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CARACTERÍSTICAS
Para que un agente leudante sea capaz de aumentar el volumen de la masa debe existir
una sustancia capaz de "retener" el gas liberado en su interior. Este papel lo realizan en
los procesos culinarios, por regla general, las proteínas existentes en los alimentos. En
el caso de la harina de trigo empleada en la panificación, es el gluten. Sin gluten no se
produciría el aumento de masa, a pesar de incluir agentes leudantes. Esta es la razón
por la que aquellos cereales con un menor contenido de gluten poseen menor
capacidad de leudar. Las proteínas durante el amasado forman una red en el interior
capaz de favorecer la retención de los gases que liberan los agentes leudantes. En el
caso de la panadería se pueden emplear agentes leudantes artificiales (como es el caso
de las levaduras químicas) para la elaboración de los denominados panes rápidos, es
decir los pan de plátano, pan de cerveza,
las galletas, cornbread, madalenas, tortitas, scones, y pan de soda. Amelia Simmons fue
la primera cocinera en documentar el uso de agentes leudantes artificiales en el pan, lo
hizo en su obra titulada American Cookery. Describe ya recetas que emplean carbonato
de potasio (potasa) que al ser alcalino y reaccionar con los componentes ácidos de
la masa produce dióxido de carbono, un fenómeno similar al observado con las
levaduras naturales, haciendo de precursor de la levadura química que posteriormente
llegaría entre el periodo que va desde 1830 y 1850.
Es posible leudar también una masa por medios mecánicos, debido a la operación de
batido de la misma. Al batir se introduce mecánicamente gas en el interior de la masa,
haciendo en algunos casos que tenga una textura más cremosa.
CLASIFICACION
En la elaboración de productos de panadería podemos clasificar a los agentes leudantes
en tres categorías:
Químicos, físicos y biológicos.
a. LEUDANTES QUIMICOS:
Son compuestos químicos que actúan en presencia de líquidos y de altas
temperaturas. Algunos reaccionan por la sola hidratación (con agua, jugos de fruta
o leche); en estos casos, las masas deben hornearse en cuanto se terminan de
confeccionar.
Otros en cambio, comienzan a desarrollar su poder leudante cuando entran en el
horno, pues poseen componentes que se activan con el calor.
Los más conocidos son el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y el bicarbonato
de amonio.
Bicarbonato de amonio:
Suele recibir impropiamente el nombre de amoníaco.
Es una sal muy sensible al aire, al calor y a la humedad que debe guardarse en
envases herméticos en un lugar fresco y seco.
Posee un fuerte poder leudante y un pronunciado olor amoniacal que obliga a
usarlo con prudencia. Bajo la acción del calor se descompone en gas carbónico y gas
amoníaco, que se volatizan por completo y casi no dejan residuos.
Dado que impide la formación de la red de gluten, permite trabajar con comodidad
las masas de galletitas secas y delgadas, del tipo de los polvorones.
b. LEUDANTES FISICOS
c. LEUDANTES BIOLOGICOS
Levaduras
La levadura que se utiliza en panadería son hongos unicelulares de la
especie Saccharomyces cerevisiaeque se alimentan de azúcares para liberar dióxido de
carbono, etanol y otros compuestos. Su función es hacer que el pan crezca tierno y
esponjoso. A esta levadura también se le llama “levadura biológica“, “levadura
prensada“, “levadura para pan” o “levadura de panadería“.
La levadura necesita oxígeno para para que la fermentación sea más rápida. Se alimenta
de compuestos nitrogenados como los albuminoides, carbohidratos (azúcares y
almidones) y materia mineral. Los albuminoides son sustancias proteínicas que
contienen nitrógenos: enzimas, gluten, albúmina, peptonas, amidas, etc. La acción de
las enzimas proteolíticas rompe los albuminoides a formas más simples de las que se
alimentan las levaduras.
La levadura produce tanto ácido láctico como ácido acético a diferentes proporciones
dependiendo de la temperatura a la que se someta. La temperatura ideal para dejar que
repose una masa de pan es entre 22 y 26,5ºC. Si se deja en un lugar demasiado frío el
pan tenderá a quedarse plano y duro porque no se forma suficiente gas, y el producto
final tendrá una miga poco o mal formada, agujeros irregulares y una corteza demasiado
oscura y dura. Y si hemos preparado y reposado la masa en un ambiente demasiado
cálido, quedará seca, con poca elasticidad y se romperá al estirarla. Quedará con
agujeros grandes y secos en la miga y una corteza muy blanca.
Antes de cocinar con una levadura de panadería conviene comprobar que está viva.
Mezcla 2 cucharaditas de la levadura y 1 cucharadita de azúcar en un vaso y añade 1/2
taza de agua templada (a unos 40ºC). Remuévelo y déjalo reposar 4-5 minutos. Tras este
tiempo se deben haber formado burbujas en la superficie. Si no se ha formado ninguna,
tu levadura está muerta y no la puedes usar, tendrás que comprar levadura nueva.
La levadura se desactiva a temperaturas frías. Si es fresca hemos de guardarla en la
nevera a una temperatura no inferior a 4º, puesto que la congelación la deteriora hasta
el punto de matarla por completo. Hemos comentado que la levadura necesita
temperaturas cálidas para fermentar, pero a partir de 60ºC y en condiciones húmedas
su tiempo de vida es más corto. Cuando cocinamos el pan, éste crece hasta que la
levadura ha terminado de fermentar y, por acción del calor, secarse. Lógicamente el pan
ya horneado no conserva absolutamente ninguna levadura viva, pero sí el efecto que
tuvo la que agregamos a la masa: una miga muy esponjosa y el típico “olor a pan”.
La levadura es sensible a los ácidos orgánicos como el ácido acético y el ácido butírico,
y más sensible a los ácidos inorgánicos. Otros ingredientes que entorpecen la labor de
la levadura son los huevos (que en las recetas veganas no usamos, así que eso que nos
ahorramos), la margarina, el aceite, etc. No hay problema en usarlos, pero con
moderación, ya que afectan tanto al sabor y a la textura del pan como a la fermentación
de la levadura.
La levadura de panadería actúa de forma más lenta que la de repostería, permite varias
tandas de fermentación sin necesidad de calor, ayuda a la formación de cadenas de
gluten que acabarán siendo una miga elástica y con multitud de burbujas de aire, y
proporciona el sabor y aroma “a pan”.
Levadura de panadería
Para qué usarla Panes (barra, pan de molde, baguette, foccacia, rústico…),
pizzas, bollos de levadura
A qué temperatura Para que se active, mezclar con agua templada (37-42ºC)
(cantidad según receta), dejar reposar en un lugar cálido
(22-26,5ºC).
Son agentes leudantes, pero no son levaduras aunque comúnmente las llamemos así.
BICARBONATO
Un bicarbonato (HCO3–) es un enlace con otra molécula (normalmente sodio, potasio o
amonio) que cuando se añade al agua se disuelve y puede reaccionar con ácidos para
generar CO2.
LEVADURA DE REPOSTERÍA
La levadura de repostería es una mezcla de un ácido y una base que genera dióxido de
carbono (CO2) en presencia de agua. Normalmente contienen un bicarbonato y
un ácido con el que ha de reaccionar.
Si la reacción que provoca la liberación de CO2 fuese muy lenta, no se nos harían bien
las tartas ni los bizcochos, quedarían demasiado densos, y por el contrario, si la reacción
es demasiado rápida, no nos da tiempo a que los ingredientes se mezclen bien en la
masa y lo que ocurre es que al hornearlo forma una burbuja grande de gas que acaba
rompiéndose y hundiendo el bizcocho por el centro (nota: un bizcocho hundido por el
centro también puede significar que la temperatura del horno era demasiado baja).
La composición de la levadura química varía de una marca a otra. Algunas tienen una
doble acción, utilizando ácidos que actúan rápido y otros que actúan más
lentamente para evitar los anteriores problemas. Los ácidos rápidos como el ácido
tartárico (del cremor tártaro), pueden actuar a temperatura ambiente, y los lentos
necesitan calor y tiempo para liberar CO2 (aquí también es importante una buena
proporción de los ingredientes y temperatura correcta del horno).
Entre los ácidos que actúan rápido están el fosfato monocálcico, el ácido tartárico y el
difosfato disódico. Entre los ácidos que actúan lento y preferiblemente con el calor del
horno están el ácido málico, la glucono-delta-lactona, el dihidrato de fosfato dicálcico,
el fosfato de aluminio de sodio (que es buffer de pH y emulsificante), sulfato de aluminio
de sodio, fosfato monocálcico anhidro, pirofosfato ácido de sodio, etc.
Si aún así tienes resultados como los que hemos comentado antes usando levadura de
repostería (y con una temperatura correcta del horno), fíjate si tus ingredientes son
demasiado ácidos (si has añadido zumos de cítricos o vinagre). Los ácidos actúan con el
bicarbonato, y más ingredientes ácidos en la masa necesitarían menos ácido en la
levadura química. También puede ser que tus sobres de levadura lleven demasiado
tiempo almacenados (más de 9 meses) y hayan cogido algo de humedad a pesar de que
suelen llevar antiaglomerantes. Con el tiempo pueden llegar a reaccionar antes de
abrirlo.
El cremor tártaro es una de las sustancias que se utilizan como ácido. Se encuentra por
ejemplo en el zumo de uva.
El ácido tartárico reacciona mucho más que el cremor tártaro con el bicarbonato, es
demasiado rápido en agua fría y por eso no se suele usar mucho.
Bicarbonato y leche (vegetal) agria o cortada con vinagre: aquí el ácido de la leche
neutraliza el bicarbonato y produce la reacción esperada de crecimiento por formación
de dióxido de carbono.
El bicarbonato necesita algo con lo que reaccionar para poder generar gas y que crezcan
los bizcochos. Sin ello, no sirve para nada. Cuando se hidrata (al mezclarlo con agua) se
disuelve y los iones de sodio se separan de los de bicarbonato (esto puede hacer que el
producto final sepa ligeramente salado, por eso en bollería industrial muchas veces usan
bicarbonato de potasio).
La reacción entre el bicarbonato y el ácido es la clave para entender cuándo has de usar
bicarbonato y cuándo levadura de repostería.
Los ingredientes más ácidos que solemos añadir a las masas de bizcochos, magdalenas,
brownies, y otros bollos son lima, limón, naranja, manzana, vinagre,
cacao, buttermilk vegana (leche de soja cortada con vinagre), etc.
Levadura de repostería
Dónde la guardo En la despensa, en un lugar fresco y seco, bien cerrada (hasta 6 meses)
LEVADURA DE CERVEZA
Levadura de cerveza
Lo mismo sucede con las cervezas. La cerveza se hace con Saccharomyces cerevisiae,
pero una vez hecha no queda ni rastro de la levadura activa, por lo que su único agente
leudante serían las burbujas de CO2 que contiene y que se disuelven rápidamente en el
momento en el que mezclamos la cerveza con el resto de ingredientes. Se usa también
para la parte líquida de algunos rebozados porque se utiliza al momento, pero no puede
usarse como único leudante en preparaciones que requieran más tiempo y una acción
más potente, como panes, bizcochos, magdalenas y otros bollos.
APLICACIONES
Dona cake requiere muy poco leudado durante el mezclado, luego requieren más flotar
al inicio del freído, y considerablemente más rápido leudado durante el freído. El SAAP
es el ácido leudante más comúnmente usado para esta aplicación, algunas veces junto
con MCP para la actividad inicial.
Layer cakes requieren leudado durante el mezclado, para dar una buena consistencia
de batido para el depositado en el molde, un leudado adicional durante el horneo para
una textura óptima de la miga y un buen volumen. Comúnmente se usa el polvo para
hornear de doble acción con MCP y con SAPP o SALP.
Masas refrigeradas para bísquets se requiere un sistema de leudado que produzca algo
de gas en la lata después del mezclado parte de la actividad hasta que la lata haya sido
abierta y el producto sea horneado. El MCP es usado para tener algo de gas producido
en la lata, mientras que el SALP o el DCPD se usan para producir gas en el horno después
de mucho tiempo refrigerado.