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DDASHIELL HAMMETT saan cHANDLt CUENTOS “mone om | POLICIALES PETER CHEYNEY de la scone | SERIE NEGRA oO EDITORIAL TIEMPO CONTEMPORANEO senos aines > OnE mAh y IARDO OCAMFO ‘io et ‘hos noccaao acca, 1069 2a abe, 1973 ons 4 aed AEST, ‘ee cette ave sone I 1 (Dan ico or enti By Fre ton EO CONTENPORANED, 5.8.1 Vane 8, Indice Seleccién y notes © Exauso Rewzt Un hombre lamado Spade 17 Dastnext, Hanserr Gas de Nevada 55 Rayon Cuanouen Impulso creador 107 En Srantay Gann No mires als 135 Frenne Brows [La muchacka de la tormenta 149 Janes M. Caw La rabia imaginaria 163 Ross MacDowao No te metas con una mujer 197 Penan Curyxer |AYMOND CHANDLER * de Nevada fooo Caxouass estaba en el centro del frontin, el enorme Jeuerpo doblado en la cintura, sosteniendo delicadamente Ia pelotita negra entee el pulger y el indice de ta mano iz- jquerda, La dejb caer cerea do la linea de servicio y la golped con Ia paleta. La peltita chocé en Ta pared un poco mis artiba del centro, Volvé flotanda en una curva alta y perezosa, roz6 fapenas el cielo raso blanco y las Inces que ardian debris de protectors de alambre, Se desizs, nguida, por It pa red taser, sn tocarla lo sufiiente para rebota Georg Dial le lanai un golpe descuidado, al extremo ‘que sw paleta chocd contra Ia pared trasera de cemento. La pelota cay muerta. Asi es el asunto jefe —Aljo George. 21a M4. Usted ces demasiado bueno part mi. George Dial era alto, moreno, bello, hollywoodesco. Bra moreno y delgado, y tenfa un aspeeto duro, de hombre que vive al se libre. Todo en él era duro, salvo sus bios roturdos y suaves, y sus ojos, grandes, bovinos. Si. ‘Siempre fui demasiado bueno para usted dijo ogo Candless con una risita ahogada, ‘Se echd hacia atris y xi6 con la boca abierta de par cn par. Elsudor le brillaba en el pecho y el vientre. Esta ba desnudo, aparte de los pantaloneitos azules, las medias isan Galina y limite del gfocra, sas dimes novelas (BL largo ait, Plaack) vtlizando ls procedinictes y el Inunde de Ta novela ner, etin mls cerca de Scot Fitzgerald qe de Tamer. 5 de lana blanca y las pesadas zapatills con suclas de eréye | ‘que Tevaba puestos. ‘Tenia cabello gris y un ancho rosteg de Juna Mena, con boca y nariz pequefits, ojos penetrantes y chispeantes. = Quicre otra paliza? —pregunt6, =No, a menos de’ quo sea obligatori, ‘Hugo Canaless fruncié el coiia, ~Estd bien —dijo ‘con sequedad, Se metié la paleta | bajo el brezo y sacd del bolsillo de los pantaloncitos una tabaquere de hule, extrafo de ella un eigarilo yun fos. foro, Encendié el cigarilo con un floreo yarrojé el fosforo al piso, donde algiin otro tendria que levantaro, Abrié la puerta del frontén y se pavoned por el corre- dor on dieceién a la sila de los guardarropas, con el pecho sbombado, Dial caminé tras él en silencio, con pasos fell ‘nos, las pisadlas inaudibles, con una gracia'elistica, Se di. rigieron 2 las duchas, Candless canté bajo el agua, eubierto el cuerpo de espuma, se dio una ducht helada ‘después de la caliente y le gust. Se seed con inmenso placer, tomé otra toalla y Sllé a grandes zancaday,Tmando a pts pra qu Ie Ne vasen hielo y ginger ale, Un negro de rigida chagueta blancs legé corriendo on una bandeja, Candles firmé Ia cuenta con gestos am. polosos, abr su gran guardarropas dable y depositd una botella de Johnay Walker en Ja mesa verde, redonda, que habia en ef pasllo, entre los armarios. Fl camarero mezcl6 las bebidas con enidado —dos—, dijo "St, seg, Mite’ Candless” y se fue con una moneda de un cuarto de délar oculta en la palma de la mano. George Dial, ya completamente vestido con un elegan- te taje de franela gris, aperecié por una esquina del pasillo y tomé una de las bebidas. = {Terminé el di, jefe? —Micb la hax del cielo raso a través de Ia bebida, con los ojos entrecerrados. —Supongo que si —respondié Candless con amplitud— Greo que ing a casa y le daré un festin a mi mujercita, —Lanz6 a Dial una mirada ripida, de soslayo, de sus ojitos, 6 —¢No le molesta sino viajo con usted? ~pregunts Dial mn tono negligent, aon Th rai 10. Le molestark a Naomi ~respondis Candles n vor desagradable. © Dial emitié un sonido suave, se encogié de hombros y eet pea ae pes okt Candless no respondié, no lo mies, Dial se queds de pie Sambi on ln bebida ‘on Ia mano, y mité al nombréa {ue Se ponia ropa interior de seda, con monogram, eile: thes coor prpura con relojes gvse, una camist de seda on monograms, un traje de enadritos Blancos y negios que to hizo parecer tan grande como vm granero, ‘Cuando Meg Ia corbata pirpura, grté.al negro para aque vovlese a preparacle otra bebida, Dial rechazé el segundo trago,saludé con la cabeza, se alej6 con suavidad, pisando la esters, ente los altos ar. saris verdes. Candless termin6 de vestrse bebid su segundo trago, aguaudé la botella y se meti6 en la boea yn grieso cgarz. Tian que el negro so lo encendiera, Se fue pavoneindose, y distibuyendo varios saludos estreptosos aqui y ali, Cuando salié, el cuarto de les armarios parecié muy sieneioso. Hubo algunas ristas abogadas, Fuera del club Delmar, llovia, El portero de librea ayudé a Hugo Candless a ponerse su impermeable blanco, con cinturén, y fue a buscar el auto, Cuando lo tuvo frente ale marquesina, sostuvo un paraguas sobre la cabeza de Hgo en el trayecto sobre el enrejado de-madera, hasta el condn. El coche era una limousine Lincoln azul oscura, ‘con una franja color castafo claro. El mimero de la chapa’ em BAB, El chofer, de impermeable negro con el cvello levan- tado hasta las orfas, no se volvis. El portero abrié la por- tezuela y Hugo Canilless se introdujo y se hundié pesida- mente en el asiento traser, a =Noches, Sam, Decile que me Heve a eas, El portero se evs ln mano a la gora, cer la puerta trasmiti Ia orden al conductor, quien asintié sin volver cabezt. El coche se alejé bajo la luvia. TEI agua caia al seago, y en las esquines, repentinas rafagas de viento la Ianzaban, repiqueteando, conta las ven tanilas del coche. En las intersecciones habia racimos de iente que trataba de cruzar Sunset sin ser salpieada, Hugo Gandless los mid, sonriendo con lstima, EL coche salié de Sunset, cruz6 Sherman y giré hacia Ia colinas, Empezaba a aumentar la velocidad. Ahora co- ria por una avenida en la cual el trinsito era escaso. Hacia mucho calor en el interior. Las ventaillas es- taban cerradas, y el tabique de vidrio, detrés del asiento del | ‘conductor, completamente cerrado. El humo del cigarro de Hugo restltaba pestdo y asfixante. ‘Cancless fruncié el enteecejo y extendié una mano para bojar una ventanill, La manivela no funcionabas Probé | en lotta portezoela. ‘Tempoco funcionaba, Comenz6 a ‘enfurecerse. Tomé el pequefio auricular para gritarle al ‘eonductor. No habia tal auricular. El auto vtb de golpe y empezb a trepar por una larga ‘cuesta rets, con frboles de eucaipto a un eostado y nin- gona casa. Candles sintié que algo flo le recor ta es- palda, de aria abajo, por Ia eolumna vertebral, Se inctin6 ¥ golped en el vidrio con el pufio. El conductor no volvié fa cabeza, El coche subfa a gran velocidad por Ta Targa carretera oscura do la eli . ‘Hugo Candless se precipits, colic, hacia el pieaporte do It portezuela, No habia picaporte en ninguno de Tos dos laos, Una sonrise enfermiza, inerédul, se dibujs en Ja ancha carota de luna llena de Hugo. El conductor se incling hacia Ta derecha y tomé algo con Ta mano engumntads, Hubo un repentino y agudo son do sibilante. Hugo Candless comenzé 2 peribir el olor de almendrs. ‘Muy débil al px muy débil, y mis bien agra- dable, EI sonido sibilante continué, El olor de almendras se volvié amargo, dspero y mortfero. Hugo Candless dej6 8 el egnro y golped con todas sus fucress en el vivo. Geta veotanilla mis prérima, "Fl vidrio no se quebré. TH auto estaba alors en ia ima do la cust, lejos ine tasive de lt hoes poco frecuentes do los bari resin: siales, Gandless se osplomé en el asientoy Tevant6 el pie pra doipet con Fer el tabigue de vidrio que tenia de- Time. No pico terminar el puntapié, Sus ojos ya no velan. Si rosto se cotraj en una teeny su eabeza cay contra al sespalo, plastada conta ss graess hombres. Sa som- nero blandoy de filtro bsnco, era una mass afore en 1 voluminos crinen cundrada, HL conductor micé ripidamente hacia atrés, mostrando dlwante un instante un rosto delgado, de faccionesaguile- fas, Luego volvié a inclnare hacia la derecha,y el sonido siilante se interrumpis, Se detuvo al costado del camino desiro, cer6 el con- tact, apagé todas las Iuces, La lovin prodacia un ruido apagado al cger sobre el techo, El conductor descendié bajo la Iuviay abrié Ta porte- sucla trasera del auto; lego retrocedis con rapier, apre- tindose Ia nari Se quedé durante un rato a un costado, mirando hacia uno y otto lado de la carretera, En la parte trasera de Jn limousine, Hugo Cendless estaba inv Francine Ley estaba sentada en un aillin rojo, bajo, junto a'una mesta en Ta que habla un cenicero de alabasro El humo del cigarilo quo acababa de dejar en el cenioero flot6 hacia ariba y traz6 dibujos en el cite inmdvil y clic do, Tenia Jas manos entrelazadas detrés de la moca y sus ojos color azul humo eran perezosos,invtadores. Su cabe- Ib castao oscuro estaba peinado en ondas sueltas. En las ‘eoncavidades de las ondas habia sombras azules. George Dial se inclino y Ia bes6 con fuerza en Tos la bios, Sus propios labios estaban calientes cuando la bes, y 5 se estremecié, La joven no se movié, Le sonrié perezos ‘mente cuando volvié a enderezarse. Con voz espese, ronea, Dial dijo: ~Eseuchime, Francy. gCuindo pensés abandonar a e fallero y dejarme que te insale? Francine Ley se encogid de hombres, sin sicar las ma: nos de atris de fa cabeza, | Es un jugador decente, George dijo arratrando la vou. Hoy en dia eso es algo, y vos no tenés suficiente| dinero, =Puedo conseguir, | =,Cémo? ~Su vor. era baja y ronca, Hizo vibrar ¢ George Dial como un violoncelo. | De Candless. $6 muchas cosas sobre ese péjaro, | = Como por ejemplo? Dial le sonrié con suavidad. Abrié los ojos en una ex. presién deliberadamente inocente, Francine Ley pensd que el blanco de sus ojos tenfa un tnte apenas perceptible de tun color que no era blanco, Dial blandié un cigarillo apagado, Mucho... Por ejemplo, que el afio pasado vendié a lero de Reno. El hermanasiro del pistolero tenia, tuna acusicién de asesinato aquf, y Candless recibié venti cinco mil délares para salvarl. 'Hizo un tato eon el fiseal de distrito en relacién con otro caso y dej6 que condensran al hermano del pistolro, =2Y qué hizo el pistolero? —pregunt6 Francine con auteurs, . = —Todavia... nada, Supongo que cree que las cosas fie- on hechas con honestidad. No siempre se puede ganar. Pero podria hacer mucho, si 10 supiera ~dijo Fran- ine, asintendo-, ceria etre lo sfcente como para qo una de las pace tes aera se aber e gale De Fuso past por la portezucla on un zambullida de cabeza, La tera Bland To golpe, fe coté un tnt Ts 68 respiracién, Lnego sus psimones respiratonaite lnipio, Ro- Avsobre el estomagoy Tos codos, mantuvo fn cabaa baja, Jn mano de Ie pistola en alto EL hombre de rostro aguilefo estaba de rollas « wos doce metros de distancia, De Ruse lo vio sacar una pistola el bolsllo y levantark El arma de Chuck palpité y rugié en la Ruse hasta quedar vaeia, El hombre de rostro aguilofo se plegs con lentitud y su cuerpo se unié a las densis sombras y al suelo mujado. ‘Alo Jejos, en Riverside Drive, pasiban coches. La uvia goteaba de los rboles. El fro del paryue Grifth gicaba en el cielo cermado, El resto era oscuridad y silencio, De Ruse inspir6 profundamento y so pusd de pio. Pej caer el arma vacka, sie6 del bolsillo una pequeta linterna clietriea y se apreté el euello del abrigo conta la hoes y Jn nariz, Se divigié al eoche, apagé las huces y apants ol hnaz de ln de ls interna hacia et compartimiento del con- ductor, Se inelinS con rupiles y core ona lave ea un cilindro de eabre parecido aun extinguidor de incendios, Se interrumpié el ruido siblante del gis Se acereé al hombre de vostro aguilefo, stabs muer- to, En sus bolsilos habia algiin dinero suelo, billeies y moneda, cigncilos, un Hibrito de fisforos del Club Bayt, algunos eargadores de repuesto, lu 38 de De Ruse; nu lle” vaba carters, De Ruse se guardé ln 38 y se incorpo. Miré a través de In oscuridad del lecho del nfo Las An: Beles, hacia las Iuces de Glendale, nln media distance un Hetrero de neén verde, muy lejos de evalgiier otra hur, se apagibs y encendia: Club Egypt. De Ruse sonri6 y volvié al Lincoln. Arrasté el cuerpo de Chuck por el suclo mojado, El rostro rojo de Chuck estaba ahora azul, bajg la luz de le Tinterna. Sus os abier- tos miraban fijamente. Su pecho nose movfa, De Ruse ej6 la lintema y revis6 varios bosllos mis. Encontté las cosas habituales que leva un hombre, inclusive ta eartera con tna licencia de conductor emitida 4 nombre de Charles Le Grand, hotel Metropole, Les ane 6 sno de De: i gles. Encontrd mis fésforos del Club Egypt yuna Thve dle botel con una chapita ca la que se Hea: 808, tel Me- tropole. Se guard la Taye en el bobs, cenré Ja porteznela del Linco, se introdujo bajo el yolate, EL motor se en endl, Higo retroceder el coche, alejindolo del érbol con tur erujido de metal oto del guardabartos deantero, lo hizo tira con Jntitud sobre J tera blanda y Jo Mews de vuelta 2 fa eavzetera Gunado Hlegs otra vea a Riverside apag6 las luces y nfl cin Hollywood. Dejé el coche bajo unos pimente- ros, frento a una gran casa de departzmentos, con frente te ladrllos, en Kenmoro, a media euadra al norte del bo Ievar Hollywood, eetré el contacto y saeé su vali, 1a luz de Ie entrada de ln casa cay6 sobre 1a chapa delanter del auto. Se pregunt6 por qué los pistleros usa- ban un eoche con chapas de registro 5A6, que era cast un nrimero de privilegio, Tn una farmaci tolefone6 pidiendo un taxi, El ve- hicalo lo Hevé de vuelta al Chatterton, EI departamento estaba desieto, El olor de Shalimar y-de humo de cigarilos persist en el aire tibio, como si Hguien hublera estado alli un rato antes, De Ruse fue al Alormitorio, revisé las ropas de los dos armarios, los articulos fque habia’ en un tocedor, y Iuego volvis a Ia sala roja y Dlanen y se preparé un cocktail fuerte, Corr el cerja en In puerta del departamento y se Iles el vaso al dormitoro, se quité las ropas embarradas y se puso of70 taje do tela oscura, pero de corte elegante. Sorbié su bebida mientras se anudaba una corbets negra en el cuello de ona camist blanc. Limpié el eo de Ia pequefia Mauser, volvié a mon- tray are um Bla al argon, Tntodu ora ver le pistol’ en le pistolera de la piera. TLuego se lav las ma- hot y levé st vaso haste el telefono, 70 il primer mimero que lam era el del Chronicle. <6 con Werte, secetbn comerciales finances, Una vor gingosa dip =Habla Ween, Adelante, Higame un hist. Habla Jolin De Ruse, Claude, Busclme en tu Tita tpn chapa SAG de. Galion “Debe de ser wn mito politico ~dijo la vox gungo- 0, y 0 ale ‘De Rose’ peeminecié inmévil,contemplindo una co- Juma bles, eaaalads, ie so ergua en un nocdn. In'parte superior tenfa tn florero1ojo y blanco con lores antics rojas blancs. runciIa nai, digustado, Ta voz de Wemer voli al apaat Una linousi Lineol de 180, registrada @ nome de Hugo Candies, deprtementos Casa de Oro calle Clee wwter 254, Holywood osste De Ruse ajo con un ton el abogide, no? TEL ehulatin-El Testigo es Suyo. ~La vos do Worner bjt tutto le tono~, Hate es para vos, Johnny, ¥ no para poblicnlo: un bartig6n canllt que nf siguiente tiene un poco de inteigencia. Hace sficiste tempo quo anda por aqul como para saber qué esi en venta: sllay stg matesal para una notila en eso? ~Cuemes, ‘no —dijo De Ruse con sunvided- Pash de larga amo, sn detenerse; me empu. olga y termin do beber se puso de pio para pre parse ot tmgo. Lego v6 una gula telefon al es iene lnc Fic et mimo de Cam de Oro, Die n-operador teenie le dijo que Mr. Hugo Cans es tuba fuera de la coda : Dime on su departamento jo De Ruse, Una fia woe de mujer contest, =Si, Habla bt esposa de Hugo Candless. :De yué se tat, por favor? . : “Soy un liente de Mr. Canes —djo De Ruse-, y tego pce de bar indy es gent Pode sh mg “Lo sleito mucho Ie dip la vor fra, est perease no significaba nada: re Mi espnso tayo que salir de Ia ciudad repentinameste, Ni aioe ddode fe, aunque espero tener nots de mis tarde, esta noche.” Salié del club. —,Qub club es? —pregunts De Ruse con indiférenet. Teale, “Dig quo sé de all sin paste por oc. ay agin mensaje... vcias, Mrs. Candless —dio De Ruse. Quiai Ia Tame mis tarde. Colgé, sontié lenta y torvaniente, bebid mos sorbos y Dused ef miamero del hotel Metropole. Llamé y pid eon “Mister Charles Le Grand, de ta habitacin $0 ~Sels-cero-nueve ~

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