You are on page 1of 8
TRIDUO EN OBSEQUIO DEL CasTiSIMO PATRIARCA SAN JOSE SE PODRA EMPEZAR EL 17 DE CADA MES PARA CONCLUIR EL 19 Modo de hacer este Triduo Hecho el acto de contrici6n, se dira la si- gtiente ORACION ;Con qué confianza, con cuanta satis- faccion vengo a vuestros pies, José san- tisimo, a implorar vuestro socorro y Pro- teccion en mis necesidades! ;Oh! Yo no desconfio de que oiréis mis ruegos, que por experiencia sé que no 0s sabéis negar al que con fe os hace una stipli- ca. Vos, que en el mundo probasteis to- das las amarguras de la vida, y que co- nocéis bien las afecciones del corazon humano, jos haréis sordo cuando algin mortal, con fa fe y el consuelo que ins- pira vuestro dulce nombre, os invoca y os hace ver el fondo de su alma, que su- fre traspasada por alguna pena? Vos, que podéis sacar la punzante espina de un corazén afligido, :os mostraréis in- diferente y veréis, sin lastimarse vuestra étninente caridad, rodar las lagrimas de vuestros devotos sin extender vuestra be- néfica’ mano y secar su Ilanto? ¢Acaso necesitais para hacernos un beneficio, 0 darnos un consuelo, otra cosa que que- rer? ;V habra quien pueda imaginarse que, no siendo menester mas que vues- tra voluntad santisima, no querais acce- der a calmar o quitar del todo nuestras tribulaciones? iDesconfiais que vuestro Hijo Santisimo os niegue lo que pidie- reis? Sera posible, Santo mio, que Aquel que en el mundo alimentasteis, y que vid vuestra noble frente cubierta de sudor pata proporcionarle su alimento y el de su Santisima Madre, os desaire cuando vayais a suplicarle os conceda alguna gracia? Aquel que os escogid pa- ra que le sirvierais de padre, y que se regocijaba cuando le dabais el tierno nombre de Hijo, eno querra acceder a vuestras peticiones? Qué, zno es el mis- mo que en. la tierra os obedecia, y que: tantas veces tuvisteis en vuestros brazos. acariciandole dulicemente?... gNo es el mismo que desde toda la eternidad os se- fialé con su omnipotencia para esposo de la Inmaculada Virgen Maria? Grandes, muy grandes son estos titulos para que no podais con Dios. todo lo que querais, y grandes son también las esperanzas que a mi me infunden tan inmensas pre- rrogativas. Posible es, padre mio, que yo os pida una cosa que no me sea conve- niente, y esto es efecto de mi ignoran- cla; pero no es posible que me dejéis sin consuelo en mis necesidades; si, yo no quiero que hagais mi voluntad, sino la de Dios, pues si lo que pido no es a su mayor honra y gloria y provecho de mi-alma, nada quiero, sino en todo tiem- po vuestra amistad y proteccion. Si tra- bajos, si enfermedades y disgustos es lo que me conviene en la vida, yo los. reci- bo con el mayor placer por ser voluntad de Dios, y sdlo os pido me alcancéis su santisima gracia para sufrir resignado y merecer en la eternidad el premio, que es alo que aspiro. Amén. Dia primero iSantisimo José! Aqui me tenéis pos- trado a vuestras plantas y muy confia- do de vuestro patrocinio; siento que en mi pecho nace una lisonjera esperanza al invocaros, porque estoy convencido de vuestro poder y valimiento con el Al- tisimo, porque sé que son infalibles vues- tros ruegos, unidos con los de vuestra purisima Esposa Maria, y porque sé tam- bién que tenéis deseos de favorecer a vuestros devotos. Pues bien, llevadme de la mano hasta el trono de vuestro San- tisimo Hijo, y decidle: “Este que ves aqui me ha invocado, se ha valido de mi en sus penas, y yo quiero aliviarselas; él no se levantaré de tu presencia, yo ho me retiraré de este lugar sin haber conseguido lo que deseo en bien de mi devoto ; acuérdate, Hijo mio, de las aflic- ciones que en el mundo tuve cuando te dignaste encargarme tu cuidado y no me niegues lo que solicito.” ;Ah! No po- dra negarse a este ruego; os conceder4 lo que le piddis, Santo mio, y yo volve- ré a tener la felicidad que perdi, y todos mis dias seran de regocijo teniéndoos a vos en mi favor y amparo. Amén. Padre nuestro, Ave Maria y Gloria Patri, JACULATORIA Sirvanos de guia y luz En nuestra necesidad La inagotable bondad Del dulcisimo Jestis. Padre nuestro, Ave Maria, etc. Sea toda nuestra alegria, Sea todo nuestro consuelo, La medianera en el cielo, La Inmaculada Maria. Padre nuestro, etc. Se acabaran, bien se ve, Nuestras penas y dolores Teniendo por protectores A Jesus, Maria y José. Padre nuestro, etc. Luego se dira la oracion que va puesta al fin para todos los dias, con lo que se concluye. Dia segundo Hecho el acto de contricién se dir la oracion primera, y luego la siguiente ORACION iGlorioso Patriarca! Yo, que soy el mas grande pecador, necesito de vues- tro Hijo la mas grande misericordia: rogad por mi y no me desechéis; ved que os invoco, ved que os suplico que no me retiréis de vuestra presencia sin consuelo; nada soy, nada valgo, nada merezco; pero tengo que alegar en mi favor vuestras propias virtudes y las de vuestra Esposa Maria; os tengo que re- cordar que el Salvador derramé su san- gre preciosisima por mi, y que, aunque indigno, soy criatura suya. Si vos os in- teresdis por mi y hacéis esto presente al Omnipotente, nada me faltard y queda- ran remediadas mis necesidades 3 asi lo creo, asi lo espero lleno de fe, y muy consolado queda mi corazén confiando que con vuestra intercesién santisima se- ré feliz en esta vida y en la otra, como lo deseo. Amén. Padre nuestro, etc., como el dia primero, y se concluira con la oracién puesta al fin, Dia tercero ;Oh amabilisimo José, padre putati- vo felicisimo del Salvador del mundo! Yo no cesaré de alabaros ni de confiar en vuestro patrocinio, ni cesaré de invo- caros hasta el tiltimo instante de mi vida, -y de pedir que roguéis por mi. No des- preciéis mis oraciones, aunque tibias y sin fervor; suplid mi devocion, iluminad mi entendimiento, fortaleced mi corazon en las virtudes, y dadme todo aquello que sea necesario para el bien de mi al- ma, juntamente con el socorro y amparo de mis necesidades; ya Vos las cono- céis; no tengo para qué repetirlas, y me- jor que yo sabéis lo que me €s mas con- veniente y necesario. No hagais conmi- go (os lo repito) lo que yo quiera, sino lo que mas agradable sea a vuestro que- rido Hijo; no se haga en mi ni en todas mis cosas sino la voluntad de Dios, para que en todo tiempo y 4 toda hora cante sus alabanzas en la tierra, y después va- ya a cantarlas en el cielo en vuestra com- pafiia. Amén. Padre nuestro, etc., como el primer dia, y s¢ concluira con la siguiente ORACION CON QUE SE FINALIZARA TODOS LOS pias Ya estoy a los pies del dulcisimo José; ya estoy postrado ante este felicisimo Pa- triarea, y ya nada temo; ini qué podria temer teniéndole por abogado?... Ven- gan las aflicciones, Ja orfandad, la enfer- medad y la miseria; yo no las temo: im- pavido levantaré la cabeza en medio de los mayores infortunios. Nada podran contra mi, porque José es mi refugio; las maquinaciones de mis enemigos para perderme seran destruidas; la lengua vi- perina del que injustamente me persigue enmudecera; al ladrén se le frustrara el lazo que me tienda; el asesino no podra levantar el brazo para herirme, y la en- fermedad y la peste no infestaran mi casa. Nadie, nadie podra dafiarme: José es mi protector; José ha abierto los brazos para recibirme y salvarme; José va a ha- cer de mi un hombre nuevo; José va a borrar de mi las malas inclinaciones; José va a ser mi guia en el camino de las: vir- tudes, y José, en fin, rogard a Dios por mi y yo seré salvo. Amén. NIHIL OBSTAT IMPRIMASE Anronro VALLE, Dr. J. Francisco Morin Censor Vic. gen. Madrid, 10 de Noviembre de 1933. —— Est. tip. Huelves y Compafiia —Hilarién Eslava, 5,

You might also like