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I. OBJETO DE REGULACIÓN,
EL SISTEMA PENAL
Es el conjunto de instituciones que por actividades propias de su función, interviene
en la aplicación de normas penales, estas instituciones son:
o La Institución Policial.
o El Ministerio Público.
o El Poder Judicial.
o El Instituto Nacional Penitenciario.
i. LA POLICÍA NACIONAL
a. Es el primer instrumento con el que cuenta el Poder del Estado, para ejercer
el control penal, en esencia sirve al Estado y a los ciudadanos, sin embargo
cuando éstos últimos no cumplen sus mandatos o se alejan de las decisiones
del Estado, tiene la misión de hacer cumplir la voluntad del primero.
3. TEORIAS DE LA PENA
LA PENA
1. DEFINICIÓN.-
La palabra pena proviene del latín poena, que significa castigo, tormento
físico, padecimiento, sufrimiento. El concepto de pena se plantea como un
concepto formal del derecho, en tal sentido, la pena es la sanción jurídica
aplicable a quien viola la norma jurídica prohibitiva. Es un “mal” que debe
imponerse al culpable o responsable de la comisión de un delito. Es una
figura previamente creada por el legislador, en forma escrita y estricta, al
amparo del “principio de legalidad”, donde toda persona debe ser castigada
si el hecho está previsto en la ley como delito con anterioridad a la comisión
del mismo. Este principio, es el pilar del Derecho Penal, representado por el
apotegma latino: nullum crime, nulla poena sine lege.
a) INTRODUCCIÓN:
Así, la sanción nace debido a que, las relaciones entre los miembros de la
sociedad no siempre son pacíficas; en toda sociedad existe la cuota necesaria
de violencia entre los individuos que no pueden ser controladas con medios
de control natural. Entonces, es necesario la intervención de un orden
jurídico “violento” como lo es el Derecho Penal; que, luego de haber
señalado como delitos ciertas conductas proscritas en la sociedad, sanciona
a su autor con la imposición de una pena o medida de seguridad. No es otra
cosa que un medio de “control social” que emplea la violencia sometida a
ciertas normas jurídicas y constitucionales.
KANT Y HEGEL:
Al respecto, Luis Miguel Bramont-Arias, dice: "…las penas buscan la prevención del delito
respecto del autor que cometió el ilícito penal, es decir la prevención de la pena consiste en
hacer que el sujeto no vuelva a delinquir. Se trata de prevenir el delito resocializando o
rehabilitando al delincuente -Artículo IX del Título Preliminar del Código Penal-".
Para éstas lo fundamental sigue siendo la pura retribución del delito culpablemente
cometido y sólo dentro de ese marco retributivo y, por vía de excepción, admiten que con
el castigo se busquen fines preventivos. Roxin manifiesta que la retribución no es el único
efecto de la pena, sino uno más de sus diversos caracteres que incluso no se agota en sí
mismo, sino que, al demostrar la superioridad de la norma jurídica sobre la voluntad del
delincuente que la infringió, tiene un efecto preventivo general en la comunidad.
Se habla en este sentido de prevención general positiva que más que la intimidación
general, persigue el reforzamiento de la confianza social en el Derecho.
Pero si, a pesar de esa amenaza e intimidación general, se llega a cometer el hecho
prohibido, entonces a su autor debe aplicársele la pena prevista para ese hecho,
predominando en la aplicación de la pena la idea de retribución o de prevención general
positiva, aunque no se excluyan aspectos preventivos especiales.
Finalmente, durante la ejecución de la pena, prevalece, sobre todo si se trata de una pena
privativa de libertad, la idea de prevención especial. Ello debido a que, el delincuente
estando recluido en prisión, debe recibir la educación y socialización suficiente para
alcanzar un grado evolutivo que al devolverlo a la vida en comunidad no vuelva a delinquir.
3. CLASES DE LAS PENAS Y SUS CARACTERÍSTICAS
Conforme al artículo 28° del Código Penal de 1991, las penas aplicables a los
autores o partícipes de un hecho punible son de cuatro clases:
CLASES DE PENAS
Estas sanciones que afectan la libertad ambulatoria del condenado y determinan su ingreso
y permanencia en un Centro Carcelario, pueden ser de dos tipos. En primer lugar tenemos
la Pena Privativa de Libertad Temporal, cuya duración se extiende desde dos días hasta un
máximo de 35 años. Y, en segundo lugar, contamos también con una pena de carácter
atemporal y que es la Cadena Perpetua, la cual es de duración indeterminada. Estas
sanciones se cumplen conforme a las disposiciones del Código de Ejecución Penal y son las
que se aplican con mayor frecuencia en el país. La ley reserva el uso de las penas privativas
de libertad para un número importante de delitos como el homicidio (Artículo 106°), el
hurto (Artículo 185°), el robo (Artículo I 88°), el terrorismo (Decreto Ley No. 25475) o el
tráfico ilícito de drogas (Artículo 296°).
Son penas que restringen los derechos de libre tránsito y permanencia en el territorio
nacional de los condenados. La ley distingue dos modalidades: LA PENA DE EXPATRIACIÓN
que es aplicable a los nacionales Y LA PENA DE EXPULSIÓN DEL PAÍS que recae únicamente
en los extranjeros. Ambas penas se ejecutan luego de que el condenado haya cumplido la
pena privativa de libertad que también le fue impuesta en la sentencia. Se trata, por tanto,
de penas conjuntas y de cumplimiento diferido.
Ahora bien, es de precisar que solamente la pena de expatriación tiene un límite de
extensión y que es de 10 años, lo cual permite inferir que la pena de expulsión del país
puede tener la condición de permanente y definitiva, aunque también puede quedar sujeta
a un plazo de cumplimiento determinado.
Son pocos los delitos que poseen como sanción conminada una pena restrictiva de libertad.
Ese es el caso de los Atentados Contra la Seguridad Nacional y Traición a la Patria (Artículos
325° y 334° del Código Penal) y el Tráfico Ilícito de Drogas (Artículos 296° a 303° del Código
Penal).
Están consideradas normativamente entre los artículos 31° a 40° del Código Penal.
Estas sanciones punitivas limitan el ejercicio de determinados derechos económicos,
políticos y civiles, así como el disfrute total del tiempo libre. Son de tres clases:
Prestación de servicios a la comunidad, limitación de días libres e inhabilitación.
PENA DE INHABILITACIÓN
Su base legal se encuentra entre los artículos 41° a 44° del Código Penal. Es la pena
pecuniaria y afecta al patrimonio económico del condenado. La multa implica el
pago de una cantidad de dinero que el condenado debe realizar a favor del Estado,
por haber sido autor o partícipe de un hecho punible. Es importante distinguir que
la multa es una pena de condición patrimonial y no una indemnización para la
víctima del delito como lo es la reparación civil.
PENA DE MULTA
Prisión.
Arresto domiciliario.
Destierro.
Cuando la pena privativa de libertad no tiene un plazo de finalización se la conoce
como cadena perpetua.
Las propuestas para mejorar nuestra situación penitenciaria son abundantes debido a
nuestra poca experiencia doctrinaria y jurisprudencial referida a dicha materia, pero aquí
esbozare algunas que creo son importantes para menguar en algo nuestra realidad
carcelaria y su control jurisdiccional por parte de las autoridades judiciales. En primer lugar,
debería crearse dentro del Poder Ejecutivo una Comisión Permanente de Control y
Seguimiento de la Capacidad de Alojamiento de los Establecimientos Carcelario a nivel
nacional con la función de determinar esta capacidad en los establecimientos del Instituto
Nacional Penitenciario destinados a alojar personas privadas de su libertad. La Comisión
deberá utilizar para el cumplimiento de la función encomendada, los criterios que surgen
de las “Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos” de las Naciones Unidas. En
segundo lugar, y no menos importante, debería crearse una ley que devuelva a la vida
jurisdiccional a los desaparecidos Jueces de Control de la Ejecución de la Pena, ello con el
fin de evitar arbitrariedades por parte de la administración Penitenciaria que no teniendo
como facultades ciertas prerrogativas que en su ejercicio vulneran derechos fundamentales
de los reclusos, se resuelva jurisdiccionalmente los incidentes que se originen durante la
ejecución de una sentencia condenatoria. Esto bajo la premisa de que una sentencia
condenatoria limita o priva a una persona de manera temporal de la libertad ambulatoria,
además de imponer otras restricciones que guardan intrínseca relación con el delito
cometido; así, deja abierta la posibilidad material del individuo de ejercitar todos aquellos
derechos que no fueron objeto de privación, llámese así al derecho a la salud, al trabajo, a
la educación y claro, al derecho a la libertad de expresión como ejemplo más contundente.
Puesto de esta manera, creemos que la deliberación de estas situaciones durante el trámite
de la ejecución de una pena privativa de libertad ha de ser resuelta formal y jurídicamente
por el Juez de la Ejecución, quien investido de las facultades legales que prescribe la norma,
legitima la voluntad de la constitución Política con sus actos jurisdiccionales a favor o en
contra del penado.
El objetivo de la Ejecución Penal está previsto en el artículo II, que recoge el principio
contenido en el segundo párrafo del artículo 234 de la Constitución Política. Los conceptos
de reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad,
doctrinariamente, pueden resumirse en el de resocialización del interno. En el caso del
interno procesado rige el principio de la presunción de inocencia previsto en el artículo 2
inciso 20 literal f) de la Carta Fundamental, aplicándosele las normas del Sistema
Penitenciario, en cuanto sean compatibles con su situación jurídica.
EXPOSICION DE MOTIVOS
TITULO PRELIMINAR
TITULO I EL INTERNO (Artículo 1 al 8)
TITULO II REGIMEN PENITENCIARIO (Artículo 9 al 59-A)
Capítulo I Disposiciones Generales (Artículo 9 al 20)
Capítulo II Disciplina (Artículo 21 al 36)
Capítulo III Visitas y Comunicaciones (Artículo 37 al 41)
Capítulo IV Beneficios Penitenciarios (Artículo 42 al 59)
Capítulo V Revisión de la Cadena Perpetua (Artículo 59-A)
TITULO III TRATAMIENTO PENITENCIARIO (Artículo 60 al 94)
Capítulo I Disposiciones Generales (Artículo 60 al 64)
Capítulo II Trabajo (Artículo 65 al 68)
Capítulo III Educación (Artículo 69 al 75)
Capítulo IV Salud (Artículo 76 al 82)
Capítulo V Asistencia Social (Artículo 83 al 86)
Capítulo VI Asistencia Legal (Artículo 87 al 91)
Capítulo VII Asistencia Psicológica (Artículo 92)
Capítulo VIII Asistencia Religiosa (Artículo 93 al 94)
TITULO IV LOS ESTABLECIMIENTOS PENITENCIARIOS (Artículo 95 al 117)
Capítulo I Instalaciones (Artículo 95 al 105)
Capítulo II Órganos (Artículo 106 al 111)
Capítulo III Seguridad (Artículo 112 al 117)
TITULO V EJECUCION DE LAS PENAS RESTRICTIVAS DE LIBERTAD (Artículo 118)
TITULO VI EJECUCION DE LAS PENAS LIMITATIVAS DE DERECHO (Artículo 119 al 124)
TITULO VII ASISTENCIA POST-PENITENCIARIA (Artículo 125 al 128)
TITULO VIII PERSONAL PENITENCIARIO (Artículo 129 al 132)
TITULO IX INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO (Artículo 133 al 140)
TITULO X DISPOSICIONES FINALES Y TRANSITORIAS
Cuadro de Modificaciones
Artículo 1.- El presente Reglamento del Código de Ejecución Penal regula la ejecución de la
pena privativa de la libertad, las restrictivas de la libertad, las limitativas de derechos y las
medidas de seguridad.
Artículo 2.- El interno es la persona que se encuentra privada de libertad en un
establecimiento penitenciario, en condición de procesado o sentenciado.
Artículo 3.- La ejecución de la pena se cumplirá respetando los derechos fundamentales de
la persona consagrada en la Constitución Política del Perú, y en el resto del ordenamiento
jurídico peruano. Esta protección se extiende a todos los internos, tanto procesados, como
sentenciados, respetando las disposiciones que establezcan los Tratados Internacionales
sobre la materia.
Artículo 4.- El interno forma parte de la sociedad y goza de sus derechos con las limitaciones
que le impone la Ley, la sentencia y el régimen de vida del Establecimiento Penal, de
acuerdo con lo establecido en los artículos 21 y 22 del Código de Ejecución Penal.
Artículo 5.- El Sistema Progresivo del tratamiento penitenciario comprende la observación,
diagnóstico, pronóstico, clasificación y el programa de tratamiento individualizado.
Artículo 6.- La sociedad, las Instituciones de derecho público o privado y las personas
participan en forma activa en el tratamiento del interno y en acciones de asistencia post-
penitenciaria a través de los Comités de Apoyo al interno y las Juntas de Asistencia Post-
Penitenciaria, en coordinación con las instituciones y organismos dedicados especialmente
a la asistencia de los internos y de los liberados.
Artículo 7.- Cuando se produzca el traslado de internos extranjeros sentenciados en el Perú,
a su país de origen o de su residencia habitual, la Administración Penitenciaria remitirá a su
homóloga, copia fedateada del expediente personal de los mismos.
Artículo 8.- La protección de las internas gestantes -incluyendo el alumbramiento e hijos
menores que convivan con ellas, conlleva una atención médica en Centro de Estudios de
Derecho Penitenciario/USMP establecimientos públicos de salud o en ambientes
adecuados del establecimiento penitenciario. Asimismo se promoverá programas de salida
para los niños.
Artículo 9.- Cuando el presente Decreto Supremo haga mención al “Código”, se entenderá
que está referido al Decreto Legislativo Nº 654 - Código de Ejecución Penal. Cuando haga
referencia al “Reglamento” debe entenderse referido a este Reglamento
Estas a través de los años han sido varias y de diverso grado de dureza, como por
ejemplo en el tiempo de los incas existió la pena de muerte, cuya ejecución podía
ser mediante el “el despeñamiento”, “la lapidación”, entre otros, para aquellos
ciudadanos que transgredían cualquiera de las leyes básicas: Ama sua, Ama quella y
Ama llulla. Asimismo, a lo largo de la evolución del derecho penal, la ciencia penal
ha tratado de concebir diversas formas de pena para luchar contra la delincuencia,
entre estas tenemos: - Las penas capitales, que afectaban la vida del preso. - Las
penas aflictivas, que tenían como propósito conseguir el sufrimiento físico del preso.
- Las penas infamantes, que atacaban el honor. - Las penas pecuniarias, que
afectaban el patrimonio económico. Actualmente, nuestra legislación (Código penal
de 1991) las ha clasificado de la siguiente forma: