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EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO PENAL

 Época primitiva
 Época de la pena pública
 Periodo humanitario
 Periodo científico

LAS ESCUELAS PENALES

La Escuela Clásica

 Acción
 Tipicidad
 Antijuridicidad
 Culpabilidad

BIBLIOGRAFIA

 DERECHO PENAL PARTE GENERAL


 DERECHO PENAL PARTE ESPECIAL
 MANUAL DE DERECHO PENAL

Mu;oz Conde

 TEORIA DEL DELITO Y DISVALOR DE ACCIÓN

Sancinetti

 DERECHO PENA ALEMÁN

Welsen hall

 ESTUDIOS DE DERECHO PENAL

Jakobs, Gunter

 AUTORIA Y DOMINIO DEL HECHO EN DERECHO PENAL

Roxin Claus

 DERECHO PENAL PARTE GENERAL

Roxin Claus
Caratula

Indice

Introducción

Desarrollo

Tema

Conclusión

Anexos

Bibliografía

Pie de pagina
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA ORIENTAL
DEPARTAMENTO DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES

TEMAS:
EVOLUCION HISTORICA DEL DERECHO PENAL
ESCUELAS PENALES Y LA ESCUELA CLASICA PENAL

CATEDRATICO:
LIC. CARLOS SOLORSANO TREJO
CARRERA:
LICENCIATURA EN CIENCIAS JURIDICAS.

CATEDRA:
DERECHO PENAL I

ESTUDIANTES:
MARIA PATRICIA CALDERON MATA
BLANCA LOURDES CHICAS DIAZ
KEIRY NORELY PORTILO MOYA
JORGE SERPAS
CIUDAD UNIVERSITARIA ORIENTAL, ABRIL 2018.
Índice
Introducción
I. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO PENAL

Para comprender la esencia de una institución jurídica se impone conocer su evolución histórica. El
jurista apreciará con más justeza la institución que lo preocupa cuanto más haya penetrado en el
campo de la Historia.1

1.1 ÉPOCA PRIMITIVA


Los sistemas punitivos más usuales en estas épocas son la venganza privada, el sistema
talional y la composición. La venganza privada consistía en la facultad que tenía la persona
de cobrar por su propia mano el agravio sufrido. El sistema talión encuentra su mejor
expresión, el Tabú y el Tótem: Según los tratadistas del Derecho Penal el hombre primitivo
se caracterizó por tener una mentalidad mágica o prelógica, ya que el hombre primitivo es
influido por creencias mágicas, fantásticas o sobrenaturales, trató de explicarse la existencia
del mundo y valoró los hechos delictuosos de manera totalmente distinta al hombre
contemporáneo. El hombre primitivo en esta época tuvo a menos la importancia de la
causalidad de los hechos antisociales y delictuosos y cuando la descubrió, siempre la atribuyó
a la acción de potencias míticas.
Caractericemos al hombre primitivo. Nuestra cultura actual descansa sobre el principio de
causalidad (causa-efecto) y, a su vez, podemos pensarnos como entidades autónomas
respecto de los otros individuos. Estas dos notas nos distinguen bien: “el hombre primitivo
no rigió su conducta conforme a los principios de causalidad y de conciencia del yo” (Jiménez
de Asúa) Tampoco tiene «conciencia del yo». 2 El individuo recibe sus caracteres del grupo,
clan o tribu a que pertenece, y el hecho por él ejecutado no tiene el sello de una obra
individual propia, sino colectiva. La reacción penal, a su vez, no recae sobre el infractor sino
sobre todo el grupo. Algunas normas de estos pueblos son las siguientes:

1.1.1.- La venganza de la sangre:


La venganza de la sangre: En esta época cuando se cometía un delito se consideraba que
constituía una ofensa a la víctima y a sus parientes, quienes estaban facultados para hacerse

1
Tratado de Derecho Penal tomo1, 2ª. Edic. Carlos Fortán Balestra, Pág.39
2
Principios de Derecho Penal, 3ª. Edic. Luis Jiménez de Asua, Pág. 28
justicia por mano propia. La venganza de la sangre fue la primera forma de reacción contra
el delito que se conceptuó como un ataque a la víctima; esta apreciación vino a ser, una
concepción jurídica familiar del Derecho Penal, y desde entonces la venganza de la sangre
apareció primero como un deber de la víctima y más tarde como un Derecho de los parientes
consanguíneos de aquella, todo esto originó muertes inútiles y una encarnizada lucha entre
las diferentes tribus hasta llegar a la eliminación de algunas de ellas, perdiéndose dentro de
las comunidades la paz a tal grado de llegar hasta la propia destrucción de todo el círculo
familiar consanguíneo.

1.1.2.- Expulsión de la comunidad de paz (o persecución):

Expulsión de la comunidad de paz (o persecución):19 Fue otra forma primaria de reacción


social contra el delito; se dio contra los integrantes de un mismo clan o tribu que violaban o
perturbaban la paz del grupo social al que pertenecían y por lo mismo se hacían acreedores a
la expulsión del seno del grupo al que pertenecían. La expulsión de la comunidad de la paz,
hecha por la misma tribu, condenaba al culpable a la pérdida de toda protección social y a
una vida errante, solitaria y expuesta a peligros como la muerte y la esclavitud como castigo
a su mala conducta. El castigo que el culpable del delito, en las formas que hemos visto, fue
superándose con la intervención del poder social que creó nuevas formas de castigos
tendientes a establecer más equidad entre el daño causado y la sanción del mismo. Surgiendo
asi la Ley del Talión y la Composición:

1.1.3.- La Ley del Talión.

La Ley del Talión: Es la reacción ilimitada de los grupos que por medio de la venganza de la
sangre se masacraban inmisericordemente, con el correr del tiempo se vio limitada al
aparecer en el campo de las ciencias penales el Talión, que trata de atenuar las consecuencias
originadas por las guerras entre tribus originadas por la vindicación de la ofensa que un grupo
hacía a otro por la ofensa cometida a uno de sus miembros. Apareció con el Talión un freno
al instinto salvaje de venganza, pasando de la pena privada a la pena pública, paso que
significa un marcado progreso social para la época y un avance en el campo del Derecho
Penal. La venganza de la sangre y la expulsión de la comunidad de paz se opusieron el Talión
que postuló como principio rector de la vida social la retribución de un mal por otro igual:
“Ojo por ojo; diente por diente; mano por mano”.

Con la Ley del Talión se observa un marcado progreso en las ideas penales de la humanidad,
ya que se estableció un sentido de proporcionalidad de la pena, se limitó la venganza privada
e impidió que el daño que esta causare fuera arbitrario. Esta famosa Ley tiene sus
antecedentes en el Código de Hammurabi, en la Ley de las XII Tablas del Derecho Romano
y en la Legislación Mosaica.

1.1.4.- La composición:

La composición: Posteriormente apareció esta institución, principalmente en el Derecho


Germánico donde se le designó con el nombre de Wergeld. La composición consiste en
sustituir la pena por un delito cometido, pagando el ofensor una cantidad en dinero a los
parientes de la víctima y así resarcir el daño causado y prevenir un castigo o bien una sanción.
Esta suma recibió los nombres de “Cantidad de Expiación” y de “Dinero de la Paz”. La
composición se extendió rápidamente a todos los pueblos; principió a practicarse este sistema
de una forma voluntaria, ya que la víctima podía aceptar o rechazar el pago. Más adelante la
composición pasó a ser legal, desempeñó un papel de excepcional importancia y tuvo como
finalidad evitar las luchas y los males que se producían entre los beligerantes.

1.1.5.- Época de la Venganza Divina:

En la época teocrática, se sustituye la voluntad individual del vengador por una voluntad
divina a la que corresponde la defensa de los intereses colectivos lesionados por el delito. La
justicia penal se ejecutó en el nombre de Dios, los jueces juzgan en su nombre (generalmente
eran sacerdotes, los que representando a la voluntad divina administraban justicia), y las
penas se imponían para que el delincuente expresara o reconociera su delito y la divinidad
depusiera su cólera y castigo. Es el espíritu del Derecho Penal del antiquísimo pueblo hebreo.
También es posible encontrar resabios de tal sistema en la Edad Media, en la que algunos
Estados asumieron la lucha contra el delito, pero en algunos tiempos se confundieron los
poderes estatales y eclesiásticos.
1.1.6. Época de la Venganza Pública:

En esta época se depositan en el poder público la representación de la venganza social


respecto de la comisión del delito. El poder público (representado por el Estado), ejerce la
venganza en nombre de la colectividad o de los individuos cuyos bienes jurídicos han sido
lesionados o puestos en peligro. La represión penal que pretendía mantener la tranquilidad
pública, se convirtió en una verdadera venganza pública que llegó a convertirse en muy
extensa caracterizándose por la amplia aplicación de penas inhumanas y totalmente
desproporcionadas en relación al daño causado, la pena era sinónimo de tormento y se
castigaba con severidad y crueldad aún hechos que hoy día son indiferentes como los Delitos
de “magia y hechicería” que eran juzgados por “tribunales especiales” con rigor inhumano;
esta etapa constituye uno de los episodios más sangrientos del Derecho Penal europeo,
especialmente del siglo XV al XVIII. Para luchar contra la criminalidad abundante de
aquellos tiempos, el poder público no titubeó en aplicar las penas más crueles, la muerte era
acompañada con penas que agravaban la misma, siendo esta de forma espeluznante, las penas
corporales consistían en terribles mutilaciones, las infamantes, las pecuniarias impuestas en
forma de confiscación. La pena para ciertos delitos trascendía hacia los descendientes del
reo; y ni la tranquilidad de las tumbas se respetaba, pues se desenterraban los cadáveres y se
les procesaba; reinaba en la administración de justicia una completa desigualdad, mientras a
los nobles y a los poderosos se les imponían las penas más suaves y eran objeto de protección
eficaz, para los plebeyos y los siervos se reservaban los castigos más duros y su protección
era en muchos casos tan sólo una caricatura de la justicia; y por último, dominaba una
completa arbitrariedad, los jueces y tribunales tenían la facultad de imponer penas no
previstas en la ley, incluso podían incriminar hechos no penados como delitos.

1.2. ÉPOCA DE LA PENA PÚBLICA


La pena sólo es tal desde que adquiere el rango de pena pública

1.2.1 Código de Hammurabi.


El más antiguo de los códigos que se conoce es el de Hammurabi (aprox. 1950 a.C.), que era
rey de Babilonia y que, según reza la leyenda, lo recibió de manos del dios del Sol. El carácter
público del derecho penal se encuentra en él firmemente establecido, pues la protección del
rey sobre los súbditos se extiende minuciosamente a todos los bienes.
Como excepción notable a los primitivos códigos, éste —aunque atribuido al dios del Sol—
no contiene preceptos sagrados o religiosos. La venganza es casi desconocida; se halla, en
cambio, muy extendido el talión y no siempre es personal: si un arquitecto construye mal una
casa que al hundirse mata al hijo del dueño, su hijo debe morir.
También regula algunas penas drásticas y de aplicación inmediata: el que era sorprendido
perforando muros era muerto y emparedado. Distingue los delitos voluntarios de los
imprudentes, y los hechos debidos acaso fortuitos.

1.2.2. Leyes Mosaicas.


La legislación de Moisés puede hallarse en los primeros cinco libros de la Biblia
(Pentateuco), especialmente en el Éxodo, en el Levítico y en el Deuteronomio. Tratase de un
derecho penal con marcado tinte religioso, a diferencia del código de Hammurabi: el derecho
de penar es delegación divina, el delito es ofensa a Yahvéh y de la pena, que busca
intimidación y expiación, su medida es el talión. Aun se prevé venganza privada para el
homicidio doloso: “El vengador de sangre matará al homicida cuando lo encuentre”
(Números, XXXV, 21); pero el que mató a otro sin intención, puede huir a las Ciudades de
Refugio y morar allí, donde el vengador no puede tocarlo.
Mateo Goldstein señala la igualdad ante la ley entre las instituciones de Israel: todo hombre,
una vez sufrido el castigo impuesto, volvía a la primitiva consideración de sus
conciudadanos. Delitos los hubo contra Dios (blasfemia, idolatría, falsa profecía), contra los
semejantes (homicidio, lesiones), contra la honestidad (incesto, violación, adulterio de la
mujer), contra la propiedad y delitos de falsedad (falso testimonio: se aplica la pena que debía
haber sufrido la víctima). El rigor de la legislación mosaica se atenuó considerablemente en
el Talmud.
“No ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, a quien trataba Yahvéh cara a cara,
ni por tantas señales y prodigios como Yahvéh le mandó hacer en tierra de Egipto contra el
Faraón, contra todos sus siervos y contra toda su tierra, ni por su mano tan fuerte y por las
cosas grandes y terribles que hizo a los ojos de todo Israel” (Deuteronomio, XXXIV, 10-12).
2.2.3 Código de Manú.
La legislación de la India antigua se halla contenida en el Código o Leyes de Manú (Manava-
Dharma-Sastra), cuya fecha es muy controvertida, situándola unos en el siglo XIII a.C. y
otros en el siglo V a.C. El derecho de castigar emanaba de Brahma, y el rey era su delegado.
No habiendo límite entre pecado y delito, la pena tenía un carácter expiatorio o purificador:
el reo que hubiese cumplido su pena subía al cielo tan limpio de culpa como el que hubiese
ejecutado una buena acción. Se conoció el dolo, la culpa y el caso fortuito, y se dio relevancia
a los motivos.
La sociedad hindú se dividía en castas, que son estratos cerrados: se entraba en una por el
nacimiento y se salía por la muerte, y sus miembros no podían ascender ni descender en la
escala social, ni siquiera a través del matrimonio, pues las castas eran endogámicas. En la
cúspide del sistema estaban los brahmanes (sacerdotes), y por debajo (descastados) los parias.
Las penas diferían según la casta a la que perteneciese el transgresor: la multa aumentaba con
el rango social de la persona, al tiempo que las penas corporales se reservaban para los de
bajo status.
El brahmán que supiese de memoria todo el Rig-Veda no quedaba contaminado aun cuando
hubiera dado muerte “a todos los habitantes de los tres mundos”. El Código desconocía el
talión.

2.2.4. El Derecho Penal Griego.


Crimen y venganza se nos presentan en los antiguos mitos con la violencia y la necesidad de
las fuerzas naturales: son más obra directa de los dioses que de los hombres. Pero al genio
griego “se deben dos pasos fundamentales para la historia de las instituciones jurídicas: la
reducción del poder político a un poder humano liberado de las bases teocráticas típicamente
orientales, y la gradual elevación del individuo a la autoconciencia de su valor personal”.

2.2.5. El Derecho Penal Romano.


En los orígenes de Roma, encontramos las instituciones características de las formas penales
primitivas. La pena buscó la expiación, y descolló la autoridad incontrastable del pater
familias, con su derecho a castigar hasta la muerte a los que estaban sujetos a su potestad;
también el rey tenía grandes poderes, aunque esto luego se fue suavizando.
Caída la Monarquía, se pierde el carácter expiatorio de la pena y se va llegando al monopolio
del poder público en la represión de delitos. La Ley de las XII Tablas establece una previa
determinación de los delitos privados —fuera de los cuales no se admite la venganza
privada—, afirma el principio del talión, delimitador, además, de la citada venganza, y como
medio de evitarla regula la composición. Paulatinamente, más infracciones abandonan su
carácter privado y pasan a engrosar las filas de los crimina pública: así, el incendio doloso,
el falso testimonio, el hurto flagrante, las reuniones nocturnas, la corrupción del juez y la
adivinación.
En el Imperio, con Augusto, la accusatio se constituye en el sistema ordinario, y comienzan
a funcionar tribunales competentes en la justicia penal, que eran delegados del imperator. En
cuanto al Digesto o Pandectas (libro del Corpus justinianeo), sus libros 47 y 48 tratan la
materia criminal.

2.2.6. El Derecho Penal Germánico.


El derecho penal romano se propuso apuntalar al Estado, mientras que el germánico buscaba
el restablecimiento de la paz social mediante la reparación. La responsabilidad era objetiva:
por mero resultado (Erfolgshaftung) y por simple causación material (Causalhaftung).
Atendía sólo al efecto dañoso del acto, y la pena era idéntica cuando el resultado sobreviene
por caso fortuito: había responsabilidad aun sin culpa. No habiendo daño, no había pena;
luego, no era castigada la tentativa.

1. 3. PERIODO HUMANITARIO
El Derecho Penal hasta el siglo XVIII se caracterizaba por su crueldad. De aquí para adelante
trata de adaptarse a la realidad: social y política.
Así la Ilustración en su vertiente penal persigue la igualdad de las personas ante la ley, la
humanización de las sanciones (por ejemplo se establece la guillotina para la pena de muerte,
sanción sin dolor), la eliminación del tormento (sistema para obligar por la fuerza y el
sufrimiento físico a declarar a los testigos reacios o a confesar a los sospechosos y acusados)
y busca la promulgación de leyes claras. En la Ilustración los delitos se explican en base a la
razón y bajo las Leyes de la causalidad, separándose de los dogmas religiosos. Se diferencia
entre delito y pecado, trasgresión voluntaria de preceptos religiosos, mientras que el delito
consiste en la vulneración de un deber.
Se acepta límites del Estado y del individuo. El límite del Estado es el Derecho, el límite del
individuo, el derecho de los demás.
Es una ley física que a toda acción corresponde una reacción de igual intensidad, pero en
sentido contrario. A la excesiva crueldad siguió un movimiento humanizador de las penas y,
en general, de los sistemas penales. La tendencia humanitaria, de antecedentes muy remotos,
tomó cuerpo hasta la segunda mitad del siglo xvm con César Bonne-sana, marqués de
Beccaria, aun cuando no debe desconocerse que también propugnaron por este movimiento
Montesquieu, D'Alembert, Voltaire, Rousseau y muchos más. "En el terreno de las ideas —
escribe Villalobos—, ha sido necesario siempre encontrar un hombre de lenguaje sugestivo,
elegante y capaz de persuadir, para centuplicar el efecto de pen¬samiento que sin este recurso
pudieran permanecer en la pe¬numbra o en el patrimonio exclusivo de algunos especialistas;
buen ejemplo de ellos Voltaire, Juan Jacobo Rousseau, Carlos Marx y Enrico Ferri. Por lo
que ve a la reforma penal, fue acertadamente designado por el destino y por algunos amigos
suyos de la revista "II Caffe" el joven Bonncsana, Marqués de Beccaria. Su síntesis admirable
vio la luz tímidamente en el año de 1764, publicándose anónimamente y fuera de Milán,
ciudad natal y asiento de la vida y actividad del autor; pronto se habían agotado 32 ediciones,
con traducción a 22 idiomas diferentes.
En este libro titulado Dei delitti e delle pene, se une la crítica demoledora de los sistemas
empleados hasta entonces, a la proposición creadora de nuevos conceptos y nuevas prácticas;
se pugna por la exclusión de suplicios y crueldades innecesarios; se propone la certeza, contra
las atrocidades de las penas, suprimiendo los indultos y las gracias que siempre hacen esperar
la impunidad a los delincuentes; se orienta la represión hacia el porvenir, subrayando la
utilidad de las penas sin desconocer su necesaria justificación; se preconiza la peligrosidad
del delincuente como punto de mira para la determinación de las sanciones aplicables y se
urge por una legalidad de los delitos y de las penas, hasta el extremo de proscribir la
interpretación de la ley, por el peligro de que pudiera servir de pretexto para su verdadera
alteración. . ."3

3
De entre los puntos más importantes del libro de Beccaria destacan los siguientes: a) El
derecho a castigar se basa en el contrato social y por tanto la justicia humana y la divina son
independientes.
b) Las penas únicamente pueden ser establecidas por las leyes; éstas han de ser generales y
sólo los jueces pueden declarar que han sido violadas. c) Las penas deben ser públicas,
prontas y necesarias, proporcionadas al delito y las mínimas posibles. Nunca deben ser
atroces. d) Los jueces, por no ser legisladores, carecen de la facultad de interpretar la ley.
Para Beccaria nada hay tan peligroso como el axioma común que prodama la necesidad de
consultar el espíritu de la ley. e) El fin de la pena es evitar que el autor cometa nuevos delitos,
así como la ejemplaridad respecto a los demás hombres. f) La pena de muerte debe ser
proscrita por injusta; el contrato social no la autoriza, dado que el hombre no puede ceder el
derecho a ser privado de la vida, de la cual él mismo no puede disponer por no pertenecerle.
Al marqués de Beccaria se le considera, por algunos, como el iniciador de la Escuela Clásica.
Estima Florián que Beccaria no es su fundador por ser superior a las escuelas; pero es el
apóstol del Derecho Penal renovado del cual inauguró la era humanista y romántica, con
espíritu más filantrópico que científico.

1. 4. PERIODO CIENTÍFICO
Esta época de Humanismo3 sólo acepta como guía el conocimiento basado en la razón y el
Derecho empieza a guiarse por principios como: el Principio de la Igualdad de las Personas
Ante La Ley, axioma4 que plasma una determinada valoración de justicia de una sociedad
que en un momento histórico determinado informa que las partes de un proceso tienen
idéntica posición y las mismas facultades para ejercer sus respectivos derechos; el Principio
de Legalidad axioma en virtud del cual ningún hecho puede ser considerado como delito sin
que una ley anterior lo haya previsto como tal; etc.
En esta época (siglo XVIII) también surgen las: Garantías Procesales (por ejemplo la garantía
del Juez natural, la garantía del estado de Inocencia) y las Garantías Penales, éstas últimas
guiadas por el Principio de Legalidad.
Desde que se empieza a sistematizar en los estudios sobre materia penal, puede hablarse del
período científico. Esta etapa, en rigor, se inicia con la obra del marqués de Beccaria y
culmina con la de Francisco Carrara quien, como se verá en temas posteriores, es el principal
exponente de la Escuela Clásica del Derecho Penal. Algunos autores señalan, como principio
del período científico, las doctrinas de los positivistas de fines de la pasada centuria; no
obstante, tales estudios no forman propiamente parte del Derecho Penal, según se demostrará
en su oportunidad; los positivistas confeccionaron ciencias causales explicativas de la
criminalidad, pero no Derecho, normativo por esencia. Por otra parte, para la existencia de
un conocimiento científico basta con perseguir un fin o una verdad en forma ordenada y
sistemática; tal cosa ocurre a partir de la obra admirable del marqués de Beccaria; en
consecuencia, es desde entonces cuando surge el período científico. Sin embargo, ya antes
de Beccaria hubo inquietud por el estudio de los problemas del Derecho Penal y se hicieron
algunas sistematizaciones para tratar de resolverlos convenientemente.

HISTÓRIA DEL DERECHO PENAL EN EL SALVADOR.

En este apartado explicaremos como ha venido el Derecho penal a través de la historia,


remontándonos desde la época colonial, así tenemos que en nuestro país la primera
organización política que tuvo durante la época colonial y cuando con los demás países del
centro de América integraba una colonia española, fue a través de las llamadas Leyes Nuevas
promulgadas por la corona de España, mediante las cuales se creaba las Reales Audiencias.
Así en 1568 se estableció la Real Audiencia de Guatemala con jurisdicción en Centroamérica,
en donde se crearon varias Alcaldías Mayores dependientes de aquélla. Antes del fin de ese
siglo se estableció la Alcaldía Mayor de San Salvador que llegó a tener sus provincias: San
Salvador, San Miguel y San Vicente. En la villa de Sonsonate se había establecido otra
Alcaldía Mayor.

Más o menos un siglo después cambio el sistema de organización política erigiéndose dentro
del Reino de Guatemala, varias Intendencias. Por ejemplo en 1875 se fundó la intendencia
de San Salvador, agregándosele Santa Ana. Desde entonces el Intendente sustituyó al Alcalde
Mayor. Esta era la organización territorial y política cuando surgió el movimiento de
independencia.
El régimen jurídico al que estaba sometido lo que hoy es El Salvador, era el mismo al que se
encontraban sometidos todos los territorios descubiertos por España, y este régimen era, pues,
el español. Pero con el Doctor Napoleón Rodríguez Ruiz, digamos que, dentro de este
régimen jurídico cabe considerar dos puntos de vista el netamente español, en el cual se
comprende el conjunto de las culturas jurídicas desarrolladas en España y de la antigüedad
hasta la promulgación del derecho español contemporáneo y el hispanoamericano, que
comprende la historia del Derecho Castellano y no los otros derechos españoles peninsulares,
por ser ese derecho el que rigió en las Indias Occidentales, ya que por las circunstancias
históricas en que tuvieron lugar los descubrimientos colombino, las Indias quedaron
incorporadas, políticamente a la Corona de Castilla.

Las instituciones jurídicas netamente españolas fueron el Fuero Juzgo que entre otras cosas
(compilaciones, Códigos generales de leyes, etc.), comprendía las declaraciones hechas por
los Magistrados sobre los dominios y Cotos de los Consejos, sobre las penas y multas en que
debían incurrir los que incumplían y sobre las cosas en que debían recaer los que lo
quebrantaban, dentro de las cosas en que debían tener lugar las penas de este fuero.

Por otra parte estaban el Fuero viejo de Castilla, el Fuero Real con las leyes de estilo,
llamadas también Declaración de las Leyes del Fuero, que son un comentario del Fuero Real
en materia de procedimiento y penalidad, Las siete Partidas, las Leyes de Toro, la Nueva
Recopilación y la Novísima Recopilación compuesta de doce libros divididos en títulos y
éstos en leyes continuaron vigentes aún después de la Independencia, en virtud de haberse
estipulado así en el acta misma que emancipó de España las provincias de centro América.

Fueron características del Derecho Indiano, un casuismo acentuado, una prolijidad


reglamentista, una notable inestabilidad, un localismo pronunciado, falta de unidad y un
profundo sentido ético y religioso que se revela en todo el contenido de las leyes. Este
derecho era preferentemente aplicable y en todas las situaciones no tratadas por el mismo,
tenían aplicación jurídicas españolas.
Toda esta legislación fue la que comprendió al carácter penal y procesal penal, que tuvo
aplicación en Indoamérica y por ende en El Salvador. Por lo que las provincias de Centro de
América tuvieron su independencia política a través de un proceso histórico que se inició en
la ciudad de San Salvador, capital de la provincia del mismo nombre, el día 5 de noviembre
de 1811 en la ciudad de Guatemala, Santiago de los caballeros capital de toda la colonia,
ocasión en la cual se suscribió el histórico documento de Independencia, confirmada después
de acuerdo a lo estipulado en el Acta por Decretos de la Asamblea Nacional Constituyente
la primera Asamblea de las Provincias Unidas de fechas 1 de julio y 1 de octubre de 1823.

En el acta de Independencia, del 15 de septiembre de 1821, en cuya vigencia lucharon


salvadoreños al acordarse por la junta consultiva de Guatemala (Gobierno provisional), la
incorporación al imperio de México (5 de enero de 1822), violando así el pacto independista,
resultó ser la fuente del Derecho Constitucional de la ahora desaparecida República Federal
de Centroamérica, y del Estado Salvadoreño por ende de toda la legislación secundaria (civil,
penal, y procesal), posteriormente surgida en este país.

Luego de su independencia, nuestro país promulgó, el 12 de junio de 1824 la primera


Constitución del Estado de El Salvador, la cual establecía ya la independencia de nuestro país
respecto de España y de México, además reconocía la igualdad y el principio de legalidad,
uno de los primeros principios democráticos y republicanos.

Lograda la independencia y habiendo promulgado la constitución, era necesario que se


regularan en leyes secundarias los principios fundamentales concebidos en la norma básica;
de esa manera, una de las primeras leyes en dictarse luego de la constitución es el código
penal.

En lo que atañe a nuestro estudio y para concretarnos a ella veremos que el primer código
Penal Salvadoreño fue promulgado a poco menos dos años de la constitución de 1824, o sea
el 13 de abril de 1826, época en la cual El Salvador aun formaba parte de la Federación
centroamericana. Este código tuvo como patrón al español de 1822.
De entonces a esta parte, El Salvador ha tenido los siguientes códigos penales promulgados
sucesivamente así: a) El 2 de septiembre de 1859, que tuvo como modelo el código español
de 1848, el cual entró en vigencia el 20 de septiembre del mismo año, elaborado bajo la
acción directa del ilustre penalista Joaquín Francisco Pacheco; b) El promulgado el 19 de
mayo de 1881, que pasó a ser el tercer código salvadoreño, y fue inspirado en el código penal
español de 1870, siendo tan similar a éste, que sus diferencias poco se advierten entre las que
merecen destacarse la eximente segunda, en la cual nuestros legisladores no se limitan a
declarar exento de responsabilidad criminal al imbécil y al loco, como decía el código
español, sino que acertadamente agregaron hallarse privado de razón por causa independiente
de su voluntad, el cual entró en vigencia el 19 de Diciembre de 1881, en esa década se dio
un hecho que influyó decisivamente en la historia de la legislación penal Salvadoreña, fue el
Tratado Sobre Derecho Penal y Extradición, que celebraron la República mayor de
Centroamérica y Costa Rica y Guatemala, el día cinco de junio de 1997 en la Ciudad de
Guatemala, tal tratado fue producto de la convivencia de unificar nuestra legislación penal
en el que se observa un cambio en el sistema de computar la sanción que señalaba para cada
delito una pena inferior y una pena superior, por el sistema hoy en uso de las penas rígidas
que se agravan o atenúan según las características que concurran en el delito, dicho tratado
fue ratificado y suscrito en San Salvador el día 12 de febrero de 1901, por delegados
plenipotenciarios de El Salvador, Costa Rica, Honduras y Nicaragua. Esta ratificación fue
suscrita en virtud de recomendación aprobado por el Segundo Congreso Jurídico
Centroamericano, celebrado en San Salvador el 15 de enero de 1901 y cuya instalación
definitiva se realizó el veinticuatro de enero de ese mismo año, según el profesor Julio Fausto
Fernández (29) el día 12 de febrero de 1901 fue aprobado por nuestro país el segundo tratado
sobre Derecho Penal y Extradición.

Ambos convenios internacionales como se ha dicho, fueron de gran relevancia e influencia


para la elaboración del proyecto del cuarto Código Penal, que entraría en vigencia como ley
de la república el 8 de octubre de 1904.
En este código aparece una modificación sustancial con relación al de 1881, en lo relativo a
la determinación de las penas, para las que se adoptaban el sistema establecido por el
mencionado Tratado de 1897.

Luego de su edición el código de 1904 fue objeto de múltiples reformas a través de diversos
decretos legislativos, hasta llegar al año 1947, fecha en que se integran una comisión revisora
del código penal. Allí se tomó por primera vez la decisión de elaborar el proyecto de un
nuevo código penal que conservaría las instituciones que aún pudieran desempeñar una
función eficaz, y modificaría aquellas que en la práctica estuvieran caducas, teniendo
presente nuestra propia realidad social.

Antes del proyecto antes mencionado, ya se habían elaborado otros. De 1943 data el proyecto
de los Doctores Reyes Arrieta Rossi, Juan Benjamín Escobar y Carlos Azúcar Chávez.
Posteriormente, el Doctor Mariano Ruiz Funes, elaboró también un proyecto del Código
Penal salvadoreño.

El quinto código penal salvadoreño se promulgó el trece de febrero de 1973 y entró en


vigencia el 15 de junio de 1974, este código penal previo a su promulgación fue revisado por
una comisión de juristas, precedida por el Doctor José Enrique Silva, en ese entonces ministro
de Justicia.

En la elaboración de este código se tomaron en cuenta los principios, preceptos y propósitos


contenidos en nuestra constitución, desarrollando los principios fundamentales de legalidad,
responsabilidad, culpabilidad y otros con base en los postulados constitucionales.

Con este nuevo código penal, se pretendió alcanzar una legislación independiente de toda
influencia extranjera no aplicable a nuestro medio y que tuviera en cuenta las corrientes
doctrinarios modernas únicamente en lo que pudieran adaptarse y ser de utilidad en nuestra
realidad social política y humana, con el fin de lograr una aplicación de justicia más eficaz.
II. LAS ESCUELAS PENALES

1. ¿QUÉ SON LAS ESCUELAS PENALES? (CORRIENTES FILOSÓFICAS)


Las escuelas penales son aquellas que tratan, funciones del derecho penal, de la legitimidad
del estado, actuando por medio del derecho penal, presentando diversas concepciones sobre
el fin, de la pena, analizando el fenómeno del delito y la pena. Los pensadores penales, se
han conformado no en pensamientos idénticos, sino en teorías que tienen rasgos comunes.
Se denominan escuelas penales aquellas en que los rasgos comunes del pensamiento jurídico
- criminal son los que prevalecen. A continuación se presentan las escuelas penales, según
Amuchategui Requena, Irma G. (Derecho Penal)4

ESCUELAS PENALES

ESCUELA CLASICA

ESCUELA POSITIVISTA

ESCUELA ECLEPTICA O TERCER ESCUELA

ESCUELA SOCIOLOGICA

ESCUELA DOGMATICA

ESCUELA FINALISTA

ESCUELA CONTEMPORANEA

ESCUELA ABOLICIONISTA DEL DER. PENAL

ESCUELA DEL DERECHO PENAL MINIMO

Fuente: Elaboración propia


PRINCIPALES ESCUELAS PENALES
Las tres principales escuelas penales son:

Escuela Escuela Escuela


Clásica Positivista Ecléptica

4
1. ESCUELA CLÁSICA
Su representante fue Cesare Bonesana conocido como el Marqués de Beccaria. La escuela
clásica nace con el tratado de los delitos y de las penas, de Becaria y finaliza con Carrara.
Otros de sus representantes son:
* Bentham * Carmignani * Pessina * Rossi
La escuela clásica surge en la Revolución Francesa.
La distinguen los siguientes principios:
 El delito para ellos es una declaración jurídica. Quien infringe una norma jurídica da
lugar a la configuración de un delito. El delito no existe sino se da previamente una
norma de derecho (principio de legalidad, o de existencia previa del tipo penal).
 Con la pena, que es la consecuencia del delito, se pretende restablecer el orden
violado. Por eso con el castigo, que debe ser proporcional al daño causado, lo que se
pretende es darle al infractor una retribución moral.
 La responsabilidad penal del individuo es fruto de su libre albedrío. El hombre, para
los clásicos, es libre de escoger entre el bien y el mal. Es decir se vincula la justicia
penal al libre albedrio.

2. ESCUELA POSITIVISTA
Escuela positiva surge como reacción contraria a la escuela clásica, la cual se
fundamenta en bases científicas que corresponden a las ciencias naturales. Sus
representantes son:
* Enricco Ferri * Rafael Garófalo * Cesar Lombroso.
Cabe mencionar que Enricco Ferri, invento las categorías antropológicas como:
 Delincuente Nato
 Delincuente loco
 Delincuente habitual
El delito es un ente de hecho. No es la elaboración jurídica. Es el efecto del
comportamiento humano condicionado por factores sociales, físicos y
antropológicos. El delincuente para ellos es un anormal (anómalo) psíquico.
La razón de ser, de la pena, es la defensa de la sociedad. Con ella se busca rehabilitar
al individuo para evitar su recaída en el delito. Por eso propone el aislamiento del
infractor para someterlo a tratamiento penitenciario.
El fundamento de la responsabilidad es la peligrosidad del sujeto. El individuo merece
mayor o menor pena en la medida en que representa un peligro mayor o menor para
la armonía social.
3. ESCUELA ECLECTICA O TERCER ESCUELA
La Tercer Escuela ó también conocida como Ecléctica, Terza Scuola, es una escuela
critica o escuela del positivismo crítico, tiene su aplicación precisamente por la pugna
existente entre las escuelas clásica y positiva. La Tercera Escuela surge en Italia (terza
scuola), alrededor de 1889 y cuyos principales representantes son:
* Carnevali * Alimena * Impalomeni
En Alemania también existió una tercera escuela, que coincide con los postulados de
la italiana.
El delito no es una elaboración de hecho, ni de derecho. Es un fenómeno determinado
por causas sociales. Mientras la sociedad no se reforme, la causa última de las
acciones delictuosas son las condiciones sociales de los individuos.
Con la pena se quiere intimidar al sujeto. Este acto intimidatorio se utiliza como una
forma de defensa social. Pero para saber si la sanción es efectivamente intimidatoria,
esta teoría propone la distinción entre imputables e inimputables, según sean
conscientes o no del significado de la pena.
La responsabilidad penal tiene su soporte en la peligrosidad del agente. Esa
peligrosidad se mide por el efecto disuasorio que tenga sobre su conciencia la pena.
La tercera escuela considera al delito como un fenómeno natural y social.
4. OTRAS ESCUELAS PENALES

ESCUEKLA DE LA
DOGMATICA ESCUELA
ESCUELA ESCUELA ESCUELA ESCUELA DEL
JURIDICA ABOLICIONISTA
DERECHO PENAL
SOCIOLOGICA DOGMATICA FINALISTA CONTEMPORANEA DEL DERECHO
MINIMO
O NUEVA POLITICA PENAL
CRIMINAL
 LA ESCUELA SOCIOLOGICA
Para estos pensadores no es el delito ni elaboración de derecho, ni de hecho, ni un fenómeno
determinado por causas sociales. El delito es efecto de factores endógenos y exógenos que
influyen en la personalidad del individuo. La pena persigue como fin la defensa de la
sociedad de las acciones que se orientan a destruirla. Y, agrega, que la pena debe ser adosada
con medidas preventivas que recaigan sobre los factores antropológicos y sociológicos que
dan lugar a las acciones antisociales.
Representantes de esta escuela fueron:
•Montero •Vilvela •Roeder
Principios:
El delito es efecto de factores endógenos y exógenos que confluyen en la personalidad del
individuo. Por eso aboga porque se tengan como herramientas los métodos de la sociología
y la antropología.
Con la pena se pretende defender a la sociedad de acciones que se orientan a destruirla. Pero
enfatiza en que la pena debe ser adosada con medidas preventivas que recaigan sobre los
factores antropológicos y sociológicos que dan lugar a las acciones antisociales.
 LA ESCUELA DOGMATICA
Para nada importan los factores sociológicos, antropológicos o criminológicos del delito. La
norma penal es el fundamento de su objeto de estudio. Para los dogmáticos es una acción u
omisión, antijurídica y Para esta escuela, la pena, que es consecuencia de haber obrado con
culpabilidad (responsabilidad), tiene tres fines; preventivo, que se da con la amenaza de la
carga aflictiva o sanción y que se traduce en un temor. Retributivo, dado con la aplicación de
la sanción.
Principales Representantes:
*Von Jhering * Binding * Beling * Manzini * Mezger * Roccio * Carnelutti
Principios:
 La pena es consecuencia de haber realizado una conducta constituida por estos tres
elementos, y se impone con fines retributivos o preventivos
 No acepta la responsabilidad objetiva. Es decir, aquella que se deduce por el mero
hecho de cometer una acción típica, antijurídica y culpable. Exige en el autor del
delito una finalidad o una intención especial (ánimos especiales), sin estos elementos
no es posible decir que alguien cometió delito.
Se sostienen tres elementos que debe contener una conducta para que sea delictiva
*La tipicidad *La antijuricidad *La culpabilidad

 LA ESCUELA FINALISTA
Define el delito como una acción injusta culpable. Niega el finalismo, que exista
culpabilidad (juicio de reproche) si la conducta obedece a error, y distingue dos clases de
error: error de tipo y error de prohibición. Si el autor se equivoca en la descripción de alguno
de los elementos que hacen típica una conducta, incurre en error de tipo y, si erra o se
equivoca en la existencia del tipo, o sea, que no sabía que esa conducta era prohibida, no se
le reprochara su conducta por error de prohibición.
Concibe el delito simplemente como una acción injusta y culpable. No hay delito si la acción
y descripción legal no coinciden. También se desnaturaliza el delito si la conducta es
producida por ERROR.
Para el finalismo, la pena, que es consecuencia de haber obrado con culpabilidad, tiene tres
fines: Preventivo, dado por la amenaza de la carga aflictiva; Retributivo, dado por la
aplicación de la sanción, resocializador del autor del ilícito que se deriva de la ejecución de
esa pena.
La responsabilidad penal no existe si en la acción faltan los elementos subjetivos: dolo, culpa
o preterintencion, o si quien incurre en el hecho actúa en concurrencia de una causal
exculpante de responsabilidad, como el caso fortuito, la fuerza mayor, el error de tipo o
prohibición, etc.
 LA ESCUELA DE LA DOGMATICA JURIDICA CONTEMPORANEA O
NUEVA POLITICA CRIMINAL
El delito es un asunto político. El derecho penal crea el delito como un problema situado en
la perspectiva política. Por eso el delito se define según la forma de estado en que se dé.
El delito no es un ente abstracto, sino orientado por una perspectiva política a la cual obedece
su definición. La pena debe cumplir una función preventiva, nunca retributiva. Con el
tratamiento penitenciario se debe buscar la resocialización de las personas. La
responsabilidad no es consecuencia del libre albedrío. Es preciso fundarla en las razones
individuales que lleva el delito.
Representantes: •Bricola •Baratta

 ESCUELA ABOLICIONISTA DEL DERECHO PENAL


Principios:
* Es una escuela filosófica del derecho penal de radicalismo absoluto. Propugna por la
abolición del derecho penal y su lenguaje. Los conflictos individuales que se generan en la
sociedad deben ser negociables. El estado debe ser instituido para servirle al individuo, a
superarlo y no al revés, el estado debe estar al servicio del individuo. La crítica de esta escuela
al derecho penal es de fondo. La sociedad no será reformable o normalizable por la vía de las
penas. Predica que hay que estructurar un tipo de sociedad en la que la noción de delito pierda
el contenido que hasta hoy ha tenido, y que del mismo modo se haga tabla rasa del concepto
de pena y de responsabilidad penal.
Representantes: * Politoff * Hulsman * Sheerer

 ESCUELA DEL DERECHO PENAL MINIMO


Sugiere que el derecho penal se limite al máximo en su aplicación. Que sea la verdadera
ultima razón (última ratio) que utilice el estado para castigar conductas transgresoras. Lo
llaman principio de legalidad o de reserva.
Las penas deben ser proporcionales al daño causado. La pena puede ser sustituida por otras
medidas, si se prueba que hay otros mecanismos para el caso concreto, que respondan
eficazmente al daño causado. Se denomina Principio de la proporcionalidad concreta.
La responsabilidad, sostiene, que no puede derivarse de las características personales del
imputado. Debe instaurarse, un derecho penal donde el autor responda por lo que hace y no
por lo que es. Sería un derecho penal del autor y no un derecho penal de autor.
Representantes: •Ferrajoli •Baratta
CUADRO COMPARATIVO DE LAS ESCUELAS PENALES
ESCUELA POSTULADOS REPRESENTANTES
ESCUELA Los distinguen los siguientes principios: Sus más representativos
A -) El delito para ellos es una declaración jurídica. No es algo que de hecho se de en la sociedad. Quien infringe hombres fueron:
CLÁSICA una norma jurídica da lugar a la configuración de un delito. El delito no existe sino se da previamente una norma
CARRARA
de derecho (principio de legalidad, o de existencia previa del tipo penal).
BENTHAM
B -) con la pena, que es la consecuencia del delito, se pretende restablecer el orden violado. Por eso con el castigo,
que debe ser proporcional al daño causado, lo que se pretende es darle al infractor una retribución moral. CARMIGNANI
C -) la responsabilidad penal del individuo es fruto de su libre albedrío. El hombre, para los clásicos, es libre de PESSINA
escoger entre el bien y el mal. ROSSI
ESCUELA A -) El delito es un ente de hecho. No es la elaboración jurídica. Es el efecto del comportamiento humano Sus representantes, entre
condicionado por factores sociales, físicos y antropológicos. El delincuente para ellos es un anormal (anómalo) otros, fueron:
POSITIVA síquico. FERRI
B -) la razón de ser de la pena es la defensa de la sociedad. Con ella se busca rehabilitar al individuo para evitar su LOMBROSO
recaída en el delito. Por eso propone el aislamiento del infractor para someterlo a tratamiento penitenciario. GAROFALO
C -) el fundamento de la responsabilidad es la peligrosidad del sujeto. El individuo merece mayor o menor pena en
la medida en que representa un peligro mayor o menor para la armonía social.
ESCUELA A -) El delito no es una elaboración de hecho, ni de derecho. Es un fenómeno determinado por causas sociales. Sus principales seguidores:
Mientras la sociedad no se reforme, la causa última de las acciones delictuosas son las condiciones sociales de los CARNEVALI
ECLECTICA individuos. ALIMENA
B -) con la pena se quiere intimidar al sujeto. Este acto intimidatorio se utiliza como una forma de defensa social. IMPALOMENI
Pero para saber si la sanción es efectivamente intimidatoria, esta teoría propone la distinción entre imputables e
inimputables, según sean conscientes o no del significado de la pena.
C -) la responsabilidad penal tiene su soporte en la peligrosidad del agente. Esa peligrosidad se mide por el efecto
disuasorio que tenga sobre su conciencia la pena.
ESCUELA A -) El delito es efecto de factores endógenos y exógenos que confluyen en la personalidad del individuo. Por eso Representan esta escuela:
aboga por que se tengan como herramientas los métodos de la sociología y la antropología. MONTERO
SOCIOLOGICA B -) Con la pena se pretende defender a la sociedad de acciones que se orientan a destruirla. Pero enfatiza en que
VILVELA
la pena debe ser adosada con medidas preventivas que recaigan sobre los factores antropológicos y sociológicos
que dan lugar a las acciones antisociales. ROEDER
ESCUELA A -) No le importan los factores sociológicos, criminológicos o antropológicos del delito. Su objeto de estudio es Son pensadores que
la norma penal. Si una determinada conducta contraviene el derecho penal vigente, se torna delictiva. Para los representan esta escuela:
DOGMATICA dogmáticos es una acción u omisión típica, antijurídica y culpable.
B -) la pena es consecuencia de haber realizado una conducta constituida por estos tres elementos, y se impone con VON JHERING
fines retributivos o preventivos.
C -) no acepta la responsabilidad objetiva. Es decir, aquella que se deduce por el mero hecho de cometer una acción BINDING
típica, antijurídica y culpable. Exige en el autor del delito una finalidad o una intención especial (ánimos especiales),
sin estos elementos no es posible decir que alguien cometió delito. BELING
En el mundo jurídico de hoy, la práctica judicial viene dando una fuerte controversia entre la concepción Dogmática
y la Finalista. Veamos lo que esta ofrece como estructura del delito: MANZINI
Sostienen: tres son los elementos que debe contener una conducta para que sea delictiva: Son:
1 - LA TIPICIDAD, es el molde legal descrito por el legislador. La conducta que encuadre en esa definición, es MEZGER
delito. Ej. El tipo que indica que “Apoderarse de cosa mueble ajena, con el propósito de obtener provecho para sí
o para otro”, describe la conducta delictiva del Hurto. Si tipo y acción encuadran, hay Tipicidad. ROCCIO
2- LA ANTIJURIDICIDAD. Encuadrada la conducta en el tipo penal y determinada con precisión la tipicidad, se
requiere para que la conducta típica sea antijurídica, que lesione o ponga en peligro, sin justa causa, el interés CARNELUTTI
jurídico tutelado por la ley. La conducta, además de describir la norma violada (antijuridicidad formal), es necesario
que efectivamente lesiones o ponga en peligro el bien jurídico tutelado por la ley (antijuridicidad material). En la ANTOLISEI
realización material del tipo, para que haya delito, deben confluir la violación a la antijuridicidad formal y a la vez
la material, de lo contrario no hay delito. La antijuridicidad formal es la simple coincidencia de la conducta con
los elementos de la norma. La antijuridicidad material se da cuando se comprueba que ese comportamiento ofende
de manera efectiva y real los intereses de las personas o la sociedad.
3- LA CULPABILIDAD. Toda conducta, luego de que se compruebe que ha sido típica y antijurídica, solo podrá
ser penada si fue realizada con culpabilidad. Actúa con culpabilidad quien conoce la ilicitud y orienta su voluntad
a su realización. Formas de culpabilidad son EL DOLO Y LA CULPA. El Dolo existe cuando la persona conoce
el hecho punible y quiere su realización. Son dos los momentos del dolo, el momento cognoscitivo y el momento
volitivo. En principio todas las conductas exigen la demostración del dolo. Solo por excepción, y siempre que así
lo exprese la ley, la conducta es culposa y no dolosa. La culpa es la otra forma de culpabilidad. Se dice que alguien
actúa culposamente cuando realiza un hecho típico y antijurídico por omisión de un deber legal de cuidado. Cuando
actúa con negligencia, impericia o imprudencia o faltando a la observancia de reglamentos. La Preterintencion, es
la mezcla del dolo y la culpa, dolo seguido de culpa en un mismo acto. Se da cuando la acción sobrepasa la finalidad
que tenía en mente el agente activo de la ilicitud.
ESCUELA A -) concibe el delito simplemente como una acción injusta y culpable. No hay delito si la acción y descripción Su gran maestro y máximo
legal no coinciden. Si la acción no está prevista como delito, se da la denominada atipicidad. Tampoco hay delito exponente es el Doctor
FINALISTA si el sujeto no actúa con dolo o culpa. Tampoco lo hay si concurren causales de justificación. También se
HANS WELSEL.
desnaturaliza el delito si la conducta es producida por ERROR. Distingue esta escuela dos clases de error: Uno, si
el autor se equivoca al realizar la conducta, sobre los elementos del tipo penal, estaremos frente a un error de tipo;
si el autor desconoce que su conducta estaba definida como delito, se presenta el error de prohibición.
B -) para el finalismo, la pena, que es consecuencia de haber obrado con culpabilidad, tiene tres fines: Preventivo,
dado por la amenaza de la carga aflictiva; Retributivo, dado por la aplicación de la sanción; resocializador del autor
del ilícito que se deriva de la ejecución de esa pena.
C -) la responsabilidad penal no existe si en la acción faltan los elementos subjetivos: dolo, culpa o preterintencion,
o si quien incurre en el hecho actúa en concurrencia de una causal exculpante de responsabilidad, como el caso
fortuito, la fuerza mayor, el error de tipo o prohibición, etc.
Esta escuela ofrece como estructura del delito lo siguiente:
Define el delito como una acción injusta culpable. En toda ilicitud los elementos estructurales son tres, a saber:
1 - LA ACCION. Es la forma como el ser humano, con una finalidad, realiza o determina la realización de un
suceso. La acción siempre se realiza con una finalidad, tiene un contenido subjetivo, No es simple proceso físico -
objetivo, no es un simple suceso causal productor de un resultado como dicen los dogmáticos o casualistas.
2 - ACCION INJUSTA. No basta que una acción se adecue a la norma penal. Para que sea una acción injusta se
requieren dos situaciones: A -) que se adecue al tipo penal y, B -) que coincida con sus elementos y que sea
antijurídica (que no concurran causales de justificación). El tipo penal, es pues, mixto. Tiene una parte objetiva
(que son los elementos de la descripción legal o elementos normativos o elementos objetivos del tipo) y otra parte
subjetiva (que son los elementos: Dolo, Culpa o Preterintencion. Además de los subjetivos propios de cada tipo
penal: Ajenidad en el hurto, Móviles de bondad en el Homicidio pietatistico, la intención violenta en los delitos
sexuales). El dolo en la teoría finalista es un simple comportamiento intencional exento de conciencia de la ilicitud,
contrario piensan los dogmáticos que exigen que la conciencia de atipicidad y antijuridicidad estén presentes en el
dolo.
3 - ACCION INJUSTA CULPABLE. Este es el tercer elemento, que sea culpable una acción injusta, sino es así,
no se configura el delito. La culpabilidad es el juicio de reproche que se hace sobre determinada conducta. Para que
una acción injusta sea culpable se requieren dos elementos: Capacidad de culpabilidad (imputabilidad) y el
conocimiento potencial de la antijuridicidad. En el caso de la imputabilidad, se exige que el autor haya podido, en
el momento del hecho, comprender la criminalidad de su acto y comportarse de acuerdo a esa comprensión. Por
conocimiento potencial de la antijuridicidad, se exige que el autor haya tenido conocimiento actual de la
antijuridicidad (teoría del dolo), o bien, solamente conocimiento potencial de ella (teoría de la culpabilidad).
Por otra parte, el finalismo dice que tampoco hay culpabilidad (juicio de reproche) si la conducta obedece a un
error, y distingue dos clases de error: error de tipo y error de prohibición. Si el autor se equivoca en la descripción
de alguno de los elementos que hacen típica una conducta, incurre en error de tipo. Y si yerra o se equivoca en la
existencia del tipo, o sea, que no sabía que esta conducta era prohibida, no se le reprocha su conducta por error de
prohibición.
ESCUELA DE LA A -) el delito es un asunto político. El derecho penal crea los delitos como un problema situado en la perspectiva Seguidores:
DOGMATICA política. Por eso el delito lo define esta escuela en relación con la forma de estado en que se dé. El delito no es un
JURIDICA ente abstracto, sino orientado por una perspectiva política a la cual obedece su definición. BRICOLA
CONTEMPORANE B -) la pena debe cumplir una función preventiva, nunca retributiva. El tratamiento penitenciario debe buscar la
A O NUEVA resocialización de las personas. BARATTA
POLITICA C -) la responsabilidad no es consecuencia del libre albedrío. Es preciso fundarla en las razones individuales que
CRIMINAL lleva el delito.
ESCUELA Es una escuela filosófica del derecho penal de radicalismo absoluto. Sus representantes
Propugna por la abolición del derecho penal y su lenguaje. Por eso no aporta conceptos sobre lo que sería el delito, principales;
ABOLICIONIST la pena y la responsabilidad. Los conflictos individuales que se generan en la sociedad deben ser negociables. El
A DEL estado debe ser instituido para servirle al individuo, a superarlo y no al revés, el estado debe estar al servicio del POLITOFF
individuo. La crítica de esta escuela al derecho penal es de fondo. La sociedad no será reformable o normalizable
DERECHO por la vía de las penas. Predica que hay que estructurar un tipo de sociedad en la que la noción de delito pierda el HULSMAN
contenido que hasta hoy a tenido, y que del mismo modo se haga tabla rasa del concepto de pena y de
PENAL
responsabilidad penal. SHEERER
ESCUELA DEL A -) Se acerca a la teoría abolicionista pero llega a sus extremos. Sugiere que el derecho penal se limite al máximo Principales seguidores:
en su aplicación. Que sea la verdadera ultima razón (última ratio) que utilice el estado para castigar conductas
DERECHO transgresoras. Dicen que solo deben considerarse delitos aquellas conductas que el legislador ha escogido con FERRAJOLI
PENAL antelación a la acción concreta del sujeto agente. Lo llaman principio de legalidad o de reserva.
B -) las penas deben ser proporcionales al daño causado. La pena puede ser sustituida por otras medidas, si se BARATTA.
MINIMO prueba que hay otros mecanismos para el caso concreto, que respondan eficazmente al daño causado. Esto es lo
que se denomina Principio de la proporcionalidad concreta. Mediante su aplicación el juez puede tener en cuanta,
al momento de dosificar la pena, para compensar el daño y atenuar por ese mismo medio la desigualdad social,
factores como las circunstancias atenuantes, el ámbito familiar y social del reo.
C -) la responsabilidad: rechaza el derecho panal de autor. La responsabilidad, sostiene, no puede derivarse de las
características personales del imputado. Debe instaurarse, un derecho panal donde el autor responda por lo que hace
y no por lo que es. Sería un derecho penal del autor y no un derecho panal de autor.
Fuente: CURSO DE DERECHO PENAL. ESQUEMAS DEL DELITO del Dr. NODIER AGUDELO BETANCUR
III. LA ESCUELA CLÁSICA.
Esta escuela corresponde a los primeros
movimientos filosóficos que bregan por reformar
penales; con ellos se comienza a establecer un
puente entre el pensamiento científico y la
realidad social de la época.
El nombre, Escuela Clásica, no le fue dada por
sus fundadores, sino por sus adversarios,
los positivistas, que al término “clásico” atribuyeron una significación despectiva, la de
tradicionalismo caduco o retrógrado. Quienes repudiaban y rechazaban las bases
metodológicas en que esta escuela se sustentaba.

No todos coinciden en reconocer la existencia de la llamada “Escuela Clásica”, esto es, un


conjunto de autores agrupados en unidad de pensamiento a partir de principios básicos
comunes. La denominación escuela clásica fue otorgada por Enrico Ferri, para identificar a
los autores anteriores al positivismo. Con dicha salvedad me referiré en adelante a esta
corriente de pensamiento. Los puntos de contacto entre los llamados penalistas clásicos o
iluministas, o penalistas del contractualismo social, radican en la adhesión a la doctrina del
derecho natural y en el empleo del método deductivo y especulativo.

Esta corriente de pensamiento procura establecer el adecuado límite a la potestad estatal de


castigar; por ello es contraria a la crueldad innecesaria de las penas. Es firme defensora de
los derechos individuales, tanto en lo que hace al derecho de fondo, a las reglas del proceso
penal y al modo de la aplicación las penas.

El delito es concebido como un ente jurídico: una relación contradictoria entre el hacer del
hombre y la norma.

El Derecho Penal tiene un fin de tutela. La pena es un medio de tutela jurídica que tiende al
reestablecimiento del orden público alterado por el delito y tiene el carácter de un mal,
equivalente al que el delincuente ha causado. Su límite lo da la equidad, ya que no debe ir
más allá de las necesidades tutelares para no ser abusiva; en consecuencia la pena debe ser
proporcionada al delito, cierta, conocida, segura y justa.
La responsabilidad penal del sujeto se sustenta en el libre albedrío y en la imputabilidad
moral. El hombre tiene libertad moral para decidirse en la elección del bien o del mal; si se
decide por lo último, debe ser castigado.

No todos coinciden en reconocer la existencia de la llamada “Escuela Clásica”, esto es, un


conjunto de autores agrupados en unidad de pensamiento a partir de principios básicos
comunes. La denominación escuela clásica fue otorgada por Enrico Ferri, para identificar a
los autores anteriores al positivismo. Con dicha salvedad me referiré en adelante a esta
corriente de pensamiento.

Los puntos de contacto entre los llamados penalistas clásicos o iluministas, o penalistas del
contractualismo social, radican en la adhesión a la doctrina del derecho natural y en el empleo
del método deductivo y especulativo.
Esta corriente de pensamiento procura
establecer el adecuado límite a la
potestad estatal de castigar; por ello es
contraria a la crueldad innecesaria de las
penas. Es firme defensora de los derechos
individuales, tanto en lo que hace al
derecho de fondo, a las reglas del proceso
penal y al modo de la aplicación las
penas.

El delito es concebido como un ente


jurídico: una relación contradictoria entre
el hacer del hombre y la norma.

El Derecho Penal tiene un fin de tutela. La pena es un medio de tutela jurídica que tiende al
reestablecimiento del orden público alterado por el delito y tiene el carácter de un mal,
equivalente al que el delincuente ha causado. Su límite lo da la equidad, ya que no debe ir
más allá de las necesidades tutelares para no ser abusiva; en consecuencia la pena debe ser
proporcionada al delito, cierta, conocida, segura y justa.
La responsabilidad penal del sujeto se sustenta en el libre albedrío y en la imputabilidad
moral. El hombre tiene libertad moral para decidirse en la elección del bien o del mal; si se
decide por lo último, debe ser castigado.

Nacimiento:
Esta corriente doctrinal se forma a principios del siglo XIX, es hija de la Revolución
Francesa y tiene como cometido fundamental la reivindicación de los derechos del hombre,
bajo la tutela del Estado liberal no intervencionista que repudia los excesos del absolutismo.
Comienza con ella, pues el desenvolvimiento de ideas liberales relacionadas con el delito y
la pena, y crea verdaderas escuelas jurídico- penales, que propician el ulterior desarrollo del
Derecho Penal. La escuela clásica tuvo influencia en las legislaciones penales del siglo XIX,
tales como el Código Penal español de 1870, el alemán de 1871 y el italiano de 1889.
Igualmente hizo sentir su influencia en el espíritu y la letra del Primer Código Penal de la
República Argentina (1886).

Sus Principales Representantes:

La Escuela Clásica representa el conjunto de doctrinas filosófico- penales formuladas desde


CESAR BECARRIA (1738- 1794), con su obra “ Del Delito y de las Penas” que publicó en
1764 a quien se considera como el prócer de la Ciencia Penal y el verdadero fundador de esta
dirección de pensamiento hasta ENRIQUE PESSINA (1828- 1916), el último de los grandes
clásicos. También tenemos GAETANO FILANGIERI, GIANDOMENICO ROGMANOSI,
GIOVANNI CARMIGNANI. Culmina con FRANCISCO CARRARA.
1) Carmignani. El ius puniendi se funda no sobre la justicia absoluta sino sobre la necesidad
política: se penan los delitos para impedir que sea perturbada la seguridad a la cual tienden
los hombres por medio del estado social. Estando los hombres hechos de suerte que temen al
dolor más que al placer que buscan, se entiende que el dolor sea medio apto para apartarles
del delito. Las penas no son más que “obstáculos políticos” contra el delito. Pero, eso sí, las
leyes penales deben proceder siempre de acuerdo con las leyes morales y religiosas.
2) Carrara. El máximo exponente de la llamada Escuela Clásica fue Francesco Carrara
(1805-1888), cuya obra más conocida es el “Programa de derecho criminal. Su pensamiento
puede sintetizase:

1. Parte del derecho natural.

2. Fundamenta la responsabilidad criminal en el libre albedrío.

3. El delito es un ente jurídico.

4. La acción es el acto externo del hombre (sólo él puede ser sujeto activo).

5. Señala elementos subjetivos de las figuras delictivas, por lo que puede ser
considerado un adelantado en el esbozo de la teoría de la tipicidad.

6. Desarrolla perfectamente las causas de justificación: el fundamento jurídico de la


desincriminación no es la colisión de deberes o la perturbación del ánimo; es la
cesación del derecho de castigar por parte de la sociedad y ello tiene carácter
objetivo.

7. Respecto de la imputabilidad: se adquiere a partir de cierta edad y admite la


imputabilidad disminuida8. Construye los institutos de la autoría, de la
participación y de la tentativa.

8. El fin primario de la pena es el restablecimiento del orden externo de la sociedad,


pero ello no niega la existencia de fines secundarios como la enmienda, la
intimidación o la justicia.

9. Define el delito como “infracción a la ley de estado, promulgada para seguridad


de los ciudadanos, proveniente de un acto externo del hombre, positivo o
negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso”

Carrara deriva la ley penal de la voluntad misma de Dios, pero le asigna el fin humano de
proveer a la tutela jurídica dentro de los límites de la moral: “El derecho de castigar, en manos
de Dios, no tiene más norma que la justicia. El derecho de castigar, en manos del hombre, no
tiene más legitimidad que la necesidad de la defensa, puesto que ha sido concedido al hombre,
en tanto en cuanto es necesario para la conservación de los derechos de la Humanidad. Pero
aunque la defensa sea la única razón de la delegación, el derecho delegado queda siempre
sometido a las normas de la justicia, puesto que no puede perder la índole primitiva de su
esencia al pasar a las manos del hombres”. A esta síntesis Fontán Balestra la llama «defensa
justa».

Postulados Teóricos Fundamentales.


1) Método racional-deductivo. El derecho penal es un sistema dogmático, y los clásicos lo
estudian con el método lógico-abstracto o racional-deductivo, o especulativo.
2) Delito como ente jurídico. Ésa es la «fórmula sacramental» de Carrara: el delito como ente
jurídico. No un hecho ni una forma de conducta sino el choque de la conducta con una norma.
3) Responsabilidad moral basada en el libre albedrío. El hombre tiene libertad en la elección
del bien y del mal —esto es, libre albedrío—. Pues bien: si, pudiendo elegir entre el bien y
el mal, se decide por este último, debe ser castigado. Hay responsabilidad moral.
4) Pena como retribución (mal por mal) y como medio de tutela jurídica. El delito altera el
orden jurídico. La pena busca el restablecimiento del orden público alterado por el delito y
tiene el carácter de un mal, equivalente al que el delincuente ha causado.

Repercusión.
Su influencia puede verse en los Códigos Penales italiano de 1889, español de 1870, alemán
de 1871 (redactado por Feuerbach), holandés de 1881 y argentino de 1886.

. Método:
Parte esta Escuela por considerar al Derecho Penal como una “Ciencia Jurídica” que debía
estar incluida dentro de los límites que marca la ley, sin dejar nada al arbitrio del juez. Las
concepciones jurídicas se obtienen del puro razonamiento, por ello el estudio del Derecho
Penal se considera que el método más apropiado es el “lógico- abstracto”. “deductivo o
especulativo” del cual se sirven las ciencias jurídico-sociales.

El Delito:
Para los Clásicos el delito es concebido como un “ente jurídico” abstracto que supone una
relación de contradicción entre el hecho del hombre y el derecho positivo. Según
CARRARA, “el delito no es un ente o fenómeno de hecho sino un ente jurídico porque su
esencia debe consistir necesariamente en la violación de un derecho”.
El delito, es pues, bajo el concepto carrariano “la infracción a la ley del Estado, promulgada
para proteger la seguridad de los ciudadanos, y que resulta de un acto externo del hombre,
positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso”.
En otros términos. El delito es la violación a la norma jurídica. Por consiguiente, la Escuela
Clásica no mira el delito como un fenómeno natural y social sino como un hecho jurídico.
Lo que interesa al jurista es su contradicción con el DERECHO y bajo ese aspecto se formula
su concepto. Como, por otra parte, antepone la consideración del delito y lo aísla, tanto del
delincuente como del medio en que se produjo, además de jurídica, es esencialmente objetiva.
En conclusión, Según los clásicos el delito como ente jurídico es en esencia, una violación
del Derecho. Según esto, el delito no constituye meramente un hecho que da lugar a
consecuencias jurídicas, sino también un hacer, un obrar humano con el cual se viola la ley
penal. Ante la realización de una conducta prohibida, es necesario imponer una sanción.

La Responsabilidad Penal y el Libre Albedrio.


La responsabilidad criminal que es la imputabilidad se funda en la responsabilidad moral, y
ésta, en el libre albedrio o facultad de autodeterminación del hombre frente al bien y mal.
Conforme a esta concepción, solamente es responsable entonces, EL QUE PUDO ACTUAR
LIBREMENTE Y PORQUE LIBREMENTE ELIGIO LO ILICITO. En tal sentido la
delincuencia se ve como la manifestación de la voluntad orientada hacia el mal.
Según la Escuela Clásica, los supuestos en que descansa la imputabilidad son:
 Inteligencia para discernir,
 Libertad para elegir,
 Voluntad para decidirse.
Bajo tal planteamiento, CARRARA expresa lo siguiente, “no se puede ver un delito sino en
aquellas acciones que ofenden o amenazan los derechos de los coasociados. Y como los
derechos no pueden ser agredidos sino por actos exteriores procedentes de una voluntad libre
e inteligente, este primer concepto viene a establecer la necesidad constante en todo delito de
sus dos fuerzas esenciales: la voluntad inteligente y libre; hecho exterior lesivo del derecho
o peligroso para el mismo. Esto conduce a definir con criterio fijo la subjetividad y la
objetividad en todo delito”.
Si por cualquier motivo, condiciones de edad o condiciones psíquicas, el individuo no actúa
libre e inteligentemente es INIMPUTABLE y no responde penalmente de su acción.
En conclusión, La responsabilidad penal debe estar fundamentada en el principio del LIBRE
ALBEDRIO. Esto presupone que el ser humano es capaz de diferenciar lo bueno de lo malo,
lo licito de lo ilícito. Por consiguiente, si por voluntad propia y pudiendo obrar lícitamente la
persona escoge libremente delinquir, será responsable penalmente.

La Pena como Mal y Medio de Tutela Jurídica.


La pena se concibe para los clásicos como una MAL y como un MEDIO de tutela, defensa o
protección jurídica. En cuanto a la protección del orden establecido, es un medio de tutela
jurídica, al mismo tiempo que un mal porque la ve como un castigo que se impone al
delincuente en retribución y expiación de su delito asimismo porque se obtiene mediante la
compensación del mal que el delito causa al individuo, con el que la pena produce el
delincuente. La pena-castigo es característica de la Escuela Clásica.
Es un medio porque se impone para restaurar el orden jurídico perturbado por el delito, y, al
igual que éste, es un ente jurídico. Esto significa que ella ejerce una función retributiva por
el daño que el delito ha causado al individuo. Como hemos visto se parte de la base de que
el hombre es libre para elegir entre el bien y el mal, si delinque es decir, decidió elegir el mal
se hace acreedor a un castigo.
La pena, por otra parte, no debe ser arbitraria sino proporcionada a la gravedad objetiva del
delito, y prefijada en la sentencia que me impone al juez. Consecuencia de este criterio es
que en su fijación no se atiende a la personalidad del delincuente, sino en cuanto ello es
necesario para establecer el grado de su libertad moral (culpabilidad).
En conclusión, la pena es un medio de tutela jurídica de los derechos de los individuos, y se
explica por el hecho de que la sociedad protege los derechos de la persona en forma coactiva;
mediante una pena de función reparadora, divisible y proporcionada al delito.
El Delincuente como Ser Racional.
Parte esta Escuela del supuesto que el delincuente, salvo casos extremos, no difiere de los
demás hombres, y lo mira como un ser racional dotado de libre albedrío, que obra sin sujeción
a influencias extrañas; libre, por lo mismo, de optar entre el bien, representado por el respeto
a la ley, y el mal, representado por su violación.

Influencia:
Entre los méritos de la Escuela Clásica podemos mencionar: el hecho de haber realizado un
estudio sistemático sobre el delito como ente jurídico, el haber logrado la abolición de las
penas infamantes o deshonrosas, el haber rodeado al imputado de garantías tales como: el
principio de legalidad frente al poder sancionador del Estado.
No obstante, puede criticársele el hecho de haber restado importancia al estudio del
delincuente, pues se limitó a considerar el delito como ente jurídico, pero ignoró que el
delito, por el hecho de ser consecuencia de una acción humana tiene como protagonista a una
persona.
POSTULADO ESCUELA CLÁSICA
MÉTODO *Deductivo o lógico
DELITO *Es un ente jurídico
a) *El libre albedrío.
RESPONSABILIDAD
b) *Su origen es producto de la inteligencia, voluntad y libertad.
a) *Es eminentemente un mal, un medio de tutela jurídica y
PENA retributiva.
b) *Proporcionada a la gravedad objetiva del delito, y prefijada en
la sentencia
a) *Parte del supuesto de la normalidad del delincuente no exige
DELINCUENTE que la pena se adapte a él.
b) *No estudia al delincuente.
LA ESCUELA CLASICA Y LA TEORÍA CLÁSICA DEL
DELITO

Fueron muchos los penalistas afiliados a las


teorías sostenidas por la Escuela Clásica, que
pretendieron formular conceptos filosóficos del
delito, con la intención de universalizar o
sistematizar su implementación de modo tal que
sirva en todo tiempo y en todo lugar para
determinar cuándo un acto tiene carácter delictivo.

El nombre, Escuela Clásica, no le fue dada por sus fundadores, sino por sus adversarios, los
positivistas, que al término “clásico” atribuyeron una significación despectiva, la de
tradicionalismo caduco o retrógrado. Quienes repudiaban y rechazaban las bases
metodológicas en que esta escuela se sustentaba.
El paradigma de la escuela clásica, está representado por el gran desarrollo alcanzado por el
estudio de la ciencia de la naturaleza, que provocó el surgimiento de una corriente de
pensamiento, que amparada en los criterios científicos, entendió que mediante la
comprensión de los procesos naturales, podía encontrar el camino para la solución de los
múltiples problemas sociales y humanos que aquejaban al mundo. El estudio de la ciencia,
condujo a determinar que su comprensión estaba asociada al dominio de la naturaleza, y con
tal conocimiento pretendió limitar las miserias humanas. Las premisas científicas,
desarrolladas en este periodo, establecían la posibilidad que mediante el empleo del
conocimiento de la ciencia, se podía en teoría, conducir a la sociedad por el camino de la
felicidad suprema, suprimiendo de forma científica o categórica los males que la aquejaban.

Con el transcurrir del tiempo, pudo comprobarse, que estas tentativas están condenadas al
fracaso, porque la noción del delito está íntimamente ligada a la vida social y jurídica de cada
pueblo y de cada siglo, y por eso, hay mutaciones entre lo que hoy se considera delito y lo
que antes era considerado como tal, en otra parte o en otro lugar.
Por eso resulta inútil establecer un concepto filosófico del delito, que determine cuando un
acto tiene carácter delictivo y cuando no. Ha habido actos que en otras épocas eran lícitos y
ahora no lo son. Por ejemplo, en la antigüedad no sólo era lícito, sino obligatorio, dar muerte
al padre viejo y enfermo. Hoy se castiga ese acto, llamado parricidio, en todos los países del
mundo se considera homicidio practicado en la persona de un ascendiente.
En la antigüedad existieron los delitos religiosos, los cuales se castigaban severamente, como
por ejemplo, el sortilegio, la hechicería, entre otros, que hoy han desaparecido y por lo tanto
no acarrean sanción penal.

Ahora bien, hay actos que violan un deber jurídico y nieguen un derecho subjetivo y si no
está tipificado en la ley penal como delito, no acarrea sanción penal. Por ejemplo, la omisión
del oportuno pago de una deuda, viola un deber jurídico, que es el de pagar oportunamente;
y además, viola un derecho subjetivo: el del acreedor de ver satisfecha su acreencia, y no
obstante, no está tipificado como delito y por lo tanto no acarrea sanción penal.

La teoría clásica del delito, nace como reacción a la barbarie y los métodos medievales donde
privaba la tortura como medios de obtención de pruebas, igualmente como reacción al
principio de juez natural, es decir, tribunales diferentes para nobleza y plebeyos. Las teorías
clásicas del delito encontraron inspiración en la Doctrina de los Enciclopedistas del siglo
XVIII, como Cesare de Beccaria que en 1764 publica su obra "De los delitos y de las Penas",
de contenido individualista liberal, basado en los principios de la Revolución Francesa de
1789.
La teoría clásica del delito, encuentra sus bases filosóficas en el derecho natural, negando la
tesis del contrato social, afirma que el derecho es innato al hombre porque es dado por dios,
por lo tanto el hombre debe vivir conforme a la ley natural pero ésta no es suficiente, el
hombre acepta leyes hechas por él, y para que estas leyes sean cumplidas necesita un conjunto
de normas sancionadoras, que establezcan el orden humano en cuanto a la siguiente
prelación:
 Leyes de Dios.
 Leyes del Hombre
 Leyes Sancionatorias.
Los filósofos que influyeron en la Escuela Clásica fueron Immanuel Kant y Georg Wilhelm
Friedrich Hegel, el primero sostenía que nunca se debe tratar a nadie como simple medio,
sino como fin en sí mismo. El segundo decía que el delito es la negación del derecho; la pena
es la negación del delito o sea la afirmación del derecho.

Para la teoría clásica, la técnica penal, pretende encontrar los elementos que
matemáticamente identifiquen al delito, para establecer como consecuencia la imposición de
la pena, de allí surgen las diferencias entre autor, coautor, cómplice en el concurso de delitos
y personas.

El concepto de delito para la escuela clásica señala que es un ente jurídico previsto en la
norma jurídica y no un fenómeno social, es denominado infracción, se valora por el resultado
de un acto externo del hombre.
El acto externo humano, se refiere a que no pueden ser sancionables aquellos actos internos
o pensamientos que pueda tener un hombre, como entidad consiente y abstracta.
La teoría positivista establece como acto positivo o negativo, a aquellos que se refiere a las
acciones y omisiones, las acciones son positivas y las omisiones negativas.

Es considerado moralmente imputable, cuando el hombre comete un delito movido por su


libre albedrio, que significa que este puede escoger libremente en hacerlo o no.
La teoría clásica considera que el acto es políticamente dañoso, cuando se refiere a que se ha
cometido por el hombre, en franca violación de los derechos de otras personas, perjudicando
a toda la sociedad.
Se tiene al delincuente como un ser normal, que obra con inteligencia y voluntad propia,
dotado de libre albedrio que viola la ley y es castigado por su acto y no por su responsabilidad.

La Pena en consecuencia representa el medio con que cuenta el Estado para reaccionar frente
al delito, expresándose como la "restricción de derechos del responsable". La pena repara la
ofensa a la sociedad y el fin que persigue no es otro que el de restablecer el orden jurídico
perpetuado de la sociedad y con este fin debe ser aflictiva, moral o físicamente, cierta, pronta
y publica en cuanto a su aplicación para así lograr su carácter ejemplarizante.
El método que emplea es el deductivo que va de lo particular a lo general, utiliza la razón, la
lógica y la ciencia para determinar la esencia del delito y así castigarlo.

Postulados de la Escuela Clásica del Derecho Penal:


 Encuentra sus bases filosóficas en el derecho natural.
 Establece un respeto absoluto al principio de legalidad penal.
 Considera que el método debe ser lógico-abstracto, silogístico y deductivo.
 Entiende que el delito representa un ente jurídico y no un ente filosófico.
 La acción es motivada por el libre albedrío de las personas.
 La aplicación de las penas, a los individuaos moralmente responsables, es la razón
que determina la existencia del derecho penal.
 Entiende que existen circunstancias especiales en donde se encuentran las personas
que carezcan de libre albedrío, como por ejemplo los locos y los niños, quienes
quedan excluidos de la aplicación del derecho penal.
 La pena es la retribución o consecuencia directa que se aplica al criminal por el mal
que se hizo a la sociedad.
 La medida de la retribución debe ser exacta, oportuna y concreta al daño causado.
 Las penas son sanciones aflictivas determinadas, ciertas, ejemplares, proporcionales,
deben reunir los requisitos de certeza, prontitud, publicidad, fraccionabilidad y
reparabilidad, y en su ejecución deben ser correctivas inmutable e improrrogables.
 La finalidad de la pena es restablecer el orden social externo que ha sido roto por el
delincuente.
 El derecho de castigar pertenece al Estado, titular de la tutela jurídica.
 El derecho penal es garantía de libertad, ya que mediante él se asegura la preminencia
y continuidad del orden social, la seguridad jurídica y el estado de derecho que
representa el imperio de la autoridad soberana del Estado.

Evolución doctrinal de la teoría clásica del delito:


Se divide en tres periodos:
 Periodo Filosófico: Estudia el ius puniendi del Estado, el concepto y finalidad de la
pena, el fundamento de los delitos, el principio de legalidad, en este periodo se
destacan autores como: Cesare Beccaria, Juan Domingo Romagnosi y Giovanni
Carmignani.
 Periodo Matemático: La pena debe ser proporcional al delito, el daño de la pena debe
ser matemáticamente igual al tipo de delito, sus mayores exponentes fueron Juan
Domingo Romagnosi, Francisco Carrara y Franck Enrique Pessina.
 Periodo Jurídico: Los principios doctrinales son trasladados a la legislación positiva,
su mayor exponente es Luis Luchinni.

Aportes de la escuela clásica penal:


Se considera que en este periodo se sistematizó el derecho penal, de igual forma se humaniza
su contenido al crear los tipos penales y suaviza las penas, entes de la revolución francesa,
luego de ello se reafirma e institucionaliza el principio de legalidad penal.

Críticas a la Escuela Clásica del delito:


No acepta las medidas de seguridad, porque concebía que el autor del delito obraba bajo su
libre albedrío y en consecuencia Dios otorgo la capacidad de discernimiento a todos los
hombres por igual, por lo que es un deber del Estado garantizar el orden y control social por
encima del deseo individual. En consecuencia en esta etapa no se estudia la individualidad
del delincuente.

ESCUELA CLASICA ACCION, TIPÍCIDAD,


ANTIJURIDICIDAD, CULPABILIDAD

(Dominante hasta principios del siglo XX).


Lo que hoy se conoce como escuela clásica no constituyo ni mucho menos una tendencia
doctrinaria unitaria; se trata de unificación que bajo tal denominación hizo Ferri de las
diversas corrientes entonces vigentes, no solo en Italia sino también en otros países a las
cuales contrapuso la escuela positiva (1880). La designación de “clásica” encerrada en
realidad un mote despectivo y sarcástico así el padre de ella dijese en su ancianidad que se
trataba de una gran corriente científica que se llamó y se llama en todas parte escuela clásica
criminal de que yo la denomine así y por cierto con sentido de admiración en el discurso
sobre los nuevos horizontes del derecho y procedimiento penal pronunciado en la universidad
de Bolonia en 1880.
A fines del siglo XIX VON LISZT definía el delito como "acto o ACCIÓN, contrario a
Derecho, culpable y sancionado con una pena". El centro de esta definición lo constituía el
acto, la acción entendida como un proceso causal, como un movimiento corporal que
producía un cambio en el mundo exterior perceptible por los sentidos. Este acto debía ser,
además, contrario a Derecho, es decir, antijurídico, concibiendo, pues, la
ANTIJURIDICIDAD como una simple valoración del acto, del proceso causal externo. Con
ello aceptaba el concepto de antijuridicidad objetiva desarrollado por IHERING quien,
superando la confusión reinante en esta materia en el ámbito del Derecho Civil, había
destacado que también la lesión objetiva de las normas jurídicas produce consecuencias
jurídicas. Pero naturalmente no bastaba en Derecho penal con la valoración de ese acto, es
decir, la CULPABILIDAD concebida en un sentido meramente psicológico, como la
relación subjetiva entre el acto y el autor, formando así las llamadas formas de la
culpabilidad, dolo y culpa, precedidas por la constatación de la capacidad psíquica del autor,
la llamada imputabilidad.
Estas tres características: ACCIÓN, ANTIJURIDICIDAD Y CULPABILIDAD, formaban
la esencia del concepto de delito, aunque a veces era necesario, además, añadir algunas
características que condicionaban todavía el castigo, pero que no tenían nada que ver con el
acto mismo ni con sus elementos, y que debían considerarse separadamente, las llamadas
condiciones objetivas de punibilidad (condiciones de procesabilidad, ejemplo: el delito de
contrabando que sólo es punible a partir de una cuantía mínima), las excusas absolutorias
(inmunidad de los parlamentarios por las opiniones manifestadas en el ejercicio del cargo),
etc.
El esquema descrito se distinguía por su sencillez y claridad: la valoración del acto,
concebido de un modo causal-objetivo, constituía la antijuridicidad; la valoración del autor
y de los componentes subjetivos del delito pertenecía a la culpabilidad. Faltaba todavía, sin
embargo, un elemento que diese consistencia a esas valoraciones y las vinculase con la norma
jurídica positiva. La acción, de cuya valoración se trataba, debía, por imperativo del principio
de legalidad, encajar en la descripción contenida en las normas penales. El descubrimiento
de esta tercera característica, meramente formal, pero importantísima, fue obra de BELING,
quien en 1906 en su Teoría del Delito dio el nombre de tipicidad a la adecuación de una
acción a la descripción contenida en la norma penal.
La tipicidad no tenía para BELING ningún significado valorativo, era simplemente
descripción del suceso objetivo externo en la norma penal; la subsunción en ella no
significaba todavía nada, pero era el punto de referencia de las sucesivas valoraciones y se
convertía así en una característica conceptual del delito.
En esta consideración del delito como acción típica, antijurídica y culpable, amenazada
con una pena, se agotaban todas las posibilidades de análisis del hecho punible y se daban
las bases para una discusión y evolución que todavía está vigente.

LAS ESCUELA CLASICA PENAL Y SU INFLUENCIA EN LA


LEGISLACION POSITIVA SALVADOREÑA.

La influencia de la Escuela Clásica se hizo sentir en la codificación o el ordenamiento penal


salvadoreña. La difusión legislativa de sus principios se realizó a través del Código Penal
Francés de 1810, que sirvió de modelo a un considerable número de Códigos penales
extranjeros, entre ellos a los españoles inspiradores de toda la legislación penal
latinoamericana durante el siglo XIX.
El primero Código Penal español se dictó en 1822, su vigencia fue efímera, pues se derogó
el año siguiente. El Código penal salvadoreño, que comenzó a regir el 26 de abril de 1826,
reconoce como fuente principal el Código Penal español de 1822.
La Escuela Positiva, no obstante su transcendencia en la formación de las modernas
concepciones penales, no influyó en forma directa sobre la codificación.
En el movimiento legislativo contemporáneo prevalecen la tendencia ecléctica de la política
criminal de Liszt y la neoclásica de la escuela técnico jurídica, especialmente esta última. El
actual Código Penal Salvadoreño (1998) puede considerarse una legislación que tiene un
marcado carácter ecléctico, como
oportunamente tendremos
ocasión de comprobar ya que
acogen los principios de la
defensa social contra el delito, en
particular las medidas de
seguridad, la individualización de
la pena, el arbitrio juridicial, la
suspensión condicional de la
ejecución de la condena y la
libertad condicional.
Conclusión
Bibliografía
ANEXOS

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