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Los IX Discursos de Satán

Por José Cadaveria

Edición especialmente
realzada para La Iglesia
de Satán.

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Este no es un libro, es parte mi libro
“Cultus Infernalis”

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 Lea con cuidado, ficción y
realidad suelen confundirse.
Por ello, el mal de la
religión.

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 Prologo
Conforme más te adentras en
la oscuridad más y más te
vuelves como yo- clamó el
Señor de la Tierra, ese a
quien llaman; Satán- mas
todo aquél, que aprenda a ver
en la oscuridad llegará a ser
más que el diablo, y será
adorado como a un Dios por
todos los Hombres de la
Tierra.

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 I
Discurso de Satán
Yo soy el acusador, yo soy el adversario – Dijo Satán-.
Soy aquello que teme el hombre: pues soy su YO más
profundo, lo más básico. Pues yo baje a la tierra en la
primera Era, para hacer cumplir mi Ley. Mi Ley es
aquella que prevalece y no se corrompe, ni con las olas del
mar ni con la lengua del hombre. Pues ella es
inquebrantable. Dios quiso usurparme tal poder y sin
embargo él mismo sucumbió, pues no hay ni hombre ni
ángel, ni dios o demonio que no respete mi ley.
Tal es su poder, que su incumplimiento significa la
muerte.
–Sentenció Satán, y todos los demonios grandes y
pequeños poderosos y humildes escucharon con atención
sus palabras que como un trueno retumbaban en el gran
salón del Pandemónium. Las palabras eran oscuras pero
el mensaje estaba claro: la Tierra estaba sometida a la Ley
Satánica y no se podía hacer nada para evitarlo, que no
llevara a la destrucción.
¡La Materia y la Carne rigen la Tierra!
¡Palabra de Satán!

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 II
Discurso de Satán
Dios está muerto y al mismo tiempo vive en el hombre
pues el hombre es dios y al mismo tiempo es la bestia.
Así pues, la Bestia y Dios habitan en el hombre siendo el
hombre la bestia más diabólica de la faz de la Tierra. 3El
hombre es una criatura del infierno, un diablo encarnado
cuya santidad lo hace vil, a los ojos de la Naturaleza.
El Mundo de los Horrores engendró a su propio monstro,
una criatura, cuyo poder es igual a Dios, así es el hombre.
Y sin embargo, esta criatura estúpida, una y otra vez
reniega de su diabólica naturaleza. ¡Por ello sea mil y una
veces maldecido! Pues escrito está: que el lobo que quiera
ser cordero será devorado por sus hermanos de la manada.
Negar lo que se es, es una abominación que yo
castigare cruel pero justamente, pues no reconozco mayor
pecado que este.
La condición humana es mentirosa, no es consecuente
sus actos con su pensamientos, por ello es por lo que existe
la culpa. La culpa es el gusano que engendra al
cristianismo y demás religiones que se alimentan de la
culpa. Ellas son el verdadero mal que corroen el corazón y
el cerebro de los hombres.

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 Mientras exista culpa, existirá Dios, cuando la culpa
muera morirá Dios. ¡Desterrar la culpa del corazón de los
hombres y la razón regirá la tierra!
¡Hombre! ¡Acepta tu condición Divina y Bestial y serás
un Dios en la Tierra! ¡Palabra de Satán!

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 III
Discurso de Satán
-Satán miró a los Hombres de la Tierra, ellos lo
contemplaban con gran admiración y expectación y
dirigiendo su discurso a todos aquellos que lo
escuchaban dijo lo siguiente:

¡Hombres!, ¡Hombres! Vosotros y sólo vosotros, sois

los dueños de vuestro destino. Tenéis el poder de no
doblegaros y de hacer vuestra voluntad, podéis alcanzar
la felicidad, y sin embargo, no todos podréis disfrutar
de sus sabrosos frutos prohibidos.

Dios ha sido el gran destructor de la tierra y de la

naturaleza humana, es venerado por todos aquellos que
desean la muerte, así pues: Sea a ellos dada la
Muerte.

Si un hombre te habla de Dios ríete de él, pues el

único Dios que ha de importarte eres tú mismo.

Si ese hombre quiere convencerte de la bondad de

Dios utiliza tu inteligencia para aniquilar su fe.

Si aun así, lo que intenta es doblegarte a la voluntad

de Dios: ¡Destrúyelo! Pues él represente la pudrición

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que está corrompiendo el mundo, y ese hombre ha de
ser a tus ojos una abominación que ha de ser
aniquilada.

Si en el lugar en que habitas, no hay muchos que

piensen como tú, camúflate, por tu propia seguridad,
entre el rebaño y ve sembrando entre ellos la semilla
de la duda. Pues es la duda la verdadera emancipadora
de la voluntad humana.

Duda antes, que creer.

Piensa antes, de tener fe,
¡Destruye antes, de ser destruido!
¡Palabra de Satán!

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 IV
Discurso de Satán
Por unos momentos, el pandemonio permaneció en
silencio, Satán miro a todos y a cada uno de sus aliados.
De pronto una voz retumbó sonando como un zumbido de
moscas era el terrible Beelzebub el cual, dirigiéndose a
Satán sonó así –Todo eso que dices está muy bien, pero
¿Qué pasa con la Muerte? – Y Satán respondió:
–La Muerte es el fin. Sin embargo, es necesaria como un
rehabilitador de la vida. Muerte y vida, vida y muerte. La
vida se nutre de la muerte, y la muerte dará vida. Muchos
temen a la muerte es eso lo que les hace mortales, más que
temer a dejar de existir, temen a la inconsciencia. Pero
¿por qué se ha de temer esto, acaso el hombre era consciente
antes de nacer? Así pues, ¿por qué se ha de temer a dejar de
ser conscientes? Una vez que la consciencia desaparece, no
hay razón de temor. – Respondió Satán, pero Beelzebub
mirándolo fijamente alzo de nuevo su voz y pregunto –
Entonces, ¿Qué pasa con el alma, NO es inmortal el alma?
– A esto, riendo antes, con una gran carcajada respondió
Satán – Primero hagamos un esfuerzo y meditemos ¿Qué
es el alma? El alma en el fondo no es otra cosa que la
voluntad, la fuerza mediante el deseo. Siendo así, un
hombre con una Voluntad realmente poderosa puede
sobrevivir a la muerte, sin embargo sobrevivirá su
voluntad, pero no su consciencia. Esta voluntad impregnará
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todo su mundo, no estoy hablando del recuerdo que deja tras
la vida entre sus familiares y amigos, es algo más. Es más
sutil que todo eso, tanto que ni siquiera los afectados por la
voluntad del muerto la reconocen como tal. Ocurre sin más,
y sólo los grandes Necromantes, pueden vislumbrarla.
Así hermano Beelzebub, mientras que en tu reino, la
carne se corrompe y los huesos se blanquean, la Voluntad
Poderosa, escapa de los reinos del gusano, para habitar
por siempre en mi oscuro refugio.
¡Sea pues, el hombre de Voluntad Poderosa inmortal en
los Reinos de Satán!
¡Palabra de Satán!

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 V
Discurso de Satán
Las banderas y las lanzas de guerra eran agitadas en
presencia de Satán las espadas ensangrentadas clamaban
por la fuerza de Belial. – ¡Guerra!, ¡Guerra!, ¡Guerra!,
¡Guerra! – Aullaban los hombres en la Tierra. Las
huestes de Satán excitadas por el portentoso momento
contemplaban la faz solemne del Rey Infernal. Satán
miraba al horizonte con una sonrisa, pasados unos
momentos su voz fue escuchada:
¡Oigan el sonido de la ambición del hombre!, ¡oigan el
balido de la estupidez humana!, ellos mueren y matan por
una orden superior: tierras, raza, dios. No deja de ser
triste, que sean tan estúpidos, no matan por supervivencia,
matan por unos ideales que no son los suyos, están
completamente subyugados al demiurgo de su época. Sin
embargo, esta sangría estúpida forma parte de su condición
humana: mientras que ellos crean son los buenos (los
correctos) el enemigo será considerado el malvado (lo
incorrecto) así siempre ellos piensan: que dios y la razón
estará de su parte.
Los Magos Negros han de confundir sus mentes para
usarlas en su propio beneficio. Así mediante el caos de la
guerra se construye el orden del gobierno, pero en el fondo
ese orden es sólo una ilusión.

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 Guerra y Paz, muerte y vida, riqueza y pobreza, hambre y
abundancia son estos los opuestos que conducen a la
dominación divina. Hacer del Infierno el paraíso es el gran
deber del Mago Negro, encontrar en la oscuridad la luz
verdadera y desembarazarse por siempre del engaño divino.
Ya que la Guerra ha de ser necesaria, y es consecuente con
la naturaleza del hombre: ¡Báñate con Sangre!
Embriágate con la sangre de los tontos, usa sus huesos
como objetos de decoración y quema sus cuerpos en
descomposición, tras las muertes de muchos estúpidos, la
vida recompensará a los que prevalecen.
Sea el Mago Negro: la causa primera que prevalece,
por encima de los batallones muertos.
¡Palabra de Satán!

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 VI
Discurso de Satán
La cosa más Terrible puede elevarse como lo más
honesto, que se haya pronunciado en este mundo jamás.

Pues, ¿Qué hay más terrorífico que la cruda realidad?

El hombre contempla al universo pero el universo es

indiferente al hombre. Permanecerá igualmente indiferente
a la muerte de mil hombres, de cie mil hombres de millones
de hombres, permanecerá inquebrantable incluso ante la
aniquilación de todos los hombres del planeta. Tal es la
insignificancia del hombre como individuo para el universo,
que si desapareciera de la noche a la mañana el universo
permanecería imperturbable. Por ello el hombre debe
comprender: que en el fondo no importa su comportamiento,
no es transcendente de modo alguno para el universo. Todo
aquello que va en contra de este principio no es más que
una falacia inventada por el hombre, sustentada por sus
esperanzas y sus anhelos: su debilidad.

En consecuencia de toda esta debilidad, el hombre ha

decidido crear y posteriormente creer en dioses benignos,
los cuales tienen como tarea la de velar por ellos, y cumplir
con sus deseos. El engaño ha sido un éxito, y ya no
recuerdan después de tantos años: “quien creo a quien”. Así
permanecen muchos esclavizados por la creación de otros
hombres. Mientras que los que gobiernan estás creencias
contemplan con regocijo a sus esclavos sometidos
completamente a su total voluntad.
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 La creencia es una cadena mucho más poderosa y
resistente que las fabricadas de hierro, ya que no sólo atan
al cuerpo, sino también a la mente.

¡Palabra de Satán!

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 VII
Discurso de Satán
El caos es el principio y el final de todo. El universo está
regido por el caos, el orden es una mera ilusión.

El universo puede parecer regido por un orden, pero sólo

en apariencia, ya que sólo es un estadio temporal. En
cambio el caos es atemporal y se encuentra en todas partes,
de esta forma el orden es una pequeña parte del caos, a su
vez: el caos es en el fondo un orden imposible de percibir por
los cerebros humanos, ¡tal es su complejidad!

¿Qué son las sociedades humanas?

Tan sólo una reminiscencia del caos: un falso orden. Un

orden temporal condenado a desaparecer.

¿Qué es el la estructura humana, los animales, las

plantas, las rocas y toda materia que puebla el universo?

Tan sólo una ilusión, que con el transcurso del tiempo se

disgregará.

¿Y qué es el tiempo?

Tan sólo una torpe maquinación del hombre para

comprender uno de los procesos que conducen al Caos. Un
inútil instrumento del orden.

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 Puesto que todo el universo está gobernado por el Caos,
el Mago Negro debe ser un hombre capaz de percibir, y de
esperar lo imposible. Ya que el conocimiento del Caos
eterno y el Orden temporal, le dará cierta ventaja respecto a
quienes viven sumergidos en el engaño del orden.

El Caos lo gobierna todo, no intentes comprenderlo: pues

es una locura, pero se consciente de su reinado.

¡Palabra de Satán!

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 VIII
Discurso de Satán

Las palabras ardían en su boca de cuyos labios sólo puede

salir la verdad, y aunque él sea llamado, Padre de la
Mentira, esto es sólo pura ilusión, así pues, Satanás
derramo su sabiduría y las mentes carnales festejaron el
fin de la ilusión:

¡La mentira ha acampado durante mucho tiempo a sus

anchas en este mundo!- dijo Satán- ¡Y ya es hora que
abráis los ojos y alumbréis la oscuridad!

Nada puede ser más falso que aquello que NO sentís

que es verdad, no hay cosa más despreciable que ser
esclavo de la mentira. Todo aquello que es dado por
sagrado es falso, todo aquello que es una regla divina es
una mentira divina.

La serpiente nunca hablo al hombre, el hombre nunca fue

expulsado del paraíso. ¿Y qué es el paraíso? Lo que para
unos puede ser el paraíso para otros es un Infierno. El
placer puede ser dolor para algunos.

Canta alegremente el enterrador cavando la tumba,

mientras llora desconsoladamente la viuda y los hijos del
finado. ¡Entonces! ¿Qué es bueno?, ¿Qué es malo?

La belleza, es fealdad. Nada es bueno o malo realmente.

Todo depende del maldecido y el bendecido.

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 Así pues, abran los ojos refulgentes de Lucifer y por fin
aprendan a contemplar la realidad velada por los mantos de
la ilusión.

¡Palabra de Satán!

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 IX
Discurso de Satán

Satán contempló orgulloso a sus huestes, y con diabólica

elocuencia cuestionó los diez mandamientos de Dios y dicto
para los suyos las diez recomendaciones diabólicas:

“1.Amaras a Dios sobre todas las cosas” ¿Acaso es tan

inseguro Dios que debe ser amado sobre todas las cosas
para sentirse importante?

Yo os digo: Te amaras a ti mismo sobre todas las cosas,

pues el amor a de comenzar por uno mismo.

“2.No tomarás el Nombre de Dios en vano” Otro símbolo

de débil inseguridad y una gran contradicción. ¿Si
antepones a Dios (lo amas) sobre todas las cosas, no sería
justo el jurar sobre su sagrado nombre?

Yo os digo: No prometas lo que no puede ser cumplido, ni

jures sobre algo que no depende de ti. Ya que haciendo eso,
sólo sembrarás la desconfianza en tu palabra.

“3.Santificarás las fiestas” Otra forma de decir: no

disfrutes, a no ser que sea, en el nombre de Dios.

Yo os digo: Disfruta de la fiesta de la vida y trata de ser

dichoso, pues solo tienes esta vida.

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 “4 Honrarás a tu padre y a tu madre”. ¿Cómo puedes
honrar a unos padres que quiere a Dios sobre todas la
cosas? Ya que si quieren a Dios sobre todas las cosas, los
hijos pasan a un segundo plano, de esta forma ellos (los
hijos) sin duda serán desatendidos por sus padres, así pues
¿Quién puede honrar, a unos padres que lo desatendieron
de pequeño?

Yo os digo: serás justo, cariñoso y harás todo lo posible

por tus hijos, y estos deberán corresponder a sus padres
llenándolos de orgullo y de cariño. Pues el hijo honrará a
sus Padres si estos honraron antes a su hijo.

“5.No matarás” ¿Salvo que sea, a un enemigo del Dios

que amas tanto? No en vano, las mayores guerras han
sido en nombre de Dios.

Yo os digo: Defenderás tú vida y la de los tuyos, pues no

hay nada más valioso.

“6.No cometerás actos impuros.” ¿Qué es más impuro que

el no servir a la Naturaleza?

Yo os digo: No hay nada impuro en la Naturaleza.

“7.No robarás.” Este es un hermoso mandamiento que

debería ser seguido por el clero, pues si los sacerdotes no
trabajan ¿de dónde procede, la riqueza de su Iglesia?

Yo os digo: Respeta los bienes ajenos, siempre y cuando

no pidan a gritos ser despojados de ellos.

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“8.No dirás falso testimonio ni mentirás.” Y entonces ¿De
qué otra cosa, está formado el libro de Dios? ¿Quién
escucho hablar una serpiente?, ¿Cómo pudo ser toda la
tierra inundada por un gran diluvio?.... ¡Mentiras,
mentiras, mentiras!

Yo os digo: No creas.

“9.No consentirás pensamientos ni deseos impuros.” O lo

que es lo mismo no tendrás fantasías y mucho menos
imaginación.

Yo os digo: Deléitate en tus impuras fantasías. Pues, en

tu mente encontraras el Paraíso.

“10. No codiciarás los bienes ajenos.” Justamente lo que

ha hecho el cristianismo y otras religiones al intentar
usurpar las “Tierras Santas”.

Yo os Digo: Codicia todo aquello que es bueno para ti,

ya que esto, es un importante motor para que progreses en
esta vida y logres lo que ningún otro.

No sean ingenuos: no corran como tontos a creer en lo

que sea, sin antes cuestionarlo. Pues el fraude es vendido,
en forma de parcelas paradisíacas. Bien aventurados los
destructores, de las falsas esperanzas y promesas, pues
ellos serán los auténticos Mesías.

¡Palabra de Satán!

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