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Todas ellas con ingresos menores a 2 millones de pesos al año, dicho esquema tiene una
duración de 10 años; el fundamento jurídico de este régimen lo encontramos en los artículos
111, 112 y 113 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, así mismo en el “Decreto por el que
se otorgan estímulos fiscales para promover la incorporación a la seguridad social”,
“Decreto por el que se otorgan beneficios fiscales a quienes tributen en el Régimen de
Incorporación Fiscal” y el “Decreto por el que se amplían los beneficios fiscales a los
contribuyentes del Régimen de Incorporación Fiscal” con el motivo de incrementar la
producción en diferentes sectores de la población, para el crecimiento de la economía
mexicana, dar facilidad de incorporación a la formalidad tributaria.2
En cuanto a los resultados que ha dado este esquema tributario, el primer trimestre del
2015 el número de contribuyentes registrados en el régimen de incorporación fiscal fue de
4,356,478 y la recaudación obtenida fue de 1,191 millones de pesos, subiendo un 23.7%
real anual la recaudación5
Cabe destacar que bajo este régimen cualquier omisión o falta que tenga en su actividad la
empresa pondrá en riesgo, el patrimonio de las personas por lo que hay que estar atentos
a las actividades y obligaciones que se tengan al respecto, así mismo hay que puntualizar
que si la empresa o negocio crece y se necesita facturar más de 2 millones que es la
limitante en el RIF se podrá cambiar al esquema tributario de Persona Física con Actividad
Empresarial la cual no tiene tope, ni caducidad, pero exige mayor cuidado en las actividades
que se lleven a cabo dentro de este esquema tributario, por otra parte no se contaran con
la mayoría de los beneficios que ofrece el Régimen de Incorporación Fiscal.