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SISTEMA ESPECIAL DE EXTINCION “AGENTES LIMPIOS”

Historia de los agentes limpios

Los agentes limpios tienen sus inicios en el año 1900, con la introducción de los primeros
extintores con Cloruro de Carbono (CCl4).
A fines de 1920, se ensaya la sustitución del cloro por el bromo obteniéndose agentes limpios
basados en el bromuro de metilo (CH3Br). Este producto fue desarrollado principalmente por
el Reino Unido y Alemania para sus aplicaciones en la fuerza aérea y marina. Avanzado los
años 30, la fuerza aérea alemana introduce el Bromoclorometano (CH2BrCl), que fuera
utilizado por su par estadounidense diez años después.
El problema básico de estos agentes radicaba en su toxicidad, con lo cual a fines de 1940, el
ejército de los EEUU busca un compuesto sustituto del CH3Br y CH2BrCl. Entre los encargados
de desarrollarlo se encontraron compañías químicas y universidades.

Durante el proceso de investigación se evaluaron más de 60 agentes, quedando seleccionados


para posteriores estudios sólo 4 de ellos, que fueron denominados como:
Halon 1301 CF3Br Halon 1211 CF2BrCl Halon 1202 CF2Br2
Halon 2402 BrCF2CF2Br

A partir de estos nace la "era de los halones" que se desarrolla desde 1960 a 1994 basados
principalmente en dos de los agentes limpios mencionados. El Halon 1301 (CF3Br) destinado a
aplicaciones para inundación total de recintos y el Halon 1211 (CF2BrCl) para aplicaciones
locales con extintores portátiles. Los “agentes limpios” comenzó en el año 1994, con la
prohibición impuesta sobre la producción del Halón 1301, debido a su alto potencial de
reducción de la capa de ozono. Según se emplea actualmente, la frase “agentes limpios” hace
referencia a aquellos agentes que se utilizan como sustitutos del Halón 1301, y que, además,
no presentan (o presentan un muy bajo) potencial de reducción de la capa de ozono. La NFPA
2001, Norma sobre sistemas de extinción de incendios mediante agentes limpios, describe los
requisitos sobre el uso de 13 agentes limpios, entre los que se incluyen cuatros agentes de gas
inerte y nueve agentes de halocarbono. Conformando así los primeros "agentes limpios" por
definición ya que no dejaban residuos corrosivos o abrasivos luego de la aplicación y extinción.
La coronación de los halones como "ideales" se basó en las nuevas necesidades industriales de
no requerir limpieza luego de la descarga del agente, no interrumpir el trabajo y por ende no
tener sectores con tiempos inoperativos derivados de daños producidos durante la extinción
del incendio.
El valor esencial de un agente limpio es que no debería provocar daños en personas que
involuntariamente se vean expuestas a una mezcla de agente-aire en concentraciones
previstas para ser utilizadas en espacios ocupados. En el caso del Halón 1301, la concentración
mínima de extinción (MEC, por sus siglas en inglés) es de ~3.2 %vol. para llamas de heptano. La
concentración máxima de exposición permitida (MPEC, por sus siglas en inglés) para seres
humanos es de 7 %vol. La concentración habitual de diseño para una aplicación de Halón 1301
era de 5 %vol., lo que dejaba un margen de seguridad (relativo) del 40% antes de alcanzar la
concentración máxima permitida. La concentración mínima de diseño (MDC, por sus siglas en
inglés) que se utiliza para agentes limpios es de 1,3 veces la concentración mínima de extinción
(MEC), en el caso de aplicaciones de líquidos inflamables.
Halones: El gas limpio ideal
Los halones ofrecieron una combinación única de distintas propiedades transformándolos en
el agente limpio IDEAL. Los factores que coronaron su éxito fueron:
• Limpios, no dejaban residuos luego de la aplicación
• Eficiente supresión de incendios
Rápida detección
Rápida extinción
• Químicamente inertes
• Estables al almacenamiento
• No reaccionan químicamente
• No conductores de la electricidad
• Baja toxicidad
• Bajo costo
Dentro de los usos podemos destacar:
• Instalaciones electrónicas
• Cuartos de computación
• Almacenes de datos
• Archivos de documentos
• Cuartos de comunicaciones
• Industrias del petróleo y gas
• Estaciones de bombeo
• Plataformas oceánicas
• Cuarto de máquinas de buques
• Museos y bibliotecas

Impacto ambiental de los halones

La acelerada retracción de la capa de ozono, llevo a los científicos a estudiar cuál era
el proceso que estaba ocasionando la reducción del ozono estratosférico. En el
diagrama adjunto explicamos el ciclo de retracción.

El ciclo se inicia con la liberación a la atmósfera de clorofluocarbonos (CFC). Los mismos, por su
baja densidad, ascienden hacia la estratósfera donde se encuentra la denominada "capa de
ozono". Allí, la acción intensa de las radiaciones ultravioletas (rayos UV) disocia la molécula de
cloro presente en los CFCs dejándola libre. Es así que el cloro destruye al ozono dejando
"agujeros" en dicha capa. La retracción de la misma permite una mayor entrada de rayos UV
hacia la superficie terrestre. Estos rayos impactan directamente sobre la población expuesta
provocando graves alteraciones genéticas en la piel que conducen al cáncer.
Para contrarrestar este problema, rápidas medidas debieron ser implementadas en torno de la
reducción de emisiones de elementos clorados hacia la atmósfera.
Los primeros pasos de este accionar fueron la determinación de aquellos elementos que
mayormente producían la acumulación de cloro atmosférico, allí se determino que los CFCs
causaban el 70% de las emisiones y los Halones el 30% restante.
Los halones conformaban en consecuencia gran parte de la problemática y debían ser
reemplazados, comenzando así el largo camino de la búsqueda del sustituto ideal del Halón.

De lo aquí expresado, se concluye que la carrera final de los agentes limpios está establecida
por las
Perfluorocetonas, los Hidrofluorocarbonos y los Gases Inertes.
El fluor, la gran estrella
El fluor se perfiló como el gran sucesor de los halones, basado específicamente en sus
propiedades de:
• Volatilidad
• Estabilidad
• Baja Toxicidad
• Poder de supresión de llama

El Halón 1301 es un gas extintor que presenta indudables atractivos como agente
extintor: rapidez de extinción por su capacidad para inhibir la reacción de combustión,
protección tridimensional mediante la difusión del gas en la totalidad del volumen
protegido, agente limpio que no deja residuos tras su aplicación, no es corrosivo en
ausencia de fuego, no es conductor eléctrico, y no es tóxico en las concentraciones
normales de utilización. Su uso está indicado para la protección de equipos eléctricos y
electrónicos, líquidos y gases inflamables y fuegos superficiales en sólidos.

Pero el Halón 1301 también tiene sus limitaciones que deben ser seriamente
consideradas: producción de gases corrosivos en presencia de la llama, inadecuado para
la extinción de fuegos con brasas, y la principal, que su eficacia y fiabilidad extintoras
quedan supeditadas a la rigurosa estanqueidad del recinto durante y después de la
descarga.
TIPOS DE HALONES
Los halones son hidrocarburos saturados, en los que los átomos de hidrógeno han sido
sustituidos por átomos de halógenos de la serie: fluor, cloro, bromo, o iodo. Los más
utilizados en extinción de incendios, en función de sus características de aplicación, han
sido los Halones 1301, 1211 y 2402.

NUMERACIÓN DE LOS HALONES


NOMBRE QUÍMICO FÓRMULA HALÓN Nº
Bromotrifluorometano CF3Br 1301
Bromoclorodifluorometano CF2ClBr 1211
Dibromotetrafluoroetano C2F4Br2 2402

Esta nomenclatura obedece al sistema ideado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército
de los Estados Unidos. Este sistema asigna a cada Halón un número cuyos dígitos
indican la cantidad de átomos de cada elemento químico: El primer dígito representa el
número de átomos de Carbono, el segundo el de fluor, el tercero el de átomos de Cloro,
el cuarto el de átomos de Bromo y el quinto el de átomos de Yodo si lo contienen. Si el
quinto dígito es cero, este no se expresa.

Como resultado de este programa, el uso de los agentes extintores halogenados cobró
una nueva dimensión. En especial, el Halón 1301 comenzó a ser utilizado en EEUU en
los años 1960 en sistemas fijos mediante el método de inundación total. En un principio
los sistemas de halón 1301 utilizaban los mismos equipos, cilindros, válvulas y
boquillas, que los utilizados en las instalaciones de CO2. El Halón 1211 se comenzó a
utilizar en Europa en forma similar al Halón 1301 en los EEUU.
En 1966, se estudiaron en profundidad las posibilidades de utilización del Halón 1301
para la protección de Salas de Ordenadores. En 1968 se publicó el primer Standard
NFPA 12 A para el diseño, instalación y mantenimiento de sistemas de Halón 1301.
De todos los agentes extintores halogenados es el Halón 1301 el que sin duda ha
alcanzado el mayor nivel de utilización.

Halón 1301
Es un gas a la temperatura de 21º C, con una presión de vapor de 14 bares. Aunque esta
presión podría ser suficiente para producir la impulsión del gas desde los cilindros de
almacenamiento a las boquillas de distribución, su valor cae rápidamente con la
temperatura, por lo que para su uso en protección de incendios, se sobrepresuriza con
nitrógeno seco hasta la presión de 25 bares o 42 bares.
Utilizado principalmente en sistemas automáticos de extinción de incendios por
inundación total, debido a su alta volatilidad y capacidad de difusión. A partir de 1972 y
después de exhaustivos ensayos, por parte de las mayores compañías fabricantes de
ordenadores, sobre los efectos de los productos descomposición térmica del Halón 1301
sobre los equipos electrónicos y sensibles, y en áreas con presencia de personas, se
aceptó su uso para protección de Salas de Ordenadores.

Halón 1211
Es, como el Halón 1301, un gas a la temperatura de 21 ºC, aunque con una presión de
vapor más baja, de solo 1,5 bares. Esta relativa baja volatilidad lo hace adecuado para su
uso en extinción de incendios mediante su proyección sobre la superficie en
combustión. Para su uso en protección de incendios se presuriza con nitrógeno seco a
presiones entre 16 bares y 25 bares.
Utilizado principalmente en extintores portátiles, y para extinción como sustituto del
CO2 en sistemas de aplicación local, en grupos electrógenos, salas de máquinas, cabinas
de pintura, etc. Debido a su mayor toxicidad su uso se limitó a áreas normalmente no
ocupadas y en instalaciones de aplicación local.

Halón 2402
Este agente extintor es un líquido a la temperatura de 21 ºC, con un punto de ebullición
de 47 ºC. Su estado líquido a la temperatura ambiente ha permitido su uso para su
proyección a gran distancia. Su nivel de utilización en protección de incendios ha sido
mucho más reducido que el de los dos anteriores. Se ha utilizado principalmente en
aeropuertos y áreas abiertas

TIPOS DE INSTALACION

En las instalaciones centralizadas, el agente extintor, Halón 1301, se almacena en una


batería de cilindros de acero, donde se le sobrepresuriza con nitrógeno seco hasta
unas presiones de trabajo normalizadas de 25 bars y 42 bars. El gas se descarga en el
recinto a través de unas boquillas colocadas en los techos y falsos suelos de los
locales, hasta las que el agente extintor es conducido por una red de tuberías.
Fig.1. Instalación de Halón Centralizada
Los componentes típicos del sistema son:
1. Módulo de extinción.
2. Botellín de disparo piloto.
3. Botellas esclavas.
4. Colector de descarga.
5. Válvulas de disparo automático.
6. Boquillas de Halón.
7. Detector automático.
8. Central de detección y control.
9. Alarma acústica.
10. Pulsador de disparo.
11. Pulsador de paro de extinción.
12. Letrero luminoso “HALÖN DESCARGADO-NO ENTRAR”.

En las Instalaciones Modulares, el agente extintor se almacena en cilindros o esferas


autónomas, equipados con todos los elementos necesarios para el disparo y control,
así como la boquilla de descarga. Estas instalaciones presentan un plus de facilidad
de montaje, ya que no es necesario ni el complejo cálculo de la red de tuberías ni su
instalación. Esta sencillez para el instalador, crea un buen número de puntos
vulnerables en cuanto a la fiabilidad del sistema: número de dispositivos de disparo
elevado, dificultad de control, peor o insuficiente homogeneización del gas halón en
la atmósfera protegida. Sin embargo la inmensa mayoría de los sistemas instalados
pertenecen a este tipo.
Fig.2. Instalación de Halón Modular
Los elementos que componen estas instalaciones son similares a las instalaciones
centralizadas, con la excepción hecha de los recipientes autónomos:
3.- Cilindro autónomo en Falso Techo
6.- Cilindro autónomo en Sala
7.- Cilindro autónomo en Falso Suelo.

Nota: norma venezolana que habla de los halones es la COVENIN 3056:1998 PROTECCION
CONTRA INCENDIOS AGENTES EXTINGUIDORES. PARTE 2: CODIGO DE PRACTICAS PARA LA
MANIPULACION Y PROCEDIMIENTOS DE TRANFERENCIA SEGURA DE HALON 1211 Y 1301 (1RA
REVISION)

Esta norma venezolana establece los procedimientos recomendados hacer usados en la


transferencia de los halones 1211 y 1301, de un cilindro a otro, a fin de reducir las emisiones
innesesarias a la atmosfera. Esta norma tambien suministra y recomiendaciones e
informaciones a la salud y seguridad de personas encargadas de tales procedimiento.

Definiciones
Halones: son hidrocarburos halogenados utilizados como agente extinguidores.
“Halon” es seguida por un numero, usualmente conformado por cuatro digitos, los cuales
representan, en el orden dado, el numero de atomos de carbon, fluor, cloro, bromo. Cuando
este termine en uno o mas ceros, tales ceros son omitidos. Así el Halon 1211 es
bromoclorofluorometano (CF2ClBr y el Halon 1301 es bromotrifluorometano (CF3Br).
El Halon 1211 es un gas sin color y con un olor tenue. El Halon 1301 es un gas sin color
sin olor

Riesgos por presion


Los Halones son cargados, almacenados y utilizados en equipos contra incendio como
gase licuados a persion. Se deben tomar precauciones adecuadas cuando los cilondros
se llenen o manipulen.

Riesgos de intoxicacion

Riesgos en contacto con la piel: el contacto con los halones liquidos puede degradar la
piel y ocasionar un fuerte efecto de enfriamiento. Deben utilizarse guantes y protectores
oculares durante los procedimientos de transferencia.

Precauciones
Se deben prestar atencion en la verificacion de los sellos de cualquier fuga en el equipo.
Todos los procedimientos de transferencia deben efectuarse en areas ventilada.

Tratamiento de personas afectadas


Las personas que hayan sufrido una sobre exposicion por vapores deben movilizarse
inmediatamente a un area ventilada con aire fresco. En el tratamiento de personas que
sufren los efectos de la sobreexposicion de halon deben evitarse el uso de epinefrina
(adrenalina) y drogas similares, debido a que pueden producir arritmias cardiacas,
incluyendo fibrilacion ventriculat.

Metodos de tranferencia

Metodo de sobrepresuruzacion con nitrogeno

Se usa nitrogeno seco para presurizar el espacio del vapor en el cilindro suministrado
para dispensae el contenido.

Bombeo
La bomba debe ubicarse lo mas cerca posible del cilindro suministrado.

Operación de llenado
Las operaciones que involucran y/o recarga de cilindros para despacho, extintores de
Halon y/o bombonas para sistemas de extincion de Halon, deben separarse
completamente de las operaciones a afin de evitar la contaminacion

El Protocolo de Kioto2 es un protocolo de la Convención Marco de las Naciones Unidas


sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y un acuerdo internacional que tiene por
objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el
calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso
(N2O), y los otros tres son gases industriales fluorados: hidrofluorocarbonos (HFC),
perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6), en un porcentaje aproximado
de al menos un 5 %, dentro del periodo que va de 2008 a 2012, en comparación a las
emisiones a 1990. Por ejemplo, si las emisiones de estos gases en 1990 alcanzaban el
100 %, para 2012 deberán de haberse reducido como mínimo al 95 %.
El protocolo fue inicialmente adoptado el 11 de diciembre de 1997 en Kioto, Japón,
pero no entró en vigor hasta el 16 de febrero de 2005. En noviembre de 2009, eran 187
estados los que ratificaron el protocolo.3 Estados Unidos, mayor emisor de gases de
invernadero mundial,4 no ha ratificado el protocolo.
El objetivo principal es disminuir el cambio climático antropogénico cuya base es el
incremento forzado del efecto
Invernadero
El Protocolo de Montreal se estableció en 1987 tras el descubrimiento de un “agujero” de ozono
en la Antártida y la comprobación científi ca de que el ozono de la estratosfera estaba siendo
destruido por los clorofl uorocarbonos (CFC) y otras sustancias químicas que agotan el ozono.
El principal objetivo del Protocolo es poner fi n al consumo y la producción de casi un centenar
de productos químicos conocidos como “sustancias que agotan el ozono” (SAO).

En 2007, gracias al Protocolo se había puesto fi n a alrededor del 97 por ciento de la


producción y el consumo mundiales de sustancias que agotan el ozono, ponderados en función
del potencial de agotamiento del ozono.115 De hecho, la eliminación ha sido más rápida, los
costos inferiores y las alternativas y sustitutos más aceptables desde el punto de vista
ambiental de lo que habían previsto las Partes en el Protocolo de Montreal durante las
negociaciones iniciales.116 En 2007, las Partes decidieron
acelerar la eliminación de los hidroclorofl uorocarbonos
(HCFC), que son gases con un bajo potencial de agotamiento del ozono que se desarrollaron
para ser utilizados como sustitutos transitorios, en tanto que los CFC se eliminaron
rápidamente.124 Ahora, los países en desarrollo deben congelar la producción y consumo de
HCFC al nivel de 2009-2010 de aquí a 2013, y eliminar el 10 por ciento de la producción y el
consumo para 2015, el 35 por ciento para 2020, el 67,5 por ciento para 2025 y el 100 porciento
para 2030, dejándose un margen del 2,5 por ciento, en caso necesario, para dar servicio al
equipo existente hasta 2040

el Protocolo de Montreal es considerado un ejemplo excepcional de cooperación internacional. Gracias a


los compromisos que resultaron del mismo, la capa de ozono podría recuperarse del todo en 2050. Esta
buena noticia fue difundida hace un mes durante el Día Internacional de la Preservación de la Capa de
Ozono (http://www.un.org/es/events/ozoneday/), y certi􀃗cada con una investigación(http://ozone

Los agentes limpios, se dividen en dos familias de características muy diferentes: los
agentes extintores tipo halocarbonado, de composición química similar a la de los
halones, y de características físicas asimismo similares. Son gases que se almacenan en
forma líquida, bajo su propia presión de vapor, y que se sobrepresurizan con nitrógeno,
para mejorar su velocidad de descarga y parámetros de aplicación; y los gases inertes,
simples o mezclas, que se almacenan como gases comprimidos. Tanto unos como otros,
se evaporan, después de su uso sin dejar residuo, lo que justifica la denominación de
agentes limpios.
Agentes limpios
La mejor calificación de un "agente limpio" se obtiene a partir de los atributos estándar que
dichos agentes deben cumplir. Es así que la norma NFPA 2001 de los EEUU define: "Un agente
limpio es un agente extintor de incendio, volátil, gaseoso, no conductivo de la electricidad y
que no deja residuos luego de la evaporación". De esta definición se desprende sus
propiedades más importantes:
• No debe dejar residuos
• No hace falta limpiar luego de su uso
• No debe afectar el funcionamiento del lugar en el cual se ha utilizado.
Sin tiempos inoperantes (Lucro cesante = CERO).
Basados en esta definición el agua, las espumas sintéticas y el polvo químico seco no pueden
considerarse
agentes limpios dado que:
• Dejan residuos
• Requieren limpieza
• Provocan tiempos inoperativos
• En muchos casos su utilización pueden producir daños en activos aún mayores que el propio
incendio Para alcanzar estos atributos, los "agentes limpios" también deben ser rápidos en la
detección y extinción del incendio.
Las espumas no son agentes limpios dado que pueden ocasionar daños significativos a equipos
A modo de ejemplo en el diagrama adjunto encontramos una comparativa entre un sistema de
rociadores de agua y uno de "gases limpios".

Vemos que el sistema de rociadores recién se activa frente a una liberación de cantidad de
calor importante, cuando esto sucede el mayor daño ya ha ocurrido. La activación de los
rociadores tienden al "control del incendio" evitando su propagación y su posterior extinción
con su uso sostenido. El sistema de gases limpios, en cambio, actúa tempranamente
activándose frente a una liberación de calor moderada y procediendo rápidamente a la
extinción del incendio.

Los agentes limpios que más comúnmente se comercializan en la actualidad son:

AGENTE NOMBRE FORMULA FABRICANTE


FK-5-1-12 NOVEC 1230 CF3CF2C(O)CF(CF3)2 3M
HFC 227ea FM-200 C3F7H Great Lakes
DUPONT
HFC-23 FE-13 CHF3 DUPONT
HFC-125 FE-25 CHF2CF3 DUPONT
HFC-236fa FE-36 C3F6H2 DUPONT
IG - 541 INERGEN N2(50%)+Ar (40%)+CO2 WORMALD
(8%)
IG - 55 ARGONITE N2(50%)+Ar (50%) GINGE KERR
IG - 01 ARGON Ar (100%) PREUSSAG

* Novec 1230, es el nombre comercial, de este producto, que ha sido puesto recientemente en el mercado
por la empresa 3M de Minnessota (USA). En principio, Novec 1230 presenta unas características, tanto
desde el punto de vista de la fiabilidad como agente extintor, como en lo que respecta a sus características
medioambientales, que lo sitúan como un serio candidato a ocupar los primeros puestos entre los agentes
limpios del próximo futuro.

5.3. MECANISMOS DE EXTINCIÓN


Los nuevos agentes limpios, halocarbonados y gases inertes, son agentes extintores es
de
naturaleza muy diferente a la de los halones, que extinguen por inhibición, o rotura de la
cadena de combustión. El mecanismo de extinción en los agentes limpios se debe a la
combinación de diferentes fenómenos de naturaleza física y química, y que actúan de
forma distinta para cada tipo de agente. Entre estos fenómenos podemos citar los
siguientes:
• Enfriamiento de la reacción de combustión, mediante la extracción del calor
latente de vaporización de los gases (descargados en fase líquida), absorción de
calor en fase gaseosa y energía absorbida por la descomposición térmica del
producto. Cuando este proceso alcanza el nivel adecuado, la temperatura de las
llamas desciende hasta un valor, por debajo del mínimo necesario, (límite inferior
adiabático), para que se sustente la reacción de combustión y se produce la
extinción de la llama.
• En un grado mucho menor, que en la extinción con halones, en el proceso de
extinción con agentes limpios, parece que subsiste cierta acción de supresión
química, debida a la presencia de los átomos de fluor de los compuestos
halocarbonados. La menor incidencia de esta acción química en el proceso, hace
que con los halocarbonos se precisen mayores concentraciones de extinción, que
las utilizadas para los halones.
• La reducción de la concentración de oxígeno, juega un papel importante en el
descenso de la temperatura de la llama. En el caso de los halocarbonos, este
proceso tiene una importancia menor, pero en los gases inertes, juega un papel
principal. En los gases inertes la extinción se logra por la combinación de la
reducción de la concentración de oxígeno y por el aumento de la capacidad
calorífica de la atmósfera resultante, después de la descarga del gas inerte. La
diferente capacidad térmica de la atmósfera resultante provoca que las
concentraciones de extinción de las mezclas de gases inertes sean diferentes en
función de la capacidad térmica de cada mezcla. Mientras que en una atmósfera
extintora de nitrógeno, por ejemplo, se obtiene la extinción de la llama de
heptano reduciendo la concentración de oxígeno al 14,6%, cuando se utiliza
argón, se debe alcanzar una concentración de oxígeno del 12,3 %. Estos niveles
de oxígeno se corresponden con concentraciones del 30% y 41% para el
nitrógeno y argón respectivamente

CONCENTRACION DE EXTINCION

Combustibles Clase A:
• UL 2127 y UL 2166
• Hogar de madera en recinto de >100 m3
• Hogar de placas de plástico de >100 m3. Se utilizan 3 tipos diferentes de
polímeros (PMMA, PP y ABS). (Fig. 3)

Combustibles Clase B:
• Aparato de prueba “Cup burner” (Fig. 5)
• Pruebas a escala real (UL e IMO*).
*IMO (Organización Marítima Internacional) es la organización que regula las condiciones de
seguridad contra incendios en la marina comercial y ha establecido los protocolos de ensayo
específicos para los riesgos en barcos. Para las salas de máquinas, se incluyen fuegos de tipo balsa y
derrame, con combustibles de heptano y diesel. El volumen de prueba es 500 m3, y la intensidad del
fuego es muy elevada.
El aparato de prueba “Cup burner” consta de un tubo en cuyo interior existe una taza
(“cup”) en la que se hace arder un determinado combustible. El espacio interior del tubo
se rellena con una corriente de aire, mezclado con una parte del agente extintor que se
está probando a diversas concentraciones, hasta producir la extinción. Un inconveniente
de esta prueba ha sido la variabilidad de los resultados (Fig. 6), dependiendo de los
diversos laboratorios que realizan la prueba. En la actualidad se está revisando el
protocolo de ensayo para homogeneizar todos los parámetros de prueba y lograr la
coincidencia.

El Standard NFPA 2001, Edición 2000, establece los siguientes factores de


seguridad:
• Combustibles Clase B: 30%
• Combustibles Clase A: 20 % (Extinción automática)
• Combustibles Clase A: 30 % (Extinción manual)
• Inertización: 10%
La razón, en NFPA 2001, para exigir un factor de seguridad mayor, cuando se
utilizan sistemas de extinción manual, se debe a la previsible existencia de energía
radiante de retorno de los materiales recalentados, por el posible retardo en la
descarga del agente extintor.

Concentraciones de extinción y diseño para fuegos clases A y B s/ ISO 14520

TIEMPO DE DESCARGA DEL AGENTE EXTINTOR


El tiempo máximo de descarga admisible, para un agente halocarbonado es de 10
segundos, desde que se inicia la descarga hasta que se consigue el 95 % de la
concentración de diseño. A efectos prácticos el tiempo de descarga se puede medir
desde
que aparece la primera gota líquida de agente en las boquillas, hasta el momento en que
la descarga es predominantemente gaseosa.
La limitación del tiempo de descarga en los halocarbonados tiene como objetivos
fundamentales:
• Conseguir el suficiente caudal de descarga para conseguir una rápida y
homogénea mezcla del agente con la atmósfera protegida.
• Limitar la formación de productos de descomposición térmica.
• Limitar los daños producidos por el incendio y los productos de combustión.
En el caso de los gases inertes el tiempo máximo de descarga requerido para alcanzar
una concentración equivalente al 95% de la diseño, es de 60 segundos. Esta mayor
flexibilidad para los gases inertes viene motivada por la ausencia de productos de
descomposición térmica y por las limitaciones intrínsecas de este tipo de sistemas.
Halon vs Agentes limpios

Como resultado de la búsqueda de “Alternativas a los HALONES“ (debido a los problemas medioambientales
de estos), aparecen los denominados “AGENTES LIMPIOS“, cuyo nombre ya indica su característica
fundamental y lo que les une con sus predecesores los Halones.
Agentes Limpios en el Mercado
Son muchos los diferentes agentes gaseosos que han surgido tras esa búsqueda de alternativas a los halones:
HFC227 ea (FM-200); HFC 23 (FE-13); HFC 125 (FE-25); IG-01; IG-55 (Argonite); IG-100 (Nitrogeno); IG-541
(Inergen);HCFC mezcla A; FK-5-1-12 (Novec 1230)
En general, los Agentes Limpios se dividen en 2 grupos: Halocarbonados e Inertes. Los primeros son agentes
de composición química similar a la de los halones, y de características físicas asimismo similares.
[El agente gaseoso CO2, Anhídrido Carbónico ó Dioxido de Carbono sigue empleándose, siempre en
ambientes no ocupados. Aunque podría considerarse dentro de los denominados “Agentes Limpios”, es
tratado de manera independiente. Dispone de normativa específica que lo trata de manera exclusiva para los
fines de extinción de incendios.]
La gran Similitud con los Halones
La característica fundamental a preservar, ó gran similitud con los antiguos Halones, es el hecho de no dejar
residuos tras la descarga. También quizás la inocuidad para el personal ante descargas accidentales.
La selección de un sistema de Halón, en ocasiones estaba más condicionada por su inocuidad a personas y
equipos (en caso de descargas intempestivas), que por su idoneidad para la protección eficaz del riesgo
concreto. Esto hizo que frecuentemente se encuentren sistemas con escasos niveles previsibles de eficacia y
fiabilidad ante escenarios de fuego real. A veces, la necesaria estanqueidad del recinto es inadecuada o
inexistente. Otras, el tipo de fuego potencial no es adecuado para su extinción por halón. En otros casos, el
sistema de detección es ineficaz.

La gran Diferencia con los Halones


En general, los Agentes Limpios no disponen del mismo Mecanismo de Extinción del fuego que el de los
Halones. El Mecanismo de Extinción en los Agentes Limpios se debe a la combinación de diferentes
fenómenos de naturaleza física y química, y que actúan de forma distinta para cada tipo de agente:
Los nuevos Agentes Limpios extinguen por Sofocación, manteniendo la mezcla gaseosa resultante a unos
niveles de concentración de oxígeno que impiden la reacción de combustión. (La reducción de la
concentración de oxígeno juega un papel importante en el descenso de la temperatura de la llama. En el caso
de los Halocarbonos, este proceso tiene una importancia menor, pero en los Gases Inertes juega un papel
principal. En estos, la extinción se logra por la combinación de la reducción de la concentración de oxígeno y
por el aumento de la capacidad calorífica de la atmósfera resultante, después de la descarga del gas inerte.)
También provocan Enfriamiento por la extracción de calor de vaporización de gases (aquellos agentes que
son descargados en fase líquida), absorción de calor en fase gaseosa y energía absorbida por la
descomposición térmica del producto. Cuando este proceso alcanza el nivel adecuado, la temperatura de las
llamas desciende hasta un valor, por debajo del mínimo necesario para que se sustente la reacción de
combustión (límite inferior adiabático) y se produce la extinción de la llama. En el mejor de los casos, algunos
también presentan cierto poder de Ruptura de la Reacción en Cadena, supresión química debida a la
presencia de los átomos de Fluor de los compuestos halocarbonados. Pero en cualquier caso no en la misma
medida en que lo hacían los Halones.

Concentración MÍNIMA y MÁXIMA


Derivado del Mecanismo de Extinción, los Gases Inertes en general requieren elevadas Concentraciones
Mínimas para garantizar la Extinción de la llama (30%- 40%). Los Halocarbonados en general no requieren
valores tan elevados (5% – 18%).
Por su parte, la cuestión de la Seguridad del personal establece límites de Concentracion Máximas (NOAEL,
LOAEL,…).- En definitiva, aunque unos más que otros, todos los AGENTES LIMPIOS empleados en lugares
ocupados están condicionados a unos márgenes de concentración muy estrechos entre la Concentración
Máxima (por toxicidad al personal expuesto) y la Concentración Mínima (para garantizar la extinción de la
llama).

Agentes limpios extintores portátiles

Aplicaciones
Los extintores con agente limpio están diseñados para la protección de riesgos ligeros y
ordinarios. Estos extintores, compactos y portátiles, son adecuados para la protección contra
incendios en entornos industriales y comerciales. Entre las aplicaciones típicas se incluyen
Salas de computadoras Zonas clave de comunicaciones Archivos de datos, documentos y
obras de arte irremplazables Laboratorios Equipos sensibles/costosos

Agente
El HFC-236fa es un agente limpio incoloro, inoloro y no conductor eléctrico que se descarga
como un líquido y se convierte instantáneamente en gas, proporcionando un alcance efectivo
mayor en la lucha contra incendios. El HFC-236fa no provoca daños a los equipos electrónicos
delicados debido al choque térmico. El HFC-236fa ha sido aceptado por la Agencia de
Protección Medioambiental de EE. UU. para su uso comercial, industrial y
militar de acuerdo con al programa de alternativas significativas SNAP. Un tanque de recarga
(pieza N.º 551822) con 50 libras (22,7 kg) de HFC-236fa está disponible para el servicio de los
extintores portátiles con agente limpio PYRO-CHEM. El tanque incluye marcas DOT y TC.

Agente limpio
Agente extintor excepcionalmente eficaz. La concentración de extinción (según quemador de
copa) del HFC-236fa es sólo del 5,9% –y dado que se descarga en forma de líquido, también
proporciona un alcance efectivo de hasta 16 ft (4,9 m).
Inocuo para componentes electrónicos sensibles.El HFC-236fa no es conductor eléctrico, no
deja residuos y no provoca daños por choque térmico. Aceptación por EPA/SNAP. El HFC-236fa
ha sido aceptado por la Agencia de Protección Medioambiental de EE. UU. para su uso
comercial, industrial y militar de acuerdo con al programa de alternativas significativas SNAP.
Posee un potencial de destrucción de la capa de ozono NULO y NO está sujeto a la eliminación
progresiva de sustancias según el Protocolo de Montreal. Toxicidad muy baja. El nivel más bajo
con efecto adverso observable (LOAEL) del HFC-236fa es del 15%, muy superior a su
concentración de extinción. Otros agentes poseen un LOAEL de sólo el 1% o el 2%, valores
inferiores a sus concentraciones de extinción.

Como resultado de este programa, el uso de los agentes extintores halogenados cobró
una nueva dimensión. En especial, el Halón 1301 comenzó a ser utilizado en EEUU en
los años 1960 en sistemas fijos mediante el método de inundación total. En un principio
los sistemas de halón 1301 utilizaban los mismos equipos, cilindros, válvulas y
boquillas, que los utilizados en las instalaciones de CO2. El Halón 1211 se comenzó a
utilizar en Europa en forma similar al Halón 1301 en los EEUU.
En 1966, se estudiaron en profundidad las posibilidades de utilización del Halón 1301
para la protección de Salas de Ordenadores. En 1968 se publicó el primer Standard
NFPA 12 A para el diseño, instalación y mantenimiento de sistemas de Halón 1301.
De todos los agentes extintores halogenados es el Halón 1301 el que sin duda ha
alcanzado el mayor nivel de utilización.
TOXICIDAD. CONCENTRACIONES MÁXIMAS DE
EXPOSICIÓN DEL PERSONAL
Como principio general, se debe evitar, la exposición innecesaria del personal, a la
descarga de cualquier agente extintor. A tal efecto se instalarán, cuando sea necesario,
los mecanismos de retardo que permitan la evacuación del personal del recinto
protegido
antes de la descarga, así como los dispositivos ópticos y acústicos de alarma de
descarga,
en el interior y exterior del recinto.
Todos estos requisitos deben ser examinados y seguidos de forma muy cuidadosa, y
contemplados dentro de los Planes de Emergencia y de la aplicación de la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales.
Los sistemas de extinción mediante agentes limpios están destinados principalmente a la
protección de áreas normalmente ocupadas, por lo que las concentraciones máximas
producidas en el volumen protegido se deben mantener por debajo de los límites de
toxicidad admisibles.
Las concentraciones máximas admisibles para los agentes halocarbonados vienen
definidas por los siguientes parámetros:
• NOAEL – No Observable Adverse Effect Level (Máximo nivel de concentración
de agente para el que no se han observado efectos de toxicidad)
• LOAEL – Lowest Observable Effect Level (Mínimo nivel de concentración de
agente para el que se han observado efectos de toxicidad)
• PBPK – Phisiologically-Based-Pharmacokinetic, modelo que considera la
concentración máxima admisible en la sangre del agente extintor y el tiempo
necesario para alcanzarlA

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