Agustín García Carrasco Impacto Ambiental 14/08/2017

TEORÍA DE GAÍA

Cuidar el medio ambiente resulta ser una tarea primordial que se nos ha comenzado a
inculcar desde unos años para acá, lamentablemente no nos dicen que el fin de esta
conciencia no es salvar el planeta, si no retrasar nuestra extinción. Los humanos a lo largo
de las últimas décadas nos hemos dedicado a nuestra superación personal a cualquier
costo, incluso de la salud del lugar donde vivimos. Y no se trata de ser pesimista si no de
generar un sentimiento de apuro y poder crear cosas que en verdad sirvan a retrasar de
manera correcta el deterioro de la Tierra.

Veo muchas cosas sobre no tirar basura en la calle, ahorrar agua, entre otras “medidas”
para evitar efectos como el calentamiento global pero que son totalmente incongruentes
con las políticas de las empresas que nos venden la comida, con las secretarías que nos
suministran los servicios, etc. Y esto nos dice que más que generar muchos cambios
pequeños hay que comenzar a generar cambios grandes, todo el mundo sabe que la
humanidad se encuentra en un estado de sobrepoblación y no parece que haya medidas
para evitarlo, no planeo comenzar un genocidio mundial, pero administrar los recursos que
tenemos como si fuera un capital que se puede llegar a acabar en lugar de una tarjeta de
crédito sería algo más sano.

Lovelock habla sobre que ya lo que hagamos no va a cambiar el resultado, puede que sea
cierto, pero considero importante esforzarnos de todos modos porque algún día tendremos
hijos o incluso nietos y querremos que ellos disfruten el mundo más hermoso que podamos
imaginar. No merecen tener que estar luchando día a día por su vida en un mundo agresivo
para la vida.

La madre Tierra, o Gaía, bien puede recuperarse de todo el daño que le hagamos con el
tiempo adecuado lo malo recae en que nosotros probablemente no podamos subsistir
mientras ese tiempo pasa. Pensar en una solución efectiva para que la humanidad
sobreviva no es suficiente, pero es el paso en el que nos debemos encontrar y mientras
tanto no perder la esperanza de que podemos solucionar algo que ya está muy cerca de
ponernos contra las cuerdas.