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Traducción de

EDUARDO L. SUÁREZ RICIIARD J. BERNSTEIN

LA RESTRUCtrURACIÓN
DE LA TEORíA
SOCIAL Y POLITICA

FONDO DE.CULTURA ECONÓMICA


MÉXICO
"

IN'TRODUCCIÓN

DURANTE los años sesenta, cuando escribía mi libro Praxis and Action) tenía
la impresión profunda de que algo nuevo se estaba. agitando --algo estaba
cambiando- en las pautas, los énfasis y los intereses de la vida intelectual.
Pel'cibía vagamente que;! a pesar de las marcadas 'diferencias y la falta de
comunicación efectiva existentes entre las orientaciones intelectuales con-
temporáneas, hay algunos temas fundamentales hacia los que se ven atraídos
en forma constante e ineluctable los rnovÍmíentos posthegelianos. Tales
temas se centraban en los conceptos de la praxis y la acción en la búsqueda
de un entendimiento más profundo de la condición humana. Traté de
examinar la posici6n que ocupan los temas de la praxis y la acción en cuatro
movimientos contemporáneos: el marxismo, el existencialísmo, el pragmatis-
mo y la filosofía analítica. Pero me concentré sobre todo en la aclaración
de las aportaciones de cada uno de estos enfoques diversos a nuestro en-
tendimiento de la. actividad humana. Por esta razón concluí el estlIdío
declarando que se trataba apenas de un inicio.
Cuando terminé el manuscrito> se libraba un debate nuevo donde apa-
recían muchos de los temas que yo había estado explorando en formas
novedosas e inesperadas. Una de las consecuencias de los disturbios y fas
protestas socia:les y políticas de los años sesenta fue una serie de ataques y
de críticas radicales contra los fundamentos mislnos de las disciplinas
sociales. ASl como se proclamaba en los Estados Unidos el fín de la
ideología --cuando los científicos sociales ortodoxos creían firmemente que
sus disciplinas habían encontrado finalmente un sólido cimiento empírico
desde donde podría esperarse el crecimiento sostenido y progresivo del cono-
cimiento científico de la sociedad-, surgían otros temas espínosmL
Hubo quienes declararon que estaban podridos los cimientos mismos de
las ciencías sociales; que con frecuencia el conocimiento científico preten-
didamente objetivo cm en efecto una forma disfrazada de la idcología
que apoyaba al statu. qu.o; que la característica más pl'Ominente de "las cien-
cias sociales no era su capacidad para iluminar la realidad social y política
existente sino su incapacidad pará proveer alguna pel'specti-ya crítica sobre
lo que estaba Q'curriendo; que las ideas expuestas en estas disciplinas daban
una legitimidad falsa al control técnico y la manipulación de la sociedad
que estaba infectando todos los aspectos de la vída humana. Crecían el
escepticismo y la suspicacia acerca de la fe liberal tan arraigada' en las
disciplina.s sociales: la creencia de que la ampliación del conocimiento empí-
rico sistemático del funcionamiento de la sociedad y la política conducÍría
11
INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN 13
12

_naturalmente a la fonnuJación inteligente- de_ po1ítícas, atenuaría las injus":'_ aseveraciones y refutaciones} una verdadera babel de voces que l'eclaman-
ticias sociales y nos pennitiría resolver los problemas de la sociedad. Aun nuestra atención.
los defensores más acérrimos de la investigación empírica objetiva, libre de La polémica y los debates tan evidentes en 10s- años sesenta no se limi~
valores} reconocían que no marchaba bien en sus disciplinas, aunque taban a -la estrecha cuestión académica de la posición de las disciplinas
esto solía imputarse a la juventud y la inmadurez de las ciencias sociales. sociales. La ferocidad de estos debates refleja una preocupación por cues·
Las críticas crecientes de los propios colegas resuhaban más perturba~ tiones más profundas y más generales. Cuando los individuos sienten que'
doras para los profesionales que las críticas de los profanos, porque estas viven un periodo de crisis, cuando los c1m~entos parecen estar crujiendo y
últimas podían desecharse como la obra de marginados frustrados y mal las ortodoxias parecen derrumbarse} se crea un espacio público donde pueden
informados. Presumiblemente se había ganado la batalla' por el reconoci- formularse de nuevo algunas interrogantes básicas sobre la condición huma-
míe~to de las disciplinas sociales como ciencias genuinas. Era razonable na. En este estudio me propongo sobre todo adara.t') explorar o inve~tigar
esperar que una nueva generación de estudiantes profesionales) adiestrados estos temas más fundamentales. Espero poder demostrar que en un debate
en las técnicas cuantitativas y empíricas de investigación más refinadas, ne- que de otro modo podría p'arecer parroquial e interno sobre las ciencias
varan adelante la madmación científica de las disciplinas socia:les. Sin embargo} sociales, se han planteado interrogantes primordiales sobre la natul'aleza de
estos pmfesíonales manifestaron la insatisfacción más intensa y la crítica los seres humanos, lo que constituye el conocimiento de la sociedad y la
más acerba. 1vfuchos de los lideres de los movimientos estudiantiles de pro~ política) la forma en que este conocimiento puede afectar nuestro compor-
testa de todo el mundo eran estudiantes de las ciencias sociales. Su crítica tamiento vital} y lo que es y debiera ser la relación existente entre la teoría
de la sociedad estaba estrechamente unida a' su critica de sus propias y la práctica.
disciplinas. :NIuchos científicos sociales creen que gran parte de la confusión de los
Otros enfoques que se habían juzgado inaplicables, moribundos, refutados años sesenta se ha evaporado feliZlllente en los setenta, en apariencia más
o pasados de moda, adquirieron de pronto una vitalidad nueva. Algunos tranquilos. Quienes consideran la sociedad como un complejo equilibrio di-
temas forjados en las investigaciones conceptuales puras de la filosofía lin- námico que debe entenderse mediante un {(modelo estructural-funcional" o
güística se utilizaron para cuestionar los fundamentos epistemológicos de quienes creen que el enfoque nuevo, más avanzado, de l~s "sistemas general~s"
las ciencias sociales. Los nuevos descubrimientos de la historia y la filoso- nos permite comprender cómo funciona realmente la sociedad, contemplan
fía de la cÍencia planteaban una amenaza para la concepción misma del en retrospectiva el periodo de los años sesenta como una época de tensión
conocimiento y la teoría científicos que habían aceptado los científicos temporal donde hubo de reajustarse el "mecanismo de orientación". Dicen
---sociales como cosa obvia. La fenomenología y la hermenéutica, que 'los em- estos pensadores: dejemos que los críticos ruidosos -cada vez más escasos-
piristas "duros H habían visto con suspicacia como intrusiones extranjeras griten que todo esto es "ideología burguesa". Si somos responsables, serios
"con piel de oveja'), aparecían ahora ante muchos pensadores jóvenes corno y honestos, seremos modestos y realistas en nuestras afinnaciones tentativas,
una fuente de iluminación más genuina y perspicaz' de las relaciones sociales pero firmes en nuestra convicción de que el paciente trabajo empírico au-
que las fórmulas gastadas de quienes se enorgullecían de contar con una mentará nuestro entendimiento científico de la sociedad y fjnalmente resultará'
investigación empírica meticulosa y rigurosa. Resurgió con nuevo vigor mucho más útil para la reforma social eficaz que todos los tratados polémicos
internacional el marxismo, doctrina que ha sido declarada muerta o defi- de los llamados revolucionarios.
nitivamente refutada con mayor frecuencia ql.le cualquier otro movimiento No niego que prevalezca esta actitud, sobre todo entre los profesionales de
teórico o práctico' contemporáneo. las ciencias sociales, ni que tal actitud esté apoyada por razones poderosas.
La impresión inicial que n'os provoca la lectura de lo que se ha escrito Pero espero demostrar que tal jnterpretación de lo que ha ocurrido en los
durante el último decenio en las disciplinas sociales o acerca de ellas es la últimos veinte años está fundamentalmente distorsionada. otra interpre-
dé un caos total. Todo parece estar "prendido con alfileres", Hay escaso tación de lo que ha ocurrido y de lo que todavía se encuentra claramente
o nulo consenso -excepto entre los miembros de la misma escuela o sub~ en proceso. Cuando dejarnos atrás la superficie retórica -cuando separamos
escuela- acerca de los resultados bien estableddos, los pl'ocedímientos de lo correcto de lo errado, lo que está exagerado y lo que está en la mira
investigación adecuados) los problemas importantes, o aun los enfoques teó- de las crecientes críticas de las disciplinas sociales-) podemos discernÍr los
ricos más prometedores para el estudío de la sociedad y la política. Hay grandes lineamientos de un argumento complejo que se está desarrollando:
14 INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIúN
15
una nueva sensibilidad que, aunque todavfi es muy frágil, está conduciendo
como dendas positivas genuinas, Jos·'oponentes han esgl'imido diversos argu-
a una restructuraóón de la teoría social y política. Uso la expresión "argu-
me~t~~ "de imposibilidad", "trascendentes" o "conceptuales" para demostrar
mento" en un sentido doble. En un uso más antiguo, argumento significa
deÍlmtlVamente que no se puede construir tal ciencia social, que la idea
una trama o una historia. Deseo trazar el bosquejo de esta trama y ponerlo
misma de tal ciencia social es una confusión conceptual. No creo que alguno
en primer plano. Pero también me refiero a un argumento en el sentido
de estos. ar~entos de imposibilidad haya tenido éxito algW1a vez, y por
más convencional de un a.rgumento racionaL En 10 que inicialmente parecen
razones hlosoÍlcas creo que no puede existir tal argumento definitivo a priori
líneas de investigación independíente~ podemos detectar pasos o etapas de un
acerca de -la posición epistemológica del estudio de la sociedad.J. Durante
argumento complejo cuyo vigor total es mayor que el de cualquiera de sus
los últimos cien años hemos presenciado reiteradamente el fastidioso ritual
hilos separados. Una teoría política y social adecuada; comprensiva, debe se~
de la presentación de argumentos trascendentes o de imposibilidad acerca de
a la vez empírica, interpretativa y crítica. Lo que entiendo por esto, por que
la verdadera naturaleza del estudio de la sociedad, a la que sigue otra ronda
cualquier otra cosa no es satisfactoria) y cómo se involucran recíprocamente
de al'gumentos contrarías para demostrar la inadecuación de los anteriores:
la investigación empírica, la interpretación y la evaluación crítica. en forma
que no hay obstáculos teóricos insuperables para la construcción de una
dialéctica, es algo que se aclarará a medida que se vaya revelando la trama
ciencia natural empírica, positiva, de los individuos en la sociedad. De esta~
subyacente.
d~sc~siones han surgido algunas consideraciones importantes para el enten-
---Sin embargo) no inicié este estudio con una tesis clara que tratara de
dImIento de las disciplinas sociales, y no estoy sugiriendo que no haya faHas
probar. Púncipié más bien con vagos presentimientos y conjeturas acerca
en la concepción de que las disciplinas sociales son ciencias naturales inma-
de que algunas cuestiones básicas acerca de la acción, la sociedad y la teoría
duras o jóvenes, Pero las ,aseveraciones que contestan a la interrogante del
se estaban planteando sólo para esfumarse en la polémica; y que los criticos
carácter realmente científico de los estudios sociales o de la existencia de
)' los defensores de las ciencias sociales estaban hablando idi~mas distint~s.
alguna característica de la vida social que prohíba la aplicación de las téc-
La primera' tarea era una revisión de 10 que se había convertido en el ob Je~
nicas científicas al estudio de los fenómenos sociales, tienden a oscurecer en
tivo de tanta hostilidad y crítica: la convicción de que las disciplinas sociales
lugar de aclarar, las semejanzas y diferencias fundamentales existentes e~tTe
deb1an entenderse correctamente como ciencias natw'ales genuinas de los las ciencias naturales y las disciplinas sociales. --~""'-_'_'
individuos en sociedad, diferentes en grado pero- no en clase de las ciencias
En primer lugar, traté de recuperar y articular el entendimiento que tienen
naturales bien establecídas. Algunas de las críticas formuladas contra la idea
de su disciplina los científicos sociales ortodoxos, Entiendo por "científicos
misma de una ciencia social modelada de acuerdo con las ciencias naturales
sociales ortodoxos" aquel10s que conciben su disciplina como algo que difiere
son superficiales y a veces tontas. Algunos criticos han escrito ~omo si esta
en ,grado> y n~ en dase, de las ciencias naturales bien establecidas, y quienes
creencia se basara en una falacia simple o simplista; que, por ejemplo, toda
estan convenCIdos de que se lograrán grandes avances si se imitan, modifican
la ciencia social es un positivismo ingenuo~ y dado que el positivismo ha sido
y adaptan las técnicas que han resultado eficaces en nuestro entendimiento
refutado o por lo menos severamente modificado} podemos descartar simple-
científico de la naturaleza. No debemos pensar que la "ciencia sodal orto-
mente las afirmaciones de una ciencia social que descansa sobre cimientos tan
doxa" es más monolítica 11 homogénea de ]0 que realmente es. Como veremos,
falsos, Otros han sostenido que en el fondo de toda la ciencia social se
hay fuertes desacuerdos} no sólo acerca de las características esenciales de la
en~uentra la aceptación de una dicotomía rígida entre el hecho y el :al0.r~ ciencia natural, sino también acerca de las semejanzas básicas entre las cien.
y dado que esta distinción rígida es insostenible) se derrumb~ to~a la Cl:~CIa cías sociales y las naturales. Sin embargo, consideré importante subrayar lo
social. Ha habido un esencialismo latente en algunas de las dISCUSIOnes critIcas
que nos dicen los científicos sociales practicantes conscientes de la metodo-
de las ciencias sociales. Con frecuencia suponen los críticos -y también los
logía) en lugar de concentrarnos exclusivamente en Jo que dicen los filósofos
defensores- que la idea de la ciencia social que aplica los procedimientos de
de las ciencias sociales. La filosofía de las ciencias sociales se ha convertido
las ciencias naturales al estudio de la sociedad y la política involucra la acep·
a menudo en una triste hermanastra de la filosofía de las ciencias naturales
tación de "un gran principio". Si se expone y refuta este gran principio, ~odo
y una excusa para tratar cuestiones epistemológicas generales no relacionada~
el edificio se derrumbará y no habrá necesidad de examinar tos detalles tedIOSOS con lo que ocurre efectivamente en las disciplinas sociales.
de las diversas ciencias sociales.
A un ruvel más sutil, desde que se han propuesto las disciplinas sodales 1 Véase Pra:l'Ís and Action, parte lV, en cuanto a la razón de mi escepticismo
acerca de tales argumentos apl'iorísticos o trascendentes.
16 INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
17
Como-veremos en el capítulo 1,- los científicos sociales ortodoxos están _cQn-
.. cialmente del- papel desempeñado por la::- t"eoría, En· 1-a
vencidos de que su disciplina es una ciencia natural genuina, aunque joven} nueva interpretación t " medida en -que la
a causa de su entendimiento de la naturaleza y la importancia de la teona . . pos empmsta de ¡la ciencÍa ha m dif d
tenduruento de las cienc 'a . l O I c a o nuestro en-
empírica, Por lo tanto) es necesario explorar lo que se entiende precisamente 1 s natura es afecta toda 1 ', . f
las semejanzas v desem ' ,) eva uaClOn m onnada de
por teoría empírica; en qué se distingue de otros tipos de empresas teóricas ,¡ eJanzas eXistentes entre 1 '. .
naturales Es b bl' as CIenCias SOCIales y las ciencias
corno ]a llamada teoría nonnativa; y por qué se considera tan importante . pro a e que nmguna obra haya te 'd ' .
las concepciones recientes d 1 - . . ,. ID o mayor influencla sobre
para la posición científica de las disciplinas sociales, Veremos que a pesar , . e as CIenCIas Soclales que Th St .
tilte Revolutions de Th Kul e ructure 01 Se:.en-
de las marcadas diferencias existentes entre los científicos sociales ortodoxos, que casi no se ha ocupa~:a~ 1 m. [ha~ ed. ~sp. del FCEJ 1982J a pesar de
hay una notable unanimidad en su entendimiento de los aspectos etimoló- fluencia difusa y confusa ~ as ,clendic~cbas soc1ales. Kuhn ha ejercido una ín-
gicos y lógicos de la teona empírica, aunque no hay ningún consenso racional . mejor o lo malo 'd . d
en la fonna en que se ha d 'o . reSl e prllllor ialmente
acerca de lo que satisfaga, así sea aproximadamente, los criterios de tal teoría. n apropIa o sus temas lo t di
y la sociedad. Se ha usado t' d s es u osos de la política
Sólo después de la presentación de una interpretación naturalista de las , o Y es Ira o a Kuhn para a la '
mas dispares, contradictorias entre sí poyar s pretensIones
ciencias sociales podremos evaluar sus ventajas y desventaj'as, sus puntos lu~
,El S~do gran desafío para un' entendimiento n a t ' " ,
minosos y oscuros, Decidí concentranne en tTes orien taciones contemporáneas phnas SOCIales proviene de la fenomenolo ' uralista de las disCl-
que han cuestionado directamente las pretensiones de un entendimiento natu- fundador de la fenomenoloo-f ~a, A~que Edmund Husserl --el
ralista de las disciplinas sociales, Cada una de ellas ha dirigido su critica a o·a contemporanea_ emp ~ , .
examinando los fundamentos d 1 1?' ':~ sus mvestigaciones
los fundamentos de las ciencias sociales, y cada una de ellas ha indicado lo fenomenológicos a todo el de, a. OgIdca y las m~ten:aticas, aplicó métodos
que es en su opinión una alternativa más clarificadora para el estudio de la ' .
disclplmas om:uuo e la expel1encla h E
sociales Husserl se . t b " umana.. • ntre las
sociedad y la política, 1 ' . lD eres a a mas dIrectamente en 1 . 1 '
en as razones de los Í!°acasos de la sicolo' , . a pSlCO og:xa,
La primera se basa en la filosofía analítica, sobre todo en "el giro lin~ de colocar la icol ' . P g:ta tradlcIonal y en la necesidad
ps OgIa sobre una flIme base feno 1"
güístico" asumido por Ludwig \Vittgenstein y J. L. Austin. Ninguno de estos se desarrolló su filosofía la natural d l' meno ogIca. A medida que
filósofos estaba primordialmente interesado en las disciplinas sociales, o Iutamente esencial para el, e z a e a mtersubJ'etividad 1" b
t d· ' . se VO VIO a SO-
siquiera en la importancia de sus investigaciones para la teoría social. Pero
o en en illllento mlS1ll0 de la feno l'
Sm embargo fueron los 'd d meno ogla,
, segw ores e Husserl q , .
muchos pensadores que han sido influidos por ellos han sostenido que el plicaciones de la fenomenolo ' d" Ulenes exammaron las im-
gla para escnbIr y ent d la'd .
nuevo entendimiento de la complejidad del lenguaje, sobre todo el lengu~je toda su complejidad. Alfred Schutz ori ' , en er VI a SOCIal en
de la acción, refuta las pretensiones de los científicos sociales acerca de la Weber de la sociología iLlterpre~' gmdahnen~e mteresado en la noción de
naturaleza" la descripción y la explicación de la acción. Han sostenido que uva, escubn6 en Husserl t b'
en Be1"~on- las herramientas int 1 t a l "
.1

-y am len
hay algo irremediablemente enado y conceptualmente confuso en el esfuerzo 1 f e cc u es requendas par 1 el '6
os undamentos fenomenológicos de las disci . , a a a araCl n de
incesante por forzar la descripción y la explicación de la acción hwnana en sofos tales como l'vfaurice Merleau p pplinas socIalles, En Francia, filó-
- onty y aul Rlcoeur - ,
el marco de la ciencia natural empíl'ica. en gran medida a Husserl tratar d d"' , qwenes recurneron
'
f enomenología a entender la real'd d on e lSCel'fllr cómo odri d
Además~ una de las áreas más importantes) controvertibles y dinámicas . 1 . P a ayu amos la
de la investigación filosófica reciente entre los filósofos analíticos ha sido d ores -sobre todo el filósofo 't 1" I a E SOCla " ReClenteme n t e, vanos '
pensa~
I alano 'nzo Pacl han b d
la historia y filosofía de la ciencia, En los últimos decenios ha habido una de Husserl y l'vfarx. Lo que result " ,- usca o una síntesis
. a qwza mas notable ace d L •
virtual revolución en nuestro entendimiento de la "imagen de la ciencia", Cla de la fenomenología sobre J di,' l.i . fea e Le'l mf]uen-
, 1 as SClp nas SOClales es el he h d '
por lo menos cuando se la compara con el llamado entendiniíento ortodoxo de glna mente tuvo escaso efecto sobre el t b ' , . . c o e que or]~.
la ciencia invocado por los positivistas y los empiristas lógicos. La mayor 'Ir d ra aJo empITlCO' SIn embar l'
1.1 unos os decenios ha ejercido una. 'fI . ,) go, en os·
, , . In llenera VItal sobre la' tí' ,
parte del trabajo realizado en el campo de la historia y la filosofía de la emplnca, sobre todo en el campo de J ' 1 ' mves gaclón
ciencia se ha referido a las ciencias naturales, pero es obvio que tiene conse~ . d a SOCIO og:ta Hay un m ' .
Clente e sociólogos y etnometodólo o f '" OVl1D1ento cre~
cuencias importantes para las ciencias sociales, La defensa misma de una y en Inglaterra quienes a m d g s heno~en~log:tcos en los Estados Unidos
interpretación naturalista de las ciencias sociales depende de un claro enten- E 1 tercer gran' desafío paraenu o se an mspnado en H 1
la teo ' , , ussef y en Schutz,
dimiento de las carac.teI'Ísticas primordiales de las ciencias naturales, y espe~ , 'f' Tia empmca y para la " ,
Clenti leos sociales ortodoxos d ' . .' conVlCClon de los
e que sus dISCIplInas se están convirtiendo en
18 INTRODUCClé)N INTRODUCCIóN 19

_ciencias naturales bien desarrolladas, provino de .'Í'l.__ Es~uela de Francfo~,t_ mejor encajaban los fragmentos. Gradualmente se- aclaró que- no encaramos---------------
de teoría crítica. El nombre de "La Escuela de Francfort" se difundió am~ una miscelánea de puntos críticos y argumentos particulares provenientes
pljamente después de la segunda Guerra Mundial y Sfi identificó con un de posturas no relacionadas. Mi entusiasmo aumentó cuando descubrí que,
grupo de pensadores asociados al Instituto de Investigación Social, fundado a pesar de las tensiones y los conflictos, hay una coherencia mucho mayor
en Francfort en 1923. La mayoría de los miembros del Instituto, incluidas de lo que hahía pensado al principio.
las figuras centrales de Horkheimer, Adorno y Marcuse, se vieron fuerte- Por ejemplo, cuando exploré las varias críticas de los fiIOsofos analíticos
mente influidos por Hegel y por :Marx. Durante el periodo de su exilio de de las ciencias sociales, me pregunté cuál era el entendimiento alternativo del
Alemania -que correspondió al periodo más creativo del Instituto-, estos conocimiento social que estaban proponiendo. Estos críticos volvían una. y
pensadores trabajaron colectivamente en los fundamentos de una teoría otra vez a ciertos temas que siempre han sido centrales en la tradición de la
crítica de la sociedad que buscaban como una alternativa a la ciencia social sociologia interpretativa y ·la fenomenología. Por lo tanto, era natura1 que
burguesa, por una parte, y aJ marxismo estalinista doctrinario. por la otra. investigara si la fenomenología ofrecía una explicación más clara del enten-
Cuando se fundó el Instituto, uno de sus fines era la investigación empírica; dimiento y la interpretación de la realidad social. Además,' a pesar de los
durante su residencia en los Estados Unidos, se dio a conocer sobre todo marcados desacuerdos existentes entre los empiristas "durosu , sus críticos ana-
por su estudio sobre la personalidad autoritaria y la sociedad de masas. Pero. líticos y los fenomenólogos, había ciertos supuestos estructurales comunes.
sus miembros siempre contemplaron con desdén y suspicacia profundos las Estos pensadores proponían una concepción de la teoría y del papel del
tradiciones anglosajonas del empirismo y el pragmatismo norteamericano. teóric9 que se aproximaría al ideal del Qbservador des~teresado que explica,
Tras el retorno a Alemania en 1950, el más prominente y controvertido entiende, interpreta o simplemente describe lo que es. Pero este entendi-
de los pensadores surgidos del Instituto fue JÜIgen Habermas. Al revés de lo miento de la teoría y del teórico contenía dificultades y problemas insolutos
que ocurre con los antiguos miembros del Instituto, Habermas tiene un que no se ponían de manifiesto. Estos mismos problemas, y sus ramificaciones,
entendimiento más sutil y comprensivo de los desarrollos recientes de las son la fons et O'I'igo de .la teoría crítica de la sociedad.
ciencias sociales, la filosofía analítica de la ciencia, y la filosofía del lenguajf" Cuando realizaba esta investigación, un pasaje famoso de la Fenomenología
y la lingüística teórica. Habermas ha revisado los fundamentos de la teoría de la mente de Hegel me venía constantemente a la mente. En la Introduc-
crítica y ha tratado de desarrollar una teoría social comprensiva que sea una ci6n a la Fenomenología. Hegel describe cómo se aparecen inicialmente entre
síntesis dialéctica de los temas empirista~, fenomenológicos, hermenéuticos y sí -la Wissenschaft, o sea la comprensión científica completamente sistemá-
marxistas-hegelianos. Como Schutz y muchos filósofos analíticos postwittgen:' tica de lo que es, y Das Natürliche Bewusstsein~ o conciencia natural. Desde
steinianos, Habermas ha criticado explícitamente las ciencias sociales como la perspectiva de cada una de ellas, la otra apare~e invertida. Advierte
las conciben y practican los científicos sociales ortodoxos, ha explorado ala. Hegel:
gunas cuestiones epistemológicas que se encuentran en la base de -nuestro en-
tendimiento de la realidad social y ha iniciado la difícil tarea de la elaboración La ciencia no puede rechazar simplemente una forma del conOCllruento
de una alternativa. al entendimiento naturalista de las ciencias sociales; que no es cierta, y tratar esto como una visión común de las cosas, y
En virtud de que cada una de estas orientaciones se finca en los movi- luego asegurarnos de que ella misma es una clase de conocimiento ente-
mientos filosóficos que han modelado profundarpente la conciencia moderna) ramente diferente, y afirmar que la' otra no importa en absoluto; ni puede
y dado que cada una de ellas trata de mostrar las fallas del cientificismo que apelar al hecho de que en esta otra haya presagios de algo mejor. Al
ofrecer esa seguridad declararla que su fuerza y su valor residen en su
domina nuestra época -un 'cientificismo que tiene consecuencias teóricas )'
mera existencia; pero el conocimiento falso apela también al hecho de
prácticas perniciosas-, he decidido examinarlas en deta·He. Pero nunca traté
su existencia, y nos asegura que la ciencia es nada para él Sin embargo,
de escribir una mera, reseña, ni de asumir la postura de un árbitro supues~ nuestra- seguridad hueca tiene justamente tanto valor como cualquier otra. 2
tarnente neutral que anote puntos para un bando o el otl'O. Mi objetivo prin-
cipal es la elaboración de una perspectiva desde la que podamos integrar 10 Aunque rechazo la pretensión de Hegel de que hay o puede haber una
que hay.a de bueno en estas orientaciones contrapuestas y rechazar lo que Wissenschaft final completa, podemos extraer de este pasaje una moraleja
sea inadecuado y falso.
A medida que avanzaba más entre este conjunto múltiple de materiales, 2 The Phellomenology 01 Milld, pp. 134-135.
20 íNTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN 21
muy importante, --pertinente para-esta investigación.--En -las disputas-acerca
de la posición de las disciplinas sociales, sobre todo las que se basan en scitmces humaines, me en corriente:-; cllJZadas entre feno-
diferentes puntos de vista filosóficos} pareceIÍa que nos enfrentáramos menólogos, estructúralistas, posestructuralistas. y los nuevos defensores de
a Huna seguridad hueca" que tiene "justamente tanto valor como cualquier una semiótica comprensiva. En cambio, si 'estuviese escribiendo para un
otra» . Los pensadores contrarios escriben y actúan como si su punto de auditorio alemán y centroeuropeo, tendría que examinar las diversas for-
vista fuese el único correcto y los demás no tuviesen "ninguna importancia mas del marxismo> la hennenéutica, la filosofía Existen:::, y la fenomenologi3
en absoluto". Para escapar de esta clase de escepticismo intelectual debemos que han moldeado las discusiones de las cuestiones vitales. En los Eirtados
tratar de determinar cómo el examen de una posición -lo que llama Unidos, y en menor medida en otros países anglosajones, existe una fuerte
Hegel una forma o configuración de la conciencia- con plena in,~egridad> tradición natUl"aIista de las ciencias socia:les. Muchos practicantes no han
el entendim.iento de esta posición en sus propios términos, y su explora- vacilado en hablar de la ciencia social como una disciplina <'norteamericana"!
ci6n para localizar sus fallas y sus conflictos internos, pueden llevarn..os a y se han enorgullecido de su rompimiento COll las investigaciones más es-
Wl entendimiento más adecuado y comprensivo. Éste es el movimiento peculativa{i y filos6fica'i. Aunque exploraJ'é Ja importancia de la fenomeno-
dialéctico que llama Hegel el paso de la Gewissheit (certeza) a la Wahrheit logía y la teoría crítica de la sociedad -ambas <lnaigadas en las trad5-
(verdad). Hay una verdad por descubrir, algo correcto en cada una de las ciones continentales-, he introducido su discusión en los puntos donde
formas de la conciencia exploradas por Hegel; la tarea consiste en la ilu- pretenden conegír las inadecuaciones de un. entendimiento naturalista de
minación de esta "verdad"} lo que requiere que se demuestre lo que es las ciencias sociales.
falso y abstracto en estos varios momentos, y que se avance luego a una . Más importante aún -aunque necesitaría uno o dos volúmenes espe-
comprensión más adecuada. cmles para demostral'lo- es el hecho de que Jos mismos problemas básicos
Por analogía, entonces, en nuestro estudio de los entendimientos 11.vrues que se ponen de relieve en los debates anglosajones acelTa de 12 naturaleza
de la teoría politica y social, es esencial la comprensión de cada uno de de las ciencias sociales y el papel de 1a teoría ocupan un Jugal r.entraJ en
ellos desde su propia perspectiva interna. o auto entendimiento, para ver las investigaciones continentales de las scicnccs /wmaincs v la CeÚtesu.ús-
así cómo sus dificultades internas nos llevan a comprender su falsedad o sen.scJwften. Difieren manifiestamente las opciones vivas q~e se toman en
unilateralidad y su verdad. Hegel nos enseña también que toda reflexión seno y las formas de! discuf5o. pero hay preocupación por los mismos
!lena debe principiar por 10 que tengamos frente a nosotros; es jnútil· problemas primordiales. .
comlenar la visión común' de las cosas como algo carente de importanci~. Aquí y a lo largo de este estudio hablo de las «ciencias sociales" v los
Es por esto que he principiado por una investigación de un entendimiento "estudi?s sociales". Ya he prevenido contra los peligros de un esenciaÍismo
naturalista de las disciplinas sociales y su hincapié en la teoría empírica. ~a' ~ne~tado que no haga justicia a la diversidad y complejidad de las
Porque ésta es todavía -a' pesar de numerosos ataques- la visión común investIgaCIOnes convencionalmente agrupadas bajo estos nlbros. Para elu-
de las cosas. dir la superficialidad. me he concentrado en JO.'5 campos de la sociolouÍa
En un estudio que trata tantos pensadores y un material tan diverso y la politologÍa. Tradicionalmente se han planteado en- estas disciplinas laft
como éste, siempre pueden plantearse interrogantes acerca del principio cuestiones primordia1es acerca de la naturaleza r la posición de las ciencias
de selección. Estoy muy consciente de la graIl cantidad de material per- sociales, y Jo que sigllificael conocimiento de la sociedad y la política.
tinente que no he discutido, y de las numerosas rutas alternativas que pude Pero en todo momento trataré de demostrar que lo que digo acerca de
haber seguido. La lógica de mi selección de problemas y temas se aclarará estas disciplinas se aplica a todo el conjunto de las ciencias sociales. '
a medida que avancemos, pero aquí puedo ofrecer una explicación preli- Debo hacer otra advertencia. He titulado esta investigación "La restructu~
minar. Este libro está escrito primordialmente para quienes están frunilia- ración de J~ teoría social .~ pOlítica": pero hay gran '-confusión lingüística
rizados con la.. tradiciones intelectuales anglosajonas y han sido modelados -que refleJa una confuslOn sustanhva- acerca del sianifícado de '¡la
, . 131 "1 " -'. ,"
teon~ ~OCIa.
Ll
por ellas. Hago hincapié en esto porque la discusión contemporánea de las y. a teona pohtica . A veces se usan estos términos para
disciplinas sociales, sciences h'umaines) o Geisteswissenschaften, ha asumido refenrse pnmol'd¡almente a especulaciones filosóficas acerca de la natura-
muchas formas diferentes en diversos contextos culturales. Por ejemplo, si leza de la sociedad y la política. 1vIás recientemente, sobre todo a resultas
me ocupara de las discusiones sostenidas recientemente en Francla sobre las del creciente ínte~és por la teoría empírica, se utilizan estos ténninos para
denotar las teorías empíricas acerca de los fenómenos sociales y políticos.
22 INTRODUCCIÓN INTRODUCClóN 23

1ll.9-yorÍa de los científicos sociales ortodoxos reconocen una distinción Quiero concluir estas observaciones introductorias situando esta inves-
entre la sociología y la politólogía, pero esta distinción se basa en 105 tigación dentro de mis propias experiencias y convicciones personales. Estas
diferentes tipos de variables examinadas, o los pl'Oblemas típicos explorados, experiencias personales hqn siqo compartidas por muchos pensadores que
en estos campos diferentes. En la medida en que ambos campos aspiran a la tratan de pensar claramente acerca de los fenómenos sociales y políticos,
madurez científica y a las teorías explicativas verificables, bien formuladas, y de relacionar sus pensamientos más profundos con sus modos de vida.
no hay diferencias esenciales o categóricas entre lo "social" y lo "político". Los pensadores contemporáneos del mundo anglosajón no pueden subestimar
Es análoga la dístÍncÍón que se establece entre la' física y la química. ASl b medida en que sus peilsamientos actitudes, creencias y aun sentimientos
j

como hay muchas áreas de yuxtaposición y de fecundación cruzada. en estas han sido moldeados por las tradiciones empiristas, científicas y pragmá-
ciencias naturales, ocurre lo mismo en la sociología y la politología". ticas, aun cuando reaccionen en su contra. Estas tradiciones tienen grandes
Sin embargo) simpatizo con los pensadores que, como Hannah Arendt virtudes que no pueden descartarse "a la ligera. En su mejol' aspecto J estas
y Habermas, han examinado la historia de los conceptos de lo "sa- tradiciones han insistido en la claridad y el rigor. Han luchado por el
ciar' y lo "político H , y nos ha.n mostrado no sólo que estos conceptos se ideal de las verificaciones y las críticas públicas e intersubjetivas, donde
aplicaron alguna vez a fenómtl:nos cat.egóricamente distintos sino también toda pretensión de conocimiento se reconozca como falible y sU,Íeta a poste-
que las disciplinas que estudian estos fenómenos tenían oh jetivos diferen tes.:; riores investigaciones. Ha habido un escepticismo sano hacia la especulación
Sus investigaciones no se limitan a la historia de los cambiantes significados desbocada y el pensamiento oscurantista. Estas virtudes intelectuales se han
de estos conceptos. Nos han mostrado la importancia de la revolución ligado estrechamente a fas virtudes morales y políticas. Se cree que el
conceptual que ocurrió cuando los modernos llegaron a considerar el estu- conocimiento empírico sólido puede ayudarnos no sólo a escapa.r de la
dio de la sociedad y la poHtica como algo básicamente similar y homogéneo, superstición y el prejuicio sino también a realizar una acci6n ilustrada.
que difiere primordialmente en los tipos de las variables examinadas. lnde· Pero muchas de estas creencias que generaron tan altas esperanzas y expec-
pendientemente de las también se perdió algo vital, o- mejor tativas en los pensadores de la Ilustraci6n se han frustrado. Parece habel'
dicho~ se suprimió. En esta revolución conceptual moderna ha una progresi6n natural de los tempranos ideales de la Ilustración a los
conducido al olvido del entendimiento clásico -especialmen te el aristoté- modos de pensamiento positivistas y empiristas contemporáneos. Lo que una
lk"O- de ia política y la praxis. La disciplina de la política no se vez fueron grandes ideas liberadoras se han convertido en sofocantes camisas
vez como un estudio teórico del funcionamiento del sistema pol.ítico~ de fuerza. Hay un nihilismo oculto en la dialéctica de este desarrollo
sino como una disciplina que tiene como su telas un fin práctico: la que los pensadores anglosajones a menudo no han afrontado honestamente.
conducción de una vida buena y j'usta en la Para muchos científicos La historia de la vida intelectual de los últimos doscientos años ha impuesto
sociales, esta concepción de la política parece ahora apócrifa, por noble restricciones cada vez más severas a lo que puede considerarse como cono-
e inspiradora que h~ya sido. Creen que refleja la confusión exÍstente entre cimiento genuino y ,a los límites del argumento racional. En su Tractatus J

el hecho y el valor} entre lo empírico y lo n01."Iuativo, que presumible- Wittgenstein llevó esta dialéctica a su conclusi6n inevitable ~ que en tér-
mente ha inhibido el desalTollo científjco del estudio de la sociedad y la minos estrictos no podemos hablar siquiera acerca de los valores con
política. En el capítulo IV explo-raré lo que está en juego cuando se distingue algún sentido) porque los valores caen fuera del mundo de los hechos
entre lo HsocialH y lo "político", porque afecta directamente la comprensión y de las proposiciones significativas acerca de estos hechos.
de la función crítica de la teoría. En realidad, no podemos retornar al El movimiento del pensamiento reflejado en esta dialéctica ha tenido
entendimiento clásico de la política. Pero creo, como Habermas, que el pro- profundas consecuencias teóricas y prácticas, sobre todo en el estudio de la
blema fundamental de hoyes la conciliación del objetivo clásico de la sociedad y la política. Por una parte, se nos dice que no podemos volver
política -permitir que 105 seres humanos lleven vidas buenas y justas en una la espalda a la progresión incesante de la ciencia, que nuestra tarea, como
comunidad política- con la demanda moderna del pensamiento social, teóricos es la interpretación del mundo, es decir, el ofrecimiento de exp1i~
que es el conocimiento científico del funcionamiento de la sociedad:.! . caciones teóricas de los hechos que satisfagan los criterios rigurosos del
conocimiento científico. Todavía se defienden verbalmente los ideales de la
s Véase a Hannah Arendt, Tlle Human Conditioll; y JÜ1'gen Habermas, Tlzeory
Ilustración, pues se nos dice de continuo que, a medida que acumulemos
and Practiee,
-! Jürgen Habermas Th80'f'j and Practice, p. 44.
j
conocimientos empíricos, podremos involucrarnos mejor en la acción y la

228976
INTRODUCOIÓN

refonna social ilustradas. Pero por otra parte se ha puesto en tela de duda
la posibilidad misma del discurso racional acerca de lo Q.ue sea ilustrado
l. LA TEORÍA EMPíRICA
y lo que sea mejor. Se nos dice que tal discurso no sólo se encur:ntYfI
fuera del dominio de la ciencia} sino fuera también de' cualquier forma de
argumento racionaL Presumiblemente} en último análisis) todas las posicio- Uno de los supuestos de la vida intelectual
nes de valor son subjetivas) arbitrarias) e igualmente injustificables. No hay de nuestro país es que debe haber entre
procedimiEntos de decisión racional que sean suficientes para juzgar entre nosotros algunos hombres a quienes conside-
orienta~iones de valor opuestas., remos filósofos políticos. Filósofos profesío.
Los -problemas y las tensiones resultantes no son meramente illtelectuale<:.. nales, sensibles al cambio filosófico, deberán
Afectan las fonnas en que pensa.mos acerca de nosotros mismos en el ocuparse de las relaciones políticas y socia·
mundo y conducimos nuestras vidas. Du~ante los afias sesenta, esta expe- les en el nivel de generalidad más amplio
riencia fundamental de autoalienación y crisis fue compartida por mucho::;. posible, .. Durante trescientos años de nues-
Algo estaba eiTado en la.s formas prevalecientes de la realidad
tra
historia ha habido tales hombres que ego
cTlben eri inglés, desde principios del si-
social y política, y en las foonas establecidas' del pensamiento a ese respecto. glo XVlI hasta el siglo xx, desde Hobbes hasta
Se volvió crítica la disparidad existente entre lo que se nos había enseñado a Bosanquet. Parecería que ahora no los tene-
aceptar como las formas más refinadas del conocimiento humano y lo que mos ya. La tradición se ha roto y nuest1'O su-
sentíamos en nuestro "fuero internaD. Hubo excesos durante este puesto ya no es válido) a menos que pen-
periodo, y muchas vacilaciones. Pero no semos que' la tradición está a punto de
grave. Muchos a sentir la necesidad de un entendimiento más pene~ revivir .. Por ahora, de todos modos, la fi-
trante de 10 que había salido mal, o de ]a forma en - que la' camisa' de losofía política está muerta.
fuerza del pensamiento establecido había l1egado a' dominar la vida humana, PETER
No- bastan la protesta superficial y la polémica, Lo, que se' I'equiere es 'tilla
crítica que trate de llegar a las ra.Íces ;' una revisión de lo que
vivir una vida. racional; y 'una relación de la teoría con la práctica, Es la
historia de esta rebelión lo que quiero narrar en este trabajo, una historia Todo el conocimiento científico maduro es
teórico. Evidentemente, esto no significa que
c.uya conclusión: no se ha decidido aún,
los hechos no importen ... Los hechos deben
ordenarse en alguna forma para que poda-
mos advertir sus conexiones, Cuanto mayor
sea el nivel de generalidad del ordenamiento
de tales hechos, mayor será el alcance de
la explicación y el entendimiento ...
Es claro que si la politología pudiera llegar
a tal teoría general, nos dada un entendi-
miento profundo y extenso de la vida polí-
tica. En consecuencia, no hay necesidad de
indicar que tal teoría sería conveniente a
causa de su utilidad. Lo único que no es evi·
dente es que la fonnulaci6n de tal teoría
es un paso posible y necesario en el camino

1 Philosoph'j', Politi!:! and Societ'J' (prlmera :!crÍe L comp. Peter Ladett} p. vii.
25
LA T.EORíA ·EMPIRICA 27
26 LA TEORiA EMPíRICA

teoría atenuaría también la segunda


que conduce al conocimiento confiable y
preocupación: el temor de que se tomara a
perceptivo acerca' de la política.
los politólogos por ideólogos políticos. Por-
En los horizontes de la investigación po-
que tal teoría habría de ser enteramente di-
lítica que ahora se realiza en los Estados
ferente de la teoría política "tradicional";
Unidos, no puede verse tal teoría.
habría de ser empírica y descriptiva, no
DAVID EASTON J 19532 moral y prescríptiva. La meta era la crea-
ción de un cuerpo de teoría científica de·
bidamente validada, no la producción de
ideología.
Entre los numerosos motivos que impulsa-
H ALAN RYAN, 1972~
ron la llamada "revolución conductista en
la po litología, dos preocupaciones grandes y
potentes han desempeñado un papel impor-
tante. Ambas han persuadido a Jos politólo~
LA INFLUENCIA POSITIViSTA
gas a alejarse de la enseñanza. tradicional
de la politolog.ía, y ambas han persuadido
a los practican tes de la nueva politología ESTAS pagmas reflej'an la opinión prevaleciente durante los años cincuenta
de que su. nueva ciencia habría de ser una acerca del estado de la filosofía política y la politología. También proveen
más de las ciencias naturales . . . La prime- una perspectiv.<'\¡ para la exploración de la naturaleza y la importancia de
ra preocupación fue el temor de lo que la teona empírica en las ciencias sociales. Aunque se refieren a la filosofía
llamó David Easton, en The Politícal System, política y. la politología podríamos citar pasajes similares que reflejan las
j

el "hipe rfac tismo" . Los politólogos se ha- mismas actitudes lntelectuales en todo el campo de las ciencias sociales. Ha
bían vuelto muy a menudo meros compi- sido diferente el ritmo del desarrollo, pero todas las ciencias sociales han
ladores de hechos referentes a los sistemas
experimentado durante' el siglo ·xx una declinación de la reflexión especu-
pol.íticos J sobre todo hechos referentes ajas.
lativa y filosófica, y un aumento del optimismo acerca de los resultados
minucias de las constituciones. Nadie ne-
gaba la importancia de los hechos j en efecto, que podrían esperarse en cuanto se lograra un firme fundamento científico
se admitía. ampliamente que una politología y empírico.
desarrollada demandaría mucha más infor- La declaración de Laslett en el sentido de que "Por ahora, de todos
mación fáctica de la que ahora poseemos. modos, la filosofía política está muerta'\ resultaba provocativa pero pa-
Pero se reconocía que las ciencias físicas reGÍa ser la pura verdad. No podríamos citar un solo filósofo contemporáneo
desarrolladas y prestigiosas distaban mucho cuyo pensamiento político y social" mostrara la amplitud de Hobbes, Locke,
de ·ser compilaciones de hechos, y se advir- Bentham, o los Mills. Ningún contemporáneo desplegaba el poder} el alcance
tió que, en sí mismo, el apego a los hechos y la profundidad de Mon tesquieu, Rousseau) Hegel o lvfan::. Laslett tenía
resultaba enteramente inadecuado para ge- razón: la gran tradición se había roto, aunque sugiócra débilmente que
nerar algo que pudiera aspirar al nombre podría revivir.
de ciencia poHtica. La cura del "hiperfac· Pero esto no ocurría por razones superficiales ni por falta de genio crea-
tismo" habría de ser la creación de un
tivo. El rompimiento de la tradición parecía ser la consecuencia inevitable
cuerpo teórico organizado, porque sólo la
teoría nos pennite clasificar y evaluar la im- de actitudes intelectuales profundamente arraigadas y prevalecientes en la
portancia de los datos fáctÍcos adquiridos vida cultural anglosajona. Pocos . pensadores anglosajones han sido positivista~
por el experimento y la observación. Pero
3 Alan Ryan, "'Normal' Science or Political ldeology?'\ Philosophy~ Politics and
Society (cuarta serie), p. 86.
2 David Baston, The Political System, p. +.
LA TEORiA EMPíRICA 29
LA TEORíA EMPíRICA
concepClOn menos extrema de que el. análisis filosófico- puede aclarar por
en el se~tido estricto de Comte o del Circulo de Viena} pero el tempera~ lo menos los usos de los térnlÍnos y discursos normativos. La ética debía
l~ento positivista ha ejercido una influencia profunda sobre ellos. B..;islc.a- ser desplazada por la metaética. El filósofo debe elucidar el discurso
mente, el temperamento positivista só)o 'reconoce dos modelos dd cono- ético, no hacer pronunciamientos nOImativos, Lo mismo ocurriría, presu-
cimiento legítimo: las ciencias empíricas o naturales y las disciplinas formales miblemente, con el discurso normativo apropiado paTa la vida social y
tales como la lógica y las matemáticas. Todo lo que no pueda reducirse a política, Digo "presunúblemente" porque, si bien es cierto que se dedicó
esto, o que no pueda satisfacer los criterios severos establecidos por estas gran energía intelectual al estudio de la metaética, casi no había ningún
disciplinas, debe verse con suspicacia. Existe la tarea del análisis, el trabajo interés seno en las cuestiones sociales y pol1ticas entre los filósofos influidos
de aclarar las carac.terlsticas distintivas de estos modelos, pero el análisis por el positivismo lógicp y el empici5mo lógico. Compartían estos filósofós
mismo es una disciplilla de segundo orden} un parásito que vive del primer la creencia prevaleciente a la sazón en el sentido de que, una vez aclarados
orden! el de las ciencias empíricas y fonnales. los problem.a.s realmente difíciles de la epistemología y ]a podrían
Pocos científicos sociales están dispuestos a que el estudio de la aplica.rse estos resultados a otros pro,bletmao.
filosofía: política y social no tiene ningún valor. Tal estudio hMórÍco podría La situación no c<;lmbió al principio ni siquiera con la revolución del
ampliar nuestra perspectiva, sugeriT hipótesis empíricas para su verificación, ordinario" ocurrida dentro de la filosofía analítica. En la pri~
y ocasionalmente revelar observaciones agudas que puedan rescatarse. Pero mera oleada del mov.imiento del lenguaje ordinario huoo ataques severos
el problema de estos grandes sistemas filosóficos es su t.endencia a con- contra el cientificismo excesivo del positivismo ortodoxo y una sensibilidad
fundir el hecho
¡-
con el ----...
va.lor, los ..juicios descriutíyos
~
con los prescriptívos.
~
creciente ante la complejidad, diversidad e inconvertibilidad de diferentes
Cualquiera que pueda ser el valor de tal estudIO} estos sistemas tradicionales fonnas del lenguaje, así como un entendimiento nuevo del análisis filosó-
no se prestan a una formulación sistemática, rigurosa, que su fico. Ahora podríamos afitmar que el discurso moral --o el discurso nor~
n~rifícación empírica. mativo, en términos más generales- no era defectuoso porque dejara de
Los científicos sociales ortodoxos llegaron a contemplar la historia de 3atisfacer los cánones del disctrrso científico. El discurso moral exhibe su
I'>U3 propias disciplinas con las lentes del positivismo. optaron por la pmpia estructura, su propia gramática y sus propi,as reglas. El filósofo
teoría de la "separación". en cuyos términos podía compararse 10 que estaba debe elucidar y explorar este discurso y aclarar los matices sutiles de Jos
ocurriendo en el siglo xx con 10 que había ocunido en los siglos XVI r témrinos morales. Pero los filósofos del lenguaje ordinario compartían con
XVII, cuando se separaron las ciencias naturales y físicas de la tl'a- . sus oponentes más indinados hacia el positivi¡:;mo la convicción de que la
dieión de la filosofía natural. Las consecuencias potenciales de esta nueva tarea filosófica adecuada es la elucidación del discurso moral, no la. fonnu-
era científica de las ciencia.s humanas no serían menos importantes que lación de aseveraciones nonnativas disfrazadas ni la: justificación especiosa.
las ocurridas ya en las ciencias físicas. Otros se inclinaron por la teoría También aquí se consideraba la filosofía como una di~ciplina de segundo
de la '(continuídad'\ que consideraba el nuevo enfoque científico como la orden, aunque extremadamente importante.
realización de la promesa latente de la tradición iniciada, por Platón y Aris~ En suma, se había roto la tradición de la filosofía politica y social
tóteles. Ambas versiones consideran que la historia de la vida intelectual 'porque los desarrollos más refinados y ngl,ll'OSOS de la filosofía anglosajona
pasa por la edad oscura de la especulación teológÍca, metafísica y filosófica; habían demostrado supuestamente que no hay, ni podría haber, ningtU1a
y emerge en el triunfo de las ciencias positivas. disciplina racional de esa clase que genere un conocimiento genuino, Por
El entendimiento que tenían los científicos sociales de sus propias dis- supuesto, los científicos sociales ortodoxos no lamentaron la desaparición
ciplinas se reforzaba por lo que estaba ocurriendo en la filosofiá. Una vez o separación de esta tradición. Por el contrario, la falta de desarroUo cien-
a.fianzado el trío de los primeros positivistas lógicos -lo analítico, ]0 tífico de sus propios ~ampos se atribuyó con frecuencia al influjo inhibitorio
sintético, o lo carente de sentido-) no había un lugar iegÚimo para la filo- de esta tradición y a: las confusiones conceptuales que alimentaba acerca de la
sofía social y política. Había necesidad de desmantelar ~se grandioso edi- distinción categórica existente entre la teoría empírica y la teoría normati\ra.
ficio: separarlo en sus componentes empíricos (sintéticos) y definitorios En su Critica de la razón P'UTa, Kant había descrito con perspicacia
(analíticos) adecuados. Las actitudes acerca de los aspectos normativos la forma en que las matemáticas '! las ciencias n::t.turales habían experi-
de tales disciplínas variaban desde la postura más extrema y agresiva, de mentado revoluciones conceptuales que las transformaron en ciencias ge-
que todo ese discurso carece de sentido o es a. lo sumo emotivo, hasta la
LA TEORÍA EMPÍRICA 31
30 LA TEORíA EMPIRICA

nuinas; --Una:- vez - ocurrida esta- -revolución, las ciencias naturales-- exhibieron
las características de las disciplinas que maduran progresivamente e invo-
lucran el crecimiento del conocimiento humano. Los científicos sociales Una de las mejores presentacjones contemporáneas breves de la poslclon
ol'todo~os creen que ha venido ocurriendo, durante el siglo xx} una revo- científica de las disciplinas soóales aparece en el libio de Robert lvIerton
lución análoga en el estudio científico de los individuos en todas sus com- Social Theory and Social Structure 5 [hay ed. esp. del FCE, 1980]. En virtud
plejas relaciones humanas. Clal"k Hull expresó en 1943 este sentimiento de que Mertori es un teórico social que ha contl'ibuido considemblemente a
colectivo de lo que estaba ocurriendo, y este optimismo acerca del desarro- la investigación sociológica y revela' un conoclmiento detallado del alcance
llo futuro de las ciencias sociales o conductlstas: de las ciencias sociales" y' una conciencia histórica de su desarrollo, su presen-
tación de la teoría constituye un excelente punto de partida para una inves-
... hay razones para esperar que en los proxlmos ~ien años se ~b~erve tigación de la tea,ría empírica. NIcrtan ha sido siempre un intelectual :mo-
un desarrollo sín precedentes en este campo. Una razon para el optuTIlsmo derado, y durante los años cÍnLuenta 'su concepción de las ('teorías de alcance
a este respecto se encuentra en la tendencia creciente, por lo menos entre intennedio" sirvió como un credo que podían adoptar tranquilamente muchos
los - norteamericanos, a considerar las ciencias "sociales" o conductistas clentíficos sociales diversos.
como ciencÍas naturales genuinas y no como Geisteswissenschaft. Estrecha- l'vlerton afronta el desafío de la explicación del desarrollo inmaduro de
mente unida a esta tendencia se encuentra la práctica creciente de excluir las ciencias socia.les pór comparación con las ciencias naturales. Sostiene
las consideraciones lógicas, folklórÍGas y antropomórficas de la lista de
que la comparación del' estado actual de las ciencias sociales! en particular
factores explicativos que presumiblement.e son ante to.do conductist.as .. En-
el de la sociología, con el de la física ' contemporánea, no es sólo un
teraITIente congruente con estas tendenCIas es el creCIente reconoclffile~,to
de la conveniencia, en las ciencias de la conducta, de una f?linulaClon error, sino que tiende a ser un «masoquismo errado", El entendimiento de la
explicita y exacta, con verificación empírica en cada punto. SI estas tres historia de la ciencia puede infundir a la vez humildad y una sensación
tendencias siguen aumentando, como parece probable, .hay buenas razones de liberación, sobre todo para los optimistas que piensan que la teoría
para esperar que las ciencias de la conducta, expenn;~nten pront? un social puede lograr grandes resultados dé una plumada. Este optimismo
desarrollo comparable al manifestado por-·las CienCIas flSlcas en la epoca ingenuo igno~a la fonna en que varios siglos de investigación allanaron el
de Copérnico} Kepler, Galileo y Newton.-I. terreno para' los grandes avances de la ciencia f-ísica. Es un enor suponer
que ce todos los prodiictos culturales existentes en 'Un momento dado de la
A medida que los científicos sociales confiaban cada vez más en la posi- historia deben tener el mismo grado de madurez intelectual" (p. 6). ,«Es
ción científica de su propia disciplina) sentían la necesidad de aclarar SUS posible que la sociología no esté lista aún para su Einstein porque no ha
aspectos lógicos y epistemológicos, sobre todo. en. los sentidos. en que encontrado aún su Kepler. Aun el incomparable Newton reconoció en su
pudiera compararse significativamente con las clenclusnaturalt$ bIen _esta-
blecidas. Ryan !le refiere al temor del Hhiperfactismo", pero otras influen-
cias -instaban taITIbién a una elucidación de la posición científica de la (j Social TheofJ' flnd Sócia{ StTllctllU ha aparecido en tres ediciones y- numerosas
impresio""es. Se, publicó por primera vez en 1949, se revisó en 1957, y apareció
teoría empírica" Los científicos sociales practicantes _se preoc~paron por
de nuevo revisada y ampliada en 1968. Muchos de los pasajes dtados en mi texto
la confusión interna existente en sus propios CaITIpos. y a medida que los han sido tomados de la Introducción a la primera edición, donde Merton propuso
filósofos de la cíencia entendían mejor las características primordiales de las la necesidad- de "teorías de alcance intermedio". Esta Introducción aparece también
ciencias naturales y el papel pr~ciso que desempeña en ellas la teoría, en la edición de 1957. Sin embargo, en la edición aumentada de 1968; Merton
ejercían una influencia poderosa sobre los científicos sociales- de metodo~ amplió y revisó su introducción original en dos capítulos completos. En estos ca-
pítulos nuevos 1tIerton defiende su concepción de las teorías de alcance intcI'medio
logia refinada. contm muchas de las críticas que se hablan formulado dl,lrante 1m veinte años trans-
curridos, y también presenta una descripción más completa de la posición científica
de la sociologia que toma en cuenta el trabajo aparecido ,recientemente sobre la his-
toria y la filosofía de la ciencia. A menos que se diga olra cosa, todas las referencias
_a las pá.gínas de Merton corresponden a la primera edición de Social Theory and Social
Str'Ucture.
{ Clark L. Hull, Principies DI B8havior, p. 400.
32 LA TEORÍA EMPIRICA LA TEORíA BMPIRICA 33

momento. la __ contribución indispensaNe de la investigac.ión. __ acumulada, aIir- . Nó--debe- confundirse li-Iem1a con la metodología, Por supuesto, cien-
~~'d~~ '''Si he visto más alla, es porque me he parado sobre los hombros tíficos sociales deben po'seer un refinamiento metodológico. Deben saber utilizar
de gigantes'" (p. 7) ,6 r/~ . las técnicas estadísticas y otras técnicas cuantitativas) y diseñar experimentos;
La moraleja que debe extraerse es que si hemos de comparar la socIOlo- deben entender la naturaleza de las inferencias y los requerimientos de un
(Tía con las ciencias físicas, resultará más ilustradora la comparación del sistema teórico. "Pero tal conocimiento no contiene ni implica el contenido
~stado actual de la sociología con el estado de las ciencias físicas en su naci- particular de la teoría sociológicaH (p. 84). Una de las curiosidades. de las
miento. "Entl-e la física del siglo xx. y la sociología del siglo xx se interponen ciencias sociales -al revés de ]0 que ocurre en las ciencias naturales- es
miles de millones de horas-hombre de investigación sostenida) disciplinada el hecho de que la metodología ge ha convertido en un subcampo que cuenta
y acumulada" {pp, 6-7). con sus propios especialistas pl'Ofesionales. La preocupación excesiva' por la
Aunque subraya Merton la dispm'idad del desanollo de las ciencias so- metodologla se ha convertido a menudo en una desviación de la tarea de
Cial6S y las ciencias físicas, no duda de la posibilidad de llevar a las ciencias la construcción de sistemas teóricos sustantivos, Merton comparte la opinión
sociales al mismo tipo de madurez científica. Como Hul1, está seguro de de muchos científicos practicantes en el sentido de que las discusiones meto-
que puede haber un Kepler, un Newton o un Einstein de las ciencias
dológicas tienen con frecuencia mejores fmtos cuando surgen en relaCión con
sociales. Su defensa de las teorías de alcance intermedio trata de ser una
problemas de investigación sustantiva específicos. g
estrategia sensata para el presente a fin de aproximarse a esa meta. IVIerton
Tampoco debe confundirse la teoría con el "análisis de los conceptos so-
es plenamente consciente de que gran parte de la investigación de la ciencia
ciológicos" tales como la posición, el papel, la Gemeinschaft, la interacción
social ha fluctuado entre los extremos violentos del "empirismo abstracto"
social, la distancia social, ]a anomie> etcétera. La teorización sociológica no
y la "gran teoría" los extremos que C. Wright MilIs caricaturizara en
puede realizarse sin el análisÍs de conceptos centrales que pueden intervenir
forma brillante y criticara en forma devastadora.!
en un sistema teórico. Pero un análisis misceláneo de tales conceptos, que
Pero para poder clasificar adecuadamente las teorías de alcance intermedio
ha preocupado a tantos teóricos sociales~ no genera un sistema teórico ni
debemos entender con mayor claridad la orientación teórica de las ciencias
equivale a tal sistema) integrado por proposiciones lógicamente integradas
sociales. La descripción de ac~ividades que hace IVIerton, que con frecuencia
que tienen consecuencias empíricas.
se confunde con la teorla propiamente d.icha~ no sólo resulta muy útil como
Nos aproximamos a una de las principales confusiones acerca de la teoría
medio de prevención, sino también para la localización de las funciones
cuando tomamos erradamente las "interpretaciones sociológicas post factum~>
específicas de la teoría.
(p_ 90) por la teoría propiamente dicha. Con frecuencia se ofrecen tales
No debe entenderse la teorÍ;;t como un conjunto de «orientaciones generales
interpretaciones para explicar las observaciones. Un teórico sodal confronta
hacia los datos~ sugerentes de los tipos de variables que de algún modo
diversos datos~ y ve que este material <~tiene sentido" o {{encaja" con una
deben t.omarse en cueizta) )' no de pronunciamientos verificables de ~ela~
interpretación dada. Pero la falacia lógica que se encuentra detrás de las in-
ciones e.'l:istentes entre va'riables especificadas") aunque esto constituye {(una
terpretaciones post factum es la existencia de diversas hipótesis rudimen-
gran parte de lo que ahora se llama la teoría sociológic~H (p. 9). Según
tarias que en alguna medida se ven confirmadas o vedficadas por los «hechos"
Merton, esto es poco satisfactorio porque resulta demasú}.do amorfo. La
pero que tratan de explicar estados de cosas opuestos y contradictorios, Las
teoría no consiste en «puntos de vista" o "enfoques". La teoría que produt("
interpretaciones y explicaciones post factum son con frecuencia tan flexibles:¡.
teoremrus claros debe ~On&lstlr., '1 por o menos ~ n e1aros ~~onun~'anu'ento/'\\ \\ .
vagas o abiertas, que pueden ((explicar" casi cualesquier datos. Merton está
verificables de lar; relaCIones eXIstentes entre vanables espeCIfIcadas .
alerta a una observación subrayada por Peirce y reiterada en nuestra propia
época por Karl Popper: la~ teorías cien~í.ficas de~~n ser refutables e invali~
6 En la edición de 1968 de Socú¡l Theory and Social Stlucture, Merton extiende
dables, y no simplemente verificadas o confinnad~s.
su lista de cientHicos naturales para. quienes no hay todavía equivalentes en las cíen-
cias sociales. "Es posible que la sociología no esté lista aún para su Einstein porque
g Karl Popper subraya este punto en The Poverty oi Historicism: "Los debates más
todavía no encuentra su Kepler, ya no digamo!l su Newton, Laprnce, Cibbs 1 Maxwell
fructíferos sobre el método están inspirados siempre por ciel'tm problemas prácticos
o Planck" (p. 47-).
que encara el in~estigador; y casi todos los debates sobre el método que no tienen
1 C. Wright MiUs, The Sociological Imaginatioll [hay ed. esp, del FOE, 1974}
tal inspiración se ca'racterizan por esa atmósfera de sutileza imítil que ha despresti-
especialmente los capitulos 2 y 3.
giado a la metodología entre los investigadores prácticos" (p. 57).
34 LA TEORíA EMPíRICA LA TEORÍA EMPíRICA 35

cientificossociaJes han pensado"que--la--funciórr"propia de la teoría Pero más adelante--veremos que la cuestión primordial no es la
es la fonnulación de generalizaciones empíricas bien fundadas. Las genera~ posibilidad de recolectar e interpretar datos) sin(LJ~L...sig:r:lificación-de.-esta_
lizaciones empíricas constituyen una condición necesaria para el estableci- emp!.es_a _y-.laLinierencias-.quc_ podamos obtener de ella.
miento de sistemas teóricos, pero no son suficientes. Aquí podemos ver con "Merton asegura que la literatura sociológica abunda en generalizaciones
gran claridad lo que entiende Ryan por la ansiedad del ¡Ihiperfactismd', emp.íricas: "proposiciones aisladas que resumen uniformidades observadas en
H
o lo que C. Wl'ight Mills llamó "empirismo abstraído • Un mito primitivo, las relaciones existentes entre dos o más variables" (p. 92). Pero "una mis-
que ha afectado profundamente la investigación de las ciencias sociales, es celánea de t3l1es proposiciones sólo provee la materia prima de la disci-
la creencia de que la verdadera función de la ciencia: es la recolección de plina sociológica, La tarea teórica, y la orientación de la investigación empírica
datos y la formulación de generalizaciones empíricas basadas en ellos. En el hacía la teoría, Se inicia cuando se establece tentativamente la influencia de
siglo xx se han vuelto considerablemente más refinadas nuestras técnicas .tales uniformidades sobre un conj'unto de proposiciones interrelacionadas'l
para la recolección de datos. Ahora tenemos bancos e institutos de datos (p. 92).
cuya tarea prinópal es la refinación de las técnicas de recolección de da- Habiendo distinguido diversas actividades que se confunden con la teoría,
tos. También se cree con frecuencia que, si recolectamos suficientes datos y MeTton se dispone a explicar lo que es la teoría sist~mática:x no sólo para la
descubrimos correlaciones entre eHos} podremo.$ llegar a esas generaHzaciones sociología sino para las ciencias sociales en- general. Primero subraya que las
empíricas superiores que constituyen la ciencia genuina. Aun quienes son generalizaciones apropiadas para .la teoría sistemática difieren significativa-
vagamente conscientes de que la ciencia es algo más que la recolección d~ mente de las generalizaciones empíricas misceláneas, basadas en la obser~
datos y la formulación de generalizaciones empíricas basadas en tales datos, vación de variables específicas. "El seglUldo tipo de generalización socio B

están convencid'os de que éste es el procedimiento adecuado para allanar lógica, la llamada: (ley científical , difiere de lo anterior por cuanto es una
el teneno a las teorías más avanzadas. Éste es un "mito primitivo" porque es aseveración de la invaríaci6n derivable de una" teoría" (p. 92). Como la
completamente falaz} a pesar de que se comparte ampliamente y se afirma mayoría de los cient.íficos "Merton está dispuesto a conceder que
con frec'uencia que Bacon y Milllo aceptaron y propalaron. Sería difícil nom- no han abundado hasta ahora los buenos ejemplos de tales leyes) aunque cree
brar un solo filósofo que alguna vez haya mantenido una concepci6n tan sim- que "no faltan por enterd) las aproximaciones de este segundo tipo de gene-
plista de la naturaleza de la ciencia} y por supuesto no se puede afinnar ralización sociológica (p. 92). "Es probable que la escasez de tales leyes
tal cosa de Bacon o MilI. Además, a pesar del desacuerdo amplio y a veces en el campo sociológico refIej'e" la biful'cación prevaleciente entre la: teoría
profundo que existe entre los filósofos contemporáneos acerca de la natura- y la investigación empírica. A pesar de los numerosos volúmenes que se
leza y el papel de la teoría en las ciencias hay un consenso racional acerca ocupan de la historia de la teoría sociológica, y a: pesar de la abundancia
I de que la teoría no consiste simplemente en generalizaciones empíricas basadas de investigaciones empíricas, los sociólogos (incluyendo al autor de este libro)
1'-en la recolección o la obseIVación de los hechos. , pueden discutir los criterios lógicos de las le}:es sociológicas sin citar un
. Esta obscIVación será extremadamente importante cuando consideremos solo que satisfaga plenamen te tales criteriosH (p. 92). Esta admisi6n
algunos de los desafíos a la concepción de las ciencias sociales como ciencias parece casi una retirada de los defensores de la calidad científica de las
naturales genuinas. Muchos científicos sociales partidarios del empirismo in-, disciplinas sociales, especialmente de quienes están convencidos de que el
genuo están convencidos de que estos desafíos son especiosos o "carecen de papel de la teoría y la explicación científica. es esencialmente el mismo en
fundamento H • Estos científicos se muestran incrédulos cuando sus oponentes las ciencias naturales y en las ciencias sociales. Sin embargo, Mel'ton ofrece
afirman que es imposible o errada la colección de datos) la búsqueda de un ejemplo de lo que quiere decir. Conviene considerar su en detaJlc,
correlaciones y la formulación de generalizaciones empíricas verificables suge· porque muchas de las observaciones que :i\tLerton quiere subrayar acerca de la
ridas por los datos. Están convencidos de que esto no sólo puede hacerse sino teoría sistemática, la explicación científica y el papel de las leyes científicas)
que se está haciendo en la mejor investigaci6n empírica. En virtud de que pueden entenderse daramente por referencia a ta,} ejemplo, o sea una "reformu-
consideran tal actividad como la quintaesencia de la'" exploración científica, lación" de la explicación que da Durkheirn a· la diferencia de las tasas de
no pueden entender 10 que sus oponentes encuentran tan obj'etable. Y pre- strlcidio existentes entre católicos y protestantes. 9
guntan: ¿ cómo podemos cuestionar siquiera la posibilidad o la importancia 9 Una difkultad que aparece con frecuencia en la literatura de las dencias sociales
de una ciencia social que emplea técnicas de investigación metodológicamente es la di~paridad existente entre los enunciados generales acerca de la natureleza de
36 LA TEORíA EMPÍRICA LA TEORIA EMPIRICA 37

estabÍecldo -desde
hace largo tiempo, como una urúforrriidad esta· -Segundoj--este--tipo--de análisis- explica--y -establece a la vez- J 'la--pertinencia---- -._-
dística, que en diversas poblaciones tienen los católicos una tasa de suicidio teórica de la urúfonnidad al derivarla de un conjunto de proposiciones illter-
B
menor que los protestantes" (p, 92), En la medída en que se formule cui~ relacionadas (p. 93). En consecuencia, provee una acumulación de la teorJa
dadosamente tal afirmación, mientras pennanecen constantes otros factores, y los halJazgos de la investigación, "Las unifonnidades de las difel'encias exis-
sólo tendremos una generalización empírica, que no pretende enunciar una t:ntes en la tasa de suicidio añaden confirmación al conjunto de proposi-
invariación, El problema consiste en ofrecer una explicación teórica de esta CIones del que han sido derivadas junto COn otras unifonnidades. Ésta es' una
regularidad. Reiterando los supuestos teóricos de Durkheim de manera for- de las funciones principales de la teoría sistemática" (p: 93).
mal, Merton ofrece la descripción siguiente del análisis de Durkheim: Tercero) la formulación anterior nos permite extraer diversas consecuencias
verificar la adecuación del análisis teórico y explicar otras regularidades apa~
l. La cohesión sodal provee apoyo psicológico para el agrupamiento de los rentemente no relacionadas. Por ejemplo, la premisa inicial acerca de la
miembros sujetos a agudas tensiones y ansiedades. cohesión social nos pennite investigar otros fenómenos, distintos del suicidio,
2. Las tasas de suicidio dependen de las ansiedades y tensiones no mitigadas como factores que influyen en el derrumbe de la "cohesión social'): fenómenos
a las que se encuentran sujetas las personas. tale& como el cqmportamiento obsesivo o la preocupación morbosa.
3, Los católicos tienen una cohesión social mayor que los protestantes. Cuat"t~) la .teoria introduce un campo para el pronóstico. Por ejemplo, si
4, Pat' lo tanto, son de esperarse tasas de suicidio menores entre los católicos las medldas mdependientes revelan una disminución de la cohesión social
que entre los protestantes (p. 93). entre los católicos~ el teórico podría pronosticar (si se maritienen constantes
otras variables) una tendencia hacia el incremento de las tasas de suicidio
En el contexto de su djs~uúón) Merton no se preocupa por justificar que de este grupo.
ésta sea una reconstrucción adecuada de DurkheÍlll. Tampoco defiende la Quinto, jas funciones anteriores de la teOrla sugíeH'..n otra característica
verdad de las premisas pel·tincntes, ni analiza conceptos tan cruciales y -elusivos de las teonas que, según Merton) Hno se aplica totalmente a la formulación de
como el "apoyo psicológico H o las "ansiedades y tensiones no mitigadas". Sólo Durkheim"- (p. 94-). Para que una teo1':Ía sea productiva) debe ser suficien.
quiere comentar algunas de las características formales de este paradigma temen te precisa y determínada. "La precisión es un elemento lnte!ITal del
del análisis teórico. criterIo de la verificabilidad» (p. 94). Merton nos previene sensa~amente
Primero> observa Mel·toD, el alcance del hallazgo empírico original se ve d~, que, en esta _etapa de la sociología, el grado de precisión y detemuna-
considerablemente ampliado por ta·l análisis) porque la gener~lización se coñ- Clon de una teoría es una cuestión de buen juicio. La presión hacia la
ceptúa en absb'acciones de un orden más aIto: "Catolicismo-cohesión SQ. prec~sión excesiva en las ciencias sociales puede general" una actividad impro-
cial-ansiedades mitigadas-tasa de suicidio" (p. 93), La ventaja de este paso ductiva. Por ot.ra palte, sin embargo, un teóáco debe esforzarse por alcanzar
a la mayor abstracción es que ya no vemos la unifOlmidad como algo aislado, por 10 menos CIerto grado de precisión, para -que las teorías puedan verificarse
sino como una relación 'Centre grupos poseedores de ciertos atributos concep- y refutarse en forma empírica.
tuados (la cohesión sodal) y el comportamien td~ (p. 93). ~a .reformul~ción. que hace :Melton del análisis teórico de Durkheim~ y las
vanas observaCIOnes que subra:ya, sólo pretenden ser ilustraciones: En esta
las teorías, la explicación científica, las leyes) etcétera, y los ejemploa citado!! para etapa de, mi investigación, sería poco generoso si acusara a :NIerton de 110
ilustrar estos puntos. IyIerton no es menos culpable de esto que muchos de sus colegas afrontar los numerosos problemas que surgen cuando se trata de obtener un
menos refinados. En virtud de que en c!'!te contexto me interesa elucidar la postura
entendimiento determinado y preciso de la 'teoría propiamente dicha. Pero
de Merton sobre la naturaleza y la función de la teoría en las ciencias- sociales~ pasaré
por alto muchas de las interrogantes que podrí;m plantearse acerca de la adecuaci6n creo que Merton se ocupa de los temas más fundamentales que han
de la "rdonnulación" de DurkhcUn a manos de Merton. Las jnvestigaciones recientes preocupado a los científicos sociales y los filósofos de las ciencias sociales
ponen en tela de juicio la corrección histórica y empírica de la l'econstrucción lógica ~u~o elucidan la naturaleza de la teoría sistemática y la explicación cÍen-
de Merton. Véase a Steven Lukes, Emile Durklteim: His Lite and Work, capítulo 9; tlflca. El modelo de explicación científica teórica bosquejado por Merton
Dominick La Cap~a, Emile Durkheim: Sociologist and PhilowpJuT, capítulo 4; Jack
Douglas, "The Sociological Analysis cf Social Meanings of Suicide", Archives europé·
es lo que se ~a I:~mado el modelo "~!E~. Es "deductivo"
ennes de sociDlogÍe, 7 (1966); Y Hannan C. Selvin, "Durkheim's Suicide and Problems p~rque la expllCaclOn -en este caso, la expbcacIOn de la regularidad empí-_
of Empírical Research", American JoUT7Ial Df SociolDgy, 62 (1,958). l'Ka de las tasas de suicidio~ se hace mediante una del'ÍvacÍón no trivial.
LA TEOR.tA EMPfRICA LA TEORIA EMPfRICA 39

Dadas ]~~ t~es_primeras premisél;s..~~_conclusiónobtenida. es. lógicamente...deri~ .... _- 'y'lás especulaciónes- inclusivas un esquéma:-C:once-pttiaI-maesfro
vable. Y si se cuestionara cualquiera de las tres premisas, presumiblemente de donde se espera obtener un número muy grande de uniformidades empí-
podríamos ofrecer algunas razones para su aceptación tentativa. Es hipo-o ricamente observadas en el comportamiento sociarl (p. S) - podremos in-
tético porque no se afirma que sea infalible alguna de las premisas de este crementar la tradición acumulada de la investigación científica. A medida
esquema. Nuevas investigaciones conceptuales o empíricas podrían cuestionar,
que se verifican nuestras teorías más modestas y se examinan sus conse-
modificar, o aun destruir tales premlsas.
cuencias - a medida que aprendemos del progreso de las ciencias físicas-,
M'erton reconoce también que en la temía sistemática hay una necesidad ex-
descubriremos esquemas teóricos más comprensivos en los que puedan inte-
plícita; o imp.licita de emplear leyes o -digamos con mayor cautela- asevera-
grarse las teorías de alcance intermedio.
ciones semejantes a leyes. Tales leyes deben distinguirse cuidadosamente de las
Aunque Merton es uno de los pocos científicos sociales contemporáneos
meras generalizaciones empíricas. Es por virtud de estas presuntas leyes -10 que
interesados en la hist01'ia y ]a sociología de las ciencias sociales! distingue
han JIamado los filósofos "enunciados nomo lógicos" - que podemos fonnular
la historia de la teoría frente a la "sistemática de la teoría". Con frecuencÍa
los enunciados empíricos contrarios que resultan tan esenciales para la expli-
-como se observa en los programas universitalios de las ciencias sociales-,
cación y el pronóstico cientHicos. Esto se ilustra cuando Merton nos dice
lo que se llama HteoDa" es poco más que una reseña de la historia de los
que los supuestos teóricos de Durkheim nos permitirían pronosticar que) sí
gmndes sistemas del pasado. Hay una "confusión atractiva pero fatal de
disminuyera ]a cohesión social entre los católicos, sena de esperarse en este
la teoría sociológica utilizable con la historia de la teoría sociológica" (p. 4·).
grupo (ceteris paribus) una tendencia hacia el incremento de las tasas de
suicidios.
Aunque la historia y la sistemática de la teoría sociológic.a deben i~c1uirse
Por último, Merton advierte la estrecha conexión existente entre la expli- en el adiestramiento de los sociólogos) no hay razón para fundulas y
cación científica) la precisión; la verificabilidad y el pronóstico. Una teoría ( confundirlas. La teoría sociológica sistemática .. representa la acumula-
científica bien fonnulada es aquella que explica mostrando la fonna en que "l ción muy selectiva de las pequeñas partes de la teoría anterior que han
los fenómenos y las regularidades empíricas pueden derivarse de supuestos t, "") sobrevivido l1asta ahora a las pruebas de la investigación empírica. Pero
teóricos y de condiciones iniciales adecuadas. Pero tal teoría debe enunciarse la historia de la teoría incluye también la masa mucho mayor de concep-
con precisión suficiente para ser verificable. De otro modo) no podrfamos ciones que cayeron en pedazos cuando se enfrentaron a las pruebas empí-
distinguirla de una explicación post factum, porque estas explicaciones seu- ricas. Incluye también las salidas en falso, las doctrinas arcaicas y los err?:es
docientíficas pueden satisfacer también el criterio de la derivabilidad. infructuosos del pasado. La familiaridad con todo esto puede ser un aux1liar
El bosquejo anterior de la teoria sociológica propiamente dicha -un bos- útil para el adiestramiento del sociólogo, pero no sustituye el adiestramiento
en el uso efectivo de la teoría en la investigación. Podemos estudiar con
quejo que trata de captar las caractensticas esenciales de la teona sistemática
provecho gran parte de 10 que escribieron los padres de la sociología como
en cualquiera de las ciencias sociales- ayuda a situaT la recomendación ejercicios de realización de la investigación intelectual, pero eso es otra cosa
estratégica específica que hace Merton acerca de la necesidad de teorías de muy distinta (pp. 4-5).
alcance intennedio. Por una parte, Merton se opone a los empirÍstas que
creen que podemos prescindir de la teoría. En todos sus escritos sostiene Lo que está diciendo aquí ivIerton parece tan atendible y sensato que podemos
Merton que tal actitud es estrecha, improductíva, y en última instancia anti- pasar por alto sus implicaciones radica.les. Desde luego, refleja una orto·
científica. En el mejor de los casos, tal empirismo ingenuo conduce. a la doxia prevaleciente entre los científicos sociales. La plausibilidad de la afir-
recolección de datos sin ninguna dirección y a la acumulación caótica de mación de Merton acerca de la confusión atractiva pero fatal entre la historia
generalizaciones empíricas misceláneas. Esto no es lo que persigue la ciencia, y ) de la teoría y la sistemática de la teoría supone la aceptación de la analogía
ciertamente no es la clave del éxito de las ciencias naturales. La investigación /" existente entre las ciencias naturales y las ciencias sociales. En su concepción
empírica sin teoría es ciega) ,así como la teoría sin investigación empírica está ;.,. . hay muchas razones para leer Jos textos originales de Newton y pal'a estudiar
vacía. También debemos ser modestos y realistas en nuestras aspiraciones. su época. Tendríamos un interés histórico en descubrir 10 que dijo e hizo
Sólo mediante la lenta construcción y verificación de teorías de alcance in- N ewton, por oposición a las versiones que de sus hazañas aparecen en los
termedio -"teorías intelmedias entre las hipótesis de trabajos menores que 'J libros de texto; o podríamos examinar la obra de Newton como un modelo
surgen abundantemente durante las rutÍnas cotidianas de la jnvestígación para el entendimiento del proceso de la investigación científica. Pero el
LA TEORíA EMPÍRICA LA TEORíA EMPíRICA 41

estudio del Newton histórico no es esencial, .ni_j.l]lportante para.. eL físicoque,----- ·'princlplOs----adoptada- -por 'muchos·· soeióltigós- Qutante los-:-a-ños C'.uaren"ta-' y
4'-------,··,·--,---(Jle

- quiere investigar en su disCIplina y obtener un entendimiento teórico del mun- cincuenta, pero uno de los objetivos de su crítica era la gran teor:ización de
do físico. Talcott Parsons que dominaba a' la sazón ]a sociología norteamericana. El
Además, el pasaje anterior indica los criterÍos con los 'que juzga el teórico eSfuerzo de Merton por distinguir la teoría propiamente dícha de las orien-
sistemático contemporáneo estos intentos "nobles" del pa.'iado. Su interés, prin- taciones sociológicas generales, el análisis de Jos conceptos sociológicos y las
cipal es~ y debe ser) "las pequeñas partes de .1a teoría an terior que han interpretaciones post tactum, puede interpretarse como una crÍtica implícita
sobrevivido hasta ahora a las pruebas de la inve'}tigación, empírica" (p, 4). ai pensamiento de Parsons. La propuesta de las teorías de alcance intennedio
A 10 sumo) la: famrliaridad con la historia de nuestra disciplina es, un por pa~te de Merton constituía un desafio directo al esfuerzo de Par80ns 'por
auxiliar útil para la educación del sociólogo, pero no es un sustituto. en el construÍr ~na teoría sistemática comprensiva. Era de esperarse que Parsons
adiestramiento del uso efectivo de la teoría en la investigación. Esta actitud aceptara este desafio y contestara las críticas explícitas e implícitas de lvfer-
básica de MertonJ tan ampliamente compartida, tonsidera también que los ton. En su discurso presidencial ante la Sociedad Sociológica Norfeamericana,
teóricos anteriores percibieron vagamente 10 que ahora vemos 'con claridad pronunciado . luego de' ]a formulación de la posición de Merton, Parsons se
mucho mayor. La teoría actual -en la medida en que se fOl'mule rigurosa- ocupó de esta cuestión. A su vez., :t"fer~on contestó a _Parsons en la edicÍón
mente y se verifique en el terreno empírico-- es la ,medida del éxito o el ampliada de 1968 de Social Theor-y and Sodal Structure.
fracaso de la teoría del pasado. El aspecto más importante de este enfrentamiento no son los puntos de
La concepción de Merton tiene consecuencias importantes para la educa~ diferencia sino los puntos de acuerdo. Queda claro que no hay desacuerdo
ción y el adiestramiento de los científicos sociales. En este momento quiero esencial en 10 l'eferente a los puntos sustantivos de lo que es la teoría siste-
llamar la atención del lector sobre -uno de sus efectos cola'terales. Dada la mática en -la sociología y -las ciencias sociales. El desacuerdo -en la medída
estructura plural de ¡la; universidad norteamericana moderna, donde han solido en que lo haya- se refiere a la cuestión estratégica del procedimiento que
tolerarse los enfoques diferentes, casi todos los departamentos respetables de deban seguir los sociólog03 interesados en el avance de la teoría. Parsons,
ciencia social tienen lugar para un "te6rico") por lo 'menos. Pero ello suele no menos que Merton, espera que una teoría general adecuada llegue a
referirse a una persona que tiene un curioso interés de anticuario o' histo- explicar los fenómenos y las regularidades mostrando cómo pueden derivarse
riador, cuya funcjón primordial es la enseñanza de los clásicos del éampo. de los supuestos teóricos; que tal teoría será suficientemente precisa y deter-
.El estudio de estos autores clásicos puede ser edificante, y útil para ampliar el minada para prestarse a pruebas y refutaciones empíricas; que revelará leyes
adiestramiento de los científicos sociales, pe1'O no se considera compar~ble con sociológicas que ameri ten adecuadas condiciones de negación en los hechos,
la actividad seria del adelanto de la teoría sistemática. En esta forma, una y
así como hipótesis auxiliares aplicables; que, por 'lo menos en principio) nos
tolerancia manifiesta del estudio de la:' "teoríaH -los grandes esquemas teóricos permitirá formular pronósticos acerca de los sistemas sociales y el cambio
del pasado- se combina con un sesgo latente en su contra. social.
Las reflexiones de Merton sobre la na'rnraleza de la teoría sistemátiéa, y Para mostrar el gran acuerdo existente entre Merton y Parsons, convendrá
su esfuerzo por distinguirlas de otras clases de actividades comúnmente lla- cltar la extensa nota de pie de página que escribió l\1erton sobre este debate.
madas teóricas, tratan de allanar el camino para su propia obra de avance
de la teona empírica sustantiva. Afinna Merton que "el análisis Ílmcional Considero importantes las observaciones formuladas por TaIcott Parsons
es a la vez el más prometedor y quizá el menos codifícado de los enfoques en su discurso presidencial ante la Sociedad Sociológica Norteamericana,
luego de mi fomulación de esta posición. Por ejemplo: "Al final de
contemporáneos de los problemas de la interpretación sociblógica (p. 21).
este camino de creciente frecuencia y especificidad de tos islotes de ,cono-
Merton considera que su propio trabajo teórico se dirige hacia la reformu-
cimiento teórico se encuentra el estado ideal, en términos científicos, donde
laoi6n y codificación del análisis funcional, para que satisfaga o se aproxime la mayoría de las hipótesis operativas efectivas de la ínvestigacÍón empí-
a los criterios establecidos para la teoría propiamente dicha. Pero antes de rica derjvan directamente de un sistema general de teoría. En un frente
realizar un breve examen de la versión del funcionalismo de Merton, deseo amplio .. , sólo la física ha alcanzado este estado entre todas las cien-
mostrar cuán generalizada y profundamente arraigada se encontraba la idea cias. No podemos esperar que nos aproximemos en alguna medida a este
de la teoría empírica sistemática entre los científico's sociales ortodoxos. ideal. Pero no se sigue de aquí que sean Ínútile& los pasos que se den
El pronunciamiento de Mertan sirvió virtualmente ~omo una declaración en esa dirección, por lej"os que nos encontremos de la meta. Por el cón-
42 LA TEORíA EMPíRICA LA TEORíA EMPíRICA 43

trarlo; todo'- paso· real en -esa- dirección" es-···urr-aaelanto. Sólo· . ·-err-esfe punto --.. . . -------- tenían los científicos socÍales-ortodoxos de su·-·propia disciplina
final se funden 103 islotes en una masa de tierra continentaL durante los años los ensayos de Smelser desempeñaron una fun·
"Así pues, la temía general puede proveer por 10 menos un amplio ción similar durante los sesenta. En los veinte años transcurridos entre los
marco de orientación . . También puede servir para codificar, interrela- ensayos originales de Merton y los de Smelser, había aumentado enotmc-
cionar y proveer una gran cantidad del conocimiento empírico existente. mente el número y la diversidad de los estudios, no sólo en la sociología sino
También sirve para llamar nuestra atención sobre las brechas existen- en todas las ciencias sociales. Se había hecho un avance importante en los
tes en nuestro conocimiento, y para proveer cánones para la critica de las "miles de millones de horas~hombre de investigación sostenida disciplinada y
j

teorías y las generalizaciones empíricas. Po!' último, aun cuando no puedan


acumulada" que existían en opinión de lvIerton entre la física del siglo xx
derivarse sistemáticamente, resulta indispensable para la aclaraci6n siste-
y la sociología del siglo xx. Pero sería ingenuo pensar que durante este
mática y la formulación fecunda de hipótesis" (sin subrayado en el
original) . periodo se había obselvado sólo el progreso sostenido de la sociología como
Parsons, "The Prospects of Sociological American Sociological
j
una disciplina científica. Fue durante este mismo periodo que una gran diver-
Review) febrero de 1950, 15, pp. 3-16, en 7. Resulta significativo el hecho sidad de enfoques nuevos -que van desde la obra de Erving Goffman hasta
de que una tebría general, como la de reconozca 1) que en Harold Garfinke1 y la nueva escuela de etnometodólogos- empezaron a
efecto la teoría sociológica general provee raras veces hipótesis especificas influir sobre la Estos enfoques nuevos no encajan fácilmente en
que puedan derivarse de ella; 2) que, por comparación con un campo el marco de las teorías de alcance lntelTIledio proyectado por Merton. Fue
como el de la Hsica~ tales derivaciones son un objetivo remoto para la también en este periodo cuando y enemigos estaban cuestionando los
mayoría de las hipótesis; 3) que la teoría sólo provee una orien- logros y los fundamentos de las ciencias sociales.
tación general, y 4) que sirve como una para la codificación de las
Smelsef, profesor de en la Universidad de California en BerkeleYJ
generalizaciones empíricas y las temías En cuanto se reconoce
se encontraba en el centro mismo de esta tormenta intelectual. Estrechamen-
esto, los sociólogos comprometidos al desarrollo de la teoría no
difieren significativamente, en principio, de ven ahora la mejor te asociado a Talcott Parsons (con publicó conjuntamente Economy
promesa de la sociología en el desarrollo de teorías de alcance intermedio and Society J, SmeIsel' había ya dos obras sociológicas sustanciales
y su consolidación periódica,lo e influyentes, Social in the Industrial Re vol1ltion (1959) Y T heory
01 Collective Behavior ( . Los títulos indican dos de las preocupaciones
1vfuchos científicos sociales aceptarían que el libro de Social Theory. fundamentales de Sme1ser: el cambio y la teoría.
and Social St-ructure, es una de las obras clásicas de la sociología contem- Smelser se ha mostrado sensible a dos acusaciones fonnuladas con
poránea. Una de las razones principales de su éxito y SU influencia es la frecuencia contra un marco que la teoría era tan grandiosa y
presentaóón cIara, moderada, que hace Mel'ton del estado de la sociología abstracta que no explicaba o 'la investigación empírica concreta,
como una ciencia joven pero creciente, así como su acerca de y que la estructura teórica de Parsons no explicar o iluminar los pro-
su desarrollo futuro como una actividad científica que lentamente construye cesos muy importantes del cambio social. Las propias contribuciones de
y consolida sus; cimientos teóricos. Smelser a la sociología, y su conocimiento amplio e Íntimo del conjunto
de las cÍencias socia:les -incluidas la economía, la psicología y aun' la
historia- lo convierten en un vocero ideal para la refOl1nulación de una
j

LA FORMULACIÓN DE NEIL SMELSER


interpretación naturalista de las ciencias sociales: una que
considera a las ciencias sociales como ciencias naturales "inmaduras" que COl1 w

Neil Sme1ser publicó en 1968 una colección de ensayos.! Essays in Sociological tienen las semillas de un desarrollo refinado y maduro.
Explanation J con el subtítulo de "Presentación te6rlca de la sociología como Smelser es consciente de las críticas que se hacen a la sociología como
una ciencia social y su a.plicación a los procesos del cambio sodal". Así como disciplina científica, y de los desarrollos recientes de la filosofía de la
el estudio original de Merton representó en su mejor expresión el entendi- ciencia. Expresa su optimismo acerca del desarroJIo futuro de las ciencias
sociales con mayor cautela que HulI o Merton. Pero lo más notable
1.0 Robert K. Merton, Social Tlteor)' ttnrl Social Structure (edición ampliada de
es su acuerdo fundamental con Merton en cuanto a la natura:leza, la fun-
1968), p. 52. ción y las perspectiVaS de la teoría empírica en las ciencias sociales. Está
LA TEORíA EMPíRICA LA TEORtA EMPÍRICA 45

dispuesto . _..a .. _Gonceder - que- la soc101ogía,.--en.-.1967T" establecidas. Hay una discrepancla-·comiderable-entre- saber-lo
siva¡ difusa, suave en el centro y nebulosa en los extremos" (p. 49).11 "El hacerse )' poseer )o~ recursos necesarios para hacerlo. 12
escenario conteinporáneo es un asombroso remiendo de campos que dista
mucho del óptimo científico" (p. 53). Sin embargo, cree que acla- Smelser afronta también -y derrota- W1a objeción común contra la idea mis-
rarse la estructura de las varias ciencias sociales como disciplinas CtBll- ma: de una ciencia social modelada. en las ciencias naturales. Se ha sostenido que
títicas y que puede avanzarse hacia el logro de una madurez mayor. Smelser la cienc:i~ so~ial descansa en una epistemol~gía ingenua. Los científicos socia-
examina los de variables dependientes e independientes que carac- les suponen que hay un campo de hechos objetivos. Los hechos anotados en
terizan jas diversas ciencias rociaJes} y los métodos de que enunciados de observación se toman como el cimiento y la piedra de toque
deben emplearse paTa especifical' estas variables y descubrir correlaciones y de todas las teorías superiores. Los criticas sostienen luego que un enten-
relaciones entl'e ellas. Púo insiste, como lvIei·.ton, en que el listado de va- dimiento más refinado de la epistemología ha demostrado concluyentemente
ríables dependientes e i"ndependientes l'no narra: toda la historia. Es nece- la inadecuación de una concepción tan ingenua. Hemos aprendido que lo
sario ... las formas en que una disciplina un ordena- que llamarnos hechos u observaciones están "cargados de teoría" y forjados
miento lógico a sus variablesH (p. 5). Distingue Smelser tres por nuestros esquemas conceptuales. No hay hechos sin interpretación o
tipos de ordenamiento lógico: hipótesis, o "enunciados de las condiciones que simplemente estén "allí'\ sin verse afectados por nuestros eSa
en que puede esperarse que varíen en- ciertas formas las va.riables depen- quemas teóricos y conceptuales.
dientes)) (p. 5); modelos donde se combinan y organizan varias en 'Creo que la apreciaci6n reciente de las formas en que los hechos y las
un sistema; y donde los moddos se incorporan en su- observaciones están "cargados de teoría" tienen consecuencias importantes
puestos -y postulados. "Tales definiciones, supuestos y constituyen para el entendimiento de las disciplinas sociales, pero no creo que ello
el marco teórico de una disciplina científica. Dentro de este marco 'hacen demuestre en forma a1guna, o sugiera siquiera, la imposibilidad de la ca-
sentido' las hipótesis específicas. Para decirlo en términos más las lidad científica las disciplinas sociales. Irónicamente, la mayor parte de
hip6tesis y los modelos deben detivarse , con el mayor posible} de! las controversias relativas al significado preciso y la importancia de la
marco teórico" (p. 6). aseveración de que- toda observación está ({cargada de teoría" se han concen-
La descripción dé Sme1ser es suficientemente general para revelar la trado en las ciencias físicas. La clasificación de los involucrados
estruc'tura básica de cualquier disciplina científica, incluidas las ciencias no tiene consecuencias importantes para nuestro entendimiento de la ciencia,
fí~icas 'y las sociales. Comparte Smelser con Merton la convicción de que) pero nadie ha sostenido que la falta de una distinción dara entre los hechos
en las ciencias sociales) no basta recolectar datos, proponer hipótesis acerca y las teonas, o entre las observaciones y las teorías) existentes' en las ciencias
de la correlación de val;ables, o limitarnos a generalizaciones empíricas ad hoc. físicas, baste para poner en tela de duda la idea misma de la ciencia
También debe haber un ordenamiento lógico,que culmine en el descubri- física.
miento y la construcción de marcos teóricos que expliquen los dat~s y Smelser se ocupó de este problema.
;'den sentido u a nuestras hipótesis. Aunque Smclser no discute explícitamente
el papel de las leyes en la, explicación sOCrl016gica, concede que En una forma u otra) esta distinción [entre la· teoría y los hechos] es casi
universalmente aceptada por los científicos sociales y de la conducta. Se-
Yo sería el último en disputar la importancia fundamental de las leyes gún 'esta distinción) el mundo puede dividirse en hechos empíricos (datos
en la explicación sociológica} y el último en negar que estas leyes deben conductistas) dados en el "mundo real" y teoría (conceptos, construccio-
tener una derivación teórica y una fundamentación Por otra nes, madeJas) que se encuentra en el "mundo de las ideas»; y la
parte, al estudiar un campo como el del cambio descubierto tarea fundamental de la investigación científica es la generación sistemá-
una verdadera escasez de- leyes y un déficit de proposiciones derivadas tica de explicaciones mediante el establecimiento de alguna relación
de la teoría, para no decir nada de las regularidades empíricas firmemente apropiada entre la teoría y Jos hechos (p. 58).

11 Neil J. Smelscr, E.ssays in SOclolagical E.l(planaliolL A menos que se diga otra 12 Neil l Smelser, "Sorne Replies ;lnd Sorne Reflections", Soci%gicai 111 qui'TYJ 39
cosa:, tod:1s las referencias' il las páginall de Smelser c.orresponden a este volumen.· (primavera de 1969), p. 211.
46 LA TEORÍA EMPíRICA LA TEORÍA EMPÍRICA 47

--Pei;O- coro-o señala Smelser, --si álguna validez--en-- -esia:-- - sus-- propios- intelüos-de--c6ilstruc-dón de teorías suslantivas--de- te6rlas
distinción, también es demasiado simplista. Citando ]a descripción que hace que puedan científicamente el cambio sociaL Cuando 'examinemos
Lawrence J. Henderson de un hecho como Huna aseveración empíricamente ve- tales teorías, no descubriremos sólo algunas defensas teóricas sino también
rificable acerca de los fenómenos en términos de un esquema conceptual" una disparidad enonne entre los requer.imientos que establece Smelser para
(p. 58), Smelser subraya la importancia de la fra,se ('en un esquema con- la teoría y ]0 que en efecto propone. Pero podría objetarse que, al concen-
ceptuar~. No hay rungún hecho sociológico aparte de un esquema concep· trarse en wlertonJ SmeIser y Parsons, mi discusión de la naturaleza de la
tual al que se refiera. "Cuando nos referimos a los hechos o los datos de teoría en ]a ciencia social ortodoxa se ha sesgado. Después de todo) estos
la conducta, nos referimos en efecto a un universo de enunciados cuyas tres sociólogos distinguidos se han asociado al movimiento llamado 4<funcÍo-
reglas de organización están comúnmente arraigadas en las estructuras no nalismo" o ('Iuncionali~mo estructural"} una orientación que en opinión de
examinadas del lenguaje común y el sentido común. No puede haber un Merton es "la más prometedora y quizá la menos codificada de las orien-
hecho sin un marco conceptuar' (p. 58). Pero si bien es cielto que debemos taciones contemporáneas hacia los problemas de la interpretación socioló-
abandonar la imagen ingenua de un mundo de hechos que componen el gicaH • Pero el funcionalismo ha sido severamente criticado, aunque haya
"mundo real", esto no decir que debamos d~artar la impOltancia sido una influencia dominante en la antropología social y la sociología. La
de la distinción intentada entre los hechos y la teoría, :Más bien debe re- literatura que critica el funcionalismo por razones sustantivas, metodológicas l
formularse eSta distinción como «una relaci6n entre dos marcos conceptualer" epistemológicas e ideológicas ha alcanzado proporciones voluminosas. En
(p. 58). consecuencia, podría pensarse que los supuestos fundamentales compartidos
por los funcionalistas acerca de la calidad científica de las disciplinas so-
Consiste en la comparación de las convenciones lingüísticas y conceptuales ciales, y el énfasis que ponen en la 'teoría empírica, están conectados a su
mediante las cuales organizamos fenómenos que llamamos el mundo em- distorsionada orientación funcionalista.
pírico con las convenciones lingüísticas y conceptuales que utilizamos para Esto no es cierto en absoluto. Aunque hay abundante desacuerdo sobre
organizar fenómenos que llamamos ideas. Si se alcanza cicf,ta relación toda clase de cuestiones entre los funcionalistas y algunos de sus críticos
entre los dos marcos, juzgamos que una afirmación es Hválida" o "ved~ ortodoxos, no hay desacuerdo importante acerca de la naturaleza de una
ficada"; si se alcanza otra relación) juzgamos la afirmación "rechazada'~
teona adecuada en las ciencias sociales. Los desacuerdos se refieren a la
o ((en necesidad de modificación" (pp. 58-59).
posibilidad de descubrir teorías empíl'icas mediante una orientación fun-
donatista.
Surgen muchos problemas complejos cuando nos referimos a la relación
Uno de los críticos más agudos del Iuncionalismo ha s:ido George Homans.
existente entre diversos marcos conceptuales: cuestiones que se enQuentran
Su ensayo titulado "Bringing Men Back in)) ("La Reintegración de los Hom-
en el centro de las controversias de la filosofía de la ciencia, peÍ'o de las
bres") que fue su discurso presidencia1 de 1964 ante la Asociación S'ocio-
que no se ocupa Smelser. En esta etapa de mi investigación, sólo quiero
lógica N orteamerícana, provocó una verdadera conmoción en el tranquilo
señalár que, aunque muchos científicos sociales tienen una concBpción
mundo de los sociólogos profesionales, Homans¡ quen ha sido ocasional-
ingenua de lo que constituyan los hechos y 'los datos (como ocurre con
muchos científicos físicos), una interpTetación naturalista de las ciencias mente un enf ant terrible, por lo menos en comparación con los funciona-
sociales no se refuta demostrando que no existe una distinción tajante entre listas) ataca polémicamente a toda la escuela, desde Durkheim hasta Smel-
el hecho y la t,eorÍa. ser. Afinna que "el funcÍonalismo no falló en sus intereses empíricos sino,
curiosamente, en lo que constituía su mayor orgullo, en su teOlía general"
(p. 811) Y La razón de este fracaso era que "con todos sus comentarios
EL FUNCIONALISMO y su cRÍTICA: GEORGE HOMANS
acerca de la teoría, los funcionalistas no pudieron aclal'ar nunca -y sé
bien 10 que digo- lo que es una teoría" (p. 811). Ha llegado el momento

Como Merton, Smelser presenta sus observaciones acerca de la calidad cien- 13 George C. Homans, "Bringing Men Back In'\ American Sociological Review J 29

tífic~ de la sociología) ]a n~turaleza de la explicación sociológica, y especia]. (didembre de 1964). A menos que se diga otra cosa, todas las referencias a las páginas
mente ]a importancia de la teoría en las ciencias sociales, como prolegómenos de llomans corresponden a este artículo.
48 LA TEORÍA EMPíRICA LA TEORíA EMPíRICA 49

de "dejar hablar a - nuestros-- estudiantes acerca de la -Te61Ía---sociológica, eirá cierto en otra propiedad, sin tener una teoría. Sólo
mientras no les enseñemos lo que es una teoría" (p. 811). Desconcertando tendremos una teoría cuando tengamos propiedades, y prOpOS1(:10nes que
a sus oponentes, Homans les da una lección elemental en la filosofia de la establezcan relaciones entre ellas> y las proposiciones fannen un sistema
ciencia, instluyéndolos acerca de "lo que es una teoría". Presenta; luego deductivo. La mayoría de. nuestros argumentos acerca de la teoría se
Homans lo que se ha convertido virtualmente en el entendimiento canónico derrumbaría si nos preguntáramos primero si tenemos una teoría acerca
de la teoría empírica invocada por los empiristas lógicos y los proponentes de la cual discutir (p, 812). '
del modelo hipotético-deductivo de la explicación científica.
Lo más irónico del ataque polémico de Homans es _qu~> cuando se pone No quiero subestimar los claros desacuerdos de Homans con los funciona.,
a decirnos Hlo que es una teoría") parece glosar la descripción que hizo listas. Pero estos desacuerdos no se refieren a "lo que es una teorla.", lo que
J\lIerton, en 1949) de la "teoría sistemática") al igual que la presentación debíera ser idealmente. La esencia del ataque de Homans es que "como
que elaboró Smelser) en 1968, de] tipo de "ordenamiento lógico" que es un esfuerzo teórico) el funcionalisrno nunca se aproximó a la satisfacción de
te6rico: estas 'condiciones» (p. 812)-.
Además, Homans piensa que "aunque los Iundonalistas húbiesen trata·
Para constituir una teoda, las propOSICiones deben asumir la forma de do seriamente' de satisfacer las normas de la teoría, Hhabrian fracasado'$
un sistema deductivo. Una de elJas, llamada de ordinario la. proposición (p. 812). El escepticismo de Romans se basa en esta convicción de que los
de orde~ menor, es la proposición que debe explicarse: por ejemplo, la funcionalis1as han errado en cuanto a los tipos de proposiciones generales
proposiCIón de que, entre más se industrialice una sociedad más tenderá o enunciados semej'antes a leyes que emplean en sus explicaciones supues-
su organizaclOn familiar hacia' la familia nuclear. Las otras' proposiciones tamente científicas. De acuerdo con Homans, las explicaciones adecuadas
son proposiciones generales o. presentaciones de condiciones particulares de los fenómenos sociales sólo pueden dars.e "mediante proposiciones de la
dad~s. Las proposiciones generales se llaman así porque intervienen en
teoría psicológica del aprendizaje" y no por "proposiciones claramente so-
otros) quizá muchos otros, sistemas deductivos además del sistema en cues-
ciológicas'" (p. 812). En suma, Homans cree que el 'funcionalismo se ha
tión. En realidad, lo que a menudo llamamos una teoría es un agrupa-
basado en un error en el caso de la sociotogía porque los funcionalistas su-
miento de sistemas deductivos que comparten las mismas proposiciones j

generales pero tienen diferentes proposiciones que deben explicarse. El ponen que hay leyes sociológicas o proposiciones generales que explican los
requerimiento crucial es que cada sistema debe ser deductivo. Es decir.., fenómenos sociales. Pero no hay tal cosa: sólo hay leyes psicológicas.
la proposición de orden menor se sigue como una conclusión lógica de las
proposiciones generales bajo las condiciones especificadas dadas . . . Cuando
la proposición de orden inferior se sigue lógicamente, se' dice que se ha
explicado. La explicación de un fenómeno es la teoría del fenómeno. LA FALTA DE UNA TEORÍA EXPLICATIVA EN LAS

Una teoría no es nada -no es una teorÍa- si no es una explicación CIENCIAS SOCIALES

(pp. 811-812).
Hasta aquí he tratado de mostrar sobre. todo que, a pesar de numerosos
Aunque la prosa es más dW'a que la de lvIerton o la de Smelser> el conteni- desacuerdos marcados entre los cienuficos súciales ortodoxosJ hay una unani-
do acerca de "lo que es la teona" es esencialmente el mismo.lo! Pensamos midad básica acerca de' la naturaleza de la teona empírica en las ciencias
también en la distinc~6n establecida por lvIerton entre la teoría propia- sooÍales; ,acerca de la importancia de tal teoría para la obtención o la apro- 7
mente dicha y otras actividades llamadas con frecuencia teóricas cuando ximación de explicaciones científicas; y acerca de la importancia del des- ,}
Homans continúa explicando: arrollo de teorías explicativas verificables, para que las ciencias sociale~'
maduren como lo han hecho las ciencias naturales. HullJ l\1erton, Parsons,
Podríamos definir propiedades y categorías sin tener todavía una teoría. Smelser )' ,Romans convienen no sólo en que ésta es una posibilidad real,
Podemos enunciar que hay relaciones entre las propiedades) sin tener to- sino también en que ésta es la rurección en que deben progresar las discipli-
davía una teoría, Podemos decir que el cambio de una propiedad produ- nas sociales. Me he concentrado primordialmente en el trabajo de los sod&.
l¿gos, pero la ~isr:p.a histori~ básica podría narrarse en todas las ciencias
:ti, Véase también a George C, Homans, The NatuTe 01 Social Sciellce. sociales. Una vez que 'hayamos alcanzado .las teorías empíricas -afirma el
50 LA TEORíA EMPíRICA
LA TEORÍA EMPíRICA 51

argumento'- ya ---no---l1aora ningUna - duda acerca de la calidad científica


J

de las disciplinas sociales, y se verá claramente que la fanna y el éxito de No hay duda de que gran parte de este trabajo -como pued: advertirse
claramente en el caso de Homans- ha ejercido una influenCIa profunda
las dmeren sólo en grado' de las ciencias naturales. Más ade-
sobre las nociones que tienen los científicos sociales ortodoxos de "lo que
lante demostraré que esta concepción de la teoría empírica tiene poderosas
buscan"} y de los cánones aplicables a la teoría y la explicación cíentHi~a
consecuencias teóricas y prácticas para el papel del teórico social en la so-
en sus campos. Pero ·hay también algunos problemas acerca de estas dIS-
ciedad; para la relación existente entre la teoría y la acción, el hecho y el
valor; y para la teoría emp.írica y la teoría normativa. cusiones y la cantidad de )' de refinamiento intelectual involucrados.
Aunque tales discusiones tienen consecuencias muy para ~uestro
Pero es en este punto donde surgen al primer plano muchos de los pro-
entendimiento de la: ciencia) y en términos más generales para la eplstemo-
blemas realmente difíciles. Lo que emerge de nuestra discusión hasta ahora
logíaJ a menudo tienen esca~a imp0l1ancia para los problemas p-cicticos y
es a lo sumo un bosquejo de "lo que es la teoría!> en la~ ciencias sociales.
sustantivos que afrontan en su investigación los científicos SOCIales.
Los científicos sociales mencionados han explorado la situación metodoló-
Cualesquiera que sean las analog.ías que deseemos trazar y subrayar entre
gica y epistemológica de la teoría sólo en la medida en que ello ha sido
las cieneias sociales y las disciplinas físicas, hay una diferencia impOliante
necesario paifa aclarar lo que están haciendo en su trabajo sustantivo> y
que virtualmente nadie disputa. La filosofía de las ciencias nat~ales se
para lograr cierta perspectiva sobre las ciencias sociales contemporáneas. ~'1
ha convertido recientemente en un campo apasionante y controverslal don-
~ científicos sociales han ahandonado con frecuencia sus discu:

l si~-;;
de pocos problemas se han resuelto en definitiva. Pero no hay ningún desacuer-
el lugar mismo donde empiezan los filósofos de la ciencia sociai!
do entre los científicos practicantes o los filósofos en el sentido de que un
}¡Ierton y Sme1ser, por ejemplo, subrayan la importancia de la distinción
entendimiento adecuado de las ciencias físicas debe considerar y hacer jus-
.existente entre las generalizaciones empíricas ad hoc y los tipos de genera-
ticia a la obra de tales como Copérnico, Kepler, Newton, ~lnsl:elll,
lizaciones requelidas por las explicaciones teól·icas. ¿ Podremos hacer en-
Bahr, Dirac y muchos otros. Podemos discutir acerca de las características
tonces un análisis de esta diferencia? ¿Podremos especificar las
y los análisis de sus contribuciones teóricas, pero su obra sirve como ejem~lo
condiciones necesarias y suficientes para destacar Jas proposiciones gene-
rales o los enunciados nomoiógicos esenciales para los marcos teóricos?
de investigación científica y avance teórico. En cambio) no hay en la SOCIO-
Además, todos los pensadores mencionados han subrayado que una ca- logía ni en la politología ningún cuerpo comparable en el que podamos
I ractenstica esencial de la explicación científica involucra la deducción y
encontrar ejemplos de poderosas teorías empíricas explicativas. Parece ser
que en las ciencias sociales, el hincapié en "lo que es la teoría" es inver a

. la derivabilidad. ¿Podremos distinguir entonces,' claramente, entre las deri-


sarr:ente proporcional a la capacidad para elaborar "teaáa propiamente
) vaciones triviales y las explicativas? También deseamos saber si toda expli-
I cación científica debe ser una explicación por derivación. ¿ Hay otras formas dicha".
de explicación científica legitima? Por ejemplo, ¿cómo deberemos analizar Esto no lo niegan ni los defensores más acérrimos de la calidad cíen-
las explicaciones que involucran principios probabilísticos y estadísticos? Una tífÍca de las disciplinas sociales, quienes apelan de ordinario a la juventud
vez que aceptamos que no hay ninguna diferencia rn.arcada entre el hecho de la disciplina, sosteniendo que el terreno está preparado ahora para el
o ]a observación y la teoría, ¿ cómo podremos distinguir los esquemas con- Copérnico o el Newton de las cien~ias sociales, y qu~ hay ~ho:a por l~
ceptuales que nos permiten presentar hechos y observaciones de los es- menos aproximaciones a las normas rIgurosas de la teona explicatlva genUI-
quemas conceptuales que enuncian teorías destinadas a explicar fenómenos? na. Sin embargo! cuando observamos con detenimiento estas supuestas
¿Cuál es la relaci6n existente entre la explicación. científica y el aproximaciones, vemos que distan mucho de las mismas nonnas de teoría
pronóstico? lnvocadas por los propios científicos sociales. Al revés de lo que ocurre con
los críticos que pretenden demostrar la imposibilidad de una ciencia de los
La filosofla contemporánea de las ciencias sociales -así como la filo-
seres humanos, no creo que esto pueda probarse de una sola tirada mediante
sofía de las ciencias naturaJes- ha ~Tado alrededor de ~tas cuestiones. 15
argumentos conceptuales a priori. En el capít~o u consideraré los ~gu­
mentas de filósofos analíticos tales como Peter Wmch y A. R. Louro, qUlenes
15 Se encuentran dos esfuerzos importantes y comprensivos por adarar y contestar
pretenden demostrar que la idea misma de una ciencia social m~dela~a. en
estas cuestiones )' otras relacionadas en Ernest Na gel, 'J'he Str1J.ctu7e 01 Scienr:e, y Carl
G. Aspects of Scientitic Expla1la/ion. las ciencias naturales involucra confusiones conceptuales y falaCias IOglcas
insu perables.
LA TEOIHA EMPíRICA 53
52 LA TEORíA EMPíRICA
____<_________ <__ <________ <___________ <__________ -+______________ e_<s__f_u___erzos a.nteriores que trataron de articular una teof.Ía funcionaL En este
Muchos Jilóso[os -especialmente Karl Popper- han subrayado que no sentido, su análisis .. e~----~~---~~~Ú;c:a de las f~rmul~d~~es--de1
es un fracaso de la investigación científica. el hecho de que se refuten cons- que hacen poco más que bosquejar una orientación general y quedan lejos
tantemente las hipótesis y las teorías, superadas por teorías refutables me- de la teoría propiamente dicha.
i?l'es: .Según Popper, ésta es precisamente la característica de la investigación '¿ Pero lo hace Merton mejor que algunos de sus predecesores en lo tocante
clentlflca que la separa de otras formas de la actividad intelectual. Pero a la codificación del análisis funcional para que podamos ver cómo satisface
este patrón -el patrón de ia conjetura y la refutación- no se encuentra los cliterios de la teoría propiamente dicha? Algunos han respondido afir-
en las disciplinas sociales. Hay orientaciones generales que tienen su olto mativarnente a esta interrogante y han tratado de avanzar el análisis de lo
y su ocaso, sustituidas por otras consideradas más fructíferas y prometedoras. que se requiere para un análisis funcional adecuado. Por ejemplo] en un
Pero aunque este patrón guarda una semej'anza superficial con las ciencias ensayo importante inspirado por el trabajo de Mel'ton, el eminente filósofo
f1sicas} no hay mngún consenso racional entre los científicos sociales acerca de la ciencia Ernest NageJ presentó "Una formalización del funcionalismo H •
de que estas teorías propuestas sean teorías emplr1cas genuina,>, l:efutadas El "objetivo primordial" de Nagel es "mostrar los vados elementos de la
por nuevas investigaciones y experimentos empíricos, La sucesión de orien. codificación de Mcrton como caracterlsticas íntimamente re1acionadas en un
taciones . generales en las ciencias sociales guarda una semejanza mayor con patrón de análisis coherente, para volver así más evidentes los requel'imientos
Ja suces16n de lo que Thomas Kuhn llama <rescuelas". indispensables que debe tratar de satisfacer una explicación funcional ade-
Escapa a los limites de este trabajo la demostración concluyente de j; cuada en el campo de la sociologia",16 Pero aunque tal es la intención
escasez de teorías empíricas bien formuladas en las ciencias sociales. Sin de Nagel) su análisis es en realidad una crítica devastadora de Merton.
~mbargo, hay un cuerpo de literatura extenso y creciente que revela las En su análisis cuidadosamente razonado, Nagel mue,stra los nUlTlemsos
madecuaciones empíricas; metodológicas, lógicas e ideológicas de las tea nas problemas y distinciones que ]Vferton ha pasado por alto. En efecto) Nagel
empíricas, incluidas las {(teorías funcionalistas", las "teonas del equilibrio'" muestra la disparidad existente entre la codificación de Merton y los Hre-
l~, "teorías de sistemas )' las "teodas del intercambio socia!''', Aunque hay
H
q'uerimientos indispenrsables que debe tra,tar de satisfacer una explicación
dlsputas . vehementes acerca de la fecundidad real de estas teorías) y acerca funcional adecuada en el campo de la sociología" antes de que podamos
d.el ~e,ntldo ?n que se aproximen al ideCll de la teoría empírica) ningún considerarla una teorla empírica bien fonnulada. La codificación de 1vlerton
CIentífIco SOCIal responsable ha afinnado que hayamos alcanzado algo com~ es una aproximación en el sentido de que las primeras teorías grjegas de .la
parable a las realizaciones de la ciencia física de los siglos X'~T y XVII. . estructura atómica del universo son aproximaciones de la teoría atómica
Para ilustrar los tipos de dificultades encontrados} y por qué creo que contemporánea en el campo de la física.
aun al hablar de aproximaciones oscurecemos y falsificamos los problemas, Resulta difícil disentir de 1as conclusiones de dos filósofos de las ciencias
voy a considerar bre,;:emente las teonas propuestas por Merton y por Smelser. sociales, de perspectivas muy diferentes} que han examinado los al'gumentos
Por supuesto, no podemos inferir que los fracasos de sus esfuerzos 'teóricns en pro y en contra dd análisis funcional y la teoría funcional. Richard S.
demuestren la imposibilidad de elaborar alguna vez una teDrÍa adecuada Rudner y Atan Ryan.
en las cie~cias sociales. Pero en su trabajo podemos ver Jos tipos de bloques Rudner, quien defiende fuertemente una interpretación naturalista de las
caídos que' encontramos una y otra vez en Jos numerosos intentos de avance ciencÍas sociales, dice 10 siguiente a propósito del funcÍonalismo:
de _la teoría empírica que se han realizado,
Para ver 10 que está errado en el funcionaIismo no necesitamos recurrir Ni una sola de la miríada de afirmaciones de la Jitei"atura antropológica
a, sus numerosos críticos hostiles, sino a quienes 10 han defendido y han [y Rudner incluiría también la literatlll"a sociológica] puede aceptarse
adoptado una interpretación naturalista de las ciencias sociales. El propio sin serias reservas, y no porque sea en principio imposible [a explicación
1\1crton es un cntico agudo de algunas de las formas del funcionaJismo funcional efecto, las secciones precedentes de este capítulo han tra-
prevalecientes. En su Social Theory (lnd Social StruclmB empezó por des- tado en parte de indicar cómo podrían dat'Se tales explicaciones e1t prin-
pejar la escoria que cubría la exposioón superficial del fu_ncionalismo y el
análisis funcional. Su capihllo sobre las uFunciones manifiestas y latentes" 16 Ernest Nagel, "A Form::\lization oC Functionalism"J Logic Withaut Me !. at)ky-

trataba de codificar y adelantar a la vez nuestro entendimiento del análisis síes, p_ 248.
funcional. En el proceso, l\1erton expone brillantemente los errores de los
54 LA TEORti'\. EMPIRICk
LA TEORtA EMPtRICA 55
cipio), sino pOl'que ello es muy dificil, mucho más difícil de 10 que
ciar~ .. y__ en 1969 _. publicó.._un... _LeveladoL._.análisis.. __ retrospectivo de._ su carrera __ _
parecen---advertiI·-jos-proponentes. Con gran frecuencia, estas afirmaciones
contienen a lo sumo descripciones más o menos correctas, antes que ex- intelectual: ('Sorne Personal Thoughts on the Pursult oE Sociological Problems".
plicaciones, de fenómenos específicos, expresadas o acompañadas de una En su primer libro importante, Social Change in the Industrial Revo~v,tion,
retórica que los incautos podrían tomar por explicaciones... Los resul- Smelser utilizó el modelo de la "diferenciación estructural" como el mstru-
tados obtenidos hasta ahora sólo equivalen (por lo que se refiere a la mento de "ordenamiento 16gico" necesario para presentar su estudio his-
explicación) a la articulación de algunas conjeturas precientífícas o espe- tórico del cambio estructural ocurrido en la industria algodonera británica}
ranzas piadosas de que pueda darse en última instancia una explicación y en la estlllctura familiar de las clases trabajadoras de esa índ~stri~, entre
funcional del problema en cuestión. l7 1770 y 1840. Como nos informa Sme1ser, se vio grandement: mflUl~o ~or
Pal'sons cuando escribió esta sobre todo por las "potenCIales aplIcac10-
Alan Ryan no sólo acepta las inadecuaciones lógicas y metodológicas seña- nes empíricas":!.9 del modelo de la diferenciacion esüuctural. El modelo
ladas por Rudner, sino que añade algunas otras críticas de su propia cosecha. trata de especificar un patrón general aplicable a diversos tipos de cambio
Merton, como otros científicos sociales ortodoxos, presenta una teoría empí- social. De acuerdo con el informe del propio Smelser, "deseaba evaluar
rica para fortalecer la calidad científica de la sociología y también para la potencialidad de la teoría de acción para el a~álisi: ~e. la dinám~ca
eludir la acusación de que la teoría es, en las ciencias sociales, una foana social en un contexto histórico concreto". Su estudIO hlStOl1CO de ]a m-
disfrazada de la ideología. (Merton trata explícitamente de demostrar que dustria algodonera británica trata de demostrar que su desarrollo exhibe
el íuncionalismo es neutral en materia de sesgos ideológicos.) Pero Ryan las etapas de ]a diferenciaci6n estructuraL . .
señala que
Más adelante, sin embargo, Smelser se sintió crecientemente msatIsfecho
con los fundamentos teóricos de su obra. Advirtió que había formulado varios
En la obra de ~ferton) el ténnino "función" no sirve a ningún pl'Opó~ "supuestos símplificadores H que debían ser revisados. Aceptó que, contra sus
sito, salvo el de agradar a quienes creen en la autonomía de la socio-
expectativas originales, "mi explicación del cambio estl1lctural durante la
logía) y decorar la palabra "consecuencias", lo que indica que Merton
Revolución industrial británica no se derivaba, en términos estrictos) de las
estaba impresionado con la bondad no buscada de las consecuencias de
gran parte de la vida social de los Estados y es esta equipal'a- cateO'orías del marco de la temía de la acción [de Parsonst. 26 Por último)
ción de la (<función" con las "buenas consecuencias" lo Que domina ]a Smelser estaba consciente de cierta cantidad de manipulación teórica:
1iteratura sociológica de los últimos como se ilustra c~n. una ojeada
a una publicación como The American Sociological Review: Jos artículos Por una parte, había presentado el IIlOC~elo como u.n~, secuencia \:m?ora~
sobre temas tales como "Algunas funciones sociales de la ignorancíaH de pasos; por la otra, había re~ono):ld~ las p~slhilldades ~~ br;nc~l
resultan ser artículos sobre "Algunos efectos buenos, no buscados, que' la pasosH , "regresiones a pasos anterIores) secuenCIas truncadas. ' e~ce;e:a,
ignorancia produce para casi todos)). El lector que lo dude deberá 'com- que podrían usarse como escapes teóricos si alguna secuencIa. hIst011..ca
probarlo por sí mismo. la particular no correspondía a la indicada: por. ~l. modelo de la dlfel'encla-
ción. Sentí una vaga inquietud ante la poslblhdad ~e que la represen-
El caso de Neil Smelser es más instructivo aún en cuanto a la localización taci6n del modelo de diferenciación como una secuenCIa de pasos .o
de las dificultades que encuentran los sociólogos cuando se ponen en efecto temporales fuese teóricamente poco satisfactoria, pero no sabía
a elaborar teorías explicativas sustantivas. Como he indicado, Smelser es representarla en ninguna forma mejor. 21
profundamente consciente de que el tipo de uteoria estructural-funcional"
En suma, Sme1ser percibía vagamente que el modelo de la diferenciación
que ha adoptado de Parsons y ha tratado de refinar ha sido acusado de
estructural carecía de )0 que supuestamente era su virtud primordial: el
vacuidad, de que no explica los fen6menos empíricos ni ilumina los pm-
poder explicativo. A lo sumo, tal modelo constituye una generalízación
blemas fundamentales del cambio social. En su Essays m Sociological Ex-
planation hay varios ensayos que revisan algunas partes de su trabajo ante-
19 Neil J. Smelser, {'Some Personal Thoughts on the Pmsuit of Sociological Pro-

17 Richard S. RudnerJ Philosophy 01 SoGÍal Science, pp. 108-109. blems" , Sociological Inquir,', 39 (primavera de 1969), p. 160.
26 lbid., p. 162.
18 Alan Ryan, The Pltilosophy 01 Social Scie11.ces, pp. 190-19-1.
:n ¡bid., p. 163.
LA TEOR1A EMPÍRICA 57
56 LA TEORÍA EMPíRICA

__ e!l1pír~(';ª~ _disfr,az.a,-da::_ q:ue__ Tepresenta formalmente ___ UR __ patrón __ tinentes_.:eLmode1o- _deLvalor. agregado. Sme1ser,_como_Jantos_ Dtros científ.icos
cambio social. Pero si no podemos jndicar algunas de las conexiones causales rociales ortodoxos) ha subrayado que una teoría adecuada debe permitir
o nomológicas' existentes entre las diversas etapas de esta secuencia- tempo· la derivación de generalizac:iones empírica5 a partir de nuestros supuestos
ral '-'-si no podemos explicar por qué algunas secuencias históricas divergen teóricos. Reconoce que debemos poder derivar enunciados contrarjos acerca
del modelo y otras no lo podremos tener una descripción genera- de lo que ocurriría si se modificaran ciertas variables especificables en
lizada pero no una exPlicación de la secuencia histórica. Esto no quiere fonna independiente. Pero su modelo del valor agregado no satisface este
decir que el uso de tal modeJo carezca de valor. Puede tener -aunque :mu- requerimiento. El propio Smelser plantea la interrogante rea1mente difí-
chos, lo 'han refutado- gran valor para revelar las semejanzas ocultas en'tre cil cuando escribe:, "Si una variable del modelo no se ve activada por
fenómenos aparentemente diversos) pero ello no basta para hacer avanzar la variable inmediatamente 'precedente' en la serie del valor agregado,
la teoría explicativa empírica o para aproximarse a ella. ¿ cuáles son las condiciones que la activan? Esta interrogante no se resolvió
En su segunda obra importante} Theory 01 Collective Behauior, Smelser satisfactoriamente en Theory of Collectíve BehaviorJ -y no he podido con"
pensó que podría rectificar algunas de las dificultades teóricas que estaba testada a mi gusto después)'. 2+
El éxito o el fracaso de las ciencias sociales no depende de las aproxima-
advirtiendo cada: vez más. En' esta obra utiliza un modelo de "valo'r agre-
gado". La idea básica de este modelo es muy simple: en lugar de suponer ciones de JvIerton o de SmeIser. Algunos sostienen, como Homans, que sus
que las variables especificadas guardan una relación de simple secuencia esfuerzos no estaban condenados al fracaso porque hubiese algo intrínse-
camente errado en la búsqueda de explicaciones teóricas en las ciencias so-
temporal (como lo había hecho Smelser con el modelo de la diferenciación
ciales> sino porque los pa.rtidarios del funcionalismo han estado buscando
estructural) suponemos ahora que hay una "lógica de la acumulación com-
binatoria de variables ll ,22 Un conjunto de variables, cada una de ellas inde- en el lugar errado. 25
tenninada. en sí misma, se traduce sin embargo en un resultado determinado . Debiéramos meditar pOl' lo menos, cuando científicos sociales tan promi-
cuando ocurre en una combinación específica: nentes, como Merton y Smelsef, conocedores de una gran diversidad de
enfoques. de las ciencias sociales~' no pueden elabOl"ar nada que se asemeje
El modelo del valor agregado fue un esfuerzo por aumentar la deter- genuinamente) o se aproxime siquiera, a una teoría cÍentHíca' explicativa.
minación explicatoria mediante la, combinación de· varias variables -cada La situación se agrava cuando advertimos que ninguna de las alternativas
una de ellas indeterminada en sí misma- en varios patrones diferentes, propuestas hasta la fecha) en la sociología o la polirtología, se -ha 'acercado
ca~a uno de. los cu~les se asociarla a un tipo diferente de comporta.:- algo a la presentación de tal teoría.
nuento colectIvo. Y fmalmente, el modelo del valor agregado se conceptuó Es precisamente esta paradoja, o por 10 menos esta disparidad tremenda
Gomo una secuencia puramente analítica, antes que temporal i ¿e trataba entre el concepto de la. teoría empírica adoptado por los cientlficos· sociales
de evitar así algunos de los problemas surgidos en conexiQn con la no- ortodoxos y la incapacidad para aIcanzar1o~ lo que ha llevado a un ntunero
ción de las etapas temporales del modelo de la diferenciación estructp.ral. 2" creciente de pensadores a cuestionar los fundamentos mismos de la ciencia
social concebida como una ciencia natural. Lo que resulta más perturbador
¿ Pem es éste realmente U11 progreso? ¿ Logra aumentar este rnodelo la aún -desde la perspectiva de lo que pretenden hacer los teóricos empíricos
Ud~terminación explicativa"? Desde un punto de vista conceptual, no nos ól'todoxos- es la advertencia de la gran cantidad de lo que se ha presentado
encontramos en realidad más cerca -de la explicación teórica. Porque el mismo como teoria en las ciencias sociales que resulta ser ideología disfrazada. Por
problema que afectó a Smelser en su estudio de la industria algodonera ambiciosas o modestas que hayan sido las pretensiones de los científicos
británica surge aquí en una forma más refinada pem no menos devastadora.
sociales ortodoxos de desarrollar la teoría empírica} tales científicos han in-
De nuevo; el poder explicativo del modelo del valor agregado depende -de
sistido en que sus hipótesis y enunciados son neutrales en sentido valora-
la especificación de . las relaciones nomológicas o causales entre las nume-
rosas variables identificadas. Si no especificamos estas relaciones, resulta 2<i [bid., p. 166. Véanse otras críticas al trabajo de Smelser en mis comentarios, con
difícil entender en qué sentido explica. científicamente los fenómenos per- 1;;, respuesta de Smelser) en la "Review Symposium" de ESfa'Ys in Sociological Explat!.
alioa, SotiÍological lnquiry, 39 (primavera de 1969)
22 lbid.) p. 164. 25 Roma ns no triunfa alli donde han fracasado Smelser, Parsons y Merton. Véase

23 Ibid. una crítica de Romans en Pete!' P. Eken, Social E.>:chal1ge Theory.


LA TEORIA EMPIRICA LA TEORíA EMPÍRICA

t~9J . enu!]g!?-dos sólo sujeto~.-ª.J9s.... cri.te.rips_.. de.Ja la tratado responsablemente de contestar la acusación de .... ,................ __ ..
confirmación y la refutación públicas. Sin embargo} como veremos en el obsta.cutos inSup~rabI~s y confusiones co~~;p·t~~~~··en la base la
capítulo u, estas teorías propuestas secretan valores y reflejan controyertibles la ciencia social. Uno de los más prominentes es Emest
posiciones ideológicas acerca de lo que es correcto) bueno y NageL No es raro que los científiGOS sociales recurran a Nagel como una
Hay diversas o racionalizaciones de 10 que Rudner ha Ha- respuesta definitiva y autorizada a los criticos que a~eguran que son vaci~
rnado esta "consideración melancólica", la brecha existente entre nuestro lantes los cimientos de la ciencia social contemporánea.
entendimiento metodológico de lo que es la teOlía y la cientí· La obra de Nagel, The Structure of Science) es un clásico contemporáneo.
fica y la "escasez de cuerpos de teoría bien confinnada, bien articulada} Es una de las presentaciones más juiciosas} comprensivas y sistemáticamente
en todas las ciencias del comportamiento humano». 26 La mayoría de estas elabOl"adas de la naturaleza de ja explicación y la teoría científicas. Además
justificaciones giran alrededor de la afirmación de que las ciencias sociales Nagel) al revés de lo que ocul're con muchos filósofos de la ciencia, tiene
son disciplinas jóvenes o inmaduras, a pesar de que algunas' han reconocido un conocimiento Íntimo de las ciencias sociales. Nagel refuta directamente
que son en realidad más que las ciencias naturales. Pero cuando los argumentos que tratan de demostrar la existencra de obstáculos ins;'
escuchamos estas raciona·lizacianes expresadas una y otra vez -como ha pera~a la jnYestig~ de las ciencias so~ia.Ies. Trata de demostrar que
ocurrido durante el último con tan escasa.s realizaciones te- tiiñguno de estos argume~to-~ conduce a tal conclu'Jón. Aunque la investi-
nemos derecho a; mostrarnos incrédulos. ¿ No es quizá la fuente primordial gación social afronta problemas especiales, no hay diferencias marcadas o
de este fracaso la falta de imaginación o de genio, sino un error radical en desemejanzas marcadas entre una ciencia social apropiadamente concebida
cuanto al tipo de explicación j' de teoría apropiado para ¡las disciplinas
sociales? Ésta ha sido Ulla de las criticas principales contra las tres orien-
y
-------
cienCIas naturales.
--- ...
-"

ocupanne de todos 105 argumentos de Nage\J pero deseo co-


taciones que examinaré en las tres partes subsecuentes de este estudio. Pero mentar algunos aspectos prominentes de su análisis por dos razones: primero,
dado que en esta primera parte trato de comprender y de presentar la ello ayudará a adarar nuestra apreciación del argumento en favor de un
justificación más fuerte posible de un entendimiento naturalista de las cien~ \ entendimiento naturalista de las ciencias . segundo, ello contestará
cias sociales, voy a examinar las respuestas fonnuladas contra este desafío J de las críticas más superficialles de un estudio cÍenufico del individuo
que constituyen obstáculos .insupera·bles para la elaboración de teor'Ías em- en la sociedad.
píricas explicativas. sin embargo) considero muy
de Nage1. Nagel no cree que ninguna característica
que distinga a la ciencia de 10 que no es~ pero sostiene que una
EL DEFENSOR DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA SOClAL: ERNEST NAGEL adecuada de la ciencia incluye una aclaración del ~pe1 de ~
leyes} las explicaciones, las teorías} y las formas _~º:!,!u~lejas en g~_e__vJ~ljM
La. mayoría de los científicos sociales ortQdoxos -sobre todo de lós Estados ~onfírm~~·ic-ª~.. En Th;-Structu-r8 of
Unidos- no se han ocupado de los críticos que cuestionan los fundamentos Sctence se ocÜpá primordialmente de la aclaración y la explicación de las
mismos de lo que están hac::íendo. Hull, 1vIerton} Smelser, Homaus) Parsons interrelaciones de estos elementos estructurales. No considera fructífera, la dis-
y -entre los politólogos- Truman, Almond, Eulau y muchos otros cusión acerca de si la investigación social es Hciencia verdadera". "La tarea
consideran las disputas acerca de la calidad científica de las importante, sin duda, es el logro de cierta claridad en los problemas meto-
disciplinas sociales y políticas como análOga<! a las disputas de anticuario dológicos fundamentales y la estructura de las explic'aciones de las dencias
acerca de las ciencias flsicas cuando estaban separándose de ·la filosofía) o sociales, antes que la concesión o negación de títulos honoríficos" (p. 449) .2'1'
a la polémica tediosa del sjglo XIX sobre la ciencia y la religión. Prevalece No Nagel que haya graves obstáculos prácticos, con frecuencia más for-
la opinión de que se ha ganado la batalla por la calidad científica de las midables de lo que creen muchos cÍentHicos pero tales dificultades
ciencias socia.les) y de que la tarea fundamental ahora es el trabajo serio prácticas deben distinguirse celosamente de las imposibilidades conceptuales.
de la investigación empírica )' la construcción teórica.
:17 Ernest Nagel, The Strllcture 01 Scitmce. A menos que se diga otra cosa, todas

26 Richard S. Rudner, Pllilosoph)' of Social Science, p. L01. las referencias a las páginas de Nagel corresponden a este volumen.
60 LA TEORíA EMPíRICA
LA TEORíA EMPÍRICA 61
Nagel inicia su análi_si~ __ fq!:Ll~_~ª_I11j~~~~!l_ muchos Cientí-
ficos sociales ortodoxos- de que "en ningún área de la investigación sociál oscurecen el problema fundamental de la existencia o inexistencia de proce-
se "ha establecido un cuerpo de leyes generales, comparables con las teorías dimientos para la reallizacÍón de una investigación controlada,
de las ciencÍas naturales en tém1inos del poder explicativo o de la capacidad Otra dificultad c.itada a menudo en el establecimiento de generales
para producir pronósticos precisos y confiables" (p. 477): en las ciencias sociales es el hecho de que los fenómenos sociales están "histó~
ricamente condiciOTlados" o "culturalmente detennÍnados" (p. 458). Nag-el
Muchos científicos sociales opinan, además, que no ha llegado el momento
admite la posibilidad de gue "las leyes no triviales pero confiables, estable-
- siquiera para las teorías destinadas a explicar sistemáticamente algunos as-
pectos de los fenómenos sociales, En efecto, cuandó se han intentado tales cidas acerca de los fenómenos sociales, tengan siempre apenas una genera-
construcciones teóricas .de alcance restringido, como ha ocurrido en la ,eco- lidad estrechamente restringida" (p. 460), Pero mientras que el descubri-
nomía o, en una escala menor, en el estudio de la movilidad social J su miento de leyes transculturales es UI'). problema empírico insoluto, Nagel re-
valor empírico se considera ampliamente como una cuestión todavía inso- chaza 108 argumentos que tratan de demostrar la imposibilidad de tales leyes
luta, En una medida considerable, los problemas investigados ahora en en principio. Ni la incapacidad pa,ra pronosticar un futuro, indefinido por
muchos centros de investigación empírica se refieren daramente a cues~ causa de la complejidad de los fenómenos humanos, ni el hecho de que
tiones de dimensiones moderadas y a menudo poco impresionantes (p, 498). muchos aspectos de los fenómenos socia-les escapen al control del homqre,
son buenas razones para declarar :imposibles tales leyes. Podernos afrontar
Pero aun concediendo todo esto, el débil estado actua'l de las ciencias sociales las mismas dificultades con los fen6menos físicos.
no impide la potencialidad del desanoHo científico, Además, quienes sostienen que las leyes transcultUl'ales resultan imposibles
La prjmera confusión lmpOl'tante que Nagel trata de aclarar .se refiere a porque todos los fenómenos sociales están históricamente condicionadosl sub~
la diferencia existente entre' la "experimentación controlada}) y la "investi- rayan con frecuencia, la manifiesta complejidad y diversidad de estos fenó,:,
gación controladal l , Se obj~ta a menudo que, en virtud de que la expe- menos. Por supuesto) si en nuestras explicaciones teóricas utilizáramos con-
rimentación controlada es la condición sine qua non para el logro del conoci- ceptos que denoten, características aparecidas sólo en un gmpo especial de
miento científico) y en particular para el establecimiento de leyes generales, y sociedades} no poddamos descubrir transculturales generales, Pero como
dado que tal experimentación es imposible en los fenómenos sociales a OCUlTe con los fenómenos físicos, no hay nada en el estudio de las oociedades
gran escala, no podemos descubrir y someter a prueba las leyes generales 1 ql;le impida el descubrimiento de estructuras o correlaciones más básicas que
aplicables a tales fenómenos, Pero señala la existencia de ciencias' ~no sean irnnediatamente evidentes. Es de preslUllÍrse que, si existen t~es es-
físicas bien desarrolladasl como la astronomía y la: astrofísica) que en ténninos J tructuras comunes básicas ~como han sostenido muchos científicos sociales-,
estrictos no son "ciencías experimentales"" Es cierto que en todas las ramas su descubrimiento nos permitiría explicar teóricamente las características co-
de la investigación científica debe haber procedimientos que tengan "las munes de lo, que parece ser algo culturalmente relativo. Ninguno de los
funciones lógicas esenciales del experimento en la investigación" (p. 452). al'gumentos fonnulados por los críticos elimina e!;ta posibilidad como algo
Por ejemplo, debe haber una oportunidad para contrastar diversas ocasiones lógico aunque no materializado todavía. No debemos confUndir la ignorancia
y para· distinguir :las hipótesis que pueden ser confil-madas o rechazadas. presente con la imposibilidad permanente.
Además , con frecuencia se exagera y se entiende mal la aliificialidad puta.tiva Un al'gwnento que suele emplearse para demostrar la imposibilidad de la
de' los experimentos de las disciplinas sociales. En las ciencias naturales hay ciencia social se basa en la consideración de que el conocimiento de los
también algunos experimentos artificiales que, en virtud de la exclusión de fenómenos sociales, al revés de ]0 que OCUlTe con Jos fenómenos físicos) es.
muchos factores norma]es, nos ayudan a entender los· procesos físicos '~reallesH. una val'jable social. Por ejemplo, en las técnicas de 1<11 entrevista que for~
"Es una crítica enada de los e:x-pcrimentos de laboratoriq de la ciencia social man una gran parte de la investigación de la ciencia social debemos adver~
la que sostiene que, en virtud de que una situación de labol'atorio es 'irreal' l tir que los respondientes saben ,de ordinario que están siendo entrevistados) lo
su estudio no arrojar ninguna luz sobre el compOliamiento social en que puede afectar sus respuestas. Se han fonnulado muchas críticas de las
la vida 'real'" (p. 456). En suma, la crítica de la ciencia social sobre estos técnicas de entrevista )'las conclusiones basadas en tales e-ntrevistas, pqrqll~ el
lineamientos está destinada al fraca'So, Los críticos entienden erradamente investigador no toma en cuenta la circunstancia mencionada. Tampoc.o aqul
el papel y la función de los experimentos en la investigación científica) y niega Nagel la gravedad. de la dificultad, ni ofrece una fónnula genera{ para
superarla. Pero el mismo planteamiento del problema apunta hacia: la solución.
LA TEORIA EMPíRICA 63
62 LA TEORÍA EMP[RICA

nómenos humanos no son susceptibles de una inspección sensorial: son esen-


En las cienc:ias sociales, como en las ciencias físicas, surgl;n algunas dificul-
cialmente subjetivos. En consecuencia, un tipo de investigación que se limite
tades porque se producen algunos cambios en el sujeto investigado a caUBa
a cuestiones públicamente observables, o a lo que sea "puramente conduc-
de las mismas técnicas utilizadas en la investígación. Además, Nagel acepta
tista" -como lo hacen las ciencias naturales-, no puede ser adecuada para
francamente que, en las ciencias sociales, tales cambios pueden atribuirse en
describir o explicar fenómenos humanos.
parte al conocimiento o a las creencias de los individuos. Pero esta diferencia
N a gel se concentra en tres interrogantes primordiales planteadas por este
se refiere a las técnicas que deben emplearse para identifica,r y eliminar el
argumento y otros similares acerca del tema de las ciencias ~ociales:
sesgo involucrado) no a la lógica de la situación. Por el contrario, este
problema plantea un desafío práctico, no un obstáculo teórico, a la inves-
tigación de la dencia social. Tal problema exige el desarrollo de técni~as
( 1) ¿ Son exclusivamente '(subjetivas" las distinciones requeridas para la
e..'q)loracíón de ese tema? (2) ¿ Es inadecuada una explicación «coñ:duc-
-p~!~t;J~zación -º~~!orsi6n""í'e~ml~~ cº-º=-- tista" de los fenómenos sociales? y (3) ¿ Caen fuera del alcance de los
c~~L.:p.articipfffite. cánones lógicos empleados en las propiedades "objetivas" las imputaciones
Hay otros dos argumentos conocidos acerca del conocimiento como una de estados "subjetivos) a los agentes humanos? (p. 475).
variable social que Nagel quiere refutar. Tales argumentos se refieren a los
,llamados "pronósticos suicidas" y ('profecías automáticas". Los "pronósticos La respuesta de N agel a estas interrogantes -una vez que se aclaran los
suicidas H tienen una base sólida en el momento en que se pronuncian, pero términos- es un enfático no. En primer lugar, aun cuando el comporta-
se ven refutados a causa de las acclones realizadas como consecuencia: de su miento estudiado por los científicos sociales se orienta innegablemente hacia
pronunciamiento. Esto ocurre cuando los expertos económicos hacen pronós- alguna meta consciente, no es indispensable que las ciencias sociales se res~
ticos acerca del estado futuro de la economía y los empresarios -en respuestrt trinj'an al estudio de los estados psicológicos, ya, que deseamos conocer la forma
a ~stos pronósticos públicamente anunciados- actúan en forma tal que los en que los factores naturales tales como la escasez o disponibilidad de recursos,
pronósticos no se cumplen. ¿ Pero qué prueba todo esto? Sólo "que las creen- o el estudio objetivo de las leyes de la moderna química de los suelos, afectan
cias acerca, de los asuntos humanos pueden generar algunos cambios cru~ el comportamiento social. La restricción de la investigación socia,l que excluya
ciales en los hábitos del comportamiento humano que son los temas mismos la influ'encia de tales factores no subjetivos ]a derrotará automáticamente.
de estas creencias" (p. 469). Ello no prueba que no podamos hacer pron6s-, En segundo Jugar, Nagel piensa que la acusación de conductismo se ha
ticos, ni siquiera que no podamos tomar en cuenta las fonnas en que los convertido en una trampa intelectual, y que los críticos hacen con frecuencia
pronósticos pueden verse afectados por los sujetos conscientes de tales pro- una caricatura cuando hablan del "conductismoH • Ha habido quienes defien-
nósticos. Los argumentos contra la ciencia social basados en las "profecías den una versión filosófica del conductismo como una forma de materialismo
de cumplimiento automático" --los pronósticos que son falsos en el m~men­ resumido, sosteniendo que toda conducta se reducirá finalmente y se definirá
to de su pronunciamiento pero resultan finalmente correctos a causa de las explícitamente en términos de movimientos, puramente físicos. Y hay algunos
acciones derivadas de la creencia en ellos mismos-- pueden derrotarse en la conductistas científicos que propugnan una "ciencia del hombre' que se
misma forma. limita a conceptos definibles en télminos del comportamiento humano explí-
Nagel considera luego dos tipos de objeciones que han adquirido promi~ cito. Pero Nagel subraya que esto último es sólo un tipo de programa cien-
nenda en las críticas recientemente formuladas contra las ciencias sociales. tífico, y que ,sus objetivos "ciertamente no se han alcanzado, y quizá no se
Más adelante exploraremos en mayor detalle cómo se han presentado y ex- alcancen nunca" 480). Pero tales versiones sustantivas y filosóficas del
plicado tales críticas. Pero ahora resultará instructivo el examen de la forma conductismo deben distinguirse 'cuidadosamente del conductismo como una
en que Nagel las prevé y formula, y la forma en que trata: de refutarlas. '!JIí Horientación metodológica" que insiste en que ('el estudio controlado del com-
Algunos sostienen que "resulta difícil, si no es que imposible, el logro de las ¡
explicaciones objetivamente garantizadas de los fenómenos sociales, porque
tales fenómenos tienen un aspecto esencialmente 'subjetivo' o 'impregnado
J portamiento abierto es) sin embargo, el único procerumiento sensato para la
obtención de un conocimiento conflable acerca del individuo y la acción
social" (p. 480). Desde la perspectiva de tal conductismo metodológico liberal,
de valor~,H (p. 473). Aquí se objeta que no puede haber njnguna explicación podemos interpretar los infonnes introspectivos como respuestas obselvables
adecuada de los fenómenos sociales si no se consideran la motivaciones~ las que deben incluirse entre los datos objetivos estudiados, no como aseveraciol'les
disposiciones, las metas perseguidas y los valores. Pero estos aspectos de los fe-
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referentes a estados psíquicos privados. Además) podemos adrnitir- que para apoyar sif iriiputiCi6ii---de --eshidos sübjetivos a tajes agentes huma~

existen los estados psíquicos privados sin dejar de insistir en que el' único nos (pp. 48<j.-485).
procedimiento para la obtención de un conocimiento científico confiable es
el estudio del comportamiento abierto. Cuando se inte.tpreta el conductísmo El último conjunto de argumentos contra la posibilidad misma de la inves-
como tal doctrina metodológica y se desembaraza de sus caricaturas, ya no tigación objetiva en_ la ciencia social considerado por Nagel se refiere al
h,ay razón para considerar inadecuada una explicación conductista de los llamado problema de hechos y valores. Esta cuestión ha figurado prominen-
ienómenos _sociales. t:me~te en .las críticas y ataques dirigidos en los últimos tiempos contra las
Al contestar la: tercera de las interrogantes planteadas antes, Nagel consi- Clenclas socIales. Pero err,amos cuando hablamos del problema de ahechos
dera la que es en su opinión la objeción de quienes afilTIlan que el objetivo y val~ore!';"-, .pues el análisis demuestra que este título se aplica a diversas
de l~s' ciencias sociales es el entendimiento de los fenómenos sociales, y que ouestiones diferentes y vagamente relacionadas. Muchos de quienes con.cen-
esto involucra ,algunas categorías de la acción significativa para: la compren- tpm sus ataques' e~ este problema afirman que "la 'neutralidad de valor' que
sióri de' ·108- estados «subjetivosH de los agentes humanos. Subrayo que es así parece. tan .gen~:ahzada en las ciencias naturales es. " a menudo imposible
como Nagel entiende la objeción porque, cuando examinemos el trabajo de en la mveshgaclOn social" (p. 485). . .
Schutz en el capítulo lIl, veremos que este autor acusa a Nagel y a otros inves- Nagel separa varios problemas particulares. Hay algunas interrogantes
tigadores de entender mal la naturaleza del Verstehen. Nagel no niega que ~cerca de la selección de ,los problemas. Muchos críticos han señalado las
haya algunos estados subjetivos) psicológicos, imputables a los agentes hu- ~nf.lue~cias sociales ocultas, y no tan ocultas, en la selección de los problemas
manos, ni que debamos entenderlos con frecuencia si queremos entender lo mvesngados por los científicos sociales. Estas influencias pueden fluctuar
que están haciendo l<?s agentes. Pero su tesis principal es que "los cánones desde los tipos de investigación estimulados porque se dispone de fondos --de
lógicos de la: evaluación de la inionnación objetiva pam la imputación de fuentes gu.bernamentales o de fundaciones privadas con intereses especiales-
estados' psicológicos que no parecen diferir. esencialmente (aunque a menudo hasta los upos de datos fácilmente disponibles como ocurre por ejemplo con las
pueden aplicarse con menor rigor) de los cánones empleados para fines aná- ~ncuestas censales. N agel no afirma que la investigación de La. ciencia social
logos por estudiosos responsables de otras áreas de la investigación" (pági- -:-:-o cualquier investigación científica- OCWTa en un vacío' social. No dudo
na 984). de q~e apla~diria el nuevo campo de la sociología de 'la ciencia, que trata de
Cuando· se ocupa de la interrogante referente a los procedimientos nece- e~tu~l~r y alslar las ~ariables que afectan los problemas investigados p~r los
sarios· para el entendimiento de los fenómenos subj'etivos) Nagel reitera una ClentíÍlcos. Pero por lmporl:4nte o interesante que sea el descubrimiento de
distinción y una doctrina aceptada por casi todos los científicos sociales .orto""' lo que influy.a en la selección de los problemas investigados -en las -ciencias
doxos y por los filósofos que han defendido una interpretación naturalista de físicas tanto como en las ciencias la: influencia socialsob~ la
las ciencias sociales: la distinción clara entre el contexto del dssc'llbrimiento selección de problemas "no represen~a ningún obstáculo para la pl'Osecudón
y .el contexto de la validación de las pretensiones de conocimientos.- afortuna~~) de ,la investigación objetivamente controlada en cualquier campo J
de estudlO (pp. 486-487). Podemos preguntar por qué un científico estudia!
En suma J el hecho de que el cientifico social, al revés de lo que ocurre lo que estudia, pero esto es lógicamente distinto de la evaluación de lavalidd'
con el ,estudioso de la natmaleza inanimada, pueda. proyectarse mediante de sus mpótesis y sus afirmaciones objetivas. .
la _imaginación simpática hacia los. fenómenos que está. tratando de entender, Además, se objeta. a veces que los científicos sociales se ven afectados en
resulta _pertinente para las cuestiones relativas a los orígenes de sus hipótesis forma implícita o.explícita por ((consideraciones de 10 bueno y 10 malo". Gran
explicativas, pero no para las cuestiones relativas a su válidez. La capa~ parte. de la i~vestigación re~lizada en la ciencia social dru"ante el último siglo
cidad del investigador para entrar en relaciones de simpatía con los actores ha :ldo. ,motlVada ,por un fuerte celo mOl'al y reformista, así como por la
humanos en algún proceso social puede ser importante en ténninos heurÍs- motwaclOn contrana: el temor o la sospecha del cambio social radical. "No
ticos en sus esfuerzos por inventar hipótesis adecuadas que expliquen' el. puede disputarse seriamente que los científicos sociales imponen a _menudo
proceso. Pero su identificación simpática con tales individuos no constituye
sus valor-es. en sus análisis de los .fenómenos socialesH (p. 488). . Qué prueba
·l.ID conoCimiento por si mismo. El hecho de que logre tal identificación ? S ' N .I!.
~5to . egun agel, sólo prueba la falibílidad de los seres humanos y '.la faci-
no anula la necesidad de una información objetiva) evaluada 'de acuerdo
-con principios' lógicos comunes a todas las investigaciones controladas, bdad con que pueden errar en sus pretensiones de conocimientos objetivos.
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derrota las objeciones tal como él las formula, no siempre todo el· el -logro- de uI1a clencia·-social genuma-·sí- observamos· con-suficiente-deteni-
vigor de estas objeciones. Vaya adarar esto: no pienso que haya otras obje- mi~nto y somos suficientemente ingeniosós para formular y verificar hipó-
ciones no consideradas por Nagel, O variaciones de las objeciones por él con- t~SlS~ modelos y teorías explicativas. Entonces parece casi irresistible la creen-
sideradas~ que prueben categóricamente la imposibillidad de la Ciencia sociaL Cia de que debemos adoptar una actitud científica adecuada' para promover

Cuando la cuestión se plantea en esta forma, Nagel gana. ,Pero cuándo la n:adurez de las disciplinas sociales. No necesitam.os citar a Hume, quien
abandonamos la obsesión de elaborar y derribar argumentos de imposibí- prevmo contra los peligros del paso sin fricción del discurso acerca de lo
bilidad -como creo que debemos hacerlo-, las objeciones planteadas por ~u.e es) 0. Jo que es posible, a lo que debiera hacerse. Los propios ci~n­
críticos más refinados podrán contemplarse en una perspectiva muy dife- bÍlcos sO~lales ortodoxos nos previenen de continuo contra este peligro aun-j

rente. En lugar de cuestionar la posibilidad lógica o conceptual de la ciencia que no SIempre son conscientes de sus propias tendencias a sucumbir ante
social, podemos cuestionar los énfasis, las preocupaciones y los problemas tal peligro. .
presentes y prevalecientes. Las orientaciones intelectuales -incluida la de La conclusión más adecuada para la estrtltegia deIlacionaria de Nagel
apoyan cierto sentido de lo que son los problemas importantes, cuando ataca a los críticos de la calidad científica de las clisciplinas soc¡a-
las líneas de investigación fructíferas, el planteamiento adecuado de los les corresponde al propio Nagel: "Los problemas no se resuelven sólo con
problemas. Los desafíos más impOl"tantes e interesantes de cualquier orien- ~emostrar que no son necesariamente insolubles; y el estado actual de la
tación dominante son aquellos que nos obligan a cuestionar los énfasis mvestigación social ind.ica claramente que algunas de las dificultades que
implícitos y explícitos que nos hacen advertir no sólo lo que está incluido hemos venido considemndo son graves en verdad" (p. 503 )..
en primer plano sino también 10 que queda excluido o relegado a segundo
plano como poco importante) ilegítimo o poco práctico.
Además, no debemos dejarnos engañar por la dicotomía fundamental LA INTERPRETACIÓN NATURALISTA: UNA DESCRIPCIÓN GENERAL
que determina todo el contexto de la discw;ión de Nagel: la distinción
existente entre los obstáculos teóricos y los obstáculos prácticos. Porque Al explo.ra: ~a tcorí~ empírica en las ciencias sociales y la interpretación
lo que entiende Nagel por «teórico" en este contexto es la imposibilidad de las dIscIplmas SOCIales como ciencias naturales] me he mantenido hasta
lógica: los argumentos que tratan de demostr~r la imposibilidad lógica o ahora cerca de los pensamientos y las palabras de voceros prominentes.
conceptual de la ciencia social. Todos los demás obstáculos se engloban Lo he hecho así deliberadamente por dos razones. Pl'imero, como indiqué
baj'o el rubro de lo práctico. antes) quiero evitar la acusación de que estoy presentando una caricatura.
Nagel aclaTa bien este punto, pero muchos de quienes lo citan como aU a No creo que la idea misma de la ciencia social pueda desecharse llamándola
H
toridad son mucho menos claros. El éxito de es la: demos.traci6n de «positivismo ) "conductismo" o "empirismo ingenuo". Segundo, sólo si pre-
que ninguno de los argumentos que reformula y examina puede negar sentamos el asun to en su forma más juiciosa y responsable podremos dis-
la posibilidad del desarmllo científico de las disciplinas sociales. Irónica- tinguir las Clí t~cas su~erficiales de las criticas profundas. Pero ahora po-
mente, sin embargo, cuando considera Nagel muchas de las objeciones demos ver surgIr una Imagen general, una que puede hacer justicia
demuestra en efecto que en la mayoría de los casos tienen rugo de ra- a los supuestos y los principios básicos comunes, así como a las áreas de
zón. Porque si bien es cierto que fallan como argumentos de imposibilidad} desacuerdo j~terno. Es una imagen con consecuencias importantes para
las objeciones revelan los complejos obstáculos encontrados: dificultades un , ~ran conJu~t~ de cuestiones, incluida la historia; de la teoría social y
prácticas mucho más formidables de lo que creen muchos. científicos socia- pohhca, los objetivos esenciales de la investigación social, el tipo de edu-
les ortodoxos. cación a:decuada pata los científicos sociales, el papel del teórico la rela-
Pero debemos cuidarnos de no extraer conclusiones erradas del análisis ción existente entre la teoría y la acción) la relación entre hechos v
de NageL Hay aquí un camino resbaloso en el que se han aventurado con valores. J

demasiada facilidad muchos científiéos sociales ortodoxos. No se han ofre~ En el fondo de esta interpretación naturalista se encuentra la convicción
cido buenas razones para demostrar la imposibilidad de' la ciencia social: de que el objetivo de las ciencias sociales es el mismo que el de las
por lo tanto, es posible. Parecerla que desde este punto se da un paso ciencias naturales. La recolección y el refinamiento de los datos el descu~
pequeño cuando se afirma que) ya que es posible, es también probable l;>timiento de cOITelociones, y la formulación de generalizacione: empíricas
70 LA TEORíA EMPíRICA LA TEORfA EMPIRICA 71

------ verificables;~- hi-pótesis -y- -modelOs} son actívidades- las--c1encias--físicas avanzadas, debe-- ense-ñarse---a 105 estudiantes--las técnicas
Ímportantes} pero no bastan'para establecer las sociales como de investigación cuantitativas y empíricas más recientes; deben planteár-
ciencias maduras. También deben surgir teorías verificables y bien con- . seles los problemas de las fronteras de la investigación empírica; deben
firmadas que expliquen los fenómenos demostrando cómo derivarse dominar las mejores teorüis y deben ser estimulados para que
en formas no triviales de nuestros supuestos teóricos. En el fondo de 1a desarrollen la imaginación creativa necesa.ria para el descubl~miento de
explicación dentíf1ica debe haber el descubrimiento y la utilización de leyes nuevas y mejores teorías.
o enunciados nomológicos. Se piensa que el teórico y el empírico deben cultivar W1a
Hay quienes piensan que nuestra actual es tan vasta qúe actitud desjnteresada cuando los fen6menos sociales y políticos.
es -preferible una concentración- en la tarea del' refinamiento de técnicas Como ciudadano privado, o como experto que asume responsabilidades pú-
para la recolección de los datos y la formulación de blicas, el teórico puede aplicar su conocimiento tentativo a los problemas
pÍl'icas de 'bajo -nivel -ace'rta de variables y vitales de su tiempo. Pero como teórico esforzm'se por ser objetivo y
Hay -quienes piensan que -tal actividad' es neutl·al. Puesto que sabemos cuán fácilmente permitimos que nuestros sesgos
si no está guiada- pOl' la búsqueda de teorías 'reco- distorsionen la descripción y de los fenómenos sociales, el teórico
riliendan la ambición más modesta de la elaboración de teorías de alcance debe estar siempre dispuesto a someter ms enunciados hipotéticos a la dis-
intermedio. Ha)1 disputas acerca de los tipos de enunciados semejantes a cusión y la verificación públicas, y debe abandona.r todas las tesis que
leyes que figura-rán en la explicación de los fenómenos por ejemplo, sean refutadas de acuerdo con ]08 cánones de ]a investigación científica.
sí hay leyes sociológicas genuinas} o si las únicas adecuadas para Su trabajo como teót;co consiste en el mundo, no en cambiarlo:
las explicaciones teóricas son leyes psicológicas a los individuos. lo interpreta ofreciendo y sometiendo a prueba explicaciones teóricas. El
y desde- 'luego hay disputas' acerca de- las orientaciones téóricas que resulten teórico sabe) o por lo menos cree, que si estamos seriamente interesados en
más prometedoras y se aproximen más a los criterios y metodológicos "cambiar el mundo H podremos mejor mediante el conocimiento
de la' teoría propiamente dicha. Pero todqs estos desacuerdos y disputas científico, sobre todo el conocimiento de las consecuencias probables de
Ocurreri dentro del marco general que hemos' ,-en efecto, "tienen diferentes cursos de acción,
sentídó l " dentro de este marco . Por lo tanto> el teórico una distinción categórica. entre la teoría y
. Este marco estimula una actitud específica hacia la historia de las cien- la práctica o la acción, que sean los sentidos de la Hacción"
cias sociales y sobre todo hacia la histoda de la teoría social y política. apropiados para el entendimiento de la investigación científica -por ejem-
Esta actitud traza' una distinCión básica entre la historia de la· teoría y la: plo, la experimentación deben distinguirse claramente de las
teona sistemática. Ya sea que consideremos anrtiguas o relativamente nuevas nornlas de la actividad en las que apliquemos conscientemente nuestro co-
a las disciplinas sociales, y ya sea: que admirernds o desdeñemos a los gran- nocinúento te6rico a la solución de los problemas prácticos de la sociedad.
des- teól'icos del pasado, nuestro interés primordial por las. teorías del Por último, un defensor refinado de la ciencia social ortodoxa
pasado --en la medida en que nos interese lateona sistemática- será la admitir que hay r.puchos sentidos en que son importantes los valores y las
búsqueda en ellas de claves, conjeturas y sugerencias que puedan ayudarnos normas para la investigación de la ciencia social. Podemos estudiar cien-
á elaborar la teorla empírica. Desde un punto de vista científico, Ji), -medida tíficamente los valores y las norn13S. Podemos tratar de localizar las varia-
de ' las' teOl'Ías del pasado es y debe ser el estado actual de la teoría siste- bles que refuerzan ciertos valores o estimulan la declinación de las normas.
mática. Podemos admitir, y aun estudiar) las formas en que los valores afectan la
Tal actitud tiene consecuencias- enormes para la educación de los cien- selección de problemas en _la investigación social. Podemos ser sensibles al
tíficos sociales. Y seria -difícil subestimar la transformación de los programas papel de los valores en la evaluación de la información. Aun
de erueña.nza y las actitudes que ha ocurrido durante los últimos cincuenta aceptar que la investigación de la ciencia sodal no puede muy le-
años, sobre todo en las universidades norteamericanas. Cualquiera que sea jos sin hacer uso de los juicios de valor "de caracterización)). y que debe-
el ' valor -del estudio de la historia de una disciplina y de los clásicos del mos ser extremadamente cautos en la formulación de tales juicios. Podemos
pasado en el campo, no se considera eso el principal contenido intele'ctual reconocer que los cientHicos sociales han fundido y confundido los juicios
en el adiestramiento de los cientlficos sociales. Como ocurre en el caso,_ -de de vaJor de caracterización con los juicios que expresan aprobación o repro-
\,
72 LA TEOR1-A "EMPÍRICA LA TEORÍA ,EMPÍRICA

badón - de un -modo implícito 0- explíci too Pero-- ninguna--de-- estas --admisiones ~echos reales --o--supuestos. --Indica la medida en que un -individuo desea
reduce o compromete el sentido básico en que hay una distinción categó- que exista un estado de cosas particular. Aunque podemos decir q1J,e el
rica entre hechos y valores. La tarea del científico social consiste en describir aspecto de una proposición referente a un hecho. puede ser verdadero
y explicar los fenómenos' sociales con la mayor fidelidad posible. En este o falso, carece de sentido describir en esta forma el aspecto de valoi· de
sentido amplio, su tarea es la descripción y la explicaci'ón de los hechos. una proposición. 28
Su tarea no consiste en la fonnulación de enunciados prescriptivos acerca
Si trazamos las ¡'lnpl¡'cacl'ones d e es t e pasaje, po d remos en t en d er por que'
de lo que debe hacerse, ni en defender una posición normativa.
Esta última observación trae al primer plano una distinción que hasta se mma la teoría normativa: no hay ni puede haber ni"nguna disciplina
ahora hemos explorado sólo en una forma oblicua: la' distinción - existente ni.cÍon¡3.1 de tal clase. El aspecto fáctico de una proposición se refieré
entre la reoria empírica y la teoría normativa. He seguido la práctica a una parte de la realidad. Como tal, puede ser verdadero o falso. Pero
el aspecto de valor de una proposición no se refiere a· ningún hecho. En
de los científicos sociales ortodoxos al hablar de la teoría empírica o la
términos estrictos no hay hechos mora.les, excepto en el sentido irónico
teoría explicativa como equivalentes aproximados, pero la significación
de que hay hechos acerca de los valOl·es. Podemos estar interesados en lo
retórica de la expresión "teórica empírica" la distingue claramente de' la
que desean los individuos, o en las varia.bles que influyen sobre estos
"teoría nonnativa". Hay un consenso mucho menor entl"e los científicos
deseos, pero tales cuestiones son empíricas fácticas, no normativas. Al
sociales or.todoxos acerca de la naturaleza de la teoría normativa que acerca
afirmar "proposiciones morales" estamos fonnulando' enunciados fácticos
de la teoría empírica o explicativa propiamente dicha. Pero hay un acuerdo
disfrazados ---que pueden ser asimiiados por la denci'a- 'o expresando sólo
esencial acerca de que, sea lo que sea, o como quiera que se describa) la
nuestras respuestas emocionales ante un estado "de hechos reales o supuestos.
teoría nonnativa no debe confundirse con la teoría empírica. Para comple-
Pero si aceptamos todas estas aseveraciones y sus implicaCiones, se sigue que
tar nuestra imagen de la ciencia social ortodoxa, necesitarnos afrontar los
no hay ninguna disciplina racional que podamos llamar teoría normativa.
problemas prominentes involucrados en la distinción de la teoría empírica
Sugerí _antes que, a pesar de la aseveración de Eastori en el sentido de
frente a la teoría normativa.
que este supuesto se adopta generalmente en las ciencias socia.Jes, la. m'ayo-
ría de los científicos sociales ortodQxos no. han querido -o no han' que-
Los PROBLEMAS DE LA TEORÍA NORMATIVA
rido con suficiente consistencia- llegar hasta aquí y descartar la mera posi-
bilidad de la teoría normativa.
Al explorar la influencia positivista de la ciencia social ortodoxa hemos l'vfax Weber fue el pensador que se enredó más seriamente con los
detectado una actitud ambivalente hacia la teoría nonnativa. Por una problemas involucrados. Su posición básica constituye todavía la base de
parte, se insiste en una distinción categórica entre la teoría empírica y la la discllilión de la posición de la teoría normativa y de lo que puede lograr
teoria nonnativa, pero por otra parte hay un escepticismo generalizado y no puede lograr la ciencia sociall. Debernos tener cuidado al ~xplorar la
acerca de la posibilidad misma de una teoría normativa. Veamos lo que influencia· de Weber, porque el Weber que se cita como una autoridad
dijo al respecto David Easton en 1953: en la construcción de los cimientos de una concepción de la ciencia
social como Wertfrei es un Weber domesticado. Pocos científicos so~
Este supuesto, adoptado generalmente en las ciencias sociales de la actua- dales han apreciado los temas nietzscheanos en sus reflexiones y la~. for-
lidad, sostiene que los valores pueden reducirse en última instancia a mas complejas en que regresó Weber, directa e indirecta,mente, a_ los pro-
respuestas emocionales condicionadas por las exp~riencias de toda la vida blemas una y otra vez. A medida que se le aclaraban los límites de la
del individuo. En esta interpretación, aunque en la práctica ninguna pro- ciencia social, se preocupaba más y m~ por sus consecuencias morales
posición necesita expresar un hecho puro o un valor puro, los hechos y sociales, y específicamente por sus consecuencias en lo tocante' a la eIec~
y los valores son lógicamente heterogéneos. El aspecto fáctico de una ción índividuaL 29
- proposición se refiere a una parte de la realidad; por lo tanto, puede
verificarse por referencia a los hechos. En esta [onna podemos· poner a 28 David Easton, The Political Sy;l o117., p. 221.
prueba su verdad. En cambio, el aspecto moral de una· proposiCión 29 Véase un examen de las diferencias existentes entre las concepciones de Weber
expresa s6lo la respuesta emocional de un individuo ante' un estado de y la interpretación de t<lles concepciones por parte de los científico~ sociales ortodoxos
74 LA T-BORtA BMP1RICA LA TEORíA EMPIRICA 75

Los contornos básicos del pensamiento-de---Weber- fueron cortfigurados--por------- los' fundamentos, podrá --advertirse--que -la ciencia es imp_ortante~-para:- el
ternas kantianos y neokantianos, en particular por la distinción kantiana díscUl"SO normativo, y aun que puede haber una discusión racional de las
entre el "ser" y el "deber ser", la dicotomía existente entre el discurso posiciones de valor básicas. Tal discusión se limita esencialmente a tres
científico acerca de los fenómenos y el discurso moral basado en la razón funciones:
práctica pura. Kant subrayó esta distinción para justificar la autonomía,
la objetividad y la universalidad del juicio moral. Kant no tenía dudas ( 1) "La elaboración y explicación de los axiomas de valor fmales, inter-
acerca de la posibilidad de la justificación racional de! imperativo namente 'consistentes\ de donde derivan las actitudes divergentes".31
rico. Pero una de las tensiones del pensamiento del siglo XIX era un escep~ Este tipo de análisis no utiliza directamente 'las técnicaS empíricas ni
tÍcismo creciente acerca de la autonomía y la objetividad del juicio moral produce conocimiento de hechos nuevos. Pero es importante en la
y su fundamento presumiblemente racional. Ningún critico iguala a Nietz- medida en que puede volvemos conscientes de diferentes tipos de axio-
sche en la profundidad y perspicacia de la exploración de la mitad moral o mas de valor y de -la consistencia de un conjunto específico de enun-
nonnatíva de la dicotomía kantiana. Weber) como filósofo y como científico ciados de valor.
social} el absolutismo lógico de la dicotomía kantiana y sentía toda
la de la critica de Nietzsche al juicio mora1. Insistía ''''eher en la (2) "La deducción de 'implicaciones' (para quienes a~eptan ciertos jU1CIOS
"heterogeneidad absoluta" de los hechos y los valores, y reconoda que de valor) que se sigue de ciertos axiomas de valor ilTeductibles, cuando
la incluidas las ciencias sociales, sólo puede ocuparse del lado fáctico la evaluación práctica de situaciones fácticas se basa sólo en estos
j
de la: dicotomía. Planteó el problema en fonna dramática e incisiva cuando axiomas Para hacer esto bien se requiere un análisis y una articu-
,.

consideró esta jnterrogante: ¿ Cuál es el significado de la ciencia?' lación cuidadosos de los axiomas de valor, y un entendimiento de sus
implicaciones lógicas. Se también "observaciones empíricas
To]stoÍ ha dado la respuesta más simple con estas palabras: "La ciencia para: los análisis casuistas más completos posibles de todas las situa-
carece de sentido porque no responde a nue.<;tra interrogante, la única ciones empíricas que son en princ:ipio susceptibles de una evaluación
interrogan te importante para nosotros: '¿ Qué haremos y cómo viviremos?l .. práctica'), s:a
Es indiscutible que la ciencia no nos da una respuesta a esto. La única
dud;]; que subsiste es el sentido en que la ciencia no da "ninguna" res- ( 3) i4La detenninación de las consecuencias fácticas que debe tener la.
puesta, y si la ciencia podría tener todavía algún valor para quien plantee- realización de cierta evaluación práctica (1) por encontrarse liga'da a
la interrogante correctamente. lIO '
ciertos medios indispensables, (2) por la inevitabilídad de ciertas re-
percusiones no deseadas clirectamente H • 33
Sin embargo, Weber no era un positivista} y ciertamente no propugnaba
una teoría emotiva del discurso nonnativo. Creía que, una vez aclarados
Esta última es eí área más importante en que la i~vestigación social em-
pÍr.ica puede influir sobre nuestros valores. Podemos descubllr que no hemos
en Alvín W_ Gouldner, "Anti·r~únotaur: Thc Myth ol Value-Free Sociology", For So- meditado sobre Jas consecuencias empíricas de nuestras elecciones y aedo-
ci~logy; y la Introducci6n que escribe Dennis Wrong para Max Weber, comp. Dennis !les, o que ignoramos sus repercusiones probables, o que cuando advirtamos
Wrong (Makers oE Modern Social Science). Una de las mejores discusiones de las algunas de ,1-as consecuencias probables y no buscadas de los cursos de
complejidades de las reflexiones de Weber sobre los problemas dd valor es la de
acción propuestos) estos decubrimientos puedan inducirnos a revisar nuestras
W. G. RuncimanJ A Critique of Max Web81's Philosop"y (JI Social Science (hay ed. esp.
FCE1 1976J. Se encuentra 'Una crítica aguda de Weber en los escrito; de Leo Strauss. evaluaciones prácticas. Un entendimiento más detallado de las consecuencias
Véase su discusión de Weber "Natural Right and the Distinction Between Fact and Va~ probables de diversos cu'rsos de acción puede llevarnos a abandonar o
lucs'\ NlItl.l'tal Right and Hístory, donde escribe Strauss: "Sostengo que la tesis de
Weber conduce necesariamente al nihilismo, o a la concepción de que cualquier prefe- 81 Max Weber) "Thc Meaning of Ethical Neutrality", The Methodology 01 the
rencia, por malvada, min o insana que sea, deb~ juzgarse ante el tribunal de la razón Social ScienclJS, traducción del alemán y compilación de Edward Shils y Henry A.
tan legítima como cualquier o~ra preferendá" (p. 42). Finch, p. 20.
so Max Weber~ "Science as a Vocation". From M((x Weber: Essays in SociolDgy.. 62 lbid.
comp. H. H. Gerth y C. Wright MilIs, p. 143. 33 Ibid., p. 21.
76 LA TEORIA EMP1RICA
LA TEORÍA EMPÍR ICA 77

iñódífícar' les axiomas de- valor existentes) o a--adoptar, atras'-nuevos., Por


.. ···-1vluchas de' las-actitudes"corúeinporáneas preváJecientes"acerca de hl teona
ejemplo, podemos dejar de estar a favor 9d reciclaje de las fuentes ener~
normativa, y acerca, de la relación existente entre la ciencia empírica y la
géticas si descuhrimos que la cantidad de energía requerida pOl~ el recidaj'e
teoría normativa} son una serie de notas 'de de página a las observa-
es mayor que la que se produciría con tales medios.
ciones de Weber, quien provee también una justifjcación para quienes afir-
Debe ser obvIo que ninguna de estas tres funciones de la díscusión ra~
man que las ciencias sociales pueden tener consecuencias prácticas cuando
ciona! de los axiomas de va'Jo1" y los juicios de ,valor reduce la brecha que
se conciben como ciencias políticas, o cuando se cree que las ciencias políticas
media enh'e el hecho y el valor, o atenúa; la carga de la elección echada
constit~yen una subdivisión importante de las ciencias sociales. Podemos
sobre nosotros. En efecto, Weber quiere agudizar nuestras per,cepciones de
estudiar emp.íricamente las consecuencias probables de diversos cursos de
las consecuencias de la elección humana. El científico social como maestro
acción propuestos. Las ciencias políticas pueden "Henar!! imperativos hipo.
puede decirnos: "Si asumes tal postura o tal otra, de acuerdo con la
tétieo8. Asumirán la forma: lógica de una demostración de que, si escogemos}
expeliencia científica tendrás que usar tal medio o tal otro para llevar a
la práctica tu convicción. Ahora bien, estos medios son quizá. tales que :ú deseamos, o valorizamos .'1.') segUra o probablemente resultará )'. No podemos
esperar que nos volveremos muy refinados acerca de las consecuencias em-
crees, que debes rechazarlos. Entonces deberás escoger entre el fm )' el medlO
píricas probables:, sobre' todo en las situaciones complejas de ,las ,sociedades
inevitable. ¿ 'Justifica' el fin los medios? ¿ O no 'los justifica? El ri1aestro
industriales modernas, a menos que prosigamos nuestras investigaciones cien~
puede confrontarnos con la necesidad de esta elección. No' puede hacer
tíficas tan lejos como ·podamos. Por ejemplo, es ingenuo propugnar el empleo
"
si desea' pelmanccer corno un maestro y no conver t Irse en un dem a gOt}
iT0 1l •3~
pleno si' no e~tamos conscientes de que} bajo ciertas circunstancias empíricas,
Si somos absolutamente consistentes con ]a posición propugnada por Weber,
tal, empleo pleno puede generar una lnflación desbocada que a su vez
aun las tres funciones de la discusión de los valores se basan en \..lna acepta-
puede conducir a un desempleo grave. Toda persona racional modificaría
ción a priori de ciertos valores que en si mismos no pueden justificarse
sin duda su opinión acerca del valor del empleo pleno en' cuanto se
racionalmente. Sólo si aceptamos el valor de ser consistente, de estar res-
informase mejor acerca de sus probables consecuencias empíricas.
ponsablemente consciente de [o que se sigue de los axiomas de va~or. que
El carácter hipotético de la información obtenida de Ías ciencias sociales
sustentarnos} y dB basar nuestras decisiones y elecciones en un entendImiento
que se. presta a una aplicación técnica ha sido la base de quienes propugnan
empírico informado de sus consecuencias probables, influirán tales análisis
la "ingeniería social". Aunque muchos sienten aversión por la expresión
raciona:lmente sobre nuestras elecrciones. Pero de acuerdo con Weber resulte¡.
"ingeniería sociaP} a causa del espectro qúe levanta de una manipulación
ábsolutamente inútil creer que podemos justificar tales valores básicos; sólo
consciente por parte de los tecnócratas) se comparte ampliamente la idea
podemos optaT por aceptarlos.
céntral de la aplicación del conocimiento obtenido en la investigación de
Con su agudeza característica, Weber pel'cibló a dónde 10 conducían sus
la ciencia &Ocial a los problemas prácticos. Karl Popper hizo una presenta-
argumentos, pero no retmcedió ante su conclusión. Temía las consecuencias
cÍón' y una defensa clásicas del enfoque de la ingeniería social en The
sociales de la creciente "racionalización" de la vida social, con su inevitable
Pou'erty 01 Historicism. Popper contrasta la "ingeniería social gradual'~ con
desencanto del mundo. Pocos científicos ortodoxos, incluidos quienes se
creen seguidores de Weber, han !levado sus investigaciones tan lejos como
lo qu~ es en su opinión la noción eHada de la ingeniería social utópica o
tótal. El ingeniero social' gradual "debe diseñar instituciones sociales, y re-
él lo hizo. La mayoría se han conformado con detenerse en un punto
construir y administrar las que ya' e.xjsten'i (p. 64) Al revés de lo que
intermedio inestable. Han supuesto que los hombres "ilustrados" comparten
oc.urre con el pe"I1.,>ador utópico o totalizador, el ingeniero social gradual
los mismos valores básicosJ y que la tarea importante consiste en obtener
sabe 10 poco que sabe y que aprendemos de nuestros errores. "En conse-
un entendimiento empírico más pleno de las consecuencias de los curs{¡s
cuencia, l'ecorrerá su camino paso a paso, comparando con cuidado ]o~
de acción posibles así como los medios empíricos necesarios para promover
resultados esperados con los resultados alcanzados, y siempre estará alerta
los valores defendid09 por los hombres ilustrados. Con este cambio de Énfa-
a las c.onsecuencias inevitables no deseadas de toda reforma; y no em-
sis eluden el abismo descubierto por Nietzsche y examinado por Weber: que
no puede haber fundamentos racionales finales para nuestros valores básicos. prendel:á ,TefOIlTlas cuya, compJejidad y, alcance le imposibiliten la aclaración

35 Kad' R. Popper, The Pove.rty 01 Historicis-m. A menos que se diga otra cosa
3,< lvrax 'r\'ebel', "Scienct! <lS a Vocalion", p. ¡SI. J

todas las referencias a las páginas de Popper corresponden a I!ste volumen.


78 LA TEORÍA EMPíRICA LA TEORíA EMPíRICA 79

de las causas y los efectos y "el ·conodmiento de' ]0· que -realmente está "'--funcion'- ciimtífica iU--Uli-á filnéióÍl de ingeruerla-social. Es una función
ciendo" (p. 67). que debe realizarse por el conjunto de la sociedad, actuando a través de
Para Popper, ni la tec.nología, ni la ingeruelÍa, ni la ciencia misma sus líd~res políticos y de otra clase. En una sociedad democrática, refleja
bastan para determinar y garantizar los fines que se alcanzarán o aproxi- presumIblemente los deseos de 1", mayol'ía de la población (p. ] 5) .
marán mediante nuestros pasos cautelosos de reforma social. Acepta que
:'la íngeniena social pública o política puede tener las tendencias más Pero Hauser subraya el papel que pueden desempeñar en tal fommcÍón de
diversas, totalitari,,!-s tanto como liberales" (p. 66). La tarea de la aplica- metas el científico social y el ingeniero social. Ellos son los expertos que
ción de la solución final al problema judío por parte de los nazis fue ~(deben trabajar en estrecho contacto con los líderes políticos y de otra
una tarea de "ingeniería}] que involucraba muchas cuestiones técnicas acerca clase para ayudar a desarrollar una: amplia gama de elecciones, las que
de los mediQS más eficaces para atrapar a los j'udíQS, transportarlos a los reflejarán, en la medida de lo posible, los _requerimientos y las consecuez:¡.cias
campos de concentración, y asesinarlos. Desde un punto de vista lógico, el de metas, específicas" (p. 15). Hamer elude los problemas realmente difíciles
conocimiento técnico requerido para rea:lizar con eficiencia estas tareas ( al y permanentes que se encuentran en la base de la ingeniería sociaL La posi-
mismo tiempo que- se, libra una guerra) es del mismo tipo que se necesita bilidad misma de la ingeniería social depende de una especificación de las
para diseñar y controlar instituciones destinadas a promover el alto empleo metas sociales que quieren alcanzarse. No es muy ilumin.ante, por 10 menos.
en una econollÚa de tiempos de paz. La ingeniería· social' gradual es. neu- la aseveración de que Uesto debe realizarlo el conjunto de la sociedad".
,tral en cuanto a los fines que se persigan. Popper cree que' puede haber ¿ Cómo? ¿Por quién? ¿ Qué razón tenemos para suponer que haya algunas
una discusíón critica racional de los fines) pero hay graves dificultades en su metas compartidas por una sociedad "en conjooto"? ¿ Cómo d~cidiremos -ya
defensa de esta pretensión fundamental. sea como ciudadanos, administradores o ingenieros sociales- cuáles me-
En 1969) en una época en que la idea de, la ingenieria social estaba tas deben alcanzarse? Hauser oscurece los problemas normativos centrales
siendo vehementemente' atacada desde diversos puntos de vista, Philip lYl. qu: deben confmntarse honestamente para que el enfoque de la ingeniería
Hauser reíteró y defendió este ideal. 3G Hauser parece pensar que el enfo~ SOCIal tenga alguna plausibilidad en absoluto y no se utilice como un ins-

que de la ingeniería social es enteramente nuevo.} y que es el único enfoque trumento de la dominación y la represÍón sociales.
adecuado para la solución de los problemas sociales contemporáneos. Des-
cribe Hauser el papel del científico social como científico, cuya tarea
rnordial consiste en general' conocimientos mediante su recolección} proce· CONCLUSIÓN: UN CRECIENTE SENTIMIENTO DE CRISIS
samiento y análisis de datos. Este conocimiento puede servir .Juego como la
base para la formación de una política social por parte del ingeniero social, Con esta reseña de las diversas actitudes hacia la teoría nonnativa he com-
quien está interesado en la "contabilidad saciar': "un sistema de control pletado la imagen generalizada que tienen de su propia' disciplina los cien-
de la información que sirve a las necesidades de los administradores de un tíficos sociales ortodoxos. Está involucrado mucho más que un entendimiento
orgafl;ismo o un programaH (p. 15). Este enfoque nuevo está "más allá de la naturaleza y la importancia de la teoría e..xplicariva empírjca. El papel
de la ingenuidad de las formas tradicionales del liberalismo y el conser- central asignado a tal teoría refleja una orientac.ión intelectual total. Esta
yadurismoH (p. Í4). Éste es el único enfoque que puede afrontar, seriamente orientación nos presenta un ideal de lo que constituye el' conocimiento teó.
nuestros problemas sociales contemporáneos. Casi de pasada, nos dice Hauser rico de los fenómenos sociales y políticos, y de la fOlma en que debernos avan-
que zar para aproximarnos a ese ideal. Es una orientación que matiza nuestro
entendimiento de la historia de estas disciplinas y de las direcciones que
La contabilidad social sólo será posible después de que se logre un con- podemos esperar razonablemente en el futuro. Refleja un entendimiento
senso sobre las metas sociales. El desaTrollo de metas sociales no es una
particular de la diferencia categórica existente entre la tCOlia y la acción
~G Philip M. Hallser, "The Chaotic Society! Product of the Social Morphological
cuando se contempla la: acción como la aplicación técn~ca de lo que apren-
Revolution", American Soc;ologi¡;ol Review, 34 (febrero de 1969). A menos que se demos de la teoría. Tiene consecuencias normativas para el ndiestramlento
di~ otra eosa, todas las refel'encia!! a las páginas de Hau.!Ier corresponden a este de los cíentificos sociales y la actitud desinteresada que el teórico debe adoptar.
artículo. Llamo "ortodoxa" a esta posic.ión porque, a pesar de numerosos desacuerdos
80 LA TEORíA EMPÍRICA LA TEORÍA' EMPíRICA 8,1

_._--------_ .. _-_._-------
internos, ha sido y sigue siendo compartida poi-el grupo dominante -{fe-lOs--' ú,-'Ja-folma-
,,-,,---- - Como' veremos"eIl-'eI capÍtUlo- en queHauseF transnlIte- con tanta _.. _-- .':'/ ----

éientíficos sociales, profesionales. , facilidad sus "juicios de valor de apreciación"; mientras se supone que rea-
Puede' añadirse 'un' élemént9 más como remate de esta presentación. En liza un análisis objetivo y neutral de la ciencia social y la ingeniería social,
ténninos históricos no pode~os' subeStima~ el papel desempeñado por la representa sólo la punta del iceberg. A pesar de todo 16 que se dice sobre
Jlustración en la configuración y el Ímpetu del desarrollo de las ciencias la 'objetividad y la' neutralidad 'valorativa, ,la- literatura de la ciencia social
sociales. Se ha acariciado desde hace mucho tiempo el ideal de que el adelanto y: la' llama'da teoría' empírica. rebosan' en jUicios" de valor explícitos e' implí-
de la ciencia, y del conodmiento científico de' los fenómenos sociales y polí- ~Itos, yen'· afirmaciones' nonnativas 'e ideológicas controvertibl~.'
ticos, debe hacernos progresar hacia los ideales y 'las. metas sociales aceptados .'~ Pero hay en la ol1.entación presentada otros .aspectos más prbfundaInente
por ios seres humanos razonables. Hemos aprendido que la obtenCión y perturbadores. Se' supone' que ,el conocirlliento, y en paiticular el 'conoci-
utilización de - tal c'onoc'imiento resulta mucho más difícil que lo esperado mi~n.to empírico detallado dei funcionamienfo rea1 de la sociedad y ia
por 'algunos de nue$tro~ antecesores de la Ilustración, pero esta meta -este polítIca, provee la base de la acción ilusb'ada y la ref-orma social. . Peto
~deal regulador- es todavía perseguida por los científicos sociales. cuando nos concentramos 'en ]a dialéctica de los fundamentos episfemoló-
En efecto, muchos se preguntarán si hay alguna alternativa razonable. gic'os' de la ciencia social ortodoxa, detectamos las poderosas tendencias que
PeI,'O, a pesar de toda la' _atracción, el poder y la sensatez répresentad~ p~r minan' este mismo ideal de Ilustración.' Cuando se ponen al descubierto
esta: orientación, hay ~n &ti interior algilllos problemas y conflictos graves. tales ,tendencías, no sólo' surge un escepticismo' enonne acerca de la posi-
Y,a he señalado la tremenda disparidad existente entre la insistencia e'n lo bilidad de la -teona· nonnativa como 'una disciplina, racional, sino también ]a
que es la teoría y la incapacidad' para alcanzarlo efectivamente. Podna sugerencia constante de que 'los "valores" son, en última instancia,' apenas
escrib~rse la, historia de' gran parte de la ciencia social, durante los últimos respuestas emocionales, subjetivas e irracionales. Se nos asegura una y otra
~iglos en términos 'de 'las declaraciones de que tal ciencia se ha convertido, vez que la formación de políticas, la aplicación del conocinúento científico,
o está a punto de ~nvertirse, en una empre~a genuinamente científi<:;a. y la actividad de la ingeniería social, dependen de una especificación de las
~I~chas 'de las disculpas 'tradicionales por el estado primitivo de la ~ocio­ metas. Pero se nos da una infonnaóón nula o escasa acerca de la fonna en
logía y la politología, en comparación con los criterios sostenidos por los que debieran establecerse tales metas. Si no encararnos francamente estos
científicos sociales ortodoxos, parecen débiles y al mismo tiempo poco con- problemas, resulta obvio que las téc.nicas del control y la manipulación podrán
vincentes. usarse igualmente para los fines más malvados o inconvenientes.
'Además, a 'pesar de la mpdestia oficial acerca del estado de las ciencias Además, a pesar de tod¡:¡ la insistencia que se hace en el científico social
sociales, se observa con frecuencia una anogancia peligrosa. ,Hauser es un como observador desinteresado, algo se ha perdido o suprimido de la tra-
ejemplo típico cuando reconoce que "en términos estrictos" la ingeniería dición de la theoria de la que surgió la temía de la ciencia social. Se
social depende de una especificación de las metas sociales que quieran i:ll- suponía que una de ,las funciones clásicas de la teoría era su eficacia prác-
canzarse, pero inmediatamente agrega que "el científico socia'! y el inge- tica: su capacidad para ayudarnos a: distinguir la apariencia de la realidad,
niero' social se encuentran en' una posición estratégica para pa,rticipar en lo falso de lo verdadero, y para proveer una orientación de la actividad
la' 'fo:r.macióh de metaS" (p.' 15 L 'trabajando en íntimo con tacto con los p:áctica. Anticipando una observación hecha in~isivamente por Habermas,
líderes políticos y de otra Índole en el desarrollo de una amplia gama. dIremos que lo que se suponía una función primordial del bios theoretikos
de elecciones. Los juicios -nonnativos del propio Hauser quedan daramente ha qued~do, ~escarta.da ahora por "prohibiciones metodológicas". 37 ',.'
en evidencia 'cuando tiene la' temeridad de dedarar: Los Clentthcos socia,les ortodoxos negar.ían que han abandonado esta fWl-
ción de la teoría. Sostienen que sólo ahora, por primera vez en la historia,
Creo que si esta naClOn hubiese tenido un Consejo de Asesores Sodales podemos distingillr los aspectos más manifiestos y superficiales de la sociedad
desde 1947, al lado del Consejo de Asesores Económicos, y si el Ejecutivo y la política de -la fonna en que "realmente" son; sólo ahora estamos alcan-
y el 'Congreso hubie'sen atendido las recomendaciones' de tal Congreso, ,la zando un conocimiento empírico sólido, en lugar de la opinión y la especu-
"crisis urb~na" que tanto D0S afecta no habría alcan:zado sus graves
proporciones actuales -(p. 15). 37 Jürgen Habermas, Knowledge and Human Interests, p. 304. Véase mi díscusi6n
de este punto es, el capítulo IV, pp. 220 ss.
82 LA TEORíA EMPÍRICA

lación;' Pe-Fa aun- si'se concede' ta.rcdudosa pretensión;-·las-consecuenc.ias -prác-


ticas de esta acumulación de conocimiento empírico no están nada claras.
Está aumentando la brecha que sepa.ra a este conocimiento de su utilización 11. LENGUAJE, ANÁLISIS Y TEORÍA
para la creación de una sociedad buena y justa. No hemos cerrado la brecha
que media entre la teoría y la práctica, sino creado un vacío intelectual y
p~áctico. En lugar de la utilización del conocimiento po~ part.e de los refor- Como ha demostrado brillantemente Hegel,
madores sociales y políticos} encontramos su uso por q~enqUlera que tenga la historia del pensamiento y la cultura es
el poder para hacerlo. Y a pesar de toda la preocupación por la calidad un ,patrón cambiante, de grandes ideas libe-
radoras que se convierten inevitablemente en
'científica de las disciplinas soóales y políticas, se elude o descarta, la idea
sofocantes camisas de fuerza y así estimulan
misma del teórico como critico de la sociedad y la política por "prohibiciones
su propia destrucción por nuevas concepcio-
metodológicas'~ .
nes emancipadoras y, al mismo tiempo, eS k

Esta situación, de consecuencias potencialmente ominosas, ha generado un clavjzantes. El primer paso hacia el enten-
creciente sentimiento de crisis, de protesta, -y una necesidad desesperada dimiento de los hombres es la toma de
de revisar los fundamentos mismos del entendimiento, ortodoxo de la in\!"es- conciencia del modelo o los modelos que
tigación social y política. En el resto de. este estudio exploraré }os es~uer~~s dominan y penetran su pensamiento Y' ác-
más. sedos que se han hecho par~ reVlsar y rcstructurar la lDvesbgaclOn ción. Como ocurre con todos los esfuerzos
social y política., tendientes a lograr que los hombres cobren
conciencia de las categonas en las que pien-
san, ésta es una actividad difícil y a veces
penosa, susceptible de producir resultados
profundamente intranquilizantes. La segund~
tarea es el análisis del modelo mismo, y esto
compromete al analista a su aceptación, mo-
dificación o rechazo; y} en el último caso,
a proveer un modelo más adecuado.
ISAlAH BERLIN, 19621

LA REVISIÓN DE LA TEoRÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES

EL PASAJE anterior ha sido tomado del elocuente y apasionado ensayo .de


Isaiah Berlín, nDoes Politic.aJ Theory Still Exist?", apa-recido en la segunda
serie de' Philosophy~ Politics and Society. Fue escrito como respuesta directa
a la situación descrita por Peter Laslett cuando. declaró: "Por ahora, de
todos modos, la filosofía política está muerta". Esta aseverac..ión categórica
de -Laslett, aparecida en la· p1'Írnera serie de. Philosophy, Politics and Society.>
"se convirtió en el texto más citado de todo. el volumen H • 2 Pero para 1962
escribían los editores de la segunda serie: "Sería muy satisfactorio que

,,1 {gro,ah .Berlín, <lDoes . Politi~al Theory Still Exist?", PhilosoPhJJ Politics and
Saciet)' (segunqa :Serie), comps. Peter Laslett y W. G. Runciman, p. 19.
:2 Tntroducd6n, Philosophy> Politics and S(Jciety (segunda serie), p. viL
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