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AGENTES DIPLOMÁTICO:

Concepto: Es un Representante de un Estado ante otro Estado para el mantenimiento de las relaciones oficiales de una
manera permanente (representación e información del Estado acreditante, protección de sus intereses y de los de sus
súbditos, negociaciones con el gobierno del Estado de residencia).

El agente diplomático es, pues, toda persona -jefe de la misión o miembro de la misma- acreditado con carácter diplomático
ante el Estado receptor, que figura en la lista diplomática y goza del estatuto diplomático.

Persona física que un estado designa para que ejerza su representación y la defensa de los intereses de sus nacionales frente al
gobierno extranjero. Está regulado en la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961. El agente diplomático,
tiene a su cargo la representación legal (del Estado en los Estados extranjeros), es decir, expresa la voluntad del Estado, a
diferencia de las meras representaciones protocolares.

Las funciones de una misión diplomática, enumeradas en el art. 3 de la Convención de Viena, han sido clasificadas en dos
grupos:
 Funciones normales.- Que pueden dividirse a su vez en dos clases:
- por una parte, las que constituyen objetivos: a') proteger en el Estado receptor los intereses del Estado acreditante y
los de sus nacionales dentro de los límites permitidos por el D.I. b') fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las
relaciones económicas, culturales y científicas entre el Estado acreditante y el Estado receptor, y c') ejercer ciertas
funciones consulares.
- y por otra las que constituyen medios, para alcanzar los objetivos citados son: a') representar al Estado acreditante
ante el Estado receptor; b') negociar con el Gobierno del Estado receptor; c') informarse por todos los medios lícitos
de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor, y d') informar al Gobierno del
Estado acreditante sobre el Estado receptor.

 Funciones excepcionales.- son las ejercidas cuando un Estado acepta la protección o representación de intereses de
Estados terceros (bien pequeños Estados, Estados recientemente independientes o Estados que han roto relaciones con el
Estado receptor).

Procedimiento de designación: (Art 2 de la convención de viena de relaciones exteriores de 1961) es totalmente


dependiente de la voluntad de las partes. El inicio de las relaciones diplomáticas se efectúa por el consentimiento mutuo.
Si bien ningún estado tiene la obligación de establecer relaciones diplomáticas con otro estado, a partir del momento que lo
hace no pude dejar de lado las disposiciones conferidas en la convención.
En primer lugar, para la designación deben cumplir los requisitos que imponga el ordenamiento interno. Por Ej., en argentina,
mismos requisitos que para ser juez nacional.
Art 13 (desde ahí, se entiende que el jefe de misión, ha asumido sus funciones) el nombramiento, se acredita por medio de un
documento unilateral emitido por el estado acreditante, llamado CARTA CREDENCIAL, en la cual consta la designación con los
datos y la individualización de la persona nombrada (antecedentes).
Este documento, es recibido por el Estado receptor quien pude considerar oportuna la designación y emite un documento
unilateral conocido como PLACET, cuyo contenido es la manifestación del Estado receptor de aceptar a esa perrona como
agente diplomático.
Pero ese estado pude también, tal como lo establece el Art 9 de la convención, declarar persona NON GRATA al agente
designado, antes de su llegadla territorio del Estado receptor. Declaración que puede realizar en cualquier momento sin tener
que exponer los motivos de su decisión. Lo rechaza y listo
Misión diplomática à jefe mas otros funcionarios diplomáticos de diferente rango.
Art 10, se debe notificar al Estado receptor el nombramiento de los miembros de la misión, su llegada y salida. Llegada y salida
de los familiares y de los criados.
Art 6: dos o más Estados podrán acreditar a la misma persona como jede de misión ante un 3er estado, salvo que el estado
receptor se oponga a ello.
Inicio de la misión diplomática  Conforme al art. 2 de la Convención de Viena, el inicio de relaciones diplomáticas entre
Estados y el envío de misiones diplomáticas permanentes se efectúa por consentimiento mutuo. De esta forma, aunque el
Estado tiene reconocido el derecho de legación activa y pasiva, este derecho no puede ejercerlo sin el consentimiento del
Estado ante el que desea acreditarse, Desde el momento que se inicia la Misión diplomática empiezan a aplicarse las
disposiciones del Convenio de Viena.

El fin de la misión diplomática  se puede producir por diversos motivos. El motivo más grave es el de la ruptura de
relaciones diplomáticas. Es éste un acto discrecional del Estado que se produce a través de una decisión unilateral de cerrar la
misión diplomática imponiendo, de esta forma, la misma decisión al otro Estado, en virtud del principio de reciprocidad. La
gravedad de este acto lleva a que, en situaciones de crisis en las relaciones diplomáticas, se busquen soluciones intermedias
que no llevan aparejada el cierre definitivo de la misión diplomática: llamada a consultas del Embajador, reducción del
personal de la misión, etc.
Junto a la ruptura de relaciones diplomáticas, pueden existir otros motivos por los que se ponga término a una misión
diplomática de modo definitivo o temporal como, por ejemplo, el bajo nivel de relaciones con el Estado receptor. Una situación
especial se produce cuando el cierre de la misión diplomática se produce colectivamente como consecuencia de una decisión
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

De conformidad con el art. 45 de la Convención de Viena, en caso de terminación de una misión diplomática, cualquiera que
sea el motivo:
 el Estado receptor estará obligado a respetar y a proteger, aun en caso de conflicto armado, los locales de la misión así
como sus bienes y archivos.
 el Estado acreditante podrá confiar la custodia de los locales de la misión, así como de sus bienes y archivos y la protección
de sus intereses y de los intereses de sus nacionales a un tercer Estado aceptable para el Estado receptor.

El inicio y fin de las funciones de cada uno de los miembros de la Misión  La Misión diplomática se compone de un Jefe y,
además, de funcionarios diplomáticos de diverso rango (Ministro- Consejeros y Consejeros de Embajada o Legación,
Secretarios de Embajada o Legación), agregados técnicos (militares, comerciales, de prensa, culturales, etc.) y otros
funcionarios subalternos más o menos numerosos que desempeñan cometidos diversos.
De todos los componentes de la Misión o Legación deberá enviarse una lista al Ministerio de Asuntos Exteriores y comunicar
asimismo las altas y bajas de dicho personal.
Aunque el nombramiento de un Jefe de misión diplomática corresponde al Jefe del Estado acreditante, éste «deberá asegurarse
de que la persona que se proponga acreditar ha obtenido el asentimiento del Estado receptor». Esto es lo que se conoce por el
placel, que el Estado receptor dará o negará libremente, pues no está obligado a manifestar los motivos de la negativa (art. 4).
El inicio de las funciones del Jefe de la Misión diplomática va marcado por la presentación de las Cartas Credenciales, o bien en
el momento en que haya comunicado su llegada y presentado «copia de estilo» de sus Cartas Credenciales al Ministro de
Relaciones Exteriores o al Ministro que se haya convenido (art. 13.1).
El procedimiento que se siga para la recepción en cada Estado de los Jefes de Misión dentro de su clase o categoría debe ser
uniforme, según se prescribe en el art. 18 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

Las funciones de un miembro de la Misión diplomática pueden terminar por diversas causas que son las siguientes:
1. por ser llamado el Agente por el Estado acreditante por distintos motivos —jubilación, cambio de destino,
destitución, para manifestar su descontento ante el Estado receptor.
2. por ser declarado el Agente persona non grata por el Estado receptor, en cualquier momento, y sin tener que
exponer los motivos de su decisión.

Clases de agentes diplomáticos (Art 14)


- Embajadores extraordinarios o plenipotenciales “jefatura de misión”: para situaciones especiales, con plenos poderes para la
situación designada. O nuncios, para las misiones de la santa sede, se acreditan frente al jede de Estado. Y otros jefes de misión
de rango equivalente
- Embajadores ordinarios o internuncios: tienen carácter permanente que se acreditan frente al jede de estado. Enviados,
ministros.
- Encargados de negocios: funcionario a cargo de la representación diplomática frente a una causa extraordinaria que
imposibilite la función del agente diplomático à se acredita frente al ministro de relaciones exteriores.
Diplomáticos de carrera DIFERNTE a diplomático de designación política. El primero tiene una formación que lo hace idóneo y
los segundos, son aquellos designados en su cargo privilegiando su posición política, ideológica o profesional.

Privilegios e inmunidades diplomáticas. El ejercicio de las funciones diplomáticas con la libertad necesaria requiere una
serie de garantías, conocidas por pri-vilegios e inmunidades, que suponen para el Agente una condición jurídica especial
respecto a los extranjeros que residen en el territorio del Estado receptor.
La finalidad de dichos privilegios e inmunidades es «asegurar el cumplimiento eficaz de las funciones de las misiones
diplomáticas en tanto que representantes del Estado» y, por tanto, no los tiene el agente diplomático a título personal, sino en
cuanto miembro de la misión diplomática, es decir, son un derecho del Estado acreditante y, por tanto, los Agentes no pueden
renunciar a los mismos.
Por el contrario, conforme estipula el art. 32 de la Convención de Viena, el Estado acreditante sí puede renunciar a la
inmunidad de sus agentes diplomáticos.
Muchos de estos privilegios e inmunidades han sido recogidos en normas de carácter consuetudinario y aceptadas por los
miembros de la Comunidad internacional.
La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas ha codificado la materia, como privilegios encontramos los siguientes:
1. Utilizar la bandera y el escudo del Estado acreditante en los locales de la Misión, en la residencia del Jefe de Misión y
en los medios de transporte de éste.
2. El que se le preste ayuda por el Estado receptor para obtener, conforme a sus propias leyes, los locales necesarios
para la Misión y, en caso necesario, para los miembros de la misma.
3. La exención de impuestos para el Estado acreditante y el Jefe de Misión sobre los locales de la misma de los que sean
propietarios o inquilinos.
4. La libertad de circulación y tránsito por el territorio del Estado receptor a todos los miembros de la Misión, salvo lo
prescrito en las leyes y reglamentos respecto a las zonas de acceso prohibido y de seguridad.
5. El permitir y proteger la libre comunicación de la Misión a todos los fines con su Gobierno y demás misiones y
consulados del Estado acreditante por todos los medios de comunicación adecuados, salvo el de instalar y utilizar
emisoras de radio si no están expresamente autorizadas por el Estado receptor.
6. La exención fiscal sobre los derechos y aranceles que percibe la Misión por actos oficiales.
7. La exención para todos los agentes diplomáticos de todos los impuestos y gravámenes personales o reales, a
excepción de los impuestos indirectos incluidos normalmente en el precio de las mercancías, los impuestos sobre
sucesiones y sobre el capital invertido de empresas comerciales del Estado receptor, y los impuestos y gravámenes
por servicios particulares prestados, bienes inmuebles privados o ingresos que tengan su origen en el Estado
receptor.
8. La exención del derecho de aduanas sobre los objetos para uso oficial de la Misión y los de uso personal del Agente
diplomático y su familia, incluidos los de instalación.

Como inmunidades, el Convenio de Viena reconoce las siguientes:


1. La inviolabilidad de los locales de la Misión. Es de destacar que el Estado territorial no sólo tiene la obligación de no
atentar contra dicha inviolabilidad de los locales, sino también, como ha reiterado en varias ocasiones el T.I.J., de
impedir que cualquier otra persona atente contra la misma.
2. La inviolabilidad de los archivos y documentos dondequiera que se hallen.
3. La inviolabilidad de la correspondencia oficial de la Misión. La valija diplomática no podrá ser abierta ni retenida y,
además, gozará de inviolabilidad personal quien ejerza las funciones de correo diplomático, que no podrá ser objeto
de ninguna detención o arresto.
4. La persona del Agente diplomático gozará de inviolabilidad y no podrá ser objeto de detención ni arresto. El Estado
receptor adoptará todas las medidas adecua-das para impedir cualquier atentado contra su persona, su libertad y
dignidad. Su residencia particular goza de la misma inviolabilidad que los locales de la Misión. Si bien ello no impide
que un agente diplomático sorprendido en flagrante delito de agresión u otra infracción, no pueda, en determinadas
circunstancias, ser brevemente detenido por la policía del estado receptor con fines preventivo.
5. El Agente diplomático gozará de la inmunidad de jurisdicción penal del Estado receptor y de la civil y administrativa.
Si bien la inmunidad penal es absoluta, en lo relativo a la jurisdicción civil y administrativa se admiten excepciones en
caso de acciones reales sobre bienes inmuebles, sucesiones y las relativas a actividades comerciales o profesionales
privadas.
6. Finalmente, el Agente diplomático está exento en el Estado receptor de cualquier prestación personal, de todo servicio
público y de las cargas militares de toda índole.

La Convención de Viena, después de una amplia discusión, llegó en su art. 37.2 a una práctica equiparación del personal
administrativo y técnico de la Misión al Personal diplomático, salvo en lo relativo a la inmunidad de jurisdicción civil y
administrativa por los actos realizados fuera del desempeño de sus funciones. Para gozar de los referidos privilegios e
inmunidades se requiere no ser nacional del Estado receptor ni tener su residencia permanente en él.
La propia Convención, en su referido art. 37, extiende ciertos privilegios e inmunidades a los miembros de la familia del
diplomático que formen parte de su casa y no sean nacionales del Estado receptor, y a los miembros del personal de servicio
de la Misión que tampoco sean nacionales del Estado receptor ni tengan su residencia permanente en su territorio. A los
criados particulares de los miembros de la Misión que estén en las mismas circunstancias anteriores se les concede la exención
de impuestos y gravámenes sobre los salarios que perciban por sus servicios.

Es de destacar que las inmunidades de las que gozan los miembros de la misión y los locales, se mantienen, durante un tiempo
razonable, caso de ruptura de relaciones diplomáticas e incluso de conflicto armado entre el Estado acreditante y el Estado de
sede.
En todo caso hay que señalar que en demasiadas ocasiones el reconocimiento de estos privilegios e inmunidades ha sido
motivo de abusos tanto por el Estado acreditante (espionaje, tráfico de armas, actos de terrorismo), como de los propios
agentes (tráfico de estupefacientes, abusos contractuales, impunidad penal). Partiendo de la base sentada en el art. 41 del
Convenio de Viena según el cual todas las personas que gocen de los privilegios e inmunidades deben respetar las leyes y
reglamentos del Estado receptor, este último encuentra en el propio derecho diplomático y consular respuesta a aquellos
abusos (respuesta que va desde la declaración del agente implicado como persona non grata, pasando por la reducción o la
retirada del personal acreditado o llegando, incluso, a la ruptura de las relaciones diplomáticas).
Sin embargo, el particular lesionado por una acción del agente diplomático—tanto en el ámbito penal, como en el civil o
administrativo— puede ver su pretensión de reparación obstaculizada por la inmunidad que goza dicho agente.
Inmunidades, inviolabilidades, privilegios y facilidades: Estos son 4 elementos que hacen al tratamiento del funcionario
diplomático y cónsul. Se pactan para los asociados en el marco de ese territorio. En cuanto a su marco legal, estos 4 elementos
se hicieron extensivos a las OI y tienen su organización en los acuerdos de sede entre las OI y el Estado que se sirve.
- inmunidades: se tratan de excepciones que inhiben las competencias propias del Estado receptor en determinadas
circunstancias frente a ciertos sujetos. Contienen obligaciones de no hacer por parte del Estado receptor. Es un Derecho del
Estado, es funcional no personal y puede quitarle la inmunidad al personal que este actuando en representación del Estado.
-Los locales de la misión, son inviolables. Nunca se puede ingresar, bajo ninguna circunstancia, sin autorización del jefe de
misión o del agente a cargo (Art. 22)
- Los archivos y documentos de la misión, son siempre inviolables. (Art 24)
- La correspondencia oficial, es inviolable y la valija diplomática no podrá ser abierta ni retenida (Art 27)
- La persona del agente diplomático gozara de inviolabilidad, y no podrá ser objeto de detención ni arresto. Su residencia
particular goza de las mismas inviolabilidades que los locales de la misión (Art 29)
- El agente diplomático, goza de inmunidad de jurisdicción plena del Estado receptor y de la civil y administrativa, con algunas
excepciones en estos últimos casos (acciones reales sobre inmuebles, sucesiones y las relativas a actividades comerciales) (Art
31)
- El agente diplomático esta exento en el Estado receptor de cualquier prestación personal, de todo servicio público y de las
cargas militares de toda índole.

Inviolabilidades: protegen la integridad de la persona, se trata de obligaciones de hacer. Despliegue de medidas a su alcance
para garantizar el ejercicio de sus funciones.
- Colocar la bandera y el escudo del Estado acreditante en los locales de la misión, en la residencia del jefe de misión y en los
medios de transportes de este. Es un privilegio, genera una obligación de hacer para el estado receptor. Art 20
- Que el estado receptor preste ayuda para obtener los locales necesarios para la misión. Es una facilidad.
- Exención de impuestos para el Estado acreditante y el jefe de misión sobre locales de la misma.
- Libertad de circulación y de transito por el territorio del estado receptor a todos los miembros de la misión.
- Permitir y proteger la libre comunicación de la misión por todos los medios adecuados.
- Exención fiscal sobre los derechos y aranceles que percibe la misión.
- Exención de derecho de aduanas sobre los objetos para uso oficial de la misión y los de uso personal del agente y su familia
- La misión, es escoltada por la policía federal. Función extraterritorial à los policías adentro del consulado son del Estad o
acreditante.

-Privilegios:
*La misión y su jefe tendrán derecho a colocar la bandera y el escudo del Estado acreditante en los locales de la misión,
incluyendo la residencia del jefe de la misión y en los medios de transporte de éste.
*El Estado receptor deberá facilitar la adquisición en su territorio de los locales necesarios para la misión, o ayudar a éste a
obtener alojamiento de otra manera; también a las misiones a obtener alojamiento adecuado para sus miembros.
* El Estado acreditante y el jefe de la misión están exentos de todos los impuestos y gravámenes nacionales, regionales o
municipales, sobre los locales de la misión de que sean propietarios o inquilinos, salvo servicios particulares prestados.
* El Estado receptor garantizará a todos los miembros de la misión la libertad de circulación y de tránsito por su territorio.
* El Estado receptor permitirá y protegerá la libre comunicación de la misión para todos los fines oficiales. Por ejemplo,
correos diplomáticos o mensajes en clave.
*Deberá permitir el ingreso de todos aquellos bienes destinados a cumplir con el fin de la misión, con exención de impuestos
aduaneros conexos.

AGENTES CONSULARES.-
Regulación: Convención de Viena de 1963.
Concepto: Persona física que el estado acredita frente a un estado extranjero para que realice funciones propias derivadas de
su condición soberana en el territorio de un estado.
La tarea del Cónsul, se limita a defender los intereses de los nacionales del Estado que lo designa, a promover las relaciones
comerciales, y en algunos casos a realizar actos administrativos, materiales y de registro. Los Cónsules, hay que subrayarlo, no
son agentes diplomáticos.

Funciones:
1. proteger en el Estado receptor los intereses del Estado que envía y de sus nacionales, sean personas naturales o jurídicas,
dentro de los límites permitidos por el derecho internacional;
2. fomentar el desarrollo de las relaciones comerciales, económicas, culturales y científicas entre el Estado que envía y el
Estado receptor, y promover además las relaciones amistosas entre los mismos, de conformidad con las disposiciones de
la presente Convención;
3. informarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de la vida comercial, económica, cultural y
científica del Estado receptor, informar al respecto al gobierno del Estado que envía y proporcionar datos a las personas
interesadas;
4. extender pasaportes y documentos de viaje a los nacionales del Estado que envía, y visados o documentos adecuados a las
personas que deseen viajar a dicho Estado;
5. prestar ayuda y asistencia a los nacionales del Estado que envía, sean personas naturales o jurídicas;
6. actuar en calidad de notario, en la de funcionario de registro civil, y en funciones similares y ejercitar otras de carácter
administrativo, siempre que no se opongan las leyes y reglamentos del Estado receptor;
7. velar, de acuerdo con las leyes y reglamentos del Estado receptor, por los intereses de los nacionales del Estado que envía,
sean personas naturales o jurídicas, en los casos de sucesión por causa de muerte que se produzcan en el territorio del
Estado receptor;
8. velar, dentro de los límites que impongan las leyes y reglamentos del Estado receptor, por los intereses de los menores y
de otras personas que carezcan de capacidad plena y que sean nacionales del Estado que envía, en particular cuando se
requiera instituir para ellos una tutela o una curatela;
9. representar a los nacionales del Estado que envía o tomar las medidas convenientes para su representación ante los
tribunales y otras autoridades del Estado receptor, de conformidad con la práctica y los procedimientos en vigor en este
último, a fin de lograr que, de acuerdo con las leyes y reglamentos del mismo, se adopten las medidas provisionales de
preservación de los derechos e intereses de esos nacionales, cuando, por estar ausentes o por cualquier otra causa, no
puedan defenderlos oportunamente;
10. comunicar decisiones judiciales y extrajudiciales y diligenciar comisiones rogatorias de conformidad con los acuerdos
internacionales en vigor y, a falta de los mismos, de manera que sea compatible con las leyes y reglamentos del Estado
receptor;
11. ejercer, de conformidad con las leyes y reglamentos del Estado que envía, los derechos de control o inspección de los
buques que tengan la nacionalidad de dicho Estado, y de las aeronaves matriculadas en el mismo y, también, de sus
tripulaciones;
12. prestar ayuda a los buques y aeronaves a que se refiere el apartado k) de este artículo y, también, a sus tripulaciones;
recibir declaración sobre el viaje de esos buques, encaminar y refrendar los documentos de a bordo y, sin perjuicio de las
facultades de las autoridades del Estado receptor, efectuar encuestas sobre los incidentes ocurridos en la travesía y
resolver los litigios de todo orden que se planteen entre el capitán, los oficiales, los marineros, siempre que lo autoricen
las leyes y reglamentos del Estado que envía;
13. ejercer las demás funciones confiadas por el Estado que envía a la oficina consular que no estén prohibidas por las leyes y
reglamentos del Estado receptor o a las que éste no se oponga, o las que le sean atribuidas por los acuerdos
internacionales en vigor entre el Estado que envía y el receptor.
Tipos de cónsules: Los jefes de oficina consular serán de cuatro categorías: cónsules generales; cónsules; vicecónsules; agentes
consulares. Además los podemos clasificar en:
 De carrera: Son funcionarios públicos del estado que los designa y poseen su nacionalidad, sus honorarios son
cubiertos por el estado que los envía.
 Honorarios: Pueden ser súbditos del estado que los designa o bien extranjeros, y ejercen el comercio u otras
profesiones, sus servicios son gratuitos aunque pueden recibir ciertas subvenciones.

Inicio y fin de la función consular  Con relación al inicio de las relaciones consulares, su establecimiento está sometido, igual
que las relaciones diplomáticas, al consentimiento mutuo (arts. 2 y 4 de la Convención de 1963).
No obstante debemos tener en cuenta que la ruptura de relaciones diplomáticas no implica el fin de las relaciones consulares,
sino que el cierre de una Oficina consular es un acto discrecional del Estado acreditante (o del Estado receptor).

Con relación al inicio y fin de las funciones de los miembros de la Oficina Consular, hay que decir que los Jefes de Oficina
consular, en los que van incluidas las cuatro categorías antes mencionadas, serán nombrados por el Estado que envíe y
admitidos al ejercicio de sus funciones por el Estado receptor.

Los procedimientos concretos de nombramiento y admisión serán determinados por las leyes y reglamentos internos de los
Estados interesados (art. 10). Al Jefe de Oficina consular se le acredita su nombramiento por medio de una Carta Patente o
instrumento similar; para ser admitido al ejercicio de sus funciones se requiere el exequátur del Estado receptor, que podrá
negarlo sin especificar los motivos (art. 12).
Sin recibir el exequátur no se podrán iniciar las funciones; pero la Convención de Viena prevé el caso de admisión provisional
hasta que se le conceda (art. 13) y el ejercicio temporal de funciones en los casos de vacantes o imposibilidad de actuar del Jefe
de la Oficina consular (art. 15).
Las funciones de un miembro de la Oficina consular se darán por terminadas mediante notificación del Estado que envíe al
receptor —los motivos pueden ser muy variados, como vimos en el caso de los diplomáticos, por revocación del exequátur y
por «notificación del Estado receptor al Estado que envía de que ha cesado de considerar a la persona de que se trate como
miembro del personal consular» (art. 25).

Facilidades, privilegios e inmunidades: los privilegios e inmunidades de los funcionarios y empleados consulares y la
inviolabilidad de los locales y archivos consulares son también principios de Derecho internacional profundamente
enraizados.
La Convención de Viena sobre Relaciones Consulares contiene una reglamentación muy amplia y pormenorizada en esta
materia.

 A la Oficina consular, que se entiende como un conjunto formado por locales, archivos y personal a su servicio, se le otorgan
las facilidades, privilegios e inmunidades siguientes:

Las FACILIDADES las deberá otorgar el Estado receptor conforme a la Convención y son:
1. En general, todas las necesarias para el ejercicio de sus funciones por la referida Oficina.
2. Prestar ayuda para la adquisición por el Estado que envía de los locales necesarios y para que los obtenga por otro
medio. También ayudará a encontrar alojamiento adecuado para los miembros de la Oficina en caso necesario (art.
30).
3. Facilitar la libre comunicación y la visita a los nacionales del Estado que envía. La referida visita abarca incluso los
casos de arresto, detención o prisión preventiva o cuando los nacionales están cumpliendo una pena en virtud de
sentencia.
4. Informar sin retraso a la Oficina en los casos de detención, arresto o prisión de los nacionales del Estado que envía, así
como de la defunción, nombramiento de tutor o curador relativo a los referidos nacionales y en los casos de accidente
de naves y aeronaves.

Como PRIVILEGIOS encontramos los siguientes:


1. Exención fiscal para los locales consulares y la residencia del Jefe de la Oficina consular de carrera de los que sea
propietario o inquilino el Estado que envía o cualquier persona que actúe en representación suya.
2. Libertad de tránsito y circulación de los miembros de la Oficina consular por el territorio del Estado.
3. Libertad de comunicación de la Oficina consular, en los mismos términos que veíamos para las misiones diplomáticas
permanentes y las misiones especiales.
4. Exención fiscal sobre las cantidades percibidas en concepto de derechos y aranceles consulares.

En concepto de INMUNIDADES encontramos:


1. la inviolabilidad de los locales consulares (siempre que se utilicen exclusivamente para el trabajo de la oficina consular),
en los que las Autoridades no podrán penetrar sin autorización del Jefe de la Oficina.
2. los archivos y documentos consulares son inviolables dondequiera que se encuentren.

A los funcionarios de carrera y demás miembros de la Oficina consular se les reconocen:


- Como facilidades:
1. el ser tratados con la debida deferencia y el que se tomen las medidas adecuadas para evitar cualquier atentado contra su
persona, su libertad o su dignidad.
2. comunicar sin demora al Jefe de la Oficina sobre cualquier arresto o detención de un miembro del personal consular.
3. el que al ser llamado como testigo se le evite cualquier perturbación en el ejercicio de sus funciones. Para facilitar su
deposición como testigo se podrá recibir su testimonio en su domieilio, en la Oficina consular o aceptar su declaración por
escrito.

- Como privilegios encontramos los siguientes:


1. la exención de inscripción en el registro de extranjeros y del permiso de residencia para los funcionarios y empleados
consulares y sus familiares, a excepción de aquellas personas que no sean funcionarios permanentes o ejerzan una
actividad privada lucrativa.
2. el eximirles de la obligación de prestar testimonio por hechos relacionados con el ejercicio de sus funciones y el de exhibir
correspondencia y documentos oficiales relativos a ellos.
3. la exención de las obligaciones relativas a los permisos de trabajo que las leyes impongan para el empleo de trabajadores
extranjeros.
4. la exención de las disposiciones sobre seguridad social, si bien se faculta para que puedan participar voluntariamente en el
régimen de seguridad social.
5. la exención fiscal de impuestos o gravámenes personales o reales.
6. la concesión de franquicia aduanera para los objetos de uso oficial de la Oficina consular y de uso personal de los
funcionarios y sus familias.
7. permiso de exportación de bienes muebles y exención del pago de impuestos de transmisión por los mismos en los casos
de fallecimiento de un miembro de la Oficina consular.
8. exención de prestaciones personales.
- En concepto de inmunidades se les reconocen las siguientes:
1. inviolabilidad personal en el sentido de no poder ser detenidos, salvo los casos de delito grave. En los demás casos sólo
podrá limitarse su libertad por sentencia firme.
2. inmunidad de jurisdicción por los actos ejecutados en el ejercicio de sus funciones.

Los anteriores privilegios e inmunidades tienen como contrapartida las siguientes obligaciones: 1) respetar las leyes y
reglamentos del Estado receptor; 2) no inmiscuirse en los asuntos internos del Estado receptor; 3) no utilizar los locales de
manera incompatible con el ejercicio de las funciones consulares (art. 55); 4) cumplir las obligaciones que las leyes y
reglamentos del Estado receptor impongan en cuanto a seguros de responsabilidad civil por daños a terceros por la utilización
de vehículos, buques, y aeronaves (art. 56), y 5) no ejercer los funcionarios consulares de carrera ninguna actividad
profesional o comercial en provecho propio (art. 57). Los referidos privilegios e inmunidades no se concederán si ejercen
actividades privadas lucrativas a los empleados consulares, personal de servicio y a los familiares de los funcionarios (art.
57.2).

Los funcionarios honorarios y las oficinas consulares dirigidas por ellos están sometidos a un régimen particular por la
Convención de Viena de 1963, por el que se restringen en parte los privilegios e inmunidades. Como norma general se les
conceden los mismos privilegios, facilidades e inmunidades que hemos visto anteriormente que se otorgaban a los
funcionarios de carrera, salvo las restricciones y precisiones siguientes:
1. A los locales solamente se les protegerá de toda intrusión o daño y se evitará que la tranquilidad de los mismos sea
perturbada. La inviolabilidad de dichos locales es, por tanto, relativa, en comparación con la absoluta que hemos visto
en el art. 31 para los locales servidos por funcionarios de carrera.
2. La exención fiscal de los locales consulares sólo se concede para los casos en que el Estado que envía sea directamente
propietario o inquilino de los mismos (art. 60).
3. Los archivos son inviolables, sólo a condición de que estén separados de la correspondencia, objetos, libros y
documentos particulares del Jefe de la Oficina y su personal (art. 61).
4. No se les reconoce la inviolabilidad personal, ya que solamente se les concede al respecto el ser tratados con la debida
deferencia, el que se procure perturbarles lo menos posible en el ejercicio de sus funciones, salvo cuando sea detenido
o puesto en prisión preventiva, y que se inicie el procedimiento en los casos de detención con el menor retraso posible
(art. 63).
5. La protección a los funcionarios honorarios será simplemente la que puedan necesitar por razón de su carácter oficial
(art. 64).
6. La exención fiscal se limita a los emolumentos que perciba del Estado por el ejercicio de sus funciones (art. 66).
7. La franquicia aduanera se le limita en determinados objetos que se especifican y que se destinen a uso oficial.
8. La exención de prestaciones personales se limita a la persona del Cónsul honorario y se excluye a los miembros de su
familia que con él conviven (art. 67).

Queda además excluido, en comparación con los funcionarios de carrera, de la exención de inscripción en el registro de
extranjeros, deberá proveerse del permiso de residencia y del permiso de trabajo, no está exento del régimen de seguridad
social y se le excluye de los beneficios relativos al impuesto de sucesiones en caso de fallecimiento.
Si las Misiones diplomáticas ejercen además funciones consulares se les aplicará también, en la medida que sea procedente, la
Convención sobre Relaciones Consulares.

Dicha Convención recoge prácticamente todo el Derecho consuetudinario en la materia que se ha ido formando a través de casi
ocho siglos. Es de advertir también la existencia de normas de Derecho internacional particular contenidas en numerosos
tratados consulares y en no pocos tratados de comercio, navegación, amistad, establecimiento y arreglo judicial. Finalmente,
no deben olvidarse los aspectos internos de la reglamentación de la función consular, la organización de los servicios
consulares, el reclutamiento del personal, sus funciones y la eficacia de los actos en que hayan intervenido los Cónsules. Estos
últimos aspectos se reglamentan generalmente por normas internas y a ellas deben atenerse los Cónsules y los particulares
que requieran su intervención.

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