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Un panel solar o módulo solar es un dispositivo que capta la energía de la radiación solar
para su aprovechamiento. El término comprende a los colectores solares, utilizados
usualmente para producir agua caliente doméstica mediante energía solar térmica, y a los
paneles fotovoltaicos, utilizados para generar electricidad mediante energía solar
fotovoltaica.
Índice
1 Colector solar térmico
2 Panel solar fotovoltaico
o 2.1 Descripción
o 2.2 Estructura
o 2.3 Uso de la energía
o 2.4 Productores de paneles
o 2.5 Instalaciones
2.5.1 Potencia mundial instalada
2.5.2 Grandes plantas
o 2.6 Coste de paneles
o 2.7 Reciclaje de paneles
3 Véase también
4 Referencias
5 Enlaces externos
Generación de agua caliente con una instalación solar térmica de circuito cerrado.
Artículos principales: Colector solar y Energía solar térmica.
Un calentador solar de agua usa la energía del sol para calentar un líquido, el cual transfiere
el calor hacia un depósito acumulador de calor. En una casa, por ejemplo, el agua caliente
sanitaria puede calentarse y almacenarse en un depósito de agua caliente.
Los paneles tienen una placa receptora y conductos, adheridos a ésta, por los que circula
líquido. Esta placa está generalmente recubierta con una capa selectiva de color negro. El
líquido calentado es bombeado hacia un aparato intercambiador de energía donde cede el
calor y luego circula de vuelta hacia el panel para ser recalentado. Es una manera simple y
efectiva de aprovechar la energía solar.
Descripción
Los paneles fotovoltaicos: están formados por numerosas celdas que convierten la luz en
electricidad. Las celdas a veces son llamadas células fotovoltaicas. Estas celdas dependen
del efecto fotovoltaico por el que la energía lumínica produce cargas positiva y negativa en
dos semiconductores próximos de diferente tipo, produciendo así un campo eléctrico capaz
de generar una corriente.
Los materiales para celdas solares suelen ser silicio cristalino o arseniuro de galio. Los
cristales de arseniuro de galio se fabrican especialmente para uso fotovoltaico, mientras que
los cristales de silicio están disponibles en lingotes normalizados, más baratos, producidos
principalmente para el consumo de la industria microelectrónica. El silicio policristalino
tiene una menor eficacia de conversión, pero también menor coste.
Cuando se expone a luz solar directa, una celda de silicio de 6 cm de diámetro puede
producir una corriente de alrededor 0,5 A a 0,5 V (equivalente a un promedio de 90 W/m²,
en un campo de normalmente 50-150 W/m², dependiendo del brillo solar y la eficencia de
la celda). El arseniuro de galio es más eficaz que el silicio, pero también más costoso.
Las células de silicio más empleadas en los paneles fotovoltaicos se puede dividir en tres
subcategorías:
Los lingotes cristalinos se cortan en discos finos como una oblea, pulidos para eliminar
posibles daños causados por el corte. Se introducen dopantes —impurezas añadidas para
modificar las propiedades conductoras— en las obleas, y se depositan conductores
metálicos en cada superficie: una fina rejilla en el lado donde da la luz solar y usualmente
una hoja plana en el otro. Los paneles solares se construyen con estas celdas agrupadas en
forma apropiada. Para protegerlos de daños, causados por radiación o por el manejo de
éstos, en la superficie frontal se los cubre con una cubierta de vidrio y se pegan sobre un
sustrato —el cual puede ser un panel rígido o una manta blanda—. Se hacen conexiones
eléctricas en serie-paralelo para fijar el voltaje total de salida. El pegamento y el sustrato
deben ser conductores térmicos, ya que las celdas se calientan al absorber la energía
infrarroja que no se convierte en electricidad. Debido a que el calentamiento de las celdas
reduce la eficacia de operación es deseable minimizarlo. Los ensamblajes resultantes se
llaman paneles solares.
Estructura
Las estructuras para anclar los paneles solares son generalmente de aluminio con tornillería
de acero inoxidable para asegurar una máxima ligereza y una mayor durabilidad en el
tiempo. Las estructuras tienen medidas estándar para la superficie, orientación e inclinación
—tanto en horizontal, como en vertical—.
Uso de la energía
En el ámbito terrestre, este tipo de energía se usa para alimentar innumerables aparatos
autónomos, para abastecer refugios o casas aisladas de la red eléctrica y para producir
electricidad a gran escala a través de redes de distribución. Debido a la creciente demanda
de energías renovables, la fabricación de células solares e instalaciones fotovoltaicas ha
avanzado considerablemente en los últimos años.2 3
Experimentalmente también han sido usados para dar energía a vehículos solares, por
ejemplo en el World Solar Challenge a través de Australia o la Carrera Solar Atacama en
América. Muchos barcos7 8 y vehículos terrestres los usan para cargar sus baterías de forma
autónoma, lejos de la red eléctrica.
Productores de paneles
Los diez mayores productores mundiales de paneles fotovoltaicos (por producción en MW)
en 2015 fueron:10
Instalaciones
100
200
300
400
2007
2009
2011
2013
2015
Potencia fotovoltaica mundial instalada
hasta 2016, en gigavatios (GW),
expresada por región.1112
A finales de 2015, se estimaba que hay instalados en todo el mundo cerca de 230 GW de
potencia fotovoltaica.16
Grandes plantas
Coste de paneles
Evolución del precio de las células fotovoltaicas de silicio cristalino (en $/Wp) entre 1977 y
2015 (fuente: Bloomberg New Energy Finance)
El coste de los paneles fotovoltaicos se ha reducido de forma constante desde que se
fabricaron las primeras células solares comerciales18 y su coste medio de generación
eléctrica ya es competitivo con las fuentes de energía convencionales en un creciente
número de regiones geográficas, alcanzando la paridad de red.1920
Hasta 2005 el problema más importante con los paneles fotovoltaicos era el costo, que
estaba bajando hasta 3 o 4 $/W. El precio del silicio usado para la mayor parte de los
paneles tuvo una breve tendencia al alza en 2008, lo que hizo que los fabricantes
comenzaran a utilizar otros materiales y paneles de silicio más delgados para bajar los
costes de producción. Debido a economías de escala, los paneles solares se hacen menos
costosos según se usen y fabriquen más. A medida que ha aumentado la producción, los
precios han continuado bajando y todas las previsiones indican que lo seguirán haciendo en
los próximos años.
El coste de las células solares de silicio cristalino ha descendido desde 76,67 $/Wp en 1977
hasta aproximadamente 0,36 $/Wp en 2014.2122 Esta tendencia sigue la llamada «ley de
Swanson», una predicción similar a la conocida Ley de Moore, que establece que los
precios de los módulos solares descienden un 20 % cada vez que se duplica la capacidad de
la industria fotovoltaica.23
Reciclaje de paneles
La mayor parte de los paneles fotovoltaicos puede ser tratada. Gracias a las innovaciones
tecnológicas que se han desarrollado en los últimos años, se puede recuperar hasta el 95 %
de ciertos materiales semiconductores y el vidrio, así como grandes cantidades de metales
ferrosos y no ferrosos utilizados en los módulos.24 Algunas empresas privadas25 y
organizaciones sin fines de lucro, como por ejemplo PV CYCLE en la Unión Europea,
están actualmente trabajando en las operaciones de recogida y reciclaje de paneles al final
de su vida útil.
Desde 2010 se celebra una conferencia anual en Europa que reúne a productores,
recicladores e investigadores para debatir el futuro del reciclaje de módulos fotovoltaicos.
En 2012 tuvo lugar en Madrid