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ADMINISTRATIVAS
DERECHO LABORAL
INVESTIGACION FORMATIVA
ESTUDIANTE:
DOCENTE:
SATIPO – PERU
2017
INDICE
1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
EL CONTRATO DE TRABAJO
1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS:
Es una constatación histórica que el Derecho del Trabajo, como derecho especial,
corre paralelo con el nacimiento del contrato de trabajo. Ello explica el por qué la
doctrina durante muchos años identificó el núcleo central de nuestra disciplina con
esta importante institución laboral: el contrato de trabajo.
El contrato de trabajo cumple una doble función: como acto, esto es la función
constitutiva de obligaciones o de la relación laboral entre empleador y trabajador, y
la función como norma, reguladora de las condiciones de la relación laboral.
Brevemente, veamos cada una de estas funciones:
Respecto a la definición, podemos afirmar que si bien existen tantas como autores
hay, no es menos cierto que en casi todas ellas, por no decir en todas, encontramos
enunciados en mayor o menor grado los tres elementos esenciales del contrato de
trabajo: prestación del servicio, pago de la remuneración y subordinación.
Según Jorge Rendón Vásquez, los autores han definido el contrato de trabajo como
un acuerdo, indicando “que es una convención o acuerdo por el cual una persona, el
trabajador, se compromete a prestar trabajo bajo dependencia y por cuenta ajena al
empleador, quien se compromete, a su vez, a pagar una remuneración”.
Anotemos algunas definiciones, que podemos llamar históricas, citadas por Guillermo
Cabanellas de Torres y Alcalá Zamora y Castillo, para un mayor conocimiento del
asunto.
“Es el contrato en virtud del cual el trabajador está obligado a la prestación de trabajo
en servicio del empleador” (Alfredo Hueck y H.C.- Nipperdey). “Es la convención
por la cual una persona se compromete a poner su actividad a disposición de otra,
bajo subordinación, a cambio de una remuneración” (G. H. Carmerlynck y Gerard
Lyon – Caen). “...el contrato de trabajo es un acuerdo expreso o tácito, por virtud del
cual una persona realiza obra o presta servicios por cuenta de otra, bajo su
dependencia, a cambio de una retribución” (Eugenio Pérez Botija). “El contrato de
trabajo es un contrato de cambio mediante el cual el prestador del trabajo pone
voluntaria y personalmente su actividad de trabajo en dependencia y bajo dirección
del dador de trabajo, obligándose a colaborar para el logro de los fines de éste, en
vista de una retribución equivalente” (Giuliano Mazzoni).
Respecto al contenido del artículo 4° de nuestra ley, podemos señalar dos aspectos
importantes:
La presunción a que alude la ley está relacionada con el silencio de quienes celebran
el contrato, de modo que si no hubo pronunciamiento sobre la duración del contrato,
LA LEY PRESUME la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado.
Tal presunción funciona en los siguientes casos:
6.1.ELEMENTOS COMUNES:
6.1.1. Agente capaz: Nos referimos aquí a los sujetos del contrato de trabajo:
trabajador y empleador. La posición que ocupan cada uno de ellos es distinta
y ambos persiguen objetivos diferentes, desde que sus intereses son
distintos. El empleador requerirá de la prestación del trabajo para el
funcionamiento de la organización productiva o el cumplimiento de sus
objetivos, pagando por ello una remuneración. El trabajador se emplea
porque precisa obtener una retribución. “El ordenamiento exige en uno y
otro sujeto la concurrencia de un requisito esencial, cual es el de la
capacidad, esto es, aptitud para realizar actos jurídicos eficaces, requisito
exigido para la realización de cualquier contrato”.
- Objeto lícito: pueden ser objeto del contrato todos los servicios que no
sean contrarios a las leyes y a las buenas costumbres. Un contrato de
trabajo cuyos servicios importan la comisión de un acto ilícito o inmoral
no será válido.
- Objeto posible: las cosas o servicios imposibles no pueden ser objeto de
contrato de trabajo. De producirse, el contrato será nulo.
- Objeto determinado : “El contrato de trabajo, normalmente, determinará
el tipo de trabajo a que se compromete el trabajador, aunque algunos
aspectos del mismo pueden quedar sometidos a una mayor especificación
en la fase de ejecución del contrato”.
Los elementos esenciales del contrato de trabajo son tres: la prestación del
servicio, la remuneración y la dependencia. Ello se deduce del artículo 4° de la
Ley de Productividad y Competitividad Laboral, según el cual: “En toda
prestación personal de servicios remunerados y subordinados se presume la
existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado”. Estos elementos
constituyen también las características del contrato de trabajo, que lo identifican
como tal.
Estos elementos son admitidos por la doctrina, aun cuando no son indispensables,
permiten “diferenciar entre unos contratos de trabajo y otros de la misma
naturaleza”. Los criterios de tipicidad, básicamente, son los siguientes:
8.6.1. Duración de la relación laboral : el contrato de trabajo puede celebrarse a
tiempo indeterminado o a tiempo determinado. El primero lleva a la
estabilidad laboral; el segundo, no. En consecuencia, un contrato típico será el
de duración indefinida, en tanto el contrato atípico será el de duración
indeterminada.
8.6.3. Número de empleos : se trata del pluriempleo, en que el trabajador puede tener
varios empleadores a quienes les presta servicios.
8.6.4. Lugar de trabajo: según se presten los servicios en el propio centro de trabajo
o en el domicilio del trabajador.
De acuerdo con tales criterios, un contrato de trabajo será típico cuando se presta
con duración indeterminada, a tiempo completo, para un mismo empleador y en
el propio centro de trabajo. Serán contratos atípicos cuando falta uno o más de los
elementos señalados.
Son las partes del contrato de trabajo y ellos son: el trabajador y el empleador.
7.1. EL TRABAJADOR.
7.2. EL EMPLEADOR
Si bien es cierto debe admitirse que el contrato de trabajo tiene sus propias
características, como lo hemos visto, no es menos cierto que existen algunas figuras
jurídicas que se le asemejan, por lo que resulta necesario establecer sus diferencias a
través de sus rasgos principales, distanciándolo definitivamente de la contratación
laboral.
Los indicios que pueden servir para la calificación podrían ser: “El cobro por
unidades realizadas, la asunción de los riesgos y la aportación del material por el
que ejecuta la obra”. Ejemplos: podría calificarse como contrato de obra el de los
colaboradores periodísticos externos, no integrados en la organización
empresarial.
Por este contrato “una persona se obliga a prestar algún servicio o a hacer alguna
cosa, por cuenta o encargo de otro”. La diferencia con el contrato de trabajo estaría
en que éste consiste en la prestación de una actividad personal por cuenta ajena,
en la que no se actúa en nombre del empleador. En el mandato se realizan actos
jurídicos por cuenta y en interés del mandante, pero sin que el mandatario actúe
bajo subordinación o dependencia.