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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN PENAL

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER


Magistrado Ponente

AP1593-2014
Radicación N° 37936
Aprobado Acta Nº93

Bogotá D.C., dos (02) de abril de dos mil catorce (2014)

Decide la Sala acerca de la admisión de la demanda de


casación presentada en nombre de ALEXÁNDER ALFONSO
HERNÁNDEZ, contra el fallo del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Cúcuta (N. de S.), que confirmó la sentencia
anticipada emitida en el Juzgado Segundo Penal del Circuito
Especializado de esa ciudad, contra aquel y otros procesados
por el delito de concierto para delinquir con fines de
narcotráfico.

I. HECHOS Y SÍNTESIS PROCESAL

1. A raíz de labores de inteligencia adelantadas entre


junio de 2007 y mayo de 2008 por efectivos de Policía Judicial

1
Casación Nº 37936
Alexánder Alfonso Hernández

adscritos a la Unidad Nacional Antinarcóticos e Interdicción


Marítima de la Fiscalía General de la Nación, se estableció la
existencia de una red dedicada a la producción y tráfico de
estupefacientes, cuyo centro de operaciones era le zona
metropolitana de Cúcuta, conformada, entre otras personas,
por ALEXÁNDER ALFONSO HERNÁNDEZ, Eduardo Castro Egred,
John Jairo Bayona Pardo, Maribel Orjuela y Hans Cadena
Galvis, este último a quien se le comprobó su participación en
el envío de mil ciento sesenta y un (1.161) kilogramos de
cocaína clorhidrato a la República de Venezuela, incautados
en ese país el 17 de mayo de 20081.

2. Dentro de la investigación iniciada por los relatados


sucesos se ordenó la captura de los precitados y una vez
materializada la misma y escuchados en indagatoria, les fue
resuelta la situación jurídica de manera provisional, primero
a ALEXÁNDER ALFONSO HERNÁNDEZ, Eduardo Castro Egred,
Maribel Orjuela y Hans Cadena Galvis, el 7 de julio de 2009, y
luego a John Jairo Bayona Pardo, el 24 del mismo mes, con
medida de aseguramiento de detención preventiva para todos,
sustituida luego por domiciliaria respecto de Maribel Orjuela,
por ser madre Cabeza de familia, y a ALFONSO HERNÁNDEZ,
por el grave estado de salud que presentaba2.

3. En la fase instructiva, los días 13 y 26 de mayo, y 4 de


junio de 2010, por solicitud de los implicados, se adelantaron
sendas diligencias de formulación de cargos con fines de
sentencia anticipada, en el siguiente orden: John Jairo Bayona
Pardo y Maribel Orjuela, en la primera fecha; Hans Cadena
Galvis y ALEXÁNDER ALFONSO HERNÁNDEZ, en la segunda
1
Síntesis fáctica extraída de los fallos de primero y segundo grado.
2
Cuaderno original # 4, folios 139, 166, 194 y 239. Cuaderno original # 5, folio 57. Cuaderno
original # 6, folio 30 y 63. Cuaderno original # 8, folio 231.

2
Casación Nº 37936
Alexánder Alfonso Hernández

fecha, y Eduardo Castro Egred, en la última, actuaciones en las


que a todos en común les fue imputado a título de coautores el
delito de concierto para delinquir agravado (con fines de
narcotráfico), más el de tráfico, fabricación o porte de
estupefacientes, agravado, únicamente respecto de Cadena
Galvis, de conformidad con los artículo 340, 376 y 384,
numeral 3, de la Ley 599 de 2000, con las modificaciones de la
Ley 733 de 2002, cargos aceptados de manera voluntaria por
cada uno de los citados3.

4. Con base en las aludidas actuaciones el expediente fue


enviado por reparto al Juzgado Segundo Penal del Circuito
Especializado de Cúcuta, cuyo titular el 25 de agosto de 2010
emitió fallo condenatorio contra los procesados, y en tal virtud
le impuso a cada uno las siguientes penas principales: a
ALEXÁNDER ALFONSO HERNÁNDEZ, Eduardo Castro Egred,
John Jairo Bayona Pardo y Maribel Orjuela, cuatro (4) años y
seis (6) meses de prisión y multa en cuantía de tres mil
novecientos (3.900) salarios mínimos legales mensuales, como
coautores penalmente responsables del delito de concierto
para delinquir agravado; y a Hans Cadena Galvis, por la
misma conducta y la de tráfico, fabricación o porte de
estupefacientes, agravada, once (11) años y cuatro (4) meses de
prisión y multa de doce mil trescientos (12.300) salarios
mínimos mensuales legales vigentes.

Además les infligió la sanción accesoria de inhabilidad


para el ejercicio de derechos y funciones públicas por igual
lapso de la privativa de la libertad individualmente asignada, y
les negó a todos los subrogados de la suspensión condicional

3
Cuaderno original # 10, folios 157-166, 168-179, 219-240, 241-255. Cuaderno
original # 11, folios 1-21.

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Casación Nº 37936
Alexánder Alfonso Hernández

de la ejecución de la condena, así como la prisión domiciliaria


como sustitutiva de la intramural4.

5. De la expresa providencia apelaron los defensores de


cada uno de los procesados, inconformes con la dosificación de
la pena por cuanto el a-quo partió del máximo del primer
cuarto, pretensión que el Tribunal Superior del Distrito Judicial
de Cúcuta, en pronunciamiento de 18 de marzo de 2011,
resolvió de manera desfavorable e impartió confirmación en ese
punto a la decisión atacada, la cual reformó sólo respecto de
Maribel Orjuela y ALFONSO HERNÁNDEZ a quienes con base en
la solicitud subsidiaria de sus abogados les concedió el
subrogado de la prisión domiciliaria, fallo de segundo grado
contra el que interpusieron recurso de casación la asistencia
técnica del últimamente citado y el de Bayona Pardo, quien
luego desistió de la impugnación5.

II. LA DEMANDA

6. Un cargo plantea el recurrente con base en la casual


segunda de casación (Ley 600 de 2000, artículo 207-2), al
considerar que el fallo es incongruente con la acusación, pues
entiende que el fundamento para que el juzgador de primer
grado, avalado por el de segunda instancia, partiera del
máximo de pena del primer cuarto, consistió en “…la naturaleza
del delito y el impacto que causa a la sociedad la comisión del mismo…” “…
bajo la óptica del delito de NARCOTRÁFICO…”, sin tenerse en cuenta
que su representado fue indagado y se le resolvió situación
jurídica por el delito de concierto para delinquir agravado,
4
Cuaderno original # 13, folios 15-35.
5
Cuaderno del Tribunal, folios 54-77, 115, 116, 161, 213 y 252-262.

4
Casación Nº 37936
Alexánder Alfonso Hernández

único comportamiento típico por el que aceptó cargos con fines


de sentencia anticipada.

Agrega que también se configura una “incongruencia por


omisión” porque de acuerdo con la motivación del fallo se
“admite” la concurrencia de causales de atenuación, las cuales
“brillaron por su ausencia” porque de todas formas a su prohijado
le infligieron como pena el máximo del primer cuarto.

Por lo anterior solicita casar la sentencia impugnada y


emitir la de sustitución en la que las sanciones principales que
le corresponden a su defendido se ajusten a los parámetros
establecidos en la ley, acatando el principio de congruencia.

III. CONSIDERACIONES DE LA CORTE

7. En cualquier régimen el recurso de casación atiende


a unos fines superiores cuales son la reparación de los
agravios inferidos a las partes con la sentencia censurada, la
incolumidad del derecho material y de las garantías
fundamentales de los intervinientes en la actuación, y la
unificación de la jurisprudencia.

Sin embargo eso no significa que este sea un


mecanismo de libre configuración, desprovisto de todo rigor, y
que tenga como objetivo abrir un espacio procesal semejante
al de las instancias para prolongar el debate respecto de los
puntos que han sido materia de controversia, pues ha de
resaltarse que al proponer el recurso el censor debe sujetarse

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Casación Nº 37936
Alexánder Alfonso Hernández

a las causales taxativamente señaladas en el ordenamiento


procesal, y con observancia de los presupuestos de lógica y
argumentación inherentes a cada motivo extraordinario,
persuadir a la Corte de que a raíz de la decisión cuestionada
urge hacer efectiva alguna de aquellas finalidades.

La Sala observa que en el presente asunto la demanda


presentada por el impugnante debe ser inadmitida por la
manifiesta carencia de fundamento y objetividad de la réplica.

8. No existe discusión en cuanto a que el principio o


garantía de congruencia entre el acto de acusación y la
sentencia constituye base esencial del debido proceso, pues
aquél, cualquiera sea la forma procesal en la que esté
expresado, se erige en el marco conceptual, fáctico y jurídico
de la pretensión punitiva del Estado, sobre la cual se
desarrollará el juicio y recaerá el fallo, garantía que tiene
incidencia en el derecho de defensa pues el procesado no
puede ser sorprendido con circunstancias que no haya tenido
la oportunidad de conocer y menos de controvertir, amén de
que con base en la acusación obtiene la confianza de que, en
el peor de los eventos, no recibirá una declaración de
responsabilidad por aspectos no previstos en el pliego de
cargos.

Ese apotegma, entonces, impide al juez agravar la


responsabilidad del acusado mediante la adición de hechos
nuevos, la supresión de atenuantes reconocidas en la
acusación o la inclusión de agravantes no contempladas en
ella, so pena de infringir el denominado principio de

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Casación Nº 37936
Alexánder Alfonso Hernández

congruencia integrado por la correspondencia entre lo


imputado, lo juzgado y lo sentenciado.

9. En el presente asunto, el acto de acusación, expresado


en la diligencia de formulación de cargos con fines de
sentencia anticipada llevada a cabo con ALFONSO HERNÁNDEZ
el 26 de mayo de 2010, delimitó los derroteros personal,
factico y jurídico por los que en la subsiguiente fase habría de
emitirse fallo, al atribuirle a aquél el delito de concierto para
delinquir agravado, porque la cofradía a la que se hallaba
vinculado éste tenía como propósito o finalidad la realización
de actividades propias del tráfico de drogas tóxicas,
estupefacientes o sustancias psicotrópicas, de conformidad
con el artículo 340, inciso segundo, de la Ley 599 de 2000, con
la modificación pertinente de la Ley 733 de 2002, artículo 8º,
atribución fáctica y jurídica que el mencionado procesado
aceptó de manera consciente y voluntaria, debidamente
asesorado por su defensor de confianza.

Y con sujeción a esos derroteros, contrario a lo que


entiende el demandante, los juzgadores emitieron la respectiva
condena, pues para la imposición de la correspondiente pena
tomaron la señalada en la aludida disposición, esto es, prisión
de seis (6) a doce (12) años y multa de dos mil (2.000) a veinte
mil (20.000) salarios mínimos mensuales legales vigentes, y tras
establecer los cuartos de movilidad con estricta observancia de
los parámetros previstos en los artículos 60 y 61 de la Ley 599
de 2000, seleccionaron el primer cuarto o cuarto mínimo como
ámbito para la individualización de la condigna sanción.

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Casación Nº 37936
Alexánder Alfonso Hernández

El demandante asegura que en esa última fase del


ejercicio de dosificación los juzgadores vulneraron el principio
de congruencia porque los factores esgrimidos para tal efecto
lo fueron desde la “…óptica del delito de NARCOTRÁFICO…” cuando
su prohijado no aceptó cargos por esa conducta, crítica que
está soportada en una intelección superficial o anodina del
injusto endilgado, dado que se trató justamente de concierto
para delinquir con fines de narcotráfico, y si bien respecto
del aquí acusado no se acreditó su participación material en
acciones típicas de la hipótesis normativa del artículo 376 del
Código Penal, no deja de ser acertado y admisible el reproche
hecho por el juez de primer grado con base en la gravedad e
incidencia en el tejido social de las organizaciones criminales
dedicadas a desarrollar tales comportamientos ya que, como
se anota en la sentencia, la praxis demuestra que son germen
de las más diversas conductas punibles.

Tampoco es acertada la “incongruencia por omisión” que


plantea el censor, dado que, si bien en el allanamiento a
cargos no le fueron reconocidas causales genéricas de menor
punibilidad, en los fallos de instancia se admitieron e hicieron
posible, precisamente, que el a-quo seleccionara el cuarto
mínimo de movilidad, como perentoriamente lo ordena el
artículo 61, inciso segundo, de la ley 599 de 2000, lo cual deja
sin interés jurídico para protestar en ese sentido la decisión
que beneficia al procesado, además que la jurisprudencia de la
Sala de manera pacífica tiene sentado que esa no es una
hipótesis reclamable por falta de simetría entre la acusación y
la sentencia.

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Casación Nº 37936
Alexánder Alfonso Hernández

Situación distinta es que el fallador, al ponderar los


factores consagrados en el inciso tercero de la citada norma,
concluyera, como atrás se indicó, que por la gravedad de la
conducta y el daño que la misma causa a la sociedad, lo justo
era infligir el máximo de pena de ese primer cuarto, tasación
en la que ningún yerro por incongruencia advierte la Sala,
como también lo puntualizó el sentenciador de segundo grado.

10. En conclusión, como el demandante no demostró la


configuración objetiva del vicio alegado, deviene perentorio el
rechazo de la demanda, al tenor de lo normado en el artículo
213 de la Ley 600 de 2000.

Lo anterior no impide a la Corte precisar que no


observa, con ocasión del trámite procesal o del fallo
impugnado, vulneración de los derechos fundamentales
inherentes al procesado ALEXÁNDER ALFONSO HERNÁNDEZ,
como para que sea necesario el ejercicio de la facultad legal
oficiosa que le asiste para conjurar algún atentado de esa
estirpe.

En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN PENAL,

RESUELVE:

NO ADMITIR la demanda de casación interpuesta por el


defensor del procesado ALEXÁNDER ALFONSO HERNÁNDEZ.

Contra esta decisión no procede recurso alguno.

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Casación Nº 37936
Alexánder Alfonso Hernández

Notifíquese y cúmplase.

FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ MUÑOZ

GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ

10
Casación Nº 37936
Alexánder Alfonso Hernández

EYDER PATIÑO CABRERA

PATRICIA SALAZAR CUELLAR

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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