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1.

1. CONCEPTO DE GEOLOGÍA ESTRUCTURAL:


OBEJETIVOS Y MÉTODOS BÁSICOS BÁSICOS

La actividad actual de los terremotos es una evidencia clara de que las rocas se
encuentran sometidas a fuerzas internas que son a veces capaces de fracturar las rocas.
Existen, por otro lado, importantes pruebas de que las rocas han sufrido en el pasado una
intensa deformación en numerosas áreas del globo. Así, por ejemplo, no es raro encontrar
fósiles que han perdido su simetría original característica y estratos que han perdido su
posición horizontal original y se han roto y/o doblado intensamente. Estas grandes
deformaciones se produjeron en el interior de la corteza terrestre en condiciones muy
diferentes de las que existen en la superficie, bajo las cuales las rocas se comportan de manera
distinta a su comportamiento habitual. Como resultado de esta deformación natural, las rocas
adquieren diversos tipos de configuraciones geométricas que reciben el nombre de
«estructuras». La Geología Estructural es la ciencia que estudia las configuraciones
geométricas de las rocas originadas por procesos de deformación natural, los desplazamientos
y mecanismos implicados en el desarrollo de tales configuraciones, su evolución espacio-
temporal y las causas que dieron lugar a su formación.
La gran importancia que presentan las estructuras en Geología se debe a que el mismo
proceso que conduce a la deformación de las rocas es el que conduce a la construcción de las
cordilleras y de las grandes áreas deformadas de la litosfera, de tal modo que una cordillera no
es otra cosa que un edificio constituido por un conjunto de estructuras y modelado por los
agentes externos. Conviene destacar que existen zonas de la corteza terrestre donde, sin haber
cadenas de montañas, los estratos se encuentran intensamente doblados y fracturados, por lo
que se ha interpretado que tales zonas deben corresponder a antiguas cordilleras orográficas
actualmente arrasadas por la erosión, de forma que, el concepto geológico de cordillera no
coincide exactamente con el concepto orográfico.
En el campo de las aplicaciones de la geología, el interés del conocimiento de la
estructura que presentan las rocas de una región es enorme. Así, la estructura condiciona en
gran medida la estabilidad de las laderas o los taludes, por lo que debe ser tenida en cuenta en
cualquier tipo de construcción u obra civil; determina las vías de penetración y migración de
fluidos, tales como el agua y los hidrocarburos, condicionando con ello su acumulación;
puede determinar el lugar de la formación de yacimientos minerales, y en buena medida la
explotabilidad de rocas industriales u ornamentales. Aunque no condicione el lugar de
formación, el estudio de la estructura de las rocas facilita la prospección y explotación de los
recursos minerales. Por añadidura, la actividad de las grandes fallas actuales es la causa de los
terremotos, por lo cual su conocimiento es esencial para la prevención, o incluso en un futuro
para la mitigación, de estos fenómenos catastróficos.
Dado que no es posible estudiar detalladamente la configuración del conjunto de la
litosfera, los investigadores deben centrar su trabajo en unidades más pequeñas. Surge así la
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noción de escala de trabajo, que se refiere al tamaño de las estructuras o unidades objeto de
estudio consideradas. Este tamaño influye notablemente en la metodología de la
investigación. Las escalas de trabajo que se pueden distinguir en Geología son las siguientes:
- Escala ultramicroscópica. Los aspectos que se analizan sólo son visibles al microscopio
electrónico. Esta escala ha comenzado a tener cierta importancia en los últimos años con el
avance de los estudios de los mecanismos de deformación.
- Escala microscópica. Se trata de estructuras cuyo análisis debe de realizarse mediante la
utilización del microscopio óptico.
- Escala mesoscópica. Es la escala del afloramiento. Se trata, por tanto, de estructuras
accesibles a una observación directa.
- Escala macroscópica. Se trata de estructuras cuyo tamaño es tal que el conocimiento de su
geometría requiere el establecimiento previo de una cartografía geológica.
- Escala megascópica. Es la escala de las grandes unidades de la litosfera y de la totalidad de
ésta. Su investigación requiere la integración de datos de fragmentos más pequeños y,
frecuentemente, de otras ramas de las Ciencias de la Tierra.
Es claro que todas estas escalas de trabajo no tienen la misma importancia. Así, por
ejemplo, la escala ultramicroscópica tiene aún un ámbito muy limitado en Geología
Estructural. En general, los resultados de los estudios a una determinada escala se integran en
estudios realizados a escalas de tamaño superior, lo cual conduce, en definitiva, al mejor
conocimiento de la dinámica global de la litosfera.
La mayoría de los investigadores consideran que la Geología Estructural estudia la
geometría, origen y evolución de las estructuras desarrolladas en las rocas a una escala
moderada o pequeña, mientras que la Tectónica estudia los aspectos más generales de la
estructura continental, oceánica o global. No obstante, los límites entre ambas disciplinas son
confusos, estando las dos íntimamente relacionadas y siendo, por tanto, complementarias. El
solapamiento entre ambas disciplinas se produce a la escala de las cordilleras, zonas de
especial interés por su peculiar dinamismo y complejidad estructural. En este sentido, las
cordilleras representan las unidades naturales más importantes en las que el geólogo
estructural trata de integrar sus datos y conclusiones para obtener una explicación coherente
de las estructuras analizadas y representan también rasgos de interés primordial que el
especialista en Tectónica debe de explicar en el contexto de la dinámica global de la litosfera.
Un estudio estructural completo de un fragmento de la litosfera implica la investigación
de diversas facetas diferentes que representan niveles de conocimiento progresivamente más
profundos y que, en cierto modo, constituyen etapas de trabajo distintas, si bien a veces estas
etapas se solapan total o parcialmente en el tiempo. Supongamos, para fijar ideas, que el
fragmento de la litosfera considerado es una cordillera; en tal caso, los objetivos de la
Geología Estructural implican los siguientes niveles de conocimiento:
1.- Establecimiento de la geometría de las estructuras. Ello requiere la realización de una
cartografía y cortes geológicos adecuados, así como la clasificación geométrica de tales
estructuras y la medida de los principales parámetros que las caracterizan.
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2.- Medida de la intensidad y distribución de la deformación sufrida por las rocas. Se trata de
comparar la configuración deformada final de las rocas con la configuración inicial
indeformada, midiendo los desplazamientos que han conducido del estado inicial al final.
3.- Establecimiento de la historia de la deformación. Dado que una determinada
configuración deformada se puede obtener por infinitas vías posibles de evolución, se trata,
en esta etapa, de conocer cuales han sido los estadios intermedios que han conducido desde
la configuración inicial a la final, estableciendo, en definitiva, los mecanismos que han
permitido el desarrollo de las estructuras. Nos encontramos ante un análisis que es
cinemático e histórico a la vez. Esta vertiente histórica conlleva dos etapas:
a) Conocimiento de la secuencia de episodios de deformación que se han sucedido durante
la evolución de la cordillera.
b) Conocimiento detallado de la historia y mecanismos que han conducido al desarrollo de
las estructuras en cada uno de los episodios de deformación inferidos en la etapa a).
4.- Estudio de las causas que han dado lugar a las estructuras. Se trata de conocer, en este
caso, la distribución e intensidad de los esfuerzos que intervinieron en el proceso de
deformación y la influencia de los principales factores que condicionaron el desarrollo de
dicho proceso. Se trata, en consecuencia, de un análisis esencialmente dinámico.
5.- Finalmente, debe analizarse la posición y significado geológico de la cordillera estudiada
en el contexto de la Tectónica Global. En esta fase, la Geología Estructural entra en una
estrecha interrelación con la Tectónica.
El desarrollo de un estudio estructural o tectónico completo, implicando las distintas
etapas o niveles de investigación ya descritas, requiere la combinación de diversos métodos
de investigación que se complementan entre sí, entre los cuales podemos destacar de una
manera general los siguientes:
- Análisis de los rasgos geológicos a partir de su observación directa en el campo.
Representa el método básico para el correcto planteamiento y resolución de los problemas
en Geología Estructural y constituye el criterio esencial para la contrastación de los
resultados obtenidos mediante otros métodos.
- Análisis de los rasgos geológicos a partir de datos obtenidos por métodos indirectos. A
estos métodos hay que recurrir en aquellos casos en los que no es posible la observación
directa, como, por ejemplo, en el caso de estructuras profundas ocultas; en tal caso se
requiere generalmente la participación de la Geofísica. Otros métodos muy importantes en
este mismo sentido están representados por la Teledetección, sobre todo la Fotogeología, y
por la interpretación de los mapas geológicos. Estos últimos se realizan mediante la
integración de numerosas observaciones puntuales de campo; su interpretación constituye
un método insustituible de análisis indirecto que aporta resultados muy difíciles de prever a
partir de la simple observación directa.
- Análisis microscópico y ultramicroscópico. El análisis microestructural requiere una
metodología específica basada esencialmente en la utilización de los microscopios óptico y
electrónico y posee gran importancia para el conocimiento de los mecanismos de
deformación de las rocas.
- Análisis teórico. Se basa en el establecimiento de modelos físico-matemáticos de los
materiales de la tierra, a los que se aplican diversas condiciones para reproducir
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teóricamente las estructuras que se ven en el campo e inferir las leyes que rigen su
desarrollo. La aproximación al conocimiento de las estructuras mediante este método está
limitada generalmente por la complejidad de los cálculos matemáticos implicados.
- Análisis experimental. Sirve para verificar hipótesis emitidas a partir de observaciones de
campo, para contrastar los resultados predichos por la teoría y para sugerir nuevas hipótesis
al investigador sobre el desarrollo de las estructuras. Permite investigar procesos que por su
complejidad no son fácilmente accesibles a un análisis matemático. La dificultad de este
método radica en el problema que representa la reproducción de las condiciones naturales
en el laboratorio.
Es evidente que la correcta utilización de estos métodos implica la contrastación mútua
de los resultados y que las conclusiones obtenidas mediante diferentes métodos no pueden
entrar en contradicción entre sí.
Todos los métodos descritos aportan observaciones y datos que deben ser luego
sometidos a un tratamiento e interpretados adecuadamente. Para ello, se utilizan diversos
métodos adicionales, que generalmente se basan en un análisis geométrico, basado
principalmente en métodos de geometría descriptiva, y/o en un análisis mecánico, que se basa
en la teoría de la mecánica de rocas, o desde un punto de vista más general, en la mecánica
del medio continuo.

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