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Unidad didáctica 6. Sistema endrocrino. Respuestas y adaptaciones
hormonales
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1. Desarrollo del contenido
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1.1. Respuesta neuroendocrina al ejercicio
Durante la realización de actividad física o ejercicio se van a producir una serie de respuestas
(agudas) y adaptaciones (crónicas) para recuperar la homeostasis interna, las cuales van a
estar mediadas por los sistemas de comunicación interna, como son el sistema nervioso y el
sistema endocrino, considerándose en la actualidad como un único sistema, el sistema
neuroendocrino. El sistema nervioso simpático y las glándulas adrenales van a ser los
principales responsables de la respuesta individual al ejercicio, ya que condicionarán todas las
respuestas de los órganos y sistemas durante la realización de ejercicio.
Los procesos mediante los cuales se estimula el sistema endocrino durante el ejercicio, en
parte, van a estar condicionados por la activación del comando motor central, y
posteriormente por los impulsos recibidos de los propioceptores y metabolorreceptores de los
músculos activos, incluyendo también la presencia de metabolitos y sustratos, con especial
relevancia del metabolismo de la glucosa, el cual influirá en la respuesta hormonal durante el
ejercicio. Las respuestas del sistema endocrino estarán determinadas por la intensidad del
ejercicio, la duración, el nivel de entrenamiento del sujeto, el estrés psicológico, las
condiciones ambientales (presión atmosférica y temperatura), la disponibilidad de sustratos
energéticos y, en las mujeres, el ciclo menstrual.
Ante el estímulo del ejercicio, el organismo pondrá en marcha una serie de mecanismos, con
el objetivo de recuperar o adaptarse a esa nueva situación para volver a la homeostasis, a
través del sistema nervioso central (rápido) y el sistema endocrino (más lento). Muchas de
estas acciones serán llevadas a cabo por las catecolaminas (hormonas y neurotransmisores),
mejorando la función cardiaca, el metabolismo, la redistribución del flujo sanguíneo y la
movilización y utilización de sustratos. Por lo tanto, podemos considerar la acción llevada a
cabo por las catecolaminas como un reflejo de la acción simpático-adrenal.
La organización del sistema simpático-adrenal está formada por el SNA, el cual se encuentra
integrado en el SNC, y es activado por centros localizados en la médula espinal, tronco
encefálico e hipotálamo, siendo este último el lugar de integración de la respuesta vegetativa.
La ejecución de la orden vegetativa se establece a través de dos grandes divisiones del
sistema autónomo, el sistema autónomo simpático y parasimpático.
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EFECTOS DEL SISTEMA NERVIOSO SIMPÁTICO Y PARASIMPÁTICO
ÓRGANO/SISTEMA EFECTOS SIMPÁTICO EFECTOS
PARASIMPÁTICO
Músculo cardiaco Incrementa FC Reduce la FC
Corazón Vasodilatación Vasoconstricción
Pulmones Broncodilatación, aumento de la frecuencia Broncoconstricción
y profundidad respiración
Vasos sanguíneos Incremento tensión arterial Poco efecto
Vasoconstricción: vísceras y piel
Vasodilatación: músculo esquelético
corazón.
Según necesidades durante el ejercicio
Hígado Estimula la liberación de glucosa -
Metabolismo Incremento ritmo metabólico -
celular
Tejido adiposo Estimula la lipólisis -
Glándulas Incremento sudoración -
sudoríparas
Aparato digestivo Reduce actividad y contrae esfínteres Incrementa peristalsis y
relaja esfínteres
Riñones Vasoconstricción: reduce formación de orina -
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1.2. Sistema endocrino: organización
Para desarrollar sus funciones, el sistema endocrino cuenta con una completa y precisa red
de emisores y transmisores entre los que destacan las glándulas endocrinas y las
hormonas. La mayoría de glándulas endocrinas están formadas por epitelio glandular, pero
algunas también pueden estar constituidas por tejido neurosecretor. Estas últimas son
neuronas modificadas, que en vez de enviar su transmisor a través de una sinapsis, vuelcan el
mensajero químico directamente a la sangre.
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La interacción hormona-receptor que provoca una alteración en las reacciones químicas de la
célula se desarrolla de manera multilateral. Esto quiere decir,
que pocos procesos están regulados por una única hormona y pocas hormonas
desempeñan un único papel. Las funciones que se aplican pueden ser:
Las hormonas se forman en las glándulas endocrinas (las tisulares actúan a nivel local) y la
mayoría de ellas no afecta de forma directa a la actividad celular, sino que se combina con una
molécula receptora específica. Son transmitidas a las células diana por medio de la sangre
como sustancia de señal o mensajeras (primer mensajero: receptor que se une a la
hormona). Para realizar este proceso de comunicación, cada célula diana reconoce la señal por
medio de unos receptores específicos situados en la parte externa de la membrana celular, y
una vez allí liberan dentro de la membrana celular la sustancia (segundo
mensajero: mediador que afecta a la función celular y desencadena una serie de procesos en
el interior de la célula). Las glándulas endocrinas producen más sustancias de las que son
necesarias para asegurar el proceso de comunicación, y el excedente será excretado por el
riñón o bien utilizado en procesos metabólicos.
✔ El segundo mensajero va a originar los cambios mediante uno de los siguientes cuatro
mecanismos:
✔ Modificación de la velocidad de síntesis de las proteínas intracelulares.
✔ Modificación de la actividad enzimática.
✔ Alteración del transporte a través de la membrana celular.
✔ Inducción de la actividad secretora.
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1.2.1. Regulación de la liberación de hormonas
Las hormonas son liberadas en períodos relativamente cortos de tiempo, por lo que los niveles de
concentración de las hormonas variarán a lo largo de períodos tan breves como 1 h de tiempo, pero
también aparecen fluctuaciones en ciclos más largos de tiempo (ciclos menstruales). El procedimiento
para la regulación de la liberación o bloqueo de la secreción de hormonas se denomina realimentación
negativa. Este proceso se basa en la percepción continua de la concentración de una hormona y su
relación con un valor de referencia. Un ejemplo de este mecanismo es el termostato de la calefacción en
una casa. Este proceso va a requerir de un sensor, un controlador y un ejecutor. El mecanismo funcionará
en primer lugar detectando la perturbación que modifique la variable fisiología (sensor), produciendo una
señal que represente la diferencia entre el valor de referencia y la situación actual. Entonces se pondrá
en marcha la acción (ejecutor) ordenada por el elemento controlador. Un ejemplo claro de este
mecanismo de retroalimentación negativa lo encontramos en el control de los niveles de glucosa.
La mayor parte de las glándulas actúan bajo el control del eje hipotálamo-hipofisario. Esto significa
que ante una situación cualquiera, el hipotálamo libera hormonas que estimulan la hipófisis en la
dirección necesaria. Esto provoca la actuación de la glándula endocrina periférica correspondiente, para
que la sustancia liberada actúe sobre la célula diana. A medida que el proceso de actuación va causando
efecto, se va regulando la liberación de hormonas desde el hipotálamo, de forma que cuando se llegue a
unos niveles hormonales que superen las necesidades celulares, se bloqueará la secreción desde el
hipotálamo.
Los niveles de una determinada hormona en sangre no pueden ser siempre considerados como
indicadores de la actividad hormonal en cuestión, ya que el número de receptores es modificado para
aumentar o disminuir la sensibilidad de esa célula. Ante una mayor cantidad de hormonas, se reduce el
número de receptores celulares para ella, la célula se vuelve menos sensible porque con menos
receptores se pueden unir menos hormonas (regulación descendente).Cuando se produce una
presencia prolongada de grandes cantidades de una hormona, se incrementan el número de receptores;
la célula se vuelve más sensible a esta hormona porque así pueden unirse más a la vez (regulación
ascendente).
Sustancias como el lactato, procedentes del metabolismo, pueden estimular vía aferentes.
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En el hipotálamo se emplaza la zona del sistema nervioso central implicada en el control de la
regulación y se denomina comando central, que responderá:
Una respuesta rápida, por la actividad simpaticosuprarrenal (catecolaminas) que producirá una
respuesta anticipatoria al ejercicio en respuesta a órdenes de los centros motores y sistema
límbico y que cuando comience el ejercicio, se incorporarán aquellos estímulos procedentes de:
Receptores pulmonares.
Térmicos.
Una respuesta lenta, que se detecta mediante las modificaciones del medio interno, como
pueden ser las concentraciones de lactato, hipoglucemia o hipoxia.
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1.3. Naturaleza de las hormonas
Hormonas esteroides
Son liposolubles y se difunden con rapidez en las membranas celulares y están segregadas por:
Testículos (testosterona).
Hormonas no esteroides
Estas no son liposolubles, por lo que presentan más dificultades para atravesar las membranas
celulares y pueden dividirse en:
Hormonas glucoproteicas: son hormonas proteicas que tienen añadidos en sus cadenas
de aminoácidos diferentes grupos de carbohidrato.
Hormonas peptídicas: están formadas por cadenas cortas de aminoácidos. Entre las más
destacadas se encuentra la hormona antidiurética (ADH).
Los factores de crecimiento también son considerados por algunos autores como
hormonas y actúan localmente o en el propio tejido que los segrega, como puede ser el
páncreas.
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Como mencionamos anteriormente, este tipo de hormonas no es liposoluble, por lo que no
podrá atravesar la membrana celular sin la ayuda de un receptor específico situado fuera de la
célula; este enlace de la hormona con su receptor forman un segundo mensajero. Este
concepto dictamina que estas hormonas actúan como primer mensajero entregando su mensaje
químico a los receptores fijos situados en la membrana plasmática de la célula diana.
Posteriormente, el mensaje se difundirá al interior de la célula, donde un segundo mensajero
conseguirá provocar una sucesión de reacciones que dan lugar a importantes modificaciones
celulares.
Como existe una gran cantidad y tipo de hormonas que se desplazan por la sangre y que
contactan con los tejidos, sus efectos se limitarán al objetivo que realmente persiguen, ya que
existen receptores hormonales específicos en los tejidos objetivos. Las células contienen unos
2.000.000 de receptores cada una, los receptores de las hormonas no esteroideas se
encuentran en la membrana de la célula, mientras que los de las hormonas esteroides se
encuentran en el citoplasma o en el núcleo. Cada hormona es altamente específica de un tipo
de receptor y se une solo a los receptores específicos para ella.
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1.4. Glándulas endocrinas, hormonas y ejercicio físico
Las glándulas representan los lugares desde donde se emiten los mensajes empleados para la
normalización de los procesos regentados por el sistema endocrino. Estas glándulas
endocrinas están ampliamente repartidas por todo el cuerpo, con el fin de optimizar su
influencia sobre los diferentes órganos y sistemas del cuerpo humano.
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1.4.1. Glándula Pituitaria (Hipófisis) (I)
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Figura 1. Acción de la ADH. Modificado Wilmore y Costill, 2015.
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Glándula Pituitaria (Hipófisis) (II)
De las diferentes hormonas segregadas por el lóbulo anterior van a tener una estrecha relación con el
ejercicio:
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Además de estas funciones tradicionalmente conocidas,
desempeña papeles más allá de los conocidos sobre el
metabolismo y el crecimiento longitudinal (Devesa,
Devesa, & Reimunde, 2010).
La secreción de la GH se produce de
forma pulsatil. La GH actúa sobre
órganos periféricos para estimular la
✔ Disminuye el colesterol, mejor relación entre
producción de IGF-1 (factor de lipoproteínas de alta y baja densidad (Rudman et
crecimiento de la insulina o insulin- al., 1990).
like growth factor-1) que media ✔ Efectos neurotróficos (Devesa et al., 2010).
muchas de las acciones promotoras
de crecimiento ✔ Estimulación del crecimiento sobre el sistema
cardiovascular (cardiomiocitos) (Boger, 1999).
✔ Disminuye estrés oxidativo.
✔ Potencia revascularización en tejidos isquémicos.
✔ Efecto positivo sobre la neurogénesis (fisiológica
y reparadora) (Donahue, Kosik, & Shors, 2006).
✔ Durante el proceso de regeneración tras daño
cerebral la GH y su receptor aumentan la
expresión en las zonas infartadas, formando parte
de un sistema de neuroprotección (Scheepens et
al., 2001; Scheepens, Williams, Breier, Guan, &
Gluckman, 2000).
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Respuesta ante ejercicio aeróbico: El estudio de la liberación de la GH durante la
realización de ejercicio aeróbico, nos permitirá conocer el rol metabólico de la GH y su
respuesta ante diferentes intensidades. La relación de la GH con el tiempo de ejercicio
aeróbico es directa y positiva (Pritzlaff et al., 1999; Weltman et al., 1992). Respecto a la
intensidad, la GH se incrementa linealmente con la intensidad del ejercicio (Stokes, 2003).
Mostrando un patrón dosis respuesta (Pritzlaff et al., 1999), a mayor intensidad mayor
liberación.
La respuesta aguda de esta hormona al ejercicio no está influenciada por la hora del día
(Kanaley, Weltman, Pieper, Weltman, & Hartman, 2001), pero si por la nutrición, la cantidad de
musculatura reclutada, el sueño, el patrón de ejercicio previo, la composición corporal, y como
hemos visto la intensidad de ejercicio (Pritzlaff et al., 1999). Parece existir un umbral a partir
del cual la liberación de la misma es mayor, identificándolo algunos autores con el umbral
anaeróbico.
Vemos que la secreción depende tanto de la intensidad como de la duración, pero a una
intensidad menor el tiempo necesario para alcanzar valores elevados será mayor que durante
un ejercicio de intensidad mayor. Los efectos de esta hormona son claves en el ejercicio de
larga duración, cuando las reservas de glucógeno hepático y muscular comienzan a disminuir,
la GH tiene un efecto que disminuye el consumo de glucosa y aumenta la movilización de
grasas, ahorrando hidratos de carbono.
Figura 2. Relación entre la intensidad del ejercicio expresada como porcentaje del umbral de lactato
(izquierda) o del consumo máximo de oxígeno (derecha) y la concentración de GH. Los símbolos representan
concentraciones individuales de 10 sujetos en 6 niveles de intensidad diferente mientras que la línea gruesa
representa la media. Pritzlaff et al., 1999.
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Respuesta ante ejercicio de fuerza: los periodos de recuperación, la intensidad y el
volumen de trabajo son factores que modifican potencialmente la concentración de GH con
ejercicios de fuerza tanto en hombres como en mujeres (Kraemer et al., 1993). Periodos
cortos de recuperación originan un aumento drástico de la GH durante ejercicio de fuerza, las
mujeres además durante la fase folicular presentan una más elevada concentración de GH
durante el reposo (Kraemer et al., 1991). El ejercicio de fuerza por lo tanto aumenta las
concentraciones de GH volviendo a valores basales a los 60 min de recuperación
Todos estos efectos que a priori parecen tan positivos para el rendimiento no han sido del
todo contrastados para considerar la GH como un suplemento que aumente en rendimiento, ya
que meta-análisis (Liu et al., 2008) revisó los efectos de la suplementación con esta hormona
en el rendimiento en sujetos de diferentes edades, y si bien consiguieron aumentar la masa
musculara (hipertrofia) esta no se vio acompañada de un incremento de fuerza, no
aumentaron el rendimiento físico aeróbico, que puede ser consecuencia de que en la mayoría
de estudios se observó un aumento de las concentraciones de lactato, y si bien es cierto que
aumentaron la masa muscular en torno a 2 kg, también se aumentó el agua corporal y la
masa grasa (1 kg). Las propiedades que mejoran el rendimiento tras la suplementación con la
hormona del crecimiento son prematuras y no se apoyan en la revisión de la literatura (Liu et
al., 2008).
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1.4.2. Glándula tiroides
La glándula tiroides está situada en la línea media del cuello, y segrega dos hormonas que regulan el
metabolismo (triyodotironina y tiroxina) y una hormona que ayuda a regular el metabolismo del
calcio (calcitonina). La triyodotironina (T3) y tiroxina (T4) son consideradas dos hormonas críticas para
la función fisiológica normal de un amplio espectro de tejidos y órganos, debido a su capacidad para
modular el metabolismo, y actuar de manera sinérgica con otras hormonas (Hackney et al., 2016).
Durante ejercicios prolongados (>1h) el incremento es controvertido. Estudios muestran que no hay
efectos en los niveles sanguíneso de TSH (McMurray, Eubank, & Hackney, 1995; McMurray & Hackney,
2005) mientras que otros muestran un incremento progresivo con la carga de trabajo de alta intensidad
y alcanzan una estado estable elevado después de unos 40 min de ejercicio (McMurray & Hackney,
2005). Con un incremento en TSH se podría esperar un aumento en T3 o T4, pero fisiológicamente el
problema se complica por el retraso en la respuesta de la glándula a un estímulo TSH (Griffin & Odjeda,
1996).
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Tras una sesión intensa de resistencia, se mostró una elevación de los niveles de T3 y T4
inmediatamente después del ejercicio relacionados al parecer con la hemoconcentración (Hackney & Viru,
2008). Posteriormente, la T3 se elevó por la noche, sugiriendo que durante la recuperación el aumento
de T3 aumenta el metabolimo aunque puede ser más asociado con la reparación de tejidos (Griffin &
Odjeda, 1996).
Un ejercicio anaeróbico ocasiona un incrmento de la T4 por varias horas durante la recuperación (Galbo,
1986).
La calcitonina va a actuar sobre los huesos y sobre los riñones. Sobre los huesos va a inhibir la
actividad de los osteoclastos deteniendo la resorción de hueso (proceso mediante el cual los osteoclastos
eliminan tejido óseo) y sobre los riñones va a incrementar la excreción de calcio y reducir su absorción.
La calcitonina regula la concentración de calcio en la sangre.
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1.4.3. Glándulas paratiroides
Glándulas paratiroides
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1.4.4. Glándulas suprarrenales
Las glándulas suprarrenales se encuentran encima de cada riñón y ambas presentan la misma
estructura con dos zonas diferenciadas, la médula adrenal y la corteza adrenal.
La médula adrenal está estimulada por el sistema nervioso simpático y libera las
hormonas catecolaminas, compuestas por adrenalina 80% y noradrenalina 20%. Los
efectos que va a tener las catecolaminas son similares a los efectos del sistema nerviosos
central, pero con mayor duración en el tiempo, ya que estas sustancias tardan más tiempo en
eliminarse de la sangre. La noradrenalina se almacena en vesículas en la porción terminal del
nervio y se libera en las hendiduras sinápticas por la acción de la acetilcolina, difundiéndose a
través del espacio sináptico hasta contactar con los receptores postsináticos específicos (López
Chicharro & Fernández Vaquero, 2010). En el caso de la medula adrenal, las catecolaminas
son transportadas por la sangre.
Estas dos hormonas nos van a preparar inmediatamente, su respuesta es muy rápida.
Metabolismo
↑intensidad procesos oxidativos
↑tasa de resíntesis de fosfocreatina
↑tasa de resintesis de ATP en la recuperación
Alcanzar antes estado estable metabólico en el músculo
Mejora del funcionamiento mitocondrial (Contenido ATP, PCr y actividad ATPasa)
↑ glucogenólisis muscular
↑ lipolisis en tejido adiposo
↑liberación de glucosa y ácidos grasos
Contracción muscular
↑ velocidad de contracción
Cardiovascular
Redistribución del flujo sanguíneo (vasodilatación/vasoconstricción)
↑contractibilidad miocárdica
↑ Frecuencia cardíaca secundaria (primero desactivación parasimpática)
↑ Gasto cardíaco
↑ Tensión arterial
Ventilación
↑Volumen corriente
↑Frecuencia respiratoria
Incremento capacidad trabajo físico
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Durante la realización de un ejercicio incremental la noradrenalina aumenta significativamente
cuando se supera el 50% del VO2max, mientras que la adrenalina no aumenta hasta valores
del 60-75% (Wilmore & Costill, 2015), 80% (López Chicharro & Fernández Vaquero, 2010) o
75% máxima potencia aeróbica (Zouhal, Jacob, Delamarche, & Gratas-Delamarche, 2008).
Cuando realizamos un ejercicio prolongado en el tiempo (3 horas al 60%), ambas hormonas
se ven incrementadas, tenemos que considerar que la noradrenalina incrementa más
lentamente que la adrenalina (Horton, Pagliassotti, Hobbs, & Hill, 1998), para disminuir al
cesar el ejercicio, volviendo los niveles de adrenalina a los valores de reposos en solo unos
minutos, y los de noradrenalina transcurridas varias horas. Se ha mostrado que 60 min de
ejercicio al 35% del VO2max es suficiente para incrementar la concentración de noradrenalina
y que 20 min al 40-50% del VO2max es necesario para incrementar la adrenalina (Kjaer,
Christensen, Sonne, Richter, & Galbo, 1985). Así cuando la duración es importante la
adrenalina y noradrenalina pueden incrementarse a baja intensidad (Horton et al., 1998; Kjaer
et al., 1985). Cuando realizamos un ejercicio por encima de la máxima potencia aeróbica se
pueden alcanzar valores que multiplican por cinco o diez veces los valores basales
(Kindermann et al., 1982; Lavoie, Bonneau, Roy, Brisson, & Helie, 1987).
La liberación de catecolaminas es mayor cuando se realiza un ejercicio con los brazos que
cuando se realiza con las piernas en un ejercicio dinámico a una misma intensidad (VO2)
(Blomqvist, Lewis, Taylor, & Graham, 1981; Davies, Few, Foster, & Sargeant, 1974), debido a
que se implica una menor masa muscular con los brazos, ya que estudios han mostrado un
aumento de la estimulación simpática cuando el ejercicio se realiza con grupos musculares
pequeños (Clausen, 1977) y un aumento de la adrenalina y noradrenalina (Davies et al.,
1974). A una misma intensidad los músculos pequeños trabajan a un porcentaje de intensidad
más elevado que los músculos grandes estimulando la liberación de catecolaminas (Kjaer,
Secher, & Galbo, 1987). Las concentraciones parecen ser mayores cuando se realiza un
ejercicio estático que durante un ejercicio dinámico, ya que el ejercicio estático origina una
reducción del flujo sanguíneo muscular y como consecuencia una hipoxia (Zouhal et al., 2008).
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Figura 3. Cambios en la concentración de noradrenalina y adrenalina en la sangre a diferentes intensidades
(izquierda) y en función de la duración del ejercicio a una intensidad constante 60% VO2max (derecha). Wilmore y
Costill 2010.
Gonadocorticoies : las hormonas excretadas son las mismas que las excretadas por los
órganos reproductores pero en menor medida.
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1.4.5. Páncreas
El páncreas es una glándula situada junto al hígado y detrás y ligeramente por debajo del
estómago, permitiéndole regular la actividad del hígado a través de una conexión mediante
vasos comunicantes (vena porta). Las dos hormonas pancreáticas más importantes son
la insulina (regula la entrada de glucosa a las células) y el glucagón (aumenta la
disponibilidad de glucosa circulante).
Cuando los niveles de glucosa en sangre son elevados, como por ejemplo después de comer
(hiperglucemia) se excreta insulina, la cual va a:
Como consecuencia del ejercicio la insulina en plasma puede descender hasta un 50% de los
valores basales, y se va a relacionar tanto con la duración como con la intensidad. La insulina
tiende a recuperar los valores basales entre 3 y 5 minutos (debido al descenso de la actividad
simpático-adrenal) tras finalizar la actividad física. El descenso de la insulina es menos
drástico en sujetos entrenados que en sujetos no entrenados durante el ejercicio prolongado.
El hecho de que la insulina se reduzca durante el ejercicio físico no es peligroso, puesto que
esta actividad aumenta la sensibilidad de los tejidos hacia la hormona, de manera que su
función se vuelve más eficaz. Esta circunstancia es clave para los diabéticos, ya que con el
ejercicio regular pueden conseguir una buena gestión de la glucemia utilizando menos
cantidad de insulina.
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En sujetos entrenados se ha observado:
La otra hormona secretada por el páncreas, el glucagón, será excretada cuando los niveles de
glucemia en sangre estén por debajo de sus niveles normales (hipoglucemia) y tendrá los
efectos opuestos a la insulina. Las acciones del glucagón van a ser:
✔ Favorecer la glucogenólisis
✔ Gluconeogénesis
✔ Lipólisis
✔ Formación de cuerpos cetónicos.
Durante la realización de ejercicio, se produce un aumento en la liberación de glucagón,
manteniéndose elevado hasta transcurridos 30 min tras su finalización. El incremento del
glucagón depende más del tiempo que de la intensidad.
Cuando estamos realizando ejercicio, el cuerpo está constantemente intentando mantener los
niveles de glucemia; sin embargo, los niveles de insulina tienden a disminuir, debido a que
durante el ejercicio se incrementa la sensibilidad del cuerpo por la insulina, por lo que no es
necesario mantener altos niveles de insulina para transportar la glucosa a las células
musculares. El glucagón va a mantener la concentración de glucosa en sangre mediante la
estimulación de la gluconeogénesis.
Figura 4. Cambios de los niveles en plasma de glucosa (a), insulina (b) y glucagón (c) en sujetos entrenados y
no entrenados durante la realización de un ejercicio. Wilmore y Costill 2006.
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1.4.6. Gónadas
Las gónadas representan las glándulas reproductoras masculinas (testículos) y femeninas (ovarios).
Estas glándulas tienen una doble labor: por un lado la gametogénesis, a través de la cual se desarrolla
la función reproductiva; y por otra parte la función endocrina, orientada a la expresión de los
caracteres sexuales primarios y secundarios. Para conseguir tales desempeños, las gónadas se encargan
de secretar hormonas anabólicas que favorecen diversos procesos de construcción dentro del
organismo:
Los testículos liberan andrógenos. El más importante es la testosterona, responsable del desarrollo de
los caracteres sexuales secundarios, de la espermatogénesis, del desarrollo muscular y de la
maduración del esqueleto. Otra función importante es la estimulación del crecimiento musculo-
esquelético (diferencias entre hombres y mujeres), y responsables de la hipertrofia muscular durante el
entrenamiento de fuerza.
Pero lo más trascendental desde el punto de vista del rendimiento físico-deportivo es su capacidad para
incrementar la síntesis de glucógeno muscular actuando sobre la glucógeno sintetasa, su facultad para
ampliar los depósitos de fosfocreatina y su habilidad para ejercer un efecto anabólico sobre las proteínas.
De hecho, los efectos sobre el crecimiento músculo-esquelético del entrenamiento de la fuerza, solo son
posibles por la mediación de la testosterona sobre la retención de proteínas musculares y la hipertrofia
muscular. Esto tiene dos consecuencias importantes:
Algunos deportistas han usado esteroides anabólicos para incrementar de forma artificial
sus niveles naturales de fuerza por vía estructural o hipertrófica.
El incremento de la fuerza máxima por vía estructural no será posible hasta que el
organismo sea capaz de segregar testosterona. Por lo tanto un entrenamiento de la fuerza,
vía hipertrofia muscular, en la etapa infantil no tiene sentido.
Los ovarios liberan estrógenos y progesterona. Los primeros desarrollan las características sexuales
secundarias de la mujer, participan en el ciclo menstrual y en algunos cambios asociados al embarazo. La
progesterona estimula la fase secretora del ciclo menstrual, prepara el útero para el embarazo y los
senos para la lactancia.
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1.4.7. Riñones
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1.5. Respuesta endocrina al ejercicio
Existen dos aspectos clave en el estudio del comportamiento endocrino durante el ejercicio.
Por una parte, se debería conocer cómo las hormonas facilitan el paso de un estado de
equilibrio del medio interno en reposo, a una situación de gran exigencia energética y su
influencia en la reversibilidad de este estado. Y por otro lado, habría que explicar la manera en
que el ejercicio físico crónico puede influir en el comportamiento hormonal, aumentado la
eficiencia del sistema endocrino.
Las respuestas endocrinas frente al ejercicio dependen en gran parte de las condiciones que
rodean a la propia práctica. Entre los factores más destacados están:
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1.6. Efectos hormonales sobre el metabolismo y la energía
El metabolismo de los hidratos de carbono y de las grasas serán los encargados del aporte de ATP para la
realización de actividades físicas prolongadas, y varias hormonas van a ser las encargadas de asegurar el
aporte de estos nutrientes para su utilización y posterior obtención de energía.
Las principales hormonas que van a intervenir en la regulación de los niveles de glucosa en
sangre son: el glucagón, la adrenalina, la noradrenalina y el cortisol. Los niveles de la
glucosa en sangre dependen del equilibrio de dos factores, del consumo por parte de los
músculos y de la producción por parte del hígado; este equilibrio está regulado por el
glucagón, el cual aumenta durante la realización de ejercicio. Esta realización de ejercicio va a
ocasionar un aumento de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), las cuales junto con el
glucagón van a aumentar la glucogenólisis. Junto con estos incrementos el ejercicio origina un
aumento del cortisol, el cual es fundamental en la liberación de aminoácidos que el hígado
utilizará para formar glucosa en la gluconeogénesis. Vemos, por lo tanto, la acción de estas
cuatro hormonas que, junto con la hormona del crecimiento que aumenta la movilización
de los ácidos grasos y disminuye el consumo celular de glucosa, son fundamentales en la
regulación de los niveles de glucosa.
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Pero la glucosa tiene que ser puesta a disposición de las células musculares, y aquí es donde
entra la insulina, la cual va a favorecer el paso de la glucosa de la sangre a las células
musculares. Al contrario de lo que podríamos pensar, las concentraciones de insulina no
aumentan durante la realización de actividad física, aunque aumenten los requerimientos y la
concentración de glucosa en sangre; esto es debido a que se produce un aumento de la
sensibilidad de las células musculares por la insulina durante la realización de actividad física.
Además las propias células musculares parecen tener un efecto similar al de la insulina
aumentando el número de receptores, con lo cual no se necesitaría concentraciones más
elevadas de insulina.
Figura 6. Cambios en la concentración de cortisol y ácidos grasos (a) y hormona del crecimiento, adrenalina, y
ácidos grasos libres (b) en sangre durante la realización de un ejercicio prolongado.
Las hormonas han sido utilizas como sustancias dopantes tratando de incrementar el rendimiento
deportivo. Especial interés ha tenido el uso de la hormona del crecimiento, los esteroides
anabolizantes y la eritropoyetina. Si quieres profundizar en el uso de estas hormonas como
sustancias dopantes, revisa el estudio de Duntas & Popovic, 2012: Hormones as doping in sports.
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1.7. Efectos hormonales sobre el equilibrio de los electrolitos y
fluidos durante el ejercicio
El sistema endocrino realiza una importante función en la regulación de los niveles de los líquidos
corporales, y aunque los hemos visto a lo largo de otras unidades, veremos aquí un resumen de esta
función, que realizan a través del mecanismo de aldosterona y reninaangiotensina y a través de la
hormona antidiurética.
Renina-angiotensina
Los riñones van a ejercer una importante labor como regulador de la tensión arterial, y
sobre la regulación de los líquidos corporales. Cuando nuestro volumen plasmático se ve
reducido, la tensión arterial también disminuye y es detectado por células en los riñones. Estas
células pueden ser estimuladas por un descenso de la presión arterial, por un descenso del
volumen sanguíneo o por estimulación simpática.
Ante la menor tensión arterial, los riñones producen renina, la cual es capaz de convertir la
proteína angiotensinógeno en angiotensina I, la cual se convierte en la sangre en angiotensina
II, y va a actuar de dos formas diferentes, mediante vasoconstricción aumentando las
resistencias periféricas y, por lo tanto, la tensión arterial y en segundo lugar activando la
aldosterona, la cual aumentará la absorción de sodio en los riñones, y como la absorción de
sodio va acompañada de una absorción de agua, aumentará el volumen plasmático y por lo
tanto la tensión arterial. Durante el ejercicio se va a producir un aumento de la concentración
de aldosterona, debido a una disminución de la presión venosa y del flujo renal, recordad que
uno de los efectos de la activación simpática es la disminución del flujo a los tejidos no activos
(Redistribución sanguínea UD 3). Como se trata de una hormona esteroidea precisa de un
tiempo elevado para que sus efectos se produzcan, teniendo sus principales acciones durante la
recuperación. La respuesta del sistema renina angiotensina será (López Chicharro & Fernández
Vaquero, 2010):
32
Hormona antidiuretica (ADH)
33
1.8. Adaptaciones Endocrinas al ejercicio
Adrenalina y noradrenalina: en reposo los valores de noradrenalina son similares entre sujetos
entrenados y sedentarios, siendo superiores los valores de adrenalina en entrenados. La
respuesta durante la realización de ejercicio es más atenuada en sujetos entrenados, mostrando
además un incremento de las mismas a tasas mayores de trabajo. Los deportistas entrenados en
modalidades anaeróbicas muestran una mayor activación simpático-adrenal durante el ejercicio de
máxima intensidad que los deportistas de resistencia aeróbica.
Aldosterona: la realización de actividad física habitual no modifica los valores de reposo de esta
hormona, ni la respuesta de la misma ante la realización de actividad. Los sujetos entrenados en
resistencia parecen tener una menor actividad en reposo.
Tiroxina y triyodotironina: no hay un consenso sobre los efectos del ejercicio, pero el
entrenamiento parece disminuir su secreción. Es posible que el aumento de la sensibilidad a la
triyodotironina origine esa disminución junto con un aumento de la sensibilidad hacia la T3 o
triyodotironina
Glucagón: durante el ejercicio, los sujetos entrenados muestran un menor aumento de las
concentraciones de glucagón (disminución de adrenalina y noradrenalina).
Cortisol: los sujetos entrenados muestran una menor liberación a una intensidad determinada,
aumentando el tiempo de agotamiento de la glándula. Mayores concentraciones de cortisol se han
relacionado con mejor rendimiento.
Testosterona: los valores de reposo tienden a ser menores en sujetos entrenados en resistencia,
parece existir un volumen umbral de entrenamiento a partir del cual se produce este hecho (>104
km/sem) (De Souza et al., 1994); sin embargo, otros estudios no muestran cambios en
deportistas entrenados (Lucia et al., 1996).
34
2. Resumen
Durante esta unidad didáctica hemos analizado las funciones del sistema
endocrino, sus principales glándulas y hormonas, atendiendo a
aquellas más directamente relacionadas con la actividad física y
analizando cuáles van a ser sus funciones y su comportamiento durante la
realización de actividad física. El sistema endocrino va a tener
importantes efectos sobre el metabolismo durante la realización de
actividad física, así como control sobre los líquidos corporales y la tensión
arterial.
Hormona
Adenohipófisis crecimiento (GH)
Tirotropina (TSH)
Adrenocorticotropa
(ACTH)
Antidiurética
Neurohipófisis (ADH)
Tiroxina
Triyodotironina
Calcitonina
Adrenalina
Médula
Noradrenalina
suprarrenal
Aldosterona
Corteza
Cortisol
suprarrenal
Insulina
Páncreas Glucagón
Renina
Riñón Eritroproyetina
(EPO)
Testículos Testosterona
Ovarios Estrógenos
35
3. Mapa conceptual
36
Mapa Conceptual 2: Hormonas
37
4.. Recursos bibliográficos
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Otros Recursos
The original uploader was Arnavaz at French Wikipedia. Glándula tiroides. Disponible en htt
p://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/9a/Thyroid_gland-es.svg. Consultado:
25/11/2014 [en línea]. Licencia: Dominio Público.
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