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Anatomía y Fisiología del oído

El sistema auditivo es la función fisiológica natural del ser vivo que capta y
distingue información vibratoria molecular del medio externo dentro de un rango
específico, detecta sonidos en el rango de frecuencias de 20-20.000 Hz y a
intensidades que van desde los 0 dB a los 140 dB. La audición en el ser humano es
crucial, ya que ha permitido desarrollar el lenguaje, que es la base que posibilita
aprender a comunicarnos eficientemente. El sistema auditivo del ser humano está
constituido por tres partes: el oído externo, oído medio y oído interno (Poch y Gill-
Carcedo, 2003).

De acuerdo a Casamitjana (2013), el oído externo se divide en dos


componentes: el pabellón y el conducto auditivo externo. El pabellón auricular se
refiere a la porción anatómica que denominamos oreja, su base es un esqueleto
cartilaginoso unido por la raíz del hélix, estructuras ligamentosas y musculares al
hueso mastoides, siendo su función recoger las ondas sonoras y conducirlas hacia
el conducto auditivo externo. Este último es el canal largo y estrecho que conduce
al tímpano cuya entrada a este canal es llamada meato auditivo externo. La porción
profunda del pabellón adjunto al meato auditivo externo es conocida como concha,
la función del pabellón auricular consiste en proteger y transmitir las ondas sonoras
hacia el tímpano (Bess y Humes, 2005). Por otro lado, el oído medio está situado
en el hueso temporal, separado del oído externo por la membrana del tímpano (De
Fairman,1998), una de las estructuras del oído medio es la caja timpánica, una
cavidad llena de aire, que se encuentra en comunicación con la rinofaringe por
medio de la trompa de Eustaquio, la que actúa como mecanismo de protección ya
que permite igualar la presión del aire en ambas caras de la membrana timpánica
(Poblano,2003). Además contiene en su interior la cadena osicular, la cual se
compone por tres pequeños huesecillos denominados martillo el cual se contacta
con la membrana del tímpano, el estribo con la ventana oval del oído interno y el
yunque que se encuentra entre ambos huesecillos. En cuanto a la función del oído
medio se destaca la transmisión del sonido hasta el oído interno y la amplificación
de la presión y la fuerza de la vibración sonora (Bess y Humes, 2005).

En el año 1999, Floría sostiene que la cadena de huesecillos transmiten el


sonido desde el tímpano hasta la ventana oval, la diferencia de dimensiones entre
la membrana del tímpano y la base del estribo permite amplificar el sonido, como
respuesta a los sonidos intensos los músculos que actúan sobre la cadena de
huesecillos restringen su movilidad, de forma que se provoca una amortiguación del
sonido. Por otra parte, según Rivas y Ariza (2007) el oído interno está situado en el
espesor del peñasco, se ocupa de la recepción del sonido y del mantenimiento del
equilibrio, disponiéndose de una serie de cavidades que se denominan laberinto
óseo y laberinto membranoso. De acuerdo con Poblano (2003), entre ambos
laberintos se sitúa un espacio llamado espacio perilinfático, el cual contiene un
líquido llamado perilinfa, mientras que el interior del laberinto membranoso está
también ocupado por un líquido denominado endolinfa. Por su parte Carvajal,
Morales y Rojas (2007) mencionan que el laberinto óseo está formado por la cóclea,
el vestíbulo y los conductos semicirculares óseos, en el laberinto membranoso se
sitúa la membrana basilar, vestibular, la membrana tectoria y el órgano de Corti,
siendo este último el encargado de recibir estímulos auditivos además de contener
a las células ciliadas, las cuales se posicionan en cuatro filas, tres de ellas
conformadas por células ciliadas externas y una de células ciliadas internas.

Con respecto a la función del oído interno, Carvajal et al. (2007), explica que
la transformación de energía mecánica a impulsos nerviosos se origina en la cóclea,
generando en el cerebro una representación de las imágenes sonoras. La secuencia
en la que ocurre este proceso se da de la siguiente forma: primero se hunde la
platina del estribo dentro del espacio perilinfático, el cual ocasiona un movimiento
de dicho líquido, este líquido será transportado a lo largo de la rampa vestibular
formando torbellinos que llegan hasta la zona del helicotrema, esto a su vez
generará presiones en la endolinfa por medio de la membrana de Reissner y en la
membrana Basilar. Esta membrana se pondrá en vibración de forma selectiva
dependiendo de la frecuencia del sonido que se recepcione, en ese momento las
células ciliadas que estén en contacto con la membrana tectoria sufrirán una
deformación, dando lugar a la transformación de la energía mecánica en eléctrica.

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