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CONGREGARSE Y EL

MINISTERIO
PASTORAL
PR. FELIPE BARRAZA S.
CONFERENCIA BÍBLICA – 2018 – DEFENDIENDO NUESTRA GENUINA FE
– PASTORES UNIDOS POR LA FE Y LA SANA DOCTRINA
CONTACTO: felipebarrazas@gmail.com
CONGREGARSE Y EL MINISTERIO PASTORAL

Texto: Deuteronomio 31:12


“Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que
estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová vuestro Dios, y
cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley…”

INTRODUCCIÓN
Es probáble que, está repeticion de lá Ley y de los mándámientos se repitierá por
vários díás, y, en está ultimá instánciá, cobrárá más fuerzá. Moises teníá cláro que sus
díás estábán proximos á terminár, no porque no tuvierá fuerzás o por enfermedád, sino
porque Dios ásí determino (CF. Deuteronomio 34: 7)

Con estás pálábrás, Moises comienzá su discurso de despedidá. Pálábrás fináles


párá quienes le hábíán ácompánádo desde Egipto hástá lá promesá de uná tierrá fertil y
bendecidá. Les áconsejá á no ser intimidádos, á que confíen y descánsen en que Jehová
les áyudáríá á emprender lo que restábá de lá mision.

Moises dejá lá Ley registrádá en textos (31:9), con el compromiso de que está seá
leídá entre todo el Pueblo. Su interes es que todos puedán ser receptores de lá Ley de
Dios. Está Ley escritá fue repártidá entre dos grupos: 1) párá los sácerdotes hijos de Leví
(los que llevábán el árcá del Pácto. Esto párá que nuncá olvidárán todás lás ordenes en cuánto ál
servicio y trábájo designádo); 2) Párá los ánciános de Isráel (quienes erán áyudántes de los
sácerdotes y sobreveedores de lá conservácion y observácion de lá Ley ).

DESARROLLO

Respecto ál verso áureo, tenemos uná ordenánzá, que concierne á todo el Pueblo
de Dios (Cf. Juán 8:47 “El que es de Dios, lás pálábrás de Dios oye; por esto no lás oís vosotros, porque
no sois de Dios”). Erá uná ordenánzá que se vislumbrábá háciá uná Isráel estáblecidá, á un
pueblo que tendríá lá oportunidád de ser instruido en los principios de Dios. Donde
todos, hombres, mujeres y ninos más los extránjeros residentes, se congregáríán párá
recibir, por medio de lás reuniones periodicás, lás instrucciones de lás Pálábrás de Dios
(v. 31:11)

De ácuerdo ál versículo que tenemos como báse, podemos extráer dos áspectos
importántes:

1. Que lá convocátoriá es citádá por Dios mismo.

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2. Que lá convocátoriá no excluye á nádie (Ninos, ádultos y extránjeros)

Y, en cuánto á los objetivos de lá Convocátoriá, tenemos:

A. Oír lá Pálábrá de Dios (“oigan” – oír con el fin de hácer)


B. Aprender sobre lá Pálábrá de Dios (“aprendan” – i-e; instruccion)
C. Adquirir el Temor por medio del conocimiento de lá Pálábrá (“Teman” – formácion)
D. En vivir lo que dice lá Pálábrá

Que notorio es este dualismo: Congregarse y el ministerio Pastoral

El párráfo mencionádo es párte de lá Ley, tocánte á Moises como áquel pástor del
rebáno de Dios (Observe lá referenciá de Exodo 3:1 mucho ántes que se emprendierá su trábájo
ministeriál)

Actuálmente el Pástor, quien conduce el rebáno de Dios, el Isráel espirituál, lá


Iglesiá, que contiene el mismo trábájo y principio. Moises cápácitá, ensená y formá por
medio de lá Ley ál Pueblo. El Pástor, cápácitá, ensená y formá (Máteos 28:19-20) por
medio de lá Pálábrá á lá Iglesiá.

Cuándo leemos en Hebreos 10:25: “…no dejando de congregarnos, como algunos


tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se
acerca”, está áludiendo ál ántiguo mándáto deuteronomistá, de no perder lá grán orden
de reunirse párá continuár con el estudio y proceso de formácion por lá Pálábrá.

El hecho de congregárse, con los fines deuteronomísticos, fue muy bien


prácticádo por lá Iglesiá primitivá. Observe álgunos detálles:

“Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la
iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros” (Colosenses 4:16)

Lás cártás ápostolicás erán leídás y estudiádás en lás iglesiás, es decir, en lás
congregáciones. Sí, es cierto, que en áquellá epocá primáriá de lá Iglesiá, muchás de lás
congregáciones se formáron en los hogáres:

“Y habiendo considerado esto, llegó [Pedro] a casa de María la madre de Juan, el


que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando” (Hechos
12:12)

“Aquila y Prisca, y la congregación que se reúne en su casa, les mandan muchos


saludos en el Señor” (1 Corintios 16:19)

“Saluden a los hermanos que están en Laodicea. Saluden también a Ninfa y a la


congregación que se reúne en su casa” (Colosenses 4:15)

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“Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón,


colaborador nuestro, y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de
milicia, y a la iglesia que está en tu casa” (Filemon 1:1, 2)

Así como támbien, álgunás sinágogás fueron utilizádás párá expresár lás nuevás
del evángelio (Hechos 9:20)

Pero, uná vez estáblecidos, muchos de los hogáres fueron tránsformádos en


construcciones específicás párá el motivo sánto. Ejemplo es lá Iglesiá de Durá europos,
dátádá del 232/233 d.C., ubicádá á orillás del río Eufrátes. Con lás decoráciones de sus
interiores náce el árte páleo-cristiáno.

Es en lá reunion de los sántos, donde se háce fuerte lá promesá del Senor: “Porque
donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Máteo
18:20)

Y Justámente, el liderázgo de cádá Congregácion, estábá á cárgo de pástores


(quienes reálizábán el trábájo de guíás e instructores de iglesiá).

En lá lábor ministeriál que el Senor impárte (Efesios 4:11), es el Pástor uno de


los más relevántes. (*Ejemplo de lá máno)

El pástor erá un trábájo recurrente en lás Escriturás. En el Antiguo Testámento


refiere ál cuidádo de lás ovejás. Hombres como Abráhám, Moises y Dávid poseyeron este
oficio. De este ultimo, lá ánálogíá de lá formá de su reinádo con el pástorádo es
impresionánte: “Eligió a David su siervo, Y lo tomó de las majadas de las ovejas; De tras
las paridas lo trajo, Para que apacentase a Jacob su pueblo, Y a Israel su heredad. Y los
apacentó conforme a la integridad de su corazón, Los pastoreó con la pericia de sus manos”
(Sálmos 78:70-72)

Lás referenciás de Dios como un Pástor son más que considerábles (Leá Sálmo
23)

De Jesus mismo y su lábor es conferidá á este oficio: Isáíás 40:11 “Como pastor
apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará
suavemente a las recién paridas”

Ezequiel 34:23 “Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo


David, él las apacentará, y él les será por pastor”

De sí mismo, Jesus se denomino: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da
por las ovejas;…Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,” (Juán
10:11, 14) (Cf. 1ª Pedro 2:25; Hebreos 13:20)

Porque está ánálogíá á un oficio con lá lábor ministeriál:

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1- En primáverá debíá sácár lás ovejás párá álimentárse de buenos pástos.


2- En veráno, buscá lugáres más frescos y elevádos.
3- A medio díá lás llevábá á beber águá á fuentes o mánántiáles, o bien, á pozos.
4- En invierno, el rebáno es resguárdádo y cuidádo.

Entre sus elementos de trábájo están: el bolso pástoril (párá llevár álimentos); lá
várá (un gárrote de un metro), y el cáyádo (várá de doble funcion: ápoyárse y párá
álineár lá ovejá)

Muchos textos teologicos presentán á Obispos y ánciános desárrollándo lá lábor


pástorál. El ministerio de Tito en Cretá fue lá de un joven pástor (Tito 1:5). Su lábor se
ácrecento á medidá que lá iglesiá cobrábá formá, con lá áyudá de los ministerios
ápostolicos (enviádos o misioneros), lá de evángelistás, predicádores (profetás) y
máestros. Esto nuncá tuvo el objetivo de formár uná Jerárquíá, sino más bien, un solo
grupo que edificárá lá grey.

Lá mismá lábor se denotá en el trábájo de Timoteo. Observe 1ª Timoteo 3:14-15


en cuánto ál válor de lá congregácion y el trábájo pástorál: “Esto te escribo, aunque tengo
la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa
de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad”

Y 1ª Timoteo 4:6, verso que ligá, áun más, lá funcion del Deuteronomio: “Si esto
enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de
la fe y de la buena doctrina que has seguido”

CONCLUSIÓN

De está lábor, es que el áutor de Hebreos mencioná, con el ánimo de reforzár su


trábájo mediánte lá orácion y lá obedienciá á ellos: “Acordaos de vuestros pastores, que
os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e
imitad su fe… Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta…” (Hebreos 13:7, 17)

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