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Los rellenos sanitarios son uno de los métodos más populares para la eliminación de los
residuos y la clasificación de basura, aunque tienen algunas desventajas. Esta técnica de
gestión de residuos se ha ido desarrollado e implementando desde la década de 1930, en
respuesta a las crecientes presiones creadas por determinadas población en continuo
desarrollo y creciemiento.
El sitio de un relleno sanitario debe seleccionarse con mucho cuidado. Idealmente, debe
ser colocado por encima del agua, en una zona que no sea geológicamente activa. Otras
consideraciones tienen que ver con la ubicación, porque los vertederos pueden ser
olorosos en ocasiones, por eso generalmente no se deben encontrar en proximidad a
comunidades residenciales.
El terreno también debe ser de bajo costo para que el costo de operación del relleno
sanitario sea rentable, y debe ser accesible por carretera para que la basura pueda ser
fácilmente depositada allí.
Uno de los mayores problemas con un relleno sanitario es el peligro ambiental. Como
los materiales dentro de las capas de basura compactada se descomponen, generan
gases, incluidos el metano, son altamente inflamables. Algunos vertederos simplemente
ventilan estos gases, mientras que otros crean un método par5a utilizar dicha
descoposición como combustible.
Los vertederos también generan lixiviados, materiales que puedan dañar el medio
ambiente si acaban en la capa freática, por lo que el control de la lixiviación es bastante
crítico.
Una vez que el relleno sanitario está cerrado, el trabajo no se detiene. El sitio debe ser
mantenido y controlado. A menudo, los vertederos son recuperados una vez que se
completa su ciclo activo.