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DE FLORENTINO M. TORNER
NICHOLAS S. TIMAS HE FF
LA T E O R I A
SOCIOLOGICA
Su naturaleza y desarrollo '
TAÑIA
PREFACIO
N. S. TlMASHEFF
C APÍTULO I
¿Qué es la sociología?
' laiiodiícrjon ¡o ibe Siudy t>¡ Lew and Moráis (¡ntrodnsción ai estudio dd derecho y I* moral, en ru»,
1907}. pp, 80-81
22 INTRODUCCIÓN
ser clasificadas; esto significa que se forman tipos de ciases, cada uno de los
cuales unifica muchas observaciones análogas. Una buena clasificación
permite que se sitúen en ella los fenómenos observados no sólo antes de
formularla, sino también después. Las observaciones individuales pueden
ser contadas y sometidas a tratamiento estadístico que dé por resultado
distribuciones de frecuencia, series de tiempo, coeficientes de correlación y
otras expresiones estadísticas. Las observaciones individuales pueden ser
ordenadas en series genéticas que muestren el desarrollo gradual de ciertos
procesos, y las series genéticas pueden compararse entre sf y descubrirse
analogías entre ellas.
Las generalizaciones hechas sobre las maneras de ordenación pueden
expresarse como leyes naturales (en ef campo de los estudios sociales, leyes
sociales) según las cuales siempre que se presenten determinadas
condiciones, tendrán lugar determinados efectos. Con ciertas precauciones,
las generalizaciones de tipo estadístico (distribuciones de frecuencia, series
de tiempo) también pueden convertirse en leyes sociales. Y todavía hay otros
procedimientos conducentes a la formulación de tales leyes.
Los hallazgos concernientes a clases de fenómenos son generalizaciones.
Una generalización no se refiere ya a un hecho en sí mismo; se basa sobre
muchos hechos y finalmente puede ser usada para predecir hechos que
probablemente se comprobarán en observaciones posteriores. El
conocimiento expresado en Jas generalizaciones es de un nivel superior al
expresado en las proposiciones singulares. Pero ese conocimiento no es
todavía el nivel más alto posible en la ciencia empírica. El nivel más alto es el
de la teoría. Por los esfuerzos acumulados de hombres de ciencia
especializados en una disciplina particular, se formula gran número de
generalizaciones de tipos diversos. Después los científicos sienten la
necesidad de unificar los resultados esporádicos que han alcanzado hasta
entonces. La unificación se hace hipotéticamente formulando una teoría.
Una teoría es una serie de proposiciones que llenan, idealmente, las
siguientes condiciones: primera, las proposiciones deben hacerse de acuerdo
con conceptos exactamente definidos; segunda, deben ser congruentes entre
si; tercera, deben poderse derivar de ellas las generalizaciones ya existentes;
cuarta, deben ser fecundas, es decir, abrir el camino para nuevas
observaciones y generalizaciones que amplíen el campo de conocimientos.
La teoría no puede derivarse de observaciones y generalizaciones
simplemente por medio de la inducción rigurosa. La formulación de
24 INTRODUCCIÓN
conceptos, las mismas ideas, y que, viceversa, algunas veces se expresan, con
las mismas palabras conceptos y hasta teorías diferentes.) Ha disminuido el
margen de desacuerdo teórico y ha aumentado el margen de acuerdo, como
tratará de demostrar este libro.
El examen de las teorías sociológicas del pasado y del presente revela que
giran alrededor de unos pocos problemas, los más importantes de Eos cuales
están contenidos en las siguientes preguntas:
¿Qué son la sociedad y la cultura?
¿Cuáles son las unidades básicas en que se descomponen la sociedad y la
cultura?
¿Que relación hay entre sociedad, cultura y personalidad?
¿Qué factores determinan el estado de una sociedad y de una cultura, o el
cambio de una sociedad o una cultura?
¿Qué es la sociología y cuáles son sus métodos apropiados?
EJ estudio del desarrollo de la teoría sociológica debe enfocarse sobre las
diversas respuestas que se han dado a esas preguntas. Al presentar las
teorías individuales hay que ir más allá de esas preguntas, porque mudias
teorías suponen problemas que aquéllas no contienen, o están formulados de
tal manera que se hace necesario tocar otros problemas científicos más o
menos conectados con los señalados arriba.
Se dispone de mucho material para este estudio. Pero éste se complica por
el hecho de que las teorías sociológicas se han desarrollado de acuerdo con
un patrón que se parece algo al del desarrollo de una planta; algunas ramas
han crecido vigorosamente y han echado muchas ramas secundarias,
mientras que otras, mas tarde o más temprano, se lian marchitado. La
situación se complica más aún por el hecho de que, además del patrón o
modelo de la ramificación, se observa también el de la convergencia y ía
fusión. Mientras que, por la. ramificación, una teoría da origen a dos o más,
por la ¿onvergencia y la fusión, teorías que empezaron siendo explicaciones
independientes y supuestamente incompatibles de Ja realidad social se van
acercando la una a la otra y a veces se juntan en una. Por consiguiente, el
intento de trazar una genealogía esquemática de las teorías sociológicas sería
exccpcionalmente dificultoso y obscurecería, más bien que aclararlas, las
aportaciones y tendencias principales.
Esta complejidad del asunto que estudiamos requiere selección y
ordenación cuidadosa de los materiales. La selección es siempre algo
arbitrario, y puesto que este libro no pretende ser una enciclopedia
sociológica, quedarán fuera de su ámbito muchas obras valiosas. Por lo
menos son posibles tres tipos fundamentales de ordenación. En primer
lugar, fas teorías pueden clasificarse en unas pocas escuelas basadas en los
tipos de solución teórica de los problemas básicos. Éste es el procedimiento
que empleó SoroUn en su bien conocida obra Conté mpotary Soriological
Theories (Teorías sociológicas contemporáneas, 1928). En segundo lugar, las
teorías pueden ser presentadas en la sucesión histórica de su aparición; éste
es aproximadamente eí método seguido por J. L Lfchtenberger en The
Development of Social Theory (Desarrollo de la teoría social, 1923) y por F. N.
House en The Development of Sochtogy (Desarrollo de la sociología, 1936). En
tercer lugar, las teorías pueden ser presentadas según las zonas geográficas
en que viven sus autores; este plan ha sido usado por G. Gurvitch y Wilbert
Moore (editores) en Tseentieth Century So-riology (Sociología del siglo XX,
1945) y por Harry Elmer Barnes (editor) en An Introduction to the Htstory of
Sociology (Introducción a la historia de la sociología, 1948). En el presente libro el
autor se propone emplear una combinación de los procedimientos primero y
segundo.
El examen del desarrollo de Ja teoría sociológica se dividirá en cuatro
períodos. El primer periodo, que se extiende desde el nacimiento de la
sociología hasta 1S75 aproximadamente, es el de los
ESTUDIO DE LAS TEORÍAS SOCIOLOGICAS 27
INICIADORES
C APÍTULO 2
AUGUSTE COMTE
El clima intelectual de una sociedad lo forman las ideas que dai por sentadas
y sabidas los intelectuales contemporáneos, los pee blemas comúnmente
discutidos por ellos y los métodos de discusión Ese clima puede estar más o
menos unificado; en otras palabras los intelectuales pueden dividirse o no en
facciones, cada una de la: cuales posee un cuerpo de ideas preferidas, un
conjunto partícula-de problemas y un método peculiar de discusión.
A principios del siglo xix el clima intelectual de Francia estab : bien
unificado. Se sentía orgullo por los progresos de las materna ticas y de las
ciencias naturales, y confianza en la omnipotencia de los métodos. En
relación con los asuntos humanos, el clima incluía la creencia en la existencia
de leyes sociales análogas a las establecidas en las ciencias naturales. Entre
esas leyes se daba lugar prominente a la ley del progreso o del inevitable
desarrollo de las sociedades humanas hacia etapas más elevadas y mejores.
Ese cuerpo de ideas se remonta a Biaise Pascal (1623-62), quien decía que
la continuidad de las generaciones humanas semejaba un individuo que
viviese eternamente y que acumulase conocimient-sin cesar. Charles
Montesquieu (1689-1755) presentó en la primera frase de su famoso Espíritu
de las leyes una definición de ley natural que tuvo general aceptación. Las
leyes, en el sentido más amplio de la palabra —decía—son relaciones
necesarias derivadas de Ja naturaleza de las cosas.
Jacques Turgot (1727-81) desarrolló la idea de progreso. En un discurso
pronunciado en 1750 y en su breve Discurso sobre la historia universal, trató de
demostrar que el adelanto del hombre en el conoci-
31
32 LOS INICIADORES
Vida de Comte
era descubrir las leyes naturales e inmutables del progreso, que son tan
inevitables como la ley de la gravedad. Así, el programa de una ciencia
nueva (que más carde se llamaría sociología) quedaba claramente trazado y
formulada la principal proposición de la teoría sociológica de Comte: la ley
de Jas tres etapas.
Poco después de haber publicado esa obra, Comte y Saint-Simón
disolvieron su sociedad y empezaron a atacarse acremente el uno al otro.
Comte no volvió a encontrar nunca una situación estable y re-muneradora, y
vivió de la enseñanza y el examen de matemáticas y de otros expedientes
análogos. Menudearon los desengaños personales y los altercados con otros,
y su aislamiento social aumentaba incesantemente. No obstante, para
ayudarlo, un pequeño grupo de admiradores lo invitó a dar una serie de
conferencias privadas sobre filosofía positiva. Accedió Comte, y las notas de
las conferencias fueron publicadas gradualmente entre 1830 y 1842,
constituyendo su voluminosa obra maestra: el Curso de filosofía positiva.
Mientras trabajaba en ella, Comte descubrió el principio de la higiene
cerebral. Este descubrimiento, aplicado a su propia vida, significa que dejó
de leer a fin de que su mente no se contaminara de las ideas de otros. En sus
años postreros, entre 1851 y 1854, escribió un tratado ritujado Sistema de po-
lítica positiva, en cuatro volúmenes, en el que aplica sus hallazgos en
sociología teórica a la solución de los problemas sociales de su tiempo. De
esre modo realizaba su finalidad inicial, el mejoramiento de la sociedad;
pero al hacerlo se desvió en parte del positivismo e intentó formular una
religión de la humanidad. Sin embargo, se encuentran en la obra numerosas
adiciones interesantes e importantes a la anterior filosofía positiva del autor.
Premisas fundamentales
o jerarquía en k que cada eslabón superior depende del anterior, ¡jorque trata
de fenómenos más concretos y complejos. La base de la jerarquía la ocupan
las matemáticas, que tratan de aspeaos abstractos de todos los fenómenos.
Sigue después Ja mecánica, que Comte casi identifica con la astronomía,
ciencia que en su tiempo hacía progresos sorprendentes. A k mecánica
siguen la física, k química y la biología. Y encima de todas se eregiría la
nueva ciencia de la física social o sociología.
La ley de las tres etapas significa, anre todo, que cada campo de
conocimiento pasa por tres periodos de desarrollo: teológico, meta-físico y
positivo. Pero las ciencias individuales no avanzan paralelamente; cuanto
más alta está una ciencia en la jerarquía, más tarde pasa de una etapa a otra.
No podría scc de otro modo, porque las ciencias más sencillas tienen que
desarrollarse primero, y las más complicadas después. Comte creía que todos
los campos de conocimiento, salvo uno, habían llegado a la etapa positiva.
Con la aparición de k sociología la serie quedaría completa*-
Pero en el sistema de Comte la ley de las tres etapas es mucho más que un
principio que rige el progreso del conocimiento. El desarrollo y la educación
del individuo deben pasar también por ks tres etapas, lo mismo que el
desarrollo de la sociedad humana. El des-rrallo y la organización social
positivos dependen del conocimiento científico, es decir, sociológico, de los
fenómenos sociales. En otras palabras, según Comte, "el gran descubrimiento
del año 1822" iba a convertirse CA k idea directora de k reorganización de la
sociedad, sacudida por la Revolución francesa.
Comte estaba tan firmemente convencido de la certeza de sus opiniones,
que envió un ejemplar de su Filosofía positiva al emperador Nicolás I de
Rusia, con una carta en la que daba por descontado que el gobernante
autócrata (que, cosa interesante, tenía una buena preparación matemática)
iniciaría reformas que elevarían a Rusia a la categoría de sociedad positiva.
Las pretcnsiones de Comte, como las de muchos innovadores, y tal como lo
hace ver este incidente, eran a veces ridiculas.
Pero ks premisas fundamentales de su teoría sociológica merecen
respetuosa consideración. La lista de ciencias abstractas hecha por Comte es
incompleta. Omitió la psicología, que consideraba una rama de la fisiología,
y las relaciones entre las ciencias individuales son más complicadas de lo
que él creía. Pero, en general, su división de las ciencias resultó ser bastante
sólida. La ley de ks tres etapas es maní
36 LOS INICIADORES
La ciencia de ¡a sociología
Metodología
Comte pensaba que el estudio de los métodos no podía separarse del estudio
de los fenómenos investigados con ellos. Por consiguiente, sus opiniones
metodológicas sólo pueden reconstruirse reuniendo palabras dispersas en
sus tratados.
Desde luego, la sociología debe emplear el método positivo: esto iba
implícito en el programa mismo de la nueva ciencia y se derivaba de las
premisas fundamentales de Comte. Pero, ¿qué es el método positivo? En
respuesta, Comte apenas dijo más que dicho método exigía la subordinación
de los conceptos a los hechos y admitir la idea de que ios fenómenos sociales
están sujetos a leyes generales; de otro modo, ao podría construirse ninguna
ciencia teórica abstracta concerniente a esos fenómenos. De acuerdo con su
concepto de la jerarquía de ías ciencias, Comte reconocía que el sistema que
formaban las leyes sociales era menos rígido que el sistema de las leyes bioló-
gicas, el cual, a su vez, era menos rígido que el de las leyes físicas.
No obstante su buena preparación en matemáticas, negaba Comte que el
método positivo se identificara con el empleo de las matemáticas y de ia
estadística. "La idea de tratar la ciencia social como una aplicación de las
matemáticas, para hacerla positiva, tiene su origen en el prejuicio de los
físicos según el cual no hay certeza fuera de las matemáticas. Este prejuicio
fue natural en un tiempo en que todo lo que era positivo pertenecía al
dominio de las matemáticas aplicadas y en que, por consecuencia, todo lo
que éstas no abrazasen era
38 LOS INICIADORES
I Tomado de la en íagléi di :' i:u« PaUiia, val. TV, apéndice, pp. 123-24
A Vé»!-, OD obsiance, el punió de viiu conmrk> en I r of Smioíogy,
de i i f ; t . L LÜ '■ ; ; ■ Vll-VlU.
4 L» frenología a unj reoiía irudocicmífic» ( . . ■ ■ ■ ■ ■ . < por V. H- G»IL : 1758-1828)
según la cual las facultades me ota les del humbre están estrechamente relacionada»
con ha peculiaridades del cráneo.
A V G USTE COMTE 39
intídentalmente formulan leyes generales. Pero Comte sólo decía lo que debe
hacerse y no cómo debe hacerse. En sus tratados presenta muchas inferencias
de hechos históricos; pero esas inferencias rara vez son convincentes y parece
haber llegado a ellas por deducción basada en la ley de las tres etapas más
bien que por verdadera inferencia.
Hay que mencionar otros dos puntos de importancia metodológica. El
primero es que, en opinión de Comte, la sociedad es en cierto modo ,.como un
organismo en el que se conoce-el conjunto mejor que las partes.5 De esta
proposición sacaba é l k conclusión un tanto inconsecuente de que los estudios
especializados, tales como los económicos, son engañosos, porque nunca debe
introducirse en la ciencia un hecho social tomado como fenómeno aislado.
Además, censuraba a los economistas de su tiempo por su resistencia a
admitir k posibilidad de todo orden en la. sociedad excepto el que por sí
mismo se establece automáticamente. Comte creía que, además de ese orden
espontáneo, podía establecerse otro planeado a base del conocimiento de
leyes sociales y su racional aplicación a problemas y situaciones concretos.
El segundo es que en la obra de Comte hay una sugerencia que se adelanta
en más de cincuenta años a una notable aportación de Max Wcber (véase
capítulo 14). Comte consideraba los tipos sociales como "límites a los cuales se
acerca cada vez más la realidad social sin poder alcanzarlos nunca". Se percibe
en esta afirmación la influencia de la preparación matemática de Comte, pero
cambien, en forma rudimentaria, el tipo ideal de Max Weber, excelente
instrumento lógico para el análisis sociológico. Corrobora esta afinidad una
afirmación de Comte que indica cómo usar esos tipos al estudiar fenómenos
sociales. Los casos intermedios, es decir, los OSOS no coincidenres con ningún
tipo ideal, deben estudiarse —decía— bajo la influencia de un análisis exacto
de Jos dos casos o tipos extremos. Esto quiere decir que un caso intermedio
puede ser entendido mejor determinando cuánto de uno y de otro de los tipos
extremos opuesros está incorporado en él.
Estática: consenso
y creyendo que no hace orra cosa que obedecer a sus propios impulsos.
Fundamentalmente, pues, el individuo y la sociedad son inseparables, y
únicamente se les separa para fines de análisis abstracto.
Comte dijo muchas cosas interesantes acerca de la familia, unidad social
básica. Por ejemplo, afirmó que ia familia posee un grado particular de
unidad, uu carácter moral que la diferencia de las demás unidades sociales.
En la vida de familia —observa— no predomina la reflexión; las necesidades
son prontamente satisfechas a base de simpatía. Las familias pueden existir
en estado de aislamiento, pero comúnmente no lo hacen. Mediante su
coordinación nacen combba-dones sociales, tales como las clases sociales y
las ciudades, basadas en la cooperación deliberada. De Jas numerosas
combinaciones sociales Comfe estudió cuidadosamente sólo las de tipo
político o Estados. Lamentaba que la Revolución francesa hubiera destruido
grupos intermedios entre la familia y el Estado y esperaba su restauración.
En relación con el Estado, Comte no anadió mucho a las-conclusiones ya
formuladas por los filósofos políticos. El orden político —decía—■ es algo
artificial; pero, por otra parte, es una variedad del orden natural hacia el cual
tienden todas las sociedades humanas. El orden político es natural porque
no puede existir ninguna sociedad sin gobierno, y el gobierno es posible por
el generalizado deseo de mandar y también porque muchas personas desean
ser libradas de la carga de tomar por sí mismas las decisiones necesarias.
Fetichismo Familia
Politeísmo (imperios orientales) Estado, propiedad territorial
Politeísmo intelectual (Grecia) Aportaciones intelectuales
Monoteísmo social (Roma) Patria
Monoteísmo defensivo (mundo Emancipación de la mujer y de los
católico) trabajadores
tal manera que dio la señal para un desarrollo rápido y más fructífero del
conocimiento relativo a las relaciones interpersonales, a los grupos sociales,
a la cultura y a la estructura y [os cambios sociales. Por otra parte, todo
sociólogo sabe que todas Jas invenciones —y la creación de una ciencia
nueva llamada sociología fue una invención cultural— son primordial mente
una recombínación de elementos ya preexistentes en la cultura.
En la obra de Comte encuentra el lector atento una enorme riqueza de
ideas que se anticipan, a la mayoría de las tendencias observables en la
historia de la sociología hasta ej momento presente, así como gran número
de proposiciones concernientes al ámbito y método de la sociología. Muchas
veces esas proposiciones han sido redescubíertas por sociólogos posteriores,
en ocasiones haciendo referencia ai padre fundador de su ciencia, y más
frecuentemente sin ninguna referencia a él. Además, Comte ha señalado el
camino hacia la definición moderna de la sociología y sus divisiones
fundamentales. Es cierto que, bajo la influencia de Spencer, la sociología se
desvió de la concepción formulada por Comte y se convirtió en una ciencia
concreta (genética) que describe un proceso único, el de la evolución de la
sociedad humana; pero al decaer el evolucionismo, la sociología (por lo
menos su núcleo central) volvió, aunque con modificaciones, a la concepción
comtlana.
Es verdad que la sociología contemporánea no se limita a repetir la
definición de Comte, que resulta demasiado amplia, pues incluye las ¡jarres
rcóricas de ciencias sociales especiales (economía, ciencia política,
jurisprudencia, etc.). Por otra parte, la sociología no se ha limitado a
formular proposiciones teóricas, se ha dilatado por el campo de la actividad
práctica y se ha convertido en consejera de hombres de buena voluntad que
desean mejorar la sociedad humana. (Comte inventó su ciencia nueva como
instrumento necesario para la reforma social.) Finalmente, la sociología ha
realizado una respetable cantidad de trabajo descriptivo, siempre que no
hacía acto de presencia otra ciencia para realizar k tarea de describir
fenómenos sociales específicos. Pero esos diversos desarrollos se unifican,
muy significativamente, sóio en relación con k sociología teórica, y este tipo
de sociología se va convirtiendo gradualmente en lo que Comte quería que
fuese.
Más específicamente, Comte sugirió soluciones para los problemas
fundamentales de la investigación sociológica. Nunca definió la sociedad,
pero fácilmente se advierte que para él la sociedad estaba for-
48 LOS INICIADORAS
AUGLTSTE COMTE 47
mnda por las familias y por combinaciones sociales que culminan en las naciones
y en la humanidad. Llegó a acercarse mucho a la formulación de la idea
contemporánea de la cultura como suma total de las realizaciones de las mentes
humanas en acción recíproca unas sobre otras. No eligió ninguna unidad social
determinada para analizarla, pues creía que, en relación con la sociedad, el rodo
era mejor conocido que Jas partes. Entendió correctamente la influencia recíproca
siempre presente entre el individuo y la sociedad Creyó en la existencia de un
factor prepotente de cambio social: el desarrollo de ¡as ideas, y pudo, en
consecuencia, ser considerado como uno de los deterministas ideológicos. Pero
comprendió también el efecto del crecimiento de la población y de su densidad.
Definió la sociología al simarla en su jerarquía de las ciencias teóricas abstractas:
la sociología es la ciencia teórica abstracta de la sociedad. Empleó pre-
dominantemente el que él llamó método histórico, que en realidad era
principalmente una ordenación de hechos históricos seleccionados a la luz de su
concepto de Ta evolución social. Durante mucho tiempo fue ese el método de la
sociología. Era, desde luego, un método defectuoso. También lo era la premisa
fundamental de su teoría, la fe en la evolución hacia el progreso.
Pero ei evolucionismo de Comte no era del tipo determinista formulado
algunos años después por Spencer y lógicamente conducente a la adhesión
estricta al principio del lainez faire. Por el contrario, creía que el progreso podía ser
acelerado y facilitado por la acción política basada en el conocimiento positivo. En
este respecto, preparó el camino a la idea de la tehsis social expuesta
posteriormente por Lester Ward, quien reconoció plenamente su deuda con
Comte.
Muchas de las afirmaciones y conjeturas de Comte han resultado
erróneas. Fue un mal metafisico precisamente porque creía que había
acabado con la posibilidad misma de ia metafísica; fue un mediocre
pensador religioso, aunque creía firmemente que la religión era uno de los
pilares de la sociedad. En cuanto a su teoría sociológica, se la puede
considerar como un salto prematuro desde el plano de la observación y de
las inferencias directamente basadas en ella al plano de la "teoría".
Mientras Comte vivió, su obra pasó inadvertida en Francia. Los
estudiosos ingleses, en particular John Stuart Mili (1806-73) fueron los
primeros en interesarse en las opiniones y la persona de Comte; pero
Spencer lo rechazó desdeñosamente. A través de autores ingleses, las ideas
de Comte penetraron en Alemania y de Alemania volvieron
a Francia, donde el más grande de los sociólogos de fines del siglo XJX,
Durkheini, dio a la sociología un nuevo impulso en el que se advierten
muchas ideas comtianas. La obra de Comte ha ejercido también gran
influencia sobre la sociología rusa (Kovaievsky, Socolan) y sobre la
sociología norteamericana (especialmente en Ward).
Merece señalarse que un libro publicado en los Estados Unidos en 1953,
The Ñutiere and Elemenís oj Sociology, por MacQuilkin DeGrange, intenta
revivir la sociología de Comee. Las ideas de Comte sobre la sociedad
expuestas en Política positiva se combinan con adquisiciones relativamente
recientes de teoría sociológica, en particular con la comprensión del papel de
la cultura (acumulaciones colectivas) y con la transición de la analogía
orgánica a un punto de vista sistemático.
50 LOS INICIADORAS
C APÍTULO 3
HERBERT SPENCER
Obras de Spencer
La teoría evolucionista
V
\
HFRBERT SPENCER 53
LJ ciencia de la sociología
Como Comte, cuyas obras leyó en sus últimos años y criticó severamente,
Spencer admitía La posibilidad de una ciencia de La sociología, palabra ésta
que reconocía de mala gana haber tomado del maestro francés. ¿Por qué es
posible una ciencia de la sociedad? En la sociedad
La analogía orgánica
una y otro son todos, formados por partes interdependientes, cada tina de las
cuales es semi-autónoma, que poseen determinado ser y evolucionan por sí
mismas, y en este aspecto la analogía es válida. Pero es impropio transferir,
sin pruebas empíricas, una proposición biológica a la sociología porque el
organismo y la sociedad sean sistemas, como tampoco puede ía sociología
tomar una proposición de la física subatómica a base de esa analogía
sistemática. La cuestión del sistema social ba sido planteada en sociología del
modo más sugestivo por el sociólogo italiano Parero, cuyas opiniones se
estudian en el capitulo 13. IM \ / W
La sociedad y Us ¡ases de la evolución
El principio de no intervención
¿Cuáles eran las soluciones que Spencer daba a los problemas funda-
mentales de la teoría sociológica que formulamos en el primer capítulo?
Para Spencer, la sociedad es un superorganísmo nacido de la combinación
de organismos individuales. Como podía esj>erarse, está ausente de sus
escritos la moderna concepción de la cultura como sistema de modos de
pensar y de obrar relacionados entre sí. Pero este concepto actual de la
cultura le hubiera llevado a ver las insuficiencias de su método. Uno de los
corolarios más importantes de ese concepto es que cada sector cultural debe
ser considerado en su contexto, que no puede ser entendido aisladamente.
En contraste con este principio, Spencer aislaba persistentemente los sectores
culturales de sus contextos y los encajaba en sus parrones preconcebidos.
El problema de la relación entre el hombre y la sociedad lo resolvió
Spencer de acuerdo con un individualismo extremado: el individuo es )o
fundamental, la sociedad no debe incerferirse en la vida de los hombres, el
individuo tiene que actuar y, al actuar, hará lo mejor para él y para la
sociedad.
Spencer no fue un sociólogo monista. No aisla uno solo de los factores
que impulsan a la sociedad hacia adelante a través de las diferentes etapas
de su evolución. El proceso evolutivo toral era para Spencer la fuerza
primera, el motivo impulsor que lo explica todo, fuerza incognoscible e
impersonal, que determina todo el devenir en todas las esferas del ser. Pero
sus ideas relativas a las perturbaciones de la evolución, ideas que no
desarrolló extensamente, muestran que
63 LOS INICIADORES
OTROS INICIADORES
tunda que Le Play concedía a la tríada lugar-traba jo-familia como muro del
estudio sociológico.
Cuando se proponía estudiar una familia. Le Play, con ayuda de [as
autoridades sociales, buscaba una cuyo habitat y situación la acercasen a la
familia media de ia localidad; a veces no conocía el lenguaje local; pero,
viviendo con ía familia, conseguía un conocimiento fundamental de su modo
de vivir. De esta suerte inauguró Le Play una técnica de investigación social
llamada hoy observación de participante. Le Play sabía muy bien que la
observación sistemática no es más que el primer paso de la investigación
científica. Comprendía que ¡as verdaderas ciencias sociales deben usar no
sólo un método, sino también la inteligencia.
A base de sus numerosas y minuciosas observaciones, Le Piay formuló
una concepción de la prosperidad y del sufrimiento que contiene los
comienzos por lo menos de una teoría general de la estructura BOCÍa]. "En
todas partes —dice— la felicidad consiste en la satisfacción de las dos
necesidades principales que impone la naturaleza humana: el alimento
diario (cosas materiales) y las costumbres esenciales (cosas inmateriales)."
Cuando la estructura social existente satisface esas dos necesidades, la
especie (empicaba esta palabra para decir sociedad, o quizás grupo étnico)
prospera; cuando no lo hace, sufre. Las estructuras sociales que producen la
prosperidad y evitan el sufrimiento se componían, según él, de siete
elementos agrupados en tres clases: primera, ios dos fundamentales de la ley
moral universal y de la autoridad de los padres; segunda, los dos
aglutinantes de la religión y el gobierno; y tercera, los tres elementos
materiales de la propiedad comunal, de la propiedad individual y del
patronazgo. De las dos primeras clases procederían las costumbres
esenciales; de la tercera, el alimento diario del individuo.
Le Play no creía en la evolución, y menos aun en el progreso. Tenía de Jos
cambios sociales una opinión esencialmente cíclica: sencillez, complicación,
corrupción, y finalmente reforma o ruina: esto constituye el círculo vicioso
del cual no han podido salir hasta hoy los pueblos no civilizados. Le
interesaba de maneta especial la fase de declinación de los cambios, de la
prosperidad al sufrimiento. Otaba varias razones para la decadencia de la
sociedad de su tiempo: el espíritu revolucionario y su desprecio por las
costumbres nacionales; el crecimiento incesante de la burocracia; la
influencia anormal de los literati; Ja corrupción del lenguaje, y en especial de
palabras como libertad, igualdad, democracia; la creencia de que la
prosperidad de
OI'ROS INICIADORES 69
Karl Marx (1818-83) es famoso, sobre todo, desde luego, como primer jefe del
movimiento obrero revolucionario que ahora está dividido en las dos ramas
de socialismo y comunismo. Aunque gran parte de los escritos de Marx están
dedicados a la propaganda de dicho movimiento, algunas de sus doctrinas
fueron sociológicas, en el sentido moderno de la palabra.
La filosofía de Marx era materialista, y el materialismo forma la base de su
sociología. Según Marx, no hay más que materia, y la conciencia es un
epifenómeno, una manifestación del movimiento de las células cerebrales.
Esta opinión refleja la influencia que ejerció Lud-wig Feucrbach (1804-72),
filósofo del ala izquierda hegeliana, sobre Marx. Como teoría sociológica, el
marxismo puede reducirse a dos postulados fundamentales y algunos
corolarios, f El primer postulado es el del determmismo económico, es decir,
la opinión de que el factor económico es el determinante fundamental de k
estructura y el desarrollo de la sociedad. Este factor, constituido
esencialmente por los medios tecnológicos de producción, determina la
organización social de la producción, es decir, las relaciones en que entran los
individuos para producir bienes con más eficacia de lo que pueden hacerlo si
trabajan separadamente. Esas relaciones, según Marx, se producen
independien remen te de la voluntad humana. Además, la organización de La
producción (llamada por Marx "sub-estrucrura económica de la sociedad") no
sólo limita, sino también, en último análisis, moldea toda la superestructura:
organización política, derecho, religión, filosofía, arte, literatura, ciencia y la
moral misma.
El segundo postulado de la sociología marxísta se refiere al mecanismo del
cambio. Según esta teoría, hay que interpretar el cambio social en relación con
sus tres fases, siempre presentes. Éste es el esquema dialéctico tomado por
Marx de Georg "Wilhelm Friedrích Hegel (1770-1831), filósofo idealista
alemán a quien se enorgullecía de haber vuelto del revés (aplicando el
esquema no al espíritu fundamental, como Hegel, sino a la materia). Todas
las cosas del mundo,
70 LOS INICIADORES
incluida la sociedad misma, por una especie de fatalidad dialéctica, pasan por
las tres etapas de la afirmación o tesis, la negación o antítesis, y la conciliación
de los opuestos o síntesis. En este nuevo plano de la. síntesis el proceso
dialéctico continúa con nuevas negaciones y nuevas conciliaciones que sin
cesar determinan el proceso histórico.
La combinación de las dos proposiciones fundamentales marxistas da
lugar a ciertos corolarios. Todo sistema de producción económica empieza
por ser una afirmación, el mejor o mas adecuado de los órdenes posibles en
aquel momento. Pero todo sistema, una vez que se ha atrincherado
socialmcnre, se convierte en un obstáculo para la aplicación de nuevas
invenciones tecnológicas y para el uso de mercados y fuentes de materias
primas recién descubiertos. El desarrollo histórico no puede detenerse en esa
etapa; por consiguiente el sistema sixialmentc atrincherado tiene que ser
destruido por una revolución social que crea un nuevo orden de producción,
una síntesis del antiguo y del nuevo.
En toda sociedad hay dos clases fundamentales, una que representa el
sistema de producción anticuado, y otra que representa el orden naciente. La
sociedad pasa de una etapa a otta por medio de la lucha entre esas clases. La
clase naciente triunfa definitivamente en esa lucha y establece un nuevo
orden de producción; y a su vez, dentro de ese orden están contenidas Jas
semillas de su propia destrucción, prosiguiendo ti proceso dialéctico.
Marx y sus discípulos emplearon este esquema dialéctico en sus análisis de
ia sociedad occidental contémporánea, que llamaron capitalista. En esa
sociedad, decían, la organización social de ja producción que nació con la
revolución industrial se expresa en la existencia de dos clases; Ja burguesa,
formada por los propietarios de los medios de producción, y la proletaria o
de los trabajadores. La lucha entre ambas clases es inevitable y, al
desarrollarse la conciencia de clase y la acción de clase militante, acabará con
la destrucción del sistema existente. El heredero del capitalismo será el orden
socialista, que se caracteriza por la propiedad colectiva de los medios de
producción y, finalmente, por una sociedad sin clases y en realidad sin
Estado, meta utópica durante mucho tiempo de Jos socialistas pre-marxistas
y, según el mismo Marx, no científicos.
La teoría sociológica de Marx, presentada aquí en esbozo brevísimo, debe
ser criticada desde varios puntos de vista. En primer lugar, las correlaciones
estrictas enere la base económica de la sociedad y Ja sujjcrcstructura no
fueron demostradas por Marx, ni pueden serlo.
OI'ROS INICIADORES 71
gas que iban apareciendo en una revista mensual rusa, una obra titulada
Rusia y Europa, en la que se propuso contestar a esta pregunta: ¿Por qué
Europa odia a Rusia? En el cutso de su estudio sobre el tema, formuló una
teoría del desarrollo de las sociedades humanas que discrepaba de la teoría
evolucionista. En realidad, la teoría del desarrollo de las sociedades
sustentada por Danílevsky suministró una especie de modelo que en años
subsiguientes se convirtió en un sustituto del evolucionismo.
Danílevsky partió de Ja observación de que es anticientífico considerar la
historia como un desarrollo incesante de Ja experiencia europea, ignorando,
o tratando como cosas al margen, los progresos realizados en otras partes
del mundo. Los ciclos históricos más bien debieran estudiarse dentro del
marco de tipos históricos culturales o civilizaciones. Sostenía que a base de
los conocimientos disponibles podían enumerarse trece civilizaciones mas o
menos completas e independientes o sem i-independien tes: la egipcia, la
china, la semítica antigua, la india, la irania, la persa, la hebrea, la griega, la
romana. Ja árabe, la germano-romana, la eslava, la mexicana y la peruana.
Cada una de esas civilizaciones pasó por ciclos análogos a los del
crecimiento orgánico: infancia, juventud, madurez, decadencia- Algunas
civilizaciones, por ejemplo la mexicana y la peruana, fueron detenidas en
fases tempranas, mientras que la eslava en su época alcanzaba la madurez y
la germano-romana ya estaba en el proceso de decadencia.
En opinión de Danílevsky, no todas las tribus o pueblos ascienden hacia
la civilización, sino sólo Jos que son mental y cspiritualmente capaces de
hacerlo. Además, el desarrollo de la civilización no se limita a una sola tribu
o puebla, sino que se realiza en un grupo de tribus o pueblos
lingüísticamente emparentados. La condición indispensable para el
desarrolla es la independencia política de uno por lo menos de esos pueblos,
que permita la formación de un tipo histórico cultural. Asimismo, hay
grupos cuyas actividades impiden la formación de una civilización, como los
hunos, los tártaros y los turcos; mientras que el resto de los pueblos forma
una especie de residuo que Danílevsky llamaba material etnográfico.
Según Danílevsky, toda civilización produce su estilo particular, que se
manifiesta, del modo más claro en la edad de la madurez. Dicho con más
precisión, cada civilización sobresale en uno de los campos de la actividad
humana. Asi, los griegos acentuaron la belleza; los romanos se
especializaron en el derecho y en la organización po
78 LOS INICIADORES
DARWINISMO SOCIAL
Bagehot
El primer autor que intentó formular una teoría sociológica aplicando los
principios de la selección natural y de la variabilidad a la sociedad política,
fue Walter Bagehot (1826-77). Pertenecía a una familia inglesa de la clase
media, estudió en Oxford y después se dedicó a negocios bancaríos. Desde
1860 fue director de The Econo-mist. Publicó sus opiniones por primera vez en
una serie de artículos que salieron en The Fortnightly Revieiv (1867), y más
tarde esos artículos aparecieron en forma de libro con el título de Phyücs and
Poli/ks (Física y política, 1872).
En esa obra procuró Bagehot formular el carácter esencial de la lucha de
grupos. El rasgo principal —dice— es que esa lucha la dirigen grupos de
hombres en cooperación, no individuos. Es manifiesta la superioridad de los
grupos compactos sobre Jos débilmente unidos. La diferencia entre el
hombre no civilizado y el civilizado es igual a la que existe entre los anímales
silvestres y los domésticos, y aseguraba que el proceso de domesticación es el
mismo para los hombres y para los animales, afirmación curiosa teniendo en
cuenta las manifiestas desemejanzas de ambos procesos. Lis tribus más dó-
ciles sobreviven; en consecuencia, han llegado a ser dueñas de la tierra Jas
naciones que tienen Jos sistemas de organización familiar más compactos.
Esra teoría es una sublimación en el plano sociológico de k supervivencia de
los más aptos.
Puesto que la cohesión del grupo es tan importante en el proceso
evolutivo, es preciso determinar cuál es el factor que fragua el grupo. Para
Bagehot ese factor es "e! aglutinante de la costumbre", o sea la tendencia de
los descendientes a parecerse a sus progenitores no sólo biológicamente,
sino también mentalmente. Aquí surge la siguiente pregunta: ¿Cuáles son
las fuerzas que conservan las costumbres? Bagehot señala tres fuerzas. En
primer lugar está la religión del miedo, con sanciones terribles para los
violadores. En segundo lugar, está la tendencia persecutoria, o sea la
propensión a castigar las desviaciones del orden establecido, el cual sirve de
apoyo a ks costumbres. Según Bagehot, ningún bárbaro tolera ver a un
individuo de su nación apartarse de los viejos usos y costumbres de la rribu.
En tercer lugar, está l, i tendencia del hombre a imitar lo que tiene delante.
La imitación no es consciente, es contagiosa y particularmente fuerte entre
los niños y los salvajes, y ella explica la sorprendente uniformidad de la
sociedad salvaje y el que los salvajes sean los más rápidos y fieles
85 APARICIÓN DE ESCUELAS RIVALES
¡miradores. (La ciencia social moderna sabe, naturalmente, que esos rasgos
no distinguen necesariamente a la sociedad "salvaje".) En la iiiqtsrtancia que
concedía a la imitación se anticipó Bagehot a Gabriel Tarde, uno de los
creadores de Ja sociología analítica que contribuyó de manera importante a la
decadencia del evolucionismo en sociología (véase capítulo 8).
El estudio de la costumbre hecho por Bagehot y que acabamos de esbozar,
tuvo por objeto aclarar La afirmación de que la cohesión del grupo es el
requisito necesario para la victoria en la lucha de grupos. Como segundo
factor que hace posible la supervivencia de los mas aptos, Bagehot tomó de
Darwín la ídea de la variabilidad. Sin variabilidad, la lucha por la existencia
no tendría sentido, pues no produciría ningún mejoramiento de la
organización biológica o social. Al igual que Spencer, Bagehot creía en el
progreso, y explicaba su posibilidad mediante la tendencia de los
descendientes, opuesta a la de la imitación, a diferir de sus progenitores.
Según él, el progreso sólo es posible si la fuerza de la legalidad basada en la
imitación es bastante poderosa para mantener unida la nación, pero no tanto
que mate toda variación y reprima la perpetua tendencia de la naturaleza al
cambio. Sobreviven los grupos en que el equilibrio de esas fuerzas garantiza
la mayor eficacia del grupo. Ese equilibrio, en opinión de Bagehot, es
característico de las sociedades dirigidas por un gobierno fruto de la
discusión: en tales sociedades est¿ abierta la puerta a las innovaciones y al
progreso.
Gnmplowkz
causa directa el deseo de mejorar Jas condiciones económicas. (En esto, como
en otras muchas cosas, las ideas de Gumplowicz muestran mateado sabor
marxista,) En los tiempos primitivos, la guerra tenía por consecuencia el
exterminio del grupo vencido. Después los hombres encontraron más
ventajoso reducir a la esclavitud a los vencidos y explorarlos
económicamente. En este proceso de sobre imposición de un grupo a otro
veía Cumpíowicz el origen del Estado. Aunque no de buen grado, esta teoría
fue aceptada por muchos sociólogos, y hasta por los de los Estados Unidos, a
falta, en aquel tiempo, de otras hipótesis plausibles.
Después de formado el Estado, la lucha de los grupos se bifurca:
continúan las guerras entre Estados impulsados por un implacable afán de
conquista, pero además dentro de cada Estado nace la lucha de clases.
Aunque las chscs combatientes y sus metas cambian a través de la historia, la
clase que está en el poder siempre se da cuenta de que puede mantener y
extender más fácilmente su dominio creando instituciones legales y políticas.
Todas estas ¡deas relativas al Estado tienen afinidad con el marxismo.
Como muchos pensadores alemanes de aquel tiempo, Gumplowicz
propendía a contraponer Estado y sociedad. Para él la sociedad era la suma
total de los grupos antagónicos, y cada grupo se concentraba alrededor de
uno o más intereses comunes. Dondequiera que los hombres se sienten
estrechamente unidos por intereses comunes, se esfuerzan por actuar juntos
como unidades en la lucha por el predominio. Así se forman los grupos y
resulta incesante ln lucha entre dios.
Al contrario que otros evolucionistas, Gumplowicz era pesimista en lo
que respecta al progreso. No podía aceptar la ¡dea de la evolución de la
humanidad como un todo, porque para el no existía esa cosa única llamada
humanidad. Su hipótesis poligéníca impedía la posibilidad de una evolución
unitaria- Creía él que la evolución de cada grupo había sído esporádica e
interrumpida por retrocesos. En todo Estado han tenido lugar una evolución
y un progreso parciales; pero siempre ha habido bárbaros que esperan la
señal de empezar la obra de destrucción. Aunque es seguro que
Gumplowicz no tornó nada de Danilevsky, hay aquí algún paralelismo con
la opinión de éste último (véase capitulo 4) sobre el nacimiento de las
culturas particulares (no de ía cultura humana en general) y sobre la
existencia de fuerzas negativas y destructoras. La caída de muchos Estados
poderosos ante el asalto de hordas bárbaras más bien pequeñas —añade
Gumplowicz en una interesante anticipación a las ideas de Toynbee—,
83 APARICIÓN DE ESCUELAS RIVALES
Ratzenhofer
El darvinismo social aparece en forma mucho más mitigada en la obra del
sociólogo austríaco Gustav Ratzenhofer (IS42-J904). De humilde origen, este
hombre, que era cadete a la edad de dieciséis años, tuvo numerosos duelos e
hizo distinguidos servicios de guerra; en 1S7S fue nombrado archivista del
ejército, posición que le dio amplia oportunidad para leer y estimuló el deseo
de escribir. En 1898 fue ascendido a mariscal de campo y nombrado
presidente del tribunal supremo militar de Austria. Se retiró del ejército en
1903. Inte-lectualmente, fue un autodidacto influido por la lectura de Comte,
Spencer, John Sajare Mili y Gumplowicz, Sus obras principales son
Naturaleza y fin de la política ( 1893), Estudios sociológicos ( 1898 ) y Sociología
(1908, postuma). Murió a bordo del barco en que regresaba de un viaje a los
Estados Unidos, donde había dado conferencias con gran éxito.
En opinión de Ratzenhofer, la sociología es la ciencia de las relaciones
mutuas entre seres humanos. Su misión es descubrir las tendencias
fundamentales de la evolución social y las condiciones del bienestar general
de los seres humanos. El problema fundamental de Ja sociología es
determinar el carácter único de la regularidad social y distinguirla de la
regularidad del mundo de los fenómenos en general La sociología debe
descubrir el principio básico que gobierna todos los asuntos sociales y
contribuir, con esa guía, a resolver todos los problemas sociales.
Esc principio director, la fuerza motriz, la Urkraft, es el interés. El interés es
la llave que abre la puerta del tesoro de la sociología. La vida social, según
Ratzenhofer, es un haz de intereses enraizados en la naturaleza misma de los
hombres. El interés es la expresión de una necesidad a través de la
percepción de su ¡nevirabilidad. Las necesidades son, en cuanto tales, innatas
o instintivas, mas para que se conviertan, en intereses tienen que set
percibidas y entendidas por las mentes humanas como inevitables.
DARWINISMO SOCIAL 89
■
Small
-
Sumner
Una variedad especial de darwínismo social se ofrece en la obra de William
Grahum Sumner (1340-1910), uno de los más Importantes sociólogos
norteamericanos. Nacido en Patccrson, Nueva Jersey, era hijo de un
inmigrante inglés que había abandonado su patria porque su negocio había
sido llevado a la roína con el avance de k revolución industrial A pesar de
ese antecedente, el hijo llegó a ser uno de Jos campeones más vigorosos del
principio del lahsez ¡aire, que era en parte un reflejo de la revolución
industrial en el mundo de ks ideas.
Cumplidos los veinte años, Sumner pasó varios en Oxford. Noticias que
se han conservado relativas a conversaciones que entonces tuvo
DARVINISMO SOCIAL 92
' Con I» íi t ís "norruM ÍHO»JH" induciinoi U pfllihra inulra» mores, que pJf«* designar la*
normal morales no doctrínale*, lino coruLicriuliniriu. [T-J 1 ■ ■."J. rj.Ji J . p. 54.
DARVINISMO SOCIAL 95
Spencer vio en ta evolución una ley universal del devenir, y derivaba de una
ley cósmica la evolución orgánica (biológica) y la evolución superorgánica
(social). Los darwinístas sociales razonaron de otra manera. Estaban
familiarizados con la teoría darwiníana de la evolución biológica y creían
que esa teoría podía aplicarse a la sociología sustituyendo los organismos
con Jos grupos sociales, y a base de esra creencia formularon su propia
sociología. Para ellos la sociedad era Un universo un tanto vago de grupos
sociales antagónicos. Bagehor, el primero de Jos darvinistas sociales, no
especificó que dase de grupos eran ésos. Gumplowicz y Ratzenhofer los
identificaron con los
ronvjiuniteí.
DARVINISMO SOCIAL 97
EVOLUCIONISMO PSICOLÓGICO
gran fama no sólo en ios Estados Unidos, sino en todo el mundo científico.
En 1903 fue elegido presidente del Instituto Internacional de Sociología, y en
1906 fue el primer presidente de la Sociedad Sociológica, Norteamericana. En
este mismo año dimitió su cargo oficial y empezó a enseñar sociología en la
Erown Univcrsity, Anres de esa fecha, no había explicado más que algunos
cursos de verano, principalmente en la Universidad de Chicago. Hasta su
muerte conservó ía cátedra de Brown,
Postulados fundamentales
en Sociología pura, donde divide las fuerzas en ontogénicas, una positiva, que
busca el placer, y otra negativa, que evita el dolor; en filogénicas, una
directa, sexual, y otra indirecta, el efecto basado en 3a consanguinidad, y en
sociogénicas, tríada de la fuerza moral (que busca lo bueno y lo digno de
confianza), la fuerza estética (que busca lo bello) y la fuerza intelectual (que
busca lo verdadero y lo útil). Si alguien se extraña de que Ward incluyera la
fuerza intelectual entre las fuerzas sociales y al mismo tiempo sostuviera
que las ideas no son fuerzas, la
EVOLUCIONISMO PSICOLÓGICO 10 L
Génesis y íelesis
t P. 82. 6
P. 467.
107 APARICIÓN DE ESCUELAS RIVALES
Para él, lo mismo que para Spencer y Ward, la evolución era la ley suprema
del devenir en todas las esferas de la realidad. Afirmó explícitamente, con
referencia a Los primeros principios de Spencer, que la evolución social es un
aspecto de la evolución cósmica. En consecuencia, Giddings creía
innecesario buscar un principio nuevo de interpretación objetiva; bastaba la
evolución a través del equilibrio de la energía- El influjo de esta opinión
sobre la obra de Giddings es muy fuerte. Igual que Spencer, enfoca los
problemas de la evolución social desde los campos de la biología y la
etnología y busca en ellos pruebas convincentes de los hechos sociales.
Peto, a diferencia de Spencer y de acuerdo con Ward, Giddings creía que
la sociedad es en esencia un fenómeno psíquico, aunque el proceso psíquico
a su vez esté condicionado y limitado por un proceso físico. Así, las leyes
sociales son en primer lugar las leyes de un proceso psíquico, pero cu
segundo lugar son las leyes de la limitación social por un proceso físico. Esta
posición complica la sociología de Giddings, pues se ve constantemente
obligado a alternar entre leyes psíquicas y leyes físicas y a explicar sus
mutuas interacciones. Giddings daba por sabido que existen leyes sociales y
que pueden ser formuladas con la misma precisión que las leyes de los
fenómenos naturales.
No obstante, concedía especial importancia a las leyes del proceso
psíquico básico. Siguiendo la dirección de Ward, creía que la clave para
explicar los fenómenos sociales es la volición. Buscó, además, un móvil o
principio único que caracterice al individuo consciente tomo ser social y que
determine las relaciones sociales en cuanto volitivas. Aún no se ha
descubierto —decía— ese principio. Tras un breve examen de las
aportaciones de sus grandes contemporáneos: Novicow, De Greef, Tarde y
Durkheim, sostuvo que sus explicaciones de la sociedad pecaban o de
demasiado angostas o de demasiado amplías. Puesto que el contrato
(señalado por De Greef)* y la alianza (señalada por Novicow) son
características especiales de la sociedad, y la imitación (ley fundamental de
Tarde) y la impresión (subrayada por Durkheim)9 son fenómenos más
generales que la sociedad, es necesario hallar un principio intermedio entre
ésos. Este principio es la conciencia de índole, frase acuñada por Giddings,
aunque reconocía expresamente su deuda con Adarn Smith, quien, en su
Teoría
Estática y cinética
Dinámica
produce la mente social, expresión que significa cultura, sobre poco más o
menos. Pero este concepto sólo incidenta luiente es estudiado con el nombre
de tradición.
Segundo: En la sociología de Giddings la unidad de investigación CB el
sorius, o el hombre relacionado con otro hombre mediante la conciencia de
índole.
Tercero: El principal factor determinante del estado de una sociedad y de
Los cambios sociales es psíquico; pero su acción está limitada por las
condiciones físicas de la existencia humana, especialmente por los procesos
de selección y superv i vencía.
Cuarto: El problema de las relaciones entre el individuo y la sociedad no
está claramcnre planteado. La importancia concedida al factor psíquico
parece reservarle al hombre el papel de crear y moldeat ia sociedad, aunque
dicho papel está limitado por los procesos biológicos que acaban de
mencionarse.
Quinto: Se define la sociología como la más general de las ciencias
sociales; no obstante, es una ciencia concreta, no una ciencia abstracta. El
método principal es la reconstrucción histórica, el cual, en manos de
Giddings, es en gran parte un procedimiento ilimitadamente conjetural, que
se basa de un lado en unos pocos conocimientos comprobados y del otro en
una psicología de sentido común.
En el desenvolvimiento general de la teoría sociológica, Giddings debe ser
considerado como uno de los evolucionistas más talentosos y brillantes.
Como su teoría está tan profundamente impregnada del postulado de la
evolución, queda muy poco de ella si se rechaza ese postulado, y ése es el
caso, según la mayor parte de los especialistas.
Sin embargo, perduran algunas aportaciones de Giddings. Hay que citar,
en primer lugar, la importancia que concedió al componente psíquico de la
sociedad y de la cultura, y su demostración de la imposibilidad de llegar a
comprender la sociedad humana y sus realizaciones por analogía con
sistemas mecánicos o biológicos. En este respecto, Giddings prolongó una
línea de ideas que inició Ward y que Tarde desarrolló independientemente.
Así, Ja orientación que culmina en ios escritos de Charles H. Cooley, W. I.
Thomas y Talcotr Par-sons, entre otros, se remonta, en parte a] menos, a
Giddings. En segundo lugar, formuló una definición de la sociología
sugestiva, y para muchos aceptable, y expuso valiosas opiniones sobre la
división de esa ciencia en estática y dinámica. En tercer lugar, Giddings fue
uno de los primeros sociólogos que señalaron la importancia de ios valores
en k vida social del hombre. i
CAPÍTULO 7
ociosa, ía más famosa de las obras que publicó. Las opiniones teóricas
fundamentales do Veblen pueden resumirse con brevedad.
Los grandes medios de habituación y de disciplina mental en la vida
humana son las diversas clases de trabajo de que viven los hombres y fas
técnicas asociadas con ellas. Veblen intentó demostrar que las relaciones
sociales y la cultura humanas son moldeadas por la tecnología. El hombre
tiene ciertos instintos constantes, pero las costumbres a que dan nacimiento
esos instintos varían de acuerdo con las cambiantes posibilidades de
expresión que proporciona el medio material, En una palabra, el hombre es
lo que hace.
La evolución de la sociedad es, pues, esencialmente un proceso de
adaptación mental de los individuos bajo la presión de circunstancias que ya
no toleran ios hábitos formados anteriormente. La readaptación se hace
lentamente y de mala gana bajo la coacción de las situaciones nuevas. La
facilidad de adaptación depende del grado en que los individuos están
expuestos a las fuerzas coercitivas del medio. Toda dase social protegida
contra la acción ¿el medio adaptara más tardíamente sus opiniones a las
situaciones cambiantes y tenderá así a retardar la transformación rota! de la
sociedad. La clase ociosa es precisamente ese sector retardataria del orden
social.
Puede considerarse roda sociedad como un mecanismo industrial, cuyos
elementos estructurales son sus instituciones económicas. Hay una estrecha
correspondencia enere la cultura y la tecnología que constituye su base. El
régimen feudal fue un sistema de fuerza humana adiestrada y organizada
según un plan de subordinación de unos hombres a otros hombres. En el
nuevo régimen de la sociedad industrial, ¡as fuerzas mecánicas toman el
lugar de la fuerza humana. La nueva tecnología destruye la antigua
organización de la sociedad.
La marcada influencia de Veblen sobre otros escritores —especialmente
sobre los sociólogos. Jos historiadores y los economistas— ha persistido y
continúa en la actualidad. Pero su evolucionismo tecnológica ha ejercido
mucha menos influencia que su incisiva e irónica pintura de la conducta de
la clase ociosa y de la competencia por emular a dicha clase que se desarrolla
entre casi todos los demás sectores de la sociedad. Numerosos escritores han
encontrado orientaciones muy sugestivas en ios estudios sistemáticos que
hace Veblen de instituciones económicas del capitalismo tales como el
absentismo, y en su insistencia sobre el contraste y el antagonismo
fundamentales entre k clase predatoria (negocios, intereses creados, sectores
protegidos) y la ciase industriosa (el hombre común, las clases trabaja
121 APARICIÓN DE ESCUELAS RIVALES
doras) de la sociedad- Según Veblen, esas divisiones tienen sus raíces en Jas
condiciones tecnológicas. Su concepto de la tecnología como vanguardia y
guia del proceso evolutivo encontró nueva expresión en el concepto del
retardo de la cultura desarrollado por William R Ogbum (véase capítulo
1 5 ) y popularizado por escritores como Harry Elmer Barnes.
1 El rfruJo frunce* complrm dice L'Expérjeilr dei pcvpUs al hi fr i i "■■< qn' é¡te eiilorise
OTROS EVOLUCIONISMOS Y EL ORGANICISMO 122
Novicotv
Esta rápida revista del evolucionismo de fines del siglo xix termina con k
exposición de las opiniones de Jacques Novícow (1849-1912),2
quien era de origen ruso, pero pasó la mayor parte de su vida en Francia y
escribió principalmente en francés. Su teoría está formulada ron gran
precisión en Las luchas entre sociedades humanas y sus fases necesarias (1893),
obra señaladamente evolucionista. Novkow coincidía con los darvinistas
sociales en que la lucha por la existencia es el mecanismo central de la
evolución; peco, contrariamente a las opiniones de aquéllos, creía que el
mecanismo mismo está sujeto a cambios, y en estos cambios distinguía cuatro
etapas necesarias (necesidad destacada en el título de su obra principal). En
Ja primera, la lucha humana fue principalmente fisiológica y tuvo por
consecuencia el exterminio del enemigo. En la segunda, la lucha se hizo
primordkl-mente económica, aunque se combinó con muchos aspectos de la
coacción física. En Ja tercera, el antagonismo tomó uu carácter predo-
minantemente político: la lucha por el predominio político dentro de los
Estados y entre los Estados. La etapa final se caracteriza por el antagonismo
de carácter intelectual; toma a veces la forma de guerras religiosas o de
actividad revolucionaria, pero es siempre en esencia la lucha por el
predominio de unas ideas. Novkow estaba firmemente convencido de que
las formas más rudas de la lucha social van desapareciendo gradualmente y
de que, finalmente, la lucha se reducirá a la competencia intelectual. Esto
—decía— tendrá por efecto el aumento de la justicia y de la simpatía y la
disminución del odio. Todo esto constituye, manifiestamente, una teoría más
basada en la evolución unilineal hacía el progreso. Novkow expresó la idea
un tanto spenceriana de que las cuatro fases de la evolución social no hacían
más que prolongar la línea de los conflictos químicos, astronómicos y
biológicos.
A diferencia de la mayor parte de Jos autores estudiados en este capítulo,
Novícow definió Ja sociedad y la sociología. Concebía la sociedad como un
grupo de individuos entre los cuales se han establecido relaciones vítales y
que tienen conciencia de su recíproca solidaridad En los días en que expuso
esta opinión, era muy raro que se diera importancia a la solidaridad social.
Las formulaciones de Comte estaban casi olvidadas, y La división del trabajo
en la sociedad, de Durkheim, apareció simultáneamente con la obra de
Novícow, quien definió la sociología como la ciencia general de la sociedad,
de la cual son panes o capítulos ks ciencias sociales concretas. Esto es, con
ligeras modificaciones, una nueva expresión de la ¡dea de Comte según la
cual la sociología absorbería a ks ciencias sorkles concretas.
OTROS EVOLUCIONISMOS Y EL ORGANICISMO 124
permaneció tres años. Tras una breve excursión por la política austríaca, se
estableció en Stuttgart, donde dedicó el resto de su vida a estudiar y escribir.
Sus principales obras en el campo de la sociología son Estructura y vida del
cuerpo social (1875-78), en cuatro volúmenes, y Bosquejo de sociología (póstuma,
1906),
Schaffle reconocía que sus opiniones habían sido influidas de manera
importante por Comte, Spencer y Lilienfeld. Aunque coincidía con Spencer
en que la sociedad no es en realidad un organismo, con frecuencia, lo mismo
que Spencer, pasaba de la analogía a la identificación. Sostenía que ia
estructura, la vida y la organización de los cuerpos sociales (una de sus
expresiones favoritas) se parecen estrechamente a las de los cuerpos
orgánicos. Aunque atribuía a la analogía orgánica gran valor heurístico,
reconocía que los cuerpos orgánicos y los sociales no son idénticos. Para él, él
cuerpo social es una individualidad viviente de naturaleza superior, el
último y más complejo equilibrio de fuerzas de nuestro planeta.
La obra de Schaffle, en particular la primera edición de Estructura y vida
del cuerpo social, no obstante sus maderadas pretensiones, contiene muchas
analogías discutibles: los edificios y las carreteras son el esqueleto del cuerpo
social; las mercancías acumuladas son la substancia intercelular; la economía
es la nutrición; el cambio de mercancías y de personas es la locomoción; el
equipo técnico es el sistema muscular; ios símbolos y las comunicaciones son
el funcionamiento del sistema nervioso; la minería, k colonización y la
propaganda corresponden a la autoafirmación y el crecimiento del
organismo.
Si Schaffie no hubiera hecho otra cosa que exponer esas analogías, su obra
no merecería ser tenida en cuenta. Pero tenía muchas más cosas que decir.
Bajo la apariencia engañosa del organkismo, contribuyó a iniciar el análisis
de la sociedad de acuerdo con un sistema. La sociología —dice— sólo puede
producir resultados valiosos si concibe k totalidad de los fenómenos sociales
como un todo orgánico. Sustituyase "todo orgánico" por "sistema" y el
resultado es una importante y comúnmente aceptada proposición de la
sociología actual.
De conformidad con esa idea básica, Schaffle enfocó su estudio sobre los
conjuntos sociales más desarrollados, los pueblos (o grupos étnicos, en k
terminología moderna) y sus comunidades. Para él, un pueblo es un grupo
duradero de personas, mentalmente vinculadas unas a otras, adscritas a un
territorio definido y capaces de desarrollar una cultura. En este concepto de
la sociedad incluía las posesiones materiales de un pueblo, opinión que
probablemente refleja su preocupa
126 APARICIÓN DE ESCUELAS RIVALES
Resumen
Toenníes
m
Ferdinand Toenníes (1855-1936) nació en Schleswig, la provincia más
septentrional de Alemania, y pasó toda su vida académica en la universidad
de Kiel, de aquella provincia. Además de notables aportaciones a la teoría
sociológica, realizó muchos trabajos prácticos excelentes y escribió informes
brillantes acerca de ellos. (En este respecto, sugirió que la sociología
descriptiva se llamara sociografia; aunque esta palabra no tuvo aceptación
general, se usa ahora bascante para denominar un tipo especial de estudio
práctico cuantitativo.)
Su obra primera y más importante fue Gemeinschaft und Gesell-schaft
(Comunidad y sociedad), publicada por primera vez en 1887 y posteriormente
en otras seis ediciones, suerte rara para un estudio de teoría sociológica. En
ella se encuentra la principal aportación del autor a dicha teoría. Sus demás
libros (el último, Introducción a la sociología, apareció el mismo año de su
muerte) contienen muchas ideas excelentes, pero ninguno de ellos ha
ejercido la influencia que Gemcinschaft und Geselhchaft. (Una traducción
inglesa de este libro apareció en 1940 con el título de Fundamental Concepts of
Sociology; a dicha traducción acompañan algunos ensayos procedentes de
otros libros de Toenníes,) Como muchos tratados Teóricos de autores
alema-ees, Gemehuchaft und Geselhchaft parece innecesariamente complicado;
pero sus ideas fundamentales pueden resumirse fácilmente.
Todas las relaciones sociales son creaciones de la voluntad humana, de Ta
cual hay dos tipos. El primero es la voluntad esencial: la tendencia básica,
instintiva, orgánica, que impulsa la actividad humana como desde atrás. El
segundo es la voluntad arbitraria: la forma de volición deliberada y finalista,
que determina la actividad humana con
129
COMIENZOS DE LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 130
Simmel
tes, tales como el Estado, la Iglesia, o hasta una banda de conspiradores, una
escuela, tina asociación económica. De vez en cuando desplegó Simmel un
don especial para relacionar cosas aparentemente tan disímiles, que sólo
muy pocas mentalidades habrían percibido los rasgos comunes que le
servían de base para ia abstracción teórica.
Simmel se preocupó mucho por el concepto mismo de sociología. No
escribió nunca un tratado sistemático sobre la materia, en ia creencia de que
el esfuerzo sería prematuro. Sostenía que la nueva disciplina estaba en Ja
infortunada situación de fundar con hechos su derecho a la existencia. Pero
—añadía— 1a mente humana riende a crear superestructuras mientras los
cimientos aún son inseguros. Con esta excusa, rehuyó la tarea de definir la
nueva ciencia.
Creía Simmel que los primeros intentos pata crear una sociología
independiente habían fracasado porque sus autores no se adjudicaron una
materia no tratada ya por las ciencias sociales existentes. Esto es erróneo,
porque como él mismo había dicho, hay innumerables tipos de relaciones
sociales no estudiados por las disciplinas sociales concretas. Pero esta
inconsecuencia tuvo resultados fructuosos: estimuló a Simmel a formular
una opinión nueva sobre Ja materia propia del análisis sociológico.
Para ser una ciencia —decía—, la sociología debe tener un contenido bien
definido que pueda estudiarse por métodos científicos. Cada ciencia se
define por un concepto abstracto parcial; 3a diversidad de esos conceptos
permite la diferenciación de las ciencias y la división del trabajo entre ellas.
Sobre rales bases conceptuales se levanta la ciencia política, k economía y las
ciencias de los diversos aspectos de la cultura. No hay, según él, una sola
ciencia social con varias subdivisiones, sino una serie de ciencias diferentes.
De acuerdo con esto, Simmel rechazaba k pretensión de muchos de sus
contemporáneos de que la sociología era una especie de superciencia.
El concepto definidor central de la sociología es la forma de la sociedad.
Entendía por forma el elemento de la vida social que es relativamente
estable, que está tipificado, a diferencia del contenido, que es marcadamente
variable. El análisis abstracto de ks formas sociales es una tatea legitima
porque requiere el estudio de la estructura real de k sociedad. Existen formas
análogas de organización con contenidos totídmente diferentes orientados
hacia intereses distintos, mientras que en formas disimiles de organización
social se encuentran intereses (contenidos) sociales análogos. Eormas tales
como ks relaciones de superioridad-inferioridad, de competencia, de divi-
:34 APARICIÓN DE ESCUELAS RIVALES
Tarde
das Jas semejanzas se deben a Ja repetición, que para Tarde es una ley
cósmica casi en el mismo sentido en que la evolución lo era para Spencer. La
repetición aparece en varias formas. En el mundo físico es ondulación; en el
mundo biológico es herencia; y en la esfera psíquica y social la forma de la
repetición es la imitación. Todos Jos fenómenos sociales, pueden reducirse
en definitiva a h relación enere dos personas, una de las cuales ejerce
influencia mental sobre la otra. La sociedad misma empezó cuando el
hombre ajustó por primera vez su conducta a la de otro,
Pero, ¿por qué un hombre es modelo de otro? Tarde contestó citando el
estímalo de variación, consecuencia de la iniciativa o invención individual-
Invención-imitación es el esquema básico del proceso social. La invención
supone siempre algún elemento de variación o cambio, habitualmente es
una asociación creadora de elementos ya existentes o una fructuosa
combinación de repeticiones (o de imitaciones de invenciones anteriores);
pero este último caso puede reducirse al primero. El lempo de las invenciones
efectuadas en una sociedad es afectado por la dificultad relativa de combinar
ideas, por el nivel de la habilidad mental innata de sus individuos y por las
condiciones sociales que pueden ser favorables o desfavorables a las in-
venciones. Laimjtacióp, pues, es un proceso mediante el cual es socialmeate
adoptada una invención. Y la sociedades un grupo Ae hombres capaces de
imitarse unos a otros, o que por lo menos están en posesión de rasgos
comunes que vienen a ser copias del mismo modelo.
Tarde se esforzó en destacar la importancia de k imitación definiendo su
carácter en cuatro esferas: filosóficamente, la imitación es un caso del tipo
universal de repetición; neurológicamente, k imitación es una función de la
memoria; psicológicamente, k imitación se reduce a sugestión (en una
ocasión dice Tarde que k imitación es una especie de sonambulismo);
sociológicamente, ks kyes de la imitación resuelven el problema de por qué,
por ejemplo, de cien invenciones son adoptadas diez y rechazadas las otras.
Entre las leyes lógicas de k imitación figuran las proposiciones según ks
cuales los individuos imitan un determinado modelo porque piensan que es
más útil o que está más de acuerdo con otros previamente establecidos, y k
imitación de los modelos se propaga del centro a la periferia de una
sociedad; pero en ese proceso los modelos son modificados por la refracción
de los medios, exactamente como los rayos de luz que pasan del aire al agua.
Las leyes ¡lógicas comprenden ks síguien
COMIENZOS DE LA SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 138
tes generalizaciones; los modelos subjetivos (ideas) son imitados antes que
los objetivos; Jos ejemplos dados por personas o grupos superiores
prevalecen sobre los dados por personas o grupos inferiores; unas veces
prevalece como modelo el pasado y otras veces el presente, lo cual, en la
terminología de hoy, equivale a decir que unas veces prevalece la costumbre
(imitación del pasado) y otras la moda (imitación de modelos nuevos). La
teoría de la imitación de Tarde, como lo indican estos ejemplos, contiene
elementos que han entrado a formar parte de la teoría sociológica
contemporánea; pero algunas de sus opiniones son inaceptables hoy, en
especial la primera de sus leyes ilógicas; y a otras hay que ponerles algunas
limitaciones, como su pretcnsión de que los modelos superiores son
necesariamente más influyentes que los inferiores.
Menos sugestivo es el estudio que Tarde hace de la oposición, y la
adaptación. La oposición aparece aquí una vez más como una especie de ley
cósmica, supuestamente discerniblc en matemáticas, física, biología,
psicología y sociología. La oposición se manifiesta en dos formas. La
oposicjóO-dc ctmflkto es el encuentro de dos ondas antitéticas de imitación,
discernióle en la guerra, en la competencia y en la polémica. La guerra, a la
cual se recurre cuando la oposición es toral, tiende a desaparecer, opinión
optimista común en los tiempos de Tarde. La competencia caracteriza a la
actividad económica, mientras que la oposición verbal de la polémica
prevalece en la religión, en la jurisprudencia y en la ciencia. La oposición
deritmo, segunda forma de Tarde, es la tendencia de fos fenómenos sociales a
fluctuar periódicamente. Ejemplos de esto son las ondas de inmigración y de
delincuencia, la alternativa de prosperidad y depresión, la aparición y la
caída de los imperios y de las civilizaciones. El concepto que sustenta Tarde
del conflicto y del ritmo como mecas formas diferentes del mismo proceso de
oposición es sumamente discutible, ú pensarnos en que esos dos aspectos de
la vida social parecen tener muy poco en común.
La adaptación se manifiesta en la ley de la agregación, end_des:
cubrimiento de un nuevo equilibrio después do la oposición. La
adap-taHoiT~ér^rííí^dída^or uñ estado de cosas prelógico y después por
otro lógico; durante el primero, las invenciones no tienen relación entre sí y
la situación es caótica; durante el segundo, las invenciones se contradicen
entre sí y ya se riñen duelos lógicos o ya se opera Ja unión de las invenciones
antagónicas. En todo caso, se suprime la discordancia y se constituye un
nuevo sistema. Cada nueva adaptación
139 APARICIÓN DE ESCUELAS RIVALES
ÉMILE DURKHEIM
de trabajo, salarios y condiciones materiales del trabajo.) Así, pues, aun en IJS
sociedades basadas en la solidaridad orgánica, la coacción social sigue
desempeñando un papel importante. Debe recordarse, en este respecto, que
cuando fue escrita La división del trabajo en la sociedad estaba relativamente
poco desabollado el análisis de las limitaciones sociales a la libertad
individual. Esta ha sido una de las mayores aportaciones de Durkheim.
La segunda parte del libro de Durkheim trata de las causas de la creciente
división del trabajo, y subraya el papel clave, ral como él lo veía, de la
densidad creciente de la población. Este estudio, ahora anticuado en gran
paité, apotra poco a la teoría sociológica.
Las reglas del método sociológico (1895), segunda de las obras principales de
Durkheim, presenta un nuevo concepto de la conciencia colectiva. Aquí
sostiene Durkheim que la agregación, la interpenetración y la fusión de las
mentalidades individuales engendra una especie de unidad psíquica
perfectamente distinguible de los individuos. Este producto colectivo no debe
identificarse con la suma de sus parres: el grupo piensa, siente y obra de un
modo totalmente dife-- rente que los individuos que lo componen. Por
consiguiente, el análisis de la conducta del grupo debe empezar con el estudio
de los fenómenos colectivos, no de los individuales. De ahí se sigue que no
hay más continuidad entre la psicología y la sociología que entre la biología y
la psicología. La sociología tiene su propia y exclusiva materia: el grupo, una
realidad sui generis, y por lo tanto sus propios métodos.
Los hechos sociales no pueden explicarse a base de procesos psíquicos
individuales, porque estos últimos no producen por si mismos
representaciones, emociones ni otras tendencias colectivas del grupo. Esos
fenómenos colectivos, por el contrario, ejercen fuerte presión sobre los
individuos; consecuencias de esa presión, que pueden no percibir los
individuos, son los atributos comunes a los miembros individuales del grupo.
Este colindado aparece en Las reglas del método sociológico, en uno de sus
aspectos, como una inversión de la actitud asumida por Durkheim en La
división del trabajo en la sociedad. Aquí se dice que la conciencia colectiva está
compuesta de las r^r-^tf^r.,^ y <¡fn\ppme del hombre medio que forma la ma-
yoría de un grupo. En £*f reglas del método sociológico, las analogías mentales y
emocionales de la mayoría nacen de la presión que ejerce sobre cada uno de
ellos ¿1 conciencia colee tí va-.
La extensa monografía de Durkheim sobre El suicidio (1.897) con
ÉM1LK DURKHEIM 147
tiene, a veces en la forma más aguda posible, la teoría de la coacción social, que
está estrechamente relacionada con sus opiniones sobre Ja conciencia colectiva.
Aceptando Ja idea de Quételet según la cual Jas técnicas cuantitativas son
útiles, si no esenciales, en la ciencia social, Durkheim investigó
cuidadosamente (y con notable ingenio estadístico para aquel tiempo) los
índices del suicidio en diferentes segmentos de la población europea. Emplea
su extenso análisis estadístico para dos fines: primero, para refutar las teorías
que pretenden explicar las variaciones de grupo en el número de suicidios a
base de factores psicológicos, biológicos ("raciales"), genéricos, climáticos o
geográficos, en lo que tuvo éxito notable; y segundo, para apoyar con pruebas
empíricas su propia explicación teórica sociológica.
En este segundo aspecto, Durkheim llegó a la conclusión de que los
diferentes índices de suicidios (en cuanto distintos de los casos individuales,
problema para la psicología) son consecuencia de diferencias en la estructura
social, especialmente de diferencias en el grado y tipo de solidaridad social.
Así, el suicidio egoísta, producto de una integración de grupo relativamente
débil, prevalece en aquellos grupos en que es manifiesta ía falta de cohesión
social, por ejemplo, entre los célibes y los protestantes; y el suicidio anómico,
inducido por el trastorno de las normas sociales, es estimulado por los
cambios súbitos característicos de Jos tiempos modernos. Dtirkheím también
mostró claramente que la solidaridad social puede inducir aí suicidíc, como lo
revela su tercer tipo, el suicidio altruista, que se manifiesta, por ejemplo, en
índices elevados en ciertas sociedades primitivas y en algunos ejércitos
modernos. Este breve esbozo de algunos de sus hallazgos hace poca justicia a
El suicidio, citado con frecuencia como un hito fundamental en el estudio de la
sociedad y en el que la teoría conceptual y la investigación empírica se unen
de un modo imponente.
Pero infortunadamente, en esa misma obra despliega Durkheim una forma
extrema de realismo sociológico. Habla de corrientes suicidas como
tendencias colectivas que dominan a los individuos y, por así decirlo, los
arrastran (o más bien a algunos de ellos, a los más susceptibles) en su oleada.
Así, el aero del suicidio es interpretado a veces como un producto de esas
corrientes. Hay que recordar que la mayor importancia de El suicidio está en
que demostró la función de la teoría sociológica en la ciencia empírica.
Representaciones colectivas e individuales (1899), en que la conciencia común
es considerada como un producto esencialmente socio-psicológico de la
interacción humana, añade poco a los estudios ante
ÚMSLV. T > URKHFJM 148
riores de Durkheim. Sin embargo, esta obra indica una tendencia bilateral
del pensamiento de Durkheim que persistió en todo el resto de su carrera:
de una parte, un concepto cada vez mis idealista del grupo social; de la otra,
la especulación sobre el origen social o de grupo Je la moral, de los valores,
de la religión y de la ciencia.
Ambas tendencias son evidentes en Juicios de realidad y juicios de valor <
191 1 ) - En esta obra relaciona Durkheim h conciencia colectiva con los
ideales sociales, y sostiene que los conecta un proceso recíproco: las ideas
sociales dan nacimiento a la conciencia colectiva, y ésta, a su vez, genera
ideales sociales. Los ideales nacen de la realidad, ciertamente, pero van
mucho más allá de ella; la concepción que se forja el hombre de tina sociedad
ideal, forma parte de una realidad social y por lo tanto requiere estudio
sociológico. La religión, el derecho, la moral y la economía —considerados
por Durkheim como los sistemas sociales mis importantes—- son al mismo
tiempo sistemas de valores y de ideales. Los ideales sociales constituyen la
conciencia colectiva tal como existe, independientemente de las concepciones
individuales, mientras que los valores son. manifestaciones de la conciencia
común en [os individuos mismos. Esras opiniones ilustran la nueva fase del
pensamiento de Durkheim. La conciencia colectiva parece ser trasladada del
nivel de la psicología del grupo al mundo de fas ¡deas, y proporciona el
contenido mismo de las ideas de los individuos. En esta obra se percibe
claramente el tono, si no 3a intención, de ia filosofía idealista, especialmente
hegefiana, que había impresionado a Durkheim en su juventud.
Aportaciones a la metodología
realidad son resultado de las presiones de los hechos sociales sobre las
conciencias individuales. Puesto que la vida colectiva no se deriva de la vida
individual, Durkheim cree que 'Ta causa determinante de un hecho social
debe buscarse entre Jos hechos sociales que le han precedido y no en los
estados de conciencia del individuo".
AI estudiar las reglas para establecer pruebas sociológicas, Durkheim dice
que el experimento indirecto (o método comparativo) es el único método
adecuado para la sociología. No sirve de nada el concepto del método
histórico sustentado por Comte, ya que la mera secuencia del progreso en
desarrollo no es prueba de causalidad. La causación es una relación
necesaria entre un estado anterior y otro posterior de los fenómenos y sólo
puede determinarse por comparación entre los dos estados. Para Durkheim
un efecto dado tiene siempre una sola cansa correspondiente. Si, por
ejemplo, se encuentra que el suicidio tiene más de una causa, ese hecho
señala la existencia de más de un tipo de suicidio. Para explicar un hecho
más complejo, tal como la existencia de una institución, en toda especie
social dada, el investigador debe comparar sus diferentes formas no sólo
entre grupos de aquella especie, sino también en especies precedentes.
Para Duridicim la sociología comparativa no es una rama de la disciplina;
en cuanto deja de ser meramente descriptiva y trata de explicar los
fenómenos sociales, es sociología. Mas para que el procedimiento sea válido,
requiere que las sociedades se comparen en el mismo periodo de su
desarrollo evolutivo, (En esto Durkheim prueba en parte su propio
procedimiento sobre el supuesto de la evolución progresiva de Comte y
Spencer, no obstante su opinión relativa a la insuficiencia de la metodología
de estos autores,) Pero Durkheim se interesó más aún en señalar los méritos
de lo que Mili llamó variaciones concomitantes, método según el cual si a un
cambio en una variable (por ejemplo en el promedio de suicidios) lo
acompaña otro cambio comparable en otra variable (por ejemplo, la afiliación
religiosa), Jos dos cambios pueden ser causalmente relacionados de un retido
directo o ligados medíante algún hecho social básico (por ejem-ploh el grado
de solidaridad social dd grupo). Gran parte del trabajo empírico del propio
Durkheim trata de demostrar relaciones causales con este método
comparativo refinado,
Pero k relación causal entre hechos sociales no es sino una clase de
pesquisa sociológica importante, como lo comprobó Durkheim. Así, formuló
un punco de vista funcional para el estudio de los fenómenos sociales, punto
de vista de considerable interés para los so
153 APARICIÓN DE ESCUELAS RIVALES
Tipología social
Menos éxito tuvo Durkheim en sus intentos para formular una tipología de
Jas sociedades humanas. Sus categorías no difieren mucho de las de Spencer.
Entre ia miríada de tipos de sociedades humanas y el concepto de
humanidad está el concepto intermedio de la especie social. Durkheim
sostiene que esas especies o tipos de sociedades se forman de un modo muy
parecido a las especies biológicas, como consecuencias de diversas
combinaciones de unidades análogas. Pero advierte dos diferencias
importantes entre las especies sociales y las biológicas. Primera, no hay en las
especies sociales nada equivalente a la reproducción en la vida animal. Las
especies sociales no tienen la fuerza ¡nrerior de la herencia, que conserve su
forma en frente de ía presión de los estímulos exteriores. Segunda, las
especies sociales son difíciles de descubrir; el intento de descubrir tipos
sociales eliminando todas las variantes con frecuencia tiene por resultado
una multiplicidad de formas indeterminadas.
ÉMILE DURKHEIM 154
Lavrop-Miriot'
y.uli saben que sus intereses son idénticos a los intereses de la mayoría. En el
curso de la historia rara vez se han movido en esa dirección hx minorías;
pero cada generación es responsable de lo que debió de liacer y no hizo.
Mikhailovsky
Ynzhakov y Kareyev
Las ideas de aquellos dos autores fueron criticadas y modificadas por otros
dos miembros de la escuela subjetiva, SergeíN. Yuzhakov ( 18491910) y
Níkolai L Kareyev (1851-1930). En sus Estudios sociológicos (1891) declara
Yuzhakov que el método subjetivo era inadecuado para la sociología. Sin
embargo, sostenía la necesidad de evaluar los desenvolvimientos y procesos
sociales sobre la base de un ideal social (que él identificaba con La filosofía
moral); sobre esa base, podría construirse una teoría científica de la sociedad.
Según él, la escuela rusa, más que sentar Ja necesidad de un método
particular, había demostrado un teorema importante: que el
desenvolvimiento social es impulsado por personalidades. Es un grave error
de la sociología desconocer este teorema. Pero como es una proposición
esencial, y no cosa de procedimiento lógico, no constituye una base adecuada
para formular un método particular.
Kareyev fue el único universitario de la escuela subjetiva, habiendo
enseñado en ks universidades de Varsovia y de San Petersburgo. Sos-tenia,
como Yuzhakov, que sus predecesores se habían equivocado en una
proposición importante: en vez de exponer el método subjetivo debieron
estudiar el factor subjetivo de la sociedad. Análogamente, subrayó El papel
del individ&Q en la historia (1890), título de una
EL SUBJETIVISMO RUSO
16
1
■
I
t
C APÍTULO 1 1
£ E. Haha: Die Hjniihiert uid ihrs Bcxicbitn&m zttr Witticb*¡t d»i Mtnícb*»
174 BOCA DE LA SOCIOLOGÍA PSICOLÓGICA
de índole", aunque era difícil conciliar esas dos careas con el behavio-rismo.
Un intento de conciliación aparece en The Scientific Study o f Human Society
(El estudio científico de la sociedad humana, 1924), última obra importante que
publicó: "Conciencia.. .es un nombre de un fenómeno fisiológico y no de un
misterio ontológico.. .es vigilia y atención altamente unificadas de un
organismo",7 No es seguro de ningún modo que los behavioristas estrictos
crean que esta defínicióo se ajuste a su canon.
El cuantitativismo impresionó mucho a Giddings en sus últimos anos.
Volviendo a ¡deas y procedimientos que había aprendido de Mayo-Smith8 y
refiriéndose a la obra de Quételet, de Galton y de Pearson, declara Giddings:
"La sociología es una ciencia de método estadístico", y sostiene que "una
descripción verdadera y completa de algo tiene que incluir su medición" *
Esperaba que la estadística se aplicaría al estudio de la evolución social, en
especial a la determinación de los tipos sociales y a ks desviaciones de ellos.
Parte de El estudio científico esboza ciertas técnicas estadísticas, entre ellas el
cálculo del coeficiente de correlación, e indica su aplicación a datos sociales.
Presenta resúmenes de los resultados de algunos de sus propios
experimentos de contar y medir fenómenos sociales (que, desde el punto de
vista de la estadística contemporánea, son totalmente insuficientes), y hace
indicaciones para estudios ulteriores siguiendo lincamientos análogos, por
ejemplo, la medida de valores sociales examinando los sacrificios que se les
hacen y el cálculo de las presiones sociales analizando el contenido de las
leyes.
El behaviorismo sustituyó en gran parte a la psicología voTun-tarista de
las obras anteriores de Giddings. Definió la sociología como la psicología de
la sociedad y afirmó que su materia es la conducta pluralista, expresión que
él acuñó al mismo tiempo que la palabra pinrel. El pinrel es el equivalente
behaviorista del grupo, y la conducta pluralista es la respuesta de un pinrel a
una situación estímulo. Las respuestas de los individuos que forman un
pinrel puede ser análoga
0 diferente, pero la conducta pluralista tiene sus propias condiciones y
formas, distintas de las de Ja conducta individual. La sociología tiene dos
tarcas que realizar: primera, descomponer las situaciones estimulo
7 p. 14. nota.
a De 1SSÜ a 1899 el profesor RicWuid Mayo-Smith ( 1 8 3 4 - 1 9 0 1 ) emeñó en la
t , | ■ ,-. .ji¡ry. Se le comideia a vece* como el primer hombre que enseñó en
lo* Erados Unidos eiradlttki en un plano íieorífku. Su abra Staliiiici and Socialau
1 i J y ¡ottofap*) apareció en 1893-
Charles H. Cooley
Resumen y perspectiva
y
Las aportaciones de Cooley a k teoría sociológica y su lugar en la historia de
esta disciplina pueden resumirse del modo siguiente:
Primero: Cooley no ofreció nunca una definición formal de la sociedad,
pero insistió en que k sociedad es a la vez un todo orgá
CHARLES H . COOLEY Y W. L THOMAS 186
nico y una entidad psíquica. Llamó orgánica a su teoría, pero hoy su teorema
básico es una de ¡as premisas principales de los exponen-tes más destacados
de la teoría funcional.
Segundo: Negó enfáticamenre la existencia de un solo determinante del
estado y del desarrollo de la sociedad. No seleccionó nunca una unidad
social específica, excepto el grupo primario, para el análisis sociológico. Éste
es quizás uno de los mayores inconvenientes de sus escritos, que son
atractivos pero vagos.
Tercero: Su manera de tratar el grupo primario sigue siendo una
aportación notable a la sociología y a la psicología social. El grupo primario
es hoy por lo general una categoría importante en las clasificaciones de los
ripos de grupos sociales.
Cuarto; Aunque enunció sus proposiciones en términos de una
epistemología idealista que bordeaba el solipsismo, la posición de Cooley
acerca del problema de las relaciones entre el grupo y ej individuo anticipó
la opinión comúnmente aceptada en la actualidad. Al contrario de Spencer,
quien sostuvo que el individuo es fundamental y el grupo k suma total de
sus miembros, y al contrario de Gumplowicz y de Durkheim, que daban al
grupo k primacía sobre los individuos, sostuvo Cooley que ni el individuo ni
el grupo tienen k primacía en el análisis social, y que hay un proceso inter-
activo de influencia mutua entre el grupo y el individuo.
Estrechamente relacionadas con esta posición, las penetrantes ideas de
Cooley sobre la naturaleza del yo social, unidas a las concepciones similares
de sus contemporáneos James, Baldwin y G. H. Mead, representan un
importante desarrollo de la ciencia social, pues son casi afines con las teorías
posteriores de Dewey, Thomas (véase más abajo), Maclver, WUIard, Walier
y otros. Además, la importancia concedida por Cooley al papel de k
interacción social en la formación de ia personalidad anuncia opiniones hoy
tan corrientes como k posición psicodinámica en psicología y el enfoque
culcura-petso-nalidad en antropología.
Quinto: Como hemos visto, el modo en que trata Cooley k dase y k casta
se anticipó también a importantes avances de la sociología. Aunque no can
precisa, su teoría de las instituciones como resultado de ks necesidades
permanentes de ia naturaleza humana es muy análoga a las ideas
funcionales posteriores. En el caso de ks instituciones económicas, el estudio
que hizo Cooley de sus ramificaciones sociales y culturales dio vigor al
desarrollo de la economía institucional de Veblen y otros.
187 BOGA DE LA SOCIOLOGÍA PSICOLÓGICA
William I. Thomas
Método logia
"Thomas no escribió una síntesis final que presentara sus ideas de una
manera sistemática." * No obstante, su sistema teórico puede reconstruirse
mediante su obra de madurez. No es tarea fácil, ya que muchas de sus
opiniones cambiaron durante los largos años de su vida activa. Era sensible a
las ideas nuevas cuando aparecían en el horizonte científico, aunque no se
rindió nunca ante ninguna de ellas. Durante algún tiempo se sintió atraído
por el psicoanálisis, pero después rechazó las ideas freudianas por
considerarlas tan engañosas como la reoria de la superioridad nórdica.
A pesar de los cambios de sus puncos de vista, liornas no dudó nunca que
la reoria social, expresión con la que designaba tanto la sociología corao la
psicología social, tenía que ser científica. Urgía, según él, desarrollar un
estudio más sistemático y exacto de la conducta humana en una escala y con
un método comparables a los de las ciencias físicas y biológicas. Esto no es lo
mismo, desde luego, que defender la adopción por la teoría social de
generalizaciones o leyes establecidas por las ciencias naturales, actitud que
Thomas rechazaba. Pero —decía—- si la sociología ha de ser una ciencia,
debe aplicar a la realidad social el tipo de razonamiento empleado en las
ciencias naturales.
Como 1a investigación de relaciones causales entre los fenómenos es
fundamental en roda ciencia, la teoría social válida debe consistir en leyes
que demuestren relaciones necesarias entre las unidades de la realidad
social. Esa teoría es esencial para el análisis social. Éste es el tema central del
famoso estudio El campesino polaco, en el que Thomas sostiene que las
unidades fundamentales de la realidad social son actitudes y valores (más
abajo veremos su naturaleza y relaciones mutuas).
Con el transcurso de los años, Thomas confió cada vez menos en la
posibilidad de descnbrir leyes sociales de esa clase. En sus últimas obras adoptó
la opinión de que el sociólogo debiera contentarse con
* £. H. Volitan: introducción ■ la edicin- en ingle» de Conducta social y personalidad (Nuera York.
SouuL Science ReíearcL Gúuaül, 1951}. p. L Mintru aa K advierte oir« co». ta reíeiencta » piginai de
lu» «e[Ew« ¿e Thomu remiten ■ citu reproducida» cu esie volumeo
189 IWGA DE LA SOCIOLOGÍA PSICOLÓGICA
inferencias de menor certeza que ías leyes. Cada vez más influido por h
estadística contemporánea ( y probablemente por su esposa, que era una
estadística eminente), sustituyó las leyes por probabilidades, al observar que
cuando la situación total es complicada, las interrela-ciones son numerosas y
la medición es necesaria.
En uno de sus trabajos Thomas adopta una actitud que rechaza por
completo el punto de vista causal para estudiar fenómenos sociales. Es
esencial —-dice— abandonar la idea de "causación" en favor de un punto de
vista que busca consecuencias especificas de antecedentes específicos. Así,
formuló en los siguientes términos la cuestión principal en el campo de la
personalidad y la cultura: "¿Individuos diferenciados de qué maneras y
colocados en qué situaciones con qué tipos de conducta reaccionan, y qué
cambios de conducta siguen a cuáles cambios en las situaciones?'1 (p. 296).
Pero detrás de este enunciado parece haber una confusión que se ha repetido
en la historia de la ciencia empírica, incluida la sociología. Esa confusión
supone la identificación del punto de vista causal con la búsqueda de "Ta
causa" de un fenómeno dado. Como dijo Thomas, es imposible encontrar Ja
causa. Pero si el sociólogo puede formular un sistema de proposiciones que
responden a las preguntas hechas por Thomas, esas proposiciones
ciertamente tendrán importancia causal.
En sus últimos años Thomas estudió varias técnicas que ayudarían al
sociólogo a acercarse a metas científicas. Entre los diversos procedimientos
de investigación, insistió en la necesidad de usar grupos de control en el
estudio de la frecuencia estadística de las fenómenos sociales, por ejemplo,
factores específicos en los tipos de conducta delincuente. Hoy es un
procedimiento común el uso de grupos de control, pero no lo era en los días
en que Thomas propuso la adopción de este método en investigaciones
sociales.
valor social entendemos todo dato que tenga un contenido empírico accesible
a Jos individuos de algún grupo social y un sentido con referencia al cual
hay o puede haber un objeto de actividad... Por actitud entendemos un
proceso de conciencia individual que determina Ja actividad real o posible
del individuo en el mundo social... La actitud, pues, es el equivalente
individual del valor social; la actividad, en cualquiera de sus formas, es el
vínculo entre ambas cosas" (pp. 49-50). En las obras posteriores Tilomas
definió la actitud y el valor de un modo más sencillo: la actitud es la
tendencia a obrar, y representa un impulso o un deseo; el valor representa Ta
finalidad o meca dd actor. Y aun más tarde combinó los dos conceptos en la
frase "actitud hacia el valor".
La sustitución de Jas primeras definiciones por las últimas revela
claramente las opiniones de los autores de El campesino polaco acerca de las
relaciones causales entre acticudes y valores. Su principal teorema es que la
causa de una actitud o de un valor no es nunca una actitud o un valor solos,
sino siempre una combinación de actitudes y valores. Por esto los hombres
no reaccionan del mismo modo a las mismas influencias. Los autores ilustran
este teorema (de una manera quizás inadecuada) citando el caso de dos hijos
que viven sometidos al mismo gobierno tiránico del padre pero que
reaccionan ante él de un modo distinto. Si para un hijo es poderoso el valor
solidaridad, puede resultar de ello una actitud de sumisión; si el otro hijo
ama los valores individualistas, puede resultar una actitud de rebeldía.
Thomas no descartó nunca por completo Jos conceptos de actitud y de
valor, pero en sus últimas obras no tienen lugar tan prominente como en El
campesino polaco. Mas aun allí no estudió actitudes y valores aisladamente del
contexto de la situación total. La situación total, como ya hemos advertido,
incluye elementos objetivos, de los cuales son parte esencial los valores
mismos. Entre éstos se cuentan Jas reglas de conducta, es decir, las normas
sociales por Jas cuales el grupo mantiene, regula y hace más generales y
frecuentes tipos de acción definidos como deseables. Los sistemas
estabilizados de tales reglas forman las instituciones sociales, y estas últimas
a su vez forman la organización social. La organización social, que es un
sistema normativo, es ¡a materia propia de la sociología. De esta suerte se
diferencia la sociología, que enfoca los valores, de la psicología social, que es
la ciencia general de las actitudes (o del lado subjetivo de la cultura). Las dos
disciplinas juntas forman la "teoría social".
Las circunstancias objetivas, primero de los tres elementos de la
CHARLES H. COOLEY Y W, L THOMAS 192
5 EÜ sus últimas abras Thuims DD habría usado la palabra "racial" en ate Oto.; tcxro.
probalilemente hubiera dicha "de grupa",
195 IlíXIA m LA SOCIOLOGÍA PSICOLÓGICA
fl VéaM 'The N , and Use o* Biograms", ("Nirunleu y uso de los biogia-mu"), por T. Abtl,
en Amerkzn Jouraat of Sociolosy, vol, 53 ( 1 9 4 3 ).
CHARLES U, COOll-Y Y L THOMAS 197
Resumen y crítica
7 H. Blumet: Critique of Reiettrch ia rbt Social Scitttctl: {Critica ¿e U ¡nvoiltpé-dútt tn lai ciemcüu
meiaid} 1 (Nueva York, Social Science Rocirdi Council, 1939)
197 BOGA DE LA SOCIOLOGÍA PSICOLÓGICA
VILFREDO PARETO
3 Mii «neamente, en la reorla de Fimo el equilibrio K define por la presencia de fuerza» que
acaban por restablecerlo.
206 ItfJGA DE LA SOCIOLOGIA FSiCOLÓGlCA
códigos o leyes escritas" (núm. 466). Este ejemplo es uno de los muchos que
usa Pareto para demostrar su teorema fundamental: el predominio de la
acción alógica en la vida social.
La acción alógica se relaciona con los residuos y las derivaciones. Esras
dos últimas cosas son manifestaciones de sentimientos que a su xvi son
estados biopsiquicos indefinidos, pero probablemenrc básicos. Aunque
Pareto admite que esos estados no son directamente cognoscibles, señala el
carácter probablemente específico de su expresión en residuos, derivaciones
y conducta humana. Pareto parece creer que los sentimientos son instintos o
tendencias humanas innatas; por ejemplo, a uno de los sentimientos más
importantes lo llama "el instinto de combinación". Por otra parte, admire que
los residuos son correlativos con las circunstancias cambiantes en que viven
los seres humanos, que las acciones en que se expresan los sentimientos
refuerzan a éstos y hasta pueden suscitarlos en individuos que carecen de
ellos, que ios sentimientos son engendrados o acentuados por la persistencia
de los grupos y, a su vez, puede ayudar a sobrevivir a. esos grupos. Estas
cualidades no son propiedades de instintos innatos e inmutables, sino
características de la conducta aprendida. Precisamente en los días de Pareto
empezaba a desarrollarse en psicología ÍA teoría de la conducta aprendida,
hecho que indudablemente explica en parte Ja ambigüedad de su
terminología.
Según Pareto, algunos sentimientos impulsan a los hombres a justificar
sus acciones formulando teorías alógicas que sus defensores consideran
altamente lógicas. El examen de esas "teorías" revela la diferencia entre los
residuos, elementos profundos, constantes y en consecuencia importantes, y
las derivaciones, elementos superficiales, variables y en consecuencia menos
importantes. Los residuos pueden descubrirse estudiando diferentes
enunciados relativos a un mismo asunto y abstrayendo de ellos los
elementos constantes. El conocimiento de los residuos, que están más cerca
de los sentimientos que las derivaciones, permite penetrar más en la
causación de Jas acciones humanas. Pero los residuos también son
manifestaciones, y en definitiva Ja causación debe buscarse en lo más
profundo de Tos sentí' micntos. Aunque esta, formulación particular sea
conjetural o discutible, debemos estar de acuerdo con Pareto en que explicar
las acciones aceptando al pie de la letra lo que los individuos dicen acerca de
su conducta es, desde Juego, un procedimiento vacío de validez científica,
principio reconocido desde hace mucho tiempo por los estudiosos de Ja vida
humana.
VILFREDO I'AHITO 206
r
BOGA DE LA SOCIOLOGÍA PSICOLOGICA
208
VILFHEDO PARFTO 209
* Ei «te un pumo de vim que unjo de un modo «pecíil ■ i cu futiim. 1 K. ■ deiigni « francés a
La pcnoni que buK* icguridod y que por lo nato invierte luí ahorra ta boira (en Francia, ■ <'<§).
la necesaria alternación de periodos orgánicos y críticos, halla muchos
ejemplos en la historia antigua y en la literatura clásica. Pero los ejemplos
(como se ha observado al exponer la teoría de Spencer) no son una
demostración sistemática. En ausencia de esta última, parece que no hay
razón bastante para atribuir validez universal a esta teoría a base de la obra
misma de Pareto.
Resumen y crítica
7 £Slt estudio de DOS fábrica de la Western HIecTrie Compaoy ai Hawihofnc, Hit-nois, hace
Uio especialmente de la teoría de Parero sobre el equilibrio! véanse parrictíiaf' raence pp. 272
(noia), 557-68.
mera mano al psicólogo introspectivo bien preparado", los rasgos psíquicos
de Pareto son "características de segunda o tercera mano asignadas a
personas. . . que, en el momento en que Pareto hace sus 'observaciones',
existen sólo en su imaginación. . . Ni una sola vez mientras acopiaba sus
'hechos' abandonó Pareto el sillón de su gabinete".8
En segundo lugar, Pareto se impuso a sí mismo ia difícil tarea de
entresacar residuos probablemente fundamentales de derivaciones in-
numerables y reconocidamente engañosas. La realización de esa tarea
requiere la. identificación de derivaciones asociadas con "el mismo asunto";
pero no están claros los criterios para diferenciar los asuntos. Ni lo están los
procedimientos empicados para determinar los residuos particulares
manifiestos en las derivaciones especificadas. Evidentemente, la obra de
Pareto está muy lejos de satisfacer las exigencias científicas que él mismo
proclamó con tanta fuerza y claridad.
El tratamiento de los residuos y las derivaciones, que ocupa gran parte de
su Tratado, es, pues, el aspecto más débil de su obra. Mas L hay, esparcidas por
esta pane de la obra, muchos atisbos penetrantes y muchas orientaciones
sugestivas pata investigaciones ulteriores. Y, según hemos visto, el resto de la
formulación teórica de Pareto, en particular su concepto del sistema social
como un equilibrio dinámico, sigue siendo una aportación importante al
desarrollo de la teoría sociológica.
B The Logk of ¡he Sciences and ¡he Humánate! (Logice de fas ciencias y de ios humanidades), pui
F. S. C Northrop, 1947, p. 270. Véase iodo el capitulo 15 ds «le volumen pata Ja valoración de
la obra de Parem.
212 BOGA DE LA SOCIOLOGÍA PSICOLÓGICA
CAPÍTULO 14
MAX WEBER
Weber y su obra
M:. . Q t .; L . I O T E C
A .
2LS BOGA DE LA SOCIOLOGÍA PSICOLÓGICA
inrc-rior de por qué cae un meteoro o por qué se congelan loa líquidos. Lo
comprendemos como datos, como expresiones de leyes, y nada más. Por
otra parte, como en ios asuntos humanos hay siempre una historia interna,
no podemos alcanzar nunca más que una verdad parcial o reía* riva. Ésta
es la paradoja del conocimíenio. Las únicas cosas que conocemos, como
verdades ínmutablcsjort las cosas que no comprendemos. Las únicas
cosas que comprendemos son mutables y nunca plenamente conocidas.*
6 "The Operaiíon Called Vmíeben" ( "La operación Llamada Verüehtn"), en Ameritan Journal
of Socioíogy, LTV (noviembre, 1948), pp. 2il ti.
MAX WEBER 223
E mi., p. 216.
7R. M. Muctvex: Causación social, capíiulu IX- 1 - : ■ de Cultura Eco-
cómica, 1949.
BOGA DB LA SOCIOLOGÍA PSICOLÓGICA
224
Probabilidad
1P From M MJÍ ll ■ Eutys in Sociologt (Ensayoi loñolcgitos de Max VPebpr), (traducido* r crudos
por H. H. Gerth y C. V- Milla), Nueva York. Oiíord Uni-versiiy Press, 1946, p. Lfil.
M Q f . "OperationjL Dcfinítions in Scriologv" ("Definiciones operativas ea Soria-
230 BOGA DE LA SOCIOLOGÍA PSICOLÓGICA
te— y las relaciones entre ellas son ampliamente leídos hoy en los Estados
Unidos, particularmente desde la publicación en 1946 de From Max Weber:
Essays in Sociology (traducidos por Hans Gerth y C. Wright Mills), y en 1947
de TheTheory o f Soe'ud and Economic Qtganizdüon (traducción de A. M.
Henderson y Talcott Parsons). El primero de estos libros contiene también
una gran parte del estudio sistemático de Weber sobre la burocracia. La
burocracia, con sus formulismos, su jerarquía y su estandarización, es un
modo de organización social especialmente adecuado para Ja economía del
dinero y la racionalidad del mundo moderno, como señala Weber. No con-
finada a las esferas política y económica n¡ a las sociedades "capitalistas", la
burocracia, "la. más grande de las invenciones sociales" del hombre, ha
llamado inevitablemente la atención de muchos investigadores sociales. Es
un tributo rendido a la obra iniciadora de Weber el que su análisis de la
burocracia siga siendo una guía teórica en este campo.
Resumen y crítica
*
Parsons ha traducido al inglés algunas de las obras de Weber, entre ellas The
Protestant Ethic and the Spkit o f Capitalista y The Theory o f Social and Economk
Organizaron (primera parte de Economía y sociedad de Weber), y así lia hecho
esas aportaciones más asequibles a los estudiosos angloamericanos. (Han
aparecido también otras traducciones en los años recientes, de suerte que las
ideas de Weber ya no son tin misterio que puedan penetrar únicamente
quienes dominan el alemán.) Además, Parsons ha publicado notables
interpretaciones de la obra de Weber,17 que ha influido grandemente en sus
propias aportaciones teóricas, como veremos en el capitulo 1.8.
El disponer de traducciones de obras de Weber, el importante lugar que
investigadores europeos, especialmente alemanes, ocupan en Jos círculos
intelectuales y académicos norteamericanos desde hace algunos años, la
influencia de Parsons y de sus discípulos (algunos de los cuales se cuentan
ahora entre las principales figuras de la sociología norteamericana), y, cosa
aun más importante, los progresos en la investigación y en la teoría
realizados en los Estados Unidos desde fines del decenio de los 1930, han
convergido para dar a la sociología de Max Weber una posición, hoy
prominente en este país.
17 Vcue ta pafiiijIaE The Str*ci*r* if Social Aciion (La Mm#M A> U acción itrcial). Paire III,
Kiuvi Ygik, McGfew-Kill Book Co.p Inc.p 1937.
234 BOGA DE LA SOCIOLOGÍA PSICOLÓGICA
secuencia de esc estado de cosas fue que, por primera vez desde su nacimiento
k sociología careció de una orientación teórica general. Pero los sociólogos de
aquel período empezaron a trabajar en busca de otros tipos de teoría. Los
esfuerzos más importantes en esta dirección revelan dos líneas comunes de
ideas.
En primer lugar, muchos sociólogos se esforzaron en construir su teoría
sobre una base empírica más sólida que la que habían tenido sus antecesores.
Esperaban construir la teoría de una manera auténticamente científica. De los
sociólogos de aquel tiempo, Pareto fue el más explícito en este respecto: según
él, la sociología, como toda ciencia, debe tener sus raíces en la observación y en
la inferencia lógica a base de la observación. De maneta análoga, Thomas
señaló 3a necesidad de emplear en sociología las categorías intelectuales que se
emplean en las ciencias naturales: insistió en sus primeras obras en la
búsqueda de relaciones causales, pero este punto de vista cedió el lugar en sus
últimos escritos a la determinación de probabilidades. La importancia de la
probabilidad impregna también la obra de Max Weber.
Esta posición central fue flanqueada, de un lado, por el neo-posi-cívísmo
naciente, que destacó los métodos cuantitativos, y en especial los estadísticos, e
hizo de su uso condición sine qua non de la verdadera ciencia; y del otro, por Ja
opinión de Max Weber según la cual Ja diferencia entre las ciencias naturales y
las humanas hace imperativo para el conocimiento de los fenómenos sociales el
empleo de métodos especiales, además de los propios de la ciencia natural.
Hay que advertir que ese interés por hacer científica la sociología
no fue compartido por un famoso escritor de ese tiempo: pswald
Spengler. Aunque Spengler no fue sociólogo. La decadencia de Occi-
dente (1917 - 2 1 ) ejerció gran influencia en ciertos medios de Europa
y de los Estados Unidos y es una obra sociológicamente importante.
(Sus principales conclusiones se exponen brevemente en el capítu-
lo 20,) En ella, Spengler, yendo mucho más allá de la distinción
característicamente alemana entre las ciencias naturales y las ciencias
sociales, niega la posibilidad de una ciencia de la sociedad y de la
cultura y afirma que el concepto de causalidad es inaplicable a los
acontecimientos del mundo social. Pero tas opiniones pesimistas de
Spengler no representaban a los sociólogos, quienes se movían en la
dirección de una ciencia empírica del hombre y de su vida de grupo _________ .
La segunda manifestación importante de este período fue la creencia,
compartida por la mayor parte de sus representantes, de que ía
MAX WEBER 235
donar una respuesta a esta difícil pregunta: ¿En qué condiciones puede
consideratsc como una proposición sociológica válida una generalización
estadística? Wgber hizo también explícito un procedimiento cqmúr.inente
empleado por los historiadores y Jos investigadores sociales, consistente en
utilizar tipos ideales o puros (método que había sido anticipado por Comte).
Por último, Thomas y Znaniecki, en su fundamental estudio sobre El
campesino polaco, hicieron uso en escala sin precedentes de documentos
humanos, entre ellos autobiografías, cartas, informes sobre hechos,
estimulando el empleo de esos materiales en la investigación social.
Volviendo ía vista atrás, podemos ver cierta unidad en los esfuerzos de las
sociólogos de comienzos del siglo xxp dirigidos a l^A creación de una teoría
general de la sociedad. Pero esa unidad parciajl.' procedía de la analogía de las
circunstancias, especialmente del anv , bientc científico común a esos
investigadores, y np.de esfuerzos deliberadamente concertados. En realidad,
esos esfuerzos para formulac una teoría sociológica tuvieron entre sí tan pocas
relaciones como Ipj ¡l£_los. primeros iniciadores de la disciplina. Por de pronto,
aun la influencia de las importantes obras examinadas en esta parte de nuestro
estudio se limitó en gran parte a Tos países de origen. Una de las razones de Ta
falta de contacto entre los principales sociólogos de aquel período, fue Ja
violenta ruptura del mundo de la ciencia operada por Ja catástrofe de la
primera Guerra Mundial, No sólo barreras técnicas, que fueron sólo
temporales, sino obstáculos emocionales impidieron la amplia circulación de
las ideas a través del mundo occidental, tan común hasta 1914. Además, lo*
apremiantes problemas planteados por la guerra y sus consecuencias apartaron
la atención de las cuestiones teóricas para concentrarla sobre materias
concretas. Sólo en íos tiempos más recientes, a partir de 1930, ha empezado a
difundirse la opinión de que es de la mayor importancia práctica la teoría
sistemática y comprobada.
Es un gran tributo rendido a los gigantes de ]a primera parte deT, este siglo
—Cooley y Thomas, Pateco y Weber (y Durkheim, aunque de una etapa
anterior de la actividad sociológica)—- el que muchos de sus enunciados
orienten hoy el trabajo sociológico. Independientes unos de otros en su tiempo,
esos autores se acercan entre sí en las convergencias del tiempo presente.
Estudiaremos esas convergencias en la quinta parte de este libro.
QUINTA PARTE
Así, pues, la teoría sociológica parece estar más dividida que nunca, y en
ciertos respectos ésa es la verdad; pero las relaciones entre las diversas
tendencias ya no son las mismas que a fines del siglo xix. Se lian acumulado
gradualmente conocimientos efectivos sobre la realidad social y cultural.
Además, ha sido aceptado un número considerable de inferencias y
generalizaciones, y las emplean en la investigación la mayor parte de los
sociólogos, aunque las diferencias de expresión formal muchas veces
oscurecen su acuerdo en cuanto al contenido.
No obstante, las Tendencias difieren ampliamente en lo relativo a la
elección de los métodos más útiles para obtener y ordenar conocimientos
empíricos, a los procedimientos adecuados para acrecentarlos, y a los
sistemas conceptuales que han de usarse como instrumentos de análisis,
Pero aun en esros respectos, es manifiesta la convergencia gradual de
opiniones. Comparado con los tiempos de lucha de las escudas en el último
cuarto del siglo xix, el periodo actual puede llamarse de convergencia,
aunque compitan enrre sí diferentes estructuras de referencia.
-
George A. Lundberg
ticuíar que forma las ciencias sociales, incluida. Ia sociología. Todos los
fenómenos de interés científico consisten en transformaciones de energía
(movimiento) en el cosmos físico. Todo "movimiento" se realiza en el tiempo
en un "campo de fuerza", este último constituido por el segmento del
universo que, para fines de estudio, encuentra uno conveniente o apropiado
definir como situación. Esta formulación está de acuerdo con la filosofía
pragmática característicamente norteamericana, mientras que el concepto de
"campo", cuando se le aplica a fenómenos sociales, es análogo a la "situación
total" de la obra de Thomas. Los movimientos (conductas) de los hombres
—prosigue Lundberg— que determinan su posición en las situaciones
sociales forman el contenido de las ciencias sociales. IA sociología —con-
cluye—■ se diferencia de las otras ciencias sociales de acuerdo con la
fórmula de Sorokin, que hemos esbozado en el capítulo 1 .
La conducta recíproca o ¡nterdependiente entre cualquier número de
componentes (entre ellos, los hombres) de una situación —dice Lundberg—
es interacción. La mayor parte de la interacción humana implica la creación y
uso de símbolos, y se llama comunicación. Los dos tipos fundamentales de
comunicación son la asociación y la disociación, distinción que recuerda la
teoría de Simmel y de su escuela. Los dos tipos fundamentales de
comunicación denotan movimiento de aproximación a una posición o de
alejamiento de ella, y son análogos a la atracción y la repulsión entre las
patriadas de un átomo.
Puede verse, pues, que el punto de vista de Lundberg respecto de la teoría
sociológica se basa en una doble analogía; con el principio bioquímico del
restablecimiento del equilibrio y con la teoría física subatómica. Esta actirud
es expresión de la tendencia de ciertos neo-positivistas (y también de otros
muchos autores), muy a la manera de Spencer, a adoptar como modelos las
teorías en boga de las ciencias naturales.
Las tres raíces históricas del neo-positivismo, que examinamos en el
capítulo I I , están marcadamente manifiestas en la obra de Lundberg. Ya nos
hemos referido a dos de ellas, el behaviorismo y el pragmatismo. La tercera,
como veremos más abajo, toma la forma de operacionalismo, pero concede
importancia especial al cuantitativismo.
En uno de sus primeros trabajos (1936) escribió Lundberg que la
generalización científica es siempre y necesariamente cuantitativa. 1 En un
trabajo posterior condena la separación que suele hacerse entre
con el apóstol del laissez ¡aire, Lundberg concluye: "La gran aportación de la
ciencia a ía ética consistiría en proveer al hombre de un registro y una
interpretación más fidedignos de su experiencia".5 El tercer componente de la
sociología neo-positivista de Lundberg es su insistencia en definiciones
funcionales, lo cual, como hemos visto anteriormente, esrá de acuerdo con su
epistemología pragmatista. Según este punto de vista, los fenómenos son
"objetivos" en la medida en que se ajustan a los conceptos de acuerdo,
corroboración y predicción, adoptados como criterios. Por consiguiente,
definiciones a priori de "naturaleza esencial", de "sociedad", "cultura",
"institución", etc., en opinión de Lundberg son manifestaciones de una lógica
aristotélica anticuada y científicamente inútiles. Según éL Ja pregunta
fundamental para la ciencia es: ¿Cuáles son las definiciones más "útiles" de
esos fenómenos? Esas son, según cree él, las definiciones ¡tmüonales que
especifican ios procedimientos u operaciones empleados para identificar y
medir los fenómenos estudiados. En consecuencia, para Lundberg el espacio
es lo que es medido por la regla u otros instrumentos; el tiempo, lo que es
indicado, digamos, por un reloj; la inteligencia, lo que es medido por las
pruebas de cociente intelectual.
Podemos preguntar; ¿La población humana es lo que es medido por d
censo? Por Jo demás, ¿qué son esos instrumentos estandarizados; reglas,
relojes, pruebas de "inteligencia", etc.? Esos artificios se han inventado para
medir aspectos o fases específicas de la realidad total. Pero nosotros
sostenemos que las definiciones conceptuales que conducen a esos
progresos técnicos tan útiles se forman de una manera no funcional.
No obstante, el operaciónismo moderado realiza una tarea científica
esencial al exigir que las definiciones se refieren a atributos empíricamente
verificables, trátese de cualquier dase de estudios científicos. Pero en la
forma extrema en que lo definen Londberg y Ciertos individuos de su
"escuela", el operacionismo o funcionalismo tiene por consecuencia dar una
forma tosca e incómoda a proposiciones bien conocidas y sobre las cuales ya
no se discute.
La vigorosa adhesión de Lundberg a la cuantificarion, el behaviorismo y
el funcionalismo, distingue un número impresionante de artículos, en menor
grado sus libros de texro titulados Técnica de ¡a
S "Cía Kicncc zihii ■ (¿Puede I» ticDcia Jiucr wilidi ■ U étici"?} en Bmütiin o f iba Amantan
Anotiaihti o f Uniimity Piofauon, voL 36 (1950), pp. 274-75.
NEO-POSITIVISMO 249
Stuart C. Dodd
7 Piiil FurfeFp en Ameritan Caihoik Sothiogical fínirt'. vul. 9, marzo. 1947, p. 4fl.
\
24S CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLOGICAS
P P P P 1* 2* 3" na
B Eiti fórmuli y U siguiente diin pr«?up<Ui can rlguir.- iímplificackinfi y cün tierku ( . . i : . ! - !
- en \vi tímboU».
NEO-POSITIVISMO 255
Resumen y critica
Puede considerarse la obra de k escuela neo-positivista como un vigoroso
intento para resolver un problema que k sociología tiene pknteado desde su
comienzo. La tarea de hacer esta disciplina plenamente científica ha sido
preocupación fundamental de Comte, Durkheim, Gumplowicz, Ratzenhofer,
Thomas, Giddings y Pareto, entre otros.
Creemos nosotros que ésa es k meta de casi todos los sociólogos. Pero el
problema de si la cuantiffeación, el behaviorismo y el funcionalismo son los
mejores, o aun los únicos medios para alcanzarla, es cosa sometida a debate.
La discusión prosigue; en 1955 y 1956 fue ilustrada por la aparición de tres
aportaciones muy importantes: un artículo de Lundberg, otro de Herberr
Blumer y un nuevo libro de P. Sorokim81
20 F.xtarimtntal Dnigm, p. 155.
-i "The Natural StÍLDcc Tiend ia S .jjlcjy". por C. Lur,.-!>_ig. tu Amititm
2Ó2 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
Jattmal of Socfatesj, vo\. 61 (1955); "Soriülngical Análisis and iho Variable", « Amafian
Sociología! Retiet?, yol. 2¡ ( 1 9 5 6 ) ; Ftds and Foiblet in Conletnporary SocioíoBy, Chicago.
Regnery. 1956.
ZZ "Socinligicjil TTieorr TocUy" ("La teoría sociológica en la actualidad"), ta American
Caíhoüc Soiiatogy Revio?, TD!. 1 1 (J950). Lu ideai «presida* en Este ámenlo ■parecen en forma
ampliada y modificada en el Capitulo 22 del presen le • lumen
23 ■'Science anj Bread Pumrt of View" ("La ciencia y loi ponto» de visca amplio*"), en
Proeeediasi of iht National Acsdcmj o f Science, vol. 4 2 (1956), ppr 315-25.
14 M ■ ■ L'-al Convcrprnce of Mead. Lundberg md Parten»" ("Convergencia merodnlógica
de Mead. Lundberg y Parsons"), par John C- MrKinney, en Amrrica* famrnel o f Siciofogj, vo\.
59 (1954). EJ articula fue publicado anrci de la aparición de! de Lundberg analizado en el
mru; pero Lundberg fostiene que lu posición no ha sufrida cambio alguna a través de los
años.
NGO-POSITIVISMO 265
2& Dehí advenirse que las neo-positivistas raiimog han contribuido relativamente poco al desarrollo de las
moderna» técnica* estadísticas.
NEO-POSITIVISMO 267
Ecología humana
El término ecología fue creado en 1869 por el biólogo alemán Ernsr Haeckel
( 1 8 3 4 -1919). La ecología biológica es la ciencia de la interdependencia de ías
plantas y los anímales que viven juntos en una región natural. Los
principales conceptos desarrollados por esa ciencia son los de habitat,
gradiente, simbiosis (o vida conjunta), competencia, cadena de alimentos,
invasión y sucesión. La idea de aplicar el punto de vista ecológico y esos
conceptos a las relaciones humanas apareció por primera vez a comienzos
del siglo xx en la obra de Charles Galpin titulada Social Anatomy of an
Agrarian Commumty (Anatomía social de una comunidad agraria, 1915). Galpin,
que no usó la palabra ecología, recogió daros acerca de familias que vivían
en un distrito agrario de Wisconsin, relativos a las siguientes cuestiones:
dónde compraban sus suministros, dónde depositaban sus ahorros, a qué
iglesia asistían y a qué escuela iban sus hijos. Los resultados fueron
señalados en un mapa. La técnica cartográfica iba a hacerse muy corriente en
ecología. Aunque los diferentes campos de actividad estudiados por Galpin
no coincidían de un modo exacto espacia [mente, sin embargo la prueba
justificaba la idea de que en Ja sociedad humana existen "zonas naturales"
determi-nables.
En el mismo año (1913) de esa investigación, Robert E Park (18Ó4-1944),
de la Universidad de Chicago, llamada a convertirse en el principal centro de
investigaciones ecológicas, publicó un artículo sobre la ciudad, sin emplear
tampoco la palabra ecología. Decía Park que la ciudad es un fenómeno
natural, un producto de fuerzas espontáneas y en gran parte incontrolables,
organizadas en zonas fabriles, comerciales y residencíales. Añadía que la
gente con características económicas y culturales análogas tienden a reunirse
en zonas específicas de la ciudad, y que los características sociales y
culturales de cada zona tienden a imponerse a las vidas de los habitantes.
Los escritos y las enseñanzas de Park fueron el origen de una nueva ten-
dencia del dererminismo, en esta ocasión de carácter ecológico. De 1921 a
1923, R- D. MacKenzie, con Park y Ernest W. Burgess, el rercer fundador de
la ecología contemporánea, realizó una investigación sobre las zonas de la
ciudad a la manera de Galpin; fue él quizás el primer sociólogo que usó la
terminología conceptual de la ecología humana en una investigación
empírica sistemática. La expresión ecología humana fue empleada por Park en
colaboración con
270 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
1 Véase L*«d Üt* Central Boütm (iil ato dé la tierra en la zona centra! da Bailan}, por Waltcr
Firtr. Cambridge. Mai*athua«o, Harvard Univertity Pren. 1 9 4 7 , para un estudio que revela la
extrema distorsión de la hipáctíis de ka círculos concéntricos y para un. crírica de la hipótesis
misma.
2 Enrre otra* ciudades norreamericiDas de tuyo tipo ecológico je han dado ¡nfnrmn
figuran Chicas», Sr. Louis, Miuneupolis, Si. Paul* FiladeJfín, Nueva Orleáns. Loa Angeles,
Boston, New Haven, y Ruchestcr, Nueva York.
ECOLOGÍA HUMANA Y SOCIOMETRÍA 271
Sociometría
La sociedad humana, según Moreno y sus discípulos, es más que una red
de relaciones intermentales; liene existencia objetiva por sí misma, opinión
que discrepa en absoluto del nominalismo extremo de los neo-positivistas.
La estructura de la sociedad no es idéntica al "orden social" ni a la forma de
gobierno. Por ejemplo, puede desaparecer el Estado y, sin embargo, persistir
la "estructura sociodin árnica" subyacente de la sociedad. Esta estructura es
evidenciada por el proceso de opciones o preferencias que hace la gente,
basadas en la atracción o la repulsión, esto es, por una especie de afinidad
selectiva entre los individuos. Esas relaciones selectivas entre individuos
dan su realidad a los grupos sociales. El grado de realidad de una confi-
guración social puede determinarse midiendo las preferencias y los tipos
selectivos. Unos grupos tienen una estructura que ios sitúa más cerca del
piano del azar que otros, lo cual quiere decir que la atracción y la abstención
de relacionarse entre los individuos afectados no son más frecuentes ni
intensas que entre individuos elegidos al azar. Pero otras estructuras se
aproximan al nivel de la cohesión social óptima.
Para determinar el tele, término usado en sociometría para designar las
fuerzas de atracción y repulsión entre los individuos, se emplea un
procedimiento llamado prueba sociométrica. La prueba requiere que cada
sujeto de investigación indique sus elecciones de compañeros en situaciones
diferentes, tales como el juego, el trabajo o el estudio. El número de
selecciones o de exclusiones de los sujetos puede ser restringido o ilimitado,
dependiendo de la amplitud de la investigación.
Para obrener un cuadro total y auténtico de un grupo o sociedad, deben
ser considerados como agentes activos todos los individuos que lo
componen. Una tarea importante del sociómetra consiste en estimular a las
personas estudiadas a obrar y elegirse o rechazarse unas a otras de acuerdo
con los procedimientos sociométricos. Si esa tarea se realiza, serán
"excitados" e incluidos en el cuadro de la investigación todos los dominios
de las relaciones sociales: económicos, éticos, culturales. En consecuencia,
los sodómetras propugnan un procedimiento de "caldeamiento" propio para
provocar la mayor espontaneidad posible de las respuestas de los sujetos a
las preguntas y sugerencias del observador. El investigador debe también
coactuar con el grupo; en otras palabras, debe actuar como observador
participante.
Las pruebas en que se usan esas técnicas proporcionan material para
gráficas llamadas sociogramas. Un soctograma es una especie de
ECOLOGÍA HUMANA Y SOCIOMETRÍA 275
5 Vtjie "The SociogTujihy ¡jí Same Communify ir. Un ■' .S- ■, iogrjfi i de algún»
relacione» cujljuniiíriís"), por G. A. Lundberg y M. Lawsicig, en Americm Sociológica} Retín?,
YOl. 2, 193?; y "Social A::r, [ji n Paltem» in a VilLagt" ■ N'.-1:11. 1. Je .M.di, social en una
población pequeña"), por G. A. Lundberg y M. Sítele, en Sodomei'y, ved. i, 1933.
276 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
Resumen y crítica
278
PUNTO DE VISTA FUNCIONAL 279
i Social Tbsfry and SotLd $tru.-inn ( Le ítori* y U titrnctuT* iveñdei), por R, K. MCIIOD, GIMÍM,
111., The Frtc Preu. W 9. pp. 22-27.
280 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLOGICAS
Gran parte de la serie sobre Yankee City, así como otros varios volúmenes
a cargo de Warner o que hacen uso de su teoría y su método, pintan en
detalle los sistemas de clases sociales y sus relaciones con la economía, con la
posición genealógica y con los factores étnicos en comunidades de diversas
partes de los Estados Unidos. Así, este aspecto de la sociología funcional está
representado, por ejemplo, por Deep South (Sur profundo, 1941), dirigido por
Warner, Plainville, USA- (1945), de James West, y Elmtotvn's Yoitth (La
juventud de Elmtown, 1949), de A. B. Hollingshead.
En American Society (IA sociedad norteamericana, 195 T), de Robin M.
Williams, se persigue un objetivo mucho más ambicioso: el de describir y
explicar en términos sociológicos Jas relaciones sociales y las creencias y
valores concomitantes que caracterizan al pueblo de los Estados Unidos.
Williams distingue entre organización social (definida como una trama de
interacciones sociales recurrentes) y cultura, en especial cultura normativa,
entendida como "un plano para la conducta". Los complejos de normas
respaldadas por sanciones sociales intensivas, que gozan de fuerte apoyo y
asociadas con necesidades importantes u orientaciones valorativas, son
instituciones. La mayor parte de la obra está dedicada al examen de
instituciones importantes de los Estados Unidos contemporáneos. Pero
quizás el rasgo sobresaliente de este estudio es el modo como trata Williams
el problema relativo a la integración de instituciones parcialmente autóno-
mas. Resuelve el problema mediante una teoría conjetural, pero general, de
la integración de la sociedad y de 3a cultura. Según él, los medios de
integración son, primero, la dependencia mutua dd beneficio y los intereses
individuales; segundo, mecanismos explícitos de cohesión, incluido el
acuerdo sobre las reglas a que debe someterse la consecución de los
intereses, la existencia de organizaciones extensas que vinculen a las
organizaciones menores y a los grupos primarios, y por último sistemas de
representación y de control imperativo; tercero, reacción contra las presiones
exteriores, tales como la guerra o la amenaza de guerra; cuarto, la común
aceptación de símbolos y valores. Cree Williams que empleando estos
instrumentos analíticos podemos comprender "el milagro diario de Ta
sociedad en existencia". El conocimiento de esos mecanismos integradores no
es estéril: en nuestro tiempo —dice Williams— ! . mayor parte de los errores
en la vida pública y privada son consecuencia de no prever las repercusiones
de acciones particulares que tienen lugar dentro de un sistema social total.
2S2 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
E Of *. ti i. . p. 50.
288 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
i tbid., p. 49.
233 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLOGICAS
Resumen y crítica
ta Cf. Warner y Lunr, op. til. Véame también Pallernt of Culture {palman tultu-ra¡es¡T <fc
Ruth BenedUt, Do5fi>n. Houflhton Mifflia Cnr 1934, y Saint and Caíi/irat Dyttomiíi, de P. A-
Sorokin, 4 vols.. Narvn York, Amcrkiii Bmk Go, 1937-41, pan ¡eremos en mayar escala de
íormuIaF temas cerníales de Us culturas en íu conjunto.
292 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
11 Estudio del hombro. Fondo de Cultura Económica, 4* edición, Méjico, 1959, p. 593-
ie Meneo, op. cií„ pp. 50-51.
H "Fpncrioo er finalicé en socíolasic" ("Función y finalidad en wctología"), en Caf/iers
¡iiiernai'nirmiix d s Sochlogie, YO!., 16 (1954).
PUNTO DE VISTA FUNCIONAL 293
SOCIOLOGÍA ANALÍTICA
Pitirim A. Sorokin
Entre los sociólogos analíticos de nuestro tiempo, creemos que hay que
destacar especialmente a uno y conccderic eí primer rango en talento creador,
erudición y dominio de los requisitos previos a un sistema científico de ideas.
Este sabio es Pitirim A. Sorokin (n. 1889).
Sorokin nació en una remota aldea del nordeste de Rusia. Estudió en la
Universidad de San Petersburgo y desde muy joven se dedicó a la enseñanza,
a la investigación científica y a escribir, así como a la actividad política. En
1914 apareció su monografía Crimen y castigo, acto heroico y recompensa, y en
1919 su Sistema de Sociología (dos volúmenes, en ruso), obra de orientación un
tanto behaviorista.
En 1917 Sorokin actuó como secretario de Alejandro Kcrensky, jefe del
gobierno provisional de Rusia, y después de la caída de éste participó
activamente en la lucha contra el comunismo. Ríe detenido, procesado,
condenado a muerte, pero esta pena fue conmutada por el destierro. Después
de dos años en Giecoslovaquia, se trasladó a los Estados Unidos.
En este país Sorokin llegó a ser profesor de sociología en la Universidad de
Minnesota, donde escribió dos obras notables, Social Mobility (Movilidad social,
1927) y Contemporary Sociological Theo-ries (Teorías sociológicas contemporáneas,
1928). Este último libro es un estudio crítico sistemático de las principales
"escuelas" de sociología, destacando sus diferentes maneras de enfocar el
problema de los determinantes de ia estructura de la sociedad y de los
cambios sociales. En 1930 Sorokin fue nombrado profesor de sociología de la
Universidad de Harvard, donde fundó el primer departamento de sociología
que hubo allí y cuya dirección tuvo a su cargo durante un decenio. En sus
años de Harvard fueron muchas sus publicaciones. Entre sus escritos
principales se cuentan su obra magna, Social and Cultural Dinamics (Dinámica
social y cultural, cuatro volúmenes,
l Entre lu abra» no estudiada» en ' I mía. las siguiente* forman una elpcríc de
transición entre La anterior y La sociología analítica contemporánea: Syítemmic Socioiügy
(SnckhgU TistfodlUa). por L. van Wíeíe y E l Becker, Nueva York, John Wiley and
Son*. 1932; nuera edición. Gary. Ind., Norman Paul Preís, 1950 ("véase lambiéo capí-
tufo 2 1 } ; Pñuciplai o f Soavtogy (Pñncipiot de Sotioiog:.. . por E. T. Hiller. Nueva
York, Harpcr auJ Broa-, 1933, y S&ii*l Retaliara and Simemrei iReteiiunei y enrat-
tttrai ¡ f -. ■_ por el cnünin, Nueva Yoik. Hnrpcr and Bn».. 1947; Eiiadh del hombre,
por R. i . ■ : de I .ricura Económica, México, 1959.
294 CONVERGEN CIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
Un Etupo social, como totalidad de individuos que actúan entre sí, está
organizado cuando la serie central de sus significados y valores, como
motivo para su interacción, es algo consecuente dentro de sí mismo y
asume la forma de normas-leyes que definen exactamente todas las
acciones-reacciones pertinentes de los individuos que actúan entre sí en sus
relaciones mutuas, con los extraños y con el mundo en general; y cuando
esas normas son efectivas, obligatorias y, en caso necesario, impuestas, en
el gobierno de las personas que actúan y reaccionan entre sí. 3
* lbid.. p. 40.
* lbid., p, 40.
i Lbid.. P. 63.
8 lbid., p. 70 (en cursiva en el original}.
29 8 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
U *DL I, p. 10. ,
300 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
reflejo del pluralismo de los grupos, y los "egos sociales" múltiples del
individuo como una consecuencia de su pertenencia a varios grupos.15 En
Movilidad social, lo mismo que en sus obras más recientes, Sorokin señala
también interconexiones entre los tipos y los cambios sociocul tura les y la
desorganización de la personalidad. Análogamente, sostiene que cada uno
de los grandes sistemas sodoculturales: el sensible, el ideativo y el idealista,
produce tipos característicos de personalidad.
Aunque Sorokin emplea la expresión "alma empírica" (que identifica con
el "yo" o el "ego"), advierte prudentemente que el análisis del ' alma
superempírica o transcendental" cae fuera del estudio sociológico: "Su
análisis corresponde a la religión y la metafísica."1''
Sorokin desarrolla más por extenso sus opiniones metodológicas en el
cuarto tomo de Dinámica y en Causalidad sociocultural, tiempo y espacio. Se
declara partidario de una "escuela íntcgralista" en socio-logia que investigue
los fenómenos sociales de tres maneras. En su aspecto empírico, los
fenómenos sociales son estudiados mediante la percepción sensible y la
observación empírico-sensorial. En segundo lugar, el aspecto
"lógico-racional" de los fenómenos sociocul rurales debe ser comprendido
mediante la lógica discursiva de la razón humana. Finalmente, "la realidad
sociocultural tiene su aspecto suprasensible, suprarracional y metalógico.
Está representado por las grandes religiones, por la ética absolutista y por
las bellas artes verdaderamente grandes... Este... aspecto de la realidad
socio-cultural. . . debe ser aprehendido mediante la verdad de la fe, es decir,
mediante un acra de intuición o experiencia mística suprasensible,
suprarracional y metalógica".1*
Todo esto es, realmente, muy discutible. La intuición no equivale a un
acto de fe, que supone la aceptación de alguna revelación. El concepto que
Sorokin tiene de la intuición se acerca mucho al procedimiento
fenomenológíco de la "abstracción ideativa", que veremos en el capítulo 19-
Por consiguiente, el pluralismo metodológico de Sorokin no abarca tanto
como a primera vista sugiere. Además, nos parece que su posición
metodológica no convierte su teoría sociológica (en ei sentido definido en el
capítulo I) en una teoría filosófica.
Uno de los aspectos que más decepcionan de la metodología de
ia Vcue «ptíialmeriif i . edición en ingléi de Socitdaá, tultut* j ptrl&adUA, cap». XIX y XLVIII. 1 7
lbid.. p. 3 4 5 D i
IB Edición en ingtcí Carnalidad iociotuUitral, iifirnpo y upado. Duchara, Duke Uuiveisíty
Press, 1943, pp. 227-28.
SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 303
Talcoit Parsons
das por una referencia continua a los precedentes análisis de la acción social.
Los individuos "son movidos por la tendencia a la satisfacción óptima" de
necesidades que, como se ha advertido más arriba, dominan la orientación por
motivos. Además, la relación de los individuos con sus situaciones sociales se
define de acuerdo con normas culturales especificas. Probablemente la
palabra "relación" se refiere a lo que en otros lugares se llama "orientación",
caso en el cual esta parte de la proposición de Parsons apunta al otro
componente fundamental de la orientación del actor hacia la situación, la
orientación por valores. En este lugar, la palabra "valor" no aparece
expresamente en el análisis; pero puede suponerse que ks normas implican
valores. Usas normas son culturalmente estructuradas y compartidas. Este
aspecro del sistema social puede servir como una especie de puente entre los
sistemas social y cultural: el sistema social comprende algo que pertenece a
la cultura.
El sistema social en el sentido expuesto en el párrafo anterior y el sistema
social como pluralidad de individuos que reobran entre sí, son dos cosas
diferentes. Muchas pluralidades de individuos interactuan-tes no poseen las
características comprendidas en el primero y más complicado enunciado.
Puede alegarse que Parsons todavía no ha distinguido de un modo fijo los
elementos de un sistema social, falra que priva al estudio sociológico de un
enfoque riguroso. Todo caso de interacción humana puede considerarse
como un sistema social, de acuerdo con Ja definición más sencilla de
Parsons. Frecuentemente se refiere éste a "sistemas sociales estables"; en
realidad, su teoría del sistema social puede decirse que más bien es una
teoría del sistema social estable.22 Pero estas críticas, proclamadas por
diferentes críticos, no hacen desmerecer el esfuerzo en gran escala y quizás
prometedor de Parsons tanto para distinguir conceptúaImente como para
unificar en un esquema teórico los sistemas sociales, la adtura y k personal
idad.
Parsons considera la cultura como "por una parre el producto de, y por
otra parte el determinante de, sistemas de interacción social humana". 23 De
acuerdo con el punto de vista antropológico convencional, sostiene que la
cultura es transmitida, aprendida y compartida.
22 Pjiunn» te rcíierp también a lo» sistemas establo como "estructura!" en alguno» 1 iigar«F
palabra que uu igualmente para designar aROlpationes de papelea lOcialet, como %e r et í mi»
abajo. Emplea, asimismo, La palabra "rolretívidad" (que prefiere a La Frute "- TU; - social", más
I
frecuentemente empicada) para referirte a ai torra que compartía tipo» urológicos comunes, el
sentido de la mpotinbilídal pan el cumplimiento de (pápele») obligaciones, y la solidaridad
del grupo.
28 f ■].- L- ■ en inglés de The Sotial Syilem. p. 15
308 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
Según sus tres modos de orientación por motivos (descritos más arriba),
Parsons distingue tres clases fundamentales de normas de cultura: 1)
sistemas de ideas o creencias, caracterizados por la primada de los intereses
cognoscitivos; 2 ) sistemas de símbolos expresivos, tales como las formas
artísticas, caracterizados por la primacía de los intereses catccticos (adhesión
a objetos o rechazo de dios); y 3), sistemas de orientación por valores, o
"normas unificadoras". Las normas de cultura tienden a convertirse en
sistema a base de la congruencia lógica de los sistemas de creencias, de la
armonía estilística de las formas artísticas, o de la compatibilidad racional de
un cuerpo de reglas morales. No prosigue Parsons el análisis de los sistemas
culturales, y parece considerarlo tarea propia de la antropología cultural. Le
interesan primordialmente los sistemas culturales en cuanto afectan a los
sistemas sociales y a la personalidad.
El tema central de h teoría sociológica de Parsons es "el funcionamiento
de estructuras". El análisis estructural-funcional requiere un tratamiento
sistemático de ks posiciones y de ios papeles de los actores en una situación
social, así como de las normas institucionales implicadas. La posición se
refiere al lugar del actor en un sistema de relaciones sociales considerado
como una estructura; el papel, que en todo caso concreto es inseparable de la
posición y representa el aspecto dinámico de esta (de ahí el concepto
posición-papel), se refiere a la conducta del actor en sus relaciones con los
otros, cuando se la considera en el contexto de su importancia funcional
para el sistema social. Las normas institucionales se consideran como
expectativas normadas (o "estructuradas1') que definen culturalmente la
conducta apropiada de personas que representan diversos papeles sociales.
Una pluralidad de normas de papeles in independientes forman una ins-
titución.
En otras ocasiones Parsons identifica las "instituciones" con un complejo
de normas institucionales que es "conveniente" analizar como unidad
estructural en el sistema social. Esta actitud transfiere el concepto de
institución del plano de un símbolo que representa una realidad social al del
estadio de ia realidad social, porque dicha conveniencia es científica, no
social. Pero esta opinión aparentemente nominalista parece haber sufrido
modificaciones en los escritos más recientes de Parsons. Porque en estos
últimos se dice que una "institución" es de importancia fundamental en todo
sistema social sometido a estudio. Esto probablemente significa que la
existencia y el funcionamiento más o menos eficaz de las instituciones son
requisitos previos
SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 309
24 Tou jrd a General Theory o f Aflian (Hacia una teoría gtneral d e Ja acción}, por T. Pfliauns y
E. A. Shib, ediiorw. Cambridp.-. MJSS-, Hntvatá Univcnity Ptesi, 19Í1,
P-156.
25 lbid.
303 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLOGICAS
21 Edición en ingle* dt Etiayt *«* Saeiolagicat Thtorj. Puta and Applied, Gkocoe, I I I . Hit ['■
Preu, 1949. P- 38. En m obra posterior EJ tinenta lacial. Paraca» subraya que su teoría
sociológica no se basa en La psicología, sino mis bien en una teoría general de Ea acción cuyo
cíbolo presentan Fa-rsonS y SUS colaboradores en ta Parre 1 de Hada una Seorh ¡oterol de ¡a
acción.
SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 311
27 P. M, BLu « Am. Jour. Soc. roL 61, marzo de «nidia «te punto.
3 1 2 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
Fiarían Znaniecki
29 Pata un trabara miente *nbre «te punió, ví-asc "Social Group» ia tlie Modero World"
("Los grupo» sacíale* m el muadn moderno"), de Tjianirckr, capicula V de Frefdum *nJ Control
in Modera Svtitiy (Ubertad y ttnim! tn U lociedad modenu), de M. Bcpfter, T. Abel y C. H . Ptgt,
editora. Nueva York, D. Vio Noirrind Cü, Ice, 1954_
316 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
Rabert M. Maclver *
30 Taro punió así como la» analogías mcrodolñgkas entFC Weber, Cooley, Znaniecki y
Maclver. los HELIO, brevemente George Simplón en Man in Society (Siudiei in Sociology) (El
hombre en I A lotittUA - EitüJio* sociológico*), Nueva York, Random Housr, 1954, rapíruto ÍV.
■ Eira sección sobre Rubén M. !-.-: fut «chía por Ornlcs H. Page.
SOCIOLOGÍA ANALÍTICA 317
esencialmente relacionadas entre si. Pero "la esfera del ser consciente",
constituida por los órdenes cultural, tecnológico y social, es la que primordial
mente interesa a Maclver; es ahí donde pueden descubrirse las
peculiaridades de la causalidad social. Dice Maclver:
35 ibid.r p. 246. 88
lbid.. p. 252.
SOCIOLOGÍA ANALITICA 321
■T
87 ¡btá., p. 261.
322 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
mas son mayores que las que hay entre las opiniones de Parsons y las teorías
de Weber, Pareto, Durkheim y Ereud, que son francamente reconocidas por
Parsons, mientras que Jas obras de Sorokin son charadas una sola vez en El
sistema social. Señala también que la estructura básica de este libro difiere
notablemente de la del libro anterior de Parsons, titulado Estructura de ia
acción social, habiéndose operado un cambio en dirección hacia su propio
esquema teórico.
No nos interesa aquí averiguar si están justificados Jos alegatos de
Sorokin. Pero la tendencia hada la convergencia en la sociología
contemporánea es un tema central de este volumen. Parece caber poca duda
en que dicha tendencia csrá representada por importantes analogías enrre las
teorías de esos dos autores rivales. Son ellas, en parte, consecuencia de que
Sorokin haya pasado muchos años corrigiendo y sometiendo a prueba las
teorías de muchos eminentes pensadores sociales anteriores,
sistematizándolas y enriqueciéndolas con valiosas aportaciones personales.
Más recientemente, Parsons se ha dedicado a una empresa análoga y expone
proposiciones teóricas que son similares en contenido a Jas de Sorokin,
aunque claramente distintas en Ja forma (y decididamente contrapuestas en
estilo). Las aportaciones creadoras de Parsons, aunque no tan espectaculares
como las de Sorokin, son, como hemos dicho, considerables. Pero las
afinidades teóricas entre Sorokin y Parsons —y hasta cierto punto entre sus
opiniones y Jas de Znaniecki y Maclver—- requieren un estudio más
detenido que e] que se les ha dedicado,38 El siguiente resumen indica
brevemente la dirección que podría tomar dicho estudio.
En primer lugar, todos los autores cuyas obras sistemáticas han sido
estudiadas en este capítulo coinciden en un problema básico para ía teoría
sociológica, a saber, la cuestión de la naturaleza de la sociedad. Porque esos
sociólogos analíticos, y muchos otros, conciben la sociedad como un sistema,
o más exactamente, como un sistema de sistemas/9 Los componentes
primarios de los sistemas sociales son los actores, las personalidades
humanas, cuya conducta social necesariamente implica selección o
avaluación, peto es también normada por las expectativas de los otros y por
valores culturales. Pero la unidad básica para el análisis sociológico no es el
actor mismo, sino su "acción", como Parsons propone, o, quizás más
exactamente, la interacción o acción
ÍS Volverao* t Mamar la arenrión sobre Ja reciente obra de los Hlnklc, Tbe De-prinpmmf of
American SucioJugy (Deiarrolfo dt la ¡atioiogin norleamericjfí.i). en que ir analizan IÜ analogías
retinen enríe Znaniecki, Maelíer y Pauom. Desgraciada-menre, lo» aurores omiren el estudia
de Sorokin.
39 GenJi y Mifli suilroran una opinión un ranro parrfcularisra ubre 1' lignificación de la
frase "sistema social '.
324 CONVERGENCIA DE LAS TEORIAS SOCIOLÓGICAS
ESCUELAS FILOSÓFICAS -
4 L'lmiiiation: Lt Droit obrttiif ei la ¡ecbniqut piniiive (£J imtiruavit; wt dwrtcbo obft¡ü-o 7 ¡a íétoiít
positiva, 1953). por A. Dnqüéyiii; Ptrionatité morali tí psrtonOjti jttfidiqtie iPerionulidad motví y
personalidad imídiw, 1535?, por R. Ciernen*.
ESCUELAS FILOSÓFICAS 331
La escuela fenomenolágica
1 Sin embarga, como hemos icñaludo en ti etpírulo 13, Lo* fociálogo; analítico* han
formulado teoría! de Jiferenfra tipos de grupo* sociiln. Véanse en ripecial Socitlj: An
introductor^ Anidysii, par R. M. Maclver y C. H. Pagc. Nueva York. Riqcbart and Ca, loe, 1949,
capínilu X; "SCCÍJI Group* in úie Modero World", por F. Znanierki. capítulo V de Frtedum and
Conir-jJ ia Modmt Socitíy. de M Bei-gcr, T. Abel y C. H. F<i£c. rdirurci. Nueva York, D, Van
Noiitand Co., Inc., 1950; y Tbt Human Group, poi C C. Human!, Nueva Yuck, Harcouri, Brice
and Co., 1950.
334 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLOGICAS
11 NuaEio resumeo de li n'.i de Bmer*<lii se basa cu gran paite en dos de sai artículos:
"SoLiay n i Proceis" ("La sociedad como piocoo"), tu Ammitn CarLotie Sfíiohgínl Rtrifw.
diciembre de 1941, y "A Sociológica] Yiew oí Depersonilijcacion" ("Un punto de tiua sociológico
de la ddpritonjliocióa')( en Tbought, primavera de 1956.
ESCUELAS FILOSÓFICAS 341
mediante dios se encuentran en situación de unir sus esfuerzos con los de los
otros. La participación social unifica a los individuos en una cadena de
acontecimientos pasados importantes; por ese mismo hecho, les asigna una
participación en la proyección hacia lo futuro de La existencia del grupo.
Mediante esta inclusión en una trama transpersonal, el individuo
experimenta una ampliación de su horizonte en el tiempo B integra en su
conciencia destrezas, costumbres, significados y valores desarrollados en
largos ¡triodos.
La coexistencia es asimismo un proceso interacckmal en el espacio.
Produce la ampliación del horizonte individual instituyendo sistemas
cranspcrsonales de "dominio del espacio" en los que participan los
individuos, que contribuyen a ellos y se benefician de ellos.
Las instituciones sociales no representan a la sociedad en el plano
existencia!. Dado que las instituciones deben hundir sus raices en alguna utra
cosa, y ésta es el proceso de coexistencia mismo, la constante proyección de
los horizontes tempo-espaciales de los individuos en sistemas ttan apersona
Ies más grandes. La coexistencia implica la constante transformación del
tiempo astronómico en un pasado y un futuro llenos de sentido, así ramo
una transformación constante del habitar geográfico en espacio social.
Aunque la coexistencia es el modo de existencia de los individuos
—prosigue Baenvald—los sistemas reales de vivir y de cooperar no son ni
automáticos ní instintivos. La sociedad es un requisito previo para la
supervivencia, sin duda alguna; pero requiere una activación incesante
mediante la creación y conservación de extensos marcos sociales temporales
y espaciales. La sociedad no se continúa por sí misma en lo que se refiere a
las formaciones sociales específicas. Por consiguiente» inherente a todas las
estructuras sociales existe la posibilidad de su empeoramiento y
desintegración por Ja debilitación de los lazos en ía trama temporal y
espacial de la sociedad.
Aunque son muy sugestivas, estas ideas elevadamenre abstractas de
Baerwald aún no han atraído la atención de muchos sociólogos en este país,
ni han sido sometidas a prueba empírica. Esto último puede aplicarse, en
gran medida, a fa escuela filosófica en general.
Kart Mannheim
\
CAPÍTULO 20
SOCIOLOGIA HISTÓRICA
Sin embargo, en el primer cuarto del siglo xx hizo un nuevo intento para
definir la norma del desenvolvimiento histórico el alemán Oswald Spengler
(I8S0-L93Ó). Su Decadencia de Occidente (1913) fue, durante varios años,
quizás la obra más ampliamente discutida sobre uno de los grandes
problemas de k sociología; el problema de ks uniformidades en el curso vital
de ks culturas o civilizaciones. Traducida del alemán a diversos idiomas, el
éxito temporal de esta ambiciosa obra se debió en gran parte a que sus
sombríos pronósticos cuadraban bien con el desaliento de una generación
abrumada por k catástrofe de k primera Guerra Mundial. 1
Las opiniones de Spengler, expuestas en términos más o menos
adecuados para el estudio de la repría sociológica, pueden expresarse del
modo siguiente: La historia de la humanidad como un todo no tiene sentido
ninguno perceptible. Además, la división convencional de k historia en
antigua, medieval y moderna es altamente desorien-tadora y no tiene valor
interpretativo. La gran significación reside en ks historias de las culturas
independientes, mientras que sus mutuas relaciones son accidentales y,
relativamente, carecen de importancia. Cada cultura independiente es
propiedad de un pueblo (o de un
1 L'n mamen cuidadoso revela que lu ideai de Spengler reproducen, embellecida*, 1*5 de
Danilevsky Ivétít mpr*, capítulo 4)r La Kpiejanaa es ?*n sorprendente que. en Opinión de H. E.
Barnej y H, Beultcr. "el paralelismo es demasiado «trecho para ser ■ítldcnttP (SocüJ TboHghi
(rom Lora lo Stiimc*. 19JS. vol. II. pp. 1[>32-Hh Spengler no menciona, ni cila nunca a
Danilevsky; pero pudo haber leído su chía en la traducción abreviada franeéis, o quiaAi
ramhión en rulo. En rodo caso, un ■. . : :: rula informó a Sorokin que había visto el libro de
Danilevsky en la biblioteca de Spengler en 192L (Viaje Tb* Social Phüosopbirs af » Agt of Criiis.
por P. A. Sorokin. Boston, Beatón Press, 195Ü, p. 349.)
346
SOCIOLOGÍA HISTÓRICA 347
t LMJ categorías apolínea y fausiica de SpeogW ron empleada* pui Ruth Bencdict paca
disentir ti Bfbot de diferentes tipos de culturas iletradas «i su conocida obra Paiitrnt of CuJinra
(Pairiiaei cuituralti), Boston, Houghron Mifíim Co., 1934,
346 CONVERGENCIA DE LAS TEORIAS SOCIOLÓGICAS
Arnoid Toynbee
Chapín y Kroeber
4 La* ipoitacioíiH de Chipio * U SUCÍOLCBÍ* oeo-positÍT¡s» han lido ntutíiadu más urtíEin.
capEfulo 15.
SOCIOLOGÍA HISTÓRICA 355
Resumen y comentario
Las opiniones de los sociólogos históricos de nuestros días parecen divergir
ampliamente. Sin embargo, pueden concillarse en gran medida sus
principales concepciones.
E r.i distinción de Alfred Weber entre y tttlturj, expund por primen
Tfi er no articulo publicado til I9Í0. está «irechamcnie emparentada con It de MacTver p SILH
discípulos. Según dijimos cu ei capítulo- 18. Maclver. como Weber. identifica eiviliuriim y
aetivjd.i !■ ■ jnsrnjiiicnnilcs del hombre, en «pedal la tecnología; pero su concepta de la cultura
es más amplia que el de Weber, puc* comprendí iodos bu productes y procero* humanen que
el hombre Jan de un valor de fin. También, como Weber. M i I-. ■ - ■ ■■ . «ra d ruine ion
conccpmal en el análisis; de lu afinidades entre éire j las obras d? Weber. véase Sntiaty:
fnirada<iory Aialyñt 'IJ imitdjJ: anMi/ii inirf>db£if>rio)r de R. M. Maclver y C. H. Page, Mueva
Yoifc. Hinchan and Co.. 1949, capírulus XX[ y XXII. La (corla de Maclver volvemos a «miliaria
en el capiculo siguiente.
358 CONVERGENCIA DE LAS TEORIAS SOCIOLÓGICAS
SUPERVIVENCIAS Y RENACIMIENTOS
Neo-evoi adonis mo
360
SUPERVIVENCIAS Y RENACIMIENTOS 361
lógico como d que expresan las frases 'Edad de Piedra', 'Edad de Bronce',
Edad de Hierro', o las fases de la organización del dan o de la gens, de
grupos numéricamente pequeños y muy diseminados, por contraste con los
establecimientos urbanos o sem ¡urbanos, tienen que. ser consideradas desde
el punte) de vista evolucionista.. ,".6 Sin embargo, Malinowski no lia
formulado una teoría de la evolución.
Pero lo han hecho otros dos autores: Leslie A. Whire y V. Gordon Childe
(1892-1957). En un incitante libro titulado The Science o f Culture (1949),
intenta White llevar adelante el evolucionismo de Spencer, Tylor y Morgan
desde el punto en que hizo crisis en 1900. En su opinión, los antropólogos
culturales y muchos sociólogos han abandonado la filosofía del
evolucionismo juntamente con los errores de ciertos evolucionistas. 7 Puede
comenzarse de nuevo enfocando el evolucionismo sobre la culmra, que debe
ser cuidadosamente definida. Puede definirse la cultura como conducta
simbólica, entendiendo por símbolo una "cosa cuyo valor o significación le es
conferido por quienes la usan".8 Merece señalarse que el símbolo así definido
es casi lo mismo que el "valor" tal como lo conciben Max Weber, Thomas y
Sorokin, enrre otros, y que la "cultura" tal como la conciben Maclver, Alfred
Weber y, hasta cierto punto, Parsons. He aquí otro ejemplo de convergencia
en Ja teoría social contemporánea.
La cultura, según White, constituye una clase de acontecimientos
suprabiológicos y suprasocio lógicos; es un proceso sut gen&ris que di-
ferencia al hombre de los demás animales. La cultura puede y debe
describirse según principios y leyes exclusivamente suyos; las explicaciones
y las interpretaciones psicológicas son insuficientes porque no explican casi
nada. En la demostración de esta tesis White hace numerosas referencias a
Durkheim.
Para seguir la evolución de la cultura desde sus mismos orígenes hasta los
tiempos presentes, es preciso admitir tres subdivisiones culturales:
tecnológica, sociológica e ideológica. La subdivisión tecnológica, está formada
por instrumentos materiales juntamente con la técnica de su uso; el sistema
sociológico está constituido por relaciones interpersonales expresadas en
normas de conducta; el sistema ideológico se compone de ideas, creencias,
conocimientos, todo expresado en forma simbólica. El papel evolutivo
primario corresponde al sisE A ScientifU Ttttorj of Cultor* (Tenría ci*nii¡ua ¿t I* cultora),
poí Ek Milinnw*biH Chape! HUI. The Univerjky of Nonh Carolina PreMh 1944, p. 16.
7 Tf>* Setene* of C*ltar* (Le citada d* h calí are), por L. A. Whire, Nocía Yürle, Fimr. Straua and
Youus, Inc., 1949, p, 20-B lbid., p. 23.
364 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLÓGICAS
üón societaria), de Keller, publicada 35 años antes (véase capítulo 11). Quizás
las críticas formuladas anteriormente contra la interpretación que Keller hace
del darwlní&mo social son igualmente aplicables a la teoría de Childe.
A pesar de las deficiencias de estas obras escritas en esrilo
neo-evolucionista, algunas de sus proposiciones y parte de sus argumentos
pudieran incorporarse a una teoría general de los cambios sociales. En el
capítulo 20 presentamos a título de ensayo un esbozo de dicha teoría,
& Democftilic ideal and Reelity lld&al d&iifietálicu y repUdad), por H. J. Mickinder. Loncha.
Cnmnhle. 1919; fodkande, Gtopulisib und Webn/.-iiirnahaff, por K. Hiuiho-fer, Berlín. Man.
Hoíber, 1934. Lu glabra "geopolítica" íue acunada poi RuJolph Kjellen, investigador sueco en
el campo de la ciencia política.
SUPERVIVENCIAS Y RENACIMIENTOS 367
les. Pero las dotes culturales son producto de efectos anteriores de los
factores primero y segundo; y la herencia biológica dd hombre varía poco, en
tanto que las diferencias raciales están determinadas en gran parte por el
medio físico. Así, la geografía juega el principal papel en el desenvolvimiento
evolutivo.
El vigor físico —dice Huntington— es fundamental en el progreso
humano. Permaneciendo iguales las demás cosas, el progreso cultural es
favorecido por la buena salud, que tiene por consecuencia una gran
capacidad de trabajo. Entre los factores que influyen en la salud, el clima
tiene la parre decididamente mayor. La alta "eficacia climática" es rara y
coincide con la alta eficacia económica. En consecuencia. Htm ring ton
somete la eficiencia clima rica a detallado estudio. Característico de ese
estudio es la afirmación siguiente: "La humanidad trabaja en general con
mayor eficacia cuando la temperatura del mediodía. . . fluctúa desde los 17°
hasta los 21o."10 Afirma también Huntington que el clima explica las
diferencias religiosas y de carácter nacional. Sintetiza sus resultados
declarando que la eficacia climática juega el papel fundamental en la
determinación de la pauta geográfica de la civilización.
Pero Huntington titubea en declararse decididamente partidario del
monismo geográfico. Afirma, por ejemplo, que el invento de la máquina de
vapor requirió, además de un clima adecuado, la concurrencia de las
siguientes circunstancias; personas con una capacidad innata relativamente
elevada, móviles poderosos para la acción en pos de niveles de vida más
elevados, y grandes existencias de combustible,11 Reconoce también la
importancia de las diferencias en la alimentación.
¿Yunque las separan noventa años, la comparación de las obras de Buckle
y de Huntington revela que en el punto de vista que ¡es sirve de base no hay
entre ellas diferencia esencial. Clima y suelo en Buckle, clima y alimentación
(que depende del díma y el suelo) en la obra de Huntington: tales son los
principales determinantes del progreso cultural. Pero desde el punto de
vista de la técnica, la diferencia es enorme; Huntington hace uso abundante
de métodos estadísticos y geográficos, que no existían en los días de Buckle,
y maneja datos incomparablemente más diversificad"-. Sin embargo, no
demuestra mejor que Buckle que el clima o Ja geografía en general sea uno
de los determinantes importantes de h cultura.
Durkheim fue uno de los cuatro sociólogos de fines del siglo xix que
fundaron la sociología analítica, como vimos en los capítulos 8 y 9; como
acabamos de ver, su actitud teórica ha sobrevivido hasta el tiempo presente
en Francia. En Alemania ha persistido la teoría de Simmel, otro de los cuatro
fundadores. Peto Simmel no domina la sociología alemana, porque sus
continuadores forman un pequeño, aunque muy activo, grupo localizado en
Colonia y dirigido por Leopoldo von Wiesc (tu 1876).
Von Wíese nació en Glatz, Silesia. Recibió su doctorado en filosofía en ía
Universidad de Berlín, y poco después inició su carrera académica. En 1915
fue nombrado profesor de economía de la Escuela de Comercio de Colonia,
que en 1919 se convirtió en universidad, y allí siguió como profesor de
sociología, con una larga interrupción durante el régimen nazi. Durante
muchos años dirigió von Wíese la revista alemana más importante de
sociología, que ahora aparece con el titulo de Kólner Zeitschrift für Soziologie.
Su obra fundamental es Sociología general, en dos volúmenes que aparecieron
ec 1924 y 1929; una segunda edición, revisada y en un solo volumen,
apareció en 1932."
Von Wíese ha tomado por su cuenta el objetivo de Simmd: hacer de Ja
sociología una ciencia independiente. Como Simmel, ve el aspecto
específicamente sociológico de ía realidad en forma de hechos sociales, pero,
a diferencia de Simmel. ha dado a la palabra forma una interpretación más
bien dinámica, concentrando su atención sobre la acción y el movimiento.
Cree, también como Simmel, que la socie-
14 El i''"' ■ altroin de «cu obra « Al/itttnfint Sozialogí* elt Labra dar fíraebungrn uná
Btiiebungitebildi dai Matncbm. En 1932 iptrccjó UDI I r . • i - m hadn por Honrd Spclter, con ti tirulo
i\c Syu****/ie Satiology. IJ traducción íue .■?..,■<■ !.i r los puntu* dr VÍSIJ norramcritjnm, j por fa
ttnto U«* lu dot ir.:;;,- ven WÍCÍC Bttktr.
372 CONVERGENCIA DE LAS TEORÍAS SOCIOLOGICAS
Resumen
#4
■
SEXTA PARTE
CONCLUSIÓN
■
M
CAPÍTULO 22
Durante la primera mitad del siglo xx, la sociología hizo progresos decisivos,
y de ser un programa de tanteos y un racimo de controversias sobre el
alcance y método de una ciencia todavía no constituida, pasó a stt un cuerpo
firmemente establecido de conocimientos basados en un gran número de
observaciones comprobadas y de inferencias sacadas de ellas. Sin embargo,
la mera no ha sido alcanzada del todo. Los puntos de vísra dispares en
materias sociológicas aún no se han fundido en una teoría sociológica
equivalente del tipo de teoría que forma parte de cada una de las ciencias
naturales. Aún no se ha alcanzado esa meta a pesar de las vigorosas
exhortaciones a seguir los métodos de las ciencias naturales y de los
numerosos intentos de hacerlo (de que pueden servir de ejemplo las obras de
Thomas, de Pareto y de los neo-positivistas), y a pesar de las prometedoras
aportaciones de los sociólogos analíticos.
No obstante, se han conseguido algunos resultados positivos.
En primer lugar, mientras ía sociología anterior contenía largas discusiones
sobre Jo que debía ser k "sociologíahoy la discusión versa sobre lo que
realmente es la sociología. De las cuatro respuestas fundamentales a la
primera pregunta formulada en el capiculo 1, ha prevalecido k cuarta, la
que, según se recordará, define k sociología como el estudio de las
características generales de todas clases de fenómenos sociales y de las
relaciones existentes entre esas clases. Aunque la mejor formulación k dio
Sorokin, el camino hacía esta concepción lo prepararon Simmel, fundador
del tercer enfoque o punto de vista, que identificó la sociología con el
estudio de la forma de los fenómenos sociales, y Giddings. La ascendencia
puede remontarse a Comte, cuya ¡dea de que la sociología iba a ser la ciencia
teórica general de los fenómenos sociales ha sido desarrollada en fa defini-
ción ampliamente aceptada de Sorokin.
En segundo lugar, los fenómenos sociales, materia de Ja sociología, se
consideran ahora por lo común como fenómenos sui g&neris o. dicho en
otros términos, irreductibles a hechos no sociales, por ejemplo a hechos
psicológicos o físicos. En este respecto, ha prevalecido k opinión de
Durkheim contra la de los sociólogos psicológicos. Éstos, a su vez, tuvieron
razón en oponerse a los que veían en la sociedad k acción de fuerzas
impersonales o, por así decirlo, sobrehumanas.
375 .
378 CONCLUSIÓN
Los fenómenos sociales son sui generis, pero, no obstante» son ei resultado
de la combinación de acciones humanas.
Pero puede advertirse una opinión particularista, que se deriva de Max
Weber y de Thomas y que hoy representa principalmente Parsons. Esta
opinión vuelve a introducir la confusión entre la sociología y la psicología a
causa de su preocupación por la "acción".
Por otra parte, como corolario de la írreductibilídad de los fenómenos
sociales a cualquiera otra clase de fenómenos, la opinión común entre los
sociólogos rechaza las analogías biológicas eo todas sus formas
(organirismo, darwinismo social, etc.), así como la interpretación de los
fenómenos sociales de acuerdo con un modelo teórico destinado al estudio
de fenómenos físicos, modelo que desempeñó papel importante en el
sistema de ideas de Spencer. El intento de Lundberg para interpretar la
sociedad humana en relación con la estructura del átomo es un notable
anacronismo.
En tercer lugar, el fenómeno social básico» la unidad para el análisis
sociológico, por lo general se identifica con la interacción entre dos o más
seres humanos. La interacción requiere dependencia inteligible de Ja acción
de un ser humano de la existencia o la acción —pasada, presente o
prevista— de otro ser humano. La interacción es directamente observable, ya
que la acción es movimiento en el mundo exterior. La dependencia se infiere
fácilmente, bien por la interpretación de un observador participante que
utiliza la capacidad del hombre para hacer reproducciones mentales de
procesos que le sugieren las acciones de otros hombres —esto es el verstehen
de Max Weber—, o bien estableciendo correlaciones estadísticas entre uni-
versos de acciones considerados como antecedentes y subsecuentes.
Cuando hay interacción, se dice que los participantes están en relación
social. Interacción y relación social son, pues, dos puntos de vista relativos al
mismo hecho fundamental; la relación es estática (o estructural), la
interacción es cinética (llamada común, aunque incorrectamente, funcional o
dinámica).
En cuarto lugar, cuando las relaciones sociales perduran forman grupos
sociales en los cuales los hombres se ordenan o disponen de muchas
maneras. El grupo social es considerado, en general, como una de Jas
principales materias de estudio sociológico, de manera especial y expresa
por los sociólogos analíticos, los institucional istas y los sociómetras. Las
principales proposiciones que en el estudio de los grupos han sido
firmemente establecidas son las siguientes:
El grupo social es un sistema, es decir, una estructura formada por
LA SOCIOLOGÍA DE MEDIADOS DLL SIGLO XX 379
sean ¿limitadas. Las cosas elegidas durante las primeras fases de desarrollo
de una cultura reducen el margen de libertad relativa para elegir otras cosas;
las cosas elegidas en un aspecto de la cultura limitan el margen de libettad
relativa para elegir en otros aspectos.
Los rasgos que constituyen una cultura son instrumentos para ja
satisfacción de necesidades social y colturalmente admitidas de los
individuos de la correspondiente sociedad y de los grupos que la forman.
(Pero, como han señalado Merton y otros, la investigación puede revelar que
ciertos rasgos no son funcionales o son disfuncionales.)
Los sociólogos suelen señalar una especie de interacción circular entre el
individuo y su cultura (y también su sociedad). La personalidad del
individuo es moldeada por la cultura que distingue a la sociedad a la cual
pertenece. Ese moldeamiento se realiza a través de ciertos agentes de
socialización, el más importante de los cuales es ¡a familia. Pero la
socialización nunca es completa. Además, la mayor parte de las culturas —si
no todas en cierto grado— dejan a los individuos cierto margen de libertad e
iniciativa. A base de esta última, los hombres ejecutan acciones que tienen por
consecuencia cambios en la cultura.
En séptimo lugar, el cambio en la cultura y en la estructura social constituye
el cuarto campo importante de estudio de la sociología.
Los mecanismos del cambio social y cultural son bien conocidos desde los
días de Tarde, y consisten en la invención, en la aceptación de h invención y
en su difusión. Muchas proposiciones de detalle concernientes a las
circunstancias de la invención, así como de la aceptación y difusión de las
invenciones, pertenecen al dominio común de la sociología y de la
antropología cultural contemporáneas.
Puede definirse cada cultura como una acumulación de invenciones
tecnológicas, ideológicas y sociales. En cada sociedad esta acumulación, es
selectiva y por lo tanto única, y no repite nunca exactamente las
acumulaciones hechas en otras sociedades. Por esto cada cultura tiene su
propio estilo, así como cada hombre tiene su personalidad distintiva.
No existe acuerdo general en cuanto a las uniformidades que caracterizan
a las tendencias de gran alcance en el cambio social y cultural. Pero una cosa
está definitivamente establecida: el evolucionismo anticuado, que requería el
estudio de un proceso único e irreversible formado por etapas
predeterminadas, lia desaparecido del trabajo sociológico. Sin embargo, es
posible la fusión de las opi
LA SOCIOLOGÍA DE MEDIADOS DEL SIGLO XX 383
clones de ios siglos xix y XX; y Sociological Theory: A Book o f Readmgs (Teoría
sociológica: Textos) (Nueva York, Macmülan, 1957), por L. Coser y B.
Rosenberg, que contiene selecciones de ios iniciadores, de sus sucesores y de
nuestros contemporáneos. Ninguno de los dos libros de lecturas está
ordenado de acuerdo con el plan de este volumen; pero ni el maestro ni el
estudiante hallarán ninguna dificultad para usarlos como material auxiliar
de estudio.
Como la teoría sociológica es materia de difícil estudio, son muy
convenientes Jas recapitulaciones o resúmenes. Es aconsejable disponer
algunas veces la recapitulación en un orden diferente al que se siguió en el
curso. Este orden puede ser cronológico, geográfico o sistemático. Para
facilitar la recapitulación, se ofrecen en este volumen dos sinopsis, una
cronológica y otra geográfica. La cronológica puede emplearse para
oganizar disensiones en torno de remas como éstos: ¿Que ¡deas nuevas
aparecieron en el horizonte de los sociólogos entre 1901 y 1905? ¿O enrre
l?4ó y 1956? Tomando como base la sinopsis geográfica, puede pedirse a los
estudiantes que, por ejemplo, relacionen los puntos de vista sociológicos con
Jas condiciones de vida en las diferentes naciones en que nacieron y
subsisten.
Especialmente con estudiantes de cursos avanzados pueden obtenerse
excelentes resultados con el examen del desenvolvimiento histórico de las
ideas concernientes a los problemas fundamentales de la teoría sociológica
que presentamos en el capítulo 1. Para, asignar a los estudiantes este tipo de
tarcas pueden usarse con buenos resultados los índices de autores y de
materias de este libro.
leer su Sociedad Primitiva (Ed. Pavlov, México, s.í. Edición preparada por
Alfredo L. Palacios). Sobre Morgan y Tylor, es conveniente leer: Robert H.
Lowie, Historia de la Etnología, caps. VI y VII (ECE, México, 1946. Trad. de
Paul Kirchhoff).
Capitulo 9 (ÜURKÍIEIM). De las obras de Durkheim, habrá que leer: Las reglas
del método sociológico, Dt división del trabajo social y El suicidio* Es fundamental
el libro de Harry Alpert, Durkheim Í&CE., México, 1945. Trad. de José
Medina Echavarría).
Prefacio . . .........................................................
• ................................................................................................... 9
Segunda parte
LOS INICIADORES
Tercera parte
Cuarta parte
Quinta parte
Sexta parte
CONCLUSIÓN