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Una fecha internacional importante que hace una reflexión y defensa del trabajo como
derecho fundamental e inherente del ser humano, así como sus derechos sindicales; y
como homenaje a los Mártires de Chicago que fueron ajusticiados por su participación
en las manifestaciones de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas,
que iniciaron con marchas masivas el 1 de mayo de 1886 en los Estados Unidos.
En junio de 1886 se llevó a cabo un juicio contra 31 obreros, al final el número se redujo
a ocho, el juicio se realizó y aunque no hubo pruebas en contra de ellos, los ocho fueron
acusados de ser enemigos de la sociedad, también se realizó una feroz campaña de
prensa amarillista publicando columnas donde se tachaba a los obreros de "violentos",
"comunistas rojos", "sediciosos", "sanguinarios" y también recibieron calificativos
xenófobos ya que algunos de los acusados eran extranjeros. Tres de ellos fueron
condenados a cárcel y cinco a pena de muerte. Este juicio fue considerado años más
tarde como malintencionado e ilegítimo. Estos obreros fueron conocidos como los
Mártires de Chicago.
A continuación presentamos una breve cronología sobre la lucha por las 8 horas de trabajo
desarrollada por los obreros del Perú. Debemos recordar que la clase obrera a inicios del siglo
XX tenían una ideología anarquista, aun no llegaban a nuestro país las ideas marxistas que
en la actualidad dominan organizaciones de trabajadores (CGTP).
Entre los principales momentos de la lucha por las 8 horas de trabajo tenemos:
1896: Durante el segundo gobierno del presidente Nicolás de Piérola se realizó en Lima
el primer Congreso Provincial Obrero, en dicha reunión los obreros reclamaban el
establecimiento de las 10 horas de trabajo y el descanso los días domingos.
1904: Los panaderos se organizan en el Sindicato “La Estrella del Perú” y junto a los
obreros portuarios del Callao reclaman por la jornada laboral de 8 horas. En el plano
académico se hizo presente la preocupación por la clase obrera con la tesis de Luis Miro
Quesada de la Guerra, la que se tituló “La cuestión obrera en el Perú”. En el congreso, el
diputado Matías Manzanilla presento un amplio proyecto de legislación laboral (las leyes
propuestas por Manzanilla se relacionaban con indemnizaciones a los trabajadores, descanso
obligatorio, contrato laboral, etc.).
1905: Durante el primer gobierno de José Pardo y Barreda, el movimiento obrero del Perú
establece que el primero de mayo sea la fecha de celebración del día del trabajo.
1912: Se produce una gran huelga de los trabajadores de las haciendas azucareras del valle
de Chicama (Casa Grande, Roma, Chiclín y Cartavio) en La Libertad.
1919: Durante el segundo gobierno de José Pardo y Barreda los obreros consiguieron la
ley general de 8 horas de trabajo luego de incesantes huelgas. El mediador entre el Estado y
la clase trabajadora fue el dirigente estudiantil Víctor Raúl Haya de la Torre, el futuro fundador
del APRA.
IRENE SALVADOR GRADOS: PRIMERA MÁRTIR DE LA LUCHA
SOCIAL EN EL PERÚ HUACHO EN LA HISTORIA DE LAS LUCHAS
POLÍTICO-SOCIALES
Huacho fue escenario de dos luchas político-sociales logradas por la participación
masiva del pueblo: la conquista de las 8 horas de trabajo por primera vez en el
Perú en 1916 (en Lima se conquistaron las 8 horas en enero de 1919) y la Huelga
General de 1917 por mejores condiciones laborales que culminó con la acción de
miles de mujeres y el asesinato de la lideresa campesina Irene Salvador de Lino.
La primera acción tuvo lugar en Huacho a partir del 28 de agosto de 1916 en la
Hacienda Chacaca, cuando sus jornaleros se declararon en huelga por mejores
salarios y eliminación de monopolios en víveres de primera necesidad. Tres días
después se unieron a la lucha los jornaleros de las Haciendas de Mazo, Ingenio,
Loza, Humaya y Vilcahuaura: más de 3,000 jornaleros. Al día siguiente 1º de
septiembre llegó a Huacho un tren con 170 militares, enviados por el Presidente
Pardo y Barreda al mando del Prefecto de Lima Edgardo Arenas. El contingente
militar estaba al mando del Alférez Alejandro Ayarza, conocido desde 1912 en los
ambientes criollos como el “Karamanduka”. El sábado 2 de septiembre se había
planificado en la sub-prefectura un encuentro entre representantes de los
jornaleros de las Haciendas Chacaca, Ingenio, Loza, Capellanía y Mazo y los
hacendados. Asistieron los jornaleros y no los hacendados. Se organizó por ello
una marcha pacífica de protesta de los jornaleros los cuales fueron atacados por
las tropas venidas de Lima a las que se añadieron 60 efectivos de Huacho y
alrededores. Fueron asesinados dos trabajadores: Ernesto Maturrano de
Luriama y Cayetano Romero de Hualmay. Ellos ofrendaron sus vidas por la
causa de la justicia social y se convirtieron en los primeros mártires peruanos por
dicha causa. No obstante, no existen calles ni monumentos en su honor ni en sus
lugares de origen ni en otra parte del Perú. Su sacrificio no fue en vano: el 16 de
septiembre representantes de los jornaleros, se reunieron con los hacendados
Demetrio Aspiazu, Luis Fumagalli, Guillermo Salinas Cossío y José Francisco
Crousillat. Los campesinos impusieron sus condiciones logrando, por primera vez
en el Perú para toda una vasta región (antes los trabajadores del muelle dársena
del Callao habían conquistado ese derecho, circunscrito a los obreros del muelle)
el derecho a la jornada laboral de 8 horas diarias. Este derecho recién se
conquistó en enero de 1919 en Lima y para todo el Perú. Además, los
campesinos huachanos conquistaron lo referente a la supresión de monopolios
para la venta de productos de primera necesidad por parte de los hacendados o
de cualquiera y el aumento del 10% de salarios desde el 11 de septiembre.
El 28 de noviembre se obtuvo la liberación de 13 campesinos huachanos presos
por su participación en la lucha relatada y de un famoso líder anarco-sindicalista
limeño, obrero ebanista, Nicolás Gutarra, quien apoyó desde Lima y con su
pluma dicha lucha.