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DEL AULA
Los recetarios
del aceite Conquistador
HUELLAS DE UN PROCESO
DE CAMBIO MODERNIZADOR
José Luis Juárez López*
más adelante, acompañarán al huitlacoche para Marichu, en sus dos primeros libros de cocina,
quesadillas, regularmente con queso, y a los no- escritos hacia 1933 y 1934, llamó a la hora del té
pales, ya sea en ensalada o guisados. “la hora íntima”, con evocaciones románticas y
El segundo caso de apreciación valorativa es poéticas. Se sirve, dijo, se saborea, y todas las
el de los tlacoyos. Al respecto, es preciso recor- tristezas se desvanecen con su vapor. Ella lo
dar que hasta 1909, el Nuevo cocinero mexicano en acompañaba con sándwiches muy sencillos o
forma de diccionario pedía que se les quitara el fri- con una rebanada de pastel (Carabia, 1933: 243-
jol –lo que eliminaba una combinación caracte- 249; 1934: 217-221). La práctica de este rito era
rística de la alimentación popular: maíz y frijol– considerado completamente chic.
y después rellenarlos con una farsa sustanciosa En el número 12 de la colección, se ofrecieron
de picadillo o de queso (Nuevo cocinero, 1888: recetas de bebidas: Sensación, mixtelas de uva
175, 602). El tlacoyo, por lo tanto, se sometía a un y de membrillo, ponche frío y caliente, Calcuta
ajuste con el fin de poder llevarlo a la mesa de con cognac y highball. Las bebidas novedosas y la
los llamados paladares exquisitos –léase, los preparación de cocteles como Chicago Special,
de los ricos. Duque de Heredia y coctelito Conquistador ya
Los recetarios del aceite Conquistador ofre- eran conocidas en la cuarta década del siglo pa-
cieron los tlacoyos ya sin estas adecuaciones y sado. La costumbre de tener en casa un pequeño
en calidad de antojitos, un rubro que todavía bar y que la mujer supiera preparar las bebidas,
aparecía de manera separada de los demás ele- encontró aquí otro canal de difusión (Juárez,
mentos de la cocina mexicana. Allí se les defi- 2014: 1-11).
nió como gorditas de maíz cocidas en el comal Una huella más de sobrevivencia decimonó-
y rellenas de pasta de frijol, garbanzo o alverjón. nica en la constitución de la colección de rece-
Con esta anotación, volvieron al origen, es de- tarios del aceite Conquistador se puede apre-
cir, a la esfera popular, y se dejaron de lado las ciar en los créditos. Estos folletines se ubicaron
pretensiones que trataban de colocarlos como primero como resultado del minucioso trabajo
producto de una gran cocina. de expertos en la materia, es decir, cocineros, y
En el otro extremo de esta orientación están después como aportación gratísima de distin-
las galletas para el té, que entonces se llamaban guidas damas mexicanas, tal como lo hizo el ya
pastas. La costumbre de tomar té, a imitación de mencionado Nuevo cocinero mexicano en forma de
los británicos, todavía para la cuarta década del diccionario. Pero aquí la diferencia es que hay un
siglo XX era una ceremonia que se consideraba producto de por medio, y una orientación hacia
civilizada y en la que imperaba el buen gusto y el consumismo, ya que, a diferencia del manual
sobre todo la convivencia. La hora del té había decimonónico, que tenía un carácter didáctico,
desbancado a la hora del chocolate desde 1912 estos recetarios eran más bien una recompensa
y se había convertido en un signo de superiori- al consumo para las clientas del aceite Conquis-
dad, en un pretexto agradable de reunión que tador, mismas que en retribución acercaron al-
podía ser elegante y efectuarse lo mismo en la gunas preparaciones.
terraza, que en el comedor o el jardín. Enton- Estos pequeños compendios tienen un aspec-
ces, el té se acompañaba con uno o dos platones to más, que es aquello que nos muestran en sus
rebosantes de muffins, bizcochitos y pan tosta- portadas. Los mensajes gráficos son poderosos
do con mantequilla. María Aguilar de Carbia, vehículos de difusión, que abren el paso a múl-
un niño que carga una gran botella del aceite minas A, B y C en beneficio de la humanidad,
Conquistador a manera de trofeo. En el interior con una clara referencia a la nutrición.
de este número, se lee que el país atravesaba ese Finalmente, el número 14 anuncia contun-
año por una escasez de papel, que las recetas dente la llegada de una novedosa plataforma de
presentadas eran nutritivas, económicas y fáci- espacio comercial y de acceso a la realización
les, y lo más sobresaliente es que se afirma que de compras: el moderno supermercado en Mé-
1945 era el año de la victoria, en clara alusión al xico. Éste llegó en 1945 a establecer una nueva
fin de la Segunda Guerra Mundial. dinámica que consistió en la elección personal
El número 10 muestra dos novedades: por de los productos, por lo regular empaquetados,
un lado, el refrigerador –que entonces comen- y que puso énfasis en el manejo higiénico de
zaba su penetración en el país– como emblema los comestibles y el eficaz servicio tanto en el
de modernidad en una cocina, con la imagen de suministro como en el cobro. En la portada del
una mujer y dos niñas que parecen festejarlo. recetario, una guapa y elegante clienta conduce
Por otro, el cuidado de la salud mediante expli- un carrito con sus adquisiciones. Este estableci-
caciones sobre las necesidades nutrimentales de miento comercial, que de alguna forma rivalizó
un organismo y el descubrimiento de las vita- con los mercados tradicionales, se instaló prime-
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