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Fisicoquímica II
Profesora
I.B.Q. Ma. De Lourdes Martell Velasco
Alumna
Flores Ibarra Joselyn Georgina
Fecha: 03/Marzo/2018
INTRODUCCIÓN
Es posible tratar todos los equilibrios heterogéneos desde un punto de vista unificado por
medio del principio conocido como regla de las fases, con el cual el número de variables a
que se encuentra sometido un equilibrio heterogéneo cualquiera, queda definido bajo
ciertas condiciones experimentales definidas. Esto no quiere decir que se invalide alguno
de los métodos descritos antes para el estudio cuantitativo de tales equilibrios. La regla de
las fases fija simplemente el número de variables involucrado, pero las relaciones
cuantitativas entre ellas, deben establecerse mediante expresiones complementarias como
las que se mencionaron. El significado de esta afirmación, se mostrará más claro tan pronto
como tratemos la naturaleza de dicha regla y su forma de utilizarla.
CONCEPTOS BÁSICOS
Se alcanza un estado de equilibrio verdadero, cuando puede obtenerse en cualquier
dirección. Termodinámicamente hablando, aquél se logra cuando el contenido de energía
libre del sistema se encuentra en un mínimo, para el conjunto de variables dado. Así
sucede, por ejemplo, con el hielo y agua a 1 atm de presión y 0°C. A esa presión la
temperatura a que se encuentran en equilibrio las dos fases es la misma tanto si se alcanza
por fusión parcial del hielo o por congelación parcial del agua. Por otra parte, el agua a -
5°C se obtiene por enfriamiento cuidadoso del líquido, pero no por fusión del hielo, es decir,
que ahora estamos frente a un equilibrio metastable. Este se logra sólo en una dirección y
se mantiene si el sistema no se somete a una variación repentina, agitación o siembra de
una fase sólida. En cuanto se introduce un cristal de hielo, la solidificación procede
rápidamente, y la temperatura se eleva a 0°C.
Se. dice que existe estado inestable cuando la aproximación al equilibrio es tan lento, que
el sistema parece no llevar a cabo cambio alguno con el tiempo. Un ejemplo de esta
situación se ofrece en la disolución del cloruro de sodio en las proximidades de la
saturación. La insuficiencia del tiempo de observación puede hacer creer que se ha
alcanzado el equilibrio, mientras que en realidad el proceso continúa todavía muy
lentamente hacia la saturación real. Debe tenerse en cuenta que, aunque un estado de
equilibrio metastable representa al menos uno de estabilidad parcial, el inestable no lleva
en sí ninguno, sino únicamente un proceso de cambio muy lento.
El número de componentes de un sistema es el menor número de variables independientes,
en función de cuyas fórmulas se pueden escribir ecuaciones que expresan la composición
de cada fase presente. La cantidad deseada aquí es el número mínimo y no importa qué
constituyente particular se elige para expresar las composiciones de las diversas fases. Lo
veremos más claro con los ejemplos siguientes. En el sistema "agua" las fases presentes
son: hielo, agua líquida y vapor. La composición de cada fase se puede expresar en
términos del constituyente único: agua, y de aquí que éste sea un sistema de un solo
componente. La variable podía ser también el hidrógeno o el oxígeno, porque la
especificación de uno de éstos fija automáticamente el otro por medio de la fórmula R20.
Consideraciones análogas enseñan que el número mínimo de constituyentes necesario
para describir la composición de todas las fases en el sistema sulfato de sodio-agua, es dos
y el sistema es de dos componentes. Las fases que pueden presentarse son Na2SO4,
Na2SO4. 7H2O * Na2SO4 * 10H2O, soluciones de Na2SO4 enagua, hielo y vapor de agua. La
composición de cada una de ellas en función de los dos componentes sulfato de sodio
yagua queda establecida así:
Se observará que la composición de ciertas fases queda establecida en función de sólo uno
de estos constituyentes, mientras que otras necesitan un conocimiento de las cantidades
presentes de ambos a fin de especificar sin ambigüedad la composición de la fase. Como
en este caso dos componentes es el número mínimo con el cual se definen todas las fases,
el sistema sulfato de sodio yagua es de dos componentes.
El hecho esencial que conviene recordar al decidir el número de componentes de un
sistema, es que no importa qué constituyentes particulares fueron elegidos como variables
independientes, pero si su número que debe ser mínimo. Si no es así, alguno no será
independiente de los restantes. De nuevo, al escribir la composición de una fase en función
de los componentes elegidos, se permite usar los coeficientes más, menos y cero, frente a
cada componente. Así, en un sistema producido por la disociación del carbonato de
magnesio, según la ecuación
las composiciones de las diversas fases pueden representarse en función del carbonato y
del óxido de magnesio, de la manera siguiente:
Que a temperaturas debajo del punto triple; el agua líquida tiene una presión de vapor más
alto que la presión de sublimación del hielo. La curva de sublimación de este, AO se
extiende desde el cero absoluto hasta O. Nunca se ha logrado sobrecalentar el hielo más
allá de O. La línea CO corre desde O hasta un punto que corresponde a 2,000 atm de
presión y - 20°C; en este punto el hielo ordinario; tipo 1, en equilibrio con el agua efectúa
una transformación en otra modificación sólida, tipo III en equilibrio con el líquido. La
pendiente de esta línea indica que el punto de fusión del hielo ha descendido al aumentar
la presión, de acuerdo con el principio de Le Chatelier y el hecho de que el hielo posee un
volumen específico mayor que el agua líquida. Las pendientes de las líneas AO, OB y OC
están determinadas en cada punto por la ecuación de Clapeyron o una de sus
modificaciones aplicables en cada caso. Con las pendientes y esta ecuación es posible
evaluar los calores de vaporización a partir de OB, los de sublimación desde AO, y los de
fusión OC. Como no existe líquido sobre la temperatura crítica, la línea de trazos BE se ha
introducido en el diagrama para separar al líquido de las áreas de vapor sobre la
temperatura crítica. En consecuencia, el área de vapor queda debajo y a la derecha de
AOBE, la del líquido sobre OB entre las líneas OC y BE, mientras que el área de sólido se
extiende a la izquierda de OC y sobre AO.
La forma en que un diagrama tal como el de la Figura 10-1 puede usarse para seguir los
cambios que tienen lugar en el sistema con una variación de las variables se observa bien
con el ejemplo siguiente: Supongamos que se desea conocer el comportamiento del
sistema al calentar el hielo a una presión de 760 mm y una temperatura Ti correspondiente
al punto X en el diagrama hasta el punto Y a igual presión, pero a una temperatura T2.
Comenzando con hielo en X y calentado lentamente a una presión constante el sistema
sigue la línea XN al aumentar la temperatura del hielo. Sin embargo, una vez que se alcanza
el punto N el hielo comienza a fundirse y la temperatura permanece constante hasta la
fusión total, y
sólo entonces comienza a elevarse según NM. Entre N y M el único cambio que existe es
un incremento de temperatura del líquido, pero en M comienza la vaporización y la
temperatura permanece constante de nuevo hasta que todo el líquido se ha convertido en
vapor. Cuando se ha efectuado la transformación completa del líquido en vapor, cualquier
posterior adición de calor origina simplemente un incremento de la temperatura del vapor
según MY hasta alcanzar este último punto. De igual manera es posible con ayuda de la
figura 10-1 predecir de algún modo los cambios que tienen lugar en el sistema con una
variación de la temperatura, presión o ambas.
A presiones elevadas se han observado una serie de modificaciones además de las
comunes.' La figura 10-2 presenta el diagrama de fases del sistema bajo estas condiciones.
Las figuras 10-1 y 10-2 son partes del mismo diagrama, siendo la última la que corresponde
a la porción de presiones elevadas. La manera en que los dos diagramas enlazan puede
juzgarse por la línea oe, la misma en ambas gráficas. Resulta de interés observar en la
figura 10-2 que a presiones muy elevadas el hielo de formas VI y VII existe a temperaturas
mayores de 0°C. De hecho, a una presión de 40,000 atm el hielo VII es estable a 190°C.
SISTEMAS DE DOS COMPONENTES
Cuando en un sistema de dos componentes está presente una sola fase el número de
grados de libertad es F = 2 - 1 + 2 = 3. Esto significa que debemos especificar tres variables
a fin de describir la condición de la fase, la presión, la temperatura y la concentración de
uno de los componentes. Para representar gráficamente estas relaciones, sería necesario
trazar tres ejes de coordenadas en ángulo recto entre sí, y el diagrama resultante será la
figura de un sólido. Como estas gráficas tridimensionales son difíciles de construir y de usar,
en la práctica se prefiere bien sea una proyección de dicho diagrama del sólido en un plano,
o una sección transversal plana de la figura para un valor constante dado de una de las
variables. De esta manera, es posible presentar las diversas relaciones de los sistemas de
dos componentes en una gráfica bidimensional, de dos de las tres variables mencionadas.
La discusión de los sistemas de dos componentes se simplifica aún más, al considerar
separadamente los diversos tipos posibles de equilibrio. Así, la práctica común es la de
estudiar el de líquido-gas, sólido-gas, líquido-líquido y sólido-líquido individualmente y,
cuando es necesario, se combinan sus diagramas. Como los tres primeros tipos de
equilibrios se han considerado ya en diversas ocasiones, prestaremos atención
exclusivamente a una aplicación muy importante de la regla de las fases como es la de los
equilibrios sólido-líquido.
Estos son de gran importancia por su conexión con los problemas de cristalización, y se
caracterizan generalmente por la ausencia de una fase gaseosa, y por el hecho de que
resultan poco afectados por ligeros cambios de presión. Los sistemas donde está ausente
la fase gaseosa se llaman condensados, y será los que trataremos ahora.
Las mediciones en los equilibrios sólido-líquido de los sistemas condensados se llevan a
cabo a la presión atmosférica. A causa de su relativa insensibilidad a las pequeñas
variaciones de presión, esta última se considerará constante, y entonces resulta
donde las únicas variables que permanecen son la temperatura y la concentración de uno
de los constituyentes. Los equilibrios sólido-líquido se representan, por lo tanto, en los
diagramas de temperatura-composición. Para intervalos limitados de concentración
cualquier expresión de las concentraciones resulta válido, pero cuando aquél se extiende
desde un 100% de un constituyente, a un 100% de otro, es preferible usar como eje de
abscisas el porcentaje en peso o molar, como en los diagramas de destilación.
BIBLIOGRAFÍA
Samuel H. Maron, Carl F. Prutton. (2001). Fundamentos de Fisicoquímica. México:
Limusa S.A. de C.V.