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AFORISMOS EN TORNO A LA INGENUIDAD DE LOS HOMBRES.

I
Había una vez un hombre de avanzada edad, de ropa roída y sucia, grandes barbas y
calvo…era la misma imagen del sabio o el loco…Pero tenia un pequeño defecto,
aseguraba que un “Dios” vendría por el y que tendría residencia en un lugar muy raro
donde no hay muerte. Un día se le ocurrió maldecir a los hombres acusándolos de sus
vicios y excesos en la vida cotidiana; pero uno de entre ellos, un hombre que para su
edad tenia apariencia juvenil y elegantemente vestido, le dijo:
- ¿Qué son esas palabras que dices, anciano? ¿Quién te ha dado autoridad para
juzgar a los hombres de lo que son en realidad?
- Yo hablo a los hombres con permiso de “Dios”, nuestro “Padre” y “Creador” del
universo.
- ¿Cómo? ¿Acaso te ha hablado, a ti vil mortal?
- ¡Sí!
- ¿Le haz visto?
- No.
- Entonces ¿Cómo es que escuchaste algo sin nada que emitiera tales palabras?
- “Dios” me ha hablado en espíritu.
- ¿Y cómo sabes que él fue quien te hablo?
- Porque el sabe que yo creo en él, que anhelo su venida.
- Y cuando esto sucede, supongo que es como estar hablando solo, ¿o no?
- ¿Qué quieres decir con eso?
- Bueno, a decir verdad, quien habla sin nadie es porque lo ha dominado la locura.
- ¿Crees que lo que yo digo es una locura?
- Responde tú, ya que al parecer fui yo el que te pregunto primero.
- Tu incredulidad terminara por condenarte.
- Y si así fuera, no es obvio que es asunto mío y no tuyo.
- Bueno, pues, me preocupan los hombres, porque los amo.
- Eso que tiene que ver con lo anterior, anciano. A decir verdad, eso confirma que
eres un “loco”.
- ¿Por qué lo dices?
- No se supone que tú conoces de las cosas de lo divino.
- Si
- Entonces ¿Por qué no me has reconocido?
- ¿Acaso te conozco?
- En verdad me das lastima viejo. El que tengas esperanza ciega sin saber la razón
por el cual crees, es patético. Mira ¿sabes por qué la gente se burla y ríe de ti?
- No, ¿por qué?
- Pues…estas hablando solo.
- Eso es imposible…te estoy viendo.
- Claro que me ves, no obstante, ellos no.
- ¿Quién eres?
- Tu respondete viejo.
- La verdad, no tengo ni idea.
- Eses tu problema, que crees en un “Dios” impuesto por otros, y en cambio a mí,
el que te habla y ves, lo ignoras.
- Dime, te lo suplico, ¿quién eres tú?
- No lo ves anciano tonto, yo soy tú. Soy la imagen de tus mayores deseos y
anhelos. Soy lo que esperas ser en tu mundo de ideas y que al mismo tiempo
rechazas.
- Entonces, por que me preguntaste si sabía de las cosas de lo divino.
- Tonto, ¿en verdad crees que “Dios” es una entidad aparte y que vive como
aislado de nosotros?...

II
Un hombre afirmaba que podía ocultar al sol con el pulgar de su mano. Otros al no
creerle le pidieron que se los demostrara. Y sin temor alguno, así lo hizo. Por un
instante la gente enmudeció y permaneció atenta. Al ver que nada sucedía reclamaron al
hombre y este les dijo:
- Tontos, ¿Acaso creyeron que se obscurecería el cielo?
- Por supuesto, ¿acaso era mentira?- respondía uno de la muchedumbre.
- Yo dije que podía ocultar al sol con el pulgar de mi mano y, en efecto, así lo
hice. No obstante, ustedes esperaban algo que es imposible, como algo
sobrenatural.

Así que aquel hombre volvió a levantar su mano y volvió a demostrar lo que afirmaba.
III
¿En qué se diferencia el caballo de “Pegaso” y el “Unicornio”? Pues que el caballo no
es un absurdo.

IV
Hay dos maneras para obtener la locura: una y la más natural, por merito propio; la otra
solo a través de intermediarios, el alcohol, la droga…y la religión de otros.

V
Una vez una gitana leyó la mano de un hombre y le dijo que tendría fortuna y fama en
un futuro muy cercano; sin más, el hombre creyó en las palabras adivinatorias de la
gitana. Pero al retirarse la gitana de su negocio, un automóvil la arrollo y al instante
murió…Que absurdo, mientras ella (la gitana) adivinaba el destino de los otros, no pudo
adivinar el suyo con respecto a su muerte.

VI
Cierta vez una mujer, con aires de emoción y éxtasis, fue con el cura; pues según ella en
la pared de su casa había aparecido la imagen de la “Santísima Virgen”. El cura, al igual
que la mujer en pasión, fue con ella al lugar del “hecho”. En efecto, en la pared había
una imagen, producto del descarapelamiento, de forma propia del azar del tiempo; el
cura, decepcionado, le dijo a la mujer:
- ¿Esta es la imagen que dices que apareció?
- Si padre, ¿verdad qué es un milagro?
- Estimada señora, creame, si por cada imagen que generan los climas y el tiempo,
fueran de tal naturaleza sobrenatural, se podría decir que el mundo es todo él un
milagro. Pero a decir verdad, hija mía, tal imagen ni es la virgen, ni nada
semejante a lo divino.
- Pero padre, no ve el parecido.
- ¡Oh hija mía! En verdad es mucha tú fe que al mismo tiempo te ciega.
Precisamente, hace tres días, en una de mis prisas diarreicas, fue meramente
casual que en las “eses” se formara el rostro de nuestro “Señor Jesucristo”; pero
no dominado por la superstición y el fanatismo, aquello es indigno. Pues
parecería que aquello es lo mismo que un aborto y que mejor manera que
hacerlo por ese medio. Si realmente quieres tener fe, hazlo por merito propio y
haciendo uso de la inteligencia más que de la superstición y el fanatismo…

VII
La única forma eficaz de responder a la pregunta “¿Qué es la muerte?” es
suicidándose…El único problema, es de que una vez realizado, no se puede comunicar a
los otros…ni por voz ni por escrito.

VIII
Suelen decir algunos eruditos que el alma es inmortal. Caso curioso es saber cómo es
que saben que en efecto esto es así, aun a expensas de que muchos han muerto y otros
están por morir: en este sentido ¿puede lo finito “saber” de lo infinito?

IX
Gran semejanza hay entre los sacerdotes y los teólogos con los impotentes sexuales.
Esto es que, en ellos, mucho es su deseo, pero poca es la fuerza para realizarlo: lo cual
solo queda en el mundo de las ideas.

X
¿Qué es la religión sin sus templos, su arte plástico, sus esculturas y su música? Nada,
absolutamente nada…solo son meras promesas.

Ricardo M. Pilón A. (4 de septiembre del 2005).

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