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POR UN “NUEVO ORDEN LIBERAL” PARA COLOMBIA

Los abajo firmantes, dirigentes liberales provenientes de todas las regiones de la


Patria, que consideramos de la mayor importancia histórica la decisión que el pueblo
colombiano tomará el 27 de mayo, manifestamos el conjunto de principios que son
la base de nuestra identidad política, y que defenderemos como piedras angulares de
las reformas institucionales y sociales que Colombia necesita, cualquiera sea el
pronunciamiento popular que se conozca en esa fecha.

En varios momentos capitales de nuestro siglo XX, de la mano del Liberalismo,


Colombia comenzó a entrar en la modernidad social, económica y política. El último
de esos grandes hitos, la Constitución de 1991, fue convocada y promulgada durante
la presidencia liberal de César Gaviria Trujillo, cuyas ideas y propuestas tuvieron
profunda incidencia en la nueva Constitución. El Partido Liberal, mayoritario en la
Asamblea Nacional Constituyente, cimentó las reformas que trasformaron caducas
estructuras heredadas del siglo XIX, de la mano con sectores políticos renovadores de
aquel entonces. Concibió un Estado Social de Derecho próspero, equitativo, diverso,
participativo y democrático, que hasta el día de hoy tan solo hemos consolidado
parcialmente.

Pese a los innegables progresos sociales, en muchas regiones de nuestra Patria


subsisten la inequidad, la corrupción y la pobreza. Aun es mucho lo que resta para
lograr las metas que en materia de derechos y garantías sociales se trazaron en la
Carta de 1991. Alcanzar esos fines constitucionales que consoliden el Estado Social de
Derecho exige reformas aplazadas por décadas. Quienes suscribimos esta declaración
estamos dispuestos a sumarnos al empeño de llevarlas a cabo.

Las Reformas que defendemos

Propugnamos una reforma de la Administración de Justicia que le permita cobrar


agilidad y eficacia, basada en el respeto absoluto al principio de división del poder
público, en el convencimiento de que solo con mayores recursos puede garantizarse
la solución de la congestión y la mora judicial, y que garantice que solo los mejores y
más calificados juristas lleguen a las Altas Cortes, Tribunales y Juzgados de Colombia.
La Salud debe reformarse para enfatizar la prevención, la salud pública y la
medicina familiar; es menester sanear las finanzas de los hospitales públicos y corregir
el origen más común de su déficit crónico, reduciendo al mínimo necesario la
intermediación de las EPS en la administración de los recursos del sistema. El fomento
de la enseñanza de la medicina y sus especialidades es necesario para garantizar que
la salud sea un servicio que llegue a todos los colombianos en todos los rincones del
país.

Defendemos que el sistema pensional garantice la inclusión de millones de


compatriotas que hoy no tienen cobertura, al tiempo que abogamos por ampliar la
formalización laboral. Los liberales consideramos que nuestra Patria se encuentra ya
en condiciones de abordar sin apasionamientos y sin atisbos de populismo o
demagogia, la discusión de un modelo propio de Renta Básica de implementación
progresiva que unifique el complejo sistema de subsidios que hoy tenemos, como una
medida de fondo para superar la inequidad y la pobreza, garantizando un “mínimo
básico satisfactorio” a todos los compatriotas. Esta discusión la iniciaremos dentro de
nuestro Partido para llevarla después a los escenarios de debate académico, social y
político.

Internet ya es, y lo será cada vez más, escenario primordial de la educación, el


trabajo y la participación democrática. La universalización de su acceso es punto
capital de la inclusión social y del desarrollo de Colombia.

Nuestros principios

Defendemos una sociedad abierta, donde los poderes públicos tengan como
prioridad garantizar las libertades y los derechos de los ciudadanos.

Reivindicamos la seguridad y el monopolio estatal de la fuerza como la primera


entre todas las garantías sociales y como principio constitucional fundamental, según
la clásica formulación de Thomas Hobbes en el siglo XVII, uno de los pilares del
pensamiento liberal.

Defendemos un Estado con la fuerza y el tamaño suficiente para garantizar la


seguridad, la salud, la educación y la infraestructura que la Patria necesita tanto para
cerrar las brechas de inequidad como para crecer y desarrollarse. Pero el tamaño y
las atribuciones del Estado no deben exceder nunca los límites apenas justos para
cumplir estos encargos básicos.

Estamos seguros que el régimen de libertades y de secularismo que como liberales


defendemos, es plenamente posible respetando valores históricos muy queridos de
nuestra nacionalidad, que son piedras basales de la identidad colombiana, entre ellos,
la alta estima que nuestra nación siente por el núcleo familiar tradicional como
escenario ideal para la crianza y la educación de los niños. Manifestamos con claridad
esta preferencia, sin condenar opciones de vida asumidas de manera individual y
privada.

Creemos que una clase media fuerte y amplia es condición básica de la democracia.
Esa gran clase media que anhelamos solo existirá dentro del marco de una economía
de mercado donde los poderes públicos garanticen la libre competencia y la igualdad
de oportunidades, proveyendo acceso universal a la salud y la educación.

Concebimos la Política Exterior de nuestra Patria dentro de la comunidad de


naciones americanas: países libres, democráticos y respetuosos del Derecho
Internacional y del marco normativo de la ONU y la OEA, basado en las libertades
civiles, los derechos humanos, la seguridad y la protección del medio ambiente, por
lo que defendemos la lucha pacífica pero firme de las naciones de América contra el
autoritarismo y la tiranía donde quiera que surjan. Por eso manifestamos nuestra
firme oposición al régimen antidemocrático que hoy gobierna en Venezuela, asunto
que debe ser punto prioritario de la agenda exterior de Colombia.

Creemos que la clave de la prosperidad del mundo contemporáneo se basa en


mayor medida en la educación, la innovación, la ciencia y la cultura. Con un modelo
económico basado en la promoción de nuestro capital humano, en el fortalecimiento
de nuestras capacidades tecnológicas, universitarias y científicas, y no en estrategias
extractivistas que a veces causan daños ambientales irreparables, pretendemos
modernizar a Colombia para ser competitivos en la era de la globalización. Nuestra
economía conserva una amplia base agropecuaria cuya modernización debe
promoverse llevando al campo seguridad, infraestructura, conectividad, educación,
titulación y crédito.

Propendemos por el equilibrio de los poderes públicos, que hoy se encuentran


avasallados por la Rama Ejecutiva. Defendemos un poder legislativo fuerte con
iniciativa y con mayor capacidad de discusión en materia presupuestaria, en tanto que
vocero y conocedor de primera mano de las realidades regionales.

Respetamos a la dirigencia liberal de los años 90 del siglo pasado que optó por
incluir nuestro Partido en la Internacional Socialista, pero hoy sentimos que esa
decisión favoreció la división del liberalismo en varios sectores que se transformaron
luego en partidos independientes. Proponemos revisar esa medida y retomar una
identidad centrista; moderna pero afecta a los valores más queridos de nuestra
nacionalidad, que reintegre esos sectores históricamente liberales en el gran partido
de las mayorías que siempre fuimos.

Seremos fuertes en las ideas y claros en los acuerdos que las llevarán a la práctica.
Nos haremos sentir a lo largo y ancho del país, tanto en el Congreso, como en las
asambleas, los concejos y todos los escenarios de la democracia colombiana, que
serán nuestra tribuna. Llamamos a la militancia de nuestro Partido, a los dirigentes
nacionales y regionales del liberalismo, y a quienes sientan identidad con estos
postulados de reformas y principios, a que respalden esta convocatoria en favor de
las transformaciones que demanda la Patria.

Tenemos plena confianza en César Gaviria, en su condición de jefe natural y


Director Único Nacional de nuestro Partido, porque los postulados contenidos en esta
declaración ya se expresaron con gran claridad en las reformas estructurales y
constitucionales que él abanderó en el cuatrienio en que fue Presidente de la
República. Su presencia al frente de los destinos del Partido Liberal es prenda de
garantía para todos quienes suscribimos este documento.

Bogotá, mayo de 2018.

Firman:

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