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Navidad significa Nacimiento, la venida de nuestro Señor

Jesucristo al mundo, es una de las dos mayores solemnidades


de nuestra Iglesia Católica, el nacimiento de Jesús, Nuestro
Señor y Salvador. La otra solemnidad mayor es el Domingo de
Resurrección, pues Jesucristo consuma su victoria sobre la
muerte y nos abre las puertas del cielo, ambas solemnidades
van de la mano y son, de algún modo inseparables y
complementarias.

Se ha visto como en los últimos años han surgido ciertos


líderes de distintas denominaciones llamadas cristianas que se
han sumado a la campaña de enemigos de la navidad, que en
los medios de comunicación gritan que es una fiesta pagana,
otros dicen que Jesús no nació el 25 de diciembre, por lo
tanto, la navidad es una fiesta mundana.

Nosotros los cristianos católicos, no celebramos fechas,


celebramos hechos, nos alegramos y celebramos el HECHO
del nacimiento del Señor Jesús, de aquel que fue anunciado
por los profetas, “EL MESÍAS, EL SALVADOR DEL MUNDO”
que quiso nacer de una mujer virgen, para reconciliar al
hombre con su Creador.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 2,1-14


“LA VIRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA”

En el principio la relación de Dios con el hombre era tan


íntimo, que Dios bajaba al Edén a visitar al hombre y a su
mujer, ellos desobedecen a Dios, entra el pecado al mundo, la
naturaleza humana queda dañada, se pierde la Gracia, entre

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Dios y el hombre, se estableció un Muro que se llama pecado
y se cerraron las puertas de los cielos para el hombre.

En el plan de Dios, para la salvación del hombre, se


necesitaba el sacrificio de una vida humana perfecta, como
sustituto del hombre caído, pero cada miembro de la raza
humana era imperfecto de modo que ninguno podía llegar a
ser un Redentor y Salvador.

El amor inmenso de Dios por la raza humana caída, hizo que


enviara a su propio Hijo amado al mundo. Por eso dicen las
escrituras “QUE TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO QUE DIO A SU ÚNICO
HIJO JESUCRISTO, PARA QUE TODO AQUEL, QUE EN ÉL CREA NO
MUERA, SINO QUE TENGA VIDA ETERNA” Jesús vino a
proporcionar la salvación de la muerte, fue necesario que
Jesús se hiciera hombre, hecho que fue cumplido con su
nacimiento de una mujer Virgen, la palaba de Dios dice “Que
al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo
nacido de mujer” Dios se hizo hombre sin dejar de ser Dios y
la Virgen María se realiza como Madre de Dios.

Hoy en día, hay muchas personas, dicen creer en Jesucristo,


pero no aceptan que la Virgen María, sea la Madre de
Dios y Madre nuestra.

Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre, el apóstol


Tomás llama a Cristo: Señor mío y Dios mío, y es que
verdaderamente Cristo es Dios y es el Señor, el título de
Señor siempre se aplica a Dios.

En el Nuevo Testamento, encontramos diferentes versículos


en donde a la Virgen María se le llama Madre de Jesús, en el

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libro de los hechos nos narra que los apóstoles se reunían a
orar, y con ellos estaba María la madre de Jesús. Vemos
también en la anunciación, el ángel le dijo a María: “El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios Altísimo
te cubrirá con su sombra; por eso, el niño que va a nacer será
llamado Santo e Hijo de Dios” Dios se encarna en las
entrañas de la Virgen María; Jesús es Dios hecho hombre, la
Virgen es Madre de Jesús, y si Jesús es Dios, la Virgen María
es Madre de este Hombre que es Dios, las escrituras nos
revelan que la Virgen es Madre de Dios y esta maternidad
Divina de María fue el primer dogma mariano de nuestra
Iglesia.

Decimos que, LA VIRGEN MARIA, ES MADRE DE DIOS Y MADRE


NUESTRA, ya que ella participa en la formación de la
naturaleza humana de Cristo, de la misma manera en que
todas las madres forman a sus hijos, el evangelio nos narra
de forma sencilla el acontecimiento del parto, la Virgen da a
luz a su hijo Jesús, lo envuelve en pañales y lo acuesta en un
pesebre, la acción de la Virgen es el resultado de su plena
disponibilidad a cooperar en el plan de Dios, manifestada ya
en la Anunciación con su Hágase en mí según tu voluntad.

El Evangelio nos dice que José y María no encontraron


alojamiento, esto nos recuerda lo que el apóstol san Juan
escribe; “LOS SUYOS NO LO RECIBIERON”, anticipa los
numerosos rechazos que Jesús sufrirá en su vida terrena, un
rechazo tanto para el Hijo como para su Madre y muestra que
la Virgen María, ya estaba asociada al destino del sufrimiento
de su Hijo y era partícipe de su misión redentora.

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Para conocer y seguir a Jesús, hay que acercarse a las
personas que estuvieron cerca de Él, y la que estuvo más
cerca es la Virgen María, la palabra de Dios dice: “Que ella
guardaba todo en su corazón” entonces en el corazón de
la Virgen están los tesoros para conocer a Jesús, la Virgen
María nos conduce a JESÚS. PORQUE ELLA ES MADRE DE JESÚS Y
MADRE NUESTRA.

Cuando la Virgen María visita a su prima Isabel, al oír el


saludo de la ella, Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó
en alta voz “Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es
el fruto de tu vientre ¿Cómo he merecido yo, que venga a mí
la Madre de mi Señor?
Hoy en día hay muchas personas, de denominaciones
cristianas, religiones o sectas, que dicen tener el Espíritu
Santo, pero no aceptan a la Virgen María, entonces es
mentira que tienen al Espíritu Santo, porque el que tiene el
Espíritu Santo, exclama como Santa Isabel ¿Cómo he
merecido yo, que venga a mí la Madre de mi Señor? En otras
palabras ¿Quién soy yo, para que Dios me haya dado como
madre a la Santísima Virgen María?

LA VIRGEN MARIA ES MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA en el


sentido espiritual, por ser madre de Jesucristo, es madre de
quienes se unen a Él por la gracia, somos miembros del
Cuerpo Místico de Jesucristo y la Virgen María es madre de
Cristo, también es madre de todo su cuerpo, somos hijos de
Dios en Cristo Jesús.

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En el evangelio de San Juan nos narra que desde la cruz,
Jesús viendo a su Madre y al discípulo amado, que estaban
ahí, dijo a la Madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” Luego dijo al
discípulo: “ahí tienes a tu Madre” Con estas palabras de
Jesús, la Iglesia nos enseña a ver al apóstol San Juan,
personificados y representados a todos y cada uno de
nosotros; Jesús nos deja desde la cruz a la virgen María como
madre nuestra. El apocalipsis nos describe lo siguiente: “El
dragón se puso furioso contra la mujer y fue a pelear contra
el resto de los descendientes de ella, contra los que obedecen
los mandamientos de Dios y siguen fieles al mensaje de
Jesús”
Aquí vemos que el dragón representa a la antigua serpiente
del génesis, va a hacer la guerra a la descendencia de la
mujer, es decir a los hijos de la Virgen María y estos hijos de
la Virgen son los cristianos fieles, los que guardan los
mandamientos de Dios y son fieles al mensaje de Jesús, todos
somos llamados a ser hijos de María, pero sólo los que
verdaderamente son fieles a Cristo o no habiéndolo sido se
arrepienten, la palabra de Dios nos enseña que la Virgen
María es Madre de todos nosotros los cristianos que
cumplimos los mandamientos de Dios y que formamos el
cuerpo místico de Cristo que es su Iglesia.

Hermanos y hermanas reflexionemos en que grupo estamos,


con los descendientes de la Virgen María, o con los
descendientes de la serpiente que rechazan a la Virgen, hay
que tomar una decisión, estamos con JESUS Y MARIA o con
los descendientes de la serpiente.

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No podemos despreciar a nuestra Madre, ella misma nos dice
en el Magníficat “Por eso de ahora en adelante todas las
generaciones me llamarán Bienaventurada, porque el todo
poderoso ha hecho en mí grandes cosas”, la Virgen María
reconoce las grandes cosas que Dios ha hecho en ella, y no es
para menos, nada menos que ser la Madre de Dios y Madre
nuestra y por eso todas las generaciones la llamaremos la
Bienaventurada Virgen María.

Con estos fundamentos celebremos con alegría y gozo en


nuestros corazones, el nacimiento de nuestro Señor
Jesucristo, que renovemos ese nacimiento en nosotros, como
hemos dicho durante el adviento, que Dios nos invitó a
prepararnos para que verdaderamente, Jesús nazca en esta
navidad en nuestros corazones, pidámosle a Dios y al espíritu
Santo que nos ayude a ser buenos cristianos, seguidores de
Cristo y que amemos y respetemos a la Madre de Dios porque
LA VIRGEN MARÍA ES MADRE DE JESUCRISTO Y MADRE NUESTRA.

Unámonos pues a los ángeles diciendo: “GLORIA A DIOS EN LO


MAS ALTO DEL CIELO Y EN LA TIERRA GRACIA Y PAZ A LOS
HOMBRES” esto describe, sin duda alguna, una gran
celebración en el día que nació el señor y este tipo de
celebración, es exactamente lo que debe llevarse a cabo, en
cada hogar cristiano, porque en un hogar cristiano, no se
celebra un ritual pagano o una fiesta mundana, nos reunimos
para celebrar el Nacimiento del Señor y darle gracias a Dios
Padre por ese gran regalo, que es su hijo JESUCRISTO
NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR. Amén

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