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Informes de los procesos de Life-Coaching

Coachee I: Norberto, 67 años. Profesor de salsa, de taekwondo, y de yoga.

Introducción

Norberto vive desde el 2007 con una mujer diez años menor. Además de compartir el
departamento, comparten un espacio en el que Norberto da sus clases. Por tradición
familiar, la mujer de Norberto, “siempre” tiene que estar vinculada a alguna congregación
de carácter evangélico. Norberto, de familia judía, se suma a esta costumbre de su mujer.
En este momento forman parte de una congregación de “Judíos Mesiánicos” en la que se
integran las creencias evangélicas con los rituales de la tradición judía.

Esta introducción me pareció necesaria ya que en el recorrido con Norberto va a ser


fundamental tomar en cuenta este entorno.

Rueda de la vida

Luego de contarle los objetivos y características del coaching, conversando aparece la


primera situación de su estado presente que revisaremos. Una aparente exigencia del Pastor
de la comunidad para que el coachee tenga un rol más activo, enseñando a otros feligreses
las doctrinas bíblicas que se profesan en esa comunidad. Lo invito a hacer el ejercicio de la
Rueda de la Vida y aquí vamos a encontrar el primero de varios insights que se producirán
en el recorrido. Reflexionando sobre las áreas de crecimiento personal y familia, el coachee
se da cuenta que su concurrencia al templo no es por una cuestión espiritual, por
crecimiento personal, como él suponía, sino por una conveniencia familiar. No es una
necesidad de su espíritu, sino una manera de estar bien con su esposa. Y aquí se abre todo
un abanico de nuevos temas, pero que sin embargo tienen un eje. El reconoce que sus
posesiones materiales y comodidades que tiene ahora son gracias a su mujer y lo que ella
heredó. Entonces, en una primera mirada, su concurrir, formar parte y compartir creencias
con esa iglesia sería una forma de no perder su estado actual, una manera de mantener un
status quo con su entorno familiar.
Niveles Lógicos.

Este pedido del pastor pone en cuestión todos los niveles lógicos de su personalidad.

Estas son algunas de las preguntas para cada nivel que surgieron en los encuentros:

Conducta: ¿lo hago o no?

Capacidad: ¿lo sé hacer o no?

Valores y creencias: ¿creo en eso que creen en esa la iglesia?

Identidad: ¿soy un profesor de biblia o de salsa?

Transpersonal: ¿mi manera de concebir lo trascendente es congruente con la concepción de


esta iglesia?

El trabajo fue largo pero muy esclarecedor acerca de su relación con los distintos niveles…

Jerarquía de Cualidades y Valores.

Ante la disyuntiva entre dar sus clases de salsa o ir al templo y prepararse para dar clases de
biblia, el coachee pone de escusa los horarios de las actividades. Dice textualmente: “sigo
piloteando la disyuntiva, hago mis cosas o voy al templo”. Me propongo ver esta disyuntiva
primero desde la perspectiva de la Jerarquía de Valores y dejar para más adelante el
Cuadrante de toma de decisiones. Que valores se ponen en juego en el ir o no a dar las
clases de biblia. De este ejercicio surge un punto importante del recorrido. En sus palabras:
“lo más importante, es la Lealtad conmigo mismo”.

Otro de los frutos de esta reflexión, fue que reconoció que la cualidad de Liderazgo que ven
en él en la iglesia, la puede reconocer como propia. Y aquí apareció otro puente entre el
pedido del entorno y el nivel interno de su personalidad. Con la capacidad de liderazgo
como pivote se puede resignificar la concurrencia al templo.

Encontramos dos puntos de apoyo para salir de la disyuntiva: el reconocimiento de la


capacidad de liderazgo y el valor de la lealtad consigo mismo.

A esta altura del recorrido me cuenta que pudo gracias a la jerarquización de los valores por
primera vez tramitar el miedo al conflicto con su mujer que le producía ir al templo y dejar
sus clases de salsa o dar sus clases de salsa y no ir al templo. Resolvió repartiendo el
tiempo: el viernes fue al templo, y el sábado dio clases todo el día.
Cuadrante de toma de decisiones

El coachee seguía refiriendo contradicciones internas y dudas con respecto a las doctrinas
de la congregación religiosa. En este punto incluyo el ejercicio del Cuadrante de toma de
decisiones. El tema es: “ser o no profesor de doctrina en el templo”. El resultado fue que
los pros de si hacerlo fueron más que los otros tres cuadrantes. Reconozco que esto me
sorprendió. Y creo que también al coachee. Por un lado él se niega a asumir el rol de
profesor en el templo remitiendo al nivel lógico de la identidad, “este no soy yo”, pero por
el otro, según el resultado del ejercicio del Cuadrante de toma de decisiones, reconoce que
de alguna manera, asumirlo es mejor que no asumirlo…

Nuevos objetivos

Con la realización de los distintos ejercicios y las reflexiones que de allí surgían pudimos
ver que no responder a esa aparente exigencia del pastor no le impedía ir a la iglesia.
Lentamente se fue abriendo una nueva dimensión, que fue la de crecer dentro de esa
comunidad religiosa en otros roles. No era congruente con sus niveles lógicos, el ser
profesor de biblia, pero sí, el estar con otros, hablar, aconsejar, tocar música durante el
oficio religioso. Empezó a sentir que en el templo lo necesitan. Que su aporte a otros puede
ser muy útil. Que se siente querido. Que no va solamente para no disgustar a su mujer. Y
así se resolvió el conflicto de su concurrencia al templo. No dar las clases de biblia, para ser
leal consigo mismo, y compartir su capacidad de liderazgo, empatía y sus experiencias de
vida con los jóvenes feligreses.

Y casi en el estribo del proceso surgió una nueva meta, para quizás trabajar en el futuro. Un
cambio en su negocio de las clases de salsa. Dejar de dar clases y armar un espacio donde
otros vayan a bailar. Cambiar el rol de profesor, por el de empresario de la salsa.

Conclusión

El proceso con el coachee fue dinámico, reiterativo, por momentos arremolinado y caótico.
Puse en juego gran parte de las herramientas aprendidas. Cuando la disyuntiva que me
proponía el coachee sentía que me ganaba, ahí ponía en marcha alguna técnica que nos
sacaba del encierro aparente y nos daba una nueva luz. En este proceso pude vivenciar lo
poderoso y eficaz que es el arsenal de herramientas del Life-Coaching.
Coachee II: Noé, edad 52 años, se desempeña como conductor de camiones.

Introducción

Luego de acordar acerca del trabajo, nos encontramos en un bar muy lindo de mi barrio. Me
comenta acerca de su profesión, de los horarios de trabajo exigentes etc. lo que me lleva a
pensar que este iba a ser el tema a tratar, pero rápidamente comienza a contarme que hacía
muy poco tiempo se había ido de su departamento, donde vivía con su mujer para irse a
vivir a la casa de sus padres. Este si será el tema que trabajaremos durante los diez
encuentros.

Convivió con su ahora ex mujer durante treinta años, nunca se casaron, y tienen un hijo,
que actualmente tiene veintiocho años. A fines de agosto el decide irse de su casa, porque
no tolera más que su mujer no lo atienda y que lo ignore. Le pregunto desde hace cuánto
tiempo esto estaba pasando y me dice para mi sorpresa “casi doce años”. Este “no atender”
incluye el contacto íntimo. Él refiere que no tuvo aventuras extramatrimoniales.

Rueda de la vida

Cuando hicimos el ejercicio de la Rueda de la vida, sobresalieron tres áreas: Familia, Amor
y Ocio. Con respecto a Familia me sorprendí que le puso un puntaje alto (10) En el área
Amor, dos y en Ocio, dos. Esta última área tiene que ver con lo demandante de su trabajo
que no le permite darse tiempo para el ocio. El área del amor se explica por la situación de
ruptura de la pareja y cambio que está atravesando. Pero el diez de familia, lo explica con
que “Familia” para él son sus padres y hermana y no su ex-mujer y su hijo.

Intento que dialoguemos sobre esto, pero no siento que quiera él hablarlo. Con la
conversación empiezan a aparecer en él dudas acerca de si hizo bien en irse de su casa, si
tiene que volver o no.
Niveles Lógicos y Jerarquía de Cualidades y Valores

Profundizando en el relato de su historia, me cuenta, que durante mucho tiempo sufrió las
burlas no solo de su mujer, sino de su cuñada y su suegra, a quien también daba dinero. Las
burlas de su ex mujer tenían que ver con la actitud distante que ella ponía, además le
contaba los problemas de la intimidad de la pareja a su hermana y a su madre. De alguna
manera estas mujeres se jactaban que él las mantenía y que no tenían que darle nada a
cambio.

Este entorno se aprovechaba de su capacidad de trabajo, pero en determinado momento con


el retorno de su hijo al país después de muchos años, parece que las burlas comenzaron a
volverse intolerables para él. Los valores del prestigio, de la justicia, del dar, del cooperar
que el coachee tiene bien alto en su jerarquía de valores fueron sacudidos. Esto sigue
calando hasta el nivel de su Identidad que lo lleva a pensar: “soy un boludo”. Esté insight
sirve de resorte para que ponga en marcha su separación, o sea la conducta del irse y
terminar con este vínculo toxico.

Es de notar que el coachee hacía mucho tiempo que sentía la incongruencia entre su nivel
de conducta (dar sin recibir nada a cambio) y el nivel de valores y creencias. Pero solo
cuando la situación toca el nivel de su Identidad, se pone en marcha el cambio.

Definición del objetivo

El cambio ya está en marcha, con el transcurso de los encuentros desapareció la duda de si


volver o no volver al departamento con su ex-mujer. Quedo firme su decisión. Pero ahora
empieza el proceso de la separación. El divorcio como una meta.

Aquí surgen varios temas. El conflicto entre el deber legal, lo que legalmente tiene que
hacer y es responsable, o sea, el tema de las leyes y los abogados y el deber moral, donde
sus valores de cooperación, de dar etc. se ponen en juego. El coachee me dice:-no la puedo
dejar en la calle, porque cobra una pequeña jubilación.

Resulta que el departamento donde vivían juntos era alquilado, él paga la renta y la garantía
del alquiler la puso el tío del coachee. El contrato termina a mediados del 2018, por lo
tanto, las acciones tiene un tiempo límite. Y surgen preguntas: ¿no renuevo el contrato y me
desentiendo de lo que le pase? ¿Le dejo de pagar la medicina privada? Etc.

Surge la necesidad de plantear sub-metas.

1) Asesorarse legalmente. Y si es posible tener varias opiniones acerca de lo que es


responsable legalmente.
2) Encontrar un abogado.
En esto estuvimos trabajando y encontró un abogado que le puso en claro sus
responsabilidades. Pero aun él no sabe qué hacer con respecto al alquiler del departamento.
Las leyes no le exigen que le tenga que seguir dándole un techo a su ex-mujer pero sus
valores no le permiten hacer hasta donde le corresponde legalmente.

Y hasta aquí llegamos. Un proceso que continúa. No sé si conmigo. Gracias a los


encuentros logramos que su decisión quede firme, que se replantee la jerarquía de sus
valores y cualidades, de donde surgió que “justicia” y “bienestar” sean más importantes que
“el dar”. Y que su dignidad se vea preservada.

Conclusión

Por momentos sentía que giraba en círculos que no íbamos a ninguna parte, que repetía lo
mismo una y otra vez acerca de su situación. Aparecían otros temas, como el volver a vivir
con sus padres, pero él con su actitud me demostraba que el tema que quería que tratemos
era el del divorcio.

Sentí en todo momento que estuve en contacto con el coachee. El único momento en que lo
sentí un poco lejos fue cuando al principio hicimos La Rueda de la Vida. Me pareció que no
esperaba trabajar con esa técnica, pero por otro lado la Rueda fue un espejo que nos sirvió
para ver cuál era el tema central de trabajo.

Me resulta fascinante ver cómo se desarrollan los procesos. No son lineales, sino que tienen
formas más orgánicas; curvas, ramificaciones, idas y vueltas, pero la meta, el propósito de
crecimiento que se busca, siempre está subyacente.

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