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Es recomendable utilizar los modelos analíticos cuando las zonas de protección

resultarán de pequeñas dimensiones, como sería el caso de pozos de bombeo con


bajo caudal de extracción. La experiencia de otros países señala que la aplicación de
este método es un reflejo de que si bien existe información disponible, no se tiene
tanto en cantidad como en calidad. En estos casos es importante promover acciones
para la obtención de datos adicionales. La experiencia indica que en la mayoría de
las ocasiones, que las zonas de protección que resultan de la aplicación en primera
instancia de este método necesita de adaptarse o calcularse nuevamente cuando se
tiene mayor cantidad de información. Una recomendación adicional es en el sentido
de adaptar, con base en la cartografía hidrogeológica, las zonas de protección
obtenidas de la aplicación de métodos analíticos. Este ejercicio es necesario, ya que
los métodos analíticos no incorporan fácilmente condiciones de frontera complejas.

Cuando se utilizan modelos para la definición de zonas de protección, es


conveniente analizar la incertidumbre en la forma y tamaño de la zona de protección,
ocasionada por la imprecisión asociada con la información hidrogeológica utilizada.
Un ejemplo de este análisis lo realizó Bahtt (1993) quien utilizando el modelo WHPA
(módulo RESSQC) demostró que las variaciones en los valores de parámetros como
gradiente hidráulico, espesor, transmisividad y porosidad, tienden a producir efectos
importantes en la forma y tamaño de las zonas de protección delineadas. Un análisis
más formal de la evaluación de la incertidumbre en las zonas de captura por medio
de simulación condicional de la conductividad hidráulica, basada en técnicas de
Monte Carlo, fue realizado por Varljen y Shafer, (1991). La principal ventaja de este
método es que utiliza los datos disponibles no sólo considerando sus valores, sino
también sus atributos espaciales (ubicación y estructura de correlación).

4.3.3 Cartografía
hidrogeológica

El método de cartografía hidrogeológica consiste en identificar las zonas de


contribución de los pozos con base en el análisis geológico, hidrogeológico,
geofísico, utilización de trazadores naturales y artificiales. Cuando se conjugan varios
de los procedimientos señalados se logra un mayor detalle y confianza. Los criterios
que colaboran en la delimitación de zonas de protección cuando se utiliza cartografía
hidrogeológica, son los de límites de sistemas de flujo y tiempos de viaje
principalmente. En la Figura 4.12 se presenta un ejemplo de como la cartografía
hidrogeológica se utiliza para la delimitación de zonas de protección.

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Figura 4.12 Representación esquemática del criterio de limites de flujo en el
método de cartografía hidrogeológica

El análisis de la geología superficial y del subsuelo de una región, colabora en la


definición de los materiales geológicos que conforman el acuífero o sistema acuífero
en explotación. La identificación en superficie de las características litológicas,
estratigráficas y estructurales de las diferentes unidades geológicas, y el
conocimiento de su comportamiento en el subsuelo, permitirán la identificación del
acuífero en la zona de estudio. De este modo, la interpretación geológica conjuntada
con el examen hidrogeológico, que incluye la determinación de fronteras hidráulicas y
manifestaciones superficiales de agua subterránea (topografía, calidad del agua,
manantiales, caudal base, suelos salinos, etc.) y las direcciones del flujo subterráneo
permiten delimitar con buena aproximación las zonas de recarga del sistema de flujo
investigado.

El criterio de tiempo de viaje se aplica en el método de cartografía hidrogeológica con


base en la determinación de la edad absoluta del agua subterránea, que se estima
con base en la concentración de tritio. Este punto de vista es únicamente válido para
aplicarse en acuíferos de tipo confinado, ya sean en medio granular o fracturado. En
efecto, la presencia de cantidades importantes de tritio en el agua subterránea
derivada de un acuífero confinado sugiere la presencia de infiltración de agua
reciente por zonas con flujo preferencial, por lo que en este caso la zona de
protección del pozo debe adaptarse a la ubicación de dichas estructuras, que
permiten la rápida incorporación del agua desde la superficie.

En resumen, una de las ventajas del método de cartografía hidrogeológica es que


proporciona buenos resultados en sistemas de pequeñas dimensiones y en medios
hidrogeológicos heterogéneos, en donde la velocidad del agua subterránea está por
arriba del promedio y por lo tanto no son válidas las suposiciones de los métodos
analíticos. Entre las desventajas que presenta se menciona que requiere ser aplicado
por personal entrenado en hidrogeología, con amplia experiencia en la cartografía
geológica e hidrogeológica. Además este método no es adecuado para delimitar
zonas de protección en acuíferos regionales de grandes dimensiones.

Los costos de la implementación de zonas de protección de pozos utilizando el


método de cartografía hidrogeológica son variables, ya que dependen de la cantidad
de información geológica, geomorfológica e hidrogeológica que se encuentre
disponible. Si existe suficiente información, entonces la aplicación del método es
relativamente económico. Otro factor importante es qué tipo o tipos de herramienta
de cartografía hidrogeológica se utilizará. Aunque puede ser variable, los métodos
geofísicos son los más caros, seguido por la cartografía para la definición de
contactos geológicos, utilización de trazadores, definición de la superficie
piezométrica regional y delimitación de las cuencas superficiales utilizando mapas
topográficos.

4.3.4 Modelos
numéricos

Las ecuaciones diferenciales que gobiernan el flujo subterráneo saturado o el


transporté de solutos, pueden resolverse en forma aproximada descomponiéndolas
en ecuaciones algebraicas, que relacionan las variables no conocidas en algunos
puntos dentro del dominio de flujo y en diferentes tiempos. El sistema de ecuaciones
algebraicas que es resuelto con un método numérico, posteriormente se traduce a un
programa de computadora para realizar rápidamente las operaciones necesarias. El
producto final se denomina modelo numérico y puede utilizarse para delimitar la zona
de protección de un pozo ubicado en un ambiente hidrogeológico complejo,
utilizando diferentes condiciones de frontera.

Actualmente existe en el mercado una gran variedad de modelos numéricos para


utilizarse en la delimitación de zonas de protección de pozos. En general, todos son
relativamente fáciles de utilizar, ya que incluyen pre-procesadores para la creación
de los archivos necesarios para alimentar el código principal. Los resultados de la
simulación se visualizan en forma gráfica en el monitor de una computadora, además
de que es posible imprimirlos en papel utilizando una gran cantidad de periféricos.
Los datos necesarios para alimentar un modelo numérico de esta naturaleza
incluyen: i) conductividad hidráulica, ii) porosidad, iii) coeficiente de almacenamiento,
iv) geometría del acuífero, v) magnitud y distribución de la recarga, vi) distribución de
condiciones iniciales y de frontera y vii) magnitud y distribución espacial y temporal
de la recarga de agua subterránea. Cuando se analiza el transporte de solutos
entonces son necesarios datos como la dispersividad de los materiales geológicos
por donde se desplaza el agua subterránea.

Para que sean efectivos los resultados de la simulación del flujo con base en
modelos numéricos, deben utilizarse en forma paralela con criterios como
abatimiento, límites de sistemas de flujo y tiempos de viaje, para la delimitación de
las zonas de protección. En general, esto se realiza de la siguiente manera. Con
base en los parámetros hidrogeológicos y condiciones iniciales y de frontera que se
introdujeron como información básica al modelo numérico de flujo, se realiza una
simulación, cuya solución es la distribución de cargas hidráulicas dentro del dominio
de flujo discretizado. El objetivo de esta primera parte es tratar de simular
condiciones controladas, por lo que el campo de flujo generado debe corresponder a
un lapso ocurrido previamente, en condiciones reales de campo.

Por ejemplo, es común el análisis de la información histórica de extracciones y


distribución de cargas hidráulicas, por lo que se tratan de reproducir en el
modelo. Las distribuciones de cargas hidráulicas calculada y observada deben de
ser similares, si esto no ocurre será necesario realizar ajustes a los parámetros
hidrogeológicos del modelo. Cuando este proceso de comparación (observado vs.
calculado) que se denomina calibración del modelo se considere satisfactorio,
entonces se lleva a cabo el siguiente paso que consiste en utilizar el campo de flujo
generado junto con un modelo numérico de transporte de solutos, para calcular la
zona de protección con base en el criterio o criterios seleccionados.

Son varios los modelos numéricos reconocidos y validados para la delimitación de


las zonas de contribución a un pozo, que se encuentran disponibles en el mercado;
sin embargo los más utilizados son FLOWPATH (Franz y Guiguer, 1990),
MODFLOW (McDonald y Harbaugh, 1988), MODPATH (Pollock, 1989) y PATH3D
(Zheng, 1992). Existen otros programas que utilizan los códigos MODFLOW
(McDonald y Harbaugh, 1988) y el PATH3D (Zheng, 1992) como base para realizar
las simulaciones. La ventaja que tienen es la gran variedad de herramientas visuales
que tienen para construir los archivos necesarios para alimentar los "códigos base" y
para visualizar en forma espectacular los resultados de las simulaciones. En esta
categoría se pueden mencionar paquetes como VISUALMODFLOW (McDonald y
Harbaugh 1988), Visual Groundwater, Groundwater Modeling System, Groundwater
Vistas, ModIME, Processing Modflow for Windows, entre otros.

En general, se considera que los modelos numéricos son las herramientas más
precisas para la delimitación de zonas de protección de pozos. Sin embargo,
únicamente es recomendable su aplicación cuando se tiene suficiente información
geológica, hidrogeológica o hidrogeoquímica, es decir, se tiene la información
suficiente para la elaboración de un modelo conceptual adecuado para las
condiciones de campo. Además de la información anterior, se requiere tener a la
mano un registro histórico de las extracciones por bombeo en el área, y
distribuciones de las cargas hidráulicas para diferentes periodos de tiempo. Si no es
posible obtener la totalidad de dicha información, ya sea por que no se generó en su
momento, o por no estar disponible, se recomienda que hidrogeólogos con destreza
comprobada en la modelación de flujo subterráneo, analicen las carencias y sugieran
si es conveniente tratar de realizar el ejercicio de modelación para la delimitación de
las zonas de protección.

4.4 ANÁLISIS COMPARATIVO DE LOS MÉTODOS DISPONIBLES

Una técnica que colabora en la selección del método más apropiado para la
delimitación de zonas de protección, consiste en realizar un análisis comparativo de
los resultados de la implementación de diferentes métodos. Además de las áreas
incluidas en las zonas de protección, la comparación debe considerar la exactitud,
facilidad de implementación y los costos económicos asociados. Una premisa básica
que se incluye en la comparación, es que uno de los métodos aplicados es el que
suministra los mejores resultados. En este aspecto, la experiencia indica que es
conveniente considerar como punto de partida en el cotejo al método que incluye la
aplicación de modelos numéricos, ya que sus resultados se consideran los más
exactos y representativos de las condiciones reales.

En general, la comparación entre los métodos disponibles se realiza por medio de


alguno de los siguientes procedimientos: i) comparar las zonas de protección que
resultan de la aplicación de un método en regiones con diferentes condiciones
hidrogeológicas y ii) comparar las zonas de protección que resultan de la aplicación
de diferentes métodos en un mismo ambiente hidrogeológico. El segundo esquema
es el más adecuado, considerando que se lleve a cabo aplicando diversos métodos
en un mismo pozo o campo de pozos, situación que facilita la comparación directa de
los resultados. Por supuesto que en la aplicación de los diferentes métodos para
la delimitación de las zonas de protección que se compararán entre sí, se deberán
de utilizar los mismos parámetros hidrogeológicos. Otro aspecto que se tiene que
tomar en cuenta cuando se realice la comparación entre métodos, es que los
resultados de algunos métodos incluyen diferentes tipos de zonas. Por ejemplo, los
resultados de un método pueden ser la totalidad de la zona de contribución del
pozo, mientras que otro (métodos numéricos por ejemplo) considera zonas de
transporte con diferente período de tiempo.

En la Tabla 4.1 se presenta una comparación entre las diferentes metodologías


disponibles para la delimitación de zonas de protección de pozos. Los costos de la
aplicación de cada uno de los métodos están en función directa de los parámetros
que pueden ser representados. En los modelos numéricos pueden ser tomados en
cuenta todas las variables hidrogeológicas posibles, por lo que es el método más
caro pero con la ventaja de que es el más preciso. Para una zona específica,
usualmente no es posible establecer a priori cual o cuales métodos rinden resultados
comparables con los que se obtienen de la aplicación de modelos numéricos. Esta
limitación esta asociada al hecho de que cada ambiente hidrogeológico es único y
especial, por lo que las generalizaciones no son válidas.
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