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HEMOPTISIS

DEFINICIÓN
Se denomina hemoptisis a la expulsión de sangre por la boca procedente del aparato
respiratorio a nivel subglótico (del árbol traqueobronquial o de los pulmones). Esta definición
abarca, desde la tinción del esputo con estrías de sangre, hasta la expectoración de sangre
fresca en cantidades masivas.

Según Surós:
Es la eliminación por la boca de sangre procedente de las vías respiratorias inferiores. Se
valoran para el diagnóstico de la hemoptisis dos signos:

1.-La hemorragia produce carraspeo y tos.

2.-La sangre es clara, rutilante y con burbujas de aire (espumosa), sin restos alimentarios.

Siempre hay que excluir que la sangre emitida proceda, en realidad, de una gingivorragia,
de la nasofaringe posterior, de la orofaringe o del tracto gastrointestinal (hematemesis).
Supone un signo de alarma tanto para el paciente como para el médico ya que puede
tratarse de la primera manifestación de una enfermedad grave, como el carcinoma
broncogénico, o puede por sí misma poner en peligro la vida del paciente si se trata de una
hemoptisis masiva. La hemoptisis tiene su origen, en la mayoría de las ocasiones, en las
arterias bronquiales, estas arterias nacen de la aorta torácica, salvo en las llamadas
variantes anatómicas, en las que pueden proceder de las arterias intercostales, la mamaria
interna, la subclavia derecha o la aorta abdominal; existiendo en las arterias bronquiales
presiones similares a la sistémica. Algunas veces la hemorragia se produce a partir de
ramas de las arterias pulmonares. El curso clínico de una hemoptisis es impredecible y un
mismo agente etiológico puede manifestarse de forma muy distinta, a veces produciendo
un sangrado mínimo y otras veces con una hemorragia masiva.

ETIOLOGÍA

La hemoptisis puede ser la primera manifestación de un gran número de enfermedades


cuyo pronóstico y tratamiento son muy diversos. Por ello, en la práctica clínica es muy
importante plantear un buen diagnóstico diferencial y realizar un correcto diagnóstico
etiológico. En la tabla I se reseña una clasificación etiológica basada en la causa de
sangrado. Hasta hace pocas décadas las dos principales causas de hemoptisis eran la
tuberculosis y las bronquiectasias. Actualmente las causas más frecuentes de hemoptisis
en nuestro medio son las neoplasias (28%), la bronquitis crónica (19’8%), las
bronquiectasias (14’5%) y las neumonías o abscesos pulmonares (11’5%). El carcinoma
adquiere gran importancia en varones de más de 40 años de edad, sobre todo si tiene
antecedentes de tabaquismo, el mecanismo patogénico del sangrado se relaciona con la
inflamación y la necrosis de los vasos del tejido tumoral o con una neumonitis obstructiva
asociada. También es causa frecuente de hemoptisis el tumor carcinoide, pudiendo
ocasionar una hemorragia masiva, dado que es un tumor muy vascularizado.
CLASIFICACIÓN DE LA HEMOPTISIS SEGÚN SU CAUSA

Enfermedades pulmonares no infecciosas: Enfermedades sistémicas :

• Bronquitis crónica Enfermedad de Churg-Strauss

• Bronquiectasias • Lupus eritematoso sistémico

• Fibrosis quística • Enfermendad mixta del tejido conectivo

• Secuestro pulmonar • Cuerpo extraño • Esclerodermia

Neoplasias: • Enfermedad de Schönlein-Henoch

• Carcinoma broncogénico (enespecial • Síndrome de hemorragia alveolar: poliangeitis


epidermoide y microcitico) microscópica, Wegener, Goodpasture,
hemosiderosis pulmonar idiopática
• Tumor metastásico (ca. de laringe, mama,
colon, riñón, melanoma) • Sarcoidosis

• Tumor carcinoide bronquial • Histiositosis X

• Otros: linfomas, sarcomas • Linfangiomiomatosis

Enfermedades infecciosas: • Amiloidosis

• Tuberculosis (infección activa o lesiones Iatrogénicas:


cicatriciales hipervascularizadas)
• Complicaciones de la broncoscopia • Complicación
• Neumonías bacterianas y abscesos pulmonares de la punción-aspiración con aguja fina

• Infecciones víricas del parénquima pulmonar y • Intubación traqueal, traqueotomía


traqueobronquitis
• Rotura de arteria pulmonar por catéter de Swan-
• Infecciones fúngicas: aspergilosis Ganz
broncopulmonar,aspergiloma, mucor
• Fármacos anticoagulantes, amiodaroma,
• Infecciones parasitarias: quistes hidatídicos y vinblastina
otras parasitosis
• Radioterapia y braquiterapia endobronquial
Enfermedades cardiovasculares: Enfermedades hematológicas: • Coagulación
intravascular diseminada • Trombocitopenia y
• Tromboembolismo pulmonar e infarto
disfunciones plaquetarias • Leucemia • Hemofilia
pulmonar • Estenosis mitral
Traumatismos:
• Edema agudo de pulmón, insuficiencia cardiaca
izquierda • Endocarditis • Contusión pulmonar Otras causas: • Consumo de
cocaina, crack
• Síndrome de Eisenmenger
• Hemoptisis catamenial
• Hipertensión pulmonar primaria • Síndrome de
vena cava superior • Aneurisma de aorta • Formas idiopáticas
En la bronquitis crónica de origen tabáquico el sangrado tiene su origen en un aumento de la
vascularización de la mucosa bronquial. Las bronquiectasias siguen siendo, hoy en día, una causa
importante de hemoptisis, en contraposición con lo que ocurre en otros países, posiblemente
debido a la mayor incidencia de tuberculosis en el pasado en nuestro medio. El mecanismo de
sangrado se encuentra en la hipervascularización de la mucosa con hipertrofia de las arterias
bronquiales.

En las enfermedades infecciosas, como abscesos y neumonías el sangrado se produce por la invasión
de los vasos y formación de trombos in situ y necrosis tisular. La arpergilosis broncopulmonar
alérgica cursa con destrucción del parénquima y formación de cavidades; en el micetoma se produce
una hipertrofia de los vasos, estos se rompen espontáneamente o son erosionados por efecto
mecánico o por la capacidad angioinvasiva del hongo. Las infecciones parasitarias, en concreto los
quistes hidatídicos son otra causa de hemoptisis.

Las enfermedades cardiovasculares como el tromboembolismo pulmonar, la estenosis mitral, la


insuficiencia cardiaca, la endocarditis, la hipertensión pulmonar primaria o secundaria a cardiopatí-
as congénitas, son otras causas posibles de hemoptisis; su mecanismo patogénico es diferente
según la enfermedad.

Otras muchas enfermedades pueden producir ocasionalmente este síntoma, como fístulas
arteriovenosas pulmonares como las que se observan en la enfermedad de Rendu-Osler, secuestro
pulmonar, quistes bronquiales; en estos casos la hemorragia suele ser leve y deberse a una infección
respiratoria aguda concomitante. Las fístulas aortobronquiales que aparecen en la bronco litiasis o
como complicación de las intervenciones quirúrgicas correctoras de anomalías congénitas, se
asocian a hipertrofia de las arterias sistémicas y bronquiales, por lo que la hemorragia suele ser
masiva.

También pueden ser causas de hemoptisis algunas enfermedades raras, como la


linfangiomiomatosis, la amiloidosis, la litiasis alveolar, la hemosiderosis pulmonar idiopática, la
granulomatosis de Wegener, la panarteritis nodosa, el síndrome de Goodpasture, incluso se ha
descrito un caso de hemorragia alveolar asociada en enfermedad inflamatoria intestinal y tiroiditis
de Hashimoto. En otras ocasiones se debe a complicaciones de determinadas técnicas como la
broncoscopio, la punción aspiración con aguja fina, el cateterismo cardiaco derecho, o por
administración de fármacos (anticoagulantes orales, antiagregantes plaquetarios), radioterapia
externa o braquiterapia. Sin embargo, hasta en un 5 a 20% de los casos de hemoptisis no se realiza
un diagnostico etiológico después de un completo estudio, catalogándose entonces de idiopática o
criptogénica.

PATOGENIA

Los mecanismos de producción de la hemoptisis se dan básicamente:

 Por hemorragia bronquial:


con vasos normales :Carcinoma apical
Con vasos anormales: bronquiectasias, tuberculosis (aneurismas de Rasmussen)

 Por hemorragia alveolar:


sin vasculitis: Hemosiderosis pulmonar idiopática
con vasculitis: Granulomatosis de wegener, enfermedad de Chrug-Strauss,
síndrome de goodpasture.

 Por trasudación alveolar: Insuficiencia ventricular izquierda.


 Por necrosis: Formación de cavidades o abscesos
En muchos pacientes, además de lesiones vasculares existe desarrollo de
anastomosis entre la circulación pulmonar y sistémica (arterias bronquiales), lo
que significa mayor presión sanguínea en las lesiones y sus proximidades.

CLASIFICACIÓN

SEGÚN LA ACTIVIDAD:

 Hemoptiis activa: Hasta 48 horas


 Hemoptisis inactiva:No presente en el momento

A-reciente: Más de 48 h y menos de 7 días

B-No reciente: Más de 7 días

SEGÚN LA CANTIDAD:

La cantidad de sangre expectorada brinda escasa o nula información sobre la severidad o


gravedad del proceso subyacente. De cualquier manera el volumen de sangre no altera la
utilidad del síntoma-hemoptisis-Como hecho diagnóstico revelador significativo de una
patología casi siempre importante
Tomando en cuenta la cantidad de sangre expectorad de la hemoptisis pueden
clasificarse en:

 Expectoración hemática o hemoptoica


 Hemoptisis leve –Menos de 150 cc en 24 horas
 Hemoptisis moderadas y graves entre 150 y 500 cc en 24 hs
 Hemoptisis masiva más de 600 cc en 24 hs.

Según la clasificación del INER:

 Esputo hemoptoico: Menor de 15 ml/d


 Hemoptisis franca: Más de 15ml-200 ml/d
 Hemoptisis mayor: Más de 200-600 ml/d
 Hemoptisis masiva: Más de 600ml/16 hs
 Hemoptisis exanguinante:1000 ml/d -150 ml /h

La hemoptisis se clasifica según la cuantía del sangrado, pero en la práctica clínica se


habla de hemoptisis amenazante, refiriéndose a aquella que pone en riesgo la vida del
paciente; este concepto no sólo tiene en cuenta el volumen y la velocidad del sangrado
sino, además, el estado respiratorio basal del paciente y por ende su repercusión clínica.

“La hemoptisis amenazante cumple alguno de los criterios siguientes: sangrado superior a
20-30 mL/ hora o superior a 600 mL/24 horas, insuficiencia respiratoria o inestabilidad
hemodinámica”.

La clasificación más usada de acuerdo al volumen de la hemoptisis es:

 Leve: menos de 30 mL/24 horas


 Moderada: de 30 a 200 mL/24 horas
 Severa: de 200 a 500 mL/24 horas
 Masiva: mayor de 600 mL/día. Independiente del volumen, que resulta difícil de
cuantificar, la hemoptisis es un síntoma inespecífico que requiere atención médica
inmediata.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Confirmación de la hemoptisis
La primera actuación en el estudio de un paciente que refiere expectoración hemoptoica es
asegurarse de que verdaderamente se trata de una hemoptisis, debe confirmarse que la
sangre procede del tracto respiratorio subglótico y no de regiones supraglóticas, como la
cavidad oral, la faringe, la laringe o el tracto digestivo. También hay que tener en cuenta
que una epistaxis o una gingivorragia ocurrida durante la noche puede manifestarse a la
mañana siguiente, como una expectoración sanguinolenta, sin serlo. Ante toda hemoptisis
conviene realizar un examen de cavidad oral y de las fosas nasales y, además si es posible
una exploración otorrinolaringológica, para descartar un origen supraglótico del sangrado.

Para establecer el diagnóstico diferencial con la hematemesis, se debe de valorar la


existencia previa de enfermedades hepáticas, ulcus gastroduodenal o reflujo
gartroesofágico y si el sangrado se acompaña de nauseas, vómitos o dolor abdominal. Por
el contrario, la existencia de antecedentes cardiorrespiratorios y que la emisión la sangre
se acompañe de tos, disnea o dolor torácico, nos puede orientar hacia un sangrado
broncopulmonar.

También es útil en el diagnóstico diferencial las características de la sangre, la que procede


de la vía aérea suele tener un color rojo brillante de aspecto espumoso y de pH alcalino, la
procedente del aparato digestivo la sangre suele ser negra (“posos de café”), no es
espumosa, tiene un pH ácido y puede tener restos alimenticios. En la tabla II se recogen
las principales características diferenciales entre ambas.
Anamnesis y exploración física:

La presencia de hemoptisis plantea una situación de suma gravedad que debe ser atendida
con urgencia, afortunadamente, la expectoración de sangre tiende a autolimitarse en la
mayoría de los casos quedando el paciente con tos húmeda, esputo hemoptoico y
estertores roncantes y bronquiales en ambos campos pulmonares.

La natural preocupación y angustia en el paciente y los familiares dificulta la cuantificación


del sangrado toda vez que las manchas de sangre en las ropas de cama hacen suponer
una mayor cantidad. La medición en mililitros por hora o por día, además de ser difícil,
plantea la necesidad de establecer criterios relacionados con la edad y el peso del paciente.
Los términos masiva o submasiva se entienden fácilmente. Los signos de hipovolemia y el
monitoreo de la cuenta roja son los mejores indicadores de la cuantía del sangrado. En los
casos fatales el paciente no fallece en estado de choque hipovolemico y anemia aguda sino
por asfixia consecutiva a la obstrucción de la vía aérea por sangre y coágulos.

1. HISTORIA CLÍNICA.
Se debe establecer si el sangrado es agudo o crónico, pues algunas enfermedades como
bronquiectasias, tuberculosis o bronquitis crónica pueden manifestarse con una hemoptisis
recurrente.

Tener en cuenta los factores de riesgo para carcinoma broncogénico (tabaquismo


principalmente, pero también exposición a asbesto) y para tuberculosis pulmonar (contacto
con pacientes bacilíferos, inmunodeprimidos, etc.); así como, la existencia de
enfermedades cardiacas, síndrome de Goodpasture, granulomatosis de Wegener, lupus
eritematoso sistémico. Mención especial merece los tratamientos con anticoagulantes
orales y antiagregantes plaquetarios. También valorar si ha existido traumatismo torácico,
aspiración de cuerpos extraños y manipulaciones diagnósticas o terapéuticas sobre la vía
aérea o el pulmón.

Los síntomas acompañantes pueden servir de ayuda para establecer el diagnóstico


etiológico, así si la hemoptisis aparece junto a un cuadro súbito de disnea, dolor torácico y
signos de trombosis venosa profunda en miembros inferiores se debe de descartar en
primer lugar el tromboembolismo pulmonar como causa del sangrado; en el caso de que la
disnea se acompañe de ortopnea, expectoración espumosa y tos paroxística valorar la
posibilidad de edema agudo de pulmón. En resumen la HC deberá estar orientada en dos
criterios:
1.1. Indagar posibles causas que justifiquen la hemoptisis.

1.2. Detallar la cuantía y características de la hemoptisis

1.1. Indagar posibles causas que justifiquen la hemoptisis.

Ante cualquier episodio de hemoptisis el primer paso es confirmarla y posteriormente


distinguirla del sangrado procedente de vías aéreas superiores o del tracto gastrointestinal
(hematemesis).Para ello se debe interrogar cuidadosamente sobre las características del
material expulsado y si es posible observarlo.

La expectoración de un paciente al que se le está administrando Rifampicina puede ser de


color anaranjado y confundirse con sangre.

El esputo herrumbroso, típico de la neumonía por estreptococcus pneumoniae, puede


simular una hemoptisis.

Una vez comprobado que el material expulsado contiene sangre, el siguiente paso es ver
si su origen es de:

- Vía aérea subglótica.


- Vía supraglotica.
- Vía gastrointestinal.
- Para ello hay que hacer una anamnesis detallada:

 Vía aérea subglótica.

- La tos está siempre presente.


- Generalmente la coloración del esputo es roja clara espumosa.
- Existe antecedentes de enferme dad pulmonar.
- A veces se acompaña de disnea.
 Frecuencia de hemoptisis:

- Bronquitis y bronquiectasias 70%


- Neoplasias 20%
- Otras 10%

 Vía gastrointestinal.

- Antecedentes de enfermedad gastrointestinal (Ulcera péptica, cirrosis, alcoholismo,


varices esofágicas).
- Preceden al episodio nauseas o ardor epigástrico.
- Pueden aparecer melenas.
- No hay ni tos ni disnea.

 Vía supraglotica.

- Hacer una exploración otorrinolaringológica.

La recogida de los síntomas asociados a la hemoptisis, puede permitir una orientación


inicial. Por tanto en la anamnesis se deben insistir en los siguientes datos:

- Antecedentes de enfermedades respiratorias, cardíacas, hematológicas.


- Toma de medicación que pueda favorecer la hemostasia.
- Antecedentes de hemoptisis previa.
- Antecedentes de trombosis venosa profunda.
- Contactos con pacientes diagnosticados de tuberculosis.
- Hábitos de tabaquismo y enólico.

1.2. Detallar la cuantía y características del sangrado.

Una hemoptisis amenazante debe ser bien definida, más que por la cantidad de sangrado,
por el riesgo que para la vida del paciente representa un determinado volumen de
hemoptisis. Esta amenaza habitualmente es secundaría a la posibilidad de asfixia por
inundación del árbol traqueobronquial, más que a posibles complicaciones hemodinámicas
o anémicas.

Así los principales factores que determinan la gravedad de la hemoptisis son:


- Volumen total del sangrado. De forma arbitraria se ha definido como hemoptisis
masiva un sangrado superior a 600 m /l en 24 horas (aunque no existe un consenso
general a este respecto).

- Velocidad de la hemorragia. A mayor velocidad del sangrado mayor riesgo de asfixia


(en este aspecto la discrepancia varía según los autores, pero en general, se acepta
como criterio de gravedad un sangrado superior de 150-200 cm a la hora.

- El estado general del paciente. Con especial atención al estado respiratorio. Un


deterioro en esta función implica además de una mayor repercusión por inundación
del árbol traqueobronquial, una dificultad añadida para expectorar la sangre.

2. LA EXPLORACIÓN FÍSICA.

Se debe evaluar la situación cardiorrespiratoria midiendo la frecuencia respiratoria y


cardiaca, la presencia de cianosis, el empleo de musculatura accesoria de la respiración, el
estado de perfusión periférica, la tensión arterial y la auscultación cardiopulmonar. Si no
existe gravedad extrema se realizará una exploración más detallada, inspeccionando la piel
para valorar la existencia de lesiones cutáneas como telengiectasias, signos de vasculitis,
chapetas malares, equimosis o contusiones; examen cardiovascular minucioso
(auscultación cardiaca, ingurgitación yugular, reflujo hepatoyugular, edemas en miembros
inferiores); palpación de cadenas ganglionares cervicales, supraclaviculares y axilares;
exploración abdominal y de miembros inferiores.

Se centraría en:

- La auscultación cardiorrespiratoria.
- Signos de diátesis hemorrágicas (petequia, hematomas).
- Signos de trombosis venosa profunda.

3. DATOS DE LABORATORIO.

Hay que hacer un cuadro hemático completo:

 Hemograma.
El hemograma puede orientar sobre la importancia de la hemorragia según la hemoglobina
y el hematocrito. Es raro que una hemoptisis produzca una anemia aguda; sin embargo,
una anemia crónica microcítica puede ser un dato útil en el diagnostico de una hemorragia
alveolar. El recuento de leucocitos ayuda al diagnostico etiológico de una posible causa
infecciosa o una enfermedad hematológica maligna.

 Bioquímica.
 Sedimento urinario (para descartar hematuria).

 Estudio de coagulación.

El estudio de coagulación sirve para descartar la presencia de una diátesis hemorrágica


como causa primordial o coadyuvante del sangrado. Otras analíticas más especificas
pueden realizarse dependiendo de la sospecha etiológica, como marcadores tumorales en
caso de sospecha de carcinoma broncogénico; autoanticuerpos si se sospecha colagenosis
o vasculitis o estudio de función renal para descartar nefropatía.

 Gasometría arterial. (Puede obviarse en pacientes con hemoptisis mínimas y sin


patología pulmonar y si se sospecha insuficiencia respiratoria).

 Baciloscopia del esputo.

Si la clínica y la radiología orientan hacia tuberculosis. Si el paciente sigue expectorando,


se cursarán tres muestras seriadas de esputo para estudio microbiológico (Baciloscopia y
cultivo para micobacterias), y tres para el citológico, sobre todo en pacientes con factores
de riesgo para neoplasia pulmonar (varón, mayor de 40 años y fumador), ya que sirven de
gran interés en el seguimiento del paciente con hemorragia recidivante, radiografía de tórax
normal y sin factores de riesgo para carcinoma broncogénico en el que no se cree necesario
realizar pruebas invasoras (broncoscopía).

4. ESTUDIO RADIOGRÁFICO DE TÓRAX.

Constituye un paso fundamental. En ocasiones permite sospechar la lesión origen del


sangrado y muchas veces da claves diagnósticas como sospecha de bronquiectasias,
cavernas, quistes, masas, abscesos o el cuadro de bronquitis crónica.
5. FIBROBRONCOSCOPIA.

La fibrobroncoscopia es la técnica diagnóstica de más valor y está indicada prácticamente


en todo enfermo con hemoptisis de causa no conocida.

La fibroboncoscopia y las técnicas asociadas (aspirado y cepillado bronquiales, lavado


broncoalveolar y toma de biopsia) pueden ayudarnos a localizar y en algunos casos a
diagnosticar el proceso causante de la hemoptisis

Mientras que está clara la necesidad de la fibrobroncoscopia en la evaluación de la


hemoptisis, se discute su realización durante la fase activa del sangrado, ya que la tos
inducida por la fibroscopia puede aumentar el sangrado y extenderlo por el árbol
traqueobronquial, por lo que es imprescindible una buena anestesia local para evitar los
reflejos.

La broncoscopia rígida ha sido ampliamente desplazada por la broncoscopia flexible, sin


embargo la broncoscopia rígida presenta ventajas en los casos de sangrado amenazante,
en la hemoptisis inducida por cuerpos extraños de gran tamaño o cuando se va a utilizar
láser para fotocoagular.

6. TOMOGRAFÍA AXIAL COMPUTARIZADA.

La T.A.C. no está indicada de forma rutinaria. La T.A.C. complementa los estudios


anteriores y puede ayudar a localizar el punto de sangrado siendo más sensible que la RX
convencional, sobre todo en aquellos pacientes en los que el sangrado ha cedido y no se
localiza por broncoscopia.

7. ARTERIOGRAFÍA

La arteriografía resulta de utilidad en muchos casos de hemoptisis. Consiste en la


embolización de las arterias bronquiales y vascularización colateral relacionada. Juega un
papel cada vez más importante en el tratamiento de la hemoptisis que no responde a
medidas conservadoras. Inicialmente esta técnica fue solo una medida temporal para
estabilizar los pacientes para la cirugía, actualmente juega un papel importante en el control
a largo plazo de las hemoptisis recurrentes o persistentes.

Aunque su utilización está muy extendida, esta técnica es útil para pacientes con
enfermedad pulmonar difusa, en los cuales el sangrado puede proceder de más de un sitio
y aquellos que no sean candidatos para la cirugía.

La visión del punto de sangrado es rara, la localización se infiere de la visión de


vascularización anormal de las redes arteriales bronquiales, de ahí, que la localización
previa específica por fibroscopia sea importante.

Prácticamente no existen contraindicaciones absolutas para la realización de una


arteriografía, aunque sí existen contraindicaciones relativas como historia de
hipersensibilidad o reacciones adversas al contraste, hipertensión pulmonar severa, infarto
agudo de miocardio reciente, embarazo o falta de cooperación del paciente.

Las complicaciones suelen ser escasas en manos de personal experto y suelen


corresponder a arritmia grave, perforación cardiaca, anafilaxia y broncoespasmos. La
mortalidad se sitúa en un 0´3 %.
TRATAMIENTO

El tratamiento de la hemoptisis varía dependiendo de la severidad del sangrado, de la causa


específica que lo produce y del estado general del paciente.

El tratamiento por tanto debe estar enfocado a:

- Prevenir la asfixia y mantener la oxigenación.


- Detener el sangrado (controlar la hemorragia).
- Buscar la causa primaria productora de la hemoptisis y solucionarla.
- Estabilización del estado hemodinámico.

Tratamiento de la hemoptisis no amenazante

En las hemoptisis leves (menor de 30 ml en 24 horas):

- Tranquilizar al paciente.
- Iniciar los procedimientos diagnósticos apropiados.
- Si se ha llegado a un diagnostico etiológico se iniciará el tratamiento específico
(antibióticos, heparina).

En las hemoptisis moderadas (30-200 ml en 24 horas):

- Se requiere reposo estricto en cama, en posición de decúbito lateral ipsilateral al


lado del que se sospecha que procede el sangrado para evitar la inundación del
pulmón sano.
- No se debe permanecer sentado, para evitar la aspiración de sangre.
- Es conveniente canalizar una vía venosa, en previsión de posibles
descompensaciones.
- Se pueden utilizar antitusígenos (codeína 30mg, 1 Comp./8 h) en el caso de que la
tos constituya un problema o precipite la hemoptisis.
- Aunque su eficacia no está comprobada, los antibióticos de amplio espectro están
indicados en pacientes con sospecha de infección pulmonar localizada y
especialmente cuando puedan existir bronquiectasias.

Si una vez controlada la hemoptisis y a pesar de todos los medios diagnósticos no


conseguimos descubrir la causa, se realizara un seguimiento a los 3, 6, 12, 18 y 24 meses
y en cualquier momento si la hemoptisis recidiva. Los controles deberán incluir al menos
exploración física, radiografía de tórax y probablemente broncoscopia.

Tratamiento de la hemoptisis amenazante:

Se trata de una situación urgente que requiere una evaluación y tratamiento precoces.

La valoración diagnostico-terapéutica debe realizarse de forma conjunta por intensivista,


neumólogo y cirujano torácico.

Los objetivos prioritarios son:

1. Control de la vía aérea y hemodinámico:

- El paciente debe ser trasladado a una UCI, donde se pueda realizar una intubación
electiva si hay riesgo de asfixia.
- Cuantificar cronológicamente la tasa de sangrado.
- Soporte hemodinámico.

2. Medidas terapéuticas iniciales:

- Se deben tomar las mismas medidas generales que en otras hemoptisis.


- Mantener al paciente en dieta absoluta.

3. Localización del punto de sangrado:

- Broncoscopia. Técnica de elección, permite aplicar tratamientos locales.


- Arteriografía bronquial y pulmonar. Cuando la broncoscopia falla en la localización,
se debe realizar una arteriografía para buscar el vaso sangrante embolizarlo en el
mismo procedimiento.
4. Tratamiento local endoscópico. Consiste en la instilación bronquial de:

- Suero salino helado.


- Agentes vasoconstrictores (adrenalina tópica).
- Coagulantes tópicos.

5. Bloqueo endobronquial. Se realiza mediante taponamiento con balón de Fogarty a


través del broncoscopio o con tubo endotraqueal de doble luz.

6. Embolización.

Indicada en:

- Pacientes no quirúrgicos con sangrado a pesar del tratamiento conservador.


- Pacientes quirúrgicos, para estabilizarlos clínicamente hasta que pueda realizarse
una cirugía electiva.

7. Cirugía.

Indicado en:

 Cirugía urgente, en hemoptisis masiva incontrolable, lateralizada, que no responde


a otras medidas.
 Cirugía electiva, en hemoptisis masiva en la que se ha estabilizado el sangrado y
la situación general.

Las contraindicaciones absolutas son:

– Hipoxemia basal.

– Retención de CO2.

– Disnea de reposo o de mínimos esfuerzos.


– Enfermedad pulmonar bilateral.

– Resección técnicamente no posible.

– No localización del sangrado.

– Supervivencia estimada de la enfermedad causal menor de 6 meses.

8. Otros tratamientos:

- Colapsoterapia mediante neumotórax terapéutico.


- Radioterapia externa (carcinoma).
- Láser a través de broncoscopia.

BIBLIOGRAFÍA:
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 Surós Batlló, Antonio (2001).Semiología médica y técnica exploratoria
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CONCLUSIONES

La hemoptisis es la eliminación por la boca de sangre procedente de las vías respiratorias


inferiores. Se valoran para el diagnóstico de la hemoptisis dos signos:La hemorragia
produce carraspeo y tos y la sangre es clara, rutilante y con burbujas de aire (espumosa),
sin restos alimentarios.

La hemoptisis constituye uno de los primeros síntomas de muchas patologías graves y


por sí misma tiene un gran impacto sobre la salud de la persona , cuando esta llega a ser
masiva.Es por ello que se debe conocer las causas que generan este síntoma.

Es necesario realizar una correcta anamnesis y examen físico para comprobar si la


sangre expulsada por la boca se trata de una verdadera hemoptisis o si proviene de otras
regiones supraglóticas o gástricas.

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