La exposición regular a tóxicos ambientales puede resultar mucho
más grave de lo que se creía. Y no sólo porque se asocia a enfermedades tremendas, como el cáncer o las tan temidas patologías cardiovasculares, además de distintas infecciones de las vías respiratorias. Sobre todo, conocer estas cifras ha sorprendido porque, simplemente, no se esperaba que fuesen tan elevadas. Frente a los 3,2 millones de muertes estimadas en 2008, este último informe ha corregido sus estimaciones hasta alcanzar una cifra inconcebible, si bien la anterior era ya tremenda. Además, hemos de considerar que dentro de las mismas se incluye todo tipo de contaminación atmosférica, ya sea interior o exterior. A su vez, se trata de un estudio que analiza situaciones muy distintas, con el único denominador común de las emisiones contaminantes en todo el mundo, por lo que su valor es meramente informativo. Es decir, resulta muy útil para conocer la verdadera dimensión del problema, si bien combatir la contaminación exige acciones particulares y, a nivel público, políticas centradas en cada área o caso concreto para ajustarse a las distintas problemáticas
La contaminación del aire es un grave problema para la salud de
las personas. Cada año se cuentan por millones sus víctimas. Según las últimas estimaciones de la Organización Munidal de la Salud (OMS), en 2012 unos siete millones de personas murieron por este tipo de polución. Cáncer y otras enfermedades No fue hasta el 2013 que la OMS decidiera incluir la contaminación atmosférica como una de las causas que provoca cáncer, sobre todo de pulmón y vejiga. Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, miembro, miembro de la OMS, era una realidad evidente que debía ser reconocida oficialmente. No en vano, numerosos estudios han hallado una relación causal entre la polución ambiental y el cáncer, y las cifras son escalofriantes. Sólo en 2010 hubo más de 220.000 muertes por cáncer pulmonar a consecuencia de la polución ambiental. Al margen de los niveles de contaminación, la incidencia personal dependerá de una suma de factores, como la intensidad y frecuencia de la exposición o la sensibilidad de cada uno. Sin embargo, puede concluirse que, de forma generalizada, además de cáncer la polución ambiental también provoca problemas respiratorios y cardíacos. La investigación de la OMS se centró en cruzar datos de las emisiones contaminantes obtenidas vía satélite y estadísticas sobre mortalidad, encontrando por primera vez una fuerte asociación entre la exposición a la contaminación atmosférica y este tipo de enfermedades. Las principales son las cardiopatías isquémicas y los accidentes cerebrovasculares (ambas con un 40%), seguidas de neumopatías obstructivas crónicas (11%), cáncer de pulmón (6%) y enfermedades respiratorias, que en los niños alcanzaba un preocupante 3 por ciento.
3: Ate Vitarte es el distrito que registra
mayor contaminación de aire Según especialista del Senamhi, la principal causa es el parque automotor y la cercanía de tal jurisdicción a la Carretera Central. El tránsito de vehículos obsoletos sigue siendo la principal causa de contaminación del aire, y esta se registra principalmente en Ate Vitarte, un distrito ubicado solo a 50 metros de la Carretera Central. El ingeniero ambiental del Senamhi Aldo Zevallos señaló, que es precisa la regulación del tráfico vehicular vía ordenanzas del Ministerio de Transportes y Comunicaciones así como de las municipalidades. “Debe existir un sistema como en otros países. Según el último número de la placa, organizar el tránsito por días y controlar ello. También tiene que mejorarse el proceso de revisiones técnicas”, indicó. El especialista informó que en Lima existen cinco estaciones donde se mide en tiempo real a qué niveles de concentración y contaminación está el aire de la ciudad. Ahí, explicó, se evalúan cuatro contaminantes y los límites en cada uno de estos. “El Estándar de Calidad Ambiental (ECA) es la unidad de medida para establecer la calidad del aire. Muestra el nivel máximo permisible de contaminación en el que una persona puede estar. Para el contaminante PM-10 el ECA es de 150 microgramos por metro cúbico cada 24 horas. Para el dióxido de nitrógeno son 200 microgramos por metro cúbico cada hora. En caso del ozono, son 120 microgramos por metro cúbico por ocho horas y para el dióxido de azufre es de 80 microgramos por metro cúbico, en promedio, cada 24 horas”, detalló.