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Un aerogenerador es un generador eléctrico movido por una turbina accionada por el viento
(turbina eólica). Sus precedentes directos son los molinos de viento que se empleaban para
la molienda y obtención de harina. En este caso, la energía eólica, en realidad la energía
cinética del aire en movimiento, proporciona energía mecánica a un rotor hélice que, a
través de un sistema de transmisión mecánico, hace girar el rotor de un generador,
normalmente un alternador trifásico, que convierte la energía mecánica rotacional en
energía eléctrica.
Las máquinas empleadas para transformar la fuerza del viento en electricidad se llaman
turbinas eólicas o aerogeneradores. Existen diferentes tipos pero los más utilizados –y efi
cientes– son los tri-palas de eje horizontal. Las góndolas se colocan sobre una torre debido
a que la velocidad del viento aumenta con la altura. Además, se procura situarlos lejos de
obstáculos (árboles, edifi cios, etc.) que creen turbulencias en el aire y en lugares donde el
viento sopla con una intensidad parecida todo el tiempo, para que su rendimiento sea el
óptimo.
Son aquellos en los que el eje de rotación del equipo se encuentra paralelo al piso. Ésta es
la tecnología que se ha impuesto, por su eficiencia y confiabilidad y la capacidad de
adaptarse a diferentes potencias.
• Rotor: las palas del rotor, construidas principalmente con materiales compuestos, se
diseñan para transformar la energía cinética del viento en un momento torsor en el eje del
equipo. Los rotores modernos pueden llegar a tener un diámetro de 42 a 80 metros y
producir potencias equivalentes de varios MW. La velocidad de rotación está normalmente
limitada por la velocidad de punta de pala, cuyo límite actual se establece por criterios
acústicos.
• La torre: sitúa el generador a una mayor altura, donde los vientos son de mayor
intensidad y para permitir el giro de las palas y transmite las cargas del equipo al suelo.
• Sistema de control: se hace cargo del funcionamiento seguro y eficiente del equipo,
controla la orientación de la góndola, la posición de las palas y la potencia total entregada
por el equipo.
Todos los aerogeneradores de eje horizontal tienen su eje de rotación principal en la parte
superior de la torre, que tiene que orientarse hacia el viento de alguna manera. Los
aerogeneradores pequeños se orientan mediante una veleta, mientras que los más grandes
utilizan un sensor de dirección y se orientan por servomotores. Dado que la velocidad de
rotación de las aspas es baja, la mayoría hacen uso de una caja reductora para aumentar
la velocidad de rotación del generador eléctrico.
Gráfico 2: Aerogenerador Horizontal
Son aquellos en los que el eje de rotación se encuentra perpendicular al suelo. También se
denominan VAWT (del inglés, Vertical Axis Wind Turbine).
Sus desventajas:
2) baja eficiencia
Microgeneradores eólicos
Son generadores que se utilizan en barcos y caravanas. Los hay que producen desde 50
W hasta unos pocos kW.
COMPONENTES DE UN AEROGENERADOR
TURBINA
EL BUJE
El buje del rotor está acoplado al eje de baja velocidad del aerogenerador.
EL ROTOR
Podemos encontrar varios modelos de rotor, y esa es la mejor forma de entender y hacer
la elección de uno para la creación de una máquina eólica.
Un ejemplo de rotor será un tripala horizontal, con control de potencia por entrada en
pérdida. La pala puede ser de longitud 21 m por lo que al usar buje esférico son necesarios
unos alargadores de aproximadamente 0.5 m. (para un buje de 1.7 m. diámetro). El ángulo
de inclinación del eje de giro del rotor respecto a la horizontal es de 5° (ángulo de tilt).
Conecta el buje del rotor al multiplicador. En un aerogenerador moderno de 600 kW. El rotor
gira muy lento, a unas 19-30 r.p.m. El eje contiene conductos del sistema hidráulico para
permitir el funcionamiento de los frenos aerodinámicos.
El cambio de paso se realiza mediante un actuador hidráulico individual para cada pala,
aumentando o disminuyendo la presión. Con este sistema se logra una mayor precisión en
la regulación, optimizar la dinámica del sistema y una mayor seguridad frente a fallos.
También se utiliza el cambio de paso para el sistema de frenado. Mediante las servoválvulas
se llevan las palas hasta 88° (posición de bandera) a una velocidad de 5,7 °ls en una parada
normal.
El tren de potencia está constituido por el eje lento, el soporte principal de dicho eje, el
multiplicador de velocidades y el acoplamiento. Su misión es transmitir la potencia mecánica
al generador eléctrico en las condiciones adecuadas para la generación de electricidad.
ápido del multiplicador, y consiste en un disco de 795 mm de diámetro sobre el que actúa
una pinza hidráulica, segura ante el fallo.
EL EJE DE ALTA VELOCIDAD
EL GENERADOR ELÉCTRICO
Generador asíncrono: tiene un doble devanado estatórico de, por ejemplo, 4 y 6 polos, lo
que permite elegir, en función de la velocidad del viento, cual de los dos se conecta a la
red, optimizando así el rendimiento de la transformación energética y características
aerodinámicas, a la vez que se reduce el nivel de ruido a bajas velocidades de viento. La
potencia de cambio está en el entorno de los 130 kW.
LA UNIDAD DE REFRIGERACIÓN
Existe una tendencia clara hacia el uso de epoxy (generalmente resina de poliester)
reforzado de fibra de vidrio o carbono. En cuanto a las turbinas pequeñas, igualmente el 99
% usan materiales plásticos, solo algún fabricante usa madera, la mayoría son de
materiales plásticos inyectados. Antes de aplicarse estos materiales las palas eran de
madera, acero y aluminio.
SISTEMA DE ORIENTACIÓN
El aeroqenerador tiene un sistema activo de orientación, que hace girar la góndola de forma
que el rotor permanezca orientado hacia el viento El sistema actúa sobre un rodamiento de
bolas que une la torre al chasis.
La parte exterior del rodamiento, que se une a la torre a través de tornillos, tiene un dentado
sobre el que actúan los moto-reductores de orientación. En la parte interna de la torre existe
un disco de freno, sobre el que se montan las pinzas de freno. A través de los sensores de
viento localizados en el exterior de la góndola (duplicados por seguridad), el control es
informado si la góndola está orientada o no con el viento incidente. Si no lo está, se liberan
parcialmente (reduciendo la presión de su circuito hidráulico) las 4 pinzas de freno en
orientación de la máquina, de forma que cuando los 2 moto-reductores eléctricos aplican
su par de giro sobre el rodamiento corona, la máquina mantiene un par pasivo que hace
más suave y más seguro el movimiento de la máquina.
CONVERTIDOR.
Tiene el cometido de regular el par que es opuesto por el generador eléctrico a la turbina,
regulando de esta forma su velocidad de giro, y el de inyectar la energía producida en la
red con la máxima calidad posible.
Los devanados del transformador son continuamente monitorizados mediante tres sondas,
las cuales llevan a cabo la medida y el control de la temperatura. Los aerogeneradores de
la serie 800 kW se encuentran equipados con un sistema de tres celdas de 20 kV.
EL CONTROLADOR ELECTRÓNICO
LA TORRE
Soporta la góndola y el rotor. Generalmente es una ventaja disponer de una torre alta, dado
que la velocidad del viento aumenta conforme nos alejamos del nivel del suelo. Una turbina
moderna de 600 Kw. Tendrá una torre de 40 a 60 metros. Las torres pueden ser bien torres
tubulares (como la mostrada en el dibujo) o torres de celosía. Las torres tubulares son más
seguras para el personal de mantenimiento de las turbinas ya que pueden usar una escalera
interior para acceder a la parte superior de la turbina. La principal ventaja de las torres de
celosía es que son más baratas.
EL ANEMÓMETRO Y LA VELETA
Las señales electrónicas de anemómetro son utilizadas por el controlador electrónico del
aerogenerador para conectarlo cuando el viento alcanza aproximadamente 5 m/s. El
ordenador parará el aerogenerador automáticamente si la velocidad del viento excede de
25 m/s, con el fin de proteger a la turbina y sus alrededores. Las señales de la veleta son
utilizadas por el controlador electrónico para girar el aerogenerador en contra del viento,
utilizando el mecanismo de orientación.
Gráfico 9: Veleta y Anemómetro
LA CIMENTACIÓN
La cimentación del aerogenerador asegura la estabilidad del mismo para todas las
condiciones de diseño, y está diseñada para una amplia variedad de terrenos. Consta del
anclaje y de la zapata. El anclaje se diseña como continuación de la torre, a la que se
atornilla por medio de una brida interior, de manera que transmite los esfuerzos a la zapata.
ESQUEMAS UNIFILARES
DISEÑO DE UN AEROGENERADOR
GEOMETRÍA Y TIPOLOGÍA
De esta torre se estudiarán, las dimensiones óptimas de espesor y diámetro para que
soporte las cargas a las que está sometido y, al mismo tiempo, pese lo menos posible.
A continuación se tomará como objeto de estudio una torre troncocónica. Esta torre posee
un grado más de complicación puesto que hay que contar con un ángulo de variación del
radio a lo largo de la torre y diferentes diámetros en los distintos extremos, esto dificulta los
cálculos y la modelización. Al igual que en el caso anterior, debe ser hueca y se han de
estudiar las dimensiones óptimas para los requisitos exigidos [1].
Gráfico 11: Grafica de Torre cilíndrica Grafica de Torre troncocónica
Ambas torres tienen limitaciones. Cada torre ha de ser suficientemente alta como para que
las palas de la góndola no tropiecen con el suelo durante su funcionamiento. El diámetro
de dichas palas suele ser aproximadamente del mismo tamaño que la altura de la torre.
Además han de tener un diámetro de torre tal, que proporcione un área suficiente en el
extremo superior de la torre para sostener la góndola, la cual tiene unas dimensiones
considerables. Esto conlleva prestar una atención especial a la variación del diámetro de la
segunda tipología de torre. Este tipo de torre, por su base más ancha, soporta mejor las
cargas, pero no puede tener un diámetro inferior muy ancho porque no se alcanzaría la
condición de mínimo peso. Tampoco puede ser muy estrecha en la parte superior porque
el área proporcionada no sería suficiente para soportar la góndola. Por lo que se ha de
llegar a un equilibrio para lograr este ángulo de variación deseada [1].
POTENCIA Y ALTURA
Se han escogido tamaños más o menos estándar. En primer lugar se ha elegido un tamaño
de torre mediano con una altura de 40 metros, para el cuál se ha estudiado las dos
modalidades de torres indicadas en el apartado anterior, la cilíndrica y la troncocónica. Un
segundo tamaño ha sido elegido como representativo de torres más altas, y es un
aerogenerador con una altura de 75 metros, para éste también se han tenido en cuenta las
dos modalidades de torres anteriormente indicadas [1].
Para cada tamaño de torre se asigna una potencia de rotor aproximada tomada de la
gráfica. Para las torres de 40 m se estima una potencia de 500 kW y para las torres de 75m
una potencia de 1800 kW.
Los datos del muestreo se han tomado de diferentes fuentes, tanto libros como “LARGE
WIND TURBINES” de Eric Hau ó “MANUALES DE ENERGÍAS RENOVABLES. VOL 2:
ENERGÍA EÓLICA”, como páginas web de empresas como MADE ENDESA, GAMESA
EÓLICA Y ECOTÉCNIA, entre otras.
De estas mismas referencias se han tomado los pesos de las góndolas que varían según
la potencia del rotor. Es un dato imprescindible para el cálculo, pero no es necesario hacer
un estudio profundo del mismo, puesto que nuestro estudio se centra en la torre. Así los
pesos de la góndola para cada torre son:
ESTADO DE CARGAS
La carga del viento
Desde un punto de vista práctico, es el contenido energético del viento lo que interesa
aprovechar.
La energía cinética de una masa de aire que se desplaza viene determinada por la llamada
<<Ley del cubo>>.
E = ½ ·ρ·A·V3
Siendo
El contenido energético del viento depende de la densidad del aire y de su velocidad. Como
en cualquier gas, la densidad varía con la temperatura y la presión, y ésta, a su vez, con la
altura sobre el nivel del mar [1].
Gráfico 13: Gráfica de Evolución de la energía contenida en el viento en función de la velocidad, para unas condiciones
normales de presión y temperatura.
Gráfico 14: Gráfica de Variación de la densidad del aire en función de la altura sobre el nivel del mar.
Pero es la carga del viento en forma de fuerza que ejerce sobre la torre lo que interesa
aplicar, en lugar de la energía cinética de éste. Por ello se hará una adaptación de esta
<<Ley del cubo>> aplicando a su vez conocimientos de mecánica de fluidos. Considerando
el viento como un fluido, se enfocará la buscada fuerza ejercida sobre la torre como la
resistencia que ofrecen las torres al paso del viento a través de ellas. Y por la ley de la
acción y reacción esta resistencia de las torres, será la misma que la fuerza que ejerce el
viento sobre ellas.
Siendo
CD = Coeficiente de resistencia
ρ = Densidad del fluido, en este caso del aire (kg/m3 )
V = Velocidad del viento (m/s)
L = Longitud de la torre (m)
D = Diámetro exterior de la torre (m)
Por tanto habrá que elegir un valor de CD para efectuar los cálculos de las diferentes torres,
de acuerdo con las medidas de las mismas. Por último y para resolver la resistencia o fuerza
que ejerce el viento sobre la torre, es interesante estudiar la velocidad del viento, o en este
caso, la distribución de la misma a lo largo de la torre.
Perfil de velocidades
Con el perfil de velocidades se obtiene la variación de la velocidad del viento a medida que
se gana altura respecto al suelo. Es necesario considerarlo puesto que la velocidad del
viento no va a ser la misma en la base de la torre que en la cabeza, y esta variación es
especialmente notable en este tipo de torres tan esbeltas, es decir, con una altura elevada
y reducida rigidez. Las fuerzas de rozamiento y el efecto de frenado debido a las
irregularidades del terreno son más intensos en las capas que se encuentran en contacto
con el terreno, y la distribución de velocidades en función de la altura sigue una ley de tipo
exponencial:
v1/v0 = (h1/h0)γ
Siendo
Por tanto, si v0 es conocida, que es la velocidad obtenida de los mapas eólicos, y h0, que
es la altura a la que se refiere dicha velocidad, lo que interesa conocer es la velocidad del
viento v1 en los diferentes puntos de las torres, situados a una altura h1.
v1 = v0· (h1/h0)γ
Así la variación de la velocidad del viento v(z) con respecto a la altura z será:
v(z) = v0·(z/h0)γ
El coeficiente γ es un parámetro que depende de la topografía del terreno y de las
condiciones meteorológicas. Generalmente se calcula en base a mediciones y estimaciones
estadísticas [1].
Área descubierta………………………………………………0.14-0.34
Área boscosa…………………………………………………. 0.35-0.6
Área edificada……………………………………………….... 0.6 -0.8
Gráfico 15: Gráfica de Perfiles de velocidades del viento en función de las características topográficas del terreno.
Así la fuerza de resistencia (FR) que ejerce el viento sobre las torres, en función de la altura
(z) queda:
La carga de la góndola Además de la carga del viento, la torre ha de soportar el peso del
conjunto de la góndola y las palas. La ventaja de esta carga, con respecto a la del viento,
es que es constante y no varía con la altura. El peso del conjunto góndola y palas es
diferente para cada torre, dependiendo de la potencia de los aerogeneradores, los datos
del peso de las góndolas, referenciados en torres reales de empresas como Gamesa y
Made Endesa, son los que se muestran a continuación:
TORRE MEDIANA (H=40m) POTENCIA= 500 kW PESO CTO. GÓNDOLA-PALAS=
40 T
TORRE GRANDE (H=75m) POTENCIA= 1800 kW PESO CTO. GÓNDOLA-
PALAS=150 T
A primera vista, dado que la velocidad del viento es el factor energético predominante, se
puede suponer que los emplazamientos más adecuados para la instalación de máquinas
eólicas son aquellos en los que sopla el viento con velocidades más elevadas. Sin embargo,
si se tienen en cuenta las características operacionales de las aeroturbinas, habrá que
considerar no sólo el valor de las velocidades del viento, sino también su distribución [1].
Toda máquina eólica requiere de una velocidad mínima de viento, por debajo de la cual no
genera el suficiente impulso para arrancar. Una vez en funcionamiento se va acelerando a
medida que aumenta la velocidad del viento, hasta que éste llega a una velocidad
determinada en que se alcanza las condiciones de régimen de la aeroturbina. Para esta
velocidad de viento se diseña especialmente la máquina, de forma que se obtenga el
máximo rendimiento. Esta velocidad de diseño suele tener un valor aproximado al valor
medio de la velocidad del viento en el emplazamiento elegido.
Mapas eólicos
Distribución de velocidades
Perfil de velocidades
Los mapas eólicos proporcionan una información global sobre el nivel medio de los vientos
en una determinada área geográfica, situándonos las zonas más idóneas desde el punto
de vista energético. Estos mapas se elaboran uniendo puntos geográficos con iguales
valores de velocidad de viento. Las isolíneas separan zonas con regímenes de viento
diferentes, permitiéndonos determinar los valores medios probables en un emplazamiento
dado [1].
El Atlas Eólico del Ecuador agrupa varios mapas geo referenciados los cuales muestran
indicadores importantes para la estimación del recurso eólico, tales como: velocidad y
dirección del viento, densidad de potencia, altura, rugosidad y pendiente del terreno, entre
otras. Estos mapas eólicos serán de gran ayuda para la selección adecuada del
emplazamiento [2].
Gráfico 16: Atlas eólico del Ecuador
LOS AEROGENERADORES Y EL MEDIO AMBIENTE
Existe un amplio consenso social sobre la compatibilidad entre las instalaciones eólicas y
el respeto al medioambiente, si bien también existen ciertos impactos derivados del
aprovechamiento de la energía eólica que no deben obviarse en un esfuerzo por reducir el
impacto medioambiental de la generación de energía eléctrica.
En todo caso el impacto visual es algo consustancial a esta forma de producir energía.
Puede minimizarse en lo posible, por ejemplo pintando las torres de gris, pero nunca
evitarse totalmente. En áreas llanas suele ser una buena estrategia disponer las turbinas
según una distribución geométrica simple, fácilmente perceptible por el espectador. Sin
embargo, existen límites a la utilización de patrones simples: en paisajes con fuertes
pendientes, rara vez es viable la utilización de un patrón simple, y suele ser mejor hacer
que las turbinas sigan los contornos del altitud del paisaje, o los cercados u otras
características del mismo.
Además, ningún paisaje está nunca en silencio absoluto. Por ejemplo, las aves y las
actividades humanas emiten sonidos y, a velocidades del viento alrededor de 4-7 m/s y
superiores, el ruido del viento en las hojas, arbustos, árboles, mástiles, etc. enmascarará
gradualmente cualquier potencial sonido de los aerogeneradores. Esto hace que la
medición del sonido de los aerogeneradores de forma precisa sea muy difícil.
Generalmente, a velocidades de 8 m/s y superiores llega a ser una cuestión bastante difusa
el discutir las emisiones de sonido de los modernos aerogeneradores, dado que el ruido de
fondo enmascarará completamente cualquier ruido de la turbina. Al menos este es el punto
de vista defendido por los fabricantes de equipos eólicos, que en diseños modernos
declaran niveles de ruido de 48 dB a 200 metros del aerogenerador [3].
Por último se hace necesario reseñar, aunque sea muy sucintamente, un debate abierto
entre la industria explotadora de parque eólicos y los diferentes grupos de defensa de la
naturaleza, quienes paradójicamente deberían ser los mayores defensores de esta fuente
no contaminante de energía. Tal debate es la mortandad de aves causadas por colisiones
con las aspas de los equipos. Si bien este fenómeno está muy vinculado a las distintas
especies (agudeza visual, velocidad y altura de vuelo...) las posturas son enfrentadas y las
posiciones dispares, aunque se han ensayado soluciones diversas como ya se ha indicado
en el apartado de desventajas de la energía eólica, por ejemplo, pintar las palas de los
rotores en colores llamativos, distribuir los molinos contemplando pasillos aéreos para las
aves, etc... En cualquier caso, los datos disponibles indican que, aun en zonas de paso de
grandes bandadas de aves migratorias, como es el caso de Tarifa, los impactos observados
son pequeños.
De todos modos, la instalación de parques eólicos está precedida por un Estudio de Impacto
Ambiental que ha de ser aprobado por las autoridades de la Comunidad Autónoma
correspondiente con el objetivo de obligar a los promotores de la instalación a adoptar las
medidas pertinentes para minorar los posibles impactos negativos que pudieran producirse
sobre el medio ambiente local. La realización de este tipo de estudios se justifica más por
la sensibilidad social en las áreas geográficas donde se ubican que por las características
de este tipo de instalaciones, cuyos efectos ambientales negativos suelen ser muy inferiores
a los producidos por cualquier otra actividad de producción energética. La aprobación
medioambiental mencionada suele estar acompañada tanto de medidas correctoras para
el diseño global de la instalación como para el posicionamiento de aerogeneradores,
restauración de la cubierta vegetal, formas de torres, pinturas o enterramiento de líneas
eléctricas, así como de un plan de vigilancia cuya función básica es garantizar la afectación
mínima del parque al entorno en el que está situado [3]
CONEXIÓN A LA RED
La producción de energía a partir del viento, si bien tiene la ventaja de que se trata de un
recurso renovable y su uso no poluciona el ambiente, tiene el inconveniente de que la fuente
energética primaria no puede ser controlada por el hombre. Si bien actualmente se puede
predecir la disponibilidad de viento, no es posible efectuar ningún control sobre el mismo, o
sea que frente a una perturbación de la red eléctrica, no se puede manejar la disponibilidad
de la fuente primaria para controlar la contingencia.
Los parámetros de calidad del servicio eléctrico a tener en cuenta en la conexión de parques
eólicos a las redes son:
Desviaciones en la frecuencia
Desviaciones en la tensión
Distorsión armónica de la onda de tensión
Fluctuaciones de potencia
La corriente alterna de frecuencia variable no puede ser tratada en la red eléctrica pública.
Deberemos, por tanto, rectificarla, es decir, convertirla en corriente continua (CC). La
conversión de corriente alterna de frecuencia variable a corriente continua puede hacerse
utilizando tiristores o grandes transistores de potencia.
Esta es la forma más antigua de generación eléctrica empleada por las turbinas eólicas
interconectadas a red, por la sencilla razón de que es muy simple, económica y robusta en
su concepción. Inicialmente, los aerogeneradores de este tipo eran de paso fijo y giraban a
velocidad cuasi constante, ya que la única variación es la que permite el resbalamiento de
la máquina eléctrica que no supera el 6%. La conexión a red puede ser directa o con
transformador (ver figura 1).
La única regulación de potencia que tiene es por efecto stall aerodinámico. Obviamente,
estas máquinas no poseen ningún control sobre la potencia ya que ésta depende pura y
exclusivamente de la velocidad del viento. El efecto stall solamente limita la potencia
cuando el viento supera el valor nominal de diseño, pero éste no es un valor regulable. La
potencia reactiva aportada a la red tampoco es controlable. Solamente se instalan
capacitores variables para absorber la potencia reactiva propia del generador de inducción.
Al no poder efectuar ningún control sobre la potencia tanto activa como reactiva, no tienen
buen comportamiento frente a las variaciones de tensión y de frecuencia.
Durante los huecos de tensión, estas máquinas salen de servicio ya que la cupla en el
generador es función del cuadrado de la tensión, y al disminuir la cupla se acelera la turbina
eólica. Al superar el valor de resbalamiento admisible, sería muy severo para la máquina el
restablecimiento de la tensión. Una mejora introducida a este tipo de aerogeneradores es
el reemplazo de la conexión a red con contactores por conexión con triacs, lo cual atenúa
la corriente de irrupción de las máquinas de inducción pero no supera el inconveniente
antes mencionado.
Otra mejora introducida a los aerogeneradores con generador de inducción “jaula de ardilla”
es el control de la potencia máxima con stall activo. Esto consiste en un control sobre el
paso de las palas del rotor, pero que funciona al revés que el control de paso convencional
ya que mueve la pala anticipando la entrada en pérdida, y de esa manera hace que la
limitación superior de la potencia sea gradual, permitiendo un mejor aprovechamiento del
viento. De todos modos, el comportamiento de la máquina eléctrica frente a los eventos
antes mencionados no cambia. Si bien frente a un hueco de tensión podría pensarse en la
corrección del paso de las palas, hay que tener en cuenta que los tiempos de respuesta de
los mecanismos con inercia son muy superiores a los tiempos que se manejan en un hueco
de tensión.
Al emplear inversores hay que pensar en filtros para las componentes armónicas, aunque
si el inversor es por modulación de ancho de pulso, las componentes armónicas que se
generan son de tan alta frecuencia que son más fáciles de filtrar.
Este tipo de aerogeneradores posee un rotor con control de paso de pala, una caja
multiplicadora y un generador asincrónico con rotor bobinado. El estator está conectado
directamente a la red mediante triacs y el rotor está conectado a la red mediante un inversor
back to back. La ventaja de este sistema es que no es necesario diseñar el inversor para
toda la potencia de la máquina (normalmente, maneja un 30% de la potencia total). (Ver
figura 3.)
Este esquema permite efectuar controles sobre la potencia tanto activa como reactiva,
permitiendo de esta forma un mejor comportamiento frente a las variaciones de tensión y
de frecuencia. También es posible evitar el desacoplamiento del aerogenerador durante un
hueco de tensión. La existencia de un inversor lógicamente requiere de un filtrado para las
componentes armónicas de orden superior.
El empleo de generadores de inducción con rotor bobinado y doble alimentación es muy
común actualmente en lo grandes parques eólicos.
Generación asincrónica