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Colombia, abre tu

corazón de pueblo de

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar


Dios, déjate reconciliar
“El odio no tiene la última palabra,
el amor es más fuerte”
Papa Francisco
Colombia, abre tu
corazón de pueblo de
Dios, déjate reconciliar
“El odio no tiene la última palabra,
el amor es más fuerte”
Papa Francisco
Título: Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar

Conferencia Episcopal de Colombia

Presidente
Monseñor Oscar Urbina Ortega
Arzobispo de Villavicencio

Vicepresidente
Monseñor Ricardo Tobón Restrepo
Arzobispo de Medellín

Secretario General
Elkin Fernando Álvarez Botero
Obispo Auxiliar de Medellín

Contenido
Ismael José González Guzmán
Centro Estratégico de Investigación, Discernimiento y Proyección Pastoral

Diseño de carátula e ilustraciones


Fr. Juan Jairo Rendón Herrera

ISBN: 978-958-663-066-5

Diseño, diagramación e impresión


Pictograma Creativos S.A.S
Carrera 60 # 5A - 36
Tel: +57 1 7046140 / +57 1 3000881
pictogramacreativos@gmail.com
www.pictogramacreativos.com
Bogotá D.C., Colombia

Distribución
Librería CEC
Cra. 58 N° 80-87
PBX (1) 4375540 Ext. 264
libreria@cec.org.co
Bogotá D.C., Colombia
Índice

Pág.

Presentación................................................................................................................ 5
Mensaje de la 101ª Asamblea Plenaria de los Obispos de Colombia........................................ 6
Orientaciones Metodológicas......................................................................................... 12
Introducción............................................................................................................... 14
Encuentro 1
El alejamiento de Dios........................................................................................... 17
Encuentro 2
La crisis de humanidad.......................................................................................... 25
Encuentro 3
La desintegración de la familia.............................................................................. 33
Encuentro 4
La pérdida de valores y el relativismo ético........................................................... 41
Encuentro 5
Los vacíos del sistema educativo........................................................................... 47
Encuentro 6
La ausencia del Estado o su debilidad institucional.............................................. 55
Encuentro 7
La inequidad social................................................................................................ 63
Encuentro 8
La corrupción......................................................................................................... 71
Encuentro 9
Celebración por la paz........................................................................................... 79
Presentación

L
os obispos católicos de Colombia, en repetidas ocasiones, hemos manifestado
nuestra preocupación de pastores por las situaciones difíciles y dolorosas por
las que ha atravesado nuestro país.Entre todas ellas, una de las más atroces ha
sido la violencia que ha marcado la historia de nuestro pueblo y que ha acabado
con la vida de tantos hermanos.

La violencia que ha sufrido Colombia no puede ser considerada de manera simple,


ya que involucra múltiples causas y acarrea consecuencias nefastas.Por eso, en
diversos escenarios y encuentros, los obispos hemos reflexionado sobre todas
aquellas realidades que generan violencia y muerte entre nosotros, para establecer
los caminos que nos permitan acabarlas definitivamente y sembrar reconciliación
y paz.De modo especial, en nuestra CI Asamblea Plenaria, tras haber considerado
ampliamente las problemáticas de las regiones de Colombia, propusimos ocho “raíces
de la violencia”: el alejamiento de Dios, la crisis de humanidad, la desintegración de
la familia, la pérdida de valores, los vacíos en la educación, la ausencia del Estado o
su debilidad institucional, la inequidad social y la corrupción.

Sin duda, el panorama social y cultural de nuestro país ha cambiado en el último


año.No obstante, consideramos que es necesario seguir trabajando sobre estas
causas estructurales de la violencia.No hacerlo, implicaría retornar a la tragedia de
una nación enfrentada por los odios, la división y el egoísmo, en donde la muerte y
la destrucción son el pan de cada día.

Animados por el mensaje que el Papa Francisco nos entregó en su Visita Apostólica
(6 al 11 de septiembre de 2017), queremos proponer a todos los colombianos de
buena voluntad y de modo especial a los fieles católicos la presente serie de talleres
que, a partir de las que hemos llamado “raíces de la violencia”, quieren suscitar la

4 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
reflexión y el compromiso de las comunidades para que se conviertan en artesanas
de reconciliación y paz.

El Santo Padre Francisco, en efecto, nos desafió a reconocer nuestra riqueza: “Colombia
es una nación bendecida de muchísimas maneras…” su riqueza humana, sus vigorosos
recursos naturales, su cultura, su luminosa síntesis cristiana, el patrimonio de su fe y
la memoria de sus evangelizadores, la alegría gratuita e incondicional de su gente, la
impagable sonrisa de su juventud, su original fidelidad al Evangelio de Cristo y a su
Iglesia y, sobre todo, su indomable coraje de resistir a la muerte, no sólo anunciada,
sino muchas veces sembrada”1.Y el mismo Papa nos invitó a trabajar conjuntamente
para encontrar soluciones de fondo y estables a los problemas que nos agobian: “Es
hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias.Es la hora para desactivar
los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicias,
en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno”2.

Esperamos que estos talleres sean una herramienta que nos ayude a asumir juntos
el trabajo de erradicar todas las formas de violencia y sembrar reconciliación.Los
ponemos a disposición de las comunidades parroquiales, los grupos y movimientos
apostólicos, las pequeñas comunidades eclesiales, las casas donde se preparan los
candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa, las escuelas para la formación cristiana
de los laicos, en fin, de todas las personas e instituciones que quieran servirse de
ellos para abonar la siembra de la reconciliación y la paz.

Juntos hagamos realidad la exhortación del Papa: “¡Colombia, abre tu corazón de


pueblo de Dios, déjate reconciliar!”.

+ Oscar Urbina Ortega


Arzobispo de Villavicencio
Presidente de la Conferencia Episcopal

+ Elkin Fernando Álvarez Botero


Obispo Auxiliar de Medellín
Secretario General de la Conferencia Episcopal

1 Encuentro con las autoridades, el cuerpo diplomático y algunos representantes de la sociedad civil.
Bogotá, Plaza de Armas de la Casa de Nariño, 7 de septiembre de 2017.
2 Gran encuentro de oración por la reconciliación nacional. Villavicencio, Parque las Malocas, 8 de septiembre
de 2017.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 5


Mensaje de la
101ª Asamblea Plenaria de los
Obispos de Colombia

Artesanos de La Paz
“Bienaventurados los que trabajan por la paz”
(Mt 5, 9)

L
os Obispos de Colombia, al concluir la 101ª Asamblea Plenaria, dirigimos nuestro
saludo y mensaje a los sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas, seminaristas,
agentes de pastoral; a todos nuestros fieles, niños, jóvenes y adultos, de nuestros
campos y ciudades; y a las personas de buena voluntad.

La Iglesia, que siempre ha trabajado a favor de una salida negociada de la confrontación


armada para que se superen todas las formas de violencia existentes en nuestro
país, ve con esperanza el diálogo que ha tenido lugar en La Habana. Seguimos las
orientaciones del Papa Francisco, cuya visita a Colombia anhelamos: somos conscientes
de la importancia crucial del momento presente, en el que con esfuerzo renovado y
movidos por la esperanza, los colombianos estamos buscando construir una sociedad
en paz. También es nuestro deseo que la larga noche de dolor y de violencia, con
la voluntad de todos los colombianos, se pueda transformar en un día sin ocaso de
concordia, justicia, fraternidad y amor3.

Al mismo tiempo, somos conscientes de que esta hora de la historia colombiana


conlleva serios desafíos, que es necesario asumir con valentía, responsabilidad
y compromiso de todos, si queremos que la semilla de la paz encuentre buen

3 Cfr. S.S. Francisco. Angelus, 20 de septiembre de 2015.

6 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
terreno y produzca fruto. Por eso, en esta Asamblea hemos puesto nuestra mirada
de pastores en la situación actual del país, con el propósito de iluminar y discernir
desde la Palabra de Dios, las problemáticas que están a la raíz de la violencia y que
nos han dejado profundas y graves heridas. No podemos tener auténtica paz si no
trabajamos juntos por erradicarlas.

1. Signos de esperanza
Reconocemos elementos valiosos en el avance hacia un país mejor. Se advierte
una gran búsqueda y sed de Dios. Muchas instituciones y personas trabajan por la
dignidad y la defensa de los derechos humanos. No son pocas las familias que, en
medio de sus dificultades, luchan por ser verdaderos ámbitos donde se vive el amor,
el respeto y el cultivo de los valores.

Destacamos que subsisten personas e instituciones que trabajan por la recuperación y


promoción de ideales nobles. Apreciamos el esfuerzo que se ha hecho en el aumento
de la cobertura e infraestructura educativa en varios sectores del país, así como el
esfuerzo que instituciones públicas y privadas realizan por una educación de calidad.

Se han dado pasos positivos en la presencia estatal en algunas regiones y se han


logrado reducir, en cierto grado, los niveles de pobreza extrema; ha habido progresos
en la infraestructura vial y en la asignación de vivienda a familias de escasos recursos.
Tanto en el sector público como en el privado, se dan esfuerzos para crecer en niveles
de transparencia y superar la corrupción.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 7


A todas estas personas e instituciones las animamos a proseguir en la construcción
de una Colombia mejor.

2. Raíces de las violencias


No obstante, lo anterior, desde el conocimiento de la realidad de nuestras regiones,
hemos advertido las siguientes raíces de las violencias en nuestro país:

2.1 El alejamiento de Dios, que está a la base de la pérdida del sentido de la


vida y de la conciencia frente al mal. Cuando se construye una sociedad a
espaldas de Dios, todo se vuelve contra el mismo hombre.
2.2 La crisis de humanidad, pues el olvido de Dios conduce inevitablemente al
desconocimiento de la dignidad del ser humano.
2.3 La desintegración de la familia, con sus efectos de violencia, abandono,
soledad, resentimiento, atropello a los más indefensos. Esta descomposición
de los hogares, sin duda, ha generado buena parte de la problemática violenta
que hemos vivido en las últimas décadas.
2.4 La pérdida de valores y el relativismo ético, que destruyen el tejido social
y que terminan por oscurecer la conciencia de las personas.
2.5 Los vacíos del sistema educativo, que se manifiestan en permanentes
ensayos y copias de modelos pedagógicos foráneos; en no pocos casos la
tarea educativa sólo se dedica al cultivo de lo racional, sin pensar en una
verdadera e integral formación de las personas.
2.6 La ausencia del Estado o su debilidad institucional que se expresa en
el olvido del campo, poca infraestructura en algunas regiones, la falta de
acceso a servicios básicos fundamentales, tales como agua, salud, tierra y
vivienda; escaso control de la minería legal e ilegal; insuficientes mecanismos
de protección del medio ambiente. También se percibe esta problemática en
la deficiente administración de la justicia.
2.7 La inequidad social, que en Colombia sigue siendo uno de los factores que
genera mayor violencia; continúa la enorme brecha entre ricos y pobres, no
sólo referida a las personas sino también a las regiones.
2.8 La corrupción, que es una de las más fuertes amenazas a la construcción de
la paz, es un mal que permea la sociedad en sus estructuras fundamentales.
No menos peligrosa es la corrupción de las ideas, de los principios y de los
valores. De esta corrupción se derivan violencias que tienen que ver con el
narcotráfico y el microtráfico, la minería ilegal, la extorsión, la trata de personas.

8 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Muchos programas destinados a los más pobres han terminado desviados
hacia fines particulares.

3. Nuestro compromiso en el camino de la construcción de la paz


Como pastores estamos comprometidos en el trabajo por la paz, una paz social
integral, siguiendo la enseñanza del Papa Francisco: “La paz social no puede entenderse
como un irenismo o como una mera ausencia de violencia lograda por la imposición de
un sector sobre los otros. También sería una falsa paz aquella que sirva como excusa
para justificar una organización social que silencie o tranquilice a los más pobres, de
manera que aquellos que gozan de los mayores beneficios puedan sostener su estilo de
vida sin sobresaltos mientras los demás sobreviven como pueden. Las reivindicaciones
sociales, que tienen que ver con la distribución del ingreso, la inclusión social de los
pobres y los derechos humanos, no pueden ser sofocadas con el pretexto de construir
un consenso de escritorio o una efímera paz para una minoría feliz. La dignidad de
la persona humana y el bien común están por encima de la tranquilidad de algunos
que no quieren renunciar a sus privilegios. Cuando estos valores se ven afectados, es
necesaria una voz profética” (EG, 219). Por esta razón,

3.1. Seguimos con nuestros procesos de Evangelización anunciando a Jesucristo,


“él es nuestra paz y ha derribado el muro que nos separaba, el odio” (Ef 2, 14);
el Señor nos ha confiado el “ministerio de reconciliación” (cf. 2Co 5, 19) y nos
ha exhortado, de modo particular en este Año Santo, a “ser misericordiosos
como el Padre es misericordioso” (Le 6,36). El mejor aporte que le hacemos
al país es una Iglesia viva, misionera, con un laicado comprometido, bien
formado, y viviendo su fe en comunidad.
3.2 Nos centramos en el anuncio y la defensa de la dignidad del ser humano, de
modo que las estructuras sociales y las políticas económicas se orienten al
bien común y a la salvaguarda de los derechos fundamentales de las personas.
3.3 La familia es el centro de nuestro trabajo pastoral, para que sea escuela de
amor, de perdón, de valores, de reconciliación y de paz; al mismo tiempo que
santuario donde se protege la vida humana y la creación.
3.4 Estamos convencidos de que la ética, y una ética no ideologizada, permite
crear un equilibrio y orden social más humano (Cf. EG, 57). Renovamos
nuestro empeño en promover la práctica de los valores humanos y cristianos,
y particularmente de aquellos que hacen posible una sociedad fundamentada
en la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 9


3.5 A través de nuestras instituciones educativas y de los espacios pedagógicos,
promovemos un modelo educativo integral, humanizador, que propicia la
formación de la niñez y la juventud para la construcción de un mejor mañana.
Impulsamos la educación para la paz, desde los criterios del Evangelio.
3.6 Nos comprometemos, por medio de la acción pastoral, a promover la
participación ciudadana, a favorecer el vínculo entre las comunidades y
las autoridades, haciendo seguimiento a los planes de desarrollo y a la
implementación de los eventuales acuerdos de paz, con una efectiva veeduría
ciudadana y velando siempre por la consolidación de la democracia. Ante
estos desafíos es necesario el fortalecimiento de las instituciones del Estado.
3.7 Trabajamos por un cambio profundo en los colombianos para asumir la ética de
la responsabilidad, la justicia y la convivencia. Ejercemos de manera profética
la insistencia en la justicia social y en el cuidado de la creación. Insistimos
en el deber de los dirigentes políticos de trabajar por el bien común, con
principios de transparencia y con sentido de pertenencia a las comunidades.
3.8 Seguimos trabajando en favor de un sistema económico justo y solidario, que
supere las injusticias que están en el origen del conflicto armado. Difundiremos
con mayor vigor la Doctrina Social de la Iglesia.

3. Seamos artesanos de paz


La Iglesia continúa en su tarea al servicio del país. Acogemos la invitación del Papa
Francisco, de modo que la Iglesia en Colombia, se convierta en un “hospital de
campaña” que, después de una guerra, se dedica con pasión, a curar, a sanar las
heridas de tantas víctimas y a devolverles la confianza en el futuro.

A todos nos corresponde asumir el reto de la construcción de la paz. Esta oportunidad


que se nos presenta nos exige un ideal común para el país, una visión clara de nación
en la que todos nos veamos identificados y comprometidos, para no perdemos en
la dispersión de esfuerzos.

Invitarnos a nuestros sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a los agentes de pastoral,


a los demás fieles, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a sumarse a
todos los propósitos para erradicar la violencia y caminar hacia una Colombia nueva,
reconciliada y en paz.

Convocarnos al pueblo colombiano a participar en la consulta sobre los Acuerdos


de La Habana, de manera responsable, con un voto informado y a conciencia, que

10 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
exprese libremente su opinión, como ejercicio efectivo de la democracia y con el
debido respeto de lo que la mayoría finalmente determine.

Hacemos un vehemente llamado a la guerrilla del ELN para que, interpretando el


deseo de paz de todos los colombianos, abra sus puertas al diálogo y a la construcción
de un país con justicia social desde la participación política y no desde las armas.

A este punto, conviene que se tenga presente que la política tiene como tarea el bien
común y que la paz social es la mayor conquista de esa tarea; justamente por ello no
puede ser politizada ni instrumentalizada, convirtiéndose en causa de polarización.

Que Nuestra Señora de Chiquinquirá, Madre de gracia y de misericordia, nos ayude


a desarmar el corazón, a vivir la justicia, el perdón, la reconciliación y la paz, para
que nazca en Colombia la civilización amor.

+ Luis Augusto Castro Quiroga


Arzobispo de Tunja
Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia
Bogotá, 8 de julio de 2016

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 11


Orientaciones
Metodológicas

L
os encuentros fueron diseñados para realizarse comunitariamente durante
cuarenta y cinco minutos o una hora, en los momentos y espacios que dispongan
los participantes. A continuación, se presenta la estructura de cada encuentro:

Título: El nombre de cada encuentro anuncia la raíz de la violencia que se va a


trabajar.

Epígrafe: Introduce a los participantes en el desarrollo del encuentro.

Objetivo: Cada encuentro tiene una meta que pretende llevar a los participantes
a un compromiso concreto.

Signo: Es un elemento que ayuda a representar la realidad que se propone en


el encuentro.

Oración: El inicio de todos encuentros, está marcado por un momento oracional


que permite disponer el corazón y ofrecer el trabajo de reflexión a Dios.

Acercamiento a la realidad: A partir de una historia de vida, un cuento, una fábula



o una noticia, se les ofrece a los participantes un acercamiento pedagógico al
tema propuesto.

12 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Encuentro con la Palabra: Con la escucha de la Palabra de Dios en cada encuentro,

se podrán iluminar aquellos elementos esenciales que permiten transformar
las raíces de la violencia. Para tal fin, se proponen unas preguntas orientadoras
que aterrizan la reflexión.

Momento de reflexión: Se profundiza sobre la raíz de la violencia desarrollada, a


la luz del Magisterio de la Iglesia y los aportes hechos por el papa Francisco.

Compromiso de vida: Cada participante como signo de querer transformar la


realidad, adquiere una responsabilidad para su vida.

Celebración: Como un signo de acción gracias por el encuentro recibido, la


asamblea entona un canto que anima el momento de oración final.

Para recordar: Una breve frase que aviva el compromiso asumido después del
encuentro.

Siglas: Después de cada encuentro, el lector encontrará un recuadro con el


significado de las abreviaturas empleadas en el documento trabajado.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 13


Introducción

L
a historia de Colombia se ha escrito durante décadas sobre el plano de la
violencia, negando con ello la vida y la dignidad a tantas personas; como
también impidiendo el desarrollo de algunas regiones en el país. Frente a este
panorama, los Obispos de la Iglesia Católica en Colombia en su Asamblea Plenaria
101, han puesto su mirada de pastores en esta realidad para iluminar y discernir
desde la Palabra de Dios, las problemáticas que están a la raíz de la violencia, las
cuales han dejado a nivel social profundas y graves heridas. Por tal motivo, desde
el conocimiento de la realidad que tiene la Iglesia en las regiones, el Episcopado ha
advertido las siguientes raíces de las violencias en el país:

1. El alejamiento de Dios, que está a la base de la pérdida del sentido de la


vida y de la conciencia frente al mal. Cuando se construye una sociedad
a espaldas de Dios, todo se vuelve contra el mismo hombre.

2. La crisis de humanidad, pues el olvido de Dios conduce inevitablemente


al desconocimiento de la dignidad del ser humano.

3. La desintegración de la familia, con sus efectos de violencia, abandono,


soledad, resentimiento, atropello a los más indefensos. Esta descomposición
de los hogares, sin duda, ha generado buena parte de la problemática
violenta que hemos vivido en las últimas décadas.

4. La pérdida de valores y el relativismo ético, que destruye el tejido


social y que terminan por oscurecer la conciencia de las personas.

14 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
5. Los vacíos del sistema educativo, que se manifiestan en permanentes
ensayos y copias de modelos pedagógicos foráneos; en no pocos casos
la tarea educativa sólo se dedica al cultivo de lo racional, sin pensar en
una verdadera e integral formación de las personas.

6. La ausencia del Estado o su debilidad institucional, que se expresa


en el olvido del campo, poca infraestructura en algunas regiones, la
falta de acceso a servicios básicos fundamentales, escaso control de la
minería legal e ilegal; insuficientes mecanismos de protección del medio
ambiente y la deficiente administración de la justicia.

7. La inequidad social, que en Colombia sigue siendo uno de los factores


que genera mayor violencia; continúa la enorme brecha entre ricos y
pobres, no sólo referida a las personas sino también a las regiones.

8. La corrupción, que es una de las más fuertes amenazas a la construcción de


la paz, es un mal que permea la sociedad en sus estructuras fundamentales.

9. Celebración por la paz, se propone como el momento culmen de todo el


itinerario de reflexión sobre las raíces de la violencia, porque avivaremos
de manera comunitaria el compromiso cristiano de vivir los valores del
Evangelio para construir un mejor país.

Como fruto de lo anterior, se proponen estos encuentros para reflexionar comunita-


riamente sobre las raíces de la violencia, donde al final, estamos llamados a asumir
un compromiso serio en la construcción de la paz en Colombia.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 15


Encuentro 1

El alejamiento de Dios
“Unidos a Jesús, buscamos lo que Él busca,
amamos lo que Él ama.” (EG, 267)
Objetivo
Reflexionar sobre aquellos acontecimientos que en la vida personal, familiar y social
nos alejan de Dios.

Signo
Un afiche del Sagrado Corazón de Jesús y un recipiente con agua bendita.

Oración
Invocación trinitaria: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

R/ Amén.
Animador: Oh Dios todopoderoso y eterno, que congregaste a los que están
dispersos y conservas en la unidad a los que se han congregado, mira complacido el
rebaño de tu Hijo y haz que, a los consagrados por un mismo Bautismo, los reúna la
integridad de la fe y los asocie el vínculo de la caridad. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos4.

R/ Amén.

Acercamiento a la realidad
Dios y el peluquero5.

Un hombre fue a la peluquería y se puso a conversar con la persona que le atendía,


cuando de pronto tocaron el tema de Dios; entonces el peluquero le dijo: Yo no creo
que Dios exista como usted dice, y agregó: ¿Acaso si Dios existiera, habría tanta
violencia, enfermos, sufrimiento, niños y hogares abandonados y mil cosas más?,
yo no puedo creer que exista un Dios y que sucedan todas estas cosas. El cliente se
quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión.

4 CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Misal Romano. 4 ed. Bogotá. Quebecor World Bogotá, S.A.
2008. p. 929.
5 ACIPRENSA. El Barbero y Dios [en línea]. 24 de octubre de 2017. Disponible en internet: http://rualonso.
blogspot.com.co/2013/04/dios-no-existe-el-barbero-y-el-cliente.html.

18 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio. Recién abandonaba la
barbería cuando vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo, pareciendo
que hacía mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado. Entonces
entro de nuevo a la barbería y le dijo al barbero: ¿Sabe una cosa? Los barberos no
existen. ¿Cómo que no existen? –pregunto el barbero– Si aquí estoy yo y soy barbero.
¡No! –dijo el cliente– no existen porque si existieran, no habría personas con el cabello
y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle. ¡Ah!, los barberos si
existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mí. ¡Exacto! –dijo el cliente–.
Ese es el punto, Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia Él y no
le buscan, por el contrario, se alejan.

Animador: Después de escuchar esta historia de vida, reflexionemos a partir de


unas preguntas sobre aquellos acontecimientos que en la vida personal, familiar y
social nos alejan de Dios.

¿Qué realidades de la vida cotidiana nos apartan de Dios?


Al ser hijos de Dios por el bautismo: ¿cómo vivimos en comunión con Él?
¿Cómo es la vida del hombre que se aleja de Dios?

Encuentro con la Palabra


Animador: Del Evangelio según San Lucas

«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte
que me toca de la fortuna”. El padre les repartió los bienes. No muchos días después,
el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su
fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra
un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con
uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos.
Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.
Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia
de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino
adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no
merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y
vino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le
conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de
besos. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco
llamarme hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus criados: “Saquen enseguida la mejor
túnica y vístansela; pónganle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traigan
el ternero cebado y sacrifíquenlo; comamos y celebremos un banquete, porque

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 19


este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”.
Y empezaron a celebrar el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando
al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los
criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu
padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se
indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él
respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca
una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis
amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes
con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. Él le dijo: “Hijo, tú estás siempre
conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse,
porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos
encontrado”» (Lc 15, 11–32).

Palabra del Señor

R/ Gloria a ti, Señor Jesús


Animador: Volvamos sobre el texto bíblico apoyados en las siguientes preguntas:

¿Con cuál de los dos hermanos nos identificamos más? y ¿por qué?
¿Qué mensaje nos deja la figura del Padre que recibe a su hijo menor?
¿Cuál fue el motivo que tuvo el Padre para celebrar un banquete y alegrarse?

Momento de reflexión
Este encuentro nos invita a reflexionar sobre aquellas realidades de la vida cotidiana
que nos alejan de Dios y, por tanto, nos impiden buscar lo que Él busca y amar lo
que Él ama.

La historia de Dios y el peluquero, así como el Evangelio que acabamos de escuchar,


nos recuerdan que Dios sí existe y que es el hombre quien en su libertad no lo busca
y prefiere alejarse, rompiendo así la comunión adquirida a través del bautismo donde
nos hacemos sus hijos y somos incorporamos a la Iglesia. Cuando el ser humano
se aparta del amor de Dios, sus actos son como los describe el Evangelio de San
Lucas: llenos de egoísmos, resentimientos, donde los bienes materiales [dinero]
están por encima del respeto a la familia, y se procede bajo el libertinaje para pecar
y experimentar la muerte. En otras palabras, alejarse de Dios es perder el sentido de
la vida y la conciencia frente al mal. En efecto, cuando se construye una sociedad a

20 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
espaldas de Dios, todo se vuelve contra el mismo hombre. Por eso es una raíz de la
violencia. Sin embargo, pese a nuestra naturaleza frágil, limitada e imperfecta por
el pecado, hay una buena noticia: Dios nos ama con amor de Padre. Él nos acoge y
perdona como ese Padre que celebra un banquete y se alegra, porque el hijo que
estaba perdido lo ha encontrado (cf. Lc 15, 32).

El Dios de la vida y del consuelo, no desconoce nuestras realidades de sufrimiento


(cf. Ex 3, 7), porque su identidad, como diría el papa Francisco, es estar con nosotros
[Emmanuel], es decir con la criatura humana. Nuestro Dios no es un Dios ausente,
secuestrado por un cielo muy alejado; es, en cambio, un Dios apasionado del hombre,
tan tiernamente amante como para ser incapaz de separarse de él. Nosotros los
seres humanos somos hábiles en el cortar uniones y puentes. Él, sin embargo, no. Si
nuestro corazón se enfría, el suyo permanece siempre ardiente. Por ello, en la cresta
que divide la incredulidad de la fe, es decisivo el descubrimiento de ser amados y
acompañados por nuestro Padre, de no ser nunca dejados solos por Él. La cercanía
de Dios, el amor de Dios, el caminar de Dios con nosotros se llama también la
providencia de Dios: Él provee nuestra vida, por ello debemos caminar juntos en la
esperanza (cf. Francisco. Audiencia General, miércoles 26 de abril de 2017).

El Santo Padre nos anima a reconocer que el alejamiento de Dios se debe a que
como cristianos no vivimos alegremente el Evangelio, no irradiamos ese gozo a
los demás. En efecto, la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de
los que encuentran a Jesús, porque con Él siempre nace y renace la alegría (EG, 1).
Asimismo, en su visita apostólica a Colombia, recordó que el Señor no es selectivo y
no excluye a nadie, que Él abraza a todos porque le somos importantes y necesarios.
En otras palabras, Dios nos ama con amor de Padre y por eso debemos mantener
viva la alegría, que es signo del corazón que ha encontrado al Señor. Hay que salir al
encuentro de Jesús, a afianzarse en el Señor, es el único que nos sostiene (Discurso
del papa Francisco en la plaza de Bolívar, septiembre 7 de 2017).

Compromiso de vida
Animador: Como fruto de este encuentro estamos llamados a:

Compartir con alegría a los demás, nuestra experiencia de comunión con Dios.
Avivar el compromiso como bautizado de ser: sal, luz y fermento para aquellos
que están apartados del amor de Dios.
Ofrecer una oración para que todas aquellas personas que están alejadas de Dios
puedan volver a la comunión con Él.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 21


Celebración
Canto (Se propone uno a continuación, pero pueden escoger otro que consideren
apropiado).

“No me habéis vosotros elegido” (D.R.A.)

No me habéis vosotros elegido,


Fui yo mismo quien os elegí,
Ya no os llamo siervos sino amigos
Permaneceréis, para siempre, junto a Mí.

Recordad mi nuevo mandamiento


Por el cual os reconocerán:
Que os améis los unos a los otros
Como yo os amé hasta mi vida entregar.

Yo soy la verdad, soy el camino,


Soy la vida y la resurrección:
Quien me sigue no andará perdido,
Pues, yo soy la luz, yo soy vuestra salvación.

Animador: Los signos que preceden este encuentro son: la imagen del Sagrado
Corazón de Jesús y un recipiente con agua bendita. El primero, nos muestra una vez
más el amor y la entrega total que ha tenido Dios por la humanidad. El segundo,
nos recuerda que por ese amor hemos sido liberados del pecado y llamados a ser
hijos de Dios y partícipes de su misión. Lo cual nos hace estar en comunión con Él.
Por ello, motivados por la acción del Espíritu Santo, renovemos nuestras promesas
bautismales y entreguemos una vez más nuestra vida al Señor:

¿Renuncian al pecado, para vivir en la libertad de los hijos de Dios?


R/. Sí, renuncio.
¿Renuncian a las tentaciones del mal, para que el pecado no los esclavice?
R/. Sí, renuncio.
¿Renuncian a Satanás, fuente y autor del pecado?
R/. Sí, renuncio.

22 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y quien
nos ama misericordiosamente?
R/. Sí, creo.
¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María
Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a
la derecha del Padre?
R/. Sí, creo.
¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los
santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la
vida eterna?
R/. Sí, creo.
Animador: [Digamos todos] Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia, que nos
gloriamos de profesar en Cristo Jesús y Señor nuestro: R/. Amén.

Ahora como signo de comunión, cada participante va a pasar ante la imagen del
Sagrado Corazón de Jesús y en silencio pedirá brevemente al Señor la gracia de vivir
la alegría del Evangelio. Luego irá al recipiente con agua bendita, donde mojando
su mano derecha se santiguará.

Para recordar

“Estén siempre alegres en el Señor” (Flp 4, 4).

EG: Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.


Ex: Éxodo.
Siglas Flp: Epístola a los Filipenses.
Lc: Evangelio según San Lucas.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 23


Encuentro 2

La crisis de humanidad
“La humanidad saldrá perdiendo con cada
opción egoísta que hagamos” (EG, 87)
Objetivo
Avivar en nuestra vida el valor de la solidaridad.

Signo
Una imagen de manos ayudando.

Oración
Invocación trinitaria: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

R/ Amén.
Animador: Del libro del Deuteronomio

“Harás lo que es recto y bueno a los ojos del Señor para que seas feliz y llegues
a tomar posesión de esa tierra buena que el Señor prometió con juramento a tus
padres” (Dt 6, 18).

Palabra de Dios

R/ Te alabamos Señor

Acercamiento a la realidad
El caballo y el asno6.

Un hombre tenía un caballo y un asno. Un día que ambos iban camino a la ciudad,
el asno, sintiéndose cansado, le dijo al caballo: Toma una parte de mi carga si te
interesa mi vida. El caballo haciéndose el sordo no dijo nada al asno. Horas más tarde,
el asno cayó víctima de la fatiga, y murió allí mismo. Entonces el dueño echó toda la
carga encima del caballo, incluso la piel del asno. Y el caballo, suspirando dijo: ¡Qué
mala suerte tengo! ¡Por no haber querido cargar con un ligero fardo ahora tengo
que cargar con todo, y hasta con la piel del asno encima!

6 GUÍA INFANTIL. El burro y el asno [en línea]. 24 de octubre de 2017. Disponible en internet: https://www.
guiainfantil.com/1379/fabulas-para-ninos-el-caballo-y-el-asno.html

26 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Animador: Después de escuchar esta fábula, reflexionemos a partir de unas preguntas
sobre cómo podemos avivar en nuestra vida el valor de la solidaridad.

¿Qué tan solidarios somos con los demás?


¿La falta de solidaridad genera crisis de humanidad? ¿Por qué?
¿Esta crisis de humanidad genera violencia en el país? ¿Por qué?

Encuentro con la Palabra


Animador: Del Evangelio según San Mateo

Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Venid vosotros, benditos de mi Padre;


heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve
hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me
hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel
y vinisteis a verme”. Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con
hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de bebe?; ¿cuándo te vimos forastero
y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel
y fuimos a verte?” Y el rey les dirá: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis
con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25, 34-40).

Palabra del Señor

R/ Gloria a ti Señor Jesús


Animador: Volvamos sobre el texto bíblico apoyados en las siguientes preguntas:

¿Qué relación encontramos entre el relato bíblico y la crisis de humanidad?


¿Por qué es importante avivar en nuestra vida el valor de la solidaridad?
¿Qué mensaje nos deja el Evangelio que acabamos de escuchar?

Momento de reflexión
El propósito de este encuentro es avivar en nuestra vida el valor de la solidaridad, y para
tal fin, es necesario dar el primer paso y tender la mano para ayudar a aquellos que más
nos necesitan. Por ello, la fábula que escuchamos en el acercamiento de la realidad,
nos enseña que cada vez que no ayudamos a nuestro prójimo, sin que lo notemos,
terminamos perjudicándonos nosotros mismos porque perdemos la oportunidad de

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 27


hacer lo que es bueno y recto a los ojos del Señor, nos privamos de experimentar la
verdadera felicidad que da el ser solidario y de generar una cultura del encuentro donde
podamos contemplar el rostro sufriente de Cristo en aquellos que más nos necesitan.
En otras palabras, cada vez que renunciamos a ser solidarios, estamos dándole la
espalda a Dios, lo cual conduce inevitablemente al desconocimiento de la dignidad
del ser humano. Por eso la crisis de humanidad se considera una raíz de la violencia.

El Evangelio que acabamos de escuchar nos presenta las actitudes propias de la Iglesia
en la promoción de la dignidad del ser humano. Actitudes que la hacen cercana ante
el sufrimiento y dolor del otro. Por eso, todos los que por el bautismo hacemos parte
de la Iglesia y seguimos a Cristo resucitado, debemos acoger los valores del Evangelio
para guiar nuestra vida. Es decir, como cristianos estamos llamados a transformar
aquellas realidades que generan crisis en la humanidad [injusticia, opresión, inequidad,
corrupción, violencia, etc.] a través de aquellos valores que Jesús durante su vida
pública realizó y que los evangelios nos enseñan: caridad, esperanza, fe, verdad,
misericordia, justicia, paz, solidaridad, humildad, perdón y reconciliación entre otros.
San Juan XXIII en la constitución apostólica Humanae Salutis, manifiesta que la crisis
de la humanidad trae consigo profundas mutaciones que generan un nuevo orden,
el cual exige a la Iglesia la misión de infundir en las venas de la humanidad, la virtud
perenne, vital y divina del Evangelio (HS, 3).

Sin duda alguna, la crisis en la humanidad no sólo destruye en el ser humano la


capacidad de donarse a los demás, sino que de modo especial afecta a los pobres,
puesto que, por la cultura individualista que genera dicha crisis, son más silenciados
y excluidos, olvidando que el corazón de Dios tiene un sitio preferencial para ellos,
tanto que hasta Él mismo se hizo pobre (EG, 197). El papa Francisco nos invitó a todos
los colombianos a persistir en la lucha para favorecer la cultura del encuentro, que
exige colocar en el centro de toda acción política, social y económica, a la persona
humana, su altísima dignidad, y el respeto por el bien común. Esto sin duda surte efecto
cuando somos capaces de escuchar a los pobres, a los que sufren, mirarlos a los ojos y
dejarnos interrogar en todo momento por sus rostros surcados de dolor y sus manos
suplicantes, porque en ellos se aprenden verdaderas lecciones de vida y de humanidad,
de dignidad. Ellos, que entre cadenas gimen, sí que comprenden las palabras del que
murió en la cruz. (Discurso del papa Francisco a las autoridades, el cuerpo diplomático
y algunos representantes de la sociedad civil, septiembre 7 de 2017).

Compromiso de vida
Animador: Como fruto de este encuentro estamos llamados a:

Realizar un acto de solidaridad con alguien que lo necesite.

28 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Mantener una actitud de servicio en la familia, en el trabajo o en la comunidad.
Elevar una oración al Señor, para que transforme los corazones egoístas en
corazones dispuestos a servir.

Celebración
Canto (Se propone el que aparece a continuación, pero se puede escoger otro
que se considere apropiado).

“Cristo te necesita” (Cesareo Gabaraín)

/Cristo te necesita para amar, para amar,


Cristo te necesita para amar/.

Coro

/No te importen las razas ni el color de la piel,


ama a todos como hermanos y haz el bien/.

/Al que sufre y al triste dale amor, dale amor


al humilde y al pobre dale amor/.

/Al que vive a tu lado dale amor, dale amor


al que viene de lejos dale amor/.

/Al que habla otra lengua dale amor, dale amor


al que piensa distinto dale amor/.

Animador: Después de haber reflexionado sobre la crisis de la humanidad, presentemos


al Señor libremente nuestras intenciones para que nos ayude a avivar constantemente
en nuestra vida el valor de la solidaridad. Nos unimos diciendo: Escúchanos Señor.

Ahora como signo de comunión y acogiendo la reflexión de este encuentro, cada


participante aportará libremente alimentos no perecederos y otros elementos
necesarios [crema dental, jabón, papel higiénico, etc.] para formar pequeños mercados
y donarlos a los más necesitados. La entrega se debe coordinar con el párroco de
la comunidad.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 29


Para recordar

“Den y se les dará.” (Lc 6, 38).

Dt: Deuteronomio.
EG: Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.
Siglas HS: Constitución Apostólica Humanae Salutis.
Lc: Evangelio según San Lucas.
Mt: Evangelio según San Mateo.

30 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Encuentro 3

La desintegración
de la familia
“Cada familia, a pesar de su debilidad,
puede llegar a ser una luz en la
oscuridad del mundo” (AL, 66)
Objetivo
Experimentar la alegría del amor familiar a la luz del Evangelio.

Signo
Una imagen de la Sagrada Familia de Nazaret.

Oración
Invocación trinitaria: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

R/ Amén.
Animador: Oh Dios, que te dignaste mostrarnos los preclaros ejemplos de la Sagrada
Familia: concédenos saber imitar sus virtudes domésticas y su amor recíproco, para
que podamos disfrutar las alegrías eternas de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos7. R/ Amén.

Acercamiento a la realidad
El Malvado Milisforo

Hubo una vez un villano tan malvado llamado Milisforo, que ideó un plan para acabar
con todas las cosas importantes del mundo. Ayudado por sus grandes máquinas
e inventos, consiguió arruinar a todos, pues inventó una poción que quitaba las
ganas de trabajar. También hizo que la gente no quisiera estar junta, pues a todos
infectó con un gas tan maloliente que todos prefirieron quedarse en casa antes que
encontrarse con alguien. Cuando el mundo entero estuvo completamente en caos,
comprobó que sólo le quedaba una cosa por destruir para dominarlo completamente:
las familias. A pesar de todos sus inventos malvados, de sus gases y sus pociones, las
familias seguían estando juntas. Lo que más le fastidiaba era que todas resistían sin
importar cuántas personas había en cada una, dónde vivían, o a qué se dedicaban.

7 CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Misal Romano. 4 ed. Bogotá. Quebecor World Bogotá, S.A.
2008. p. 40.

34 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Intentó destruirlas haciendo las casas más pequeñas, pero las familias se acomodaban en
menos espacio. También destruyó la comida, pero igualmente las familias compartían lo
poco que tenían, y así continuó con sus maldades contra lo último que se le resistía en
la tierra, pero nada dio resultado. Hasta que finalmente descubrió cuál era la fuerza de
las familias: todos se querían, y no había forma de cambiar eso. Aunque trató de inventar
algo para destruir el amor, Milisforo no lo consiguió, así que, triste y contrariado por no
haber podido dominar el mundo, se rindió y dejó que todo volviera a la normalidad.

Acabó tan deprimido el malvado Milisforo, que sólo se le ocurrió ir a llorar a casa
de sus padres y contarles lo ocurrido. Pese a todas las maldades que había hecho,
corrieron a abrazarle, le perdonaron y le animaron a ser más bueno. Es que, hasta
en la propia familia del malo más malo, todos se quieren y perdonan todo ¿No es
una suerte tener una familia?

Autor: Pedro Pablo Sacristán.

Animador: Después de escuchar este breve relato, reflexionemos a partir de unas


preguntas sobre la desintegración de la familia.

¿Cuál era la fuerza que mantenía unida a la familia para resistir los ataques de Milisforo?
¿Qué mensaje deja este cuento para el tema de la unidad familiar?
¿Por qué es una suerte tener una familia?

Encuentro con la Palabra


Animador: Del libro de Tobías

Cuando todos hubieron salido y cerrado la puerta de la habitación, Tobías se levantó


de la cama y dijo a Sara: «Levántate, mujer. Vamos a rezar pidiendo a nuestro Señor
que se apiade de nosotros y nos proteja». Ella se levantó, y comenzaron a suplicar
la protección del Señor. Tobías oró así: «Bendito seas, Dios de nuestros padres, y
bendito tu nombre por siempre. Que por siempre te alaben los cielos y todas tus
criaturas. Tú creaste a Adán y le diste a Eva, su mujer, como ayuda y apoyo. De ellos
nació la estirpe humana. Tú dijiste: “No es bueno que el hombre esté solo; hagámosle
una ayuda semejante a él”. Al casarme ahora con esta mujer, no lo hago por impuro
deseo, sino con la mejor intención. Ten misericordia de nosotros y haz que lleguemos
juntos a la vejez». Los dos dijeron: «Amén, amén» (Tb 8, 4-8).

Palabra de Dios

R/ Te alabamos Señor

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 35


Animador: Volvamos sobre el texto bíblico apoyados en las siguientes preguntas:

¿Por qué es importante la oración en la vida familiar?


¿Qué aporte hace el relato bíblico al tema de la desintegración de la familia?
¿Qué mensaje nos deja la lectura de Tobías?

Momento de reflexión
Este encuentro nos propone que experimentemos la alegría del amor familiar a la
luz del Evangelio, como respuesta a la desintegración que afronta hoy día la familia.
Para que esto sea posible, debemos tomar como punto de partida el modelo de la
Sagrada Familia de Nazaret, el cual nos enseña que en el centro de la vida familiar
debe estar Dios.

Cuando una familia tiene a Dios como centro de su vida, experimenta el amor, la
alegría y la unidad entre sus miembros, incluso en aquellas situaciones adversas
como las que nos presentó el cuento del malvado Milisforo. Ahora bien, para tener a
Dios como centro de la vida, es necesario acoger su Palabra y dejarnos guiar por su
voluntad, tal como lo hicieron María y José ante el anuncio del ángel (cf Lc 1, 38; Mt
1, 24). Por ello, una familia cristiana está llamada a la oración cotidiana, la lectura de
la Palabra de Dios y la comunión eucarística para hacer crecer el amor y convertirse
cada vez más en templo donde habita el Espíritu (AL, 29). En esto consiste el mensaje
del libro de Tobías, en descubrir a partir de la oración que sí es posible experimentar
la alegría del amor familiar, que además es una gracia de Dios suscitada cuando
comprendemos el valor de la complementariedad entre un hombre y una mujer que
se unen en matrimonio para formar una familia.

De ahí que la Palabra de Dios nos exhorta a desterrar la amargura, la ira, los enfados
e insultos y toda la maldad (Ef 4,31), porque esto rompe con la armonía familiar, y
no propicia la cultura del encuentro. En efecto, cuando se dice que la desintregación
de la familia es una raíz de la violencia, es porque en el centro de la vida familiar
hay violencia, abandono, soledad, resentimiento y atropello a los más indefensos.
Olvidando que la familia es el lugar primario de humanización de la persona y de
la sociedad (CHL, 40).

Cuando el papa Francisco nos visitó, pensó en las familias colombianas, en la defensa
de la vida desde el vientre materno hasta su natural conclusión, en la plaga de la
violencia y del alcoholismo, no raramente extendida en los hogares, en la fragilidad
del vínculo matrimonial y la ausencia de los padres de familia con sus trágicas

36 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
consecuencias de inseguridad y orfandad. Ante esto, nos recordó que las familias
tienen necesidad de saber que en Cristo pueden volverse árboles frondosos, capaces
de ofrecer sombra, dar fruto en todas las estaciones del año y anidar la vida en sus
ramas (Discurso del papa Francisco a los Obispos de Colombia, septiembre 7 de 2017).
En conclusión, la desintegración familiar se acaba cuando nos sentimos amados,
protegidos, aceptados, cuidados y acompañados, al interior de la vida familiar que
tiene por centro a Dios.

Compromiso de vida
Animador: Como fruto de este encuentro estamos llamados a:

Seguir el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret.


Orar, leer la Palabra de Dios y asistir a la eucaristía en familia.
Desterrar la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad en la vida
familiar.

Celebración
Canto (Se propone el que aparece a continuación, pero se puede escoger otro
que se considere apropiado).

“Oración por la familia” (P. Zezinho)

Que ninguna familia comience en cualquier de repente,


Que ninguna familia se acabe por falta de amor.
La pareja sea el uno en el otro de cuerpo y de mente
y que nada en el mundo separe un hogar soñador.

Que ninguna familia se albergue debajo del puente


y que nadie interfiera en la vida y en la paz de los dos.
Y que nadie los haga vivir sin ningún horizonte
y que puedan vivir sin temer lo que venga después.

La familia comience sabiendo por qué y donde va


y que el hombre retrate la gracia de ser un papá.
La mujer sea cielo y ternura y afecto y calor
y los hijos conozcan la fuerza que tiene el amor.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 37


Para recordar

“Procuremos lo que fomente la paz y la mutua edificación”


(Rm 14, 19).

AL: Exhortación Apostólica Amoris Leatitia.


CHL: Exhortación Apostólica Christifideles Laici.
Ef: Epístola a los Efesios.
Siglas Lc: Evangelio según San Lucas.
Mt: Evangelio según San Mateo.
Rm: Epístola a los Romanos.
Tb: Tobías.

38 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Encuentro 4

La pérdida de valores
y el relativismo ético
“Hay que atreverse a hablar de la integridad
de la vida humana y conjugar todos
los grandes valores” (LS, 224)
Objetivo
Recuperar aquellos valores que armonizan la vida personal, familiar y comunitaria.

Signo
Un cartel donde aparezcan distintos valores.

Oración
Invocación trinitaria: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

R/ Amén.
Animador: Oh Dios, que con el mandamiento del amor quisiste que ofreciéramos amor
sincero a los que nos ofenden, concédenos seguir de tal manera los mandamientos
de la nueva ley que devolvamos bien por mal y sepamos sobrellevarnos mutuamente
con amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos8. R/ Amén.

Acercamiento a la realidad
El pájaro carpintero y el tordo9

Un pájaro carpintero luego de construir su nido fue a beber agua al riachuelo más
cercano, pero cuando llegó lo encontró seco. Felizmente un tordo que estaba cantando
sobre una parra, llamó al pájaro carpintero y le obsequió un racimo de uvas maduras
que estaban colgados en la planta para que ingiera su jugo y calmase un poco su sed.
Después de ser complacido con este vital favor quedó eternamente agradecido del tordo.

Al día siguiente el tordo ya no cantaba como lo hacía días anteriores, muy preocupado
el pájaro carpintero fue a su nido a averiguar por su silencio. Al visitarlo se enteró
que estaba mal de la garganta y de inmediato fue a traer hojas de eucalipto para

8 CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Misal Romano. 4 ed. Bogotá. Quebecor World Bogotá, S.A.
2008. p. 963.
9 ENCUENTOS. El pájaro carpintero y el tordo [en línea]. 25 de octubre de 2017. Disponible en internet:
http://www.encuentos.com/fabulas/el-pajaro-carpintero-y-el-tordo/.

42 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
frotarlo, mientras recibía esa esmerada atención el tordo le expresó lo siguiente: Si
todos fueran gratos como tú, amigo, distinto sería el mundo.

Animador: Después de escuchar este cuento, reflexionemos a partir de unas preguntas


sobre la pérdida de valores.

¿Qué valores nos enseñaron el tordo y el pájaro carpintero?


¿Cuándo comenzamos a perder los valores?
¿Por qué la pérdida de valores genera violencia?

Encuentro con la Palabra


Animador: Del profeta Isaías

¡Ay de los que llaman bien al mal y mal al bien,


que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas,
que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo! (Is 5, 20).

Palabra de Dios

R/ Te alabamos Señor
Animador: Volvamos sobre el texto bíblico apoyados en las siguientes preguntas:

¿Qué relación tiene el relato bíblico con la pérdida de valores?


¿Qué mensaje nos deja el profeta Isaías?
¿Hay alguna consecuencia cuando se le cambia el sentido a los valores?, ¿por qué?

Momento de reflexión
Este encuentro nos debe ayudar a recuperar aquellos valores que armonizan la vida
personal, familiar y comunitaria. Para empezar, el cuento del pájaro carpintero y el tordo,
nos enseñan la importancia de ser solidarios, generosos y, sobre todo agradecidos.
Cuando el ser humano actúa de esta manera, armoniza todo a su alrededor, propicia
una cultura del encuentro y del cuidado hacia su prójimo, porque no es egoísta e
indiferente ante el sufrimiento de los demás.

El profeta Isaías nos está advirtiendo sobre el cambio antropológico cultural que ha
establecido un nuevo orden, llamando bueno a lo malo y malo a lo bueno. Es decir,

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 43


algunas personas califican como bueno matar, robar, mentir, codiciar, ser egoístas,
vengativos, intolerantes y resentidos. En esto consiste el relativismo, en reemplazar la
validez universal de las cosas buenas, por el de las malas. Todo esto es considerado
una raíz de la violencia porque que destruye el tejido social y termina por oscurecer
la conciencia de las personas, volviendo necesaria una evangelización que suscite
los valores fundamentales (EG, 74).

Por ello, la experiencia de fe del creyente debe estar iluminada por los mandamientos
de la ley Dios, los cuales nos invitan a promover la vida y el respeto, buscando
instaurar una verdadera civilización del amor que procure el bien común y que ayude
a redescubrir el sentido de los valores. En otras palabras, que contribuya a mejorar
la relación con Dios, con los demás y con la naturaleza.

El papa Francisco en su visita a Colombia, nos animó a ser portadores de la esperanza


para que las dificultades no nos opriman, la violencia no nos derrumbe y que el mal
no nos venza, pues creemos que Jesús ha vencido el mal, el pecado y la muerte.
Bajo esta consigna, estamos llamados a alzar la voz proféticamente y confrontar esos
modos de conducta, esos estilos de vida que dañan al cuerpo social y que destruyen
la comunidad cuando muchas veces se normalizan procesos de violencia y exclusión
social. Por tal motivo, debemos seguir caminando juntos cada día para ir al encuentro
del otro, en busca de la armonía y de la fraternidad. Porque en el encuentro entre
nosotros redescubrimos nuestros derechos, y recreamos la vida para que vuelva a
ser auténticamente humana (Discurso del papa Francisco al pueblo colombiano y
despedida en Cartagena, septiembre 7 y 10 de 2017).

Compromiso de vida
Animador: Como fruto de este encuentro estamos llamados a:

Recuperar aquellos valores que armonizan la vida personal, familiar y comunitaria


(amor, perdón, solidaridad, gratitud, justicia, paz, etc.).
Realizar actos de misericordia con los demás.
Dialoguemos con miembros de la comunidad sobre la importancia de los valores
fundamentales en la construcción de una mejor sociedad.

Celebración
Canto (Se propone el que aparece a continuación, pero se puede escoger otro
que se considere apropiado).

44 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
“Si yo no tengo amor” (P. Jorge Baylach)

Si yo no tengo amor,
yo nada soy Señor.

El amor es comprensivo,
El amor es servicial,
El amor no tiene envidia,
El amor no busca el mal.

El amor nunca se irrita,


El amor no es descortés,
El amor no es egoísta,
El amor nunca es doblez.

El amor disculpa todo


El amor todo lo cree
El amor todo lo espera,
El amor es siempre fe.

Animador: Teniendo presente el cartel con los distintos valores que nos propone el
signo de este encuentro, cada participante compartirá cuáles son esos valores que
armonizan su vida personal, familiar y comunitaria. Terminado el ejercicio, cada uno
le pedirá en silencio al Señor que le conceda la gracia de fortalecer un valor para
vivir según su voluntad.

Para recordar

“Mientras tengamos ocasión, hagamos el bien a todos” (Ga 6, 10).

EG: Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.


Ga: Epístola a los Gálatas.
Siglas Is: Isaías.
LS: Carta Encíclica Laudato Si.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 45


Encuentro 5

Los vacíos del


sistema educativo
“Se vuelve necesaria una educación que
enseñe a pensar críticamente y que
ofrezca un camino de maduración
en valores” (EG, 64)
Objetivo
Identificar los vacíos en el sistema educativo colombiano.

Signo
Un cirio encendido.

Oración
Invocación trinitaria: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

R/ Amén.
Animador: “Escuchen, hijos las enseñanzas paternas, a tiendan para adquirir inteligencia;
ya que les enseño una buena doctrina, no abandonen mis instrucciones” (Pr 4, 1-2).

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.

R/ Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.

Acercamiento a la realidad
El corcho

Hace años un supervisor visitó una escuela de primaria. En su recorrido observó


algo que le llamó poderosamente la atención: una maestra estaba atrincherada atrás
de su escritorio, los alumnos hacían gran desorden; el cuadro era caótico. Decidió
presentarse: Permiso, soy el supervisor de turno ¿algún problema? Estoy abrumada
señor, no sé qué hacer con estos chicos. No tengo láminas, el Ministerio no me manda
material didáctico, no tengo nada nuevo que mostrarles ni qué decirles.

El supervisor que era un docente de alma, vio un corcho en el desordenado escritorio.


Lo tomó y con aplomo se dirigió a los chicos: ¿Qué es esto? Un corcho señor, gritaron
los alumnos sorprendidos. Bien, ¿de dónde sale el corcho? De la botella señor, lo
coloca una máquina, del alcornoque, de un árbol, de la madera, respondían animosos
los niños. ¿Y qué se puede hacer con madera?, continuaba entusiasta el docente.
Sillas, una mesa, un barco, decían los chicos.

48 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Bien, tenemos un barco. ¿Quién lo dibuja?, ¿quién hace un mapa en el pizarrón y
coloca el puerto más cercano para nuestro barquito? Escriban a qué provincia argentina
pertenece, ¿y cuál es el otro puerto más cercano?, ¿a qué país corresponde?, ¿qué
poeta conocen que allí nació?, ¿qué produce esta región?, ¿alguien recuerda una
canción de este lugar? Y comenzó una tarea de geografía, de historia, de música,
economía, literatura, etc. La maestra quedó impresionada. Al terminar la clase le dijo
conmovida: Señor, nunca olvidaré lo que me enseñó hoy, muchas gracias.

Pasó el tiempo. El supervisor volvió a la escuela y buscó a la maestra. Estaba acurrucada


atrás de su escritorio, los alumnos otra vez en total desorden. Señorita, ¿qué pasó?,
¿no se acuerda de mí? Sí señor, ¡cómo olvidarme! Qué suerte que regresó. No
encuentro el corcho, ¿dónde lo dejó?

Autor: Enrique Mariscal.

Animador: Después de escuchar esta historia de vida, reflexionemos a partir de unas


preguntas sobre los vacíos del sistema educativo.

¿Cuál fue el problema de la maestra para dar su clase?


¿Cuáles son los vacíos en la educación colombiana?
¿Por qué la mala educación genera violencia?

Encuentro con la Palabra


Animador: Del Evangelio según San Lucas

Uno de los jefes le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para heredar la vida
eterna?». Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo Dios. Ya
sabes los mandamientos: No cometerás adulterio, No matarás, No robarás, No darás
falso testimonio, Honra a tu padre y a tu madre». Y él dijo: «He observado todo esto
desde mi juventud». Al oír esto, Jesús le dijo: «Todavía te falta una cosa: vende todo
cuanto tienes y distribúyelo a los pobres; –y tendrás un tesoro en los cielos– luego, ven
y sígueme». Pero él, al oír esto, se puso muy triste, porque era muy rico (Lc 18, 18-23).

Palabra del Señor

R/ Gloria a ti, Señor Jesús


Animador: Volvamos sobre el texto bíblico apoyados en las siguientes preguntas:

¿Qué relación hay entre el Evangelio y el tema de la educación?

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 49


¿Cuál fue la petición y promesa que Jesús le hizo joven rico?
¿Qué aprendizaje significativo nos deja el Evangelio?

Momento de reflexión
La historia del corcho donde podemos ver que la docencia es una vocación, es un
compromiso de vida que exige pensar en una verdadera e integral formación de las
personas, bien sea desde la familia o en la escuela. Perder el carácter vocacional de
la enseñanza, es generar un vacío en el sistema educativo porque sólo se dedicaría
al cultivo de lo racional.

La educación nace en la familia, crece en la escuela y se desarrolla en la sociedad.


Nace en la familia, porque ésta se constituye en la primera escuela de virtudes, donde
los padres, bajo un clima de amor, son los primeros responsables de la educación
de sus hijos, de la transmisión de la fe, de inculcar la importancia de los valores y un
desarrollo de buenos hábitos e inclinaciones afectivas a favor del bien. Cuando los
padres renuncian a esta misión, crean un vacío que difícilmente se puede sustituir.
Por ello, el deber de la educación que compete en primer lugar a la familia, requiere
la colaboración de toda la sociedad. (cf. GS, 61; AL, 264; GE, 3; CIC 2221-2223).

La educación crece en la escuela porque en virtud de su misión, “cultiva con asiduo


cuidado las facultades intelectuales, desarrolla la capacidad del recto juicio, introduce
en el patrimonio de la cultura conquistado por las generaciones pasadas, promueve el
sentido de los valores, prepara a la vida profesional, fomenta el trato amistoso entre los
alumnos de diversa índole y condición, contribuyendo a la mutua comprensión; además,
constituye como un centro de cuya laboriosidad y de cuyos beneficios deben participar
a un tiempo las familias, los maestros, las diversas asociaciones que promueven la vida
cultural, cívica y religiosa, la sociedad civil y toda la comunidad humana” (GE, 5). Por
eso, cuando la escuela trabaja bajo modelos pedagógicos foráneos que no ofrecen una
formación integral que responda a las necesidades de los sujetos en formación y trabaja
de manera desarticulada con la familia, va creando un vacío en el proceso formativo.

La educación se desarrolla en la sociedad porque surge como una respuesta capaz


de liberar al ser humano de las servidumbres culturales, sociales, económicas y
políticas que se oponen a nuestro desarrollo (cf. DM, cap. IV). Por ello, el Episcopado
Latinoamericano y del Caribe reunido en Aparecida, denunció la emergencia educativa
que se vive, porque el sistema está enfocado en transmitir conocimientos en función
de la producción y competencia del mercado, lo cual genera un reduccionismo
antropológico (DA, 328). Constituyéndose así en un vacío del sistema educativo.

Finalmente, el papa Francisco recuerda que, “a nosotros los cristianos, se nos exige
generar desde abajo un cambio cultural: a la cultura de la muerte, de la violencia,

50 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
responder con la cultura de la vida y del encuentro. Nos lo decía ya ese escritor tan
de ustedes y tan de todos [García Márquez]: Este desastre cultural no se remedia ni
con plomo ni con plata, sino con una educación para la paz, construida con amor
sobre los escombros de un país enardecido donde nos levantamos temprano para
seguirnos matándonos los unos a los otros” (Discurso del papa Francisco en el área
portuaria de CONTECAR, septiembre 10 de 2017).

Compromiso de vida
Animador: Como fruto de este encuentro estamos llamados a:

Promover en nuestra familia la paciencia y el amor para educar.


Dialogar con niños y jóvenes sobre la importancia de una buena educación.
Ofrecer una oración en familia agradeciendo por las instituciones educativas y
docentes.

Celebración
Canto (Se propone el que aparece a continuación, pero se puede escoger otro
que se considere apropiado).

“Id y Enseñad” (Cesareo Gabaraín)

Sois la semilla que ha de crecer,


Sois la estrella que ha de brillar,
Sois levadura, sois grano de sal,
antorcha que ha de alumbrar.

Sois la mañana que vuelve a nacer,


sois espiga que empieza a granar.
Sois aguijón y caricia a la vez,
testigos que voy a enviar.

Coro

Id, amigos, por el mundo, anunciando el amor,


mensajeros de la vida, de la paz y el perdón.
Sed, amigos, los testigos de mi Resurrección.
Id llevando mi presencia ¡con vosotros estoy!

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 51


Animador: El cirio encendido que nos propone este encuentro en el signo, nos
recuerda la luz de Cristo, aquella que nos hace conocer sus caminos, que ilumina
nuestra inteligencia y se extiende a todos los momentos del aprendizaje –atender,
entender, retener, comprender e interpretar–, para develar sus falencias. Por ello,
todos alrededor del cirio, vamos a orar diciendo:

Oh inefable Creador nuestro,


altísimo principio y fuente verdadera de luz y sabiduría,
dígnate infundir el rayo de tu claridad
sobre las tinieblas de mi inteligencia,
removiendo la doble oscuridad con la que nací:
la del pecado y la ignorancia.

¡Tú, que haces elocuentes las lenguas de los pequeños,


instruye la mía, e infunde en mis labios la gracia de tu bendición!
Dame agudeza para entender, capacidad para retener,
método y facilidad para atender, sutileza para interpretar
y gracia abundante para hablar.

Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar


¡Oh Señor! Dios y hombre verdadero,
que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amen.

Para recordar

“Señor, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas” (Sal 25, 4).

52 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
AL: Exhortación Apostólica Amoris Leatitia.
CIC: Catecismo de la Iglesia Católica.
DA: Documento de Aparecida. V Conferencia del
Episcopado Latinoamericano.
DM: Documento de Medellín. II Conferencia el
Episcopado Latinoamericano.
Siglas EG: Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.
GE: Declaración Gravissimum Educationis.
GS: Constitución Pastoral Gaudium et Spes.
Lc: Evangelio según San Lucas.
Sal: Salmo.
Pr: Proverbios.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 53


Encuentro 6

La ausencia del estado


o su debilidad institucional
“Al Estado compete el cuidado
y la promoción del bien
común de la sociedad” (EG, 240)
Objetivo
Reconocer las diferentes formas de ausencia y debilidad del Estado en Colombia.

Signo
Un escudo, bien sea de Colombia, del departamento o del municipio.

Oración
Invocación trinitaria: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

R/ Amén.
Animador: Oh Dios, que todo lo dispones con tu designio admirable, recibe con
bondad las oraciones que te dirigimos por nuestra patria, para que, por la sabiduría
de los gobernantes y la honestidad de los ciudadanos, se consoliden la concordia
y la justicia y disfrutemos de paz y de prosperidad constantes. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos10. R/ Amén.

Acercamiento a la realidad
Ausencia del Estado

Hace 25 años el profesor Fernando Cepeda nos enseñaba en sus estupendas lecciones
que en la política no existen los vacíos. El espacio que dejan de ocupar unos, es
siempre llenado por otros. Así lo hemos padecido los colombianos en las últimas
décadas: ante la ausencia de políticos decentes, esa actividad en nuestro país la han
desarrollado muchos corruptos, narcotraficantes, guerrilleros y paramilitares.

De la misma manera que sucede con la política, acontece con el Estado. Cuando el
Estado no se hace presente, alguna otra institución o grupo –legal o ilegal, se apodera
del espacio de poder. En bastantes sitios de Colombia, durante muchos años, los
poderosos no fueron los representantes del Estado (porque eran débiles, no tenían
recursos ni respaldo) sino agentes diversos. En esa suplantación ha habido de todo;

10 CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Misal Romano. 4 ed. Bogotá. Quebecor World Bogotá, S.A.
2008. p. 940.

56 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
desde muy buenos hasta pésimos reemplazos de los agentes oficiales: la Iglesia, los
hacendados, el médico del pueblo, los caciques politiqueros, los narcotraficantes,
los guerrilleros y los paramilitares. Pero últimamente ya no hay variedad, el lugar del
Estado lo han tomado los violentos– que ya ni siquiera son alzados en armas sino
bárbaros criminales de guerra, genocidas.

Lo sucedido en Bojayá es de una gravedad sin antecedentes. El cruel asesinato de una


población civil totalmente indefensa, refugiada en una iglesia, compuesta principalmente
por madres y niños, es una tragedia que debe conmover no sólo a Colombia sino al
mundo entero. Bojayá es hoy en día el muy triste símbolo de la ausencia del Estado,
de su reemplazo por parte de los terroristas más sanguinarios del planeta. Lo peor
es que municipios como Bojayá hay muchos en Colombia. El Estado no existe, o es
muy débil en cientos de poblaciones y regiones de la geografía nacional. Y cada
vez más territorios forman parte del mapa de influencia de los asesinos de extrema
izquierda o derecha. Y las gentes, nuestros compatriotas, solos en medio de las balas
y las bombas, esperando a un ejército que demasiadas veces llega tarde, muy tarde.

Es cierto que las ciudades principales de Colombia tienen grandes y urgentes


necesidades que atender. Es verdad que en muchas ciudades intermedias se requieren
grandes inversiones y esfuerzos gubernamentales para sortear serias dificultades.
Pero mientras haya en nuestro país municipios tan abandonados como Bojayá, nada
justifica el no asignarles la prioridad absoluta en materia de seguridad, de educación
y salud, de justicia y obras públicas.

Vitamina: “El mejor tiempo para hacer el bien es todo el tiempo” (Nelson Mandela).

Autor: Redacción EL TIEMPO 7 de mayo de 2002.

Animador: Después de escuchar esta noticia, reflexionemos a partir de unas preguntas


sobre la ausencia o debilidad del Estado en Colombia.

¿Cuáles son las consecuencias de la ausencia y debilidad del Estado según la noticia?
¿Por qué la ausencia y debilidad del Estado genera violencia?
¿Cómo percibimos la ausencia y debilidad del Estado en el país, departamento
o municipio?

Encuentro con la Palabra


Animador: Del Evangelio según San Mateo

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 57


Y llamándoles, Jesús les dijo: «Saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que
los grandes los oprimen. No será así entre ustedes: el que quiera ser grande entre
ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser primero entre ustedes, que sea su
esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar
su vida en rescate por muchos» (Mt 20, 25-28).

Palabra del Señor

R/ Gloria a ti, Señor Jesús


Animador: Volvamos sobre el texto bíblico apoyados en las siguientes preguntas:

¿Qué relación hay entre el Evangelio y el tema de este encuentro?


¿Cómo presenta Jesús la función de gobernar?

Momento de reflexión
El Estado ausente o débil, se expresa en el olvido del campo, poca infraestructura
en algunas regiones, la falta de acceso a servicios básicos fundamentales, escaso
control de la minería legal e ilegal; insuficientes mecanismos de protección del medio
ambiente y la deficiente administración de la justicia, constituyéndose así todo lo
anterior, en una raíz de la violencia.

Al respecto, el Evangelio de San Mateo nos enseña que el ejercicio de poder debe
ser comprendido en clave de servicio, de ahí que el Estado como comunidad política,
nazca para buscar el bien común, en el que encuentra su justificación plena y su
sentido, y del que deriva su legitimidad primigenia y propia. El bien común abarca
el conjunto de aquellas condiciones de vida social con las cuales los hombres, las
familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia
perfección (GS, 74).

En efecto, esa búsqueda del bien común se refleja en la Constitución Política de


Colombia, cuando manifiesta que son fines esenciales del Estado: “servir a la comu-
nidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios,
derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos
en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y
cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad
territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. Las
autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas

58 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y
libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de
los particulares” (Art. 2).

Por ende, cuando en las regiones el Estado es ausente o débil, sufren las comunidades
porque no se logra garantizar el bien común expuesto anteriormente. Además,
surge como reemplazo del Estado otro tipo de organizaciones en la mayoría de
casos delictivas, que poco a poco van institucionalizando su manera de proceder,
generando con ella todo tipo de violencia y vulneración.

El papa Francisco nos recordó en su paso por el país, que los ciudadanos debemos
ser valorados en nuestra libertad y protegidos por un orden estable. En efecto, se
necesitan leyes justas que puedan garantizar esa armonía y ayudar a superar los
conflictos que han desgarrado esta Nación por décadas; leyes que no nacen de la
exigencia pragmática de ordenar la sociedad sino del deseo de resolver las causas
estructurales de la pobreza que generan exclusión y violencia (Discurso del papa
Francisco a las autoridades, el cuerpo diplomático y algunos representantes de la
sociedad civil, septiembre 7 de 2017).

Para erradicar esta raíz de la violencia se necesita un Estado más presente a


través no solo de las leyes, sino de manera concreta en sus diversos programas y
acciones, realizándolos con trasparencia y buscando el bien común, superando la
corrupción y llegando directamente a las regiones y a cada persona con su acción
eficaz y permanente; La ausencia del Estado en salud, educación, administración,
infraestructura, aplicación de la justicia, entre otras, será motivo de nuevas formas
de violencia. Es necesario un Estado más presente y menos ausente.

Compromiso de vida
Animador: Como fruto de este encuentro, estamos llamados a:

Ser consciente de las responsabilidades que tenemos como ciudadanos ante las
elecciones de los políticos.
Suscitar en los jóvenes una cultura política que responda a los valores del Evangelio.
Dar ejemplo en la familia, el trabajo y los amigos, que la autoridad es ante todo
un servicio.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 59


Celebración
Canto (Se propone el que aparece a continuación, pero se puede escoger otro
que se considere apropiado).

“Iglesia peregrina” (Cesareo Gabaraín)

Todos unidos formando un solo cuerpo


un pueblo que en la pascua nació
miembros de cristo en sangre redimidos
Iglesia peregrina de Dios.
Vive en nosotros la fuerza del espíritu
que el hijo desde el padre envió
Él nos empuja nos guía y alimenta
Iglesia peregrina de Dios.

Coro

Somos en la tierra semilla de otro reino;


somos testimonio de amor.
/Paz para las guerras
y luz entre las sombras:
Iglesia peregrina de Dios/.

Animador: Escuchen, reyes, y atiendan. Aprendan, gobernantes de los confines de la


tierra. Estén atentos ustedes que dominan multitudes y presumen de tener muchos
pueblos pueblo. Pues recibieron el poder del Señor y la soberanía del Altísimo; Él
investigará sus acciones y examinará sus proyectos (Sb 6, 1-3).

En un momento de silencio, pensemos en todo lo que representa el Escudo de


nuestro país, departamento o municipio y pidamos por nuestros gobernantes para
que vean en el ejercicio del poder, un servicio que dignifica la vida de todos por igual.

Ahora, hagamos juntos la oración que Jesucristo nos enseñó: Padre Nuestro…

60 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Para recordar

“Apacienten la grey de Dios que les está encomendada” (1P 5, 2).

EG: Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.


GS: Constitución Pastoral Gaudium et Spes.
Siglas Mt: Evangelio según San Mateo.
1P: Primera Epístola de San Pedro.
Sb: Sabiduría.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 61


Encuentro 7

Inequidad social
“La inequidad es raíz de los
males sociales” (EG, 202)
Objetivo
Fortalecer el compromiso de ser justos y equitativos en nuestras decisiones.

Signo
La imagen de una balanza.

Oración
Invocación trinitaria: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

R/ Amén.
Animador: Oh Dios, que diste un origen idéntico a todos los pueblos y que de ellos
quisiste congregar una sola familia para Ti, llena los corazones de todos con el fuego
de tu caridad y dales el deseo de un justo progreso para sus hermanos, para que,
gracias a los bienes que abundantemente a todos dispensas, cada uno se realice como
persona humana y, suprimida toda división, se consoliden en la sociedad humana la
justicia y la equidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos11. R/ Amén.

Acercamiento a la realidad
El caso del carpintero

Había en Japón un carpintero llamado Hanshichi. Era muy trabajador, pero una larga
enfermedad le había impedido pagar su renta por un tiempo. La deuda con Jirobei,
su casero, creció hasta sumar treinta monedas. Éste se presentó un día para exigirle
el pago. Al no recibirlo, le pidió que abandonara el departamento y le quitó sus
herramientas de carpintero como garantía del pago de la deuda. Hanshichi se mudó
a otra casa. El dueño de ésta, llamado Jubei, era una persona comprensiva, lo recibió
y lo ayudó a recuperar su salud. Cuando supo que su inquilino no podía trabajar pues
no tenía herramientas, le prestó diez monedas. Le dijo que se las llevara a Jirobei
para que se las regresara, y que le prometiera pagarle el resto cuando tuviera trabajo.

11 CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Misal Romano. 4 ed. Bogotá. Quebecor World Bogotá, S.A.
2008. p. 948.

64 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
El carpintero siguió sus instrucciones, pero Jirobei no hizo caso. Le dijo que no le
devolvería las herramientas a menos que le pagara las treinta monedas de una sola
vez. Desesperado, Hanshichi decidió recurrir a la corte del juez Ooka, célebre por
sus decisiones justas. El juez le indicó a Jubei que le prestara otras veinte monedas
de plata a Hanshichi para recuperar sus cosas. Así se hizo. Después el juez citó a
todos a la corte. ¿Cuántos días dejaste de trabajar por carecer de tus herramientas?
preguntó a Hanshichi. Unos cien días, señoría respondió él. ¿Y cuánto ganas al día?
Es muy variable, pero más o menos una moneda.

Entonces el juez pronunció su veredicto: Escucha Jirobei, tú eres un hombre rico y, a pesar
de ello, eres muy cruel con los pobres. No comprendiste la situación de Hanshichi ni
quisiste ponerte en tus zapatos. Él ya te pagó todas las rentas que te debía. Ahora eres tú
quien debe de pagarle lo que dejó de ganar porque tú no le devolvías las herramientas.
Si gana una moneda al día, y han pasado cien días, tienes que entregarle cien monedas.
Jirobei se sintió muy disgustado con esta decisión, pero no le quedó más que obedecer
la orden. Le entregó las monedas a Hanshcichi. Éste le pagó a Jubei el dinero que le
había prestado y el caso se cerró. A partir de entonces todos entendieron lo importante
que es comprender la situación de los demás y actuar sin buscar provecho.

Relato tomado de los cuentos del Juez Ooka.

Animador: Después de escuchar este relato, reflexionemos a partir de unas preguntas


sobre la inequidad social.

¿Qué entendemos por inequidad y cómo se evidencia en el relato?


¿La inequidad genera violencia? ¿En qué se evidencia en nuestro país?
¿La distribución de los recursos económicos en el país es equitativa? Dar razones.

Encuentro con la Palabra


Animador: Del libro de los Hechos de los Apóstoles.

Perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del


pan y en las oraciones. Todo el mundo estaba impresionado y los apóstoles hacían
muchos prodigios y signos. Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común;
vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada
uno. Con perseverancia acudían a diario al templo con un mismo espíritu, partían el
pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón; alababan
a Dios y eran bien vistos de todo el pueblo; y día tras día el Señor iba agregando a
los que se iban salvando (Hch 2, 42-47).

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 65


Palabra de Dios

R/ Te alabamos Señor
Animador: Volvamos sobre el texto bíblico apoyados en las siguientes preguntas:

¿Cómo ilumina el relato bíblico al tema de la inequidad?


¿Qué aprendizaje significativo nos deja la lectura?
A partir del mensaje que nos deja la lectura: ¿Cómo se puede acabar la inequidad?

Momento de reflexión
Este encuentro nos anima a fortalecer el compromiso de ser justos y equitativos
en nuestras decisiones. Por eso, el cuento del carpintero nos enseña que antes
de tomar decisiones, debemos pensar si éstas afectarán a los demás, no sea que
terminemos como Jirobei pagando un alto precio por nuestra conducta indiferente
ante la necesidad de los demás.

La inequidad social es sinónimo de egoísmo, injusticia, individualismo, pobreza,


corrupción, desigualdad y exclusión, hechos que degradan la dignidad del ser humano.
De ahí la necesidad de un mayor reconocimiento de la igualdad en dignidad entre
las personas, dado que tenemos la misma naturaleza y origen al ser creados por
Dios. De esta forma, lograremos superar toda forma de discriminación y atentado
contra los derechos humanos (cf. GS, 29).

Para cumplir con tal propósito, hay que partir de la premisa del amor al prójimo,
el cual invita a todos a suprimir las graves desigualdades sociales y las enormes
diferencias en el acceso a los bienes. Esto suscita la creación de estructuras que
contribuyan en la consolidación de un orden social, económico y político en el que
no haya inequidad y donde haya posibilidades para todos, así como estructuras que
promuevan una auténtica convivencia humana (DA, 205; 384).

El texto bíblico que acabamos de escuchar de los Hechos de los Apóstoles, presenta
las claves que nos pueden ayudar a construir la equidad social, a través de la vida
en comunión, oración y compartiendo con alegría lo que tenemos con aquellos
que necesitan. Es momento de romper con el silencio que en ocasiones asumimos,
y levantar la voz desde nuestros contextos y realidades, en favor de los pobres, los
descartados de la sociedad, que son explotados y oprimidos. Romper el silencio
es asumir con firmeza el ejemplo del Buen Samaritano (cf. Lc 10, 29-37) y hacernos
prójimos con aquellos que sufren y son víctimas de la desigualdad e injusticia social.

66 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
La inequidad se constituye como una raíz de la violencia, porque en Colombia
continúa la enorme brecha entre ricos y pobres, no sólo referida a las personas,
sino también a las regiones. Dicho de otra manera, los distintos sistemas que nos
rigen socialmente [político, económico, educativo, salud, empleo] generan exclusión
y no brindan igualdad de oportunidades para que las personas y regiones menos
favorecidas tengan vida digna y mejores oportunidades de desarrollo. Por ello, todos
como sociedad debemos procurar, garantizar y velar, por sistemas más incluyentes,
más justos, más acordes a los valores del Evangelio.

En esta misma línea, el papa Francisco en su visita apostólica al país, nos animó
a poner la mirada en todos aquellos que hoy son excluidos y marginados por la
sociedad, aquellos que no cuentan para la mayoría y son postergados y arrinconados.
Nos recordó que todos somos necesarios para crear y formar la sociedad. Esta no se
hace sólo con algunos de “pura sangre”, sino con todos. Y aquí radica la grandeza
y belleza de un país, en que todos tienen cabida y todos son importantes (Discurso
del papa Francisco a las autoridades, el cuerpo diplomático y algunos representantes
de la sociedad civil, septiembre 7 de 2017).

Compromiso de vida
Animador: Como fruto de este encuentro estamos llamados a:

Ser equitativo en nuestras decisiones.


Poner nuestras capacidades al servicio de quienes las necesiten.
Promover en la familia, lugar de trabajo, comunidad parroquial, una cultura del
encuentro que supere la inequidad social.

Celebración
Canto (Se propone el que aparece a continuación, pero se puede escoger otro
que se considere apropiado).

“Yo tengo fe” (Palito Ortega)


Yo tengo fe que todo cambiara
que triunfará por siempre el amor
yo tengo fe que siempre brillará
la luz de la esperanza no se apagará jamás.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 67


Yo tengo fe yo creo en el amor
yo tengo fe también mucha ilusión
porque yo sé será una realidad
el mundo de justicia que ya empieza a despertar.

Yo tengo fe porque yo creo en Dios


yo tengo fe será todo mejor
se callará el odio y el dolor
la gente nuevamente hablará de su ilusión.

Animador: Después de haber reflexionado sobre la inequidad social, presentemos


al Señor libremente nuestras intenciones, para que transforme los corazones de
aquellos que rechazan todo acto de equidad y digamos: Señor escúchanos.

Ahora como signo de comunión, elevemos junto la oración del Cristo negro de Bojayá.
Oración que nos invita a poner la balanza del lado de la justica, la reconciliación y la paz.

Oh Cristo negro de Bojayá,


que nos recuerdas tu pasión y muerte;
junto con tus brazos y pies
te han arrancado a tus hijos
que buscaron refugio en ti.

Oh Cristo negro de Bojayá,


que nos miras con ternura
y en tu rostro hay serenidad;
palpita también tu corazón
para acogernos en tu amor.
Oh Cristo negro de Bojayá,
haz que nos comprometamos
a restaurar tu cuerpo.
Que seamos tus pies para salir al encuentro
del hermano necesitado;
tus brazos para abrazar
al que ha perdido su dignidad;
tus manos para bendecir y consolar
al que llora en soledad.

Haz que seamos testigos


de tu amor y de tu infinita misericordia. R/ Amén.

68 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Para recordar
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados” (Mt 5, 6).

DA: Documento de Aparecida. V Conferencia del


Episcopado Latinoamericano.
EG: Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.
Siglas GS: Constitución Pastoral Gaudium et Spes.
Hch: Hechos de los Apóstoles.
Lc: Evangelio según San Lucas.
Mt: Evangelio según San Mateo.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 69


Encuentro 8

La corrupción
“Muchas veces la misma política es
responsable de su propio descrédito,
por la corrupción y por la falta
de buenas políticas
públicas” (LS, 197)
Objetivo
Evitar en nuestra vida actos de corrupción.

Signo
Una imagen con mucho dinero.

Oración
Invocación trinitaria: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

R/ Amén.
Animador: Oh Dios, que revelaste que serán llamados hijos tuyos quienes trabajan
por la paz; concédenos instaurar aquella justicia sin interrupción, que es lo único
que garantiza una paz firme y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los
siglos12. R/ Amén.

Acercamiento a la realidad
La gallina de los huevos de oro

Había una vez un granjero muy pobre llamado Eduardo, que se pasaba todo el día
soñando con hacerse muy rico. Una mañana estaba en el establo -soñando que tenía
un gran rebaño de vacas- cuando oyó que su mujer lo llamaba.

¡Eduardo, ven a ver lo que he encontrado! ¡Oh, éste es el día más maravilloso de
nuestras vidas!

Al volverse a mirar a su mujer, Eduardo se frotó los ojos, sin creer lo que veía. Allí
estaba su esposa, con una gallina bajo el brazo y un huevo de oro perfecto en la
otra mano. La buena mujer reía contenta mientras le decía: No, no estás soñando.

12 CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA. Misal Romano. 4 ed. Bogotá. Quebecor World Bogotá, S.A.
2008. p. 950.

72 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Es verdad que tenemos una gallina que pone huevos de oro. ¡Piensa en lo ricos que
seremos si pone un huevo como éste todos los días! Debemos tratarla muy bien.

Durante las semanas siguientes, cumplieron estos propósitos al pie de la letra. La


llevaban todos los días hasta la hierba verde que crecía junto al estanque del pueblo,
y todas las noches la acostaban en una cama de paja, en un rincón caliente de la
cocina. No pasaba mañana sin que apareciera un huevo de oro. Eduardo compró
más tierras y más vacas. Pero sabía que tenía que esperar mucho tiempo antes de
llegar a ser muy rico.

Es demasiado tiempo -anunció una mañana-, estoy cansado de esperar. Está claro
que nuestra gallina tiene dentro muchos huevos de oro. ¡Creo que tendríamos que
sacarlos ahora!

Su mujer estuvo de acuerdo. Ya no se acordaba de lo contenta que se había puesto


el día en que había descubierto el primer huevo de oro. Le dio un cuchillo y en pocos
segundos Eduardo mató a la gallina y la abrió. Se frotó otra vez los ojos, sin creer
lo que estaba viendo. Pero esta vez, su mujer no se rió, porque la gallina muerta no
tenía ni un solo huevo.

¡Oh, Eduardo! ¿Por qué habremos sido tan avariciosos? Ahora nunca llegaremos a
ser ricos, por mucho que esperemos.

Autor: Esopo

Animador: Después de escuchar esta fábula, reflexionemos a partir de unas preguntas


sobre la corrupción.

¿Por qué Eduardo y su esposa se quedaron sin nada?


¿Qué relación hay entre la avaricia y la corrupción?
¿Es posible que la corrupción genere violencia? ¿Por qué?

Encuentro con la Palabra


Animador: Del Evangelio según San Lucas.

Entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo,


jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa
del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a
un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 73


sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que
hoy me quede en tu casa». Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. Al
ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un
pecador». Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes
se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de
Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba
perdido» (Lc 19, 1-10).

Palabra del Señor

R/ Gloria a ti, Señor Jesús


Animador: Volvamos sobre el texto bíblico apoyados en las siguientes preguntas:

¿Qué relación encontramos entre el Evangelio y el tema de la corrupción?


¿Qué mensaje nos deja el encuentro entre Jesús y Zaqueo?
¿Cómo podría llegar la salvación para quienes ejercen la corrupción?

Momento de reflexión
Este encuentro nos invita a que evitemos en nuestra vida actos de corrupción. Con
ese propósito, encontramos en la fábula de la gallina de los huevos de oro, que
la avaricia es una de los primeros pasos para la corrupción. Cuando tenemos afán
de conseguir riquezas, de tener mucho dinero, somos capaces, como Eduardo, de
pasar por encima de los demás y acabar con aquello que nos proporciona bienestar.
La corrupción es uno de los problemas que afecta significativamente a Colombia,
porque amenaza la construcción de la paz, es un mal que permea la sociedad en
sus estructuras fundamentales, limita el progreso como sociedad al privar de calidad
de vida (salud, educación, recreación, empleo) a las personas, sobre todo a las más
necesitadas y excluidas al margen de la historia. La corrupción además, genera
incredulidad en la democracia, porque se distorsiona el papel de las instituciones
políticas, que han traicionado los principios morales y las normas de la justicia
social (DSI, 410-411).

El papa Francisco se refiere a la corrupción como un cáncer social que se arraiga


en muchos países dejando como consecuencia el subdesarrollo y la pobreza, el
analfabetismo, las dificultades alimenticias, la ausencia de estructuras y servicios, la
carencia de medidas que garanticen la asistencia básica en el campo de la salud, la

74 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
falta de agua potable, la precariedad de las instituciones y de la misma vida política (cf.
EG, 60; DSI, 447). Todas estas consecuencias, se constituyen en estructuras opresoras,
injustas, incluso, en un pecado estructural donde pocos tienen mucho y muchos
tienen poco, como lo denunció en su momento la II Conferencia del Episcopado
Latinoamericano [Medellín].

El papa Francisco en su visita apostólica a Colombia, nos exhortó a estar atentos


ante la corrupción, nos dijo que el diablo entraba por el bolsillo y comenzaba poco
a poco a enraizase en el corazón y acaba desalojando a Dios de la propia vida. Por
eso, no se puede servir a Dios y al dinero (Mt 6,21.24), no se puede servir a dos
señores, el dinero si te agarra no te suelta, será tu señor desde tu corazón (Discurso
del papa Francisco a sacerdotes, religiosos, consagrados, seminaristas y sus familias,
septiembre 9 de 2017). Por ende, si hemos caído en actos de corrupción estamos
llamados a la conversión, tal como hizo Zaqueo para alcanzar la salvación.

Recordemos que, si no somos capaces como sociedad de romper esta lógica perversa
de la corrupción, seguiremos sin afrontar los grandes problemas de la humanidad.
Por tal motivo, la ciudadanía, a través de organismos no gubernamentales y asocia-
ciones intermedias, debe exigir de los gobiernos la implementación de normativas,
procedimientos y controles más rigurosos. Cuando esto se lleva a la práctica, se está
reflejando una sociedad sana, madura y soberana (LS, 177; 179; 197).

Compromiso de vida
Animador: Como fruto de este encuentro estamos llamados a:

No consentir o alcahuetear hechos de corrupción.


Generar una cultura de la legalidad en el hogar, en el trabajo y en la vida social
o comunitaria.
Dedicar una oración por aquellas personas que, en su mal uso de la libertad, han
obrado egoístamente por la corrupción.

Celebración
Canto (Se propone el que aparece a continuación, pero se puede escoger otro
que se considere apropiado).

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 75


“Pescador de Hombres” (Cesareo Gabaraín)
Tú has venido a la orilla,
no has buscado ni a sabios ni a ricos.
Tan sólo quieres que yo te siga.

Coro
Señor, me has mirado a los ojos,
sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca:
junto a Ti buscaré otro mar.

Tú sabes bien lo que tengo,


en mi barca no hay oro ni espada,
tan sólo redes y mi trabajo.

Coro
Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse,
amor que quiera seguir amando.

Animador: A las siguientes intenciones nos unimos diciendo: Dios de misericordia,


escúchanos.

Te pedimos Señor por la Iglesia, para que iluminada con tu Santo Espíritu,
pueda seguir evangelizando el corazón de todos sus hijos. R/
Te pedimos Señor por los que gobiernan las naciones, para que les concedas
sabiduría e inteligencia y vean en el poder un servicio para ayudar a los más
necesitados. R/
Te pedimos Señor por esta comunidad reunida en tu nombre, para que nos
ayudes a aborrecer el pecado de la corrupción que limita la vida digna de
nuestro prójimo. R/

Ahora, hagamos juntos la oración que Jesucristo nos enseñó: Padre Nuestro…

76 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Para recordar

“Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” (Mt 6, 21).

DSI: Doctrina Social de la Iglesia.


EG: Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium.
Siglas Lc: Evangelio según San Lucas.
LS: Carta Encíclica Laudato Si.
Mt: Evangelio según San Mateo.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 77


Encuentro 9

Celebración
por la paz
“Bienaventurados los que trabajan
por la paz, porque ellos serán
llamados hijos de Dios” (Mt 5,9)
Cantos de entrada
Hazme un instrumento de tu paz (Sebastián Templo).

Hazme un instrumento de tu paz


donde haya odio lleve yo tu amor
donde haya injuria tu perdón señor
donde haya duda fe en ti

Maestro ayúdame a nunca buscar


el ser consolado sino consolar
ser entendido sino entender
ser amado sino yo amar

Hazme un instrumento de tu paz


que lleve tu esperanza por doquier
donde haya oscuridad lleve tu luz
donde haya pena tu gozo señor

Maestro ayúdame a nunca buscar


el ser consolado sino consolar
ser entendido sino entender
ser amado sino yo amar.

Vaso nuevo (Autor desconocido).

Gracias quiero darte por amarme


gracias quiero darte yo a ti señor
hoy soy feliz porque te conocí
gracias por amarme a mí también

Yo quiero ser señor amado


como el barro en manos del alfarero
toma mi vida hazla de nuevo
yo quiero ser un vaso nuevo

Te conocí y te amé
te pedí perdón y me escuchaste
si te ofendí perdóname señor
pues te amo y nunca te olvidare

Yo quiero ser señor amado


como el barro en manos del alfarero
toma mi vida
hazla de nuevo
yo quiero ser un vaso nuevo

80 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Encuentro con la Palabra
Animador: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

R/ Amén.
Oh Dios, que revelaste que serán llamados hijos tuyos quienes trabajan por la paz;
concédenos instaurar aquella justicia sin interrupción, que es lo único que garantiza
una paz firme y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. R/ Amén.

Animador: De la epístola a los Hebreos.

Procuren la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Velen para
que nadie se vea privado de la gracia de Dios; para que ninguna raíz amarga retoñe
ni los turbe y por ella llegue a contagiarse la comunidad (Hb 12, 14).

Palabra de Dios

R/ Te alabamos Señor
Animador: Durante todo este peregrinar a través de los encuentros, el Señor nos
ha permitido ir conociendo de manera comunitaria, las raíces de la violencia que
tanto daño han causado a nuestra sociedad colombiana. Ahora, es momento de
discernir en nuestras raíces de la violencia, aquellas que nos han hecho alejarnos
de Dios, ser indiferentes ante el sufrimiento de los demás, no valorar el don de la
familia o consentir actos corruptos e injustos. Esas raíces nos impiden entrar en una
auténtica cultura del encuentro y construir puentes hacia la civilización de amor. Una
vez podamos reconocer nuestras raíces de la violencia, caminaremos hacia la paz y
la santidad para experimentar la gracia de Dios.

Un compartir
Animador: Cada participante realizará un ejercicio individual sobre sus raíces de la
violencia.

Implementos: Hojas, esferos y un lugar propicio para realizar una pequeña


fogata.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 81


Ejercicio:

Tomemos una hoja en blanco y un esfero, allí escribiremos aquellas realidades


que nos hacen ser violentos. Por ejemplo: Soy soberbio, intolerante, iracundo,
egoísta, envidioso, etc.
Luego vamos a discernir sobre las raíces de esa violencia. Es decir, por qué eso que
escribí me hace actuar así. Ejemplo: Actúo con violencia cuando soy intolerante
porque no tengo paciencia con los demás.
Por último, escribiremos cuáles han sido los frutos de esos hechos violentos.
Ejemplo: Por ser intolerante, mis seres queridos se han alejado de mí, no hay
comunión, armonía y amor en la familia, etc.

Una vez terminado el ejercicio, cada uno se dirigirá a la fogata con la hoja y en silencio
le pedirá al Señor que pase por esas situaciones violentas de su vida y lo convierta
en instrumento de paz. Luego arrojará al fuego la hoja como signo de romper con
el hombre viejo y comenzar con Cristo un hombre nuevo.

Compromiso de vida:

Animador: Como fruto de todo este peregrinar estamos llamados a:

Reconciliarnos con aquella persona que estamos disgustados.


Ser tolerante consigo mismo y con los demás.
Pedir al Señor que transforme los corazones violentos en corazones dispuestos
a amar.

Ahora como un signo de fraternidad, nos damos la paz unos a otros, hacemos la
oración de la pos-visita del papa Francisco a Colombia y terminamos con un ágape.
Para esto último, cada participante llevará alimentos y bebidas para compartir.

Padre de bondad,
te damos gracias por la Visita del papa Francisco a Colombia;
su presencia y sus palabras han sido bálsamo, alegría y esperanza,
para el alma y el corazón de nuestro pueblo.

Te suplicamos, por mediación de tu Hijo,


que, habiendo dado el primer paso con el Santo Padre,
nos comprometamos decididamente a continuar
anunciando a Cristo con mayor entusiasmo y coherencia,
de modo que Colombia viva la experiencia de la nueva Evangelización
y todos seamos artesanos de la reconciliación.

82 “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte” Papa Francisco
Espíritu Santo, ayúdanos a discernir los caminos que debemos seguir,
bajo la guía de las palabras del Sucesor de Pedro.
Infunde en nuestros corazones el valor y la perseverancia,
para alcanzar la justicia, la verdad y la unidad
que son tan necesarios para los colombianos.

Virgen del Rosario de Chiquinquirá, acompáñanos maternalmente,


para que sigamos fielmente a tu Hijo y con nuestras vidas
demos gloria a su nombre. Amén.

Para recordar
“Busca la paz y anda tras ella” (Sal 34, 15).

Hb: Epístola a los Hebreos.


Siglas Mt: Evangelio según San Mateo.
Sal: Salmo.

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar 83


Este libro se terminó de imprimir en Diciembre de 2017
en la ciudad de Bogotá D.C. en los talleres de Pictograma Creativos S.A.S.
Tels.: 300 08 81 - 704 6140 • www.pictogramacreativos.com
Colombia, abre tu
corazón de pueblo de

Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar


Dios, déjate reconciliar
“El odio no tiene la última palabra,
el amor es más fuerte”
Papa Francisco

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