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TRABAJO DE ESPAÑOL

“ANALISIS DE LA NOVELA LAZARILLO DE TORMES”

PRESENTADO POR:

KARLA MICHAELLE HIGGINS MOLINA

DIANA MARGARITA HIGGINS VILLANUEVA

GRADO:

10°A

INSTITUCIÓN EDUCATIVA TÉCNICA JUAN V. PADILLA

JUAN DE ACOSTA, MAYO 19 DE 2015


INTRODUCCIÓN

De todos los antihéroes que protagonizan las novelas picarescas, Lázaro de Tormes
es seguramente el más entrañable (el único entrañable) y al que de mejor grado
perdonamos sus infamias, quizá porque lo conocemos niño ingenuo y lo vemos capaz
de compasión por otros necesitados, como el escudero muerto de hambre que es su
tercer amo. La historia de Lázaro, como la de todos sus compañeros de profesión
picaresca, es cruel. Su clase social, su genealogía, su necesidad de sobrevivir como sea
en un mundo siempre hostil, convierten su vida en una carrera de obstáculos que
intenta superar con ingenio y poca o nula moralidad. Su aprendizaje es violento,
inmisericorde. El primer amo de Lazarillo es un ciego, pordiosero e hipócrita
rezador, que comienza sus enseñanzas con el famoso episodio del toro de piedra:
«Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido dentro de él». Y el curioso y
crédulo muchacho acerca la cabeza para recibir un golpe contra el diablo del toro,
que más tres días le dura el dolor de la cornada. «Necio, aprende –le dice su
maestro– que el mozo de ciego un punto ha de saber más que el diablo».
Preguntas:

1. ¿Cómo era la España reflejada en esta historia, qué problemática social se


muestra?

España era una sociedad bastante autoritaria, donde se veía la gran diferencia de
estratos y de clases, en esta época los amos maltrataban a sus súbditos y la Inquisición
tenía conocimiento de esta violación de derechos.

2. ¿Por qué es una novela picaresca?

Es una novela picaresca, ya que el autor coloca al pícaro y al mundo que lo rodea
dentro de una verosimilitud narrativa, en consonancia con su personalidad y el medio
ambiente en el que vive. Esto se consigue intentando que la lengua sea un reflejo de
este telón de fondo social; con el que se intenta un acercamiento a la situación
existencial del protagonista y de su medio ambiente.

3. ¿A qué época, género literario y Escuela literaria pertenece esta novela?

Esta novela pertenece al género literario narrativo, caracterizada por un modo


narrativo. En la voz autobiográfica del narrador se manifiestan ecos y advertencias del
autor que, con ironía, revela con su insolaridad con el pícaro. La escuela literaria que
pertenece esta novela se llama Renacimiento.

4. Cuál es la intensión crítica y moralizante de esta obra?

Lázaro de Tormes (y sobre todo Lazarillo) permanece en la memoria de todo


lector en poderosas imágenes: al menos en esto es completo el éxito de Lázaro,
que quiso narrar su vida para que el olvido no alcanzara a sepultar sus trabajos y
sus triunfos, y para que todos supieran cuánto mérito tiene, «para los que tienen
contraria la Fortuna, con fuerza y maña remando salir a buen puerto». O al menos
al mejor puerto al que pueden aspirar en el mar de este mundo amargo y lleno de
desengaños.
5. Explicación del porqué en esta novela sobresalen dos factores: La técnica
autobiográfica y el realismo exagerado?

La autobiografía de Lázaro es la comprobación de un proceso deseducativo . Los


rasgos constitutivos de la novela picaresca son: narración autobiográfica en la cual el
pícaro cuenta su vida remontándose a su origen y continuando el relato en sucesión
cronológica lineal hasta la situación final del deshonor; articulación narrativa del relato
en el sistema de servicio a varios amos; visión de la realidad desde la perspectiva única
del narrador protagonista

6. Porqué la novela aparece en el índice de lecturas prohibidas por la Santa


Inquisición 1559?

Porque en el contenido el autor crítica la nobleza y la honra se basa en la vida tan


fácil que tenían los nobles y lo difícil que es salir adelante para quienes fueron
olvidados por la fortuna. A través del escudero, el autor muestra la estúpida
obsesión que la nobleza tiene por la honra, por las apariencias, y las poco
edificantes formas de vida de este sector social. Cuando nombramos las formas de
vida de este sector social relacionamos la maledicencia, adulación y el
aborrecimiento de la virtud de ser privilegiado.

6) Explicación de lo que aprendió Lázaro de cada uno de sus amos para lograr
tener madurez y estabilidad emocional.

Así aprenderá Lázaro sus lecciones, a fuerza de palos, golpes y burlas, en


la mayor de las soledades del espíritu... Un día de grande lluvia el ciego le
pide que lo enderece a unos soportales para resguardarse de la mojadura,
y Lázaro lo coloca enfrente de un poste de piedra para que salte el
arroyo: «Saltad todo lo que podáis, porque deis a este lado del agua». El
ciego toma carrerilla y da tremendo golpe contra el poste «que sonó tan
recio como si diera con una gran calabaza y cayó para atrás medio muerto
y hendida la cabeza». Lázaro ya sabe un punto más que el diablo, y le ha
devuelto a su pedagogo la calabazada.

Lanzado a la orfandad completa ha de buscarse otro trabajo. La


serie de amos de Lázaro refleja los vicios y corrupciones de diversos
estratos sociales, o ilustra los pecados de la avaricia, la soberbia o la ira...
Del ciego pasa a un clérigo de Maqueda, de insufrible avaricia, que
guarda bajo llave las cebollas y los panes y hace perecer de hambre al
flaco criado. Las triquiñuelas y rapiñas que Lázaro inventa para comer,
ratonando los panes del arca y falsificando las llaves, terminará, al ser
descubierto, con nueva tanda de palos.

El tercer amo aún es peor, no por maldad, sino por miseria total: un
hidalgüelo pagado de su negra honrilla, caricatura de una clase social de
la España de la época, un ser inútil y ridículo que exige que lo traten
como a gran señor mientras disimula las hambres imperiales comiéndose
los restos que su paje limosnea. Triste destino el de Lázaro: «Allí se me
representaron de nuevo mis fatigas y torné a llorar mis trabajos; allí se me
vino a la memoria la consideración que hacía cuando me pensaba ir del
clérigo, diciendo que, aunque aquel era desventurado y mísero, por
ventura toparía con otro peor. Finalmente, allí lloré mi trabajosa vida
pasada y mi cercana muerte venidera».

Un día desaparece el escudero y Lázaro continúa su peregrinación:


un fraile mercedario, un vendedor de bulas, un pintor de panderos, un
alguacil... De todos estos el buldero es el que pinta con mayor detalle el
anónimo autor de la novela, con elaboradas descripciones de sus
embustes para colocar a los incautos las bulas de la Santa Cruzada, pero
ninguno hay presentable, aunque el pícaro busca desesperadamente
«arrimarse a los buenos», como dice el refrán, para ser uno de ellos.
Irónicamente se cumple este deseo cuando Lázaro se casa con la
manceba del arcipreste de san Salvador, otro clérigo corrompido. Los
vecinos del barrio, con la caridad previsible, murmuran del «caso»: que si
la paciencia de Lázaro, que si su mujer había parido tres veces, que si el
señor arcipreste vive pared por medio...

El pícaro cierra los oídos, que no los tiene para ocuparse de hablillas
sobre honras, y defiende a su mujer («juraré sobre la hostia consagrada
que es tan buena mujer como vive dentro de las puertas de Toledo, y
quien otra cosa me dijere, yo me mataré con él»), fuente de su bienestar
material (gracias a ella recibe una carga de trigo al año, carne en Pascuas,
panes, y otras protecciones). ¿Qué más puede pedir? ¿Honor? ¿Cómo se
come? Lázaro no es un caballero, ni un hidalgo, ni siquiera un villano
rico o comerciante de importancia. Es un antiguo mozo de ciego lleno de
malas mañas, un superviviente sin grandes aspiraciones. Su vida es vulgar
y baja, y sin embargo, al contárnosla en la epístola dirigida a un «vuestra
merced» que se interesa por el «caso», inaugura nada menos que la
novela moderna. No hay fantasías caballerescas ni amores refinados ni
aventuras fabulosas en el septentrión.

Nos cuenta simplemente la vida de un pobre muchacho, tejida de


episodios cómicos y satíricos, que envuelven una almendra amarga de
violencias y abusos. Lázaro lucha con sus armas y deja testimonio
admirable en esta su ficción literaria que alcanza un grado de verdad
desconocido hasta su aparición a mitad del siglo XVI.

7) Porque la novela aparece en el índice de lecturas prohibidas por la Santa


Inquisición en 1559?

Porque sencillamente en aquellos tiempos los libros en su contenido hacían


referencia a las injusticias cometidas por los amos a sus plebeyos y la desigualdad que
se vivía en los pueblos.

8) Estilo lingüístico y las figuras literarias más usadas

Los procedimientos técnicos y recursos estilísticos de esta novela se parecen al estilo


de Juan de Valdés, "escribo como hablo".

Entre los procedimientos, se destaca la ironía y la parodia. De ahí emana parte de la


comicidad, humor y sátira que el narrador prodiga con sarcasmo. El autor utiliza la
sátira en esta novela como medio para criticar y ridiculizar la sociedad de aquella
época.
El estilo de la novela es una muestra de elegancia y decoro literario. Abunda el
empleo de recursos estilísticos, sintaxis envolvente, antítesis, etc

9) El humanismo se refleja en esta obra, explica ¿Cómo y por qué?

El humanismo se ve reflejado en esta obra, ya que se trata de la visión de


un humanista desencantado, acaso judeoconverso y erasmiano, a pesar de que Marcel
Batallón niega el influjo directo de Erasmo en la obra.

Como consecuencia, resultó la inclusión de esta obra en el Índice de libros


prohibidos de la Inquisición, la cual permitió al cabo la circulación de una versión
expurgada de los pasajes anticlericales.
El Lazarillo fue, además, una obra muy traducida e imitada, y su influjo, profundo,
marcó tanto la literatura española que podría decirse que sin ella no habrían podido
escribirse ni Don Quijote de la Mancha ni la treintena de novelas picarescas españolas
y extranjeras que se han conservado.

10. ANÁLSIS LITERARIO

Estructura de la Novela: Diseño Externo

La novela presenta una organización en siete capítulos, llamados tratados (quizá en


relación con el carácter didáctico que -irónicamente- el autor da a su obra) y un
prólogo.
Los capítulos están numerados y llevan sus epígrafes, cuya autoría es discutible.
La transición entre los capítulos se produce a veces por encima del epígrafe,
omitiendo una de las palabras finales del capítulo anterior: así ocurre en el comienzo
del capítulo IV.
Se puede notar también la diferencia de extensión entre los capítulos: mientras que
los tres primeros presentan mayor extensión, los cuatro restantes son mucho más
cortos, especialmente el IV y el VI.

Modo Narrativo

La ficción autobiográfica

La autobiografía de Lázaro resume su visión de la realidad, explica su conducta y lo


presenta como un antihéroe, un insignificante "don nadie".
En la voz autobiográfica del narrador se manifiestan ecos y advertencias del autor
que, con ironía, revela con su insolaridad con el pícaro.

Significado de la Novela

La autobiografía de Lázaro es la comprobación de un proceso deseducativo. Los


rasgos constitutivos de la novela picaresca son: narración autobiográfica en la cual el
pícaro cuenta su vida remontándose a su origen y continuando el relato en sucesión
cronológica lineal hasta la situación final del deshonor; articulación narrativa del relato
en el sistema de servicio a varios amos; visión de la realidad desde la perspectiva única
del narrador protagonista

Personajes

Lazarillo de Tormes-
Lazarillo de Tormes es el protagonista de la novela. Representa la clase baja y
vagabunda de la época. Es un antihéroe, astuto, dependiente para poder subsistir, y
un pícaro. El iba de amo en amo para satisfacer su hambruna. Cada amo era una
situación social diferente. Una vez pudo conseguir la felicidad, pudo tener una vida
más estable.

Tomé González-
Padre de Lázaro de Tormes. El es acusado de robo, y es mandado a servir a un
mozo, dónde, poco después muere.

Antona Pérez-
Madre de Lázaro. Esta entrega a Lázaro a un ciego para que el ciego lo guiara.

Zaide-
Padrastro de Lázaro. A Zaide lo capturaron por robo, y fue azotado.

El Ciego-
Primer amo de Lázaro. Es el personaje que más influye en la vida de Lázaro ya que
éste le enseña a ser astuto, malicioso, tramposo, y hasta vengativo. El ciego le
enseñaba las cosas a Lázaro a través de los golpes. Este le enseña también a como
obtener comida y a como conseguir dinero. El ciego era tramposo y avaro. Era un
mendigo como Lázaro. El fingía que sabía predecir el sexo de los bebés de las
mujeres embarazadas, y lo hacía sólo para obtener dinero, y a veces servía como
supuesto médico. Lázaro lo deja ya que éste no le traía la felicidad que él buscaba:
Comida.

El Clérigo-
Segundo amo de Lázaro. Este representa el tema de la corrupción del clero, ya que
este es avaro e inescrupuloso. El guardaba el pan de la misa en un arca para
comérselo él sólo. Es inescrupuloso porque el ofrece a Lázaro comida que
supuestamente había sido pulverizada por ratones. La avaricia del clérigo lo ciega de
la realidad, razón por la cual él piensa que habían ratones en su casa comiéndole el
pan.

El Escudero-
El escudero es el tercer amo de Lázaro. Representa las falsas apariencias de la
época. Lázaro pensaba que él era un hombre rico y de muchos bienes, pero luego se
da la sorpresa de que es todo lo contrario de lo que él pensaba. En este caso, los
papeles entre el amo y Lázaro cambian: el escudero depende de Lázaro en vez de
Lázaro depender del escudero. El escudero luego lo abandona, y Lázaro vuelve a la
calle.

El Fraile de la Merced-
Este es el cuarto amo de Lázaro. Es el amo que le da a Lázaro su primer par de
zapatos. El es un fraile corrupto ya que él es un fraile promiscuo. Las ansias de
Lázaro en este momento no era por mujeres, sino por comida, lo que hace que
Lázaro lo deje. Una vez más, Lázaro vuelve a mendigar por las calles.

El Buldero-
Este es el quinto amo de Lázaro. No tuvo muchas relaciones con él, razón por la
cual Lázaro lo deja. El fue el amo más falso e inescrupuloso de toda la novela. Este
representa la falsa religiosidad. El buldero vendía bulas solamente para lucrarse de las
ganancias, y éste convencía a la gente para que las comprara. Era tan falso que llegó al
punto de hacer un pacto con un alguacil para hacer un "drama" dónde el alguacil iba a
fingir haberse muerto, y luego haber sido revivido milagrosamente por las bulas, y
ésto lo hacía el buldero para hacer creer la gente que las bulas hacían milagros.
Lázaro lo deja porque éste no lo entendía mucho.

El Pintor-
El pintor es el sexto amo de Lázaro, pero estuvo muy poco tiempo con él. Este
representa la clase renacentista culta y artística de la época. Al poco tiempo, Lázaro lo
deja.

El Capellán-
Séptimo amo de Lázaro. Es un oportunista que se vale de otras personas para
recibir unos beneficios. Este le ofrece el primer trabajo con sueldo a Lázaro. Lázaro
estuvo cuatro años con este amo, hasta recibir la cantidad de dinero que él necesitaba
para comprarse ropa usada y una espada. Una vez Lázaro obtuvo lo que necesitaba,
dejó a su amo y a su oficio.

El Alguacil-
Octavo amo de Lázaro. El alguacil representa la ley en aquella época. Lázaro
encuentra el oficio de su amo muy peligroso, así que éste lo deja.

El Arcipreste de San Salvador-


Noveno y último amo de Lázaro. Este es el amo que le consigue la esposa a
Lázaro. Este representa también la corrupción del clero ya que habían cuentos por
esa área sobre relaciones entre la esposa de Lázaro y el arcipreste.

La Criada del Arcipreste de San Salvador-

Mujer con la que Lázaro se casa, y la que le trae parte de la felicidad a él. Una vez se
casa con ella, satisfizo su hambruna, y llegó a una estabilidad en su vida

ARGUMENTO GENERAL (RESUMEN).


Lázaro nació en el río de Tormes, de allí su sobrenombre. Era hijo de Tomé
González y de Antona Pérez. Más tarde su padre murió en la guerra y entonces él y
su madre se fueron a la ciudad, donde se dedicaba a guisar y a lavar ropa de los
caballeros. Al poco tiempo tuvo un hijo con un Zaide.
Posteriormente su entregó a Lázaro a un ciego que por allí venía, quien le enseñó a
Lázaro a a vivir la vida. El ciego era muy avaro y casi no lo alimentaba, por lo cual le
hacía algunas travesuras como beberse el vino con una pajita, cuando comían el
racimo de uvas y el Lazarillo se las comía de tres en tres o cuando le cambió la
longaniza por un nabo en el bocadillo. Ésta última casi le cuesta la vida, ya que el
ciego le propinó una gran paliza. De ahí viene el gran odio que el Lazarillo le tenía a
su amo. Un día, para vengarse de todo lo que le había hecho, le guió por un arroyo
en el que se tenía que saltar. Entonces, Lázaro hizo saltar al ciego contra un poste y
quedó desplomado en el suelo medio muerto, fue cuando aprovechó y se marchó
corriendo.
Después del ciego se encontró con un clérigo, su próximo amo, que aún era más
avaro que el ciego y le hacía pasar mucha hambre, pero como Lazarillo era muy
astuto y un día le pidió a un cerrajero una llave para abrir el arca dónde de sacerdote
guardaba toda su comida. El clérigo pensaba que eran ratones y luego una culebra
pero una noche Lázaro emitió un sonido con la llave y el clérigo le pegó y lo votó de
su casa.
Una vez despachado, Lazarillo encontró a su nuevo amo, un escudero. Con éste pasó
mucha hambre ya que era pobre y no tenía ni para él mismo, es más, el Lazarillo lo
tenía que mantener con lo que conseguía pidiendo limosnas a la gente del pueblo. Un
día, un hombre y una mujer le fueron a pedir la renta. Su amo dijo que se iba a traer
el dinero y nunca más regresó.
El próximo amo fue un fraile, que lo único que hizo es darle unos zapatos al Lázaro.
Más tarde se le rompieron y lo abandonó.
El siguiente amo que tuvo fue un buldero, que se ganaba la vida predicando las bulas
a la gente del pueblo, pero al final resultó ser todo un montaje entre el alguacil y él,
quienes engañaban a la gente. Por eso, después de reflexionar un poco, lo dejó.
Después de dejar al buldero, Lázaro fue a parar a manos de un capellán, que lo
utilizaba para repartir el agua por el pueblo. Gracias al dinero que sacó pronto se
pudo comprar ropa nueva y entonces se marchó con su último amo, el alguacil, que
no estuvo mucho tiempo con él porque era un oficio peligroso. Desde entonces, el
Lazarillo, ya crecido, no tuvo ningún amo más y se ganaba la vida de pregonero. Más
tarde se casó con una criada del arcipreste de San Salvador, con la que vivió
felizmente el resto de su vida.
GLOSARIO

Almohaza: Instrumento de hierro para limpieza de las caballerías.


Ampollas: Frascos de cuello alargado donde se guardan el vino y el agua de
misa.
Apañador: Ladrón.
Aparejo: Ocasión propicia.
Arcaz: Arca grande o baúl.
Ardides: Astucia, sutileza.
asaz: Abundante, bastante.
Asentar: Poner a alguien en servicio de otro.
Berzas: Verduras, coles.
Blanca: Antigua moneda de vellón.
Bula: Documento que vendía la iglesia para obtener fondos y otorgar
indulgencias.
Buldero: Quien predicaba y vendía bulas.
Cabo: Parte, sitio, lugar.
Calabazada: Golpe recibido en la cabeza.
Calzas: Prenda masculina ceñida del muslo a la rodilla.
Cañizo: Tejido de cañas.
Copear: Robar capas, atacar, saltar.
Capuz: Vestidura larga con capucha en punta.
Centenario: Cien azotes dados como pena de las justicia.
Coco: Algo que atemoriza a lo niños.
Colodrillo: Parte posterior de la cabeza.
Comendador: Superior de un convento.
Compasar: Medir.
Concha: Cavidad para recibir las limosnas.
Cornado: Antigua moneda de cobre.
Darse al diablo: Enojarse, disgustarse, irritarse.
Descalabrar: Romper la cabeza, estropear algo.
Despender: Expender, vender.
Despidiente: Ultimo Hecho que se relata.
Discantar: Hablar con exageración.
Engastonar: Engastar una piedra preciosa en oro y plata.
Ensalmar: Curar los huesos dislocados o rotos.
Escobajo: Racimo de uva desgranado.
Escudillar: Servir las escudillas o platos.
Estado: Medida Equivalente a la estatura regular de un hoombre.
Falsario: Mentiroso, Falso, embustero.
Falsopecto: Bolsa grande para guardar cosas de cuidado, llevada junto al
pecho.
Fardel: Saco que cargaban los pobres para transportar comestibles, y otros.
Fustán: Tela de algodón, para confección de vestido.
Gallofero: Holgazán y limosnero.
Gullilla: El comienzo del estomago.
Halda: Falda.
Holgar: Gozar, disfrutar de algo.
Huelgo: Aliento.
Húmero: Cañón de una chimenea.
Jerigonza: Jerga o lenguaje usado por los marginales.
Jubón: Especie de chaleco con mangas.
Lacería: Pobreza, miseria.
Lanzon: Lanza gruesa y corta, de punta de hierro.
Nonada: Cosa de poca importancia.
Oblada: Ofrenda de pan a favor de los difuntos.
CONCLUSIÓN

Después de analizar esta novela, podemos ver que los sucesos fundamentales de la
vida del protagonista, como una evolución pedagógica de perversión. Lázaro, hombre
de vil origen, educado en la astucia y en el engaño por el ciego, busca una honra que
le proporcione un provecho que, al fin, consigue, como nos relata en el "Tratado VII".
En la novela hay dos planos narrativos: el del autor y el del protagonista; los dos
planos se interfieren por medio de la ironía, aunque en dos sentidos diferentes:
Lázaro cuenta su vida como si de un triunfo se tratase, mientras el autor cree todo lo
contrario; Lázaro, desde su perspectiva, considera que ha llegado a buen puerto; para
el autor, por el contrario, aquella situación es el colmo de la abyección.
BIBLIOGRAFÍA

 www.fluvium.org/textos/documentacion/cul26.htm
 www.ups.edu/faculty/velez/Span
 www.rinconliterario.com

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