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Universidad de Guayaquil

Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales y Políticas

Escuela de Derecho

Materia: Derecho Procesal Constitucional

Docente: Dr. Gerardo Vasquez Morales Mgs.

Integrantes: Paz Hidalgo Jeniffer

Perero Santillán Leonardo

Octavo Semestre Paralelo: “8 - 1”

Tema: Métodos Y Reglas De Interpretación Constitucional

“…6. Interpretación Teleológica…”

Guayaquil – Ecuador
Métodos y Reglas de Interpretación Constitucional

Interpretación

Normalmente se entiende que la interpretación, en un sentido amplio y general, es


sinónima de "comprensión de cualquier expresión formulada en una lengua" (J.
Wróblewsky). Y comprender no es otra cosa que atribuir un significado a un signo
lingüístico, ya sea éste escrito u oral. En consecuencia, la actividad interpretativa
puede ser definida, siguiendo a Karl Larenz, como un "hacer mediador por el cual el
intérprete comprende el sentido de un texto que se le ha convertido en problemático".
Si aplicamos este concepto al lenguaje del Derecho, y en concreto a las normas
jurídicas, nos encontramos con la interpretación jurídica, que no es otra cosa que "la
comprensión e indagación del sentido y significado de las normas". Significado que en
sí puede ser ya problemático, pero cuya dificultad aumenta en función de la "compleja
singularidad" de los casos concretos a los que han de ser aplicadas esas normas
jurídicas. La característica que sin duda define y diferencia la interpretación jurídica de
la interpretación de cualquier otro texto escrito es precisamente que la interpretación
jurídica no se concibe sino es dentro del marco de la aplicación de la norma, y recobra
mayor sentido cuando más singular y concreto es ese marco de aplicación, donde sin
duda destaca la interpretación judicial.

Interpretación Teleológica

Esta interpretación consiste en atribuir significado a una norma o a una cláusula


atendiendo a la finalidad del precepto o del pacto. El legislador que crea la ley o las
partes que celebran el contrato se proponen uno o varios fines de los cuales las
normas o las cláusulas son un medio; por lo que la interpretación debe realizarse
teniendo en cuenta esos fines o propósitos buscados.

Lo anterior supone la búsqueda del sentido de la norma, que va más allá del simple
texto; exige encontrar la finalidad propuesta con su creación; hallar el propósito
perseguido por la misma.

Los fines que el creador de la norma intenta alcanzar son por regla general “fines
objetivos”, esto es, perceptibles, determinables y vinculados a una realidad conocida.
No se refiere a los fines subjetivos de alguna persona o de un grupo determinado, sino
a los objetivos racionales que son propios del orden jurídico prevaleciente.

En el caso de la ley, esos propósitos podrían ser: aseguramiento de la paz y la justa


solución de los litigios; el equilibrio de una regulación en el sentido de prestar la
máxima atención a los intereses que se hallan en juego; la protección de los bienes
jurídicos y un procedimiento judicial justo; la solución de una problemática de carácter
general surgida; el mejoramiento de ciertas condiciones de interés colectivo, etc.

Al decir de Castillo Alva y Luján Túpez, la interpretación teleológica implica relacionar


el precepto con las valoraciones jurídicas, ético-sociales y político-criminales que
subyacen en las normas y en el ordenamiento jurídico en su conjunto. Importa contar
con una idea general de la dependencia social del derecho. Supone vincular la tarea
hermenéutica, por encima de criterios exclusivamente lógicos e históricos, a las
estimaciones jurídicas imperantes, a la llamada consciencia jurídica de la comunidad.
Cumplen aquí un rol protagónico e insustituible los conceptos de bien jurídico, justicia,
igualdad, equidad, seguridad jurídica y toda gama de consideraciones político-
criminales.

Hay quienes, siguiendo la escuela de la jurisprudencia de intereses, estiman que en


primer lugar se debe aclarar con precisión cuáles son los intereses que motivaron la
ley, pues sólo con base en su conocimiento quedará claro cuál es el objeto, motivo o
fin de la norma.

En el caso de los contratos, el propósito de lograr la transmisión de la riqueza o el


aprovechamiento de los bienes, así como la prestación de servicios y la garantía del
cumplimiento de obligaciones nos permitirá identificar si con el contrato se pretendió
la transmisión del dominio o del uso de las cosas, la prestación de un servicio, el pago
de una retribución adecuada y proporcional, o se trató de una liberalidad; tal vez, si se
buscó la satisfacción de una necesidad particular de los contratantes, como fines
concretos buscados con la celebración del negocio contractual.

Si el texto de la norma o de la cláusula fuera ambiguo, oscuro o confuso y generara


discusión su alcance, la interpretación podría apoyarse en los fines propuestos con su
creación.
El argumento teleológico, propio de este método, se invoca precisamente para
justificar que una solución sirve a determinado fin, ya sea intrínseco al derecho o
procurado por alguna norma jurídica. El argumento teleológico “estriba en la
justificación de la atribución de un significado apegado a la finalidad del precepto, por
entender que la norma es un medio para un fin”.

El método teleológico, aunque se le considera mayoritariamente como el ubicado en la


cúspide de la hermenéutica jurídica; el más importante porque se orienta a descubrir
la finalidad de la norma y que es instrumento eficaz para resolver conflictos sociales,
lograr la paz social y organizar la vida en común; debe manejarse sin exageraciones
para no incurrir en el error de dar a la norma o a la cláusula una finalidad que más bien
sea de la preferencia personal del intérprete, cuya valoración subjetiva podría llegar a
reemplazar la valoración objetiva de la ley o la finalidad del contrato.

Interpretación de la Constitución

La interpretación de la Constitución, es decir, el proceso mediante el cual se indaga el


sentido de una norma constitucional con el fin de aplicarla, es un tema de interés
relativamente reciente en la doctrina jurídica. Nada se dijo sobre ella durante siglo y
medio de desarrollo del Derecho Constitucional. Como nos recuerda el profesor Pérez
Royo, en los tratados de Derecho Constitucional del siglo XIX y de las primeras décadas
del XX, no constaba un apartado, mucho menos una lección, dedicados a la
interpretación de la Constitución. En definitiva: Se trataba de una cuestión inexistente.
Sólo a partir de los años cincuenta del siglo pasa do el tema cobra importancia y
empieza a configurarse lo que sería una teoría de la interpretación constitucional.
¿Quiere decir esto que, en la actualidad, iniciado ya el siglo XXI, se le otorga la debida
importancia al estudio de la interpretación constitucional y existe claridad sobre ella?
No necesariamente. Aun hoy en muchos países: Uno de los te mas quizás menos
estudiados por quienes se dedican al derecho público, es el de la interpretación de la
Constitución. Es una materia que casi no se menciona en los cursos regulares.

En el Ecuador el derecho constitucional ha ocurrido y ocurre igual. La mayor parte de


quienes han teorizado sobre el Derecho Constitucional tampoco ha reservado un
espacio adecuado para el tratamiento de la interpretación de la Constitución y, como
nos dice el doctor Pérez Loose, la singularidad del tema no ha sido lo suficientemente
apreciada por los operadores jurídicos, incluyendo al Tribunal Constitucional. Esto,
como es fácil deducir, ha traído negativas consecuencias para la práctica y el desarrollo
del Derecho, sobre todo en el campo del control de la constitucionalidad, máxime
cuando: El problema de la interpretación constitucional es la esencia del control
constitucional. En efecto, la expulsión del ordenamiento jurídico de una ley o una
norma de inferior jerarquía, producto del control constitucional, dependen de la
interpretación de dicha ley o norma inferior según la Constitución y, en último
término, de la interpretación de la propia Constitución.

Interpretación Teleológica

Teleológico es un adjetivo que refiere a aquello que está vinculado a la teleología.


Según define el diccionario de la Real Academia Española (RAE), la teleología es la
doctrina centrada en las llamadas causas finales (es decir, los fines).

Las reflexiones siguientes quieren ceñirse a la interpretación finalista o teleológica de


la Constitución, que tantas veces nos orienta sobre el verdadero sentido de un
precepto cuando, perplejos ante su dicción literal, sus antecedentes históricos y su
inserción sistemática en un capítulo o un título de la norma suprema, nos preguntamos
qué es lo que en realidad se pretende con tal precepto. No se trata tanto, aunque
también, de las clásicas preguntas sobre la voluntas constitutionis (voluntad
constitucional) o la voluntas constituentis, (voluntad del fin) sino, más radicalmente,
cuál es el cometido o función de tal precepto en el conjunto normativo en el que se
instala o en la institución que contribuye a regular jurídicamente.

Por lo que a este trabajo importa, esa interpretación sistemática, en su sentido más
pleno, incluye los otros tres modelos savignyanos y el elemento teleológico, pues los
fines, los valores y las opciones políticas también forman parte de la Constitución,
están en su articulado, informan sus preceptos: «La Constitución —dice su supremo
intérprete— incorpora un sistema de valores cuya observancia requiere una
interpretación finalista de la Norma fundamental» , que busque, además, la
proporcionalidad entre los actos y sus consecuencias. Por otra parte, uno de los
principios tácitos antes aludidos en el epígrafe anterior, pero casi omnipresente en la
Constitución es este de la interpretación finalista de los preceptos, o, al menos, de
algunos de ellos.

De manera que, según estamos comprobando, la interpretación finalista se impone en


determinadas ocasiones. Pero es igualmente exigible dicha interpretación en los
demás sectores del Ordenamiento constitucional, habiendo como hay muchas
competencias compartidas por el poder central y los autónomos, debe buscarse la
finalidad de cada precepto pertinente para identificar al titular de la facultad concreta
controvertida. “A la postre, la interpretación teleológica de las normas constitucionales
exige que, junto a la finalidad de la norma, se busque el telos de la propia Constitución,
que no es otro que la creación y mantenimiento de un orden abierto a todas las
posibilidades respetuosas de la dignidad humana y de la libertad, y que no impida la
alternativa política” (F. RUBIO LLORENTE). A ese todo normativo, presidido por unos
valores que le confieren unidad de sentido, se deben acomodar todas las demás piezas
del Ordenamiento.

La interpretación teleológica, desde el punto de vista semántico, consiste en la


realización de los fines que persigue todo texto normativo; es preciso recalcar, que el
intérprete tiene que obligatoriamente recurrir a las disposiciones normativas que la
constitución determina en su contenido garantista y que permita la consecución del fin
último: el buen vivir o Sumak Kawsay.

Linkografía:

http://sistemas.amag.edu.pe/publicaciones/teoria_del_derech
o/sem_razo_juri_redac_resol/189-213.pdf

http://techihuahua.org.mx/attachments/501_4%20Metodos%20de%
20Interpretacion%20Juridica.pdf

https://teoriageneraldelderecho122014.files.wordpress.com/2
010/12/cuadro-los-mc3a9todos-de-interpretacic3b3n.pdf

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