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Bujías de precalentamiento

En las máquinas, en ocasiones es necesario calentar previamente ciertas partes


antes de poner la máquina en marcha, lo más común es calentar el aceite de
lubricación o de los dispositivos hidráulicos. Esto se logra casi siempre a través de
calentadores eléctricos termostatados acoplados a las partes en cuestión. Para el
interés de este artículo, tales dispositivos son calentadores eléctricos y no bujías de
precalentamiento.

Las bujías de precalentamiento o bujías incandescentes son dispositivos


calentadores que se montan en los motores de combustión interna y están dotados
de una resistencia eléctrica que se controla con la llave de puesta en marcha del
motor. Lo usual es que estén presentes para facilitar el arranque en frío de los
motores Diésel.
Estas bujías sirven para producir un punto incandescente (o muy caliente) dentro
de la cámara de combustión, que es alcanzado por el aerosol del combustible
inyectado. Al entrar en contacto parte del aerosol con la zona caliente de la bujía de
precalentamiento, el combustible se evapora e inflama, produciendo el arranque del
motor aun en condiciones de bajas temperaturas. Adicionalmente a esto, los
materiales de que están hechas estas bujías tienen en su composición elementos
como platino o iridio que tienen un efecto catalítico sobre el proceso de combustión.

Unos segundos después de haberse producido el arranque se retira la corriente


eléctrica de la bujía al no ser necesaria su función, ya que la cámara de combustión
se ha calentado como para producir la auto inflamación del combustible sin ayuda.

Debido a la naturaleza de las cámaras de inyección directa, estas bujías de


precalentamiento comúnmente no son necesarias en los motores provistos de este
tipo de cámara, mientras que en los motores con inyección separada se convierten
en un dispositivo indispensable para garantizar un arranque seguro en todas
condiciones.

Hay dos tipos básicos de bujías de precalentamiento:

1.- De resistencia eléctrica desnuda, utilizadas tradicionalmente.

2.- De resistencia eléctrica protegida que se han introducido más recientemente.


Bujías de resistencia desnuda
La figura 1 muestra una clásica bujía de precalentamiento con la
resistencia eléctrica desnuda.
En un cuerpo de acero provisto de una rosca para ser instalada en el
motor, tal y como lo hace la bujía de encendido de los motores de
gasolina, se coloca aislada de cuerpo, y en su centro, un conductor
que termina en el extremo inferior en una resistencia eléctrica de
grueso alambre en forma de lazo. El otro extremo de la resistencia se
conecta al cuerpo de acero y con ello a tierra.
Figura 1.
Este conductor central termina en el extremo superior en un perno
roscado para conectar el cable de alimentación.

El dispositivo tiene suficiente longitud como para que la resistencia eléctrica (lazo)
llegue al interior de la cámara de combustión, y el perno de conexión esté en el
exterior del motor, al alcance del cable de alimentación.

La resistencia eléctrica esta construida de aleaciones metálicas muy resistentes al


ambiente altamente corrosivo de la cámara de combustión, y a la erosión que
producen los gases de la combustión para lograr una una larga vida útil.

Cuando se va a poner en marcha el motor frío, primero se conecta la corriente de la


batería de acumuladores a la bujía el tiempo suficiente para que el lazo interior se
caliente al rojo incandescente, usando una posición al efecto de la llave de
encendido del motor. Una vez transcurrido ese tiempo, se gira la llave de encendido
a la posición de arranque, con con este cambio se producen dos efectos; se
alimenta el motor de arranque para hacer girar el motor de combustión y, se retira
la corriente a la bujía. La gran masa del grueso alambre de la resistencia la mantiene
caliente unos segundos después de retirarle la corriente, con lo que se garantiza
que algunos ciclos de inyección posteriores al arranque se produzcan con eficiencia.

En el motor poli-cilíndrico hay una bujía de precalentamiento por cada cilindro y otra
que sirve como testigo, al alcance de la vista del conductor en el tablero de
instrumentos. Como todas las bujías son iguales, observando el color de la bujía
testigo, el conductor podrá saber en que momento las que están colocadas en los
cilindros están a buena temperatura para proceder a intentar el arranque.
Bujías de resistencia cubierta
Las bujías de precalentamiento con la resistencia
cubierta son una mejora tecnológica de la bujía
tradicional pero su función básica es la misma.
La figura 2 muestra la imagen de una bujía de
precalentamiento del tipo de resistencia cubierta de
manera que pueden verse las partes interiores.

La diferencia principal con la bujía tradicional es que la


resistencia eléctrica está constituida de dos partes, es
de alambre más fino y está cubierta con una funda
resistente al ambiente para protegerla.

En estas bujías, la resistencia calentadora está Figura 2.


formada por dos resistencias eléctricas conectadas en
serie, una que funciona como elemento calefactor, de
resistencia casi constante con la temperatura, y la otra
como elemento regulador de la corriente ya que está
hecha de un material que aumenta notablemente la
resistencia eléctrica con el incremento de la
temperatura.

Como la resistencia calefactora es de alambre muy


fino, su inercia térmica es baja y se calienta muy
rápidamente con peligro de avería si no fuera porque
comunica el calor a la otra resistencia conectada a ella
en serie, esta última aumenta rápidamente la
resistencia eléctrica y limita la corriente a un valor
seguro para las dos, por lo que la temperatura final Figura 3.
queda limitada.

La funda protectora está rellena de un material en polvo


(óxido de magnesio) buen conductor de calor, por lo que el calor generado se
transfiere rápidamente a las paredes metálicas de la funda tornándose
incandescente en pocos segundos.

En los vehículos con estos tipos de bujías, lo mas común es que el testigo en el
tablero de instrumentos sea una lámpara de aviso.

El rápido calentamiento de estas bujías y el desarrollo actual de los componentes


eléctricos y electrónicos ha permitido que este tipo de bujías funcionen de manera
automática sin la intervención del conductor en algunos modelos de automóviles.

La figura 3 muestra una imagen real de una de estas bujías.


Causas de fallo
1.- La principal causa de fallo de estas bujías es que se queden conectadas a la
corriente con el motor en funcionamiento, el calor de la combustión se agrega al
generado por la electricidad por lo que la temperatura puede llegar a producir la
fusión del material de la resistencia.

2.- Como estas bujías están sometidas a los gases erosivos, corrosivos e
incandescentes de la combustión su vida, aunque larga, puede verse afectada por
elementos nocivos de combustibles de mala calidad o con contaminantes
inadecuados.

Diagnóstico
Es muy fácil diagnosticar si una bujía de precalentamiento funciona o no.

Estos dispositivos tienen en general un valor bajo de resistencia eléctrica, por lo que
una simple lámpara de las usadas en el automóvil, colocada en serie con el cable
de la bujía correspondiente encenderá si la bujía está buena y no lo hará si esta
averiada.

Cambiar las bujías de precalentamiento


diésel del coche: ¿cuándo y por qué?
Función de las bujías de precalentamiento:
En un motor diésel, las bujías de precalentamiento sirven para precalentar las
cámaras de combustión de cada cilindro antes y durante el arranque.
En los motores diésel más recientes, no es necesario precalentar el gasóleo. Las
bujías cumplen la función de mantenerse calientes después del arranque para
reducir la contaminación y el humo negro, es lo que se denomina « post heating »
(post-calentamiento).

¿Por qué cambiar las bujías de


precalentamiento?
Cuando las bujías de precalentamiento se deterioran, cuesta arrancar el vehículo, y
cuando dejan de funcionar resulta imposible arrancar.
En el caso de las bujías de precalentamiento tipo «post-heating», cuando fallan se
produce un consumo excesivo de combustible e incluso fallos en el motor.
¿Cuándo cambiar las bujías de
precalentamiento?
Por lo general, el intervalo de sustitución de las bujías es de aproximadamente
120.000 km. Es lo que recomiendan los fabricantes con bujías de primer montaje y
marca reconocida en el sector (Beru, Ngk, Bosch, Champion, Denso).
Es importante sustituir todas las bujías, aunque sólo esté defectuosa una de ellas,
para que no se produzca un desequilibrio entre los cilindros al arrancar.
Es preciso intervenir en las bujías si al vehículo le cuesta arrancar cuando hace frío.
Las dificultades para arrancar indican el fin de la vida útil de las bujías de
precalentamiento. En tal caso, se recomienda efectuar un diagnóstico.

Función del relé de precalentamiento:


Un relé de precalentamiento (sistema de control, tiempo de precalentamiento)
garantiza el envío de corriente de alta potencia hasta las bujías y gestiona el tiempo
de precalentamiento según la temperatura del motor.

Diagnóstico del relé de precalentamiento


Comprobar que el indicador de precalentamiento aparece en el salpicadero. Si no
se enciende, entonces existe un problema en el sistema de precalentamiento.
Si no se enciende, es preciso que un profesional revise el sistema de alimentación
eléctrica de la caja.
Si se enciende, comprobar que llega corriente a las bujías:
• En el caso de bujías de precalentamiento: utilizar un voltímetro o una lámpara de
comprobación para comprobar que llegue corriente a las bujías de precalentamiento
mientras el ayudante mete el contacto al mismo tiempo. La alimentación dura entre
10 y 20 segundos.
• En el caso de bujías de post-calentamiento: en ocasiones hay que poner en
marcha el motor para comprobar la alimentación en las bujías. La duración de la
alimentación puede alargarse hasta varios minutos.
En ambos casos, si no hay corriente el problema proviene casi con toda seguridad
del relé de precalentamiento o de su alimentación.
Comprobar la alimentación del relé; ver esquemas de cableado en la ficha técnica.
Si la alimentación funciona, cambiar el relé.
Diagnóstico de las bujías de
precalentamiento
Desconectar el borne negativo de la batería (véanse consignas de seguridad).
Localizar las bujías de precalentamiento y su accesibilidad: se podrá extraer una
protección, una canalización de gasóleo o una tubería de admisión, etc. según el
caso.
Desconectar los cables eléctricos de las bujías, ya sea fijados por clip o enroscados
sobre la bujía. En algunos casos habrá que sacar las bujías para comprobar en qué
estado se encuentran.
Tocar con el borne positivo (rojo) del ohmímetro el borne de conexión de la bujía,
mientras al tiempo aplicamos el borne negativo (negro) del ohmímetro al cuerpo o
a la culata de la bujía.
Utilizar el ohmímetro para comprobar que la conexión no se interrumpe (circuito
abierto):

• Conexión no interrumpida: comprobar que la resistencia medida sea la misma en


cada bujía. Si no es el caso, entonces una de las bujías está averiada.

• Conexión interrumpida: la bujía está averiada.

¿Cómo cambiar las bujías de


precalentamiento?
Desmontaje de las bujías de
precalentamiento
Desconectar el borne negativo de la batería.
Localizar las bujías de precalentamiento y su accesibilidad (se puede extraer una
canalización de gasóleo o una tubería de admisión si es necesario).
Desconectar los cables eléctricos de las bujías, ya sea fijados por clip o enroscados
sobre la bujía
Montaje de las bujías de precalentamiento
Antes de instalar bujías nuevas, asegurarse de que la bujía nueva es idéntica a la
que se ha extraído.
Aplicar grasa de desmontaje sobre la rosca para evitar que se produzca corrosión y
facilitar el desmontaje.
Utilizar el alargador de llave de bujías para instalar manualmente la bujía en su
espacio, teniendo cuidado de colocarla bien recta (una bujía mal instalada puede
provocar desperfectos en la rosca).
Apretar manualmente.
Terminar de apretar usando la llave.
Volver a conectar los cables eléctricos a las bujías.
Volver a montar si es necesario la canalización de gasóleo o la tubería de admisión.

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