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ANÁLISIS DEL MATERIAL EMPÍRICO

El análisis de tipo cualitativo:

Después de realizar, grabar y transcribir las entrevistas llega el momento de analizarlas,


interpretarlas y redactar el informe de investigación. En el capítulo hablamos del análisis de los
datos procedentes de entrevistas y comparamos los enfoques cuantitativo y cualitativo en las
distintas fases de la investigación social. En esa exposición contrastamos repetidamente las
técnicas de la entrevista cuantitativa y la entrevista cualitativa para ayudar al lector a entender
mejor las diferencias entre ambas.

En este apartado ampliamos el análisis cualitativo de las entrevistas.

 El análisis cualitativo de los datos se centra en los sujetos y no en las variables, como
sucede en la investigación cuantitativa. El criterio debe ser, por tanto, de tipo holístico,
es decir, el individuo es observado y estudiado en su totalidad, con la convicción de que
cada ser humano El objetivo del análisis es comprender a las personas, más que analizar
las relaciones entre variables.

 La presentación de los resultados se realiza en forma de narración, mediante relatos de


episodios, descripción de casos, utilizando a menudo las mismas palabras de los
entrevistados, para no alterar el material recopilado y transmitir al lector lo más fielmente
posible las situaciones estudiadas.
El procedimiento estándar para la presentación de los resultados es el siguiente: se expone un
razonamiento, y para apoyarlo e ilustrarlo se reproduce un fragmento de entrevista.

Por ejemplo, en la investigación sobre los activistas de partido se dice: la visión del mundo de
los activistas del Partido Comunista de edad avanzada es estrictamente dicotómica, es decir,
está basada en una distinción entre «nosotros» y «ellos», los amigos y los enemigos, el
proletariado y los capitalistas. Y para ilustrarlo los autores transcriben fragmentos de entrevistas
que traten, por ejemplo, sobre política internacional, sobre los partidos (PCI y DC), el deporte,
etc.

De este modo, el texto consiste en una combinación continua de análisis y explicaciones,


ilustrados con ejemplos de fragmentos de las entrevistas.

 Las síntesis y generalizaciones suelen presentarse en forma de clasificaciones y


tipologías. Ya hablamos de ello en el capítulo, cuando comparamos los
procedimientos cuantitativo y cualitativo, y en el capítulo 9, cuando hablamos de la
clasificación y las dimensiones utilizadas para la misma.

A este respecto conviene hacer hincapié en que la forma de utilizar y analizar el material empírico
obtenido de una investigación de tipo cualitativo es fundamentalmente unitario, y no varía según
la procedencia del material (observación participante, entrevistas o material documental de otro
tipo). Por este motivo no creemos necesario volver sobre estas cuestiones, y remitimos a las
partes del libro en los que se trataron anteriormente.
El análisis de tipo mixto (cuantitativo y cualitativo):

Hay un aspecto del tratamiento del material procedente de las entrevistas que debemos
considerar detenidamente, en el que afirmamos que el elemento que distingue realmente a la
investigación cuantitativa de la cualitativa, la diferencia clave entre los dos criterios, es la
presencia o no de la matriz de datos.

En el capítulo 5 dijimos que la matriz de datos, como organización estandarizada de las


respuestas, conlleva una posibilidad de clasificar y uniformizar las actitudes y los
comportamientos humanos que es incompatible con el planteamiento individualista.

Sin embargo, existe una forma de recopilación de datos en la que coexisten los dos criterios: se
trata de la entrevista estructurada.

En la entrevista estructurada las preguntas se fijan de antemano y las respuestas son abiertas.
Ello implica que a todos los entrevistados se les pide la misma información, pero se les deja
libertad para exponerla como consideren más adecuado y para organizarla a su gusto. Esta base
informativa común puede uniformizarse mediante un procedimiento de codificación.

En la entrevista había diversas preguntas orientadas a profundizar en la relación del niño con el
colegio (por ejemplo: ¿te gusta ir al colegio?, ¿cuáles son las cosas que más te gustan del
colegio?, etc.). La conversación se grababa. Posteriormente se codificaban las preguntas, no
considerando las respuestas a cada una de las preguntas, sino asignando una valoración global
a un bloque de preguntas. Por ejemplo, con respecto a las preguntas referidas se clasificaba al
niño en una escala de cuatro puntos de «aceptación/rechazo del colegio», que abarcaba desde
el rechazo total hasta la aceptación motivada. De esta forma se obtiene una matriz de datos
clásica, en la que todos los sujetos estudiados se clasifican utilizando las mismas variables.

Conviene decir que este modo de cuantificar los datos cualitativos no se limita al caso de la
entrevista estructurada. Cada entrevista cualitativa puede tener una parte de temas comunes, de
los que puede extraerse información relativa a todos los entrevistados.

Por ejemplo, en su investigación sobre los activistas de partido los autores, al final de la
recopilación de datos, pidieron a una «comisión» formada por tres jueces que evaluara los textos
de las entrevistas (entrevistas semiestructuradas con un guion más bien genérico), y éstos
releyeron los textos y, para cada sujeto, cumplimentaron un cuestionario de preguntas cerradas
sobre los temas que habían tratado todos los entrevistadores.

Obviamente esta intervención de cuantificación tiene sentido sólo cuando se trabaja con
muestras de gran tamaño, lo cual es poco frecuente en las entrevistas no estructuradas. Por ello
hemos relacionado este tratamiento del material recopilado sobre todo con la entrevista
estructurada, cuando la posibilidad de utilizar entrevistadores permite trabajar con muestras de
tamaño aceptable para el análisis cuantitativo.

La codificación de las repuestas es un paso crucial en este procedimiento. Está claro que esta
tarea sólo la puede realizar un grupo reducido de personas, que puedan trabajar en estrecha
colaboración y establecer criterios de clasificación y valoración comunes. Las codificaciones casi
siempre las suelen hacer los investigadores del equipo. Incluso cuando esto no es posible (por
ejemplo, en una investigación sobre una muestra muy numerosa), es indispensable que haya
una buena coordinación entre los investigadores (o el investigador). Además, para evitar
encontrarse al final con entrevistas que no contengan los datos que se ha decidido codificar en
la matriz de datos, se aconseja establecer el esquema de codificación antes de empezar las
entrevistas, de manera que todos los entrevistadores sepan cuáles son los datos que deben
solicitar a los entrevistados.
FALTA DE ESTANDARIZACIÓN E INTERACCIÓN:

La falta de estandarización es al mismo tiempo el punto fuerte y el punto débil de las entrevistas
cualitativas.

Al imponer pocas obligaciones al entrevistador, le permite abordar caminos imprevistos, elaborar


y explorar nuevas hipótesis sobre el fenómeno estudiado, yendo más allá de la formulación inicial
del problema. Al conceder al entrevistado plena libertad de expresión, le permite manifestar su
punto de vista utilizando sus propias categorías mentales y su propia forma de expresarse.

Es, por tanto, un instrumento especialmente adecuado para el descubrimiento y, como ya hemos
dicho, para la comprensión. Al mismo tiempo, la falta de estandarización hace muy difícil la
valoración cuantitativa de los fenómenos estudiados y la comparación.

Por ejemplo, aunque con la entrevista cualitativa conseguimos identificar las razones, incluso las
más profundas, por las que las personas están a favor o en contra de la expulsión de los
inmigrantes ilegales de su país, es difícil cuantificar el peso de los distintos motivos (prejuicios
raciales, conveniencia económica, legalidad, etc.), y resulta también difícil hacer comparaciones
(¿quién está más a favor de la expulsión de inmigrantes, los hombres o las mujeres, los jóvenes
o los adultos, quienes tienen un nivel de estudios inferior o superior, etc.?).

Por tanto, la falta de estandarización conlleva una dificultad para hacer comparaciones (¿cómo
podemos comparar a dos sujetos si no les hemos planteado la misma pregunta?), y una dificultad
de síntesis (¿cómo podemos contar cuántos están en contra de la inmigración por prejuicios
raciales si no hemos planteado la misma pregunta a todos ellos?).

Pero incluso en el supuesto de que se consiguiera contar y comparar, seguiría siendo difícil hacer
deducciones sobre una población más amplia, debido a que número de casos estudiados es muy
reducido. Como ya hemos dicho, la entrevista cualitativa, precisamente por la condición de
profundidad que impone, no puede realizarse sobre muestras demasiado grandes. Una cosa es
preguntar ¿está usted a favor o en contra de la expulsión inmediata de los inmigrantes ilegales?»,
o «¿de los problemas que le enumero a continuación, cuál ha sido el que ha provocado la crisis
de su matrimonio?» (Con preguntas tan concisas y con un abanico de respuestas
predeterminado, se podría interrogar en poco tiempo, incluso por teléfono, a decenas de
personas), y otra cosa muy distinta es profundizar sobre el problema de los inmigrantes, sobre
las tendencias racistas arraigadas y quizás inconscientes presentes en cada uno de nosotros, o
entablar una conversación larga y estructurada sobre la crisis matrimonial del entrevistado.

Por consiguiente, si no se estandariza es más difícil comparar, contar e inferir de la muestra


estudiada generalizaciones sobre una población más amplia. Obviamente, estos inconvenientes
quedan compensados de sobra por el hecho de que la entrevista cualitativa permite «llegar hasta
el fondo», descubrir aspectos recónditos e imprevistos.

Pocos investigadores niegan la utilidad de la entrevista en profundidad para la investigación


social. Para defender esta técnica se suelen alegar dos argumentos, muy diferentes, según se
inspiren en el paradigma positivista o interpretativo. Un argumento que alegan incluso los
defensores más fervientes del planteamiento cuantitativo, es que la entrevista cualitativa puede
ofrecer contribuciones valiosas en la fase exploratoria de la investigación. Esta opinión ha
predominado en los textos de metodología de la investigación social al menos hasta los años
ochenta.

También se recurre a la entrevista cualitativa en la investigación social de inspiración cuantitativa


para profundizar, tras la recogida de los datos con técnicas cuantitativas, sobre un determinado
tema surgido, para darle trascendencia, color y visibilidad ante el lector, con ayuda de fragmentos
de entrevista, o para profundizar en un tema que no ha sido explorado suficientemente en el
cuestionario.

Por ejemplo, si de una encuesta sobre el abstencionismo electoral resulta que es una actitud
especialmente frecuente entre los jóvenes residentes en áreas urbanas con un nivel de estudios
alto, se puede volver al terreno para entrevistar de nuevo a los sujetos que según el análisis de
los datos presenten las características citadas, para entender mejor las motivaciones de su
comportamiento con una entrevista no estructurada.

En todos estos casos la entrevista cualitativa cumple una/unción auxiliar en la investigación


cuantitativa. La base empírica principal está constituida por los cuestionarios, y la fase cualitativa
sólo sirve para preparar la investigación cuantitativa, para apoyar sus conclusiones, o para
aclarar algunos aspectos que los datos cuantitativos han dejado en la sombra.

Para los investigadores que se inspiran en el paradigma interpretativo, la entrevista cualitativa


es, de todas las técnicas basadas en el planteamiento de preguntas, la única vía para conseguir
una verdadera comprensión de la realidad social. Como ya sabemos, el paradigma interpretativo
desecha el mito de la objetividad de los hechos sociales, defendiendo una visión «constructivista»
de la investigación, en la cual los datos no se «recopilan», sino que son «generados» por la
interacción entre el sujeto que estudia y el sujeto estudiado. Por lo tanto, la entrevista, para poder
generar conocimiento efectivo, debe ser el resultado de esa interacción social particular y única
que se desarrolla entre el entrevistador y el entrevistado.

SÍNTESIS DEL CAPÍTULO 10:

1. Podemos definir la entrevista cualitativa como una conversación provocada por el


entrevistador, dirigida a sujetos elegidos sobre la base de un plan de investigación y en
un número considerable, que tiene finalidades de tipo cognitivo y es guiada por el
entrevistador según un esquema flexible y no estandarizado de planteamiento de
preguntas.

2. El planteamiento de preguntas a los seres humanos para conocer la sociedad puede


realizarse mediante un planteamiento cualitativo ( con entrevistas cualitativas) y
mediante un planteamiento cuantitativo (con cuestionarios estandarizados)

3. Las entrevistas cualitativas pueden ser de tres tipos. En las entrevistas estructuradas, a
todos los entrevistados se les plantean las mismas preguntas con la misma formulación
(las preguntas están definidas de antemano tanto en el contenido como en la forma,
como en un cuestionario de preguntas abiertas). En las entrevistas semiestructuradas el
entrevistador no plantea preguntas formuladas de antemano, sino que utiliza un guion
que contiene los temas que deberá tratar en el curso de la entrevista (por tanto, las
preguntas están predeterminadas en cuanto al contenido, pero no en cuanto a la forma).

4. La entrevista cualitativa no consiste únicamente en el acto de recopilación de


información, sino que conlleva un proceso de interacción entre dos individuos. Realizar
una entrevista cualitativa es una tarea difícil. La dinámica de la entrevista puede
describirse considerando los siguientes aspectos: las explicaciones preliminares, las
preguntas primarias y secundarias, las preguntas exploratorias, el lenguaje y el papel del
entrevistador.

5. Una vez que se han realizado las entrevistas, éstas se deben analizar. El análisis de los
datos se centra en los sujetos (a diferencia del criterio cuantitativo, en el que el análisis
se centra en las variables), lo que quiere decir que se observa y se estudia el individuo
en su totalidad. Los resultados se presentan en forma de narración. Las síntesis y las
generalizaciones suelen adoptar la forma de clasificaciones y tipologías. En el caso de
las entrevistas estructuradas, los datos se pueden analizar utilizando un criterio mixto,
que combina técnicas cualitativas y cuantitativas (las técnicas cuantitativas conllevan la
construcción de la matriz de datos).

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