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Energía y medio ambiente

1.- Energía y sus características.

La física define energía como la capacidad de realizar trabajo, a partir de este concepto amplio que
incluye la energía mecánica, cinética, potencial, química, nuclear, térmica, etc., nuestra sociedad ha
entendido como energía como todo recurso a partir del cual se puede obtener energía útil para ser
utilizada por el hombre.

En base a lo anterior, las energías más utilizadas por el hombre son en primer lugar la energía
química presente en hidrocarburos u otras sustancias, como leña o desechos, para generar energía
térmica o mecánica directamente, y por otro lado tenemos la energía eléctrica, que se obtiene a
partir de una otras fuentes de energía primaria, tales como la energía térmica, hidráulica, eólica,
solar, geotérmica, nuclear, etc., las que son transformadas en electricidad para facilitar su
transporte y uso.

Respecto de la energía química obtenida a partir de los distintos combustibles, la más relevante a
nivel internacional es la obtenida a partir de diversos hidrocarburos fósiles tales como el carbón,
petróleo, gas natural y sus derivados. Éstos son explotados a partir de yacimientos subterráneos de
manera muy similar a la industria minera, los que implican proyectos de exploración, prospección,
explotación y cierre de los mismos. Por parte del transporte y distribución de estos combustibles,
éste se realiza a través de ductos especializados o a través de otros medios de transporte, como
camiones o buques, y su distribución es a través de esos mismos medios y por estaciones de servicio.

A nivel nacional encontramos que la leña es uno de los combustibles más utilizados, representando
cerca del 20% de la energía consumida en el país, y de ésta, cerca de un 60% corresponde a consumo
residencial. Respecto de la fuente de esta leña, aproximadamente un 50% corresponde a
explotación del bosque nativo1. Respecto de la explotación, transporte y distribución de este
recurso, en su mayor parte se realiza de manera informal y a nivel local.

Respecto de la electricidad, ésta corresponde a una forma de energía que fluye entre dos puntos,
de diferente potencial, a través de un conductor, lo cual forma la corriente eléctrica, de esto surgen
una serie de particularidades que son determinantes en la forma de entender esta forma de en que
esta energía funciona:

a) La energía eléctrica requiere de una red especialmente diseñada para ser transportada de un
lugar a otro.

b) En términos generales se puede decir que la energía eléctrica no puede ser almacenada, y a
consecuencia de ello, ésta debe ser consumida inmediatamente después de su generación. Por esto,
la electricidad, una vez generada es transportada y distribuida según las necesidades de consumo
inmediato.

1 SISTEMA NACIONAL DE CERTIFICACIÓN DE LEÑA. [en línea] <http://lena.cl/contexto/>. [consulta septiembre 2016]
Debido a estas características, toda la regulación del sector eléctrico chileno se construye sobre la
idea del sistema eléctrico, que corresponde al conjunto de instalaciones de centrales eléctricas
generadoras, líneas de transporte, subestaciones eléctricas y líneas de distribución, interconectadas
entre sí, que permite generar, transportar y distribuir energía eléctrica2.

La generación, que consiste en la producción de energía eléctrica a partir de otras formas de energía.
Existe una gran variedad de formas de generación de energía eléctrica, dependiendo de la fuente
de energía que ocupan y la forma en que ésta es transformada.

El transporte de energía eléctrica consiste en su transmisión a través de líneas o conductores físicos


de alta tensión, desde las centrales generadoras pasando por terrenos públicos y privados, ríos,
caminos y todo accidente geográfico intermedio, hasta las subestaciones de transformación que
reducen el voltaje de la corriente eléctrica3. El sistema de transmisión se define legalmente como el
conjunto de líneas y subestaciones eléctricas que forman parte de un sistema eléctrico, y que no
están destinadas a prestar el servicio público de distribución4.

Por su parte la distribución de energía eléctrica consiste en la conducción del fluido a tensión
reducida, desde las subestaciones transformadoras hasta los lugares de consumo; la distribución
permite llevar energía eléctrica desde líneas aéreas y subterráneas, extendidas a lo largo de calles y
caminos, hasta los empalmes de los consumidores5.

2.- Sector energía y sistema de evaluación de impacto ambiental.


Teniendo claro el contexto de lo que abarca el sector energía, a continuación, veremos su relación
con el sistema de evaluación de impacto ambiental.
De conformidad con lo señalado en el artículo 8 de la Ley Nº 19.300, que aprueba ley sobre bases
generales del medio ambiente (LBGMA), los proyectos o actividades señalados en el artículo 10 de
ese cuerpo legal, sólo pueden ejecutarse o modificarse previa evaluación de su impacto ambiental.
A su vez el artículo 10 de la LBGMA señala las tipologías de proyectos o actividades que el legislador
estimó susceptibles de causar impacto ambiental, por lo que deben ser sometidos al sistema de
evaluación de impacto ambiental (SEIA). Este listado de actividades es complementado y
desarrollado por el artículo 3 del Reglamento del SEIA (RSEIA), aprobado mediante Decreto Supremo
Nº 40, de 2012, del Ministerio del Medio Ambiente.
Conforme a lo anterior, ahora revisaremos las tipologías en las que se enmarcan los proyectos
asociados al sector de energía:

2 MINISTERIO DE ECONOMÍA, FOMENTO Y RECONSTRUCCIÓN. Decreto con Fuerza de Ley Nº 4/20.018, de 2006, que fija
el texto refundido, coordinado y sistematizado del D.F.L. Nº 1, de 1982, de Minería, Ley General de Servicios Eléctricos, en
materia de Energía Eléctrica, publicado en el Diario Oficial el día 05 de febrero de 2007. Literal a) del artículo 225º.
3 VERGARA, Alejandro. Régimen jurídico de la energía eléctrica. Aspectos generales y problemas actuales. Revista de

Derecho Administrativo Económico. 1(1): 141-159. 1999.


4 MINISTERIO DE ECONOMÍA, FOMENTO Y RECONSTRUCCIÓN. 2007. Op. Cit., Artículos 73°.
5 VERGARA, Alejandro. Op. Cit.
a) Combustibles fósiles.
a.1) Explotación de yacimientos.
Respecto de la explotación de yacimientos de combustibles fósiles, en el literal i) del artículo 10 de
la LBGMA encontramos los proyectos de desarrollo minero, incluidos los de carbón, petróleo y gas
comprendiendo las prospecciones, explotaciones, plantas procesadoras y disposición de residuos y
estériles.
Resulta interesante que la ley excluye del SEIA las actividades de exploración de yacimientos, pero
incorpora las actividades de prospección. La distinción entre ambas actividades se realiza a nivel del
RSEIA, donde se señala que la prospección corresponde al conjunto de obras y acciones a
desarrollarse con posterioridad a las exploraciones mineras, conducentes a minimizar las
incertidumbres geológicas, asociadas a las concentraciones de sustancias minerales de un proyecto
de desarrollo minero, necesarias para la caracterización requerida y con el fin de establecer los
planes mineros en los cuales se base la explotación programada de un yacimiento, que consideren
cuarenta (40) o más plataformas, incluyendo sus respectivos sondajes, tratándose de las Regiones
de Arica y Parinacota a la Región de Coquimbo, o veinte (20) o más en las demás regiones. Respecto
de la exploración señala que corresponde al conjunto de obras y acciones conducentes al
descubrimiento, caracterización, delimitación y estimación del potencial de una concentración de
sustancias minerales, que eventualmente pudieren dar origen a un proyecto de desarrollo minero,
que consideren menos plataformas que las establecidas para las prospecciones6.
En el RSEIA se define también lo que se entiende por proyecto de desarrollo minero
correspondientes a petróleo y gas, entendiendo por tales “aquellas acciones u obras cuyo fin es la
explotación de yacimientos, comprendiendo las actividades posteriores a la perforación del primer
pozo exploratorio y la instalación de plantas procesadoras.”7.
Estas faenas cuentan con un Permiso Ambiental Sectorial (PAS) propio, que corresponde al
establecido en el artículo 137 del RSEIA, referido al cierre de faenas mineras, que autoriza la
realización de un plan de cierre de faenas mineras o de hidrocarburos, que otorga el Servicio
Nacional de Geología y Minería de conformidad a la Ley 20.551, de Cierre de Faenas e Instalaciones
Mineras.
Cabe señalar que la Comisión Asesora Presidencial para la evaluación del SEIA en su informe final
propuso incorporar una nueva tipología de ingreso al SEIA, correspondiente a la técnica de la
fracturación hidráulica8, en atención a los particulares impactos ambientales que esta actividad
puede generar.

a.2) Transporte de combustibles fósiles


Respecto del transporte de estos combustibles, se debe tener presente que ellos se pueden
trasportar de manera similar a cualquier otro producto, de manera que cualquier proyecto de

6 MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE. Decreto Supremo Nº 40, de 30 de octubre de 2012, que aprueba reglamento del
sistema de evaluación de impacto ambiental, publicado en el Diario Oficial el día 12 de agosto de 2013, Literal i.2. del
artículo 3.
7 MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE. 2013. Op. Cit., Literal i.4. del artículo 3.
8 COMISIÓN ASESORA PRESIDENCIAL PARA LA EVALUACIÓN DEL SEIA. Informe Final, Julio 2016, [en línea]

<http://portal.mma.gob.cl/wp-content/doc/35877_Informe-MMAF_FINAL.pdf>, [consulta septiembre 2016], pp. 193,


202 y 2014.
infraestructura de transporte, como caminos públicos, autopistas, vías férreas o puertos, podría
eventualmente ser utilizado para mover estos combustibles.
Sin perjuicio de lo anterior, en el artículo 10 de la LBGMA encontramos tipologías que corresponden
específicamente al transporte de estas sustancias, como son:
- Los oleoductos y gasoductos del literal j) del artículo 10 de la LBGMA.
- Los terminales marítimos del literal f) del artículo 10 de la LBGMA, que son definidos como los
fondeaderos para buques tanques, que cuenta con instalaciones apropiadas consistentes en
cañerías conductoras destinadas a la carga o descarga de combustibles, mezclas oleosas o productos
líquidos9.
El establecimiento de terminales marítimos también lleva asociado el otorgamiento de dos PAS
específicos, el contenido en el artículo 112 del RSEIA, que corresponde al permiso para emplazar
instalaciones terrestres de recepción de mezclas oleosas, que es otorgado por la Dirección General
de del Territorio Marítimo y Marina Mercante (DIRECTEMAR), de conformidad a lo dispuesto en el
artículo 113 del Decreto Supremo Nº 1, de 1992, del Ministerio de Defensa Nacional, Reglamento
para el Control de la Contaminación Acuática. Además deben solicitar el PAS del artículo 114 para
la instalación de un terminal marítimo y de las cañerías conductoras para transporte de sustancias
contaminantes o que sean susceptibles de contaminar, que se entrega en base a la misma normativa
que el anterior.

a.3) Distribución de combustibles fósiles.


A nivel de distribución de estos combustibles encontramos las estaciones de servicio del literal e)
del artículo 10 de la LBGMA, que corresponden a aquellos locales destinados al expendio de
combustibles líquidos o gaseosos para vehículos motorizados u otros usos, sea que presten o no
otro tipo de servicios, cuya capacidad de almacenamiento sea igual o superior a doscientos mil litros
(200.000 L)10.
Respecto de esta categoría de proyectos, la Comisión Asesora Presidencial para la evaluación del
SEIA estimó que ya cuentan con regulaciones específicas que salvaguardan los aspectos ambientales
del desarrollo de éstos, por lo que proponen eliminar esta tipología de ingreso al SEIA11.

b) Leña.
Respecto de la explotación de la leña para fines energéticos, no asociados a la generación de energía
eléctrica, ésta generalmente se desarrolla a escala reducida por pequeños productores o como un
subproducto de otras actividades (explotación de frutales o la industria celulosa), por lo que es poco
común que se evalúen proyectos orientados a la producción o consumo de biomasa para proyectos
energéticos.
De manera excepcional existen algunos casos en que se han sometido a evaluación de impacto
ambiental algunos proyectos de elaboración de pellets de madera para su uso como biomasa. Estos

9 MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE. 2013. Op. Cit., Literal f.4. del artículo 3.
10MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE. 2013. Op. Cit., Literal e.6. del artículo 3
11 COMISIÓN ASESORA PRESIDENCIAL PARA LA EVALUACIÓN DEL SEIA. Informe Final, Julio 2016, [en línea]

<http://portal.mma.gob.cl/wp-content/doc/35877_Informe-MMAF_FINAL.pdf>, [consulta septiembre 2016], pp. 191-


193.
proyectos ingresan en virtud del literal m) del artículo 10 de la LBGMA, que corresponde a proyectos
de desarrollo o explotación forestal en suelos frágiles, en terrenos cubiertos de bosque nativo,
industrias de celulosa, pasta de papel y papel, plantas astilladoras, elaboradoras de madera y
aserraderos, todos de dimensiones industriales. Dentro de esta categoría las plantas de elaboración
de pellets ingresan en cuando su consumo de madera, como materia prima, es igual o superior a
treinta metros cúbicos sólidos sin corteza por hora (30 m³ ssc/h), o cuando reúnen las características
para ser categorizados como instalaciones fabriles o proyectos industriales de acuerdo al RSEIA12.

c) Energía eléctrica.
Respecto de la energía eléctrica, como revisamos previamente, corresponde distinguir entre las
actividades de generación, transporte y distribución de energía eléctrica. De estas 3 actividades,
solo el transporte de energía eléctrica debe someterse siempre al SEIA; los proyectos de generación
deben someterse únicamente cuando corresponden a iniciativas de más 3 megawatts, a menos que
el proyecto incurra en alguna otra tipología relacionada, como revisaremos más adelante, y la
distribución de energía normalmente no ingresa al SEIA, excepto cuando se ésta se realiza en áreas
bajo protección oficial, o forma parte de otros proyectos.

c.1) Generación de energía eléctrica.


En el listado del artículo 10 de la LBGMA existen dos tipologías orientadas exclusivamente a la
generación de energía eléctrica, el literal c) referido a las centrales generadoras de energía mayores
a 3 MW y el literal d) referido a los reactores y establecimientos nucleares e instalaciones
relacionadas.
La primera tipología establecida en el literal c) del artículo 10 de la LBGMA no recibe mayor
desarrollo por parte del RSEIA, sin embargo, es la principal vía de ingreso para las centrales de
generación de energía eléctrica, especialmente aquellos proyectos que no requieren de obras o
actividades comprendidas en otras tipologías de ingreso, como son los proyectos termoeléctricos,
geotérmicos, fotovoltaicos y eólico.
Respecto de la tipología establecida en el literal d) del artículo 10 de la LBGMA, ésta es desarrollada
por el literal d) del artículo 3 del RSEIA, donde se define establecimiento nuclear como aquellas
dependencias en las que se procesan, manipulan, utilizan, almacenan, tratan o disponen materiales
que contengan nucleídos fisionables en una concentración y purezas tales que, por sí solos o en
combinación con otras sustancias, sean capaces de producir un proceso sostenido de fisión nuclear,
salvo el uranio natural y el uranio empobrecido, y define las instalaciones relacionadas, como las
instalaciones radiactivas ubicadas dentro de un establecimiento nuclear.
Esta tipología de ingreso al SEIA nunca ha sido utilizada para proyectos energéticos, sino únicamente
orientada a instalaciones relacionadas con terapias en materia de salud. Asimismo nunca se ha
solicitado el PAS establecido en el artículo 134 del RSEIA, referido al permiso para el emplazamiento
de instalaciones nucleares y radioactivas.
Sin perjuicio de la existencia de tipologías específicas para los proyectos de energía, las centrales
generadoras también ingresan por las siguientes causales:

12 MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE. 2013. Op. Cit., Literal m.3. del artículo 3
- Los proyectos hidroeléctricos, tanto de embalse como de pasada, suelen ingresar también
por la tipología establecida en el literal a) del artículo 10 de la LBGMA, correspondiente a
Acueductos, embalses o tranques y sifones que deban someterse a la autorización
establecida en el artículo 294 del Código de Aguas.
En esta tipología encontramos: i) las presas13 con muros mayores a 5 metros de altura o que
generen embalses de más de 50.000 m3; ii) la defensa o alteración de un cuerpo o curso de
aguas14, que comprenden todas las obras de regularización o protección de las riberas o
actividades que impliquen un cambio de trazado de su cauce, o la modificación artificial de
su sección transversal, todas de modo permanente; y iii) los acueductos que conduzcan más
de dos metros cúbicos por segundo que conduzcan más de medio metro cúbico por
segundo, que se proyecten próximos a zonas urbanas, y cuya distancia al extremo más
cercano del límite urbano sea inferior a un kilómetro y la cota de fondo sea superior a 10
metros sobre la cota de dicho límite15.
Esta clase de instalaciones también suele requerir de determinados PAS, dependiendo de la
case de infraestructura que contemple, como son los PAS de: i) el artículo 155, referido a
las obras hidráulicas del artículo 294 del Código de Aguas; ii) el artículo 156 para modificar
os cauces; o iii) el artículo 157 para efectuar obras de regularización o defensa de causes
naturales.
- Los proyectos de saneamiento ambiental del literal o) del artículo 10 de la LBGMA, en
particular la tipología del literal o.8 del artículo 3 del RSEIA, referido a sistemas de
tratamiento, disposición y/o eliminación de residuos industriales sólidos con una capacidad
igual o mayor a treinta toneladas día (30 t/día) de tratamiento o igual o superior a cincuenta
toneladas (50 t) de disposición, suelen llevar aparejados sistemas de manejo del biogás que
se genera en estas instalaciones, el que solo de manera excepcional es utilizado para
generar energía.
- Los proyectos termoeléctricos requieren de sistemas de enfriamiento, los que a su vez
requieren de abundante agua para funcionar, y debido a que el agua de mar no requiere de
derechos de aprovechamiento de agua16, la mayor parte de estos proyectos se instalan
cerca de la costa y utilizan agua marina en sus sistemas de enfriamiento, descargando el
agua utilizada a través de emisarios submarinos, los cuales están comprendidos dentro del
literal o) del artículo 10 de la LBGMA y corresponde a la tipología o.8 del artículo 3 del RSEIA
Adicionalmente la descarga al mar del agua utilizada en los procesos de enfriamiento de las
centrales requiere del PAS establecido en el artículo 115 del RSEA, correspondiente al
permiso para introducir o descargar materias, energía o sustancias nocivas o peligrosas de
cualquier especie a las aguas sometidas a la jurisdicción nacional.

c.2) Transmisión de energía eléctrica.

13 MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE. 2013. Op. Cit., Literal a.1. del artículo 3
14 MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE. 2013. Op. Cit., Literal a.4. del artículo 3
15 Literales b) y c) del artículo 294 del Código de Aguas.
16 Aunque de acuerdo a la Contraloría General de la República se requeriría de una concesión marítima, de acuerdo a su

Dictamen Nº 35.441, de 05 de mayo de 2015.


Todos los proyectos de transmisión de energía eléctrica deben ingresar al SEIA en razón del literal
b) del artículo 10 de la LBGMA, que se refiere a las líneas de transmisión eléctrica de alto voltaje,
que corresponden a aquellas con una tensión mayor a 23 kV, y sus subestaciones17.
En razón de la descripción de la tipología de ingreso al SEIA podemos apreciar que existe un enfoque
distinto entre la legislación sectorial y la ambiental respecto de la diferencia entre transporte y
distribución de energía, ya que, en la normativa eléctrica, la diferencia entre ambos tipos de
instalaciones está dado por su finalidad, mientras que en la normativa ambiental la diferencia es por
el nivel de tensión de las líneas.
Por lo anterior, existirán proyectos que, de acuerdo a la clasificación sectorial corresponderían a
iniciativas de distribución de energía eléctrica que deberán ingresar al SEIA por tratarse de líneas de
transmisión de tensión superior a 23 kV.

3.- Principales conflictos asociados a los proyectos de energía.

a) Proyectos relacionados con combustibles fósiles.


Debido a nuestra realidad nacional, donde los grandes proyectos de explotación de hidrocarburos
se ubican en zonas con baja población y poca competencia con otras actividades económicas
(principalmente la Región de Magallanes), hasta la fecha no se han generado grandes conflictos
asociados a la explotación de esta clase de combustibles, con excepción del yacimiento de carbón
de Isla Riesco, el que fue cuestionado por afectación a diversos componentes ambientales del
sector.
Respecto del transporte de hidrocarburos, los principales problemas y conflictos se han
materializado alrededor de los terminales marítimos, por lo repetidos derrames en Quinteros y la
oposición ciudadana al proyecto del terminal marítimo de Penco-Lirquén, asociado al proyecto
Octopus, debido al riesgo de generar contaminación de las aguas y afectar las actividades pesqueras
del sector.
En relación con los oleoductos o gasoductos, en general no se han generado conflictos sociales y
únicamente en contadas ocasiones han recibido oposición al atravesar áreas protegidas o en zonas
habitadas, como fue el gasoducto de GasAndes que atravesó el Cajón del Maipo en los años 1995 y
1996.

b) Uso de leña con fines energéticos.


El uso de la leña con fines de calefacción está siendo objeto de fuertes restricciones a través de los
planes de prevención y de descontaminación que se están implementando desde la Región
Metropolitana al sur, debido a que uso domiciliario es la principal fuente de contaminación de las
ciudades de esa zona, llevándolas a ser algunas de las más contaminadas de América.

c) Energía eléctrica.
Los proyectos de generación y transporte de energía eléctrica son los que mayor oposición
ciudadana generan, enfrentando cada tipología de proyecto:

17 MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE. 2013. Op. Cit., Literales b.1. y b.2. del artículo 3
- Proyectos de energía geotérmica: Conflicto con proyectos turísticos (geiser del tatio) y con
las comunidades cercanas por uso y posible contaminación del recurso hídrico.
- Proyectos de energía solar: Conflicto con actividad turística y afectación de flora nativa, y
en el caso de los proyectos de concentración solar, impacto sobre las aves.
- Proyectos eólicos: Impacto sobre el paisaje y turismo (Parque eólico Chiloé), impacto de
sonido y vibraciones (infrasonido), impacto del efecto sombra e impacto sobre aves y
quirópteros (Los Trigales) e impactos sinérgicos.
- Proyectos termoeléctricos: Impacto sobre biota marina por la captación y devolución de
agua de mar (Bocaminas y Patache) e impacto sobre la salud humana como efecto de sus
emisiones al aire de material particulado y otros contaminantes (Nueva Era).
- Proyectos hidroeléctricos: Efectos sobre la flora y fauna (Hiroaysén y Mediterráneo),
impacto sobre el turismo y paisaje (Alto Maipo y Doña Alicia), inducción sísmica (Cuervo y
San Pedro), variaciones intradiarias del caudal (Hidroaysén), disponibilidad del recurso
hídrico (Laja y Maule).
- Proyectos de transmisión eléctrica: Impactos sobre paisaje y turismo (Mediterráneo;
Melipilla-Rapel y Cardones - Polpaico), impacto sobre aves y abejas (Charrúa Ancoa),
radiaciones electromagnéticas (Cardones Polpaico) y alteración de flora y fauna.

d) Problemas transversales.
El principal conflicto al que se están enfrentando actualmente los desarrolladores de proyectos
corresponde al desarrollo adecuado de los procesos de consulta indígena, el que está presente en
casi todos los procesos de judicialización de éstos, tanto en el SEIA y sus instancias de reclamación
(Mediterráneo, Doña Alicia, Parque Eólico Chiloé, entre otros) como en las Cortes de Apelaciones y
Suprema a través de recursos de protección (Parque Eólicos La Cabaña y Renaico, Terminal Marítimo
Penco Lirquén, entre otros).
Esto se ve agravado debido a que quién toma la decisión de realizar la consulta y a quienes invita a
participar es el SEA, mientras que el que sufre los perjuicios en caso de judicializarse o revocarse la
RCA es el titular del proyecto.
Además, existen diferencias entre el SEA y la CONADI, en el marco del SEIA, respecto de quién
determina las comunidades indígenas afectadas, lo que también redunda en problemas para los
titulares de proyectos.

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