el juez debe aplicar la ley con equidad, esto es,
teniendo en cuenta las peculiares propias del caso.

La epiéikeia no es un elemento correcto de la ley sino integrador de la


misma, completándola en el momento de su aplicación, al caso concreto
mediante su adaptación a las circunstancias del supuesto de hecho.

Pero no es la equidad, un factor distinto de la justicia y, en cierto modo,


rectificador de ella en cuanto que introduce criterios de benevolencia o de
aplicación indulgente de la ley cuando así lo aconsejan las circunstancias
del caso concreto. Al contrario, la epiékeia aristotélica es un elemento
integrante de la justicia, de modo que no hay una actuación de la justicia y,
después, se hace presente la equidad mitigando el rigor de la misma, sino que
realmente no puede haber justicia sin equidad.

2.5.- CONCEPCIÓN POLÍTICA.

En el análisis del Estado, Aristóteles no opera como Platón, que atendía a su


estructutura, sino que se interesa por el proceso de su formación, proceso
que reconoce como inicio, como primer motor e impulso, el instinto de
sociabilidad que lleva al hombre a unirse con sus semejantes. He aquí un
primer dato importante: la sociedad o manifestaciones de la convivencia
humana -desde la familia al Estado-, no son construcciones artificiales, sino
instituciones naturales en cuanto que son fruto de aquel instinto o
tendencia.

La Política se abre con una afirmación capital: toda ciudad es una comunidad;
pero como la comunidad se constituye para alcanzar un bien, es lógico que la
polis, comunidad suprema, tenga por fin lograr el bien supremo del hombre, su
felicidad máxima o, conseguir las condiciones que le permita "vivir bien".
Este planteamiento permite explicar la génesis de la polis como una sucesión
de situaciones de convivencia, cada una de las cuales viene a remediar
diferentes tipos de necesidad.

La PRIMERA es la perpetuarse mediante la unión sexual, es la unión del varón


y la hembra para el mantenimiento de la especie .... y la unión del que por
naturaleza es capaz de mandar y del que por naturaleza está llamado a servir.
Se constituye así la familia, la sociedad más elemental. Integrada por la
relación sexual.

La SEGUNDA, las familias, incapaces de subvenir por sí mismo a las


necesidades elementales y cotidianas, se unen varias para constituir la
aldea. Por último, la comunidad compuesta por varias aldeas es ya una
comunidad estatal caracterizada por la autosuficiencia (autarquía) que le
permite ofrecer a los ciudadanos las condiciones para "vivir bien".

La familia y la aldea no tiene sentido en sí misma sino en tanto en cuanto


son clases conducentes al Estado: "la polis es el fin de las otras
comunidades".
2.6.- FORMAS DE GOBIERNO.

Distingue tres formas puras y tres corruptas. Pero los criterios son
distintos a Platón, ya que en Platón se atendía al número de los que gobierna
y a la sumisión o no de los gobernantes a las leyes, en Aristóteles se fija,
además de en el número, en la condición económica de los rectores de la cosa
pública y, en cuanto al segundo criterio, lo determinantes es que el gobierno
se ejercite con vista al bien común o para lucro personal.

Las formas JUSTAS O PURAS las denomina así:

- MONARQUÍA: cuando se trata del gobierno de uno.

- ARISTOCRACIA: si el gobierno está encomendado a un grupo

- POLITEIA (igual por "república") en el caso del gobierno atribuido a la


masa de ciudadanos.

Las formas IMPURAS son:

- TIRANÍA: es una monarquía en que se gobierna en favor del monarca.

- OLIGARQUIA: es un gobierno que atiende a los intereses de los ricos

- DEMOCRACIA: está orientada a los intereses de los pobres

Al igual que Platón se inclina por una forma mixta de gobierno, esta forma
mixta tiene un sentido socio-económico y se basa en un acusado pragmatismo.
Los peligros vienen del gobierno de los muy ricos o de los muy pobres, pues
los primeros son proclives a la insolencia y los segundos a la maldad. Se
pronuncia, por un gobierno de las clases medias siendo para él evidente que
"la comunidad política gobernada por las clases media es la mejor y están
bien gobernados aquellos Estados en que la clase media es numerosa y más
fuerte que las otras dos".

2.7.- LAS LEYES POSITIVAS.

Gobernar bien consiste en atender al interés general y no al particular de


quien ejerce el poder. Pero ¿cómo se logra esto?, Aristóteles no duda en
confirmar su respuesta a las leyes; ésta serán, cuando sean justas, las que
guiarán las aciones de gobierno.

Podría pensarse en la solución platónica de confiar el gobierno a los sabios,


pero se plantea el problema en estos términos: "si es más ventajoso ser
gobernado por los hombres mejores o por las mejores leyes". Para él, sin
duda, es preferible lo segundo.

Es verdad que las leyes, no pueden resolver los casos particulares; para esos
supuestos, el gobiernante debe hacer una aplicación de las leyes, pero
acomodándose al espíritu manifestado en la norma general, de suerte que el
arbitrio judicial queda limitado a la consideración de los casos
particulares.
Esta soberanía de la ley, la proclama en todos los supuestos, ya que hace un
análisis de la función de la legislación en cada uno de los tres regímenes y
en las respectivas formas corruptas, siendo siempre idéntida la conclusión,
que podría sintetizarse en la afirmación que hace al tratar de la función de
la ley en la politeia: "donde las leyes no gobiernan no hay Estado, puesto
que la ley debe gobernar todas las cosas, mientras que los magistrados deben
resolver los casos particulares".

La afirmación de la soberanía de la ley es lo que hoy llamamos "Estado de


Derecho", esto es, un Estado en el que los ciudadanos están a cubierto de
acciones incontroladas del poder por la vía de la arbitrariedad y donde queda
garantizada la seguridad jurídica de todos.

EL EPICUREISMO ROMANO.

No es grande la influencia del epicureísmo griego en Roma, y cuando fue


adoptado por algún seguidor como Horacio fue deformado. Epicuro había
entendido el Derecho como producto de una convención, pero en ninguno de los
fragmentos conservados de los escritos se menciona que esta convención se
materializa en un pacto o contrato social. Sin embargo, en De rerum natura.
Lucrecio si expone una teoría del contrato social. De este modo, Lucrecio
habría impulsado el pensamiento de Epicuro dotándolo de una nueva
configuración, lo que nos permitirá afirmar la existencia de un epicureismo
de importan romana al menos en lo que respecta a la política y al Derecho.

¿Cómo configura Lucrecio el contrato social? Se trata de un contrato al que


llegan los hombres para salir de un estado de naturaleza en el que viven como
fieras; una construcción teórica que prefigura un status naturalis.

Consecuencia de esta convención es que el Estado y las leyes tienen su origen


en un artificio. Si bien para Lucrecio el Derecho no es producto de un pacto
que se produzca en un momento histórico concreto, sino de un pacto que se
gesta "paso a paso", según el hombre progresa en sabiduría. Las leyes son
producto de lo que "la necesidad (usus) y la diligente experiencia de la
mente han enseñado poco a poco a los hombre que progresaban paso a paso".

Este positivismo jurídico utilitario y convencional se aprecia en las Sátiras


de Horacio, quien sancionará que "la naturaleza no puede distinguir lo inicuo
de lo justo" y, como consecuencia, "las leyes han sido creadas por temor a la
injusticia de los hombre"

CICERON

Cicerón nació en Arpino, fue en Rodas donde tuvo ocasión de seguir las
enseñanzas del estoico Posidonio. Y en Roma se dedicó a las actividades
forenses y política, llegando a alcanzar el cargo de cónsul.

Cicerón no tuvo un pensamiento filosófico original, pero transmite las


doctrinas filosóficas del Plantón, Aristóteles y estoicismo. A su interés por
la filosofía se uniría que Cicerón se planteó con frecuencia problemas de
índole filosófica sobre el Derecho y el Estado, y por ello es considerado
como el primer filósofo del Derecho.

B) EL PENSAMIENTO JURÍDICO CICERONIANO.

Cicerón se preocupó de hallar la naturaleza del Derecho, la cual ha de


realizarse en el terreno filosófico. Para conocer el Derecho no hay que
partir de las leyes positivas, sino de la ley que emana de la razón natural.

Hay una ley suprema, constituida por los preceptos de la recta razón ínsita
en la naturaleza del hombre, que es el origen y el fundamento del Derecho
positivo, ya que "la Ley es la razón suprema insita en la naturaleza, que
manda lo que se debe hacer y prohibe lo contrario. Razón que realizándose en
el pensamiento del hombre es precisamente la ley".

Ley habrá de considerarla "como el principio del derecho, siendo como es la


ley la quintaesencia de la naturaleza humana, el criterio racional del hombre
prudente, la regla de lo justo y de lo injusto". El origen de esta ley
natural no es la razón humana, sino la ley cósmica, el logos divino ordenador
del cosmo. Summa lex de la que participa el hombre mediante su razón.

La justicia se constituye como justicia objetiva y, por tanto, no ha de ser


un producto de la convención humana, hasta el punto de que para Cicerón sólo
es verdadero Derecho el que es justo, siendo el único criterio de justicia la
ley de la naturaleza, ya que "para distinguir la ley buena de la mala no
tenemos más norma que la de la naturaleza".

Sin embargo, pese a que establece como fundamento del Derecho la ley natural,
se desarrolla un tratamiento de las leyes ocupándose del Derecho positivo. Y
así se evidencia cuando realiza su distinción del Derecho (ius) en ius
gentium, ius civile e ius naturale.

- Ius gentium: lo toma de la experiencia jurídica de Roma, según la cual éste


está constituido por un conjunto de normas (positivas) comunes a los romanos
y a los otros pueblos.

- Ius Civiles: también positivo, se distingue del ius gentium porque es


propio y peculiar del pueblo romano.

- Ius naturale: constituido por la lex naturalis.

En ocasiones confunde ius gentium e ius naturale y habla de un "ius getium


por ley de naturaleza", el cual contrapone con el ius civiles. Esta confusión
permite atisbar una concepción iusnaturalista ya que perfila un Derecho
natural dictado por la razón que a la vez es un derecho positivo. Lo cual es
lógico si tenemos en cuenta que para Cicerón la ley naturale puede ser
conocida por la razón de todos y, por tanto, habría tendido a ver en las
instituciones del Derecho de gentes, común a todos los pueblos, un indicio de
que también fuera de Derecho natural.
En cuanto a su concepción del ius civile este Derecho es la realización de la
aequitas "el derecho civil es la aequitas establecidas por aquellos que
pertenecen al mismo Estado a fin de que ellos obtengan lo que es suyo".

En lo que se refiere a su pensamiento político se halla influenciado por el


jurídico. Considera al Derecho no sólo realiza la justicia, sino también la
seguridad, por eso considera al Derecho como un freno a la tiranía, de aquí
que para Cicerón el Estado tenga una naturaleza jurídica, como para
Aristóteles. Así, el Estado es utilitas communio, pero también iuris
consesus. De modo que se trata de una sociedad organizada jurídicamente en la
que todos gozan de la igualdad de derechos, cuyo vínculo es la ley, sin
embargo, también concibe organizaciones no estatales estructuradas
jurídicamente, incluso las ilegales según el Derecho del Estado, como cuando
menciona en De officis que "incluso entre los ladrones existen leyes que
ellos respetan"

SAN PABLO.

San Pablo después de unas experiencias apostólicas con los judios decidió
dirigirse su atención a la evangelización de los gentiles para quienes halló
más disculpa puesto que no conocía la ley de Dios con esta afirmación
comienza las Epístolas Paulinas: "Pues cuando los gentiles, que no tienen
ley, guiados por la naturaleza obran los ditámenes de la ley, estós, sin
tener ley, para sí mismo son ley". en él aparece una clara referencia a una
ley, por naturaleza escrita en el corazón de los hombres, lo que les lleva a
obrar rectamente, aun cuando no tienen conocimiento de la ley, es decir, de
la ley mosaica.

El pensamiento paulino es: nadie puede justificarse por el sólo cumplimiento


de los preceptos mosaicos, pues necesita el hombre la gracia proveniente de
la redeción, sin la que no es posible la salvación. La ley únicamente nos da
"conocimiento del pecado" nos dice lo que es pecado, pero no justifica por sí
mismo.

La pregunta que cabría hacerse es la de si existe un iusnaturalismo en San


Pablo, como señala Fernández-Galiano, lo que se da en San Pablo es una
identificación entre ley natural y Decálogo; éste sólo nos ofrece una
normativa moral, en orden a la perfección en la vida del hombre, y con una
finalidad sobrenatural, pero no contiene preceptos que regulen la vida de
convivencia, las relaciones intersubjetivas del individuo, por lo que no
tiene carácter jurídico.

La conclusión es que encontramos en su doctrina la referencia a una ley moral


natural, pues es la que suple en los gentiles a falta de conocimiento de la
ley mosaida, lo que no responde al autentico concepto de iusnaturalismo. Sin
embargo, está idea de una ley natural es la que favorece su inclusión en las
doctrinas de los Padres de la Iglesia, y que en su desarrollo posterior
llegará a culminar en la elaboración de la auténtica teoría iusnaturalista.
SAN AGUSTIN

En el esquema agustiniano hay que disinguir:

La LEY ETERNA la "voluntad de Dios que manda conservar el orden natural y


prohíbe que se perturbe". Se trata de un Dios único y personal que en el
momento de la Creación imprime en todas las cosas un orden. La ley eterna
afecta a todos los seres con la diferencia de que seres irracionales la
cumplen de un modo necesario, sin posibilidad de elección, el hombre en
cuento ser dotado de racionalidad la acepta libremente.

La LEY NATURAL no es distinto de la ley eterna, sino que la parcela de ésta


que afecta al hombre y con este sentido la define. "La transcripción hecha en
la mente humana de la misma ley" La ley natural es la ley propia del hombre
que le sirve para discernir lo justo de los injusto y tiene, en todo caso, un
carácter objetivo.

LAS LEYES HUMANAS O TEMPORALES. Encuentran su fundamento en la ley natural y


por ello no podrán separarse de ella si quieren ser auténticas leyes. Las
leyes humanas deben cambiar según lo exijan las circunstancias históricas
pero no puede desvincularse de las leyes naturales, pues si sucedieran, la
ley humana carecería de valor y no tendría carácter obligatorio. San Agustín
demuestra la mutabilidad del Derecho postivo con un ejemplo "sin un pueblo es
sensato que eliga a sus magistrados pero si es amlvado, resultaría igualmente
justo privarle de este Derecho, en ambos casos la ley temporal es justa, lo
único que ocurre es que su contenido se modifica en razón de las
circunstancias". Pero el esquema que propone es rígido, pues si se afirma que
"no es ley la que no es justa" ello implica negar la existencia de las leyes
positivas.

Tres líneas interpretativas que existen en torno a la esencia y justificación


del Estado en el pensamiento agustiniano.

La interpretación PESIMISTA según la cual el Estado es fruto del pecado. Por


ello, la valoración que hace el cristiano de la sociedad política es
negativa, es decir, se produce cierta hostilidad hacia el Estado,
precisamente por ser fruto del mal.

La interpretación ECLÉCTICA. Si bien el Estado es fruto del pecado, aquél


aparece como un remedio divino contra el mismo, esto es, la sociedad política
vendría a mitigar los efectos del pecado y, a pesar de su origen, debe
considerarse como algo valioso.

La interpretación OPTIMISTA en virtud de la cual el Estado no es consecuencia


del pecado, no sería una institución esencialmente mala. El Estado surge
espontáneamente, es decir, su existencia responde a la sociabilidad natural
de los hombres.

Las tres interpretaciones son correctas porque cada una de ellas encierra
parte de verdad. Para explicar esta afirmación es conveniente distinguir dos
planos diferentes: por una parte, la realidad que vive SAN AGUSTIN, y por
otra, el ideal que propone en su obra, hay que separar "la consideración
filosófico-social de la consideración teológico-histórica de las sociedades
humanas". En efecto, SAN AGUSTIN distingue dos sociedades diversas: la ciudad
de Dios (civitas Dei o civitas coelistis) y la ciudad eterna (civitas
terrena). Tanto una como otra son realidades supratemporales que no se
identifican ni con la Iglesia ni con ninguna sociedad política concreta.
Ambas ciudades se encuentran en continua lucha pero llegará el día en que se
produzca el triunfo definitivo de la ciudad de Dios. Ahora bien, el hecho que
le toca presenciar el derrumbamiento del Imperio romano. Por esta razón, en
muchas ocasiones, la ciudad de Dios deja de ser una sociedad mística, ideal,
y se identifica con la Iglesia temporal y, del mismo modo, la ciudad terrena
aparece reflejada en el Estado.

SAN ISIDORO DE SEVILLA

La filosofía que comienza a desarrollarse después del siglo IX recibe el


nombre de Escolástica porque su nacimiento se produce en el seno de las
escuelas. Dentro de la Escolástica se suelen distinguir cuatro fases:

1.ª La fase de formación que se desarrolla en los siglos IX, X y XI y en la


que la discusión se centra en el problema de los universales produciéndose el
enfrentamiento entre realistas y nominalistas.

2.ª Fase de desarrollo que comprende el siglo XII con la famosa escuela
catedralicia de Chartres y otras figuras destacadas con JUAN DE SALISBURY,
ABELARDO Y HUGO DE SAN VICTOR.

3.ª Fase de apogeo que tiene lugar durante el siglo XIII cuando se fundan las
universidades y las órdenes mendicantes. Sus figuras más representativas son
ALEJANDRO de HALES, SAN BUENAVENTURA.

4.ª Por último, la fase de decadencia (siglo XIV) cuyos nombres más
destacados son JUAN DUNS ESCOTO y GUILLERMO DE OCKAM con quien termina
propiamente la filosofía medieval.

Es necesario distinguir dos corrientes. hasta el siglo XIII, los


representantes de la Escolástica se mantienen en una línea platónico-
agustiniana, pero con el redescubrimiento de la obra de ARISTOTELES se
produce un giro, a partir de ahora ya no puede hablarse de unidad doctrinal;
van a surgir diferencias que se manifestarán en númerosas cuestiones. Creemos
que son dos los temas que la Escolástica abordó de un modo completo:

1.º Las relaciones entre razón y fe. Hubo tres posiciones: aquellos que
utilizan exclusivamente la fe, los que utilizan sólo la razón y los que
emplean conjuntamente razón y fe. Se intentó conseguir cierto equilibrio
entre Filosofía y Teología. No queremos decir con ello que la Filosofía sea
una sierva de la Teología, pues ese término tiene connotaciones peyorativas
y, por eso mismo, es inadmisible. Pero, a nuestro juicio, es indudable que la
especulación filosófica de los escolásticos se supeditó siempre a la
Teología.

2.º Otro de los temas que abordó es el de las relaciones entre la Iglesia y
el Estado. La Iglesia es una de las pocas instituciones que perdura después
de la invasión de los bárbaros. La cuestión que se plantea es si la Iglesia
es superior al Imperio en el orden temporal. lo que se va a producir es un
problema de jurisdicción: en el orden espiritual se reconoce la supremacía
del Papado, pero la cuestión es si la Iglesia tiene alguna autoridad en el
orden temporal.

De las dos corrientes de la Escolástica, la dominicana -esto es, la que


recoge la tradición aristotélica- sería la que se impondría.

SAN ALBERTO MAGNO

Fue el que inició la labor de recepción de Aristóteles en el pensamiento


cristiano. Su propósito fue dar a conocer la obra de Aristóteles, pero esta
labor no fue, sencilla, puesto que en las autoridades eclesiásticas existía
cierto recelo hacia el filósofo griego, sobre todo como consecuencia de la
interpretación que el averroísmo latino había dado a la doctrina del
Estagirita.

Por lo que se refiere al tema de las relaciones entre razón y fe, distingue
claramente ambos conceptos. Tanto la razón como la fe tienen un ámbito
propio; la primera es la fuente de la Filosofía, mientras que la segunda es
la fuente de la Teología.

En relación con el Derecho natural, se anticipan las ideas que posteriormente


serán desarrolladas de un modo más completo por SANTO TOMAS.

SANTO TOMAS DE AQUINO

El 7 de marzo de 1274 murío en la abadía cirterciense de Fossanuova donde se


hospedó. De su amplísima bibliografía podemos destacar:

- La Summa Theologica, obra magna inacaba fruto de su madurez intelectura, se


halla dividida en tres partes (Prima, secunda, tertia), la segunda de las
cuales a su vez, está subdividida en otras dos, conteniendo los temas de
mayor interés jurídico como son la cuetión de las leyes (en la Prima
secundae, quaestione) y el tema de la justicia (en la secunda secundae).

Igualmente debe destacarse Los Comentarios a los cuatro libros de la


Sentencias de Pedro Lombargo. Los comentarios a la Etica y Política de
Aristóteles, finalmente, eopúsculo, que es un breve tratado político. Del
Gobierno de los principes el cual también quedó inacabado.

JUAN DUNS ESCOTO

ESCOTO persigue elogiar el cristianismo ortodoxo contra el determinismo


averroista y, en esta tarea que salpicó también a Tomás de Aquino y a sus
comentaristas. Con tal intención Escoto intentaba salvar la libertad en el
obrar divino y en los actos humanos y significó todo lo que es contigente e
indeterminado.
La libertad de Dios es absoluta y omnipotente sin trabas que puedan
someterla, ni siquiera condicionarla. Para ello aplica a Dios la distinción
que hizo entre potentia absoluta y potentia ordinata (entendiendo por la
primera la situación en que el agente no se halla sometido a la ley superior
alguna) afirmanción que en Dios coinciden ambas potencias porque la voluntad
divina es ley siempre, ni siquiera sometida a la divina razón.

La creación es obra de Dios que no depende de los pincipios de la razón


divina sino que de la voluntad de Dios. Por ello no existe leyes necesarias
en la Naturaleza. Las leyes físicas que rigen los seres creados tienen el
sentido que Dios les ha querido infudir; son pues contigentes, ya que podría
haber sido igualmente válidas con otro sentido distinto, si Dios así lo
hubiese querido. CONTIGENTIMO FÍSICO.

Unicamente lo imposible está vedado al omnímodo querer divino, todo cuanto


Dios no puede hacer diferente por su propia voluntad, es lo que constituye la
LEY ETERNA. DUNS ESCOTO señala como único principio de derecho natural
estricto, el amar a Dios sobre todas las cosas, es decir los dos preceptos de
la primera Tabla del Decálogo. En cambio, los restantes preceptos revelados,
segunda Tabla, devienen en principios de derecho natural en sentido amplio,
en tanto y cuanto están en consonancia con los de la primera. ¿Por qué?
Mientras que los principios de la primera Tabla están fundamentados en la
misma esencia divina (Dios no puede querer que no se le ame), todos los demás
preceptos son dispensables, no tiene caracter necesario, sino que dependen de
la voluntad divina, que pudo haber ordenado como honesto el homicidio, la
fornicación, el adulterio,e tc ... CONTIGENTIMOS MORAL. La calificación de
bueno o malo, no proviene del desajuste de los fines que tiende por
naturaleza el ser racional (explicación intelectualista) sino porque Dios ha
querido que tales actos sean buenos o malos (voluntarismo ético).

La voluntad divina no es arbitraria pues su omnipotencia se encuentra


limitada, no sólo por la propia bondad divina que le impediría ordenar
preceptos perjudiciales, sino también por la propia lógica. Dentro de estos
límites, la voluntad divina es causa única del obrar de Dios: Ninguna ley es
recta sino en cuanto es aceptada por la voluntad divina.

La razón del hombre no es libre, ha de asentir siempre con la verdad. La


voluntad se determina así misma, siendo libre no lo es respecto a los impusos
naturales sino frente a la evidencia racional. Si la voluntad no fuese libre
sería inexigible la responsabilidad del hombre y un sin sentido los preceptos
de Dios y la aplicación de su justicia a los comportamientos humanos que
serían necesarios y no contigentes.

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