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<<El yo del niño se halla al servicio de una poderosa exigencia pulsional que está habituado a
satisfacer y es de pronto aterrorizado por una vivencia que le enseña que proseguir con esa
satisfacción le traería un peligro real-objetivo difícil de soportar. Entonces debe decidirse:
reconocer el peligro real y renunciar a la satisfacción pulsional o desmentir la realidad objetiva
sosteniendo la creencia de que no hay razón alguna para tener miedo para proseguir con la
satisfacción>>. Es por lo tanto un conflicto entre la exigencia de la pulsión y el veto de la
realidad objetiva.
Por tales motivos resulta oportuno recordar algunos conceptos elementales para esta
exposición:
Esquema del PSA: 1938
Consideramos al yo como: Un estrato cortical dotado de los órganos para la recepción de
estímulos y de las disposiciones para la protección frente a estos, se ha establecido una
organización particular que media entre el ello y el mundo exterior.
Entre las tareas que la vida anìmica debe dominar, hay algunas en las que es fácil fracasar,
de esto derivarìa la particularidad de los asombrosos fenómenos neuróticos. Las neurosis
son, como sabemos, unas afecciones del yo y no es asombroso que el yo mientras es endeble,
inacabado, fracase en el dominio de las exigencias pulsionales interiores como de las del
mundo exterior, estas ejercen el efecto de unos <<traumas>>. El yo desvalido se defiende de
ellas mediante intentos de huida (represiones- esfuerzo de desalojo).
Al hablar de esfuerzo de desalojo debemos remitirnos al texto:
La Represión (1915)
Freud declaró que “la doctrina de la Represión” es el pilar fundamental sobre el que descansa
el edificio del psicoanálisis. Históricamente el concepto de REPRESIÓN, se retrotrae a los
comienzos mismos del PSA.
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Ya en textos tempranos de Freud:
-“Sobre el mecanismo psíquico de los fenómenos histéricos: Comunicación Preliminar
(Breuer y Freud 1893)
-“Estudios sobre la histeria” En ellos consta que el concepto de REPRESIÓN fue sugerido por
el fenómeno de la RESISTENCIA que salió a relucir cuando abandona el método de la
hipnosis en el tratamiento catártico de la HISTERIA. En el relato de Estudios sobre la histeria,
la palabra utilizada es “DEFENSA” EN LUGAR DE represión. Por esa época, Freud utilizaba
ambos términos indistintamente. Sólo mucho más tarde, en Inhibición, Síntoma y Angustia,
propone restringir el término REPRESIÓN a este mecanismo en particular y restaurar el uso de
DEFENSA como designación general de todas las técnicas de que se sirve el yo en los
conflictos que llevan a la neurosis.
La REPRESIÓN consiste en rechazar algo de la conciencia y mantenerlo alejado de ella.
Requiere un gasto de energía. Participan dos fuerzas una que rechaza de la cc y otra que atrae
de lo Icc.
Lo que se reprime son impulsos que tienen que ver con la sexualidad. Lo reprimido retorna.
La satisfacción de la pulsión sometida a represión sería placentera en sí misma pero sería
inconciliable con otras exigencias en sentido tópico. Por tanto produciría placer en un lugar y
displacer en otro. Por lo tanto, la CONDICIÓN para la represión es que el displacer sea mayor
que el placer de la satisfacción. La represión no es un mecanismo de defensa presente desde el
origen; no puede engendrarse antes de que se haya establecido una separación nítida entre
actividad conciente e inconciente del alma y su esencia consiste en rechazar algo de la
conciencia y mantenerlo alejado de ella.
Los síntomas neuróticos cumplen con esta condición, pues son retoños de lo reprimido que
han conquistado su denegado acceso a la conciencia.
Si hemos considerado la represión de una agencia representante de pulsión (representaciones
investidas) con un determinado monto de energía psíquica (interés-libido) la observación nos
constriñe a descomponer lo que hasta aquí fue considerado como unitario. Junto a la
representación coexiste algo que representa a la pulsión y pude tener un destino diverso de la
misma: monto de afecto.
De forma màs precisa que en las Neuropsicosis de Defensa de 1894 Freud aquí nos da
ejemplos circunscribiéndose a las 3 psiconeurosis más conocidas:
Histeria de angustia:
Fobia a los animales: la moción pulsional sometida a represión es una actitud libidinosa hacia
el padre apareada con la angustia frente a él. Después de la represión esta moción ha
desaparecido de la cc y el padre no se presenta en ella como objeto de libido. Como sustituto
se encuentra en una posición análoga un animal más o menos apto para ser objeto de
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angustia. La formación sustitutiva de la parte constituída por la representación se ha
establecido por la vía del desplazamiento. La parte cuantitativa se ha traspuesto en angustia.
Resultado:
H. de los Lobos: angustia frente al lobo en lugar de requerimiento de amor al padre.
Juanito: angustia frente al caballo
El ahorro de displacer no se consiguió por lo que no podemos considerar a esta represión
como lograda.
El trabajo de la neurosis continúa en un segundo tiempo: llega a la formación de un intento de
huida, la fobia, una cantidad de evitaciones destinadas a evitar el desprendimiento de angustia
(percepción- como si la moción perturbadora viniese del mundo exterior).
Placa giratoria: pensarla como síntoma restitutivo donde hay operaciones con déficit . Le
permite a Hans sustituir la función deficitaria del padre por esta representación generadora de
angustia.
En la histeria de conversión (si hay conversión es porque el yo está de acuerdo- defensa),se
consigue hacer desaparecer por completo el monto de afecto (en ocasiones en que la
sofocación no es tan completa se dan ciertos desprendimientos de angustia anudados a los
síntomas mismos). El contenido de la representación se ha sustraído radicalmente de la cc y
como formación sustitutiva y al mismo tiempo como síntoma se encuentra una inervación
hiperintensa- somática. (algunas veces de naturaleza sensorial – olor a pastelitos quemados- y
otras de naturaleza motriz- parálisis-). La represión en la histeria de conversión puede
considerarse lograda si no perdemos de vista el destino del monto de afecto, no así en cuanto
a las múltiples formaciones sustitutivas. El proceso de represión se clausura entonces con las
formaciones sustitutivas y no necesita recomenzar en un segundo tiempo o proseguir
indefinidamente como ocurre en a histeria de angustia.
Dora: fantasía de felattio del padre con su amante. Por los diques, la energía de la moción
inconciliable se transforma en tos y picazón en la garganta inervación somática. Como afecto
quedó sellado.
En la Neurosis Obsesiva
Forma de Defensa:
REPRESIÒN
REGRESIÒN
FORMACIÒN REACTIVA
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Hallamos un aspecto por entero distinto. La misma descansa en la premisa de una regresión
por la cual una aspiración sádica reemplaza a una aspiración tierna. Este impulso hostil hacia
una persona amada es el que cae bajo la represión.
Primero alcanza un éxito pleno, la representación es rechazada y se hace desaparecer el
afecto. Como formación sustitutiva (es asimilada al yo y pasa en cierto aspecto como familiar)
hallamos una alteración del yo como unos escrúpulos de conciencia extremos lo cual no
puede llamarse propiamente síntoma (aparece como ajeno al yo, genera malestar).
Como en toda represión, existe una sustracción de libido y para ello se sirve de la formación
reactiva por fortalecimiento de su opuesto.
La represión inicialmente buena no resiste, su fracaso resalta cada vez más. La ambivalencia
por la cual se había hecho posible la represión (esfuerzo de desalojo) por formación reactiva,
es también donde lo reprimido consigue retornar. El afecto desaparecido retorna en angustia
social, de conciencia moral, en reproches sin medida (Como la represión no elimina el deseo
hostil, el S no puede vivirlo como propio y le retorna. Hay algo terrible: es su deseo que la
represión no mata. Retorna bajo la formación sustitutiva. Deseo imposible)
H de las Ratas: luego de la muerte de su padre se hizo los más severos reproches de no haber estado presente en los
últimos momentos de su vida. Lo martirizaba la idea de que él era el responsable de la muerte a punto de considerarse
un criminal. Esto no era más que un enlace falso, el cual tenía su raíz en el deseo de muerte inconsciente al padre.
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en cuanto al amor. Esta se ha difundido a todo lo demás y se ha desplazado a lo más ínfimo e
indiferente).
El fracaso de la represión en cuanto al factor cuantitativo pone en juego la huida y
prohibiciones al igual que en la fobia. Pero el rechazo que pesa sobre la representación se
mantiene con tenacidad porque trae consigo la coartación de la acción, el freno al impulso. Así
en la neurosis obsesiva el trabajo de la represión es una pugna esteril e interminable.
Ejemplos:
Anna O: hidrofobia/anorexia/ contractura en el brazo tras alucinación de las víboras que la
asustaron mucho
Emmy: chasquido/ asco a la comida
Elizabeth: fuertes dolores en el muslo. Paràlisis en las piernas? “no puedo dar un paso màs”
Dora: arrastraba un pie- “el mal paso” tenía relación con la fantasìa de embarazo/ neuralgia
luego de la cachetada en la escena del lago/ tussis nervosa y afonía: características de una
chupadora.
Lucy: olor a pastelitos?: dolor por abandonar a las niñas siendo que ella había prometido a su
madre ocupar su lugar.
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PERVERSIONES:
Al igual que con los términos defensa y represión Freud realiza una evolución conceptual en el
decurso del tiempo
Ya en 1905 en “tres ensayos” deslinda a las perversiones del peso que le había otorgado la
psiquiatrìa considerándolas aberraciones dando cuenta que hay un componente innato la
pulsión sexual en la base de las perversiones. Algo innato en todos los hombres.
Por tanto la perversiònconsistìa en una desviación en cuanto al objeto o a la meta sexual, que
suplanta a lo normal, es allì donde se halla lo patológico (exclusividad y fijación)
Esta presunta constitución que exhibe los gérmenes de todas las perversiones solo podrá
rastrearse en el niño. Vislumbramos así que los neuróticos han conservado el estado infantil de
su sexualidad o han sido remitidos a él. No hay sujetos devenidos perversos sino que han
permanecido así.
Las perversiones son, o bien: -trasgresiones anatómicas respecto de las zonas del cuerpo
destinadas a la unión sexual, o demoras en relaciones intermediarias con el objeto sexual
El fetichismo de 1927.
Su interés radica en un nuevo desarrollo metapsicológico acerca del concepto de
<<desmentida>> aludiendo a las reacciones de los niños frente al conocer la diferencia
anatómica de los sexos. Esta desmentida implica necesariamente una escisión del yo del
sujeto. Esta escisión se da cuando el yo tiene necesidad de erigir una defensa y no es exclusiva
del fetichismo sino que en la neurosis y en la psicosis también podemos pesquizarla. (en la
neurosis hay desmentida a nivel del lenguaje pero nunca de la castración).
Esquema del Psicoanálisis:
El paciente masculino no reconoce la falta de pene en la mujer, que como prueba de la
posibilidad de su propia castración le resulta en extremo indeseada. Desmiente la percepción
sensorial genuina y se atiene a la convicción contraria. Recurre a algo otro que le confiere el
papel de pene que no quiere resignar. El fetiche es una formación de compromiso con ayuda
de un desplazamiento.
Ahora bien, la construcción del fetiche ha obedecido a escapar a la posibilidad de la castración.
Sin embargo encontramos fetichistas que han desarrollado la misma angustia de castración
que los neuróticos. Por lo tanto se expresan al mismo tiempo dos premisas contrapuestas
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desmienten la castración y reconocen la falta de pene en la mujer. Estas dos actitudes
coexisten una junto a la otra durante toda la vida sin influirse recíprocamente es lo llamamos
escisión del yo. Esto da cuenta que con frecuencia, el fetichismo alcance una plasmación
parcial. No gobierna la elección de objeto de forma excluyente sino que deja espacio para una
extensión mayor o menor de conducta sexual normal y muchas veces se retira a un papel
modesto. Por lo tanto los fetichistas nunca han logrado desacirse de la realidad
completamente en su yo. La desautorización es complementada en todos los casos por un
reconocimiento, se establecen dos posturas opuestas independientes cuyo resultado es la
escisión del yo.
El fetiche es el sustituto del pene que ha tenido gran significatividad en la primera infancia y
que luego se perdió, que debiendo haberse resignado, a través del fetiche se lo preserva de su
sepultamiento. Es el sustituto del falo de la mujer (de la madre).
En lo psíquico la mujer sigue teniendo pene pero no es el que antes era, le fue designado un
sustituto que hereda el interés que se dirigía al 1°. El interés experimenta un extraordinario
aumento porque el horror a la castración se ha hecho un momento recordatorio con la
creación de este sustituto. Además la enajenación respecto de los verdaderos genitales
femeninos, que no falta en ningún fetichista.
Símbolo de triunfo frente a la amenaza de castración y de protección contra ella y le ahorra al
fetichista el devenir homosexual, en tanto presta a la mujer aquel carácter por el que se
vuelve soportable como objeto sexual.
La escisión del yo en el proceso defensivo:
<<El yo del niño se halla al servicio de una poderosa exigencia pulsional que está habituado a
satisfacer y es de pronto aterrorizado por una vivencia que le enseña que proseguir con esa
satisfacción le traería un peligro real-objetivo difícil de soportar. Entonces debe decidirse:
reconocer el peligro real y renunciar a la satisfacción pulsional o desmentir la realidad objetiva
sosteniendo la creencia de que no hay razón alguna para tener miedo para proseguir con la
satisfacción>>. Es por lo tanto un conflicto entre la exigencia de la pulsión y el veto de la
realidad objetiva. El niño no se decide por una u otra. Hace las dos simultáneamente. Por un
lado: rechaza la realidad objetiva y no se deja prohibir nada y por el otro reconoce el peligro
de la realidad objetiva, asume la angustia ante él como padecer y luego busca defenderse de
él. Ambas partes en disputa han recibido lo suyo: la pulsión tiene permitida la satisfacción y a
la realidad objetiva se le ha tributado el debido respeto. Este resultado se alcanzó a expensas
de una desgarradura del yo que nunca se reparará y se ampliará con el tiempo. Las dos
reacciones contrapuestas subsistirán como núcleo de una escisión del yo y veremos en el
desarrollo del acaecer psíquico cual de las dos se expresa más nítida.
El niño que cree que más tarde el pene faltante en la niña crecerá, ha producido un
extrañamiento de la realidad parecido al de la psicosis pero diverso. El varoncito no ha
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contradicho simplemente una percepción, no ha alucinado un pene donde no lo había, sino
que sólo ha emprendido un DESPLAZAMIENTO de valor, ha transferido el significado del pene
a otra parte del cuerpo para lo cual vino en su auxilio el mecanismo de la REGRESIÓN. Ese
desplazamiento afectó el cuerpo de la mujer, pero respecto de su pene propio nada se
modificó.
Sigue cultivando la masturbación pero al mismo tiempo, al construir el fetiche desarrolla una
fuerte angustia que prueba que ha reconocido la amenaza de castración, angustia que sólo
podrá compensar con el gasto de su virilidad. También esa angustia ante el padre calla sobre la
castración. Por la regresión a la fase oral, aparece como angustia de ser devorado por el padre.
En el decir de Lacán, el síntoma es una metáfora, algo que viene a sustituir a algo que cayó, un
sgte. La característica de la metáfora es la sustitución.
El fantasma es el sostén del deseo. El fantasma que se sostiene aquí es el de la madre fàlica.
El perverso reniega la castración, no opera la angustia, esta queda en el goce. Pone en escena
el fantasma en el acto perverso. El perverso no quiere resignar su lugar imaginario de goce
como falo de la madre.
El perverso no acepta la ley del padre, la desafìa y en consecuencia quiere destituir al analista
de ese lugar asì la angustia queda del lado del analista.
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Psicosis: (1910)
Freud intenta dar cuenta desde la clínica de la diferencia entre neurosis y psicosis. Así como en
la represión hay un intento de dar caza, algo parecido debería ocurrir en la psicosis. Freud
habla de abolición.
El psicótico tampoco quiere saber nada pero en vez de reprimir rechaza, no hay retorno de lo
reprimido. Hay un retorno en lo real como intento de simbolización.->> implica el trabajo del
delirio, intento de restitución.
Centro del conflicto patológico en muchos casos de paranoia: Defensa contra el deseo
homosexual
En 1894, Freud considera que la psicosis podía ubicarse dentro de las psiconeurosis de defensa
cuya modalidad de defensa era la desestimación (werwerfung) por parte del yo de una
representación inconciliable junto con su afecto y se comportaba como si dicha representación
nunca hubiera existido. Se producía una confusión alucinatoria. El yo se defiende de la
representación inconciliable mediante el refugio en la psicosis; para ello resignará una parte de
la realidad objetiva.
En el sem 3 Lacán retoma la frase “lo rechazado en el interior, retorna desde el exterior” y
dirá que lo no simbolizado reaparece en lo real. Previa a toda simbolización puede suceder que
parte de ella no sea llevada a cabo, que algo primordial no entre en la simbolización, que sea
rechazado. El significante que haya sido rechazado retornará en lo real en el delirio. El
significante rechazado es el significante del Nombre del Padre, por lo cual no habrá
articulación simbólica y por ende no habrá significación fálica. Comienza a usar el término
forclusión, según la cual hay un tiempo de prescripción para que algo se lleve a cabo, es decir
hay un plazo para la inscripción del significante paterno. Acontecido dicho plazo la inscripción
será ineficaz. Lo que se produce es una ausencia del sgte del Nombre del Padre que será
determinante en la estructura psicótica. El repudio se trataría la ausencia de aquello que debió
ser simbolizado la castración una abolición simbólica.
El delirio se armará alrededor de este significante aislado que está en lo real y muestra que hay
un agujero en lo simbólico a causa de la forclusión.
Freud sostiene dar crédito, otorgar valor a la palabra. Lacan va a decir hacerse secretario del
alienado.
Donde Freud diagnostica el retiro de la catexia libidinal del mundo exterior, Lacan destaca la
focalización en los fenómenos de las palabras. El psicótico manifiesta una atención al registro
del lenguaje como tal. Da al lenguaje un tratamiento muy particular.
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Esas palabras nunca cesan, lo invaden, llegan desde todas partes, le conciernen, se dirigen a él.
“Lenguaje de fondo: almicidio.
La palabra es lo único que une a Schreber a cierta forma de realidad, por perturbada que esta
sea. Dios es quien habla.--> el Otro del lenguaje
La frase de Freud: “lo que fue anulado de lo simbólico vuelve desde afuera” Lacan dice: “lo
que fue anulado de lo simbólico vuelve en lo real”. Abolido de lo simbólico, nunca integrado
en la red en la que todo sujeto determina su posición, particularmente su posición hombre-
mujer. La forclusión del significante del nombre del padre tiene correlación con la ausencia
de la prueba de la castración, en el campo de la psicosis.
El delirio se presenta como un parche, colocado en el lugar donde originariamente se produjo
una desgarradura, en el vinculo entre el yo con el mundo exterior. Es una clara contradicción a
la moción pulsional homosexual.
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