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DEFINICIÓN
Se denomina hemoptisis a la expulsión de sangre por la boca procedente del aparato
respiratorio a nivel subglótico (del árbol traqueobronquial o de los pulmones). Esta definición
abarca, desde la tinción del esputo con estrías de sangre, hasta la expectoración de sangre
fresca en cantidades masivas.
Según Surós:
Es la eliminación por la boca de sangre procedente de las vías respiratorias inferiores. Se
valoran para el diagnóstico de la hemoptisis dos signos:
2.-La sangre es clara, rutilante y con burbujas de aire (espumosa), sin restos alimentarios.
Siempre hay que excluir que la sangre emitida proceda, en realidad, de una gingivorragia,
de la nasofaringe posterior, de la orofaringe o del tracto gastrointestinal (hematemesis).
Supone un signo de alarma tanto para el paciente como para el médico ya que puede
tratarse de la primera manifestación de una enfermedad grave, como el carcinoma
broncogénico, o puede por sí misma poner en peligro la vida del paciente si se trata de una
hemoptisis masiva. La hemoptisis tiene su origen, en la mayoría de las ocasiones, en las
arterias bronquiales, estas arterias nacen de la aorta torácica, salvo en las llamadas
variantes anatómicas, en las que pueden proceder de las arterias intercostales, la mamaria
interna, la subclavia derecha o la aorta abdominal; existiendo en las arterias bronquiales
presiones similares a la sistémica. Algunas veces la hemorragia se produce a partir de
ramas de las arterias pulmonares. El curso clínico de una hemoptisis es impredecible y un
mismo agente etiológico puede manifestarse de forma muy distinta, a veces produciendo
un sangrado mínimo y otras veces con una hemorragia masiva.
ETIOLOGÍA
En las enfermedades infecciosas, como abscesos y neumonías el sangrado se produce por la invasión
de los vasos y formación de trombos in situ y necrosis tisular. La arpergilosis broncopulmonar
alérgica cursa con destrucción del parénquima y formación de cavidades; en el micetoma se produce
una hipertrofia de los vasos, estos se rompen espontáneamente o son erosionados por efecto
mecánico o por la capacidad angioinvasiva del hongo. Las infecciones parasitarias, en concreto los
quistes hidatídicos son otra causa de hemoptisis.
Otras muchas enfermedades pueden producir ocasionalmente este síntoma, como fístulas
arteriovenosas pulmonares como las que se observan en la enfermedad de Rendu-Osler, secuestro
pulmonar, quistes bronquiales; en estos casos la hemorragia suele ser leve y deberse a una infección
respiratoria aguda concomitante. Las fístulas aortobronquiales que aparecen en la bronco litiasis o
como complicación de las intervenciones quirúrgicas correctoras de anomalías congénitas, se
asocian a hipertrofia de las arterias sistémicas y bronquiales, por lo que la hemorragia suele ser
masiva.
PATOGENIA
CLASIFICACIÓN
SEGÚN LA ACTIVIDAD:
SEGÚN LA CANTIDAD:
“La hemoptisis amenazante cumple alguno de los criterios siguientes: sangrado superior a
20-30 mL/ hora o superior a 600 mL/24 horas, insuficiencia respiratoria o inestabilidad
hemodinámica”.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Confirmación de la hemoptisis
La primera actuación en el estudio de un paciente que refiere expectoración hemoptoica es
asegurarse de que verdaderamente se trata de una hemoptisis, debe confirmarse que la
sangre procede del tracto respiratorio subglótico y no de regiones supraglóticas, como la
cavidad oral, la faringe, la laringe o el tracto digestivo. También hay que tener en cuenta
que una epistaxis o una gingivorragia ocurrida durante la noche puede manifestarse a la
mañana siguiente, como una expectoración sanguinolenta, sin serlo. Ante toda hemoptisis
conviene realizar un examen de cavidad oral y de las fosas nasales y, además si es posible
una exploración otorrinolaringológica, para descartar un origen supraglótico del sangrado.
La presencia de hemoptisis plantea una situación de suma gravedad que debe ser atendida
con urgencia, afortunadamente, la expectoración de sangre tiende a autolimitarse en la
mayoría de los casos quedando el paciente con tos húmeda, esputo hemoptoico y
estertores roncantes y bronquiales en ambos campos pulmonares.
1. HISTORIA CLÍNICA.
Se debe establecer si el sangrado es agudo o crónico, pues algunas enfermedades como
bronquiectasias, tuberculosis o bronquitis crónica pueden manifestarse con una hemoptisis
recurrente.
Una vez comprobado que el material expulsado contiene sangre, el siguiente paso es ver
si su origen es de:
Vía gastrointestinal.
Vía supraglotica.
Una hemoptisis amenazante debe ser bien definida, más que por la cantidad de sangrado,
por el riesgo que para la vida del paciente representa un determinado volumen de
hemoptisis. Esta amenaza habitualmente es secundaría a la posibilidad de asfixia por
inundación del árbol traqueobronquial, más que a posibles complicaciones hemodinámicas
o anémicas.
2. LA EXPLORACIÓN FÍSICA.
Se centraría en:
- La auscultación cardiorrespiratoria.
- Signos de diátesis hemorrágicas (petequia, hematomas).
- Signos de trombosis venosa profunda.
3. DATOS DE LABORATORIO.
Hemograma.
El hemograma puede orientar sobre la importancia de la hemorragia según la hemoglobina
y el hematocrito. Es raro que una hemoptisis produzca una anemia aguda; sin embargo,
una anemia crónica microcítica puede ser un dato útil en el diagnostico de una hemorragia
alveolar. El recuento de leucocitos ayuda al diagnostico etiológico de una posible causa
infecciosa o una enfermedad hematológica maligna.
Bioquímica.
Sedimento urinario (para descartar hematuria).
Estudio de coagulación.
7. ARTERIOGRAFÍA
Aunque su utilización está muy extendida, esta técnica es útil para pacientes con
enfermedad pulmonar difusa, en los cuales el sangrado puede proceder de más de un sitio
y aquellos que no sean candidatos para la cirugía.
- Tranquilizar al paciente.
- Iniciar los procedimientos diagnósticos apropiados.
- Si se ha llegado a un diagnostico etiológico se iniciará el tratamiento específico
(antibióticos, heparina).
Se trata de una situación urgente que requiere una evaluación y tratamiento precoces.
- El paciente debe ser trasladado a una UCI, donde se pueda realizar una intubación
electiva si hay riesgo de asfixia.
- Cuantificar cronológicamente la tasa de sangrado.
- Soporte hemodinámico.
6. Embolización.
Indicada en:
7. Cirugía.
Indicado en:
– Hipoxemia basal.
– Retención de CO2.
8. Otros tratamientos:
BIBLIOGRAFÍA:
Haro Estarriol M, Vizcaya Sánchez M, Jiménez López J, Tornero Molina A.(2001).
Etiología de la hemoptisis: análisis prospectivo de 752 casos. Rev Clin Esp; 201:
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Haro Estarriol M, Vizcaya Sánchez M, Rubio Goday M, Jiménez López J, Núñez
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Roig Cutillas J, Llorente Fernández JL, Ortega Morales FJ, Orriols Martínez R,
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Surós Batlló, Antonio (2001).Semiología médica y técnica exploratoria
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CONCLUSIONES