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Madre de-- Cristo y Madre de los Cristianos

Descubrir que María es nuestra Madre, es encontrar a Dios como Padre y sentirnos hijos
amados desde siempre. No es casualidad, es el deseo de Dios mismo de adherirnos a Él, y a
través del bautismo y formar parte de su cuerpo.

Es a través de la Virgen María, que Dios quiere enviarnos a único Hijo, el Salvador, y en ella se
cumple el plan de salvación que Dios había prometido, por ella conocemos la imagen del Dios
viviente, la certeza de la Verdad, el camino para seguirlo y encontramos Vida eterna.

He aquí el regalo de amor que Dios nos da, un regalo de amor que no se conforma con darlo en
ésta vida, sino que se prolonga a la eterna, de la mano de María, que siendo madre de Dios
quiere también ser madre de todos los cristianos, unidos al cuerpo de Jesús por el bautismo
en ésta vida y ser salvados siendo hijos de Dios y de María.

Dios Cumple lo que Promete

Te invito a ver y descubrir el plan que Dios tiene para nosotros y que su Iglesia enseña
fielmente, tal como fue encomendada por el mismo Señor Jesucristo a sus apóstoles, quienes
escriben y nos dejan constancia de la voluntad de Dios. En éstos escritos aparece la figura de
María, como una fotografía con palabras, donde resalta fielmente el amor, la importancia, la
majestad, la dulzura, y ejemplo de entrega total de María a la voluntad de Dios.

Paso a paso, guiados por la Sagrada Escritura, nos adentramos al corazón mismo de Dios, y
con su palabra que es lámpara para nuestros pasos y luz para nuestro sendero, iniciamos éste
encuentro con la Verdad que nos pondrá en camino hacia la Vida de verdad, aquella que no
tiene final.

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María Siempre Virgen

Desde el comienzo Dios promete la venida de su hijo, para la salvación de los hombres.

Esta venida, Dios la promete a través de una Virgen, la Santísima Virgen María.

Siendo que Dios es Todopoderoso, pudo enviar a su hijo de muchas formas, pues siendo
Todopoderoso no necesitaba de nada ni nadie para enviarlo, pero, Dios quiso, escogió, miró y
llamó a la Virgen María para ser madre de su hijo, segunda persona de la Trinidad y a través
del Arcángel Gabriel, quien fue el portador de la gran y feliz noticia.

– San Lucas 1,38

Y María acepta y dice: “Sí, hágase en mí como has dicho”

– San Lucas 1,34-38

“El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.”

Analicemos esto a la luz de la palabra de Dios.

– San Mateo 1,21-23

21. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo
de todos sus pecados».

22. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta:

23. “La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel”, que
traducido significa: «Dios con nosotros».

¿En qué consistía la promesa de Dios? – En que una Virgen concebiría y daría a luz a un
hijo.

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¡Ojo! No dice que solo sería Virgen al concebir, la promesa consiste de dos cosas: –
concebir y dar a luz a un hijo siendo en ambas cosas Virgen.

Veamos lo que dice al respecto, el profeta Isaías:

– Isaías 7,10-14

10. Una vez más, el Señor habló a Ajaz en estos términos:

11. «Pide para ti una señal de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las
alturas».

12. Pero Ajaz respondió: «No lo pediré ni tentaré al Señor».

13. Isaías dijo: «Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres,
que cansan también a mi Dios?

14. Por eso el Señor mismo les dará una señal. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un
hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel.

¿Qué es una señal? – Es algo excepcional, fuera de lo normal. Es algo con lo cual podemos
reconocer para creer y ver.

“La Virgen concebirá y dará a luz un hijo”

Para nosotros que somos humanos, es difícil de comprender, pero para Dios nada es
imposible.

Y la señal se cumplió pues DIOS CUMPLE LO QUE PROMETE.

Y la señal se cumplió, que siendo Virgen concibió y parió un hijo, y esto lo debo creer, porque
si Dios lo dice, es cierto y aunque para mi entendimiento sea difícil de comprenderlo, lo
creo, pues mi fe y mi confianza están en Dios y su Santa Palabra.

Y eso mismo nos pide San Marcos: “Convertíos y creed en el Evangelio”

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– San Marcos 1,15

15. «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena
Noticia».

Ser católico cristiano conlleva creer en la palabra de Dios.

Convertirse y creer en la Buena Nueva.

– Hebreos 4,12-13

12. Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de doble
filo: ella penetra hasta la raíz del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

13. Ninguna cosa creada escapa a su vista, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos
de aquel a quien debemos rendir cuentas.

Solo hay paz en el corazón del hombre, cuando encuentra la palabra de Dios.

Todos los bautizados somos hermanos de Jesús y no somos hijos carnales de la Virgen María.

Creemos que Jesús tuvo hermanos, pero María no tuvo más hijos.

Los protestantes no pueden probar con la Biblia que Dios no sea capaz de mantener la
virginidad de una mujer en la concepción, el embarazo y el parto.

¿Será que no creen que Dios es Todopoderoso y para Él nada es imposible?

Los católicos si podemos demostrar con la Biblia que María es Virgen.

Los protestantes dicen que María tuvo más hijos, pero no pueden demostrar con la
Biblia que son hijos de María. Usan su lógica sin usar la Biblia.

Ejemplo: En una reunión estamos congregados como hermanos, pero no somos hijos de una
misma madre.’
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Esta es la lógica que usan los católicos para comparar la lógica protestante, pues hermanos
nos llamamos los bautizados en un mismo Espíritu.

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Primogénito y Unigénito

Veamos qué significa para los protestantes:

-PRIMOGÉNITO: Para los protestantes significa primero entre varios.

-UNIGÉNITO: único hijo.

¿Y por qué piensan así los protestantes? - Por que utilizan ésta cita:

– San Mateo 1,25

25. ‘Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo.’

Los protestantes usan ése hasta, para querer decir que después si tuvo relaciones.

Ahora les vamos a demostrar que la palabra hasta “no quiere decir” que después sí.
Veamos:

– 2 da Samuel 6,23

23. Y Mical, hija de Saúl, no tuvo hijos hasta el día de su muerte.

Ese ‘hasta’, no quiere decir que después si tuvo hijos.

Al decir: Mical no tuvo hijos hasta el día de su muerte, quiere decir que nunca tuvo hijos.

Entonces los protestantes nos preguntan, ¿cómo salió entonces el hijo de María? – Y les
respondemos que de la misma forma que entró.

Si María quedó embarazada del Espíritu Santo, entonces por obra del espíritu Santo dio
a luz.

Y esto no lo podemos entender, pero no se trata de entender, sino de creer y yo creo en la

palabra de Dios. Esa es la fe, creer aun cuando no se comprenda.

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– San Mateo 1,21-23

21. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo
de todos sus pecados».

22. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta:

23. “La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel”, que
traducido significa: «Dios con nosotros».

¿Por qué se explica el significado de Emanuel? – Para los que se preguntan cómo sería eso,
pues dio a luz a Emanuel “Dios con nosotros”.

Dios prometió que vendría una Virgen y siempre que se refiere a María, ésa “V” va escrita con
mayúsculas, pues es una cualidad única, que no se repite en ninguna otra mujer.

Los católicos estamos seguros de la virginidad de María, porque creemos que DIOS CUMPLE
LO QUE PROMETE.

Pues si no se cumplió que María era Virgen, entonces no se cumplió la promesa y entonces
Jesús no es el mesías y nosotros no estamos salvados. Y toda nuestra fe se vendría abajo.

Ahora bien, ¿por qué José no abandonó a la Virgen María? – Porque hubo una razón muy
fuerte que lo hizo desistir, y fue que se enteró que la Virgen María estaba en embarazada del
Espíritu Santo. Veamos:

– San Mateo 1,18-20

18. Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando
todavía no han vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo.

19. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió
abandonarla en secreto.

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20. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo
de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella
proviene del Espíritu Santo.

Oigan lo que le dice el Ángel Gabriel: – “José, hijo de David”. Igual que Isaías, el profeta dijo:

– Isaías 7,13

“Escuchen, entonces, casa de David”

El Ángel habla con las palabras del profeta Isaías, y José era conocedor de las escrituras y sabe
inmediatamente que el mensaje viene de Dios, esto le hace desistir de irse.

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María Llena del Espíritu Santo

– San Lucas 1,41

41. “Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, se llenó
del Espíritu Santo”

¿Habrá alguien semejante a María, que, con solo saludar, sea capaz de transmitir el Espíritu
Santo? – No!

Nuestro señor Jesucristo saluda a los apóstoles y sopla sobre ellos el Espíritu Santo.

– San Juan 20,22

“Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió «Reciban al Espíritu Santo.”

María fue capaz de transmitir el espíritu Santo tan solo con el saludo.

¿Por qué será que los protestantes no aceptan ésta verdad?

– San Lucas 1,42

42. Isabel exclamó: «¡Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre!

43. ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?

44. Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.

45. Dichosa tú por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor».

Isabel le dice a María: “Bendita eres entre todas las mujeres. Ósea no hay otra mujer
semejante a María ni la habrá. María es bendita entre todas las mujeres, por todas las
generaciones.

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Isabel añade: “Bendito el fruto de tu vientre”, es decir Isabel, que está llena del Espíritu Santo
es capaz de bendecir a María y al Hijo que está en su vientre. Pues si Santo es el fruto, la
Madre que lleva el fruto también lo es.

La alabanza de Isabel hacia la Virgen es grande, por eso los católicos la repetimos en el
Rosario.

No hay problema de rendirle respeto, admiración a la Virgen, pues Isabel lo hizo y con ello
nunca ofendió a Dios, y fue la madre de Juan el Bautista.

No se entiende cómo los protestantes que según ellos están llenos del Espíritu Santo, no
puedan alabar a María. ¿Será que a los protestantes los guía otro espíritu distinto del que se
llenó Isabel?

¿Podría el Espíritu Santo decir una cosa a Isabel y otra a los protestantes? – No! ¡Por
qué el Espíritu Santo no se contradice!

Escuchemos que nos dice el apóstol amado, Juan.

– 1 San Juan 4,1

1. “Queridos hermanos, no crean ustedes a todos los que dicen estar inspirados por Dios,
sino pónganlos a prueba a ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios o no. Porque el
mundo está lleno de mentirosos que dicen hablar por parte de Dios.”

Aquí el apóstol Juan nos advierte de no creer en cualquiera que se diga inspirado, y que
el espíritu que los guía no proviene de Dios.

Ósea que verdaderamente quien proclama la santidad de María, está lleno del Espíritu Santo,
porque es Espíritu verdadero de Dios.

Quien no es capaz de afirmar la santidad de María ni bendecirla, no está lleno del

Espíritu Santo.

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Los protestantes no proclaman la santidad de María, ¿qué espíritu los inspira?

Vamos a ver el espíritu que inspira a quienes no son capaces de bendecir ni amar a
María.

– 1 Timoteo 4,1

1. “El Espíritu Santo afirma claramente que en los últimos tiempos habrá algunos que
renegarán de su fe, para entregarse a espíritus seductores y doctrinas demoníacas”

¡Ahí está!!! Los que están entregados a espíritus engañadores y doctrinas demoniacas.

Un espíritu que no es Dios, no puede amar ni reconocer a Dios ni a los que Él ama.

Ahora volvamos a María que es nuestro tema central.

– San Lucas 1,43

43. ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?

Isabel se pregunta así misma quién es ella para recibir la visita de la madre de su Señor,
reconociendo así que María es la madre del Señor.

¿De cuál Señor? – Pues del ÚNICO Dios que hay y por eso quedó sorprendida, halagada y
honrada con la visita de María.

– Deuteronomio 6,4

Escucha Israel, el Señor tu Dios, UNO SOLO ES.

Una persona llena del Espíritu Santo es capaz de ver la grandeza de la Virgen María.

María merece respeto, admiración y alabanza por ser la madre de Dios y por eso, Isabel la
alaba con ésas palabras tan bellas.

María estaba preñada del Espíritu Santo, pues ha concebido de Él.

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Dios confió su único Hijo a María.

Jesús es nuestro Señor y Salvador y es hijo de María.

Si Cristo es tu Señor, RESPETA A SU MADRE.

Y si el niño es Emanuel “Dios con nosotros”

– San Mateo 1, 23

Y es hijo de María.

Entonces María es la madre de Dios.

Jesús entonces tiene dos naturalezas: la humana y la Divina.

Los reyes magos lo adoraron:

– San Mateo 2,11

11. “y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le

rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y
mirra.”

Eran reyes y reconocieron en el Niño Jesús, una realeza superior a la de ellos.

Se postraron, quiere decir, se arrodillaron delante del Niño y lo adoraron, frente a María y a
José.

Adoraron al Niño frente a su madre la Virgen María, no le pidieron que se fuera para adorarlo,
ahí también estaba José.

Sus ofrendas tenían un significado especial, oro, pues reconocieron que ése Niño era Rey,
Incienso, porque era Dios y mirra por su naturaleza humana.

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¿Ahora saben por qué amamos a María? – Nosotros no adoramos a María, pero la amamos,
veneramos y la respetamos por ser la madre de Dios.

Ahora vamos a analizar la respuesta de María a Dios.

– San Lucas 1, 46-49

46. “María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor.”

María es ejemplo de cómo se debe alabar, modelo de mujer y canto de alabanza.

47. “y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador.”

No hay ejemplo más grande que el de María cuando nos enseña a alabar a Dios.

La Biblia nos saca la radiografía de María. Una foto de su belleza y perfección.

48. “porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las
generaciones me llamarán dichosa.”

El Rey de Reyes se fijó en María.

El Todopoderoso, Dios mismo la escogió.

Que gran regalo nos dio Dios al darnos a María.

Todas las generaciones la llamarán dichosa, por eso los católicos la llamamos así.

Los cristianos creyentes obedecemos y la llamamos dichosa.

49. “porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es Santo!”

María alaba a Dios y lo santifica, porque en ella ha hecho grandes cosas.

¿Qué cosas? – Hacerla madre de su Hijo y madre nuestra, para siempre.

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María Madre de Dios y Madre Nuestra

¿Por qué María es nuestra madre? Y ¿Por qué la Iglesia nos lo enseña?

– 1 Corintios 12, 12-13

12. “Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y, sin embargo, es uno, y estos miembros,
a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también sucede con Cristo.

13. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo
–judíos y griegos, esclavos y hombres libres– y todos hemos bebido de un mismo Espíritu”

El cuerpo se compone de miembros, cabeza, brazos, piernas, etc. y todo en su conjunto forma
un cuerpo.

Nos dice que los bautizados forman parte de un solo cuerpo, y que el cuerpo es UNO.

Así nos dice que los bautizados forman parte de un ÚNICO CUERPO.

Y el cuerpo es UNO. Y ése único cuerpo es el de Cristo.

¿Qué nombre le coloca la Biblia a ése cuerpo?

Recordemos que el mismo que escribió Corintios, escribió Colosenses y ése es el apóstol San
Pablo. San Pablo nos explica que Cristo es la cabeza y nosotros el cuerpo y al cuerpo lo llama
“Iglesia”.

– Colosenses 1, 18

18. “Él es también la Cabeza del Cuerpo, es decir, de la Iglesia.”

Cristo es la cabeza de la Iglesia.

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El nombre que el apóstol San Pablo llama al cuerpo, Iglesia.

Cristo es la cabeza de la Iglesia y la Iglesia es su cuerpo.

Para que el cuerpo esté completo se necesita que la cabeza esté unida al cuerpo.

Pues, *si Cristo es la cabeza y su cuerpo es la Iglesia, y la Iglesia somos todos los
bautizados en un mismo Espíritu, entonces nosotros, los bautizados, también somos
hijos de María*.

Puesto que la Virgen dio a luz al cuerpo entero y no solamente la cabeza.

La Iglesia no es algo aislado, ni separado como dicen los protestantes y los sectarios que
dicen: Cristo sí, Iglesia no. ¿Cómo podrías separar la cabeza del cuerpo? - Sería matar el
cuerpo.

El apóstol San Pablo para dar a conocer que la iglesia no se puede matar dice: * Cristo
cabeza de la Iglesia y la Iglesia cuerpo suyo.

Así entonces, si no quieres a la Iglesia, maltratas el cuerpo de Cristo.

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¿A Quién Dio a Luz María?

¿La Virgen María, dio a luz solo a la cabeza? O ¿Dio a luz al cuerpo entero?

Si María dio a luz el cuerpo entero de Jesucristo, entonces ya podemos ir viendo que María es
madre de Dios y madre de la Iglesia, porque la Iglesia es el cuerpo místico de Cristo, y María es
la madre de Cristo.

Si María es madre de la cabeza, y el cuerpo es la Iglesia, y yo soy parte de la Iglesia,

María también es mi madre y es madre de la Iglesia, a la cual pertenecen todos los
bautizados en la Iglesia católica.

– Efesios 5,22

22. “Las mujeres se sometan a su marido como al Señor,

23. En efecto, el marido es la cabeza de su esposa, como Cristo es la Cabeza de la Iglesia,

cuerpo suyo, del cual es asimismo Salvador.”

La Iglesia es el cuerpo de Cristo y yo soy parte de él.

Nuevamente San pablo repite, que nuestro Señor Jesucristo es cabeza de la Iglesia de la
cual es Salvador.

– Efesios 5,25

25. “Maridos, amen a sus esposas, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella.”

– Efesios 5,29-30

29. “Nadie menosprecia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida. Así hace Cristo por
la Iglesia,

30. por nosotros, que somos los miembros de su Cuerpo.”

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Si la Virgen María, es madre de la cabeza que es Cristo y del cuerpo total de Cristo que es la
Iglesia, ósea todos nosotros, entonces: “MARÍA ES MI MADREY MADRE DE LA IGLESIA”

“MARÍA ES MADRE DE CADA UNO DE NOSOTROS”

– Efesios 5,31-32

31. “Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos serán
una sola carne.

32. Este es un misterio muy grande: y yo me refiero a Cristo y a la Iglesia.”

El apóstol Pablo nos dice que es un misterio muy grande, por eso llamamos cuerpo
místico de Cristo.

San Pablo vuelve a repetir: Cristo y la Iglesia son uno.

San Pablo repite de manera más directa que Cristo es la cabeza de la Iglesia y nos dice
que es un misterio muy grande.

Pablo repite esto muchas veces para que quede claro y no haya dudas.

Si María es madre de la Iglesia, entonces, María es nuestra madre.

Y SI ES UN MISTERIO, QUIERE DECIR QUE NO LO PODEMOS ENTENDER, PERO QUE

ASÍ ES.

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Jesús nos Entrega a María como Madre

– Juan 19,25-27

25. Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de
Cleofás, y María Magdalena.

26. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí
tienes a tu hijo».

27. Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la
recibió en su casa.

Nótese que la Escritura se refiere a Juan como “el discípulo” y lo repite en tres ocasiones en la
misma cita. Es decir, NO ERA HIJO DE MARÍA, como afirman los protestantes, porque una
madre no se olvida de sus hijos, ni espera a que se lo recuerden.

Jesús, nuestro Señor, le dice a Juan: “Ahí tienes a tu madre” Si Jesús hubiera sido hermano de
Juan, no habría tenido que decir éstas palabras, recordándole a Juan que “ahí tiene a su
madre”.

Jesús hubiera dicho: “a nuestra madre” PERO NO LO HIZO POR QUE JESÚS ES HIJO ÚNICO DE
LA VIRGEN MARÍA Y JUAN “EL DISCÍPULO, NO ES SU HERMANO CARNAL”

El apóstol Juan, era el discípulo al que Jesús más quería, por eso le entrega a él a María,
como madre. Por ello, el que recibe a María por madre, será amado, muy amado de Jesús.

Y DESDE ESE MOMENTO EL APÓSTOL SE LLEVA A MARÍA A SU CASA.

¿Y quienes aman a la Virgen María? – LOS CATÓLICOS!!

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