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Las Tres Perspectivas en Juan 15

En la Biblia, Juan 15 está dividido en tres grandes párrafos.


Párrafo 1 es Juan 15:1-11
Párrafo 2 es Juan 15:12-17
Párrafo 3 es Juan 15:18-25
En mi meditación de cada uno de estos párrafos, las perspectivas normativa (Profeta),
existencial (Sacerdote), y situacional (Rey) emergieron más convincentemente para mí.
El Párrafo 1 15:1-11 habla de Jesús como la Vid y de sus seguidores como las ramas o
pámpanos. La meta es llevar fruto y experimentar la clase de vida caracterizada por el
amor y el gozo del Padre en la medida más plena. La manera de lograrlo es “habitando”
o "permaneciendo” en Jesus como las ramas o pámpanos permanecen unidas a la vid
para nutrirse, vivir y crecer. La ilustración no es teórica sino experiencial. La vida cristiana
se trata de experimentar el amor y el gozo de Jesús a través de permanecer o morar en
Él.

En el Párrafo 2, 15:12-17 Jesús comienza con “Este es mi mandamiento.” Él está


poniendo o fijando un estándar, una norma para la comunidad cristiana. El párrafo
concluye con “estas cosas os mando u ordeno”. ¿Qué hay comprendido dentro de estos
dos "mandamientos"? Jesús dice,
Los he amado (v. 12)
Los he llamado (v. 15)
Les he dado a conocer (v. 15)
Los escogí (v. 16)
Los elegí (v. 16)
Jesús, el último dador de la Ley, está dando forma al estándar al explicar su obra en
nuestras vidas. Su amor, llamado, elección, nombramiento, etc. es la obra soberana de
nuestro Salvador intentando gobernar nuestras vidas. El estándar es éste: Jesús puso su
vida por nosotros, y aquellos que siguen a Jesus deben poner sus vidas por otros.

El Párrafo 3 15:18 – 25 es dominado con el mundo en el cual estamos situados. Más


tarde Jesús orará por sus seguidores en el mundo, pero por ahora, Él nos da una imagen
clara de lo que nos espera. El mundo nos odiará. El mundo nos perseguirá. ¿Por qué?
Porque no somos del mundo. Hemos sido escogidos del mundo. El mundo no conoce al
Padre. De hecho, el mundo odia al Padre y a Jesús. Todo eso en sólo 7 versículos.
¿Cuál es el punto que Jesús está haciendo aquí?
Jesús está diciendo a sus discípulos que tienen que vivir y demostrar su fe en un medio
ambiente hostil donde sacrificar la vida será algo “normal” (normativa). Si la vid fue
cortada, ¿qué no harán con las ramas o pámpanos?

Así que...

Párrafo 1 (Juan 15:1-11) tiene una perspectiva existencial, y el Espíritu de Jesús es


nuestro Consolador, dándonos a conocer la presencia y las promesas de Jesús.

Párrafo 2 (Juan 15:12-17) tiene una perspectiva normativa, y el Espíritu de Jesús es


nuestro Revelador, dándonos a conocer las palabras y las maneras o modos de Jesús.

Párrafo 3 (Juan 15:18-25) tiene una perspectiva situacional, y el Espíritu de Jesus es


nuestro Portador, dándonos las palabras que debemos decir y la audacia (denuedo) para
vivir sin tener que disculparnos por ser cristianos en un mundo que nos odia y nos
persigue.

En el Evangelio de Juan, Jesús nos enseña acerca de la obra del Espíritu Santo. Él es
nuestro consolador. Jesús prometió no dejarnos huérfanos, y por su Espíritu se nos
recuerda continuamente acerca de nuestra adopción, clamando “Abba, Padre!” El
Espíritu es el agente divino que hace posible que permanezcamos existencialmente en
la Vid. No solamente eso, sino que el Espíritu magnifica a Jesús. Él inspira la Palabra,
ilumina la Palabra, y trae convicción a la Palabra. Él es quien apropia la obra de Jesús en
nuestras vidas. Finalmente, el Espíritu no es dado para ayudarnos a dar testimonio de
Jesús, proveyéndonos tanto las palabras como la audacia necesarias para permanecer
firmes ante un mundo hostil.
Pienso que Debemos experimentar a Jesús (existencial). Debemos obedecer a Jesús
(normativa). Y debemos sufrir como Jesús (situacional). Juan 15 es un pasaje de la
Escritura increíblemente rico, y me ha ayudado a ver cómo cada uno de estos párrafos
me llevan a Jesús y las maneras en que su Espíritu mora en mí para capacitarme a
conocer a Jesús, creer en Él, y seguirlo.

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