La erosión del suelo se define principalmente como la pérdida físico-mecánica del
suelo, con afectación en sus funciones y servicios ecosistémicos, reduce su
fertilidad porque provoca la pérdida de minerales y materia orgánica, esto sucede por acciones del agua, viento y trae consecuencias ambientales, sociales, económicos y culturales. La erosión es un proceso natural; sin embargo, esta se califica como degradación cuando se presentan actividades antrópicas no sostenibles que aceleran, intensifican y magnifican el proceso (IDEAM UDA, 2015). Las principales causas de la erosión son la deforestación, remoción de cobertura vegetal del suelo, excesivo laboreo en zonas de ladera, efectos meteorológicos (fenómeno del Niño y de la Niña), canales de riego o drenaje mal diseñados o sin estabilización de taludes y vías sin mantenimiento; generando grandes consecuencias como son la pérdida de un recurso no renovable, alteración o perdida de la materia orgánica, disminución de la fertilidad del suelo y sedimentación en ríos, lagos y embalses (SIAC 2. , 2011). Existen dos tipos de principalmente erosión hidráulica y eólica. La erosión hídrica es causada por la acción del agua (lluvia, ríos y mares), en las zonas de ladera, cuando el suelo está desnudo (sin cobertura vegetal), en estos casos las gotas de lluvia o riego golpean sobre la superficie del terreno, generando desprendimiento y arrastre de partículas, e incluso algunas veces movimientos en masa en los cuales se desplaza un gran volumen de suelo. El principal fenómeno para que suceda la erosión hidráulica es por la intensidad de la lluvia. (EcuRed, 2010). Por otra parte, la erosión eólica es causada por el viento que levanta y transporta las partículas del suelo, produciendo acumulaciones (dunas o médanos) y torbellinos de polvo. Por otro lado existen obras para controlar los diferentes tipos de erosión. Para controlar y mitigar los fenómenos erosión hidráulica se nombran algunas prácticas conservacionistas de mucha utilidad como son: Manejo de coberturas vegetales (cultivos de cobertura vivas, coberturas muertas, Siembras de alta densidad, cultivos múltiples, rotación de cultivos), Amortiguación de la velocidad de escurrimiento en laderas (Siembra en contorno, barreras vivas, barreras de residuos vegetales, cultivos en fajas), Captación o conducción de escurrimientos en laderas (canales de desviación, acequias de ladera, zanjas de absorción y surcos en contorno), modificación de la longitud de la pendiente ( barreras de piedras, diques de ladera, diques para el control de cárcavas, modificación del gradiente de la pendiente (muros de piedra, terrazas de bancos continuos, terrazas de bancos alternos, terrazas individuales). Para el control de la erosión eólica es necesario Recolectar información básica de la zona (picos de velocidad y dirección del viento), tipo de suelo y características de la capa superficial. A continuación se describen algunas prácticas para controlar los fenómenos de erosión eólica como son: Sembrar en doble hilera y en tresbolillo, arboles adaptados a la zona, con buen sistema radical. El objetivo es hacer cortinas rompeviento; colocar mallas de troncos de árboles caídos en sentido perpendicular la dirección del viento; aplicar riego con el fin de mantener húmedo la capa superficial del suelo; Si la velocidad del viento no es muy alta, se puede sembrar cultivos en fajas; cultivo de porte alto y otro de porte bajo (Velasquez, 2000) BIBLIOGRAFIA (IDEAM UDA, 2015). Obtenido de http://www.siac.gov.co/erosion (EcuRed, 2010). Obtenido de https://www.ecured.cu/Erosi%C3%B3n_del_suelo. (SIAC 2. , 2011). Obtenido de http://www.siac.gov.co/erosion. (Velasquez, 2000) . Obtenido de http://www.academia.edu/10339514/Obras_para_el_control_de_la_erosion_ y_su_importancia.