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Aceptación y

renuncia de la
herencia

Derecho
Privado VII

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Aceptación y renuncia de la
herencia
Conductas del llamado a suceder frente a la apertura
de la sucesión. Derecho de opción
A modo de introducción, es dable recordar que el art. 2277 expresa que “la
muerte real o presunta de una persona causa la apertura de su sucesión y
la transmisión de su herencia a las personas llamadas a sucederle por el
testamento o por la ley…”1.

Como en nuestro sistema legal se pretende que la herencia no quede


vacante, se establece que la transmisión al heredero opera en el momento
de la muerte del causante; sin embargo, como no se fuerza la aceptación,
se condiciona la transmisión a que sea aceptada. De esto se infiere que la
calidad de heredero no se impone; por el contrario, quien es llamado por
ley o por testamento puede voluntariamente aceptar o repudiar la
herencia. Es decir, la persona llamada a la sucesión puede manifestarse
voluntariamente sobre si acepta o renuncia a la herencia. Esta
manifestación habrá de determinar su posición frente a la herencia, ya que
según elija uno u otro de los términos de ese derecho de opción, habrá de
convertirse en sucesor o en extraño a la herencia. Por tanto, el heredero
tiene derecho de opción; esto es, la libertad para aceptar o renunciar a la
herencia.

En tal sentido, prescribe el art. 2287 del CCCN que “todo heredero puede
aceptar la herencia que le es deferida o renunciarla, pero no puede hacerlo
por una parte de la herencia ni sujetar su opción a modalidades…”2. Es
decir, la herencia no puede ser aceptada o renunciada parcialmente,
tampoco puede estar sujeta tal aceptación o renuncia a una condición o un
plazo. Por lo tanto, si el heredero aceptara una parte de la herencia, se
considera que la aceptó en su totalidad.

Tal derecho puede ejercerse a partir de la muerte del autor de la sucesión,


por lo tanto, las herencias futuras no pueden ser aceptadas ni

1 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título I. Código Civil y Comercial de la Nación.
2 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial de la
Nación.

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renunciadas3. Sin embargo, parte de la doctrina estima que este principio
admite algunas excepciones4.

El pacto de herencia futura resulta contrario al sistema


jurídico vigente en la Argentina y en el extranjero, a
proyectos de reformas anteriores y a la opinión de la
doctrina jurisprudencial y autoral más autorizada que
rechaza la idea de especular sobre los bienes que se
recibirán de una persona aún con vida (Laje, 2014, p. 1).

El ejercicio del derecho de opción tiene efecto retroactivo al día de la


apertura de la sucesión. Conforme a ello, si acepta la herencia, se considera
que es aceptante desde la muerte del autor de la sucesión. En esa misma
línea, si renuncia a la herencia, se entiende que nunca ha sido heredero5.
Ello es una “consecuencia lógica de que nuestro sistema sucesorio
consagra el principio de que la transmisión se produce en el mismo
instante de la muerte del causante” (Solari, 2014).

Caducidad:

Este derecho no tiene duración ilimitada, pues el Código, en el art. 2288,


prevé el momento hasta el cual se puede aceptar o renunciar la herencia,
así el derecho de aceptarla caduca a los diez años desde la apertura de la
sucesión6.

Podrá invocar el transcurso del plazo quien tuviese un interés jurídico, por
ejemplo, los coherederos de igual grado o los herederos que recibirán la
herencia si falla esa vocación preferente. También podrán hacerlo los
acreedores si de ello dependen sus derechos.

Transmisión del derecho de opción:

Si quien es llamado a la sucesión falleciera antes de haber ejercido el


derecho de opción, esa facultad integrará el contenido de su herencia y se
trasmitirá, por lo tanto, a sus herederos, quienes podrán utilizar los
términos de la alternativa.
3 Art. 2286. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial
de la Nación.
4 Arts. 1010, segundo párrafo, y 2411. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título VIII, Cap.
6, y Cap. 7, § 1ª, respectivamente. Código Civil y Comercial de la Nación.
5 Arts. 2291 y 2301. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 1 y 3. Código Civil y
Comercial de la Nación.
6 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial de la
Nación.

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Por otra parte, se prevé la posibilidad de transmitir el derecho de opción.
Esto se debe a que este derecho se encuentra “dentro del conjunto de
titularidades con contenido patrimonial transmisibles”7. En tal sentido, el
art. 2290 postula:

 Si el heredero fallece sin haber aceptado o renunciado a la herencia, el


derecho de hacerlo se transmite a sus herederos.
 Ante ello, puede suceder que todos los herederos estén de acuerdo en
aceptarla o renunciarla.
 Pero puede darse la situación en que no lleguen a un acuerdo; en tal
caso, los que aceptaron la herencia deferida a su causante adquieren la
totalidad de los derechos y obligaciones que le correspondían a éste.
 Si el heredero renuncia a la herencia de su causante sin aceptar ni
renunciar la herencia que le fue deferida, implica la renuncia a ésta
última. Por ejemplo, Andrés fallece y su heredero es Pablo, quien
fallece sin haber aceptado o renunciado a la herencia. Santiago es
heredero de Pablo y, por lo tanto, podrá ejercer el derecho de opción
no ejercido por Pablo. Así, podrá renunciar la herencia de Andrés y
aceptar la de Pablo. Si renuncia a la herencia de Pablo no podrá aceptar
la de Andrés pues el derecho a la herencia de éste se desprende de su
calidad de heredero de Pablo8.

En consecuencia, el derecho de opción no ejercido se transmite a los


sucesores en caso de muerte del heredero llamado en primer lugar.

Explica Maximiliano Flammá (2014, p. 58) que estamos en presencia de dos


sucesiones distintas: una es la deferida al causante, y la otra es la del
segundo causante que es deferida a sus herederos; en ésta el derecho de
optar por aceptar o repudiar la primera forma parte del contenido
transmitido por la segunda. Por lo tanto, la capacidad exigida al
transmisiario para ejercer el derecho de opción se vincula exclusivamente
con la aceptación de la herencia de su transmitente.

Aceptación de la herencia
Aceptar implica asumir plenamente, en la práctica, la calidad de heredero.
La aceptación tiene por fin consolidar tal calidad, haciendo irreversible el
llamamiento efectuado por la ley o por la voluntad del causante. De esta

7 Art. 2290. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial
de la Nación.
8 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial de

la Nación.

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manera, cesa la incertidumbre acerca de la persona que asumirá los
derechos y obligaciones inherentes a la herencia.

El fundamento de la aceptación se encuentra, entonces, en la necesidad de


otorgar seguridad jurídica a la transmisión hereditaria al consolidar, en
cabeza del heredero, la titularidad de los derechos y obligaciones
transmitidos (Azpiri, 1998, p. 115).

El Código Civil distinguía dos clases de aceptación; estas son: la pura y


simple en virtud de la cual el heredero confundía su patrimonio con el del
causante y respondía ultra vires, y la con beneficio de inventario conforme
a la cual limitaba su responsabilidad por las deudas y cargas de la sucesión
sólo hasta la concurrencia del valor de los bienes recibidos.

El Código Civil y Comercial establece que la responsabilidad por las deudas


y cargas de la sucesión es limitada a la concurrencia del valor de los bienes
hereditarios recibidos, salvo lo dispuesto por el art. 23219.

Definición. Características. Capacidad. Formas

La aceptación de la herencia es “el acto entre vivos, unilateral, mediante el


cual la persona llamada a la herencia exterioriza su decisión de convertirse
en heredero y asumir los derechos y obligaciones inherentes a esa
condición” (Maffia, 1986, p. 136).

La aceptación cumple la función jurídica de perfeccionar el derecho en


pendencia que confiere la vocación y, puesto que implica la apropiación de
la herencia, convierte al sucesible en sucesor. Puede consistir en una
declaración de voluntad unilateral realizada con el fin de consolidar su
carácter de sucesor (expresa) o en la realización de actos a los que la ley
atribuye ese efecto (tácita).

Caracteres:

 Voluntaria: nadie puede ser obligado a aceptar una herencia. Ello se


desprende del art. 228710. Cualquier disposición del causante que
obligara al heredero a aceptar sería inválida.
 Unilateral.
  Pura: no puede estar sujeta a término o condición. El heredero no

9 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título V. Código Civil y Comercial de la Nación.
10 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 1. Código Civil y Comercial de la
Nación.

4
 puede sujetar la aceptación de la herencia a modalidad alguna; si lo
hiciera, se tendrá por no escrita11.
 Indivisible: pues no puede ser aceptada parcialmente; si así es
realizada, se entiende que se aceptó en un todo12.
 No es un acto personalísimo: puede ser realizada por mandato.
 Es irrevocable.

Capacidad:

La aceptación de la herencia es un acto que produce importantes efectos


jurídicos, ya que no solo comprende recibir los bienes hereditarios, sino
también la responsabilidad por las deudas del causante. En consecuencia,
se debe ser capaz para poder efectuarla.

Por tanto, es dable revisar cómo se produce la aceptación en los supuestos


de incapacidad, así podemos enunciar:

 Incapaces sujetos a tutela o curatela: la aceptación se realiza por medio


del tutor o curador.
 Menores de edad sujetos a responsabilidad parental: la aceptación es
realizada por sus progenitores.
 Personas por nacer: la aceptación es realizada por sus progenitores o
representante.
 Emancipados: postula Pérez Lasala (2014) que los emancipados por
matrimonio sólo pueden aceptar la herencia con autorización judicial,
en virtud de lo prescripto por el art. 29 del CCCN (Código Civil y
Comercial de la Nación). En estos casos, expresa el autor, no puede
concebirse la aceptación forzosa, aun cuando el incapaz tuviera
discernimiento para los actos de ocultación o sustracción, pues para
tener efectos la aceptación se requiere tener capacidad para aceptar
(Pérez Lasala, 2014, tomo 1, pp. 492-493).

Por último, prescribe el art. 2297 del CCCN que la responsabilidad del
incapaz o con capacidad restringida siempre es limitada13.

Expresa la misma norma que la aceptación de la herencia por el


representante legal de una persona incapaz nunca puede obligar a éste al
pago de las deudas de la sucesión más allá del valor de los bienes que le
fueron atribuidos. La misma solución se aplica a las personas con capacidad
restringida que actuaron con asistencia o por sus representantes legales.

11 Art. 2287. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 1. Código Civil y Comercial
de la Nación.
12 Art. 2287. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 1. Código Civil y Comercial
de la Nación.
13 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 2. Código Civil y Comercial de la
Nación.

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Parte de la doctrina considera que no es necesaria tal aclaración, pues en el
sistema del Código se regula que la responsabilidad ultra vires sólo procede
si se lleva a cabo alguno de los actos previstos por el art. 232114. Por lo
tanto, la aceptación como acto en sí no puede provocar la responsabilidad
ilimitada respecto a las deudas del causante (Flammá, 2014, p. 77).

Formas:

Regula el art. 2293 que:

La aceptación de la herencia puede ser expresa o tácita. Es


expresa cuando el heredero toma la calidad de tal en un
acto otorgado por instrumento público o privado; es tácita si
otorga un acto que supone necesariamente su intención de
aceptar y que no puede haber realizado sino en calidad de
heredero15.

La aceptación expresa, entonces, es la que se efectúa por medio de


instrumento público o privado. Por lo tanto, no es posible formularla de
manera verbal. Implica un negocio jurídico unilateral16. En el instrumento
debe constar la aceptación inequívoca de la herencia.

La aceptación tácita es la que se realiza por medio de actos que el


heredero no tendría derecho a ejecutar sino en calidad de heredero. Debe
tratarse de actos inequívocos, es decir, que no podrían realizarse en otro
carácter que el de heredero. “La ley le atribuye el efecto de consolidación
en la adquisición de la herencia a los actos que objetivamente presuponen
aceptación, sin que pueda indagarse en los casos particulares si existió o no
voluntad de aceptar” (Pérez Lasala, 2014. p. 498).

El acto debe reunir dos requisitos para que se considere que hubo
aceptación tácita:

1) subjetivo: supone la intención de aceptar;


2) objetivo: no puede haber sido realizado sino es en la calidad de
heredero.

14 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título V. Código Civil y Comercial de la Nación.
15 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 2. Código Civil y Comercial de la
Nación.
16Art. 259. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 1. Código Civil y Comercial
de la Nación.

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El art. 2294 del CCCN enuncia actos que importan aceptación tácita, a
saber:

a) la iniciación del juicio sucesorio del causante o la presentación en un


juicio en el cual se pretende la calidad de heredero o derechos derivados
de tal calidad;
b) la disposición a título oneroso o gratuito de un bien o el ejercicio de
actos posesorios sobre él;

[En cuanto a los actos de disposición, si bien la norma no lo establece


expresamente, comprende los actos de constitución de derechos reales
sobre cosa ajena.

Lo que evidencia la aceptación es la actitud dispositiva sobre el bien de la


sucesión.

No implica aceptación si se trata de bienes perecederos y la venta se


efectúa antes de la designación de administrador o su conservación es
dispensiosa o se desvalorizan rápidamente17.

Respecto al ejercicio de actos posesorios, procede cuando el heredero


toma posesión de un inmueble que forma parte de la sucesión luego de la
muerte del causante. También comprende los actos enumerados en el art.
1928 del CCCN; entre ellos: percepción de los frutos, amojonamiento,
mejoras18.]

c) la ocupación o habitación de inmuebles de los que el causante era dueño


o condómino después de transcurrido un año del deceso;

[En este caso, el heredero continúa viviendo en el inmueble que ocupaba el


causante.]

d) el hecho de no oponer la falta de aceptación de la herencia en caso de


haber sido demandado en calidad de heredero;

[Por ej.: cuando un acreedor del causante demanda al heredero como


deudor. Si el heredero no opone como excepción la falta de aceptación, se
lo tiene por aceptante.]

17 Art. 2296, incs. e y f. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 2. Código Civil y
Comercial de la Nación.
18 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Cuarto, Título II, Cap. 2. Código Civil y Comercial de la
Nación.

7
e) la cesión de los derechos hereditarios, sea a título oneroso o gratuito;
[Esto es consecuencia del principio que nadie puede ceder lo que no tiene.]

f) la renuncia de la herencia en favor de alguno o algunos de sus herederos,


aunque sea gratuita;

[En este supuesto no hay una verdadera renuncia, sino una cesión que
implica aceptación.]

g) la renuncia de la herencia por un precio, aunque sea en favor de todos


sus coherederos19.

[Aquí también hay cesión y, por lo tanto, aceptación.]

Por último, el art. 2296 del CCCN refiere a aquellos actos que no implican
aceptación de la herencia, estos son:

a) los actos puramente conservatorios, de supervisión o de administración


provisional, así como los que resultan necesarios por circunstancias
excepcionales y son ejecutados en interés de la sucesión;
b) el pago de los gastos funerarios y de la última enfermedad, los
impuestos adeudados por el difunto, los alquileres y otras deudas cuyo
pago es urgente;
c) el reparto de ropas, documentos personales, condecoraciones y
diplomas del difunto, o recuerdos de familia, hecho con el acuerdo de
todos los herederos;
d) el cobro de las rentas de los bienes de la herencia, si se emplean en los
pagos a que se refiere el inciso b) o se depositan en poder de un
escribano;
e) la venta de bienes perecederos efectuada antes de la designación del
administrador, si se da al precio el destino dispuesto en el inciso d) de
este artículo; en caso de no poderse hallar comprador en tiempo útil,
su donación a entidades de asistencia social o su reparto entre todos
los herederos;
f) la venta de bienes cuya conservación es dispendiosa o son susceptibles
de desvalorizarse rápidamente, si se da al precio el destino dispuesto
en el inciso d).

En los tres últimos casos, el que ha percibido las rentas o el precio de las
ventas queda sujeto a las obligaciones y responsabilidad del administrador
de bienes ajenos20.

19 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 2. Código Civil y Comercial de la
Nación.
20 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 2. Código Civil y Comercial de la
Nación.

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Acción revocatoria:
El Código vigente –a diferencia del Código Velezano21– no regula la acción
revocatoria conferida a los acreedores del heredero que tenía lugar cuando
éste aceptaba una herencia evidentemente mala en connivencia
fraudulenta con los acreedores del causante.

Parte de la doctrina estima que si bien no hay previsión especial al


respecto, la hipótesis se encuentra comprendida por las disposiciones
reguladoras del fraude22.

Tiempo para su realización

La herencia se puede aceptar desde el momento de la muerte del


causante, es decir, desde la apertura de la sucesión; por lo tanto, las
herencias futuras no pueden ser aceptadas23. Este derecho tiene límites en
el tiempo, pues el Código Civil y Comercial establece el momento hasta el
cual se puede aceptar la herencia: el art. 2288 establece que tal derecho
caduca a los diez años desde la apertura de la sucesión; si no se acepta en
ese plazo, se tiene al heredero por renunciante24. En el caso en que se trate
de personas que son llamadas a suceder en defecto de un heredero
preferente que acepta la herencia y luego es excluido de ésta (p. ej., por
indignidad), el plazo comienza a partir de dicha exclusión.

El plazo previsto opera como caducidad y no como prescripción, por lo que


no es pasible de suspensión ni interrupción.

Efectos

La aceptación retrotrae sus efectos al día de la apertura de la sucesión.


Conforme a ello, se considera que es aceptante desde la muerte del autor
de la sucesión25.

Las consecuencias de la retroactividad son:

21 Art. 3340 correspondiente al libro IV, Título II, de la Ley 340/1869, abrogada por el artículo 4° de la ley 26.994,
suplemento B.O. 08/10/2014, p. 1. vigencia: 1° de agosto de 2015, texto según art. 1° de la ley N.° 27.077, B.O.
19/12/2014. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
22 Véanse los arts. 338 y ss., Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 6, § 3ª.
Código Civil y Comercial de la Nación.
23 Art. 2286. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial
de la Nación.
24 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial de la
Nación.
25 Arts. 2291. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial
de la Nación.

9
 el heredero aprovecha todos los beneficios venidos a la herencia desde
la apertura de la sucesión y soporta las perdidas;
 aprovecha las renuncias realizadas por los coherederos;
 aprovecha las prescripciones que han corrido en beneficio de la
sucesión en el intervalo de la apertura de la sucesión y la aceptación,
así como soporta las que han corrido contra la sucesión.

Nulidad de la aceptación

La nulidad de la aceptación no ha sido específicamente regulada por el


Código vigente, por lo que debe tenerse presente lo establecido para los
actos jurídicos y para los simples actos lícitos.

La aceptación expresa de la herencia constituye un acto jurídico y queda,


por lo tanto, sometida a las reglas generales que regulan la materia. En
cambio, en la aceptación tácita, no siempre se aplican tales principios, pues
implica más la intención de realizar el acto y su realización que la validez
misma.

Causales de nulidad:

a) Falta de formalidades: en la aceptación expresa, es cuando no se realiza


en instrumento público o privado; en las tácitas se produce la nulidad si
la aceptación no reúne las formalidades solemnes que la ley prescribe
para realizar el acto jurídico de que se trata (p. ej., donar un inmueble
por instrumento privado).
b) Vicios del consentimiento:

 Dolo: se aplica lo dispuesto por los arts. 271 y ss.26. Parte de la doctrina
considera que el dolo no causa la nulidad de la aceptación tácita. Así, si
el heredero tuvo la intención de disponer de un bien de la sucesión,
efectivamente dispuso de él y luego el acto se anula; la intención
expuesta implica aceptación tácita.
 Violencia: se aplican los arts. 276 y ss. del CCCN27. La violencia anula la
aceptación expresa y la tácita pues quita al acto el requisito de la
voluntariedad.
 Error: en principio, no resultan aplicables a ambas formas de
aceptación las disposiciones del art. 265 y ss. del CCCN 28. En la

26 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 3. Código Civil y Comercial de la
Nación.
27 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 4. Código Civil y Comercial de la
Nación.

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aceptación expresa puede proceder el error como causal de nulidad
cuando verse sobre la identidad de la sucesión, esto es: cuando el
llamado a suceder acepta una herencia creyendo que aceptaba otra.

c) Testamento desconocido al momento de la aceptación que disminuye


considerablemente lo que a ese heredero le hubiere correspondido de
no haber existido ese testamento.

El Código no regula este supuesto, por lo que ha quedado una laguna


jurídica.

Podría plantearse la nulidad aplicando la teoría del error sobre el objeto de


la adquisición.

Efectos de la nulidad de la aceptación:

Corolario obligado del pronunciamiento de nulidad de la aceptación, es el


retorno al estado anterior a ésta, lo cual equivale a decir que el llamado a
la herencia está en condiciones de ejercer cualquiera de las posibilidades
emergentes del derecho de opción.

Aceptación forzada

Es impuesta como sanción al sucesor en determinados casos. Así, el art.


2295 del CCCN establece que sobre el heredero que oculta o sustrae
bienes de la herencia pesan las siguientes consecuencias:

 Es considerado aceptante con responsabilidad ilimitada. Afrontará las


deudas y legados de la sucesión con los bienes hereditarios recibidos y
con los propios.
 Pierde el derecho de renunciar.
 No tiene parte alguna en lo que ha sido objeto de ocultamiento o
sustracción.
 Si no puede restituir la cosa, deberá entregar su valor estimado al
momento de la restitución29.

Para la aplicación de esta norma, se requiere que el heredero haya


ocultado o sustraído los bienes hereditarios, existan otros coherederos y
no hubiese repudiado la herencia. De tal manera, si el sujeto comete estos

28 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 2. Código Civil y Comercial de la
Nación.
29 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 2. Código Civil y Comercial de la
Nación.

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hechos luego de renunciar a la herencia, resultan aplicables las normas
comunes.

El valor del silencio. Distintos supuestos. Efectos


Ejercicio del derecho de opción:

El art. 2288 del CCCN prevé que al heredero que ha dejado transcurrir el
plazo de diez años sin ejercer el derecho de opción se lo tiene por
renunciante30. El fundamento de esta solución radica en la presunción de
ausencia de voluntad del llamado a la herencia de revestir la calidad de
heredero.

Se considera que la actitud pasiva y prolongada del heredero durante diez


años equivale a la renuncia –aunque no es propiamente tal– y se le otorga
los efectos de ésta.

Otro supuesto es el del silencio en el caso de intimación de los terceros


interesados para exigir la aceptación o la renuncia:

El art. 2289 del CCCN prevé que si un heredero es intimado a aceptar o


renunciar a la herencia en un plazo no menor a un mes ni mayor a tres
meses – renovable por una vez–, y ese plazo transcurre sin haber
respondido a la intimación, se lo tiene por aceptante31.

En este punto cabe señalar que la solución dada por la norma se


contrapone con la que se confiere al silencio en el vencimiento del plazo
para ejercer el derecho de opción previsto por el art. 2288 del CCCN, según
el cual, el heredero que no hubiese aceptado la herencia en el plazo de diez
años es tenido por renunciante32.

Renuncia
La renuncia es la contrafigura de la aceptación de la herencia. En la
renuncia, el interesado por medio de la manifestación de su voluntad hace
abandono de los derechos y se excluye de las obligaciones
correspondientes a su condición hereditaria.

30 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial de la
Nación.
31 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial de la
Nación.
32 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial de la
Nación.

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Definición. Caracteres. Capacidad. Forma. Tiempo para su
realización

Es una “declaración expresa de voluntad, en la cual el heredero llamado a


la herencia manifiesta, en la forma dispuesta por la ley, no querer asumir
los derechos y obligaciones hereditarios” (Pérez Lasala, 2014, p. 511).

Caracteres:

 es expresa: la renuncia no se presume;


 es formal: puede ser realizada por escritura pública o por acta judicial
incorporada al expediente33;
 es unilateral: basta la manifestación del renunciante para que sea
eficaz;
 es pura: no puede ser sometida a condición ni plazo (Si bien el Código
no contiene una norma que expresamente contemple este carácter, su
reconocimiento responde a no permitir alteraciones en el llamamiento
de la ley o el testador.);
 es indivisible: es decir, no puede ser renunciada parcialmente;
 es gratuita: implica despojarse de una herencia de la que se era titular,
sin recibir contraprestación alguna;
 en principio, es irrevocable. Salvo en el caso previsto por el art. 2300
(retractación de la renuncia)34.

Capacidad:

 Para renunciar se requiere capacidad plena de obrar; por lo tanto, los


incapaces podrán renunciar por medio de sus representantes legales.
Incapaces sujetos a tutela o curatela: los tutores o curadores pueden
renunciar a la herencia, con autorización judicial.
 Incapaces sujetos a responsabilidad parental: la renuncia la realizan sus
progenitores. Se entiende que debe contarse con autorización judicial.
 Personas por nacer: la renuncia la realizan sus progenitores. Se
entiende que debe contarse con autorización judicial
 Emancipados: pueden renunciar a la herencia. Se entiende que pueden
hacerlo con autorización judicial

33 Art. 2299. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 3. Código Civil y Comercial
de la Nación.
34 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 3. Código Civil y Comercial de la
Nación.

13
Forma:

Como ya adelantáramos, conforme al art. 2299 del CCCN, la renuncia es un


acto formal que puede ser realizado:

 por escritura pública;


 por “acta judicial incorporada al expediente judicial, siempre que el
sistema informático asegure la inalterabilidad del instrumento”35.

En consecuencia, la renuncia no puede ser tácita.

Parte de la doctrina considera que puede también ser efectuada por medio
de un escrito presentado al proceso sucesorio con patrocinio letrado, que
es un procedimiento más sencillo que la escritura pública y el acta judicial y
que generalmente se admite en la práctica judicial (Di Lella, 2012). Esto es
criticado por otros autores que estiman que se trata de un acto
diferenciado de lo cotidiano de la práctica forense y debe revestir ciertas
formalidades (Gianni, 2014, pp. 56-57).

En cuanto al tiempo para su realización, la herencia puede ser renunciada


mientras no haya sido aceptada36. Por tanto, una vez aceptada, el heredero
pierde el derecho a optar por su renuncia. Asimismo, rige la caducidad del
derecho de opción37.

Cabe recordar que la renuncia sólo puede efectuarse a partir de la apertura


de la sucesión.

Retractación

Regula el art. 2300 de CCCN que:

El heredero renunciante puede retractar su renuncia en


tanto no haya caducado su derecho de opción, si la herencia
no ha sido aceptada por otros herederos ni se ha puesto al
Estado en posesión de los bienes. La retractación no afecta
los derechos adquiridos por terceros sobre los bienes de la
herencia38.

35 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 3. Código Civil y Comercial de la
Nación.
36 Art. 2298. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 3. Código Civil y Comercial
de la Nación.
37 Art. 2288. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial
de la Nación.
38 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 3. Código Civil y Comercial de la
Nación.

14
Para que sea posible la retractación de la renuncia, deben darse una serie
de requisitos:

1) no debe haber caducado el derecho de opción;


2) los coherederos no deben haber aceptado la herencia, ni el Estado
encontrarse en posesión de los bienes.

Si los demás herederos no aceptaron y no caducó el derecho a opción, el


renunciante podrá retractarse.

Si el derecho de optar entre aceptar o renunciar a la herencia caducó,


misma suerte corre la posibilidad de la retractación.

De tal manera, si los herederos son varios y algunos aceptaron la herencia,


ya no es posible retractarse de la renuncia, sin importar si ésta última se
efectuó antes o después de la aceptación. El fundamento de esta solución
radica en el acrecentamiento de sus porciones que tienen los coherederos
aceptantes.

Una salvedad importante regulada por la norma es la protección de los


derechos de los terceros sobre bienes de la herencia, los que no se ven
afectados por la retractación.

Nulidad de la renuncia

Se aplican supletoriamente las disposiciones que regulan la nulidad de los


actos jurídicos39.

La renuncia implica un acto jurídico previsto por el art. 259 del CCCN 40.

Causales:

 defectos de formas: es un acto jurídico solemne por lo que rige lo
dispuesto por el art 388 del CCCN (nulidad relativa)41;
 vicios del consentimiento: procede la nulidad por vicio de dolo42,
violencia43 y error (sólo se admite como causa, el error sobre la
identidad del objeto).

39 Arts. 382 y ss. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 9, § 1ª. Código Civil y
Comercial de la Nación.
40 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 1. Código Civil y Comercial de la
Nación.
41 Véase Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 9, § 2ª. Código Civil y
Comercial de la Nación.

15
Efectos:

La consecuencia de la nulidad es que las cosas vuelven a su estado anterior.

Acción de los acreedores del heredero

El Código otorga a los acreedores del heredero una acción destinada a


revocar la renuncia a fin de poder ejercer los derechos sucesorios del
renunciante. En tal sentido, enuncia el art. 2292 del CCCN:

Si el heredero renuncia a la herencia en perjuicio de sus


acreedores, éstos pueden hacerse autorizar judicialmente
para aceptarla en su nombre. En tal caso, la aceptación sólo
tiene lugar a favor de los acreedores que la formulan y hasta
la concurrencia del monto de sus créditos44.

Requisitos para su procedencia:

 que el crédito sea de causa anterior a la renuncia;


 que la renuncia le haya reportado un perjuicio. El deudor renunciante
debe ser insolvente y la sucesión solvente. Si el heredero renunciante
cuenta en su patrimonio con bienes suficientes para cubrir la deuda, no
se justifica la habilitación al acreedor para solicitar la inoponibilidad de
la renuncia y el posterior ejercicio de la acción subrogatoria.

La acción debe dirigirse contra el renunciante y los coherederos que se han


beneficiado con la renuncia. La acción sólo beneficia al acreedor que la
intentó.

El efecto es la inoponibilidad de la renuncia al acreedor que ejerció la


acción (no es propiamente una nulidad). Es decir, mantendrá su validez
para todos los efectos que de ella deriven, salvo que será inoponible para
el acreedor. Luego, por vía subrogatoria, éste último realizará los actos
necesarios para obtener el cobro de sus créditos.

42 Art. 271 y ss., Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 3. Código Civil y
Comercial de la Nación.
43 Art. 276 y ss., Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Primero, Título IV, Cap. 4. Código Civil y
Comercial de la Nación.
44 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 3. Código Civil y Comercial de la
Nación.

16
Efectos

La renuncia tiene efectos retroactivos; en consecuencia, se considera que


el heredero renunciante nunca ha sido tal, sin perjuicio del derecho de
representación45. Por lo tanto, no recibe los bienes de la herencia ni
responde por las deudas y cargas de la sucesión. Puede exigir los créditos
que tuviera contra el causante y sigue obligado por las deudas que tuviera
a favor de aquél. Si antes de la renuncia realizó actos de administración, se
considera lo actuado como gestión de negocios y deberá rendir cuentas.

El heredero renunciante no debe colacionar lo que recibió del causante por


donación y puede conservar lo donado o legado hasta el límite de la
porción disponible. Ahora bien, si el renunciante posee descendientes que
aceptan la herencia, éstos deberán colacionar lo donado al ascendiente
representado.

Intimación a aceptar o renunciar


Se advierte que si los derechos de los interesados quedasen subordinados
al plazo de diez años, del que goza el titular de la vocación para ejercer su
derecho de opción, la inseguridad ante las relaciones jurídicas que por
fallecimiento del causante quedasen sin sujeto cierto podría provocar
serios perjuicios. En tal sentido, resultaría absurdo que los acreedores
tuvieran que esperar ese plazo para conocer el pronunciamiento del
heredero, durante el cual –normalmente– prescribirían sus acciones.

Previendo esta circunstancia, dispone el art. 2289 del CCCN que cualquier
interesado puede solicitar judicialmente que el heredero sea intimado a
aceptar o renunciar la herencia en un plazo no menor de un mes ni mayor
de tres meses, renovable una sola vez por justa causa46. La norma
establece que la intimación deberá realizarse exclusivamente de manera
judicial. El plazo comienza a correr desde que el heredero ha sido
notificado de tal intimación. Los interesados solo pueden exigir tal
pronunciamiento una vez transcurridos nueve días a partir de la muerte del
causante, durante los cuales sólo podrán pedir las medidas necesarias para
resguardar sus derechos47; se trata del plazo de “luto y llanto”. Si la
intimación se efectúa dentro de esos nueve días, el plazo se contará a
partir de que finalice ese término. Si el heredero hubiese sido instituido

45 Art. 2301. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. 3. Código Civil y Comercial
de la Nación.
46 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap.1. Código Civil y Comercial de la
Nación.
47 Art. 2289. Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap.1. Código Civil y Comercial
de la Nación.

17
bajo condición suspensiva, la intimación sólo puede hacerse una vez
cumplida tal condición.

Legitimación activa para realizar la intimación:

Debe comprenderse en la mención “cualquier interesado” a:

 los acreedores de la sucesión: pues están interesados en el pago de las


deudas que tuviese el causante respecto a ellos;
 los legatarios: ya que están interesados en la entrega de sus legados;
 y los acreedores del heredero: tienen interés en que se acreciente el
patrimonio de su deudor (heredero).

La doctrina no era uniforme respecto a si se encontraban legitimados para


efectuar la intimación los coherederos o herederos de grado ulterior al
intimado. Esta discusión no ha sido zanjada. Autores como Flammá (2014,
pp. 56-57) entienden que, conforme a la redacción del Código vigente se
incluye a los herederos de igual grado y a los de ubicación posterior. Por su
parte, Pérez Lasala (2014, tomo 1, pp. 531-532) sostiene que están
excluidos: los primeros, porque subentran en la posición jurídica del
causante, y los segundos, porque sólo tienen un derecho eventual sobre la
herencia para el caso que no queden como herederos los de grado
anterior.

Consecuencia del vencimiento del plazo:

En virtud del art. 2289 del CCCN, si el plazo vence sin que el heredero
hubiese respondido a la intimación, se lo tiene por aceptante48.

Ello es así por el sistema adoptado por nuestro Código, donde al heredero
se le defiere y transmite de pleno derecho la herencia desde la muerte del
causante. Si el heredero quiere cambiar ese status legal, debe decirlo
expresamente. Su silencio debe ser interpretado como una aceptación
(Borda, 1994, tomo I, pto. 1119/204).

En este punto cabe señalar que la solución dada por la norma se


contrapone con la que se confiere al silencio en el vencimiento del plazo
para ejercer el derecho de opción previsto por el art. 2288 del CCCN, que
establece que el heredero que no hubiese aceptado la herencia en el plazo
de diez años es tenido por renunciante49.

48 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap.1. Código Civil y Comercial de la
Nación.
49 Ley 26.944 promulgada por Decreto 1975/2014, Libro Quinto, Título II, Cap. I. Código Civil y Comercial de la
Nación.

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Referencias
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Hammurabi.

Borda, G. (1994). Tratado de Derecho Civil – Sucesiones, tomo 1. Buenos Aires:


Abeledo Perrot.

Di Lella, P. (2012), De la transmisión de derechos por causa de muerte. En J. C.


Rivera (Dir.) y G. Medina (Coord.), Comentarios al Proyecto de Código Civil y
Comercial de la Nación 2012, Buenos Aires: Abeledo Perrot.

Flammá, M. (2014). Título II: Aceptación y renuncia de la herencia – Capítulo 1:


Derecho de opción. En J. C. Rivera y G. Medina (Dirs.), Código Civil y Comercial de
la Nación Comentado. Buenos Aires: Thomson Reuters – La Ley.

Gianni, P. (2014). Título II: Aceptación y renuncia de la herencia – Capítulo 3


Renuncia de la herencia. En J. C. Rivera y G. Medina (Dirs.), Código Civil y
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Pérez Lasala, F. (2014). Título V: Responsabilidad de los herederos y legatarios.


Liquidación del pasivo. En J. C. Rivera y G. Medina (Dirs.), Código Civil y Comercial
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Culzoni.

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d81816000001508cb328e96c47a00e&docguid=i8D7CEDE56DC4567ACAB92946
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